Autor: Florentino López Cuevillas
sábado, 09 de junio de 2007
Sección: Artículos básicos para iniciarse
Información publicada por: Onega
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Las antas

La arquitectura dolménica en el noroeste peninsular según texto de Cuevillas publicado en Historia de Galiza de Otero Pedrayo, tomo III, 1973.







La inmensa mayoría de las mámoas contienen o contuvieron un anta. A veces los restos que de ella quedan se reducen a los extremos inferiores de algún ortostato, pero aún en casos como el de las dos sepulturas del Monte Albán, en la que no subsistió ni siquiera el más mínimo vestigio de la cámara, el total arrasamiento del túmulo y las evidencias de haberse removido tierra, hacen sospechar su existencia, siendo necesario encontrar, como en el Porto Roibo, la masa tumular con estratos intactos para que se pueda afirmar con seguridad que se trata de una mámoa que no cobijó jamás una construcción megalítica. Aunque es muy poco frecuente encontrar antas con todos sus elementos intactos, pues casi siempre se encuentran más o menos derruidas, los datos recogidos en los trabajos metódicos que se llevaron a cabo en Galicia y norte de Portugal permiten reconstruir el cuadro de nuestra arquitectura dolménica, que se desarrolla siempre dentro de formas sencillas, dentro del cual cabe la siguiente clasificación: a) Anta poligonal, sin puerta, y de tamaño reducido, como son por ejemplo una de A Mourela, otra del Monte de San Cibrao, la de Saa y la número r [sic] de Alvao. b) Anta poligonal con puerta y sin corredor, del tipo que se observa en el número 1 de As Motas, en la Casota do Páramo, en la de Dombate y en los números 8 y 10 de Alvao. c) Anta poligonal, a veces con tendencia a circular, provista de un corredor corto como A Capela dos Mouros, una de la Serra do Leboreiro y la mayor de la necrópolis de la Veiga das Maus de Salas, o de corredor algo más largo, al estilo de las de Argalo, Barrosa y Arca da Barbanza, llegando a tener en ciertos megalitos como en uno de Vilavella, y en los números 1, 4 y 7 de Alvao, una longitud considerable con relación al tamaño de la cámara. d) Cistas como las de Vilacampa, Recaré, Pedra da Xesta, Calvos, Pontes de García Rodríguez y Serra da Faladora. Las proporciones de las antas del noroeste peninsular son, por lo general, modestas y no alcanzan en ningún caso las de las grandes sepulturas megalíticas de otras regiones dolménicas, pudiéndose citar como ejemplos de las dimensiones de los diferentes tipos que antes establecimos: Entre las que presentan la cámara sencilla y sin corredor: las número 5 y 10 de Alvao que miden respectivamente 1.60 x 1.50 y 1.80 x 2.10 metros, la número 1 de As Motas con 2 x 2, la número 5 de O Leboreiro con 1.25 x 1.50, la de Saa, larga y estrecha, con 2.70 x 0.90, la número 3 de San Cibrao, con 1.75 x 1.40, la número 3 de Chao do Medio, con 2.80 x 2.60, la de Dombate con 4 x 2.50, la de Moruxosa con 2.17 x 2.90, la de Axeitos con 3 x 2.78, A Casota do Páramo con 4.60 x 3.20 y la de Chao da Arqueta con 3.40 x 3.10. Entre las que ostentan corredor más o menos desarrollado deben mencionarse las número 1, 4, 6 y 8 de Alvao cuyas medidas en la cámara son: -en la número 1, 1.50 x 2.40 metros, y la longitud total, incluyendo el corredor, 4.10 -la número 4 alcanza, con los mismos parámetros anteriores, 1.80 x 2.40 y 4.90 -la número 6 no pasa de 1.50 x 1.50 y 2 - y la número 8, que es la más grande, mide 2.10 x 2.50 y 5. Algo mayores son los sepulcros trasmontanos de Pala da Moura y de Zêdes que tienen respectivamente en las medidas citadas: 3.25 x 3.20 y 5.25, y 2.90 x 2.50 y 5.40, el gallego de Pedra Coberta con 4.20 x 2.80 y 6.20, y la asimismo gallega Arca da Barbanza con 4.50 x 3 metros en la cámara y casi 8 de largo contando el corredor, dimensiones semejantes a las que se encuentran en la Lapa dos Mouros, en la Barrosa (Âncora), cuyo pasillo llega a los 4.20 metros. Las cistas son más reducidas aún, pudiéndose citar para el caso la de Recaré con 1.80 x 0.80 metros, la de Pedra da Xesta con 1.60 x 0.90, y la de la mámoa número 73 de A Faladora con 1.70 x 1. La altura de los ortostatos o esteos de las cámaras varía de unas sepulturas a otras y así, mientras los tres conservados del anta bajo la mámoa 77 de A Faladora medían respectivamente 1, 1.10 y 0.90 metros, uno de Pedra Coberta llegaba a los 3.50 y otro del Forno dos Mouros a 3. 75. Los ortostatos del corredor son habitualmente más bajos, midiendo las de Pedra Coberta 1.80 metros y las de Pala da Moura 1.60. Las cubiertas o tampas de las cámaras, que pueden estar formadas por una o por varias losas, presentan dimensiones que pueden sobresalir por encima de los ortostatos, no concordando siempre con los espacios que cubren; así la tampa del anta de Axeitos mide 4.50 x 3.50 metros, la de Moruxosa 4 x 2.70 y la de Pala da Moura 3.50 x 3.20. La mayor parte de las antas se encuentran bajo el nivel del suelo cubiertas por los materiales que forman la mámoa, pero hay casos en los que no aparece ningún vestigio de la masa tumular alrededor de los ortostatos, bien sobresalgan poco del nivel del terreno, como ocurre con la Pedra do Raposo, en el Monte de Melide, bien, como en el anta de Abuime, los esteos tenga fuera 1.80 metros de longitud, ocurriendo algo semejante en los dólmenes de Pala da Moura y de Zêdes. La mayoría de las antas es de suponer que se construyeron abriendo un gran agujero circular en el suelo del emplazamiento, y formando con la tierra resultante de la excavación un terraplén que ayudaría a voltear los ortostatos posicionándolos