Dura crítica por parte del BNG al gobierno local por la total destrucción de los restos arqueológicos hallados en la calle San Xillao, durante las obras para una urbanización.

En el citado emplazamiento se localizaron vestigios de un edificio, de planta basilical, de época tardorromana, así como sepulturas -alguna de las cuales aún conservaba huesos-probablemente del siglo XI.

En marzo del año 2003 los arqueólogos habían llegado a la conclusión de que los restos hallados se correspondían con un edificio de época tardorromana, muy alterados, en parte por las obras, en parte porque esta zona se utilizó durante años como vertedero para residuos de la construcción.
Los técnicos señalaron que, a juzgar por los restos encontrados, se trataba de un edificio con cuatro dependencias; su planta era de tipo basilical, con tres naves (la central de mayor anchura que las otras dos). Contaba con una nave añadida en uno de los laterales. Este inmueble tenía pavimento de opus signinum . En alguna época posterior a su construcción, el edificio fue modificado, y el cuerpo central se compartimento, y se le añadió una nave más, a modo de ábside. El desarrollo del inmueble se produjo hacia la actual calle, una vía que hasta adquirir dicha condición sufrió numerosas reformas que lo fueron destruyendo. Los especialistas de Arqueoconsulting comprobaron que tanto dentro como fuera del citado inmueble hubo numerosos enterramientos. Francisco Hervés señala que la localización de los restos del edificio tienen gran importancia científica, dado que se corresponde con los momentos iniciales del cristianismo en Lugo, al igual que los de San Román (Conturiz) y Santa Eulalia de Bóveda. Apunta como posibilidad que esta basílica (entendida como lugar de reunión en época pagana y de culto en los primeros momentos del cristianismo) estuviese vinculada o cerca de una villa (explotación agropecuaria o segunda residencia) en época romana. En este entorno se localizaron ladrillos de hipocausto. Igualmente se localizaron sillares que los técnicos calificaron como de «gran factura».

En abril del 2003 se determino que los restos estructurales de los fundamentos de un edificio de planta basilical y de una necrópolis descubiertos se conservarían in situ y se les daría un tratamiento museográfico. Los técnicos del Ayuntamiento, de la Delegación de Cultura y el presidente de la junta de compensación llegaron a un acuerdo -aseguró el Concello- «para que Permanezcan presentes estos restos en la urbanización de la zona».

El servicio municipal de arqueología, del que es responsable Covadonga Carreño, a la vista del informe emitido por los especialistas que controlaron las excavaciones (de la empresa Arqueoconsulting) declaró que tanto lo que se podía apreciar del edificio como de la necrópolis era muy significativo desde el punto de vista histórico y arqueológico, aunque por su mal estado aporte escasa información para su correcta interpretación. Por su significado, proponía su conservación in situ. Sugería proteger y conservar las estructuras en el lugar en el que se hallaron, así como aplicarles un tratamiento museográfico para hacerlos entendibles. Igualmente, defendía que se buscasen fórmulas técnicas que eviten deterioros y mantenimientos costosos. De este modo, señalaban los exPertos, se enriquecerá el patrimonio arqueológico visible y visitable de la capital lucense. En su informe, se indicaba que debería redactarse un proyecto de consolidación y restauración, al que tendrá que dar el visto bueno Patrimonio. Mientras no se llevase a cabo la consolidación y puesta en valor de los restos de los fundamentos del edificio de planta basilical y de las tumbas, deberían de ser protegidos con un manto geotextil y una capa de áridos. Los movimientos de tierra que aún faltan por ejecutar tendrían que ser controlados por un arqueólogo.

Al día de hoy, todas las buenas propuestas e intenciones se han olvidado, el yacimiento ha sido totalmente destruido y se ha Perdido para siempre un bien patrimonial de altísimo valor científico e histórico.

Las administraciones a las que les correspondía velar por la protección del yacimiento, los servicios de arqueología del Concello y de la Delegación de la Xunta de Galicia, han mirado para otro lado en el momento en que su obligación era impedir la destrucción total de los restos.

Lo más doloroso de lo ocurrido ha sido que la destrucción del yacimiento ha carecido de argumentos significativos, es un caso evidente de destrucción gratuita, ya que los restos se encontraban en un lugar en que no impedía un correcto desarrollo de la unidad urbanística y su conservación hubiera sido de muy fácil integración en el conjunto.


Información en prensa:
-Los restos hallados en San Xillao son de un edificio romano con planta basilical
02/03/2003
http://www.lavozdegalicia.es/buscavoz/imprimir_noticia.jsp?TEXTO=1612305
-Los restos arqueológicos hallados en San Xillao se conservarán in situ
15/04/2003
http://www.lavozdegalicia.es/buscavoz/imprimir_noticia.jsp?TEXTO=1612305
-El BNG critica que no se conserven los restos arqueológicos hallados en San Xillao
16/12/2004
http://www.lavozdegalicia.es/buscavoz/imprimir_noticia.jsp?TEXTO=3296636

Fotografías del yacimiento:
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Fotografías del expolio:
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