Autor: crougintoudadigo
jueves, 19 de enero de 2006
Sección: Historia
Información publicada por: crougintoudadigo


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(POR ANDRÉS PENA GRAÑA)

 

 


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  1. #1 crougintoudadigo 20 de ene. 2006

    - Laco, Lacuna; Lago ou Lagoa (por ANDRES PENA GRAÑA)

    Esta voz atópase en case tódolos diplomas que conteñen deslindes polo que, como dixemos en 1991 (Andrés PENA GRAÑA lo reproduce con reducción toponímica y traducción, pero ahora CROUGINTOUDADIGO NO DISPONE DEL TEXTO) , non ten nada de particular que a primeira vez que apareza esta denominación nun documento Galego suceda no primeiro deles, o máis antigo que existe en España, o diploma SILONIS REGIS ( sub die X kalendas septemberes Era DCCCXIIIª, 23 de Agosto do ano 775 ) polo que o rei Silo dona a varios relixosos entre os ríos Iube e o Masma, e máis concretamente entre o río Alesancia e o Mera, no lugar de Lucis, un Celeiro, hoxe Celeiro de Mariñaos: LIB- 055 “ […] Ut darem eis locum orationi in cellario nostro qui est inter Iube et Masona, inter ribulum Alesancia et Mera, locum que dicitur Lucis determinatum de ipsa villa ubi ipse noster mellarius avitabit Espasandus, et per illum pelagum nigrum, et iusta montem que dicitur Farum, et per illas sasas alvas et per illa lacuna usque in alia lacuna, et usque ad petra ficta et per illa lagenam [Se non o estorbara a precisión matemática das cartas de deslindes no hidrotropismo de tanto lago poderían, en boa hidrognósia escoliastas de Villar, decreta-la hidrogoxía última para tanta lacuna e lagena da diplomática galega] et per ipsum villare que dicitur Desiderii et per illum arogium que dicitur Alesantiam et per alia pedra ficta qui stat im montem super Tabulata per ipsa strata qui esclude terminum usque in loco que dicitur Arcas, et arrogio que dicitur Comasio, cum omnen exitu et regreso suo, castros duos […]” (Manuel Cecilio Díaz y Díaz 1974 pp. 212- 13.).


    [ Estimado Onnega, desde 1987, con el grupo de Arqueología da Terra de Trasancos nos dedicamos a recorrer estos límites y a reconocer este inmobiliario arqueologico institucional demarcatorio. Estos papeles los he publicado, siempre en gallego, en trabajos de historia locas, ya sabe, como decia un escritor ruso, si quieres ser universal escribe sobre tu pueblo. Lo que ahora le reproduzco es parte de una tesina (leida en 2001) que debería estar inédita y al alcance de cualquiera con libre acceso en el departamento de Historia I de la USC, pero no es así pues aunque yo no la publiqué otro, el famoso, republicano e inconsciente Trasno Sumicio Mobbing'Neng lo hizo y publicándola ahora con su nombre, convirtiendo las notas en texto y el texto en notas, y aún poniendo algo de tocino y de velocidad de su cosecha me la convirtió en una curiosa TAPA deconstructiva que podrá vd consultar en la red. No me importa. Lo que tiene ante Vd. fue publicado muchas veces, y la mencionada tesina era resumen vulgarizado de un intenso libro de más de 600 páginas y letra de biblia realizado desde el enorme acervo documental medieval gallego, intitulado Narón un Concello con Historia de Seu Vol II. A Terra de Trasancos ollada dende os mosteiros de Xuvia e Pedroso na Idade Media, (Ed. Concello de Narón 1993). Actualmente estoy revisando la traducción al castellano de ese libro para ponerlo en la red. Volviendo a lo que le interesa paso a traducirle, ojo es paráfrasis, el texto anterior"
    PARA DARLE UN LUGAR DE ORACIÓN EN NUESTRO CELEIRO [hoy es el Celeiro de Mariñaos, en A Mariña (los Namarini) lucense] QUE ESTA ENTRE EL [rio] JUBE Y EL [rio] MASMA, ENTRE EL [rio] ALESANCIA Y EL [rio] MERA EN EL LUGAR QUE SE LLAMA LUCES, Y SE DETERMINA [limita con] DE LA VILLA DONDE VIVIA NUESTRO MELEIRO [apicultor] ESPASANTE [hoy lugar de ESPASANTE] Y POR EL PIAGO [piélago] NEGRO [son charcas o pantanos míticos, pozas que comunican con O Alén o Sid, y sus seres míticos, todas las parroquias gallegas que se precien algo tienen aún hoy uno, se les conoce como 'o pozo sin fondo' y son muy temidos por que en ellos desaparecen personas, carros y ganado] HASTA EL MONTE QUE DICEN DE FARO [estos fachos, eran de leña y se usaban para vigilar el mar y avisar de peligros de invasiones piráticas como las de los normandos y otros] Y POR LOS SEIXOS BLANCOS [el cuarzo blanco,visible hasta en la noche cerrada se usa mucho para demarcar, aún hoy cuando una carretera toca uno de estos cuarzos, el marco se coloca en un lateral bien visible y sigue cumpliendo su función] Y POR LA MÁMOA [violada, con lacus o agujero de violación. En el texto reproducía una imagen con un mapa de un couto jurisdiccional, donde se reproducen estas lagoas o mámoas demarcatorias con forma de volcán, como pequeños Vesuvios] HASTA OTRA MÁMOA Y HASTA UNA PIEDRAFITA [pos. un menhir, cerca de Padrón (A Coruña) fueron epigrafiados con inscripciones de término en el siglo XII algunos de estos menhires, ya de por sí demarcatorios desde tiempo inmemorial]Y POR LA MÁMOA Y POR EL VILLAR QUE LLAMAN DE DESIDERIO Y POR EL ARROYO QUE DICEN DE ALESANCIA Y POR OTRA PIEDRAFITA EN EL MONTE QUE ESTÁ SOBRE TABOADA Y POR EL CAMINO QUE SEPARA EL TERMINO HASTA LLEGAR A UN LUGAR QUE LLAMAN ARCAS [las arcas son unas mámoas del bronce inicial, colgaré en la red el resumen de la tesina con fotos para que las vean aunque esté en gallego] Y HASTA EL ARROYO LLAMADO COMASIO, CON TODAS SUS SALIDAS Y GIRO Y DOS CASTROS […] -lamento no recordar y tener a mano los nombres de los topónimos actuales, me da pereza buscarlos-

    Señor ONNEGA, CROUGNINTOUDADIGO, comprenderá su recelo, porque todavía no le ha demostrado por que traduce lacos por mámoas (cf. Pena Graña 1991 in Narón un Concello con Hª de Seu vol I) ahora mismo se lo demuestro contundentemente, y le pongo además un túmulo de la Edad del Hierro con su guerrero galaico encima (encontrados luego como ya fue indicado y publicado por otro autor sus pedazos en Caldas)

