Autor:
viernes, 04 de enero de 2008
Sección: De los pueblos de Celtiberia
Información publicada por: DelaCarpetania
Mostrado 93.139 veces.
El teatro romano de Sagunto deberá volver a su estado original
El teatro romano, de la ciudad de Sagunto, volverá a su estado original antes de las obras de reconstrucción.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha confirmado el plazo de dieciocho meses para que se ejecuten las obras de reversión del Teatro Romano de Sagunto dictadas en la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) de abril de 2003.
Escribe aquí el segundo bloque de texto de tu artículo
No hay imágenes relacionadas.
Comentarios
Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.
Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.
TEATRO ROMANO DE ORANGE (reconstruido)
En Francia los que cuidan de la cultura no se dejan llevar por fanáticos nacionalismos de la PIEDRA y el musgo.
Lo de Sagunto y su teatro es solo parte de la pobre intelectualidad española. Tierra de bastonazos y tente tieso.
“Y aquellos jueces condenaron a Adriano. Por atreverse a construir de
nuevo el Panteón.” Había levantado a los dioses la más espléndida
arquitectura jamás construida por los hombres. Y además, había utilizado
materiales nuevos...........Y sus descendientes en Córdoba se asombraros
al ver una catedral, hecha con nuevos materiales, levantada sobre el
petrificado bosque de palmeras Omeya. Los jueces, imbuidos de sopladas
ortodoxias, condenaros a Hernán Ruiz por atreverse a maridar la Mezquita
con su fantástica Catedral.................Y sus descendientes en Granada,
se quedaron pasmados al contemplar un palacio renacentista, hecho con
nuevos materiales, alzándose sobre la llorada Alambra. Los jueces,
investidos de ínfulas nacionalistas, condenaron a Pedro Machuca por
atreverse a implantar el increíble palacio de Carlos V sobre el paraíso
nazarí de La Alambra................
Alberto Campo Baeza
Un saludo, Verracus, y encantado de volver a verte por aquí.
En Mérida (voy todos los años con mis alumnos al Festival Juvenil de Teatro Grecolatino), las gradas -no todas, sólo las peor conservadas y no restauradas en PIEDRA, que también las hay- están tapadas con una especie de armazón de metal recubierto de cemento, que de lejos imita a la perfección el graderío de
la cavea y que no se quita nunca, o que yo al menos nunca he visto retirar (y he ido muchas veces). Eso sí, sirve para que el público se pueda sentar, tanto en el Festival Juvenil de primavera como en el grande y mediático de verano.
Pienso que el caso Sagunto no afecta tanto al graderío como al frons scaenae, que es la parte más impactantemente visual de todo teatro romano (véase, si no, el de Éfeso) y que, en el de Sagunto ha sido suplantado con un pastiche indigerible como romano.
PIEDRA ORIGINAL FRENTE A MÁRMOL
Cartagena, Itálica, Mérida o Zaragoza han respetado el
pasado sin dañarlo
Concha Raga – Valencia - 05.01.08
Ladrillo, cemento, mármol y hierro son algunos de los
materiales utilizados en la reconstrucción del Teatro Romano de Sagunto y bajo
los que han quedado sepultados los restos arqueológicos de lo que fue uno de
los monumentos más importantes de España. Nada similar se ha hecho con ningún
otro resto arqueológico de los existentes en cualquier ciudad española. […]
Resto en:
http://www.lasprovincias.es/valencia/20080105/valenciana/PIEDRA-original-frente-marmol-20080105.html
...........
CV se querellará contra Lerma y
Ciscar por “sepultar el teatro”
05.01.08 | 02:00. Archivado en Cultura
La Comisión de Cultura de
Coalició Valenciana ha encargado a los servicios jurídicos del partido la
interposición de una querella criminal contra el ex presidente socialista de la Generalitat Valenciana,
Joan Lerma, y contra el ex conseller de Cultura, el también socialista Cipriano
Ciscar, como autores de un delito contra el patrimonio.
Para Juan García Sentandreu, el
título segundo del capítulo sexto del código penal español, regula, persigue y
pena los delitos contra el patrimonio cultural y sanciona con hasta tres años
de prisión e inhabilitación para cargo público hasta cinco años en su artículo 321 a los políticos que
“derribaren o alteraren gravemente edificios singularmente protegidos por su
interés histórico, artístico, cultural y monumental”. […]
Sigue en: http://www.valenciahui.com/noticia.php/2008/01/05/cv_se_querellara_contra_lerma_y_ciscar_p
Otra instructiva panorámica, ésta exterior, de la posible alteración del teatro romano:
© foto M. Portaceli
Continuará...
Extractos de los artículos publicados en la revista “ON Diseño”, nº 147
“Y aquellos jueces condenaron a Adriano. Por atreverse a construir de nuevo el Panteón.” Había levantado a los dioses la más espléndida arquitectura jamás construida por los hombres. Y además, había utilizado materiales nuevos...........Y sus descendientes en Córdoba se asombraros al ver una catedral, hecha con nuevos materiales, levantada sobre el petrificado bosque de palmeras Omeya. Los jueces, imbuidos de sopladas ortodoxias, condenaros a Hernán Ruiz por atreverse a maridar la Mezquita con su fantástica Catedral.................Y sus descendientes en Granada, se quedaron pasmados al contemplar un palacio renacentista, hecho con nuevos materiales, alzándose sobre la llorada Alambra. Los jueces, investidos de ínfulas nacionalistas, condenaron a Pedro Machuca por atreverse a implantar el increíble palacio de Carlos V sobre el paraíso nazarí de La Alambra................
Alberto Campo Baeza, arquitecto: “Jueces inicuos e ignorantes: a propósito del Teatro Romano de Sagunto”
“Si el primer objetivo del proyecto, como he indicado anteriormente, ha sido la restitución del espacio del Teatro Romano de Sagunto, el segundo, en consecuencia de áquel, es la recuperación del rol urbano que el monumento ejercía entre la zona monumental, el foro, en la parte superior y la ciudad que se desarrolla en la pendiente de la colina......Los criterios: En primer lugar, conservar, consolidar y poner en evidencia los restos auténticos del Teatro y restituir, a partir de los estudios e hipótesis del equipo arqueológico, con el que se ha trabajado desde un primer momento, el espacio característico y único del Teatro de Sagunto........Así, se utilizan materiales naturales, técnicas romanas ( PIEDRA, hormigón y ladrillo), indispensables para la estabilidad, mantenimiento y conocimiento del monumento, haciendo siempre evidente la diferenciación entre las partes originales y las rehabilitadas......”
