Breve parloteo sobre el arte de ensoñar y el costumbre, que gozan de cabal salud.
Como todo y como todos, algun día nos vamos de este mundo, nos morimos; así de simple. Y así le sucedio al buen Carlos Castaneda...que si era Carlos pero no era Castaneda, sino Arana o Aracna, como le gustaba presentarse. Le conoci de cerca, un par de veces que le invitamosa dar unas charlas, aca en Guadalajara, Jalisco, en México. La primera vez asistió y charló. La segunda llegó y apenas habían pasado diéz minutos de su platica, cuando declaró que sentía una amenaza inmnente por un conclave de brujas cuyo lider era la inefable Gorda, personaje de uno de sus libros. Ya no quiso hablar y nos pidio que de inmediato lo trasladaramos al aeropuerto.
Casi en estado de paranoia se despidió para siempre. Supimos de su decadencia rapidisima y de su muerte poco después...quedemonos con sus libros y respetemos su memoria.
El arte de ensoñar está vivo dentro del Costumbre. Y este par de extrañas cosas inefables, son prácricas rituales que no están supeditadas a la intención de ningun culto o mitología particular. Se extienden en todo América...conozco las de mi país, y son el legado verdadero de los brujos y chamanes de cada una de las tribus que nos conforman en el origen, tan cercano, tan nuestro.
El mismo respeto para aquellas prácticas originales en otros territorios y culturas...siempre valiosas y nutricias.
Las enseñanzas de Don Juan ahi estan, ahora faltan aprendices.
Desde una perspectiva antropológica relato mi experiencia reciente en la ceremonia de transmisión de un bastón de mando entre los chichimecas. Omito los detalles y las circunstancias que abren las puertas , pero describo el costumbre de esa reciente fiesta.
Para comenzar es una fiesta, con lo que se estila en las fiestas respetables...mole, tortillas, tacos, cerveza, tequila, danza...mismos que se consumieron al final. La guardiana, una señora de noventa y dos años, transmitió su poder y mando a un nuevo guardian, su hijo de solo sesenta años. Y no por ser su hijo, sino por ser un vidente reconocido en el costumbre.
Se danzó la danza del camino, la del perro y la de la mariposa. Los danzantes descansaban bajo un arbol de pirul, sombra benéfica que facilita el ensoñar y es efectiva limpiadora de malas intenciones. Cuando todas las cuadrillas danzaron, la guardiana le entregó el bastón al guardian, le golpeó la cabeza y le recitó un conjuro en lengua chichimeca. Después me pidió danzar con ella. Aclaro mi presencia...fuí invitado en nombre de Señor Santiago matamoros... luego todos ayudamos a levantar el chimal, que es una construcción de madera con forma de arco de medio punto , adornada con flores, de más de quince metros de altura.
Una vez erigido el chimal (escudo), se danzó a su alrededor en señal de agradecimiento y se finalizó con un Padrenuestro para Nuestro señor Santiago, patrono importantisimo de esas tierras. Sincretismo y origen. Santiago y Tezcatlipoca. España e Iberoamérica.
El costumbre sigue vivo. La fiesta terminó bajo el enorme pirul protector. Los asistentes recobramos nuestra identidad secular y todo volvió a ser como antes.
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Uma....la sombra y no "las sombras",,,tu sombra y las de los demas son un universo aparte. Viven bajo todo lo que pueda estar arriba...parece una perogrullada pero asi se dice...y más cuando se ve que algo oscuro sale del rincón y pasa veloz por un lado...lo vemos con el rabillo del ojo, casi sin verlo, pero ahi está.
La sombra es la casa del nagual, o una de sus casas...la que más le gusta, dicen los que lo han visto. Bajo las PIEDRAs en el alma de los alacranes. En el espiritu del toloache. Pero no en la maravillosa y sonora dimensión del olloliuhqui o en el desierto donde danza el divino luminoso, el venado azul. Y menos en el corazón del huipantli, alegre y poblado de risas y juegos de los niños del Tlalocan.
Ahi no está la sombra. Cuando se presenta prefiere hacerlo en el estomago, en ese nudo duro y doloroso del miedo o la ira. Esta en las manos que se apoderan de lo ajeno. Es el nagual que no sabe jugar pero que nos asusta cuando sale en el otro lado del espejo.En la máscara no se manifiesta, ni en la danza, ni en el ritmo de los ayoyotes.
Es el malo, el que le brillan los ojos sin luz. Cecilia Portal lo vió en el sueño del nagual.