    LIB- 056 Así nunha carta do 982, de Celanova, “ […] quomodo dividet cum villa Sancta Columba, Ermigildi et Atanes et transit Limia ad Patrono intra Mogaynes et Sancta Columba et feret in arca tras limia ad casam de Domno et per suis terminis ubi inveneritis lacos anticos et mamolas . Uno laco qui est tras Limia unde venit liniolo qui transit per Limia et venit inter Sancto Martino de Calidas et feret in cima de villa ad alio laco maior per suo liniolo ubi iacet efigiem hominis esculpta in petra ( a primeira noticia dun grande túmulo da Idade de Ferro coa estatua do guerreiro sobre el ) que testificat de laco in laco et inde per suos moliones firmissimos ad arca maior ad castro de Vemes et sic tornat per allios molliones et feret in fontem de mulieres deinde postea Mineo rio inter Villarino et Monte longo per ubi fortissimi divisimos cum ipsos domnos iam prefactos in illorum grande concilio sub unos? andantes, et omnia bene considerantes atque certius dividentes et omnia firmissime permanentem statuentes devenimus ad arcas maiores de Sancta Eolalia inde primitur inquoavimus. Notum die ipsas kalendas octobris discurrentes tunc era XXª post Mª […] ” (In Antonio López Ferreiro 1899 apén. pp 184. Tomo II) LIB-057
    Como se divide con la villa de Santa Comba, la de Hermigildo y la de Atáns, y cruza el [río] limia hacia Padron [aumentativo de petra], entre Mougá y Santa Comba y va a dar a la arca (cista) de tras de Limia a la casa de Dono y por sus terminos por donde encontrareis túmulos antiguos (lacos anticos, mámoas con su crater, producto de una antigua violación) y mámoas [con forma de mámula, tetilla, aún sin violar]. Un laco [túmulo violado] que está tras la Limia por donde pasa la linea divisoria que pasa por Limia y viene entre San Martiño de Caldas, y va a dar a Cimadevilla hacia otro túmulo [con su agujero de violación] mayor por su linea divisoria [qu por] donde está la efigie de un hombre esculpida en PIEDRA que va haciendo testada de túmulo [con su agujero de violación]en túmulo [con su agujero de violación]y de allí por sus mojones firmísimos a la Arca Mayor [cista sobrepuesta a otras menores que por eso se toma como referencia]al Castro de Vemes, y así se torna por otros mojones, y va a dar a una fuente de mujeres [ fuentes con folclore que tengo muy estudiado del ciclo de Ana Manana, tres mujeres o mouras encantadas llamadas habitualmente Aureana, Laureana y Ana] hasta terminar en el Rio Miño entre Vilariño y Montelongo, por donde hicimos una firmísima demarcación en aquel gran concilio de gente bajo unos bueyes? [López Ferreiro traduce unos?. Yo pienso que el texto original ponia, en abreviatura -que no le puedo reproducir- algo como u-s-o? andantes [una escena como la del carrito de Guimaraes], y de conformidad con todas estas cosas, y que son deslindes ciertos, y que todo lo establecido permanece firme, finalizamos en las arcas mayores de Santa Eulalia y de allí hasta donde primeramente comenzamos la demarcación. Etc. (la paráfrasis y comentarios son de Andrés PENA GRAÑA.
    - Chámeselles Arcas por ter esta forma o dolmen privado ou non da pena ou penas sobranceiras:

    “[…] Invenerunt archam in ripam de Mero ubi dicent “ad canarium” et decoria (demarca) in directo de ipsa archa in directo Santo Stephano, et alia archa principalia iuxta viam de Codais, et inde ad fontem Iusteli, et decoria ad illas cercarias de bouça que dicent Tructesindi. Et tercia archa in quoto super varzinam de Bovea et decoria in ipsa barcina [la barcia, voz celta, es un terreno próximo a un río que permanece anegado y pantanoso en la época lluviosa] de Bovea. Et quarta archa in ripa de ipso río de Bovea. Et quinta archa que decoria inter Melangos et Parietes. Et sexta archa in bauza que dicent Cerquitum qui dividet inter Trius et Parietes. Et alias archas et decorias que divident inter Lemenioni et ipas Parietes et Caliobre et concludent per Fontem Bonam [una fuente con agua potable, en cambio la fonte mala, auque el agua sea cristalina, podría matar al las personas o ganado que de ellas beban] in directo usque ad ipsam archam quem primiter incepreunt inter Codais et Parietes.[…] ” (Karta de Villari de Paredes nº 129. Ano 942. Tumbo I, fols. 50r.-51r, ( Sobrado de los Monjes), in Pilar Loscertales de G. de Valdeavellano. 1976 vol. 1º. pp.161-162.).


    ARCA se llama a una cista del Bronce, son enormes, le adjuntaré fotos del Xistral, se asocian a enormes cercados megalíticos de PIEDRA en las brañas, para guardar en verano el ganado por la noche.
    Coria es voz celta para el "marco puntiagudo de PIEDRA!
    Decoriar, "chantar o poner corias", es decir colocar marcos de PIEDRA, es el verbo que se usa para demarcar

    Si lo va a emplear, le citaré el trabajo de Andrés Pena Graña de donde lo ha tomado CROUGINTOUDADIGO


  2. #2 Onnega 20 de ene. 2006

    Bastante definitivo es el contexto "lacos antiquos" para aclararnos que no se trata de un hidrónimo, porque la especificación "antiguo" no es compatible, ya que todos los lagos hidronímicos son antiguos, o no se entiende cómo iban a saber si uno era reciente y otro antiguo, por lo mismo no se encuentran en estos documentos "ríos antiguos" o cosa parecida. Pero esto ya lo sabíamos. Para precisar el significado de "alio laco maior [...] ubi iacet efigiem hominis esculpta in petra" tenemos otra alternativa parecida a la que da Crougintoudadigo: sin salirnos del ámbito funerario podemos imaginar una abertura rectangular (como las de Panóias: v. aeternum lacum y las piscinas rectangulares) o tallada en la PIEDRA o excavada en la tierra, sobre la que iacet una losa con la efigiem del muerto, o sea, una lauda. No sé si esto le va mejor a los dos sentidos que parece tener laco, y también explicaría por qué los hay pequeños y más grandes (maior). Lo que sí me parece es que el contexto es funerario y hay una abertura, pero no acabo de ver claramente que afecte a un túmulo. Por cierto que en Panóias los lacos tienen un reborde como para encajar una losa, se puede ver una imagen en
    http://www.celtiberia.net/verimg.asp?id=1635

    Crougin, no voy a utilizar la información, sólo preguntaba porque me gusta el tema. Pero a lo mejor sería conveniente dar la referencia por si a alguien le interesa.

    Saludos de la Sra. Onnega, si fuese Sr. sería Eneko ¿no dicen que es el masculino correspondiente? ; )

  3. #3 crougintoudadigo 26 de ene. 2006

    Perdone a CROUGINTOUDADIGO, mi muy estimada SEÑORA ONNEGA, Algo parecido, sino con el género al menos con la especie, le pasó a Don Quijote con los molinos de viento. CROUGINTOUDADIGO se arma un lío con los nombrecitos que nos gastamos. Hace tiempo que CROUGINTOUDADIGO perdió la cuenta a la hora de determinar en género de un "elemento determinado" en base a -ec@/-eg@a, etc., a nuestros "elementos determinantes" y sus poblados sufijales.
    Dicen que el hombre (no la mujer) tropieza más de dos veces en la misma PIEDRA.
    Pero también dicen que a la tercera va la vencida.
    ¡Salud y Gloria! SEÑORA ONNEGA
    Disculpe un error involuntariamente reiterado. Mis respetos.
    Queda a su disposición CROUGINTOUDADIGO

  4. #4 crougintoudadigo 09 de feb. 2006

    CROUGINTOUDADIGO LE SALUDA MARCOS-M
    ¡SALUD Y GLORIA!
    Y SALUDA TAMBIÉN A TODOS LOS DRUID@S

    Vera Vd. SEÑOR
    A Andrés Pena Graña, según sabe confidencialmente Crougintoudadigo, una irreprochable profesora de la USC, RC, una buena amiga común del Pena Graña y del Martinón Torres, le paso una fotocopia autorizada de la formidable tesina del señor Marcos Martinón.
    CROUGINTOUDADIGO CONOCE excelentes referencias del Señor Marcos Martinón, las mejores las del Pena Graña, tras leer eses papeles.