Giorgio Grassi y Manuel Portaceli, arquitectos: “Rehabilitación del Teatro Romano de Sagunto”
“La arquitectura siempre persigue configurar paisajes interiores, tanto en el caso de sencillas viviendas como en aquel cuya pretensión sea construir grandes monumentos........ La funcionalidad específica del teatro romano no puede incorporar nada ajeno al desarrollo teatral mientras que, por otra parte, su cualidad como contenedor del drama le obliga como condición prioritaria a fundirse con el espectáculo...........Bajo estas consideraciones cualquier restitución del espacio escénico romano debe, como condición prioritaria e indiscutible, recuperar su paisaje interno...........El proyecto de restitución del Teatro Romano de Sagunto, obra de los arquitectos Giorgio Grassi y Manuel Portaceli, está planteado básicamente desde una perspectiva de estricto respeto a la historia del monumento, inspirándose originariamente en la recuperación morfológica del tipo, buscando a través de su diseño recomponer la unidad espacial que le es propia......la reconfiguración de su paisaje interior........”
Pilar Insausti y Tito Llopis, arquitectos: “Reconfigurar paisajes interiores: el caso del Teatro Romano de Sagunto”
“Las Ruinas del Pasado, descarnadas irrevocablemente, ya no son las obra que fueron porque su mundo se ha desvanecido, pero su mayor encanto reside en que, con su sola presencia, a modo de flechas indicadoras, nos permiten imaginar y pensar desde ellas.......Si embargo, a veces y desde la exaltación romántica y el idealismo metafísico, se las ha colocado tan alto, tan alto que, congeladas sobre su suelo nativo en embalsamados simulacros, parecen –en su desolación, sin uso- no servir para nada..........Y ahora, este proyecto de Grassi y Portaceli busca anular esta distancia in situ sobre los despojos del Teatro Romano de Sagunto. Y de esta novedad nace el escándalo........El resultado, la vida nueva devuelta al Teatro Romano de Sagunto. El teatro reconstruido, al restablecer su mundo interior y exterior, no hace que la Ruina se consuma o desaparezca, sino que ahora sus fragmentos, sabiamente encuadrados por las partes restituidas brillan con nueva presencia en la totalidad de la obra.........Lo cerrado de las restauraciones o anastilosis convencionales se sustituyó aquí por una propuesta que, en su desnudez esencial, acoge la posibilidad de todo sueño......”
Alberto Ustárroz, arquitecto: “Sagunto, la Arquitectura a escena”
Lucusaugusti:
Realmente me fascinan sus amplias capacidades, propias de arquitecto-esotérista, que lo mismo le permiten escribir de los betilos y la castiza Cibeles que de los teatros romanos, pero que no le hacen capaz de escribir sin deslizar errores mecanográficos. Su título me asegura que ha pasado Ud. por nuestra querida universidad y ha cubierto los requisitos para encomendarle la construcción y rehabilitación de edificios, pero, por lo que veo, ello no le hace distinguir el bodrio perpetrado en Sagunto, que deforma completamente el edificio original y sus restos y se aparta completamente de su estilo, de la simple adición de asientos de cartón PIEDRA- fibra de vidrio, como los de Mérida o Orange, que permiten que el edificio siga sirviendo a los fines para los que fue proyectado, lo cual puede ser opinable -que hoy se utilice para espectáculos- pero no ofende a la vista y el gusto (estético), de los que por lo visto -curioso defecto en un arquitecto- Ud. carece claramente.
P.S. Las fotos que Ud. adjunta corroboran, a poco que se observen con tranquilidad, lo errado de sus posiciones. Es una pena que se gasten tanto dinero para tirar la obra de Sagunto. Que la desmonten y coloquen ese teatro moderno en otro sitio, en donde quedará muy bien, porque ciertamente en otro sitio no quedará feo.
"Giorgio Grassi: «El mundo de la arquitectura y la cultura lo deben defender»
El arquitecto italiano sostiene que su proyecto ha sido víctima de intereses políticos y considera que su trabajo no es cuestionable desde el punto de vista técnico. (...) No creo que haya ningún arquitecto que tenga el valor de retocar lo que nosotros hicimos o de cuestionarlo desde el punto de vista de lo que es la arquitectura como ciencia. No es un trabajo cuestionable. Toda esta historia hay que situarla en el plano de lo que dice la ley, aunque la ley ha de ser interpretada. Pero si hablamos de calidad, la del teatro romano es indiscutible. La intervención es modélica con respecto a la historia."
Al parecer no es un trabajo cuestionable ni desde el punto de vista técnico ni desde el histórico; en opinión del autor, claro. Él sí puede calificar su intervención como modélica y supongo que no le molestará que se opine favorablemente de ella, aunque de eso no dice nada. Lo que parece molestarle es que se opine en contra.
Comprendo que debe ser molesto para un ser en tal grado de iluminación tener que soportar las críticas de "infacultos" como algunos de nosotros que nos empeñamos en considerar la obra -no ya desde el punto de vista histórico o estético, sino desde el mismo sentido común- un apañejo infumable. ¿Caza al arquitecto? No, imposible. Volando a esa altura ni el propio Zeus podría alcanzarles con sus rayos.
Menos mal que acata la sentencia del Supremo "si no hay otro remedio"...
Lucus, tiene usted unas ideas muy interesantes sobre la reconstrucción de yacimientos con fines de continuidad ritual y otras utilidades. La alternativa es, si no me equivoco: o reconstruimos la ruina con materiales modernos que permitan todo tipo de espectáculos de "cultura viva", o profundizamos hasta lo primigenio, esto es, la viva PIEDRA.
Cuando estaba en primero de carrera (corría el año 2001), asistí a un curso de "Patrimonio al Debate" y mi investigación final consistió en la polémicas restauraciones del Teatro de Sagunto. Os pego mi trabajo, xq recoge bastante información sobre el tema y puede conseguir de q nos hagamos una idea de en q consistió la "restauración" de Grassi y Portaceli.
Existen arqueólogos que tienen diferentes conceptos sobre la restauración y rehabilitació
- Arqueólogos no intervencionistas: esta postura deja en manos de los arquitectos la libertad para hacer lo que quieran. Este extremismo llevaría a la gloria (o lo contrario) a un arquitecto y a la empresa que lo dirige, manteniéndose el arqueólogo, relegado a un plano secundario.
- Arqueólogos que sólo permiten unas "restituciones mínimas": aunque este concepto es muy débil, y sino sólo hay que ver el teatro romano de Sagunto o monumentos comparables a este. Este sentido ha conseguido convertir en un caos, monumentos y tipologías arquitectónicas.
- Arqueólogos clásicos: promueven la restauración profunda de los monumentos, y se preocupan por como deberían ser las relaciones entre arqueólogos y arquitectos, aunque estos últimos están mejor situados que los primeros.
La problemática relación de los dos profesionales antes nombrados se ha sacado a la luz tras las opiniones sobre la rehabilitació
Las leyes españolas, que rigen el desarrollo científico de la investigación arqueológica y la materia de patrimonio histórico, viven en una constante renovación. Por ejemplo, la ley de 1985 sustituye el término de ruina-monumento, por el de bien de interés cultural. Este término hace que el concepto que se tiene de un arqueólogo no sea el de experto en ruinas, y se le juzgue por sus estudios y su documentación. En la actualidad, el turismo cultural crece, por lo que se demanda espacios históricos, es ahora cuando los arqueólogos deben aprovechar para demostrar que sus investigaciones son estudios con base y argumento.