Esa obra es superior. Me impresionó hasta acercarme para oir los cantos y los llantos y las risas. Es la sombra,
Aunque ella se la imagina con su cámara fotografica. Yo la he visto en el ensoñar.
Jamás en la danza, jamás en el mitote. Sólo en la desolación.
Uma, pantera del sueño y pez que mira el fuego...la práctica de los pases de poder, las ensoñaciones y la videncia son algo indescriptible ya que son estados del ser. Intimos e intransferibles.
La parafernalia que nos rodea desde tiempos antiguos es más una abundancia ritual que no altera, exalta o disminuye la esencia, la presencia y la potencia de las prácticas de poder. A veces la mirada de un pez es suficiente para despertar a la pantera. La terapeutica indigena es otra cosa, intenta ayudar al enfermo y aliviarlo. No importa si se envenena por accidente o tiene PIEDRAs en el riñon.
La farmacopea y la herbolaria nuestra es abundantisima y siempre habrá un remedio, una infusión, un emplasto, un chiquiador o una pocima para el efecto. Es sano distinguir entre el que cura y el que ve...ambos lo hacen pero no con la misma intención. Aqui aparece la palabra clave "el intento"..un sanador puede danzar para que su paciente se alivie, pero sin hacer el "intento"...un vidente puede ofrecer una plegaria acompañada de pases de poder y hacer el "intento"aunque nadie este enfermo.
He visto a los tocadores del caracol, llamar y semanas despues encontrarse con otro tocador. No se conocian, nunca se habian visto y el que recibió el llamado pregunta...¿para que me llamaste?... Esto sucedió cuando los monjes tibetanos vinieron a México para tocar la reja de tumbago* que está en la Catedral Metropolitana, por alla en el 86.
El fuego es potencia...la pregunta es: ¿Cuando no hay algo que se quema, donde está el fuego?
El agua es presencia...la pregunta es: ¿Que es más sutil que el agua?
El viento es esencia...la pregunta es: ¿Donde vive el viento?
La tierra es la madre..la pregunta es: ¿Como se nombra a sí misma?
*El tumbago es un material metálico muy extraño, producto de una fusión alquímica de diversos elementos, hecha por los maestros chinos en tiempos de la colonia. No se sabía o se había olvidado su propiedad sonora hasta que los monjes tibetanos la tocaron, en ocasión del desplazamiento y realineación del centro místico del planeta, desde el Tibet hasta el Perú.
La percuten con unos palillos largos de bambu y emite unos sonidos parecidos a campanas de cristal. Mientras esto sucedía dentro de la Catedral, en el atrio, los guardianes de la tradición indígena danzaron incansables y en los campanarios, los maestros tañeron con belleza y ritmo inigualables las campanas de la Catedral de México.
Fue una curación planetaria, una celebración ecuménica un nudo desatado en la corriente de "energía".
El sistema no se demorona...las PIEDRAs si...el sistema sigue....cuando llegaron los españoles, el señor Cuauhtemotzin (tzin es la forma de expresar respeto y admiración para los mejores) dicta la "consigna" en la que manda que se cierren los libros sagrados, que se escondan los secretos, que se callen las bocas,... hasta que Ce Acatl se manifieste de nuevo. El sistema, como bien lo llamas, entró en una especie de sueño del que ya despertó.
Los curanderos nunca perdieron su conocimiento, lo siguieron ejerciendo. Es comun acudir al médico y a los curanderos. La farmacopea, la herbolaria y las prácticas terapeuticas están vigentes desde entonces.
Lo que si se tomó como una forma casi ornamental fué a la religión católica, que no es muy distinta de la cosmogonía autóctona que encontraron los conquistadores. Los rituales entre tridentinos y medievales sirvieron de escenografía para disimular la verdadera esencia de los ritos antiguos mexicanos...
un ejemplo: San Isidro Labrador suple a Tlaloc...el Santo Niño de Atocha, que no existe, es una invención de los evangelizadores para cristianizar el culto a Xochipilli, el desollado....sincretismo puro...ahora mismo se puede ver que en los lugares donde se le venera, existen unos relicarios con su figura...muy extraña que representa a un niño de seis o siete años vestido como peregrino...sombrero, bordón, cantimplora...y que es protector de todos los niños...los relicarios están llenos de juguetes que le presentan como una ofrenda inocente para que proteja a tal o cual chiquillo.
Algunas ideas si se transformaron, pero solo eso, cambiaron de forma...otras desaparecieron al morir los últimos conocedores y el resto sigue tan campante.
Lo mas curioso es que ese mundo sigue ahi, pero no lo vemos, por que lo que si cambió fue nuestra mirada.
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