    Estima muchísimo el Andrés Pena, sabe CROUGINTOUDADIGO, la valía científica del Señor Marcos Martinón, que es de las que no se prodigan. El Pena Graña, según escucho CROUGINTOUDADIGO, habría, según parece intentado ponerse en contacto con el Señor Marcos Martinon a través de una común amiga, Anabel, pero entonces el jóven y notable investigador estaba en Londres en un proyecto muy interesante…

    Lamentablemente dice su hagiógrafo, el Pena Graña no compró el libro de Marcos Martinón que luego se publico, pues tenía su tesina y aún un maestrillo algo racañín con el que suele comprar libros en régimen proindiviso. Pero dice CROUGINTOUDADIGO que el Pena le hizo reiterada referencia, deferencia y aún reverencia al Martinón, y en recta vara de justicia, cree CROUGINTOUDADIGO que sería en varios papeles, las últimas en el libro "unha parroquia con celtas reminiscencias na Terra de Trasancos" publicado en 2000 y en 2004, y en el libro digital de la USC Treba y Territorium. Genesis y desarrollo del mobiliario e inmobiliario arqueológico institucional de la Gallaecia".

    A CROUGINTOUDADIGO, y en esto cree coincidir plenamente el Hagiógrafo con su patrocinado el Andrés Pena Graña, le pareció aquella prometedora tesis de licenciatura del Marcos Martinón Torres, de lo más sugestivo y de lo más intachable. Y aún de lo mejor que CROUGINTOUDADIGO pudo haber leído en aquello últimos años.
    Por otra parte, dice el hagiógrafo que su patrocinado, el Andrés Pena, ‘de consún’, con Alberto López Fernández y con Ignacio García Novas, desde 1987 hasta 1990 había estado estudiando y pateando, 4 áreas y más hectáreas, de la Tierra de Trasancos y de la vecina y preciosa Tierra de Bezoucos.

    Unas ‘tierras’ o territorios políticos , las trebas de la protohistoria, configuradas históricamente acaso desde el Neolítico, aunque los eruditos a la violeta (aunque es pose la frase y por desgracia de esos ya no quedan) nos las cuelgan del destino de una mistérica letra ) como de la luna, si son anticuarios, del monarca astur, si son medievalistas, o entre los novatores americanos si son modernos.

    El libro de mi patrocinado se publicó en 1991 en la serie Narón un Concello con historia de Seu, recogiendo los resultados de la siembra de las mencionadas cuatro áreas y tira de hectáreas.
    Los arriba mencionados, cosecharon factográficamente, esto es viendo primero el Pena Graña el inmobiliario arqueológico en la documentación altomedieval, bajo medieval y moderna, la seguían ellos descubriendose por primera vez, lo de Ferro Couselo solo fue un aviso, que todo ese inmobiliario demarcatorio se conserva en Galicia en su función, al pie del cañón y cumpliendo con su deber.

    Y omite recordar CROUGINTOUDADIGO COMO ESTO LE SENTÓ MUY MAL A IL SIGNORE, que se gastaba kilos, para hacer adelgazar al contribuyente y mejorar su salud en aras de la arqueología espacial, luego reconvertida en del paisaje y ahora reconstructiva…. Y aunque Il Signore se hizo, y trabajo le costó un palacio de cristal, que sale en las revistas de decoración, con que no se sentó del todo mál, CROUGINTOUDADIGO le piensa que le sentó peor a sus “líneas maestras [de Il Signore] de la arqueología Espacial para cenutrios”, expresadas en diez pulcros mandamientos que eran y se rezaban de la ley de dios –y porque era ese un falso dios, y por respeto al bueno, lo escribe CROUGINTOUDADIGO con d minúscula -.
    El Pena Graña, como consecuencia dice su hagiógrafo, o como efecto, sufrió algo parecido a lo que podría ser un ataque de los clones o hoy de los hackers, pero se refugió entre la comunidad científica gallega que lo arropó con un muro de cariñoso silencio.
    Y todos nos lo pasamos muy bién, con un alcalde de Narón metido a mecenas (con muy buenos réditos), con un director del Museo Arqueológico Nacional, el José María Luzón Nogué, yendo y viniendo de Madrid, y entre cargo y cargo el penultimo Director general de Bellas artes, y el último el de director del Prado (ahora solo es catedrático y Académico) se plantó en Narón para comprobar que no le estabamos contando la película de Blancanieves.
    Y le dice CROUGINTOUDADIGO, CARO MARCO-M que mi patrocinado encontraba por entonces las villae medievales, las del XII, en perfecto estado de conservación y de habitabilidad, como los churros se encuentran a docenas en las churrerias.
    Y le dice CROUGINTOUDADIGO, CARO MARCO-M, que los topos de mi patrocinado, don Alberto López Fernández y don Ignacio García Novás –y CROUGINTOUDADIGO les pone como un don, pequeñito, que si no se le crecen- buscaban en las cartas altomedievales, bajomedievales y modernas que les leía el Pena Graña, en los deslindes, las arcas, las lagoas y las lagoelas y las encontraban luego, ora en la frontera de la tierra de Trasancos con la de Bezoucos, en las louseiras, ora en la frontera de famosas parroquias: O Val- San Mateo; Leixa-San Mateo; ora en el interior de las parroquias, como O Val, con cuatro castros, un lugar Quintá, y cinco cotos jurisdiccionales. Ora entre coto y coto, algunas casi en lo urbano como la mámoa que se separa de la casa nº 1 de Santa Margaríta.
    Otras más ruidosas junto a la carretera, como la lagoa que se llamaba en atención a una lacuna violatoria, y que tenía en su crater, un pétreo marco del XVIII con epígrafe demarcatorio.
    No se si la Moura le salió ‘enrrabechada’ y aún le vió al Ignacio ‘la cosa esa’, pero sí se que Luzón Nogué el director del Man, que estaba presente, les bautizó a ámbolosdous, al Alberto y al Ignacio como los Topos. Fué buscando una mámoa hidráulica, el árca de Vados Pasandit, (contradiciendo el quinto de los mandamientos de la ley de dios de Il Signore) tras una semana sin éxito, y era la que le faltaba al patrocinado de CROUGINTOUDADIGO para completarse el giro de la villa y castro de Quintana. Un dia el mencionado García Novás, en retirandose a un mato de sobre el rio, arrollo o riego de Bespasante se vió desaguando en el lacus de la mámoa de Vadospasandit, o de Bespasante. LO DICHO ERA UNA MÁMOA HIDRÁULICA Sic fatur CROUGINTOUDADIGO, gripe coactus,
    Y le dice más CROUGINTOUDADIGO, CARO MARCO-M, que el Señor Marcos Martinón Torres le sabe de Mouras que le tiene un master y pico, y que sus papeles le pusieron a mi patrocinado en la pista, o en capilla de entender eso del matrimonio de la Moura y del rey. Que al Pena Graña le fueron como las amonestaciones para la trama de Rhiannon, de Epona, y la Macha de rubia melena. etc. – y todo para escándalo do noso Director Xeral de Patrimonio, que tanto se interesa pola autentica henografía, ‘enografia’, ou algo así, do pais patriota…

    - y otra pista se la dío al Pena Graña–s egún lo sabe CROUGINTOUDADIGO la egregia María del Henar Velasco López, con su libro el Prado Verde, y con sus hititas que se le metieron en el libro,. Y la egregia Henar se lo confirmó en largos paseos, nada de peripatos, recogiendo conchas la egregia Henar como una dama de Hamilton con su pamela por la arena, en las aguas cristalinas del Atlántico, acaso tan límpidas como su bella mirada-.




    Y aunque está sin revisar la traducción de tercería del gallego al castellano, del capitulo del Pena Graña, del libro III de la Historia de Narón, y va sin imágenes, y planos, pues se la adjunta ahora el CROUGINTOUDADIGO de su patrocinado para honrrar al señor Marcos MARTINÓN TORRES de muy buena cabeza.