Una sentencia del Tribunal Supremo de Valencia, acaba da avivar la polémica en lo referido a la rehabilitació
Un ejemplo en los errores cometidos en la intervención al Teatro de Sagunto: la cávea tiene un boquete debido a que la "restitución mínima" de las gradas ha desajustado su ritmo compositivo, de modo que en la parte superior irrumpe la bóveda de un pasillo subterráneo de distribución, al no haberse calculado que las losas que recubrían los asientos iban sumando altura a las gradas.
Los extremos de la cávea se han consolidado como si fueran parodoi, elemento que no tiene lugar en un teatro latino, aunque para conseguir ese plano vertical se recurriera a volar con un cartucho de dinamita una parte de la estructura romana.
También el escenario se había ensanchado, sellando las substrucciones del frente escénico y del proscenio, con un piso de cemento sobre el que se elevan los restos de dos valvas.
Pueden elaborarse trabajos orientados a subsanar esos errores. No podemos tener un planteamiento rígido en cuanto a la restauración. Por eso, esas intervenciones mínimas, a veces irreversibles, son tan peligrosas como una restauración de mayores ambiciones, siendo por este motivo, por lo que el informe arqueológico es decisivo para optar por uno o por otro grado de intervención. Para conocer la articulación constructiva, la arqueología clásica dispone de un método basado en el estudio directo del monumento. Se han realizado la planta y las secciones arqueológicas del Teatro de Sagunto en la documentación aportada por Emilia Hernández en 1986 y esas conclusiones sí que han sido utilizadas en la rehabilitació
La contemplación de las formas romanas desprovistas de decoración, produce una impresión de proyecto inacabado y eso puede achacarse al proyecto del Teatro de Sagunto: un cuerpo arquitectónico de ladrillo depositado sobre la cimentación pétrea romana, limpio y claro, que cobija en su interior capiteles, inscripciones y mosaicos procedentes de la ciudad de Sagunto. Hay quien opina que la memoria del lugar no justifica una restauración. La intervención de G. Grassi y M. Portaceli partía de unos criterios que pueden tomarse como defendibles, pero que analizados no soportan una crítica rigurosa. G. Grassi atribuye a anteriores intervenciones objetivos y criterios que parecen infundados y subjetivos, al definir el estado del monumento como una ruina artificial. En base a ello, se establecían las justificaciones de su actuación. Pero esto no podía resultar excusa para el tipo de intervención realizada, que se desentiende de la originalidad del propio monumento para plantear una idea propia sobre el mismo que acaba implantándose por encima de toda otra consideración. No puede afirmarse que el proyecto se haya basado en un conocimiento científico del edificio, ni que haya sido respetuoso con éste. Ni se hizo la adecuada investigación previa a la fase del proyecto, ni los resultados obtenidos de los hallazgos o estudios posteriores han provocado las modificaciones que hubieran sido de rigor, lo que lleva a suponer que tales datos no importaban a los autores del proyecto.
Como ejemplo: la reconstrucció
A este efecto contribuye en gran medida la reconstrucció
¿Hasta qué punto se justifica una intervención de esta envergadura en un monumento histórico?
Existen dos tipos de justificaciones:
a) En primer lugar se apela que históricamente ha habido intervenciones de cada época en los edificios, llegando alguna a tener tanta o mayor calidad que la obra original. La existencia de una mayor conciencia histórica y de un respeto hacia el legado del pasado, en este caso arquitectónico. Nuestra época se caracteriza por haber plasmado este sentir en legislaciones protectoras de este legado. En este caso nos enfrentamos con la esencia misma del concepto de conservación de un patrimonio. Argumentar que igual que se hizo en esas épocas se puede hacer hoy, es un contrasentido histórico, y será en su concepción y actitud, arquitectura de otra época, no arquitectura actual. En cualquier caso debe respetar la esencia y la naturaleza del monumento, no sobreponerse a él, ni menos ocultarlo o enmascararlo detrás de la obra actual. Y respetar su esencia puede en muchos casos querer decir respetar su estado de ruina. Conviene aquí preguntarse hasta que punto es necesario que todos los monumentos vuelvan a recuperar un uso. Hay muchos que merecen quedar como meros símbolos. Y si hace falta un teatro, hay muchos lugares en que poder edificarlo.
b) Otro de los argumentos es la supuesta restauración del espacio original. La recuperación del espacio primigenio original, choca con la conservación de la materia auténtica del monumento. Lo que no tiene sentido es una restauración cree un espacio nuevo o transforme el original. En un monumento llegado a nosotros en estado de ruina, su espacio ruinoso no será el "auténtico" original, pero puede llegar a cobrar significación propia como ruina, y por tanto nueva autenticidad.
El atractivo y la veneración que para nuestra sociedad encierran muchos monumentos, no cabe duda que en muchos casos se desvanecería tras actuaciones de reconstrucció
En la actualidad, quince meses después de que el Tribunal Superior de Justicia confirmara la sentencia dictada en
El derribo podría costar unos seis millones de euros y, no comenzará hasta septiembre. Todos los informes sobre la reversibilidad de las obras en la zona de la gradería son favorables tras la realización de diversas catas sobre la zona. En cuanto a la zona del escenario, la reversibilidad será posible hasta cuotas de 1/20, ya que este a partir de este nivel cuando hay peligro de tocar la PIEDRA original. Habrá partes del escenario en las que será posible intervenir en mayor profundidad debido a que la obra de mármol no está nivelada. Es imposible devolver los restos arqueológicos hallados y sacados del teatro cuando se hicieron las obras. Estos restos pasarán a exponerse en uno de los museos de la localidad, en la denominada casa del Mestre Penya.
El proyecto definitivo de restauración será elaborado por una comisión multidisciplinar, en la que tendrán cabida desde arquitectos a delineantes, pasando por historiadores. Los miembros de esta comisión debatirán exclusivamente cuestiones técnicas. La sentencia prohibe la nueva construcción y sólo indica la demolición de la obra nueva y la adecuación del recinto para que éste tenga finalidad funcional y pueda ser utilizado por el público. Se harán las reformas pertinentes para evitar las filtraciones de agua que han perjudicado durante estos años la PIEDRA original de la gradería."
Espero q os haya gustado mi trabajo, si véis algún fallo me lo decís.
Las fuentes q utilicé fueron:
- El Teatro Romano de Sagunto: Génesis y Construcción.
LARA ORTEGA, Salvador
- Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 147
- Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 150
- Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 153
Para finalizar, voy a citar algo q escribí en la opinión personal de este trabajo y q no os he adjuntado (xq son opiniones personales sin importancia.