en vertical o con la inclinación hacia adentro que presentan normalmente. El agujero se rellenaría después hasta una cierta altura para asegurar los ortostatos una vez colocados, procediéndose después a acercar los materiales de la mámoa que había de servir de plano inclinado para arrastrar la laja o lajas de cubierta, que quedarían apoyadas en los ortostatos que más sobresaliesen, siendo posible, en ocasiones, que en lugar de un gran agujero se abriese un hoyo menor para clavar en él los ortostatos. La facilidad que las mámoas daban para poner las losas de cobertura nos hace pensar que existieron siempre, y que su desaparición, que se observa sólo en pocos casos será debida a causas fortuitas que no siempre pueden determinarse con exactitud. Nos parece que el número de los esteos de la cámara y del corredor no obedecía a ninguna regla ni a preferencias acusadas. Aún así es frecuente que las cámaras aparezcan formadas por siete ortostatos, uno mayor en la cabecera y tres de cada lado; sucede así en las antas de Pedra Coberta, Moruxosa, Pedra do Raposo, Forno dos Mouros, Argalo, Dombate, Casota do Páramo, Capilla dos Mouros, en una de As Maus de Salas y en las número 1, 4 y 8 de Alvao, otras, en cambio, como la de Pala da Moura, la de Zêdes, y seguramente la número 7 de Alvao, tienen 9. La número 6 de la misma necrópolis no contaba más que con cinco, como una de As Motas y otra de Vilavella. Todos los megalitos que dejamos citados tienen puerta, pero pasando a los cerrados por completo, nos encontramos con la misma variedad, y así una de las antas de As Maus de Salas tuvo seguramente nueve chantas, otra del Monte de San Cibrao siete, dos de A Mourela seis, y la de Chao da Arqueta diez. Por lo que respecta a los ortostatos del corredor se pasa de las cuatro lajas de Pala da Moura y de Pedra Coberta, a las seis del número 7 de Alvao, y a las dos, a veces muy alargadas, del número 1 de esta necrópolis trasmontana, de la de Vilavella y de la Capilla dos Mouros. Los esteos se colocaban o bien imbricados, o tocándose a tope, o algo separados unos de otros, como se ve en el Forno dos Mouros y en la Capilla dos Mouros, pudiendo ocurrir que en una misma sepultura haya ejemplos de los tres procedimientos. Parece, así y todo, que existía en muchas ocasiones el propósito de cerrar el dolmen lo más posible, metiéndose al efecto PIEDRAs pequeñas en los espacios entre chantas y cerrando la boca del corredor con una losa puesta de través, como se ve en el número 1 de Alvao, que en el número 10 de la misma necrópolis se atrancó con PIEDRAs puestas de punta, en el de Vilavella y en el número 86 de la Serra da Faladora. Los ortostatos se presentan con fuerte inclinación hacia el interior, bien porque fueron puestos de esta forma para disminuir el espacio que habría de cubrir la tampa, bien porque se vencieron por el empuje de la tierra de la mámoa; aunque hay que decir que hay sepulturas, como la trasmontana de Pala da Moura, en que se disponen prácticamente verticales. En los megalitos con puertas, con corredor o sin él, se nota que existía una cierta preferencia a abrirlas hacia el naciente, pero sin que se pueda dar a esta particularidad un carácter general, pues hay muchas antas orientadas en diversas direcciones, hecho observado ya por Xosé Fortes en As Maus de Salas y que se repite en otras necrópolis. Como ya dijimos, nuestras antas son sencillas y no ofrecen grandes complicaciones constructivas. Las PIEDRAs eran puestas en la obra tal y como salían de la cantera, o dándoles un comienzo de labra, destinada de modo especial a igualar las superficies con objeto de acoplarlas más facilmente, y si en el lugar del emplazamiento afloraba algún penedo se aprovechaban sus ángulos favorables haciéndolos desempeñar el papel de uno o más ortostatos en la formación de la cámara, hecho éste que entre otros lugares se nota en las sepulturas 73 y 116 de la Serra da Faladora. Para asegurar la estabilidad de las chantas se calzaba su base con PIEDRAs pequeñas, o como ocurre en la mámoa número 77 de dicha Serra Faladora, una chanta que debía de inclinarse con peligro de caer se apoyó en un refuerzo que se colocó en el interior del monumento. En casos excepcionales el suelo de las cámaras se cubrió con una especie de enlosado, y en la Casa da Moura, de Zêdes, se dispuso alrededor del dolmen una masa de PIEDRAs, algunas de buen tamaño, cimentadas con tierra compacta y endurecida que vino a servir a la construcción a modo de zócalo o peana. Pero las dos particularidades más interesantes son las que ostentan una mámoa de la Serra de Penas Libres, en Vilardevós, y las número 80, 81, 83 y 87 de A Faladora, que tienen todas ellas en el suelo natural y en la parte correspondiente al centro de la cámara, unas fosas en forma de cono invertido, que en la de Penas Libres aparecía abierta en la PIEDRA y tenía a su lado una losa que parecía que le servía de tapadera. La otra particularidad es la que se observa en la anta de la mámoa número 86 de A Faladora, cuyo corredor se haya constituido por dos PIEDRAs inclinadas una contra otra hasta tocarse los extremos superiores, modalidad que, como luego veremos, cuenta con paralelos en la Bretaña francesa. Florentino López Cuevillas, en Prehistoria, tomo III de la Historia de Galiza de Ramón Otero Pedrayo, 1973 GLOSARIO Anta = dolmen compuesto de cámara + corredor (opcional) Mámoa = masa tumular que cubre el anta Esteos, chantas = ortostatos o lajas laterales que forman la cámara y el corredor Tampa = laja de cobertura Toponimia portuguesa indicativa de un yacimiento megalítico