    CAPÍTULO II

    MÁMOAS COMO MARCO


    UTILIZACIÓN DE LAS MÁMOAS COMO MARCO HASTA NUESTROS DÍAS EN EL AYUNTAMIENTO DE NARÓN

    El equipo de arqueología de campo del Ayuntamiento de Narón, Alberto López Fernández e Ignacio García Novás, localizó, bajo nuestra dirección, la mayor parte de los 16 túmulos que se alinean en una despejada y lata planicie (fig. 1) a una altitud superior a los 300 metros. De estos túmulos, 14 se concentran en el Montes de A Moura" dentro de un área más extensa: "A Moura" alrededor del Monte Esperón, donde D. Luis Monteagudo encontró, restos de lo que podría ser una cantera neolítica con dos grandes PIEDRAs ya extraídas y colocadas a su lado de un túmulo que por un arrepentimiento no se llegó a construir (Fig 2), quizás destinadas a la cubierta de la cámara y asimismo lo que podría ser un menhir (fig 3), posiblemente el llamado Marco da Areosa Blanca (fig 3) (de algo más de dos metros de largo) desplomado presumiblemente en el lugar en que en otro tiempo estuvo en pie.

    Los túmulos estan más o menos dispuestos en las márgenes de dos viejos caminos, uno N-S va a Santa Mariña do Monte (Ayuntamiento de San Sadurniño) y el otro es el célebre camino de peregrinación que va desde el Monasterio de San Martiño de Xuvia a S. Andrés de Teixido (ver apéndice nº 1), sale del monasterio de S. Martín de Xuvia, pasa por Cornido, Piñeiro, Feal, W. de Sedes, sube la falda izquierda del Esperón y baja hasta Portonovo (de Valverde en el folklore) donde un marco con el epígrafe M3T (Marco de 3 términos) divide tres ayuntamientos: Narón, Valdoviño y San Sadurniño.
    El otro camino E-W es un antiguo camino francés que deslinda por el nordeste Narón y San Sadurniño y, cerca de Moimentos, sus mámoas, que ahora pertenecen a este último por seguir ahora la línea divisoria una carretera de reciente creación, hasta hace muy poco tiempo sirvieron aún de marcos para señalar la división entre estos dos ayuntamientos.

    Si los diplomas pasaron en silencio los túmulos del Monte do Seixo-Nenos-Esperón la toponimia deja constancia de ellos en Lagoela, A Moura y Moimentos en la cordillera litoral ferrolana-naronesa de Trasancos donde A. López Fernández e I. García Novás registraron más de 30 mámoas entre Brión y Mougá, concentradas en diversas necrópolis en ocasiones hileras de muros de PIEDRA van de un túmulo a otro señalando la división de propiedades tal como lo hicieron la Edad Media. (1)

    Toda la documentación alto y bajo medieval, cuando deslinda zonas altas y escarpadas utiliza los megalitos profusamente como marcos que dividen las antiguas propiedades. Las mámoas (y los menhires como el Marco da Areosa Branca localizado en Nenos por D. Luis Monteagudo y el equipo de arqueología del ayuntamiento de Narón) de Trasancos se convirtieron por su antigüedad y visibilidad en los puntos de referencia favoritos de los antiguos señalando desde tiempos inmemoriales los límites geográficos de las diferentes demarcaciones locales.

    MÁMOAS COMO LÍMITES HASTA NUESTROS DÍAS

    De mega (=grande), líthos (=PIEDRA), los megalitos, construcciones funerarias, fueron utilizados en la antigüedad como puntos de referencia y se utilizan, aún hoy, en los lindes de nuestro Ayuntamiento como marcos divisorios de las parroquias.

    En un relato griego de la Iliada atribuido a Homero, en los funerales de Patroclo, héroe que se remonta al Edad del Bronce, se realiza una carrera de caballos, con importantes premios para los más hábiles conductores de carros:

    Voy a enseñarte la meta –dice Néstor- que fácilmente se advierte; allá se eleva un trinco seco que la lluvia no puede pudrir y sobresale de la tierra como una vara, es el tronco de una encina o de un pino, ante el se encuentran dos PIEDRAs blancas situadas a ambos lados a la vuelta del camino, y tanto detrás como delante se extiende el terreno apisonado de propósito. Son esas PIEDRAs la tumba de algún hombre fallecido antaño o un marco puesto por los antiguos, y son la meta que os marcó el divino Aquiles, el de los pies veloces. (2)
    Lo que originariamente fué y es una tumba, enseguida empezó a utilizarse como marco. En un temprano documento medieval veremos como prevalece esta función de la mámoa llamada aquí lacuna o lagena con el sentido de marco (Figura 2).

    La primera vez que nos encontramos con esta denominación es en un documento de ámbito gallego, el más antiguo que existe en España (Fig. 3), el Diploma SILONIS REGIS (sub die X Kalendas septemberes ERA DCCCXIII 23 de agosto do ano 775), por el cual el Rey Silo dona a varios religiosos un CELEIRO entre el río Xuvia y el río Masma, y más concretamente entre el río Alesancia y Mera en el lugar de Lucis:

    ¿… de dar a estos un sitio de oración en nuestro "celeiro" que está situado entre el Xuvia? Y el Masma, en el lugar llamado Lucis entre los ríos Alesancia (a) y el Mera, que limita con esa villa donde habita nuestro "meleiro" (apicultor) Espasando, y por aquel "piago negro" (Pelagum nigrum vado de un rio relacionado con mitos y leyendas de paso al Otro Mundo" (b) y junto al monte que es llamado Faro (c) y por aquellas Pedras Brancas (d) y por aquella Lagoa "mámoa o túmulo"(e) hasta otra Lagoa y hasta la Pedra Fita (f) y por aquella Lagoa (g) y por el villar que es llamado de Desiderio y por el arroyo que llaman de las Alentias (h) y por la otra Pedra Fita que está en el monte sobre Taboada y por aquella carretera (i) que cierra el linde hasta un lugar que se llama Arcas (k) y el riachuelo que es llamado Comasio (II) con todas las entradas y salidas, de los castros… (3)

    Aunque en este texto no es fácilmente reconocible lacuna (lagoa), se puede traducir aquí por mámoa, como luego veremos.

    Nos interesa resaltar de este documento aparte de la utilización de la mámoa como linde en toda Galicia, que la zona conprendida entre los cursos altos del Río de Juvia y el Río Mera fue una de las más ricas en mineral de cobre de Galicia, y esto explica que los yacimientos de la Edad del Bronce alcanzan una excepcional densidad en todo el área, como muestra la documentación medieval y el examen de la topomimia y de los restos arqueológicos. Trasancos, y dentro de esta tierra el Ayuntamiento de Narón como salida narural al mar de la rierra de Labacengos, no es ajena a este fenómeno.

    Hoy en día, los límites septentrionales del Ayuntamiento de Narón, (que coinciden en las parroquias colindantes con las zonas montañosas más altas y abruptas del Ayuntamiento, LAGOA, MONTES DA LAGOA, MONTES DE MODIA, MODIA, CAMPO DA ARCA, MARCO DE PORTONOVO, MONTIÑOS DA MOURA-A MOURA, MARCO DA AREOSA BRANCA y MOIMENTOS) desde los altos de Vilar Quinte a los de Pedroso, están o estuvieron delimitados por megalitos desde época inmemorial.

    Pretendemos subrayar con esto que mucho tiempo después de que los moimentos fueran erigidos por su eminencia y solidez fueron utilizados como marcos.

    Buscaremos ahora una explicación al porqué de esta inamovilidad, pervivencia y conservadurismo de los topónimos relativos a los megalitos en los lindes montañosos del ayuntamiento de Narón.

    Topónimos como Modia, Cova (Val), As Lagoas (Ponto, Xuvia y Pedroso); Arca, en las zonas bajas y hasta la costa (Arca de Curro Malo –hoy Corribó, en el Couto de S. Martiño).

