La Membrilleja designa una finca en el sector noroccidental del término municipal de Almagro (Ciudad Real).

Situada en una amplia zona llana, con topónimos cercanos como «El Campazo» o «El Carril de Barajas», junto a diversas elevaciones del terreno, con nombres como «Los Cabezos», «Cerros de Orán», «Los Cerros» o «El Palomarejo». El paraje forma parte del Campo de la Membrilla que, a juicio de Corchado Soriano, fue encomienda de la Orden Militar de Calatrava hasta su incorporación en su mayor parte a la encomienda de Pozuelo de Calatrava, creada a mediados del siglo XV. Pagaba el tercio al arcedianato de Calatrava y, a tenor de dicho autor, es posible que existiese un castillo o punto fortificado en la zona, anterior incluso al Periódo medieval de la Reconquista.

De esa primera encomienda, entre los términos de Almagro, Pozuelo, Carrión, Miguelturra y Torralba, se conoce que su comendador en 1347 suscribió como testigo un documento de la Orden; que dicho cargo asistió en 1397 a un cabildo de la Orden celebrado en el Sacro-Convento de Calatrava; o que Rades la cita entre las antiguas encomiendas. Siglos después, aparece La Membrilleja como dehesa Perteneciente al Colegio de Doncellas Nobles de Toledo, enajenada ya del patrimonio de la Orden muy posiblemente desde finales de la primera mitad del siglo XVI.

Ahora bien, pasando a tratar del significado del nombre, advertir que, independientemente de su posible correspondencia con el árbol frutal, relativamente corriente antaño en algunos patios, su origen puede ser quizás otro relacionado con una característica de la topografía del lugar.

Lo primero, indicar algo, por obvio no menos importante, que el topónimo «La Membrilleja» es un diminutivo derivado de «Campo de la Membrilla» y que ambos casos se trata de un nombre singular en femenino.

Segundo, que la forma del nombre aparece reiteradamente como lo conocemos desde sus principios y nunca con el significado de membrillar o «terreno plantado de membrillos; membrillo, arbusto», que también podría explicar el mismo.

Tercero, que el término usual para referirse en la zona al árbol frutal en los siglos XI-XII parece ser que era «Melmelo», como un derivado del latín «Melimelum».

Ahora bien, planteado de otra manera, en relación a una posible característica topográfica, dicho origen podría encontrarse en una derivación del término latino «mammula», diminutivo de «mamma», con el significado de pequeña colina o, más literalmente, de «teta pequeña», como expone Martínez Ruíz para su explicación del topónimo burgalés «Mambrilla». Asimismo, el Diccionario de la Lengua sigue recogiendo actualmente entre sus acepciones el término «Mambla», en femenino, con el significado de «montecillo en forma de teta de mujer» o mota.

Esta explicación cuenta con otro ejemplo conocido a nivel provincial: el nombre de la localidad de Membrilla. Este debe su origen, en relación al denominado «Castillo del Tocón», actualmente Santuario de Nuestra Señora del Espino, y cuyo origen es una motilla de la Edad del Bronce. Así, de poder establecer de forma segura dicha correspondencia, cabría plantearse por semejanza además la posibilidad de que hubiese habido también en nuestra zona una posible motilla como base del topónimo.

1 CORCHADO Y SORIANO, M.: "Toponimia medieval de la región manchega", VII centenario del Infante don Fernando de la Cerda, Madrid, Instituto de Estudios Manchegos, 1976, p. 72 y ss.
2 CORCHADO Y SORIANO, M.: El Campo de Calatrava. Los pueblos, Ciudad Real, Instituto de Estudios Manchegos, 1982, pp. 128 y ss.