Webs recomendadas:


http://megalitos.arqueoloxico.com/megalitos.htm


http://www.pangalaica.com/megalitismo/galego/index.htm


Comentarios

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  1. #1 Onega 26 de mayo de 2007

    ¡Claro, muy bueno! como que no es mío :)

    Lo que me parece más raro es lo que al final señala Cuevillas, que a él también le extraña:
    "las número 80, 81, 83 y 87 de A Faladora, que tienen todas ellas en el suelo natural y en la parte correspondiente al centro de la cámara, unas fosas en forma de cono invertido". Yendo a Maciñeira, que es el que estudió todas las mámoas de A Faladora: "en bastantes casos abrióse en el terreno, hacia el centro del círculo tumular, un pequeño hoyo mal conformado, que luego rellenaron de PIEDRAs pequeñas (números 80, 81, 83 y 87), cuya finalidad no tenemos por ahora elementos suficientes de juicio para poder aproximadamente sospechar. ¿Especie de cenicero, a deducir por uno que roturé en la Sierra de la Capelada? (nota 133: En efecto, en uno de los por mi excavados en esta otra importante estación tumular de la comarca descubrí al fondo, abierto en el terreno natural, un pequeño receptáculo con una pequeña losa yacente, que sólo contenía tierra cenicienta)", en Bares, puerto hispánico de la primitiva navegación occidental, Santiago, 1947, pg. 129


    Túmulo de la Mourela (As Pontes) con cono de violación o posible cono invertido y tierra fina y cenicienta en su interior.