    La lamentable compartimentación de la historia, en ocasiones necesaria e inevitable, no justifica la inexistencia de un trabajo interdisciplinar que la modere entre arqueólogos, medievalistas y estudiosos en general de las riendas agrarias tanto en los campos de la Historia Moderna como Contemporánea. Se echa en falta también sinergia entre la Facultad de Historia y la de Filología.

    Tumbos, diplomas, todo tipo de cartas antiguas y muy especialmente contratos agrícolas (foros, arriendos, ventas, etc.) y apeos, suministran al arqueoólogo una serie de datos preciosos y ofrecen una información precisa, de detalle, del paisaje y el mobiliario arqueológico del mundo agrario de gran valor, como probaremos, sine quae non es imposible todo intento de relacionar los túmulos con el paisaje, es decir, hacer una arqueología espacial.

    Una y otra vez en estos documentos junto a la mención de puntos de referencia geográficos, como bosques, ríos, fuentes, se toman como marcos fijos los túmulos, siendo enorme la frecuencia con que aparecen mencionados en los diplomas estas construcciones monumentales. Con menos frecuencia aparecen también referencias a otros tipos de mobiliario arqueológico: menhires "pedrafitas", petroglifos, miliarios e incluso hermae "efigiem hominis sculpta in petra" en lo que constituye el primer testimonio de un guerrero castreño y altares (arae). La importancia de estos datos es enorme si tenemos en cuenta que las menciones proceden muchas veces de cartas anteriores al año 1000 d.C. Junto a este mobiliario arqueológico, nos encontramos con frecuencia infinidad de topónimos, genitivos de posessor asociados a los túmulos: Arca de Nelle, Arca de Bespasante, o bien a castros y villae, irrecuperables de otra forma pues ya estaban perdiéndose en el momento de la redacción del diploma:

    […] que ab antiquir vocitabatus Lentrobe, et nu(n)c vocitatur Ostulata, subtus Castro Brione territorio Montanos […] año 818. (4)

    Si bien la lectio e interpretatio de documentos antiguos es una tarea reservada al historiador, sucede que los medievalistas se despreocupan del pequeño detalle marginal a su investigación, pero de gran valor para el arqueológo (y la arqueología no destructiva en general), en ocasiones el medievalista desconoce por esa carencia de sinergia interdisciplinar que topónimos frecuentes en los deslindes (lagena, lacos anticos, arca etc.) se corresponden con túmulos, o pasan en silencio este detalle ya que para ellos es suficiente obtener por ejemplo la precisa reducción toponímica en un deslinde de una carta de incautación monástica en los mapas modernos.

    Junto a la natural despreocupación arqueológica por las manifestaciones funerarias del Neolítico por parte de los medievalistas no es frecurnte encontrar en los departamentso se arqueología estudiantes que conozcan el latín medieval y mucho menos paleografía, cuando en otras áreas geográficas la arqueología valora especialmente la evidencia documental.

    Esta falta de cooperación priva en Galicia a medievalistas y arqueólogos de nuevos puntos de referencia con los que valora la incidencia del hombre en la organización y desenvolvimientos de nuestro marco espacial y inmobiliario ambiental.

    Pretender hacer una arqueología espacial rechazando esta evidencia es como empezar la casa por el tejado, lo que los anglosajones llaman una falacia metodológica.

    Felipe Criado Boado y Ramón Fábregas del Departamento de Historia I de la Universidad de Santiago en un trabajo reciente titulado Aspectos generales del megalitismo Galaico sostienen unos argumentos globalizados con el propósito de :[ …] trazar unas líneas maestras que ayuden al conocimiento de los monumentos que cubren buena parte de nuestra geografía y, al mismo tiempo –en la medida en que esto es posible- tratar de profundizar en la ideología e intenciones de aquellos que los levantaron. (5)

    Y el hecho de

    […] que el megalitismo es ante todo un fenómeno de dimensiones sociales y simbólicas que se expresa en base a recursos monumentales […] todos estos elementos (emplazamiento de túmulos, estructuras arquitectónicas, ajuares se combinan en base a oposiciones) que señalan diferentes formas de destacar el carácter espacial del megalitismo. (6)

    Entre las premisas que contribuyen al conocimiento del monumento funerario "moimento" y a la ideología de los que lo erigieron están las siguientes consideraciones:

    "PAISAJE CON MONUMENTOS: APROXIMACIÓN REGIONAL A LA DISTRIBUCIÓN DE MÁMOAS

    A pesar de que en líneas generales se detecta una gran uniformidad en la distribución megalítica dentro de Galicia, es indudable que existe una clara oposición entre zonas en las que son frecuentes los monumentos megalíticos y zonas en las que estso son más escasos o, incluso, inexistentes. Esta oposición se concreta en las siguientes tendencias generales:
    a) La mayor parte de los túmulos se sitúan en terrenos más o menos llanos (planaltos) y de mediana altitud, entre 300 y 600 mts. siendo sobre todo muy abundantes en los llanos ternimales de las sierras gallegas y en las superficies aplanadas que culminan pequeños cerros y colinas (chaira). En estas zonas se llegan a alcanzar densidades de mámoas casi sorprendentes, superando a menudo 1,5 mámoas por Km2 (se puede consultar a este respecto Bello et all. 198. Cirado 1988b o Maciñeira 1955-45 y 1947; como ejemplo local se puede ver Vaquero A).
    b) En cambio, son muy extraños en las tierras bajas del curso final delos ríos, en las llanuras litorales o, incluso en las verteintes y fondos de valles de las cuencas fluviales del interior; las prospecciones sistemáticas realizadas en terrenos de este tipo durante los últimos años, no han pernitido localizar en ellos ningún túmulo: Bello et all. 1987, Caamaño et all. y Vázquez Varela.
    c) Tradicionalmente se creyó que los túmulos megalíticos eran nuy escasos en altitudes superiores a los 700 metros y en las montañas orientales. Sin embargo, trabajos recientes han pernitido confirnar que en estas zonas son, al menos, tan frecuentes como en las áreas centrales de Galicia (Criado B. Ferrer A.). Estos monumentos, situados en altitudes entre 1.000 y 1.400 metros señalan una clara continuidad entre el megalitismo galaico y el asturiano. También en estas zonas el emplazamiento de los túmulos se centra preferentemente en las tierras altas.
    d) De acuerdo con la investigación ecológica y paleoambiental desarrollada en los últimos años, el marco geográfico que fundamentalmente ocupan los megalitos se correspondía con zonas de suelos ligeros, ocupadas por extensiones de quercetum mixtum y por superficies amplias,[en cambio en las tierras bajas, llanuras, litorales, vertientes y fondos de las cuencas fluviales del interior la presencia de suelos más pesados con vegetación más densa] las hacía menos atractivas para los grupos megalíticos.
    e) El último punto que debemos destacar es que, allí donde los túmulos son frecuentes, su distribución es muy dispersa, aunque en algunos casos se encuentran concentraciones muy considerables que constituyen auténticas necrópolis." Ex Felipe Criado y Ramón Fábregas (7). [La figura 1 demuestra que esto no es así]

    Si las menciones de mámoas localizadas en los montes son más frecuentes en los documentos de deslindes de monasterios, iglesarios o grandes propiedades que la mención de tumulos situados en las zonas bajas de los valles o del litoral, esto se debe a la variabilidad de los deslindes de las áreas agrícolas que dependen del avance de la agricultura y de las rozas que conquistan poco a poco y amplían nuevos espacios roturables a cuenta del bosque. Hay excpciones a esto y, en ciertos casos, se mantienen menciones documentales de túmulos/marco en tierras fértiles: sucede en los deslindes de parroquias y tenemos un buen ejemplo de ellos en la respuesta tercera del Interrogatorio del Catastro del Marqués de la Ensenada (Fig. 2).