"El patrimonio es nuestro pasado, el cual nos ayuda a afrontar el futuro sin sensación de desarraigo, ni cultural, ni social. Si acabamos con este patrimonio o lo convertimos en una obra actual, perdiendo así su identidad, no habrá pasado al que recurrir para fijar nuestro presente, ni tampoco para sentir nostalgia por él y enorgullecernos de lo que un día fuimos."
Más documentación. El que sigue es un trabajo de curso reportado por J. Blanco en la Lista de terraeantiqvae. Procede un hilo de foros de la UNED sobre el mismo tema del teatro, y lo firma "gericault", de Tenerife, aquí. Lo voy a transcribir con ambas venias (espero), porque contiene detalles y precisiones poco comentadas en prensa sobre algunos errores muy concretos, que me permitiré resaltar, entre otros:
«Cuando
estaba en primero de carrera (corría el año 2001), asistí a un curso de
"Patrimonio al Debate" y mi investigación final consistió en la
polémicas restauraciones del Teatro de Sagunto. Os pego mi trabajo, xq recoge
bastante información sobre el tema y puede conseguir de q nos hagamos una idea
de en q consistió la "restauración" de Grassi y Portaceli.
"LAS POLEMICAS RESTAURACIONES EN EL MUNDO ANTIGUO. EL
TEATRO ROMANO DE SAGUNTO
Aunque últimamente hayamos visto proliferar las intervenciones en nuestros
monumentos de forma rápida, no han ido con la misma velocidad, los estudios
sobre nuestro patrimonio y lo que este nos puede transmitir, o lo que es mejor,
enseñar. Es por esto mismo que hablamos de intervenciones y no de restauraciones, ya que sería
impropio utilizar este último término, para designar a actuaciones que se
caracterizan por su falta de documentación y rigor. De todas formas, no
todas las intervenciones se realizan mal, sino que todo depende del interés que
despierte el monumento que se va a someter a restauración. En este caso, el
monumento a investigar es el Teatro Romano de Sagunto, el cual se encuentra
entre los primeros a los que el Estado dio tal calificativo. Tras la
destrucción ejecutada por el hombre en la baja antigüedad, convirtiéndose en un
esqueleto al ser saqueado de toda ornamentación y de los sillares que
conformaban sus partes más nobles, la majestuosidad y potencia de su estructura
se han mantenido expresando la sabiduría y conocimientos técnicos de sus
constructores y ha sido causa de admiración y curiosidad, por todos los que han
sentido y sienten la atracción por el pasado y sus variantes.
Existen arqueólogos que
tienen diferentes conceptos sobre la restauración y rehabilitación de los
monumentos, pudiéndose englobar en tres grupos:
- Arqueólogos no intervencionistas: esta postura deja en manos de los
arquitectos la libertad para hacer lo que quieran. Este extremismo llevaría a
la gloria (o lo contrario) a un arquitecto y a la empresa que lo dirige,
manteniéndose el arqueólogo relegado a un plano secundario.
- Arqueólogos que sólo permiten unas "restituciones mínimas": aunque
este concepto es muy débil, y si no sólo hay que ver el teatro romano de
Sagunto o monumentos comparables a este. Este sentido ha conseguido convertir
en un caos, monumentos y tipologías arquitectónicas.
- Arqueólogos clásicos: promueven la restauración profunda de los monumentos, y
se preocupan por como deberían ser las relaciones entre arqueólogos y
arquitectos, aunque estos últimos están mejor situados que los primeros.
La problemática relación de los dos profesionales antes nombrados se ha sacado
a la luz tras las opiniones sobre la rehabilitación del Teatro de Sagunto,
monumento al que va dirigido este trabajo. En estos últimos años, algunos arquitectos han criticado
la situación penosa a la que se ven sometidos los arqueólogos, haciendo de esta
forma una crítica indirecta hacia sus compañeros arquitectos Grassi y Portaceli,
que llevaron a cabo la rehabilitación ejercida sobre el monumento mencionado. A
pesar de estas críticas, los
arquitectos han englobado el trabajo que debería ser ejercido por los
arqueólogos, los cuales son los que conocen sobre los temas de Patrimonio y
Arqueología, ya que un arquitecto intervendría guiándose solamente por la
estética.
Las leyes españolas, que rigen el desarrollo científico de la investigación
arqueológica y la materia de patrimonio histórico, viven en una constante
renovación. Por ejemplo,
la ley de 1985 sustituye el término de ruina-monumento, por el de bien de
interés cultural. Este
término hace que el concepto que se tiene de un arqueólogo no sea el de experto
en ruinas, y se le juzgue por sus estudios y su documentación. En la
actualidad, el turismo cultural crece, por lo que se demanda espacios
históricos, es ahora cuando los arqueólogos deben aprovechar para demostrar que
sus investigaciones son estudios con base y argumento.
Una sentencia del Tribunal Supremo de Valencia, acaba de avivar la polémica en
lo referido a la rehabilitación llevada a cabo en el Teatro Romano de Sagunto.
Esta sentencia ha declarado ilegal dicha intervención, basándose en el artículo 39.2 de la ley de
Patrimonio Histórico Español, que contiene una redacción del artículo 19 de la
antigua Ley del Tesoro Artístico que prohibía toda reconstrucción en los
monumentos. La redacción matiza esta ley, utilizando términos ambiguos
que dan pie a confusión. Ante la poca claridad que esta ley transmite, los
jueces han aplicado una interpretación general, a pesar de que a éstos no se
les debería permitir juzgar casos en los que entre en juego la restauración
arqueológica. Las redacciones de la ley tampoco resolverán el problema, ya que
los intentos de precisión sólo serán los desencadenantes de más dificultades.
Para mejorar una ley, esta debe ser discutida y elaborada por las personas
implicadas en el cuidado y la conservación de nuestro Patrimonio Cultural,
siendo esta fruto del sentido común y de lo lícito y correcto, si no será
imposible que exista una ley que garantice una adecuada restauración de los
monumentos. Todo esto se corresponde con los criterios de restauración, basados
en una situación cultural concreta.
Un ejemplo en los errores
cometidos en la intervención al Teatro de Sagunto: la cávea tiene un boquete
debido a que la "restitución mínima" de las gradas ha desajustado su
ritmo compositivo, de modo que en la parte superior irrumpe la bóveda de un
pasillo subterráneo de distribución, al no haberse calculado que las losas que
recubrían los asientos iban sumando altura a las gradas.
Los extremos de la cávea
se han consolidado como si fueran parodoi, elemento que no tiene lugar en un
teatro latino, aunque para conseguir ese plano vertical se recurriera a volar
con un cartucho de dinamita una parte de la estructura romana.
También el escenario se había ensanchado, sellando las substrucciones del
frente escénico y del proscenio, con un piso de cemento sobre el que se elevan
los restos de dos valvas.