  2. #2 El Brujo Redivivo 03 de jun. 2007

    Tal como lo dice. Que recuerde ahora, sobre el asunto funerario en castros y demás, poco hay. Luengo, hace la intemerata de años, en una a mi modo de ver poco fiable excavación en Meirás, encontró una serie de fosas, bajo un pavimento de PIEDRAs menudas, que contenian algún fragmento de cerámica, alguna PIEDRA alargada y restos de huesos calcinados. Creo que Carro Otero estudió éstos y concluyó que efectivamente eran humanos y cremados, pero no puedo darle más precisión. Más recientemente, aunque también llovió lo suyo, el profesor Armando Coelho Ferreira da Silva encontró, en ambiente doméstico (no sé bien si en uno de los "patios" de Sanfins), un par de huecos en el suelo tapados con losas que también contenían restos de cremaciones humanas. Esto es todo lo que recuerdo, y ya ve qué poco preciso soy. Tal vez sea suficiente para iniciar una googleada.

    Para algunos autores, las tumbas principescas son un elemento fundamental en las sociedades celtas, por ser consubstanciales con el tipo de sociedad heroica, ésa que propugnan los celtistas globales (quiero decir, aquéllos para quienes la presencia de un idioma celta conlleva necesariamente un determinado tipo de organización social, creencias, etc.) A mí me mosquea la facilidad con la que se escamotea la ausencia de tumbas, pero así es la vida: un frenesí.

    Es más que sabido que Alonso del Real decía con su fina ironía que los gallegos de la Edad del Hierro eran muy raros: vivían, pero no morían. Por eso no lo digo, porque ya lo saben ;-)

  3. #3 Abo 09 de jun. 2007

    Arenas, dices:

    Mala memoria tienes, Abo. Estos comentarios pertenecen a "Cromlech pirenaicos"

    ¡Hombre!, que quieres que te diga, aparentemente aún no me doy cuenta de tener mala memoria, pero...todo llegará, no lo dudes : )


    Mi pregunta iba en realidad por lo que ponías un poco arriba, si no había foto, como medio entendia que la habias visto, en todo caso tu fuente de información habla  de cromlech (¿pies de idolillos circundantes a las mámoas?) del túmulo de la Edad del Hierro




    arenas
    martes, 08 de mayo de 2007 a las 00:29


    Hace tiempo lei en algun sitio que estos Cromlech tan pequeños podían ser en realidad el peristalito o círculo de PIEDRA que rodeaban un túmulo de la edad de hierrro. ¿que opinais?


    Saludos y lo de la memoria es que estos foros de Celtiberia van tan deprisa que como faltes quince días ya pierdes el hilo de todo. 



    [Formato HTML modificado por Silberius]

  4. #4 El Brujo Redivivo 09 de jun. 2007

    Don Abo, en noche generosa, dice que aquí el menda es un fiera en megalitismo. Vaya bola, don Abo. Ya dijo Ainé que una servidora había dejado de ser una referencia, no sé de qué ni de dónde, pero algo así dijo. Lo cual ya tiene mérito, digo el dejar de ser lo que nunca se ha sido.


    Sí es verdad que a cosas de PIEDRAs gordas dediqué algún tiempo; pero probablemente más ha pasado desde entonces, y muchos agujeros se han hecho cuyos resultados desconozco (como casi todo el mundo; sólo los conocen, y me temo que no de primera mano, quienes están en el entramado xunteiro-pseudoempresarial, algo a lo que soy completamente ajeno.


    Pero bueno, tras esta presentación y un par de pellizcos, vamos a sus preguntas, a las que respondo con lo poco que sé:


    "¿qué nos indica (diferencia) una pequeña (unos diez centímetros) hacha pulimentada a otra exáctamente igual pero sin pulimento?"


    Sin pillar bien a lo que se refiere, y aunque suene a boutade, sólo puedo decir que indican que una fue pulida y la otra no. ;-)


    En hachas se ha intentado avanzar algo, sobre todo los trabajos de Ramón Fábregas hace ya tiempo. Estableció una tipología (hachas y azuelas de tipo 1, tipo 2 y tipo 2a si no recuerdo mal, además de cinceles y azadas ya más tardíos), pero me parece que no llegó a establecer más diferencias que las formales, sin asociar éstas a cronologías ni a otros aspectos. A mí me parece (y no sé si es cosecha mía o está en Fábregas, ya no me acuerdo) que el tipo 2 es más "avanzado", tecnológica y cronológicamente, que el 1, pero eso tampoco nos dice gran cosa.


    El tamaño del hacha que propone, unos 10 cm, es difícil. No me parece típico; las hachas normales suelen ser (hablo de memoria, puedo estar metiendo la pata de forma brutal) algo mayores, a partir de 12 cm más o menos; y hay también un grupo más o menos grande de hachas pequeñitas, sean votivas o utilitarias (herramientas de precisión para el trabajo de la madera por ejemplo), pero suelen ser más pequeñas.