    Otra excepción la constituye la relación pormenorizada de tierras de labranza en apeos, foros o censos, que nos permiten tener radiografías (si se nos permiten neologismo y símil) del marco físico.

    El resultado del análisis de estas fuentes se concretó en la localización (en una primera prospección) in situ de dos mámoas en la feligresía de O Val (Figura 1) delimitándola con la feligresía de Valdoviño, una de estas mámoas tiene en el agujero de violación un marco de PIEDRA con una inscripción relativa a la división de ayuntamientos; otra mámoa, cerca de la ermita de Santa Margarita; otra que sirve de marco entre O Val y San Mateo y por último, dos más que dividían Leixa y Santa Icía cerca del río Seco.

    Un total de seis mámoas aparecieron en áreas muy bajas en una prospección que no hizo más que comenzar. Los resultados de nuestro ayuntamiento son extrapolables a otros como muestran las colecciones diplomáticas de monasterios que de un tiempo a esta parte se están publicando, donde la mención de túmulos es tan prolija que sería imposible de enumerar.

    Podemos, en el estado actual de nuestros conocimientos, asegurar que el múmero de mámoas era igual –si no superior- en las tierras de cultivo de los valles, ríos y costa a la de los planaltos, si tenemso en cuenta el factor de destrucción masiva que supuso la roturación intensiva de las tierras de pan.

    Si las prospecciones realizadas en tierras bajas, llanuras, litorales, vertientes y fondos de las cuencas fluviales del interior no dieron resultados positivos a los excelentes arqueólogos Fábregas y Criado; no se debe a la presencia de suelos más pesados y a una más densa vegetación, que harían estas áreas menos atractivas para los grupos megalíticos –argumento muy débil- sino al desconocimiento de la documentación antigua; pues aún en el caso de que los túmulos fuesen destruídos totalmente, que no siempre sucede, el vestigio de lo desaparecido consta en lavieja documentación.

    LAGOA: Un topónimo repetido en el Ayuntamiento de Narón

    Esta palabra procede del latín lacus que, erróneamente, suele traducirse por lago. Etimológicamente, tiene muchos otros sentidos, uno es el de agujero. Los romanos llamaban lacunar a la abertura del tejado alrededor del atrio de la casa, que dejaba pasar la lluvia a la pequeña piscina donde se recogía, justo debajo de la magna lacuna in medio tecto llamada impluvium. “Lagoa” significa mámoa con un agujero de violación. (8)

    Hay “lagoa” de más en los montes y valles gallegos. Es fácil pensar que, dada su abundancia, este topónimo se refiere a agujeros que la erosión causa sobre el granito en el monte, peculiaridades de nuestra orografía.

    Como en Narón abundan las barreiras, se creyó que topónimos como As Lagoas se refieren a las cuevas que quedaron al extraer la arcilla para las fabricas de tejas "telleiras" , como ocurrió en Pedroso, Feal (Castro) y Sedes. Interpretaciones más técnicas de este topónimo suponen el lago asociado al túmulo al llenarse de agua la depresión formada en el lugar donde se extrajo la tierra con la que cubrieron la cámara.

    Entre la infinita gama de palabras para designar a los túmulos, hasta ahora que sepamos no se consideró la identidad de ropónimos como Lagoa o Lagoela con Moimentos, Montiños da Moura (en Nenos-A Pereiruga), Campo da Arca y Campo da Modia (en O Val) etc; indicadores claros de la presencia de túmuilos que sirven de lindes o marcos divisorios entre parroquias o ayuntamientos, que, en numerosas ocasiones, no son más que agregaciones arbitrarias de parroquias, hechas en su mayor parte en el siglo pasado.

    El límite más prominente al Norte entre Narón y Ferrol se llama Monte da Lagoa, antes de que existiese como tal el Ayuntamiento de Narón, separaba San Martín de Covas de Santa Uxía de Mandiá y Santa María a Maior do Val y, posteriormente, tres ayuntamientos: Ferrol, Serantes y Narón. Cerca de este monte se encuentra el topónimo Fonte dos Tres Alcaldes, si bien estos límites deben ser considerados parroquiales y las parroquias nacen ex novo de fundaciones de iglesias por particulares (no empezaron a tener consideración jurídica hasta el siglo XII, contrariamente a las teorías aceptadas por la mayoría de los historiadores gallegos y portugueses, como J. Fariña Jamargo (9), Alberto Sampaio crtiticado por M. Rubén García Álvarez (10) y seguida por López Cuevillas, Fraguas, Bounier y la mayor parte de los autores. Esta teoría fue recientemente rechazada (con base a datos estadísticos) por Luis Xulio Carballo Arceo, representante de la nueva y prometedora arqueología gallega en 1986.

    Nosotros estamos plenamente de acuerdo con Xulio Carballo y R. García Álvarez en considerar a la parroquia como una identidad no relacionada en cuanto a sus orígenes con los castros [Figura 1], pero la parroquia al adquirir entidad por sí misma, una jurisdicción propia independiente a veces de los cotos jurisdiccionales de la Edad Moderna, tiene unos límites antiguos bien definidos por marcos de PIEDRA, accidentes geográficos y mismo túmulos, como veremos.

    Del Monte da Lagoa, sabemos que su nombre original en la Edad Media era Lacuna Maior de Mamona. Llama la atención que el nombre más genérico para designar a la mámoa en la Edad Media: Lacus, fuese mal interpretado por la arqueología a pesar de su numerosa presencia documental. Las referencias en la documentación de Xuvia, Pedroso y Sobrado para Trasancos en este sentido se ven confirmadas de forma indubitable en un documento del monasterio de Celanova del 982, (citado por López Ferreiro) habalndo de los límites de la casa de Santa Columba en la Limia, Odoino, dice lo siguiente que no deja lugar a dudas de la identidad entre Lagoa y el megalito, túmulo o mámoa.

    Tal y como divide con la villa de Santa Columba, de Ermigildo y de Atanes y pasa Limia contra Patrono entre Mogaines y Santa Columba, y atañe por el medio del arca de tras la Limia hasta casa de Dono y por sus términos por donde empezaste, lagos antiguos y mámoas (*Lacos anticos et mamolas): Un túmulo "lago" que está tras la Limia por donde atraviesa la línea de separación que pasa por Limia y viene entre San Martiño de Caldas y llega hasta la cumbre de la villa hasta otro lago más grande por su línea divisoria hasta donde yace una efigie de hombre esculpida en PIEDRA que marca de "lago" en "lago", y de allí por sus solidísimas antas, cara al Arca Maior, hasta el Castro de Vemes y así vuelve por otros albeiros (antas PIEDRAs dolménicas de las mámoas) y llega a una fuente de mujeres (probablemente con leyendas del tipo Ana Manana. Fig 1) y luego después del río Miño entre Vilariño y monte largo donde lo dividimos firmemente con esos dueños ya mencionados en un gran concilio de ellos bajo unos “andantes”. (11)

    (*Lacos anticos et mamolas: la diferencia estriba en que un “laco” es siempre un túmulo que presenta agujero de violación, mientras que la mamolas “mamulas” están sin violar y conservan su aspecto de tetitas)

    L. Monteagudo y J. M. Vázquez Varela (12) observaron la utilización del megalito como linde.

    Nosotros podemos afirmar que topónimos relacionados con marcos que deslindan el Ayuntamiento de Narón como: Moimentos, Arca, Mámoa, Montes da Moura, Lago, Lagoa e Lagoela, deben remitirse a la cultura megalítica o al Bronce I y se refieren a los túmulos. Las Penas Chantadas o Pedras Fitas también fueron utilizadas como marcos de separación territorial en la Edad Media, se correspoden más concretamente con los menhires o con restos de losas de mámoas y de PIEDRAs figurativas con folklore, que quizás se puedan remontar en algunos casos en tormo al Bronce I de Monteagudo.

