Autor: Beturiense
domingo, 22 de febrero de 2004
Sección: De los pueblos de Celtiberia
Información publicada por: Beturiense
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TODOS SOMOS VASCOS. Breves reflexiones sobre Antropología y Política.
(El presente artículo no pretende discutir sobre política; sino reflexionar sobre el arbitrario e interesado uso que hacen algunos sobre la Historia; y, en concreto, sobre la Protohistoria peninsular).
A más de un político de Euskadi se le ha ocurrido legitimar su separación del estado español, en base a ciertos ancestrales orígenes protohistóricos preindouropeos. Más en esta Celtiberia en que vivimos, pasillo geográfico entre Euroasia y África, ha habido tal crisol cultural que quien pretenda aquí defender un RH sanguíneo puro... más bien parece pertenecer al KKK (Ku Kus Klan), o a aquellos defensores de la raza aria.
Si bien es cierto que la cultura y la lengua vasca son singulares, ricas y hermosas (yo he vivido durante algún tiempo en el corazón geográfico-radical de Euskalerría); debemos de comprender que todos, de un modo o de otro, somos vascos (del mismo modo que celtas, bereberes o godos...).
Y es que la cultura vasca, según algunas investigaciones, estaba antiguamente en casi toda la península antes de las oleadas indouropeas, incluso dicen que la lengua íbera tiene cierta similitud con el actual euskera; pero, además, en el medievo, las migraciones cristianas que se hicieron de Norte a Sur para repoblar la zona meridional peninsular la hicieron muchos vascos. Poblaciones como Jerez de la Frontera u otras andaluzas fueron repobladas por ellos. Como muestra curiosa el el juego del Frontón, cuyas antiguas y pétreas canchas aún pueden verse en múltiples pueblos castellanos
Por desgracia ciertos extremismos pseudoracistas han pretendido radicalizar el tema y basarse en cierta genética como arma política. Ante esta situación habría que profundizar en la Historia Peninsular para comenzar a deshacer este entuerto; de ahí que el conocimiento de nuestro devenir histórico puede ser un buen instrumento para la Paz y el hermanamiento entre todos.
Si aplicáramos sus razonamientos extremos, por regla de tres cada valle del llamado Pais Vasco tendría que pedir su propia independencia, dado que incluso a nivel lingüistico el propio euskera se diferencia de un valle a otro. Y si seguimos: cada población debería de ser una "Ciudad Estado" independiente. Con este mismo criterio lo que fuera antiguamente el Reino Aftasí de Badajoz, en época musulmana (gran parte de Extremadura), debería pedir su independencia; y del mismo modo el Condado (que no reino) de Barcelona; etc., etc.,...
Utilizar una interesada interpretación de la Historia como escusa política, nos lleva a ciertos fanatismos que se están pagando con odio y sangre; y no sólo aquí, sino en todo el mundo.
En definitiva todos somos vascos, queramos o no, y también arios y, sobre todo africanos. O si no que se lo pregunten al Hombre de Atapuerca.
Lo mejor de Celtiberia, desde los múltiples pueblos prerromanos y hasta hoy, es su mestizaje; hecho que ha dado lugar a uno de los lugares más bellos del mundo en riqueza y diversidad en lo que respecta a nuestro Patrimonio Histórico-Artístico y Cultural.
En conclusión, estudiar nuestra Historia es la mejor forma de conocernos mejor a nosotros mismos; o como dijo Cicerón: "Nescire, quid ante quan natus sis, acciderit, id est semper esse puerum" ("Ignorar lo sucedido antes que tú nacieras, significa que no has pasado de ser un niño").
Beturiense
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Bienvenidos a TODOS SOMOS VASCOS: Aunque, con todo respeto al señor ponente, esta afirmación de “todos somo vascos” deja bastante que desear, aún cuando el vascuence sea capaz de descifrar la mayoría de los topónimos y apellidos de las Iberias del Norte y del Sur. Dice Beturiense que “si bien es verdad que la cultura y la lengua vascas son singulares, ricas y hermosas (...) debemos comprender que todos de un modo o de otro somos vascos, (del mismo modo que celtas, bereberes o godos)”. La diferencia, desde luego no está en que unos sean anteriores a los otros, sino en el sentido que ese aserto tenga para un vasco viviente de hoy mismo entre tanto pueblo presente o sido. La diferencia está, sobre todo en esa “cultura y lengua singulares” del vascuence que unos vascos tratan de olvidar como un estorbo para sus planes de pensamiento selecto, y otros, de potenciar, como un teroso que hay que salvar porque, si, como dice Beturiense, “la cultura y la lengua vascas son (tan) singulares, ricas y hermosas” merece sin más la pena de cultivarla. Incluso merece la pena de indagar, si es verdad eso de que la cultura y la lengua vascas sean tan singulares, tan ricas y tan hermosas. Yo me la aprendería bien a fondo, la viviría, antes de hacer tal afirmación, no sea que ofendiera a otros vascos no partidarios de su normalización, como también a los celtas, bereberes o godos que alude el ponente.