Pueden elaborarse trabajos orientados a subsanar esos errores. No podemos tener
un planteamiento rígido en cuanto a la restauración. Por eso, esas
intervenciones mínimas, a veces irreversibles, son tan peligrosas como una
restauración de mayores ambiciones, siendo por este motivo, por lo que el
informe arqueológico es decisivo para optar por uno o por otro grado de
intervención. Para conocer la articulación constructiva, la arqueología clásica
dispone de un método basado en el estudio directo del monumento. Se han realizado la planta y las
secciones arqueológicas del Teatro de Sagunto en la documentación aportada por
Emilia Hernández en 1986 y esas conclusiones sí que han sido utilizadas en la
rehabilitación planteada por el proyecto, de modo que el recubrimiento
de las gradas, la anchura y distribución de los praecinctiones, el lugar en que
se elevan los baltei, la correspondencia y servicio de cada uno de los
vomitorios y la consiguiente altura del edificio escénico por los que se decide
el proyecto de los arquitectos G. Grassi y M. Portaceli, incorpora el resultado
de un análisis arqueológico. Por
una vez el equipo arqueológico no se ha limitado a hacer un simple seguimiento
de la obra, sino que ha ido por delante, frente a cuyas propuestas se ha
manifestado disconforme.
La contemplación de las formas romanas desprovistas de decoración, produce una
impresión de proyecto
inacabado y eso puede achacarse al proyecto del Teatro de Sagunto: un cuerpo arquitectónico de
ladrillo depositado sobre la cimentación pétrea romana, limpio y claro, que
cobija en su interior capiteles, inscripciones y mosaicos procedentes de la
ciudad de Sagunto.
Hay quien opina que la memoria del lugar no justifica
una restauración. La
intervención de G. Grassi y M. Portaceli partía de unos criterios que pueden
tomarse como defendibles, pero que analizados no soportan una crítica rigurosa.
G. Grassi atribuye a anteriores intervenciones objetivos y criterios que
parecen infundados y subjetivos, al definir el estado del monumento como una ruina artificial. En base a
ello, se establecían las justificaciones de su actuación. Pero esto no
podía resultar excusa para el tipo de intervención realizada, que se desentiende de la
originalidad del propio monumento para plantear una idea propia sobre el mismo
que acaba implantándose por encima de toda otra consideración.No puede
afirmarse que el proyecto se haya basado en un conocimiento científico del
edificio, ni que haya sido respetuoso con éste. Ni se hizo la adecuada
investigación previa a la fase del proyecto, ni los resultados obtenidos de los
hallazgos o estudios posteriores han provocado las modificaciones que hubieran
sido de rigor, lo que lleva a suponer que tales datos no
importaban a los autores del proyecto.
Como ejemplo: la
reconstrucción del muro de cierre de postscaenium. En sus orígenes
seguramente fue ejecutado en dos fases y presentaba exteriormente una
estructura de machones de refuerzo de opus quadratum, cuyos grandes sillares
habían sido arrancados ya de antiguo, pero de los que quedaban las huellas, con
relleno de sillarejos de opus vittatum. Respecto al remontaje de algunos elementos
de los órdenes que decoraron el frons scaenae, parece un intento serio de
mostrar lo que pudo ser la ornamentación del teatro. Las columnas se han dispuesto con una proporción
rechoncha, lo que las priva de la elegancia y de la armonía que caracteriza a
los órdenes clásicos. Parece que la escena tuvo triple orden, lo que el montaje
realizado se encarga de contradecir. La reconstrucción del edificio escénico es
errónea en la altura, pues queda achaparrado al no haber alcanzado la altura
que debió tener originalmente. Las superficies que se presentan, ni siquiera
una cuarta parte son restos originales romanos.
A este efecto contribuye en gran medida la reconstrucción del graderío
realizado en un material, distinto
del original tanto en color como en textura, pues frente al color gris azulado
de los sillares opus quadratum de caliza local se ha utilizado un aplacado de
PIEDRA blanca de tipo travertino, de Teruel. A esto le unimos la
arbitraria decisión de interrumpir las scalae en los corredores o balteus.
¿Hasta qué punto se justifica una intervención de esta envergadura en un
monumento histórico? Existen dos tipos de justificaciones:
a) En primer lugar se apela a que históricamente ha habido intervenciones de
cada época en los edificios, llegando alguna a tener tanta o mayor calidad que
la obra original. La existencia de una mayor conciencia histórica y de un
respeto hacia el legado del pasado, en este caso arquitectónico. Nuestra época se caracteriza por
haber plasmado este sentir en legislaciones protectoras de este legado.
En este caso nos enfrentamos con la esencia misma del concepto de conservación
de un patrimonio. Argumentar que igual que se hizo en esas épocas se puede
hacer hoy, es un contrasentido histórico, y será en su concepción y actitud,
arquitectura de otra época, no arquitectura actual. En cualquier caso debe respetar la esencia y la
naturaleza del monumento, no sobreponerse a él, ni menos ocultarlo o
enmascararlo detrás de la obra actual. Y respetar su esencia puede en
muchos casos querer decir respetar su estado de ruina. Conviene aquí preguntarse hasta que punto es
necesario que todos los monumentos vuelvan a recuperar un uso. Hay muchos que
merecen quedar como meros símbolos. Y si hace falta un teatro, hay
muchos lugares en que poder edificarlo.
b) Otro de los argumentos es la supuesta restauración del espacio original. La
recuperación del espacio primigenio original, choca con la conservación de la
materia auténtica del monumento. Lo que no tiene sentido es una restauración cree un espacio nuevo o
transforme el original. En un monumento llegado a nosotros en estado de
ruina, su espacio ruinoso no será el "auténtico" original, pero puede
llegar a cobrar significación propia como ruina, y por tanto nueva
autenticidad.
El atractivo y la veneración que para nuestra sociedad encierran muchos
monumentos, no cabe duda que en muchos casos se desvanecería tras actuaciones
de reconstrucción como la aquí realizada. La idea de recuperar el espacio original no puede tomarse
como válida en todos los casos y cuando hay serias dificultades para conocer su
auténtica forma, y más cuando exige realizar un volumen de obra que rivaliza
con las partes originales conservadas, resulta dudosa su validez como criterio
de actuación. Es comprensible que una parte de la sociedad haya
entendido que la obra ha supuesto una agresión contra el monumento. Y que hayan
intentado detener esa agresión por todos los medios, incluidos los legales.
En la actualidad, quince meses después de que el Tribunal Superior de Justicia
confirmara la sentencia dictada en 1993 a favor de la reversibilidad del Teatro
Romano de Sagunto, la
Generalitat ha anunciado las zonas en que se realizarán los
trabajos que devolverán al recinto al estado en que se encontraba en 1988.
Todas las obras de nueva construcción en parte del escenario, los laterales y
las gradas serán derribadas hasta dejar el teatro tal y como estaba antes de la
polémica intervención de los arquitectos Grassi y Portaceli.
El derribo podría costar unos seis millones de euros y, no comenzará hasta
septiembre. Todos los
informes sobre la reversibilidad de las obras en la zona de la gradería son
favorables tras la realización de diversas catas sobre la zona. En cuanto a la
zona del escenario, la reversibilidad será posible hasta cuotas de 1/20, ya que
este a partir de este nivel cuando hay peligro de tocar la PIEDRA original.