    En Trasancos tenemos suficientemente registrada la presencia de una serie de topónimos referidos a marcos territoriales tal vez relativos al inicio de la Edad del Cobre precisamente en un área, si la reducción toponímica es correcta, riquísima en este mineral.

    En muchos sitios de Labacengos (cerca de la Cuqueira y la Barqueira, etc.) hay folklore relacionado con pozos de minas excavadas en la roca probablemente romanos. Es de tener en cuenta, como pudimos comprobar en el caso de en el caso del Courel, que los yacimientos de cobre en el Bronce Atlántico se encontraban prácticamente a ras de suelo y las galerías se hacían siguiendo los yacimientos.

    El oro y el cobre eran trasladados a la costa y comercializados junto con el estaño, al menos desde el 1200 a. C. por los Tartésicos, que hacían de intermediarios. Puede que entonces se formasen áreas territoriales definidas, con un poder organizado y que empezasen a ser utilizados por vez primera los túmulos como punto de referencia.

    Hoy encontramos prácticamente todas las mámoas violadas, (13) la destrucción de los túmulos, como todas las violaciones de tumbas, es algo que debió de empezar al día siguiente del entierro. Creencias que hacen que la gente lleve consigo lo mejor que tiene para disfrutarlo en la otra vida, o en el mismo interior de la cámara, despiertan la envidia de muchos. Pero fueron las actividades roturadoras de la Edad Media, el saqueo sistemático de la Edad Moderna, la concentración parcelaria con los desmontes de este siglo, sus peores enemigos, por eso las tumbas que del período Megalítico y Calcolítico gallego se extendían en Trasancos no sólo por los montes, sino por el valle y mismo en la ribera de la ría de Xuvia desaparecieron y sólo se conservan en los montes altos de los Ayuntamientos de Narón y Ferrol sus vestigios en las áreas bajas como marco de deslinde entre Ayuntamientos.

    N. de A. Nueve años después de realizar y publicar este estudio de la Tierra de Trasancos en el primer volumen de la serie Narón un Concello con Historia de Seu, tenemos la satisfacción de ver publicada una Tesis de Licenciatura de la Universidad de Santiago dirigida por A. Rodriguez Casal de la autoría Marcos Martinón Torres leida en Octubre de 1999 en la Universidad de Santiago intitulada "Análisis historiográfico del Megalitismo Gallego: de la documentación Medieval al siglo XIX, donde se realiza un estudio completo dobre los topónimos de tumulos y megalitos, los monumentos turmulares y megalitos en los documentos históricos, el monumento megalítico como demarcación territorial, el monumento megalítico en las colecciones diplomáticas, en el Catastro de Ensenada, topónimos con vinculación a megalitos en el Diccionario Nomenclator de José Villaroel (1810); y en el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz (1845- 1850); los tesoros de los Megalitos. La destrucción de Túmulos y el proceso Judicial de Vazquez de Orjás



    Causos (veteros), “Cousos Vedros”, “Curros”, o “Curros veteros”
    Los “curros vedros” o los “cousos” enormes alineaciones circulares de grandes PIEDRAs hincadas son visibles a gran distancia en las brañas de Galicia pero invisibles o desconsiderados en el fructífero patatal de la entonces llamada – quae inmoderatio verborum - “arqueología espacial” , ahora -con más rasa propiedad- “arqueología paisajística” gallega.
    A pesar de esta desconsideración e invisibilidad -nada extraña cuantificando el valor de la mirada del “paisaje” de entonces en nuestros encubiertos seguidores de hoy-quien esto escribe pudo demostra en 1991, (pp. 25-31), la falaz y extravagante precariedad de los “modelos predictivos” de Criado, etc.
    Los “curros vedros” o “cousos”, aparecen ocasionalmente en los medios de comunicación que refieren el descubrimiento de “circulos de PIEDRA o cromlech de los celtas”, noticias desmentidas luego por los técnicos de patrimonio que que ladeando la factografía de ese período, con excesivo rigor competencial y olvido del latín refieren el inmobiliario arqueológico de los cousos a un supuesto inmobiliario arqueológico medieval, con la misma precipitada ligereza con la que datan un puente construido a mediados de el siglo XIX por la junta de obras del puerto de Ferrol en Santa Icía sobre el río de Os Amenadás (entre Narón y Ferrol) en un momento exacto del siglo XIII.
    Lo cierto es, que existiendo otrora por centenares estos curros, lamentamos que vayan quedando cada vez menos recintos circulares de grandes PIEDRAs hincadas, algunas de considerables proporciones, llamados en nuestras colecciones diplomáticas medievales “cousos”, lat. med. Causos (veteros) o “curros vedros”, lat. med. “Curros veteros” por expoliarse continua e impunemente las grandes PIEDRAs que conforman enormes recintos circulares. Aunque hay PIEDRAs hincadas y curros de diferentes tamaños y funciones, utilizados en el Neolítico Final y el Calcolítico europeo (Stannon, St. Breward; Fernacre, Camelford etc., ejemplos estos de Cornualles) ora para recoger el ganado mayor y menor que desde mayo a noviembre pasta en las brañas, ora como recintos de habitación (p. e. carn brea entre el 4000 y 3000 a.C.) para los pastores y aún en todo el Atlántico hay causos y curros asociados a grandes túmulos con cámaras rectangulares de cuatro lajas y cubierta. Monumentos tan valiosos como despreciados permanecen sin catalogar y quien escribe estas líneas no puede evitar recordar, con fastidio como con ocasión de mostrar y recorrer el Curro de Santo Tomé, uno de los más importantes conjuntos de este tipo de Galicia, a casi un centenar de cursillistas asistentes a unas jornadas de historia de Galicia celebradas en las instalaciones de la casa de turismo rural llamada Finca Galea, en O Valadouro (Lugo) corría el año XXX los eruditos ponentes de la tarde señores Ramil, espetaron a los asistentes que con bastante retraso regresaban de la excursión un “todo o que vos ven de decir do curro André Pena é unha tontería”, memorable bienvenida hoy difícilmente repetible, al menos tras el telón de grelos, por el interés que el descubrimiento de los curros Atlánticos despierta ya en la arqueología castellano-leonesa.
    Aumentando ahora la presión sobre los montes, es fatal circunstancia, el hecho de que en Galicia los “curros vedros” o los “cousos” no gocen todavía del normal reconocimiento y consideración de monumentos megalíticos, a pesar de ser este inmobiliario arqueológico en el área cultural de la Europa Atlántica que compartimos conocido y estudiado desde hace mucho tiempo (Crossing, 1912; Brailsford 1938; Daniel, 1950; Harvey, 1953; Hoskins, 1954; Worth, 1967, Simmons, 1969; Barber, 1970), como amistosamente le recriminabamos recientemente a Ramón Fábregas, esta situación los priva, esperamos que por poco tiempo, del derecho a la misma protección que tienen las mámoas aunque hace unos días D. Alberto Gozález Fernández, arqueólogo de la empresa Adobrica Arqueoloxía, a quien venía exponiendo en conversaciones privadas desde hace tiempo mi preocupación por este patrimonio inmobiliario, me comunica que acaba de enviar la ficha de catalogación de uno de estos curros a la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia.
    Adscrito en la Europa Atlántica al Neolítico Final y al Calcolitico, nuestro Tonto Inmobiliario Arqueológico, se localiza principalmente en las brañas (prb. lat. ueranias) y encharcadas turberas de los planaltos, es el caso de los monumentales “curros” de Santo Tomé en el Xistral, Lugo y de la Capelada entre las tierras de Arrós y de Labacengos, registrándose tambien estos cercados en los suelos fértiles y bién regados de la costa, o próximas a la costa como los curros de la Terra de Bergantiños.
    Presentes en toda Galicia los “cousos” o “curros conforman un monumental, real, importante inmobiliario arqueológico Atlántico de recintos circulares con función y tipología variable. En ocasiones como parece ilustrarse en A Capelada algunos de estos recintos de diámetros mucho más pequeños, con un túmulo en el centro parecen señalar la presencia de una cámara funeraria (el término corriente de las cartas y de los diplomas medievais causo de Armada, con la debida reserva, podría aludir a este fenómeno muy común en el Atlántico), aunque lo más habitual en estas brañas es encontrar grandes cercados elípticos, aprovechados y reaprovechados muchas veces, hasta el punto de que aún hoy reforzados con pastores eléctricos se emplean para guardar el ganado en larga y admirable continuidad de uso. Pensadas quizás para albergar y para defender de los depredadores (el lobo) al ganado de los primeiros trashumantes.
    En estos “curros” unas PIEDRAs hincadas, máis pequeñas, no muy distantes unas de otras conforman un recinto diferente a los anteriores, no se disponen de forma circular o elíptica sino que, albergando en su interior lo que parecen ser plantas de cabañas, rodean totalmente un polígono irregular alargado de esquinas redondeadas, asentamientos que parecen muchas veces reaprovechados a lo largo de miles de años.
    Aun se podría distinguir una tercera tipología constructiva en los curros de pequeños cierres elípticos que quizás, con la reserva de lo que demuestren las intervenciones arqueológicas, sirvieran para proteger de las correrías nocturnas del jabalí cierto tipo de cultivos de primavera como las hortalizas.