    En lo que dice de no estar pulidas, no sé si se refiere a que están talladas, o a que falta el acabado de pulido fino. Esto último es frecuente; hay sobrados ejemplos (creo, por lo menos hay algunos) de hachas cuyo filo ha sido finamente pulido y el cuerpo se ha dejado con acabado más basto. Si se refiere a esto, ignoro de todo punto lo que puede significar, si es que significa algo.



    "Se comentó por aquí, Celtiberia.net, que estos monumentos funerarios no se encuentran en zonas de cota inferior a los cuatrocientos metros, ¿es así?"


    Rotundamente: no. Si tuviese datos a mano creo que su consulta haría que le respondiese con un "ni de coña". No los tengo, pero para mí que sobran ejemplos de mámoas (y grandes dólmenes) a alturas muy inferiores. Incluso sin datos delante, me atrevo a apuntar que las mámoas próximas al castro de Vilela en Bares, la de A Zapateira en Coruña, el propio Dombate y mámoas de la zona, y muchas otras, están a alturas inferiores. Compruébelo, que también puedo estar equivocado. No sé a qué altura están las del Morrazo, pero no me extrañaría que las hubiese más bajas que esos 400 m. ¿Y e dolmen de Axeitos? Está al pie de la Curota, en el Barbanza; para mí que su altua sobre el nivel del mar es más bien escasa.  Cuando pueda lo miro.


    No sé de dónde provendrá esa información. Apunto la posibilidad de que sea una mala lectura de algún cálculo estadístico. Es fácil, y la pequeña historiografía está llena de este tipo de falseamientos, pasar de un "la mayor parte de los túmulos se encuentran a alturas medias, en torno a 400 m", en alguna aproximación global al megalitismo gallego, a esa otra afirmación, falsa, de "todos los túmulos se emplazan en alturas superiores a los 400 m".  El hilar fino, en estos mundillos, es algo más ausente de lo que debería.


    Más en concreto, recuerdo haber estado hace ya bastantes años en el cámping Coroso, en Ribeira. Allí habíamos visto unos restos, próximos a la entrada del cámping, que parecían de un dolmen arruinado. No sé a qué altura estarían sobre el nivel del mar, pero tal vez no más de unos 20 m, y muy próximos a la costa. Me suena que más tarde algo se hizo allí, pero no sé los resultados. Incluso me suena haber comentado esto por aquí, pero no estoy seguro. Mi memoria empieza a ser un desastre.


    Lo que me interesa resaltar es que los estudios sobre emplazamiento y ubicación de megalitos son estadísticos, a veces incluso sin formalizar matemáticamente (lo que les reduce fiabilidad por cierto); es decir, se buscan los patrones de emplazamiento de la mayor parte de los elementos, con el ánimo de entender las líneas de fuerza de su cultura. Pero eso no implica que no haya casos que se apartan, por las razones que sea, de ese patrón mayoritario.


    Le añado que, en mi visión personal del asunto, la altitud absoluta no es una magnitud particularmente relevante.


    "Se podría encontrar una mámoa a pie de mar, en un pequeño cabo o promontorium?, supongo que no, ¿Cúal es el motivo?"


    No encuentro ningún motivo para que no pueda haber mámoas en las circunstancias que indica. Hay que encontrarlas, eso es todo. Si las encontramos, podemos afirmar que las hay. Si no, no podemos afirmarlo, pero no veo nada que sustente la negación de la posibilidad.


    ¡Qué coño, estoy tonto! Abo, hay un dolmen pequeñito en medio de la arena del la playa del Illote Gidoiro, en plena ría de Arousa, en el mismo islote en el que Manolo Rey excavó un monumento funerario de lo más curioso. De modo que, si lo que digo es verdad, y creo que lo es, huelga toda discusión: en un islote, en la playa, solitario y a nivel del mar (o a 1 m de altura, más o menos). Me suena que una de las razones para no haberlo excavado en su momento era el riesgo de deterioro por mareas vivas y temporales. Compruébelo: en la playa y a ras de mar.


    ¿Qué más quiere, don Abo? Hemos encontrado el dolmen que se ajusta a sus necesidades. "Agencia Inmobiliaria Megalítica ElPater" siempre resuelve sus problemas. En el campo, la montaña o en el mar; en alquiler, en propiedad compartida o en venta, en el catálogo de nuestra agencia siempre encontrará el dolmen de sus sueños. (Chin chin charará) ;-) 


    Lamento no poder serle de más utilidad. En lo que pueda, a su disposición, por supuesto.


     

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