Habrá partes del escenario en las que será posible intervenir en mayor
profundidad debido a que la obra de mármol no está nivelada. Es imposible devolver los restos
arqueológicos hallados y sacados del teatro cuando se hicieron las obras.
Estos restos pasarán a exponerse en uno de los museos de la localidad, en la
denominada casa del Mestre Penya.
El proyecto definitivo de restauración será elaborado por una comisión
multidisciplinar, en la que tendrán cabida desde arquitectos a delineantes,
pasando por historiadores. Los miembros de esta comisión debatirán
exclusivamente cuestiones técnicas. La sentencia prohibe la nueva construcción
y sólo indica la demolición de la obra nueva y la adecuación del recinto para
que éste tenga finalidad funcional y pueda ser utilizado por el público. Se
harán las reformas pertinentes para evitar las filtraciones de agua que han
perjudicado durante estos años la PIEDRA original de la gradería."
Espero q os haya gustado mi trabajo, si véis algún fallo me lo decís.
Las fuentes q utilicé fueron:
- El Teatro Romano de Sagunto: Génesis y Construcción. LARA ORTEGA, Salvador
- Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 147
- Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 150
- Revista de ARQUEOLOGÍA, nº 153
Para finalizar, voy a citar algo q escribí en la opinión personal de este
trabajo y q no os he adjuntado (xq son opiniones personales sin importancia...
y tampoco soy un experto en arqueología). Lo escribí hace 6
años, pero para mi sigue teniendo la misma validez:
"El patrimonio es nuestro pasado, el cual nos ayuda a afrontar el futuro
sin sensación de desarraigo, ni cultural, ni social. Si acabamos con este
patrimonio o lo convertimos en una obra actual, perdiendo así su identidad, no
habrá pasado al que recurrir para fijar nuestro presente, ni tampoco para
sentir nostalgia por él y enorgullecernos de lo que un día fuimos."»
Un experto revela que losas del Teatro Romano se usaron para ampliar el Palau de la Generalitat en los siglos XV y XVI
http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=3783_19_394405__
Comunitat_Valenciana-experto-revela-losas-Teatro-Romano-usaron-para-ampliar-Palau-Generalitat
El Palau de la Generalitat, sede oficial del presidente del Consell, Francisco Camps, debe bastante al Teatro Romano
de Sagunt. No lo dice cualquiera, sino el principal especialista en el actual edificio presidencial, el catedrático de
Historia del Arte, académico de Bellas Artes de San Carlos y ex director general de Patrimonio Histórico Salvador
Aldana. R. V. M./A. G., Valencia
"Se llevaban carretas con PIEDRAs del Teatro Romano. Era una cantera estupenda, tanto para el pueblo como para
cualquiera que fuese allí", explicó ayer. Aldana, autor de diversas publicaciones sobre el Palau, aseguró a
Levante-EMV que existen "varios albaranes" sobre la entrada de "carretas con sillares de Sagunt".
Según dijo, este hecho se produjo entre los siglos XV y XVI y las PIEDRAs del teatro Romano se utilizaron para muros y
también para el recubrimiento exterior e interior de paredes.
Las explicaciones del ex director general de Patrimonio Histórico del Consell -durante el último año de Gobierno de
Joan Lerma- sirven para reorientar el debate sobre "el valor antiguo" de las ruinas que quedan debajo de la obra de
rehabilitación realizada en los años 80 en el teatro. También para evidenciar que hay otras muchas edificaciones
reconstruidas y retocadas con el paso del tiempo. El Tribunal Supremo dictaminó recientemente que la intervención en
la grada y la escena del monumento saguntino debe ser demolida en un plazo de 18 meses para devolverlo a su estado
anterior.Testigo de la obra del conserje
Para Aldana, sin embargo, de ese valor antiguo "sólo queda la situación", puesto que el monumento fue "abandonado" y
en algunas partes reducido a "PIEDRAs asquerosas". Un ejemplo: entre las numerosas intervenciones realizadas en los
años 40 y 50, el académico recuerda haber sido testigo visual de cómo el conserje "se dedicaba con una barchilla de
yeso a poner PIEDRAs en una especie de escalones".
Por ello, el catedrático afirmó que "sería un crimen" la demolición. No obstante, precisó que la sentencia dice lo que
dice y no caben vías intermedias: "Conforme a la ley, no queda más remedio que derribar".
Ahora bien, ¿qué va a quedar después? "Un empastre". Así de claro se manifiesta el especialista en Historia del Arte.
"Si hay alguna posibilidad de quitar todo lo que hay ahora quedarán unos escalones cavados en la montaña, nada más".
Eso y "ladrillos, arcos y lo que no se llevaron porque no interesaba". "Si cada uno de los vecinos del Sagunt antiguo
cogiera una PIEDRA de sus casas podrían reconstruir el teatro con eso", sentenció.
Claro que la oposición a la piqueta no quiere decir que Aldana apruebe a pies juntillas la actuación realizada en el
Teatro Romano. "Se debió hacer de una manera menos agresiva", declaró a este diario, al tiempo que compartió la idea
de que podía haberse edificado en otro lugar de la montaña. "Pero ahora ya es una cosa hecha y deshacerlo, ¿para qué?
Se ha convertido en un combate político y en estos la cultura sale siempre mal parada", sentenció.
Más de 30 colectivos de Sagunt se manifestarán contra el derribo
http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=3783_19_394409__Comunitat-Valenciana-colectivos-Sagunt-manifestaran-contra-derribo
Más de 30 colectivos de Sagunt decieron ayer aunar esfuerzos contra el derribo de las obras de rehabilitación del
Teatro Romano. Unas 130 personas llenaron el salón de actos de la Casa de Cultura Capellá Pallarés y acordaron
diversas acciones para mostrar su rechazo a la reciente sentencia del Tribunal Supremo.
Uno de los gestos más contundentes será la concentración prevista para el próximo día 29, a las puertas del
ayuntamiento, a partir de las 19 horas. Empresarios, agricultores, amas de casa, políticos y sindicatos confirmaron
ayer su participación en éste y otros actos para pedir que se termine la remodelación del monumento y se fomente su
uso cultural.
La asamblea había sido promovida por el Col.lectiu Pel Patrimoni, que ha previsto poner a la venta nuevos carteles con
la leyenda "Salvem el Patrimoni" para que los vecinos puedan colgarlos en los balcones "como una muestra de rechazo a
la demolición".
Al encuentro asistieron representantes de todos los grupos políticos municipales y de Esquerra Republicana. El
periodista Antoni Gómez leyó un manifiesto que, con algunos retoques, se presentará como moción al pleno municipal e
incluso al de la Diputación de Valencia, pues el diputado socialista Miguel Chover se comprometió a hacer las
gestiones oportunas. Aunque los ediles de PP y Segregación Porteña no llegaron a tomar la palabra, desde el Col.lectiu
se confía en lograr su apoyo a las reivindicaciones. "Al principio de la reunión, invitamos a que la gente partidaria
del derribo se fuera, pero nadie se movió", decía un portavoz.