Al final de exposición Beturiense llega a la conclusión ciceroniana: "Nescire, quid ante quan natus sis, acciderit, id est semper esse puerum/Ignorar lo sucedido antes que tú nacieras, significa que no has pasado de ser un niño/Zu jaio aurretik jaso zirenak ez jakitea, beti ume irautea da”. Por lo tanto, concluye el ponente, “estudiar nuestra Historia es la mejor forma de conocernos mejor a nosotros mismos” y más aún, añado yo, indagar la intrahistoria que encierra esa bella y singular lengua que se llama vascuence, puesto que la intrahistoria de la lenguas, como dice Unamuno, siguiendo a los comparatistas de la Historia de las religiones, es el único testimonio que merece plena credibilidad en la consecución de la realidad cultural y del pensamiento de nuestros antepasados.
La diferencia está entre la verdad o la falsedad que, a veces, parte del desconocimiento más o menos imputable, otras, de la propaganda de los medios que unos vascos utilizan contra otros vascos. Mereced a esa diferencia, unos vascos han dejado de lado las viejas historias greco-romanas o románticas para optar por la investigación de la intrahistoria que no envejece, cultivando el vascuence, aceptado por la mayoría de los padres del País Vasco como aprendizaje, con objeto de llegar a esa mayoría de edad deseada, es decir, para no quedarse en la perpétua infancia que critica Cicerón.
El problema es de entendimiento entre los vascos de aquí de allí, puesto que, según dice el sapiencial, “cuanto se ignora se desprecia”, y muchos vascos desprecian lo que es suyo, por ignorancia propia o la desinformación de los algunos medios, por motivos políticos partidistas, para lograr mayorías fáciles hablando mal de los otros hermanos. Pero así evidentemente no se construye la patria, como casa hermanable para todos los vascos. Fundar la casa-patria sobre la mentira de la desinformación sería fundarda sobre arena movediza. Por eso algunos vascos se aferran a la verdad del vascuence, por saber a través de ella cuanto sucedió antes de que ellos nacieran, y por el interés hermenéutico que encierra para investigar sobre la verdad de nuestros antepasados. Es histórica y digna de encomio la responsabilidad que unos pocos vascos han tomado para salvar la herencia de todos y yerran nuevamente aquellos vascos que lanzan PIEDRAs contra la casa de sus antepasados con las críticas destructicas, propias de facciones políticas que no buscan sino el predomino de unos contra otros, con el fin fratricida que critica Tácito, “solitudinem faciunt et pacem vocant/llaman paz a aquello que asolan/eurak egin bakardadeari bakea deitzen diete”.
Viendo últimamente lo que se publica en otros lugares de Celtiberia.net, pienso que algunos internautas se han equivocado de lugar para mostrar sus sensibilidades racistas.
Es por ello que reafirmo y amplío el título de este artículo:
TODOS SOMOS VASCOS, CELTAS, BEREBERES, GODOS, GALAICOS, ASTURES, CATALANES, ANDALUCES, VALENCIANOS, EXTREMEÑOS, CÁNTABROS, AFRICANOS, LEONESES, ASIÁTICOS, NEGROIDES, etc., etc., etc,... (queramos o no).
Quién demuestre ser puro de sangre, que tire la primera PIEDRA (y aún así tampoco tendría derecho).
Todos (o casi todos, perdón) tenemos dos piernas, dos ojos, dos brazos... ¿por qué buscar tantas diferencias?, ¿por qué no busquemos lo que nos une?.
Tanta discursión por buscar fronteras antropológicas (escudriñando los antiguos límites de la protohistoria peninsular) para matarnos en tanta batalla racista e inútil.
Esto me recuerda la millonada que nos estamos gastando en buscar Vida o Agua en MARTE, cuando aquí hay millones de personas que se están muriendo de Hambre y de Sed.
Por favor, no hagamos de CELTIBERIA.NET una herramienta panfletaria de ideologías. Nos estamos cargando esta Ciudad virtual; cuyo objetivo es compartir, con respeto y amistad, nuestros humildes conocimientos.
Un abrazo a todos.
Nota.- Esto no quiere decir que nos olvidemos de nuestras raíces (las cuales hay que recordar, dar a conocer y potenciar); sólo pretendo un discurso que nos aleje de ciertos racismos políticos que nos están manchando de sangre y odios.
Beturiense
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