El director de la Escuela de Arquitectura afirma que el monumento "sufrirá" si se ejecuta el fallo
http://www.levante-emv.com/secciones/noticia.jsp?pRef=3783_19_394407__Comunitat-Valenciana-director-Escuela-Arquitectura-afirma-monumento-sufrira-ejecuta-fallo
Bosch rechaza la demolición y está convencido de que existen resquicios legales
El director de la Escuela de Arquitectura de Valencia, Ignacio Bosch, se suma a las voces contra el derribo del Teatro
Romano de Sagunt. "Pienso que no tiene sentido hoy, después de veinte años con el asunto en danza, desmontar lo que se
hizo", afirmó ayer el catedrático de Proyectos de la Universidad Politécnica de Valencia a Levante-EMV.
Aporta un argumento doble para sostener su opinión. Por un lado, se declara "convencido de que la sociedad valenciana
ha aceptado la obra" realizada por Giorgio Grassi y Manuel Portaceli y "la considera ya suya. Hoy es un lugar de
encuentro y de actividad social y cultural. No demanda para nada el desmontaje. El contexto es diferente".
Por otra parte, el experto da por seguro que el edificio "sufrirá" si se ejecuta la demolición, tal como recoge la
última resolución del Tribunal Supremo sobre el teatro.
Bosch, que ha firmado también intervenciones sobre el patrimonio histórico (es el director de la restauración de la
Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia), invita a una reflexión sobre el concepto de reversibilidad,
tan en boga desde la sentencia del alto tribunal. "La reversibilidad total es imposible", declaró tajante a este
diario. El arquitecto defiende que las transformaciones del patrimonio "nunca han sido ortopédicas", de quita y pon,
sino que son para continuar mostrando los valores del edificio y conservar su uso. En este sentido, se pregunta si
alguien se planteó en algún momento que la portada barroca de la Catedral de la Valencia (la puerta de los Hierros)
fuera reversible.
"Si aplicamos la sentencia no podríamos ver la mezquita de Córdoba tal como está ahora, ni la Alhambra con el palacio
de Carlos V, ni la Catedral de Valencia", aseveró Bosch. Y agregó: "Me preocupa que seamos capaces de admirar
monumentos antiguos con el mismo procedimiento que ordenamos el desmontaje".
Interpretación errónea de la ley
El director de la Escuela de Arquitectura, que no descarta que el centro apruebe una declaración formal sobre el caso
(Portaceli es profesor de la institución), atribuye la situación judicial del teatro a que los jueces "no han
interpretado correctamente la ley" de Patrimonio (de 1985). El artículo clave -el que prohíbe la reconstrucción de
edificios históricos salvo que se usen materiales antiguos- "se puso para lo contrario de lo que se ha hecho en
Sagunt: para evitar los falsos históricos, pero aquí no hay copia, sino una interpretación esencializada", afirma.
Ignacio Bosch manifiesta su seguridad sobre la existencia de soluciones para evitar la piqueta. "Seguro que la
interpretación legal tiene resquicios, tanto el fallo como su aplicación a través de la ley", dice.
Una actuación sobre el patrimonio no puede ser de cualquier manera, opina. De esta manera, "si va a dañar el monumento
no puede ser ejecutada; no puede obligar a incumplir la propia ley". Por ese camino, y por el del acuerdo entre las
partes en litigio, considera que se puede esquivar la ejecución de la sentencia.
--
Publicado por M. CVR. COMPLVTENSIS para COMMENTARIOLA HISPANIAE el 1/15/2008 08:36:00 PM
Ofión: Y acierta Ud., no son asimilables y ni siquiera comparables, porque urbs es un concepto físico y civitas lo es jurídico. Sólo se puede encontrar en raras ocasiones por metonimia.
Pero ya sabe (es Ud. un veterano del portal) que con algunos es mejor ni molestarse en aclarar este tipo de "minucias", que sobre la PIEDRA resbalan y nunca calan...
Ofión: Es lo que pasa, que se aburre cualquiera. Y encima pretende quedar bien, haciendo creer que él hablaba de los teatros antes de Roma... ni repara en que sus propias frases le delatan, como en #92 ("Dentro de esta “filosofía” el edificio del teatro de la civitas romana
tenía un papel principal y fundamental, por su aforo y su utilidad se
alcanzaba en ellos, y como en ningún otro lugar de toda la ciudad
(foro, curia, basílica....) un espíritu cívico solemne." Y ya se le puede poner a Cicerón en persona, que él erre que erre (En la republica señores la ciudadanía la daba la pertenencia una ciudad, no existe ciudadania sin ciudad...).
Este hombre no tiene el menor sentido del ridículo, ni siente bochorno alguno por una ignorancia tantas veces exhibida, y con osadía. Es como una PIEDRA de las que tanto le ocupan, contra la que rebota cualquier conocimiento serio o advertencia de instrucción. Todos nos aburrimos con él y de él, y terminamos en darle por imposible. Por lo único que vale la pena aclarar sus errores (que no "aclarárselos") es para que no confunda a otros lectores.
Esto del indulto no es cosa nueva:
Levante EMV 2 junio 2002
Centenares de firmas piden el indulto del teatro romano
El texto expresa su repulsa a la reversión, que califica de «atentado»
La sentencia que obliga a demoler la rehabilitación del teatro romano de Sagunto ha encontrado una nueva oposición en un numeroso grupo de intelectuales, profesores universitarios, arquitectos y defensores del patrimonio en general, quienes bajo el lema «Por el indulto» han elaborado un texto pidiendo que se reconsidere la sentencia.
Se trata de un escrito acompañado por varios centenares de firmas, entre las que se encuentran las de destacados especialistas en materia arquitectónica o diseño. Uno de los promotores de la idea, el arquitecto Rafael Rivera, asegura que «la iniciativa ha progresado mejor de lo que esperábamos, y no se descarta ampliarla con más tiempo, aunque no tenemos decidido aún si se concretará en una petición a les Corts o en un simple acto popular». En apenas un par de semanas, las que han transcurrido desde que se hizo pública la sentencia, se han adherido decenas de personas que aceptan la decisión judicial, pero que reclaman «la razón y la sensatez que pone sobre la mesa lo desajustado de una sentencia aunque sea justa».
El escrito viene avalado por nombres como los de los diseñadores Pepe Gimeno, Nacho Lavernia o Paco Bascuñán, el músico Lluis Miquel Campos, el director de cine Luis Rivera, el dramaturgo Rodolf Sirera, la artista Carmen Calvo, los arquitectos Juan José Estellés, Gaspar Jaén o Juan Añón, economistas como Andrés García Reche o Ricard Pérez Casado o profesores universitarios, entre los que se encuentran Ramón LaPIEDRA, Josep Lluis Blasco o Vicente Vidal, vicerrector de cultura de la Universitat Politècnica.
La intención de este colectivo, expresada en el manifiesto, es afirmar que «la demolición, la agresión frontal contra una obra reconocida internacionalmente, nunca puede ser aceptada como instrumento para obtener nada», al tiempo que expresan su «repulsa total a un posible atentado contra la arquitectura y la cultura, seguramente el más grave que hemos conocido».
Este texto, que aboga abiertamente por el indulto del teatro romano, compara la ejecución de la sentencia con la desaparición de la torre Eiffel o la quema de herejes.
http://www.e-valencia.org/index.php?name=News&file=article&sid=1084
La malla que debió
proteger las ruinas del Teatro Romano está perforada e impide la
reversión
Los informes
revelan que los restos de PIEDRA, ladrillo y mortero de las obras están
mezclados
"Con la aplicación de la sentencia en ningún caso se
devolvería al Teatro Romano al estado en que se encontraba antes de la
intervención de Grassi y Portaceli". Esta afirmación, una de las conclusiones
del dictamen de la comisión de expertos sobre el monumento de Sagunto, desmiente
el principio de reversibilidad que ha regido la rehabilitación. Tanto los
responsables de Cultura de la época del presidente Joan Lerma, como los
arquitectos responsables del proyecto avalaron que las obras del Teatro Romano
eran reversibles, es decir, que el monumento podría volver a su estado anterior.
La comisión ha dictado lo contrario.
¿Qué ha pasado para que lo que hace
17 años era reversible ahora no lo sea? La respuesta está en los informes
arqueológicos de la comisión. La malla geotextil que se instaló para cubrir las
ruinas del monumento, que ya no eran de la época romana sino del siglo XX, como
matizó el pasado miércoles la directora de Patrimonio Valenciano, Paz Olmos,
está perforada. Además, el tejido entre la obra nueva y los restos no es
impermeable.
Estas dos resoluciones, a las que concluyen catas
arqueológicas de Cultura (algunas realizadas por georradar en 1996) e informes
de la Universidad Politécnica de Valencia, harían muy complicado sino
técnicamente imposible retirar el mármol. La legislación sobre actuaciones en
bienes del patrimonio artístico e histórico establece la necesidad de cubrir las
ruinas, sean de la época que fueran, con tejido protector.
El informe de
la Politécnica elaborado en su día por el profesor Bernardo Perepérez, a
petición de la Conselleria de Cultura, ponía el dedo en la llaga. El problema de
la intervención de Grassi y Portaceli fue que entre la malla y el hormigón no se
extendió ninguna capa de arena o de otro material similar para evitar que
llegara a la PIEDRA. Además, según el mismo estudio, el tejido geotextil tiene
pequeños agujeros por los que se ha introducido el hormigón.
Esta
circunstancia explica las palabras de Paz Olmos del pasado miércoles respecto a
que, si se retirara el mármol, quedan mezclados diversos materiales: ladrillo,
mortero, PIEDRA y hormigón.
Expertos en Patrimonio consultados por LAS
PROVINCIAS y conocedores de las catas arqueológicas señalaron que, pese a que
desconocían si en las obras se introdujo arena, "si se hubiera hecho no habría
servido para nada puesto que el tejido protector está perforado".
Otro
punto de vista muy diferente sostiene uno de los tres arquitectos propuestos por
el abogado precursor de la sentencia, Juan Marco Molines, para acometer el
proyecto de reversión de las obras del Teatro Romano, el saguntino Francisco
Muñoz Antonino. El arquitecto señaló que durante el litigio judicial se
presentaron informes elaborados por expertos en Patrimonio en los que se
"determinaba que la reversión sí era posible. Esos estudios se presentaron y
fueron tenidos en cuenta en la resolución final".
El experto recordó que
antes de colocar las placas de mármol de la cávea "se instaló una malla plástica
sobre una base de arena. Así lo determinan esos informes y así se publicó en
aquel momento". Por lo tanto, revertir la cávea "sería muy fácil pues no habría
que recurrir ni siquiera a métodos algo agresivos como los chorros de agua
caliente. Se podría retirar la cubierta con agua a temperatura normal. Los
restos que hubiera debajo no sufrirían ningún daño".
Unanimidad
política
Pese a las cuestiones técnicas, la unanimidad en el Teatro Romano ha
tardado en llegar 17 años. Los partidos políticos escenificaron ayer el cierre
de filas con el Gobierno valenciano, que solicitará un "incidente de ejecución
de sentencia" para evitar cumplir con el fallo del Supremo que obliga a revertir
el monumento de Sagunto.
El PSPV y EU ofrecieron ayer el apoyo al Consell
en su decisión de no desmontar la rehabilitación. El monumento ha de quedar tal
y como está ahora. Así quedó constancia durante la comparecencia en les Corts de
la consellera de Cultura, que se esperaba desde el pasado 5 de enero. Aquel día
Trini Miró debía dar explicaciones de cómo se iba a ejecutar la sentencia del
Supremo, pero ayer comunicó el dictamen acordado por la comisión de expertos.
Repitió que por imposibilidad legal, por problemas técnicos y por el principio
constitucional de eficiencia en el gasto público, el Consell solicitaría no
ejecutar la sentencia que obliga a retirar el mármol de las gradas y a demoler
el muro de cierre de la escena hasta la cota + 1,20.
La diputada
socialista Ana Noguera mostró su "sincera satisfacción" por la determinación del
Gobierno valenciano de no revertir el Teatro Romano. A su juicio, es una
decisión de "lógica política" y "sentido común".
"No me duelen prendas a
la hora de apoyar al Consell en este asunto", resaltó Noguera, quien destacó que
lo importante ahora es "mirar al futuro, revitalizar la comarca y no marginar en
inversiones a Sagunto". Noguera, que afirmó que manteniendo la rehabilitación
"se salva el Teatro Romano", mostró su deseo de que el dictamen "sea el último"
sobre el monumento.
La diputada de EU, Glòria Marcos, exigió un poco más
a la consellera. Trató de arrancar un "compromiso político de que Marco Molines
no pida de nuevo la ejecución de la sentencia", algo que Miró dijo no poder
garantizar.
Marcos defendió que, "independientemente de que a uno le
guste o no la estética del Teatro Romano, lo más importante es recuperar el uso
social del espacio", por lo que calificó los últimos 17 años de "conflicto
estéril", "despilfarro de recursos" y "pérdida de inversiones en Sagunto". Por
eso, solicitó que el dinero que se iba a destinar a ejecutar el fallo del
Supremo se invierta en un plan integral de recuperación del patrimonio
valenciano.
Publicado por M. CVR. COMPLVTENSIS para COMMENTARIOLA
HISPANIAE el 5/16/2008 08:51:00 PM
Fuente original: Diario Las Provincias
Hay 14 comentarios.
1