    Los cousos o curros atlánticos podrían obedecer tal vez a una división bipartita del año. Como fija hoy con el inicio de la luna nueva el clero cristiano la entrada de la cuaresma, fiesta que duraba un mes y medio lunar en la que se pagaban los impuestos a los señores y los diezmos a la iglesia, en el mundo indoeuropeo correspondía a los clerigos, armonizar la conjunción de los meses (lunares) del calendario agropecuario con los solsticios y con los equinocios del año solar, confirmarían este aserto los calendarios celtas de Coligny y de Collique.

    Ante el frío y la noche invernal, en su inmensa indefensión, según lo piensa Frazer, nuestros ancestros idearían mecanismos de revitalización para ayudar al sol en su aparente declinar (considerado como un luminoso disco transportado en la mano divina o en el carro del dios conductor tirado por ciervos, por bueyes o por caballos) prendiendo de nuevo en la débil mano celeste del “dios de la rueda solar”, con una luz y con un calor terreste, la celeste luminaria del Sol que se apagaba, reencaminando sus débiles pasos decadentes.

    Conmemorando las luminarias que para avisar a la Virgen María del nacimiento de su hijo hiciera el padre del Bautista, las hogueras de la festividad cristiána de San Juan, tienen como contrapunto el llamado en Galicia “Tizón de Nadal” que conmemora el nacimento de Cristo, la llegada de la “Luz del Mundo” en el solsticio invernal, según la frase:“conviene que mengue yo para que crezca Él ” atribuida a San Juan por los teólogos medievales.

    Más tal y como lo mostrara explicando el complicado mecanismo de encaje del calendario solar y lunar en el ciclo agropecuario anual el mitólogo comparatista de la Universidad de Santiago, Fernando Alonso Romero, nuestros abuelos celtoatlánticos, tal vez heredando a su vez de sus abuelos neolíticos, los constructores de megalitos, esta costumbre, dividían con una serie de festividades el año en una estación clara, el Verano, y en una estación obscura, el Inverno.

    En la antigua creencia, no por generalizada menos errada, de que el pastoreo precede a la agricultura, Frazer vió que estas fechas poco relevantes para el laboreo del campo eran fundamentales para el ganado, verdadero soporte de la riqueza campesina, porque como lo atestiguarían los circos de PIEDRAs hincadas para guardar al ganado llamados “curros vedros”, de adscripcción neolítica y calcolítica, en mayo se llevaba el ganado a las brañas a los pastos de fresca hierba, y es en noviembre cuando se decidía su vuelta a la seguridad de los poblados y al calor de los establos.
    Es coherente que, como lo sostiene Frazer, el valor tan grande del ganado mayor fuera lo que hizo que los antepasados de los celtas dividieran el año en dos mitades, y que siendo esencialmente pueblos pastores (p.e.“Domo Vacoeco”) esos protoceltas, o sus abuelos celebraran esta trashumancia, la marcha a las “brañas” (prb. del lat. verania) de su ganado a comienzos del verano y de nuevo su estabulación a comienzos del inverno.
    El primeiro de mayo y el primero de noviembre en el Atlántico marcan claros momentos de viraje climático, anunciando mayo la rica vegetación estival, las promesas de los venideros frutos con la llegada del calor y de las flores, mientras que noviembre augura, si es que no lo trae puesto, el frío y la obscuridad del año invernal donde solo junto al hogar se hace el dia cuando llega el fistor (cuenta cuentos).

    En este contexto la razón de las celebraciones de las fiestas de los mayos tanto como la razón de la celebración de las fiestas de los difuntos podrían responder dentro de la más pura tradición celta de la intencionalidad simbólica, al hecho de que la división celeste del año consonte con los solsticios y con los equinocios venía precedida en el Atlántico por lo que se denomina una “división terrestre” de acuerdo con el principio de la percepción humana y animal del verano y del inverno.

    De los tres ciclos de fiestas agrarias, se han señalado ciclos propiciatorios que inaugura estas celebraciones, el llamado “ciclo de maio”, o “ciclo del fuego”, cuando tiene lugar la floración de la mayoría de las plantas y la aparición de los primeros frutos que dura hasta San Juan (solsticio de verano), mientras que en el llamado “ciclo de las cosechas”, ciclo de la recompensa al trabajo y de la hartura marcadamente más festivo y gastrónomico, de Julio a octubre, la comensalía familiar y colectiva pesa mucho.

    Si el origen de las celebración de noviembre fuera Neolítico coincidente con la salida del ganado de las brañas durante el invierno, por lo que hemos dicho en los precedentes parágrafos, cabría relacionar la representación ritual del abandono de los cousos y curros de las tierras altas ante la llegada del invierno con la noche del 31 de outubre, cuando comenzaba el año nuevo celta celebrándose aún en la isla de Man la muerte de la tierra. Marcando la transición del otoño al invierno esta noche abriéndose entonces un espacio atemporal de grandes peligros con tres meses: noviembre, diciembre y enero, fuera del tiempo. La Víspera de Todos los Santos “All Hallow´s Eve” o “Hallowe´en” es en el Atlántico, desde antiguo, la noche en la que las ánimas retornan a sus hogares, visitan a sus familias, se calientan junto al fuego del hogar y disfrutan de la comida que con cariño y para honrrarles les han preparado ese día los parientes.

    Con independencia de estas consideraciones El Tonto Inmobiliario Arqueológico de los “curros” o “cousos” está asociado como sucede en las Islas Británicas a túmulos del Neolítico Final y de la Edad del Bronce, tumulos a modo de largas cistas (Petit 1974, p.72, 90) de cámara monumental simple formada por cuatro grandes ortostatos cubiertos por una gran PIEDRA rectangular. Cistas similares a la de Rillaton, Minions, Cornualles en la que en 1818 apareció un esqueleto junto a un puñal de lengüeta y la, por largo tiempo perdida y reencontrada luego en el vestidor del rey Jorge V, famosa copa de oro de Rillaton similar a las tipologías de las vajillas micénicas, algo posterior a los vasos de Caldas, aunque participando del mismo horizonte ideológico y cultural que no hace imposible concebir el tesoro de Caldas como resultado de una acumulación de un expolio masivo realizado en muchas cistas monumentales de este tipo y ocultado luego con precipitación.
    Estos tumulos en los casos que conocemos presentan exclusivamente cámara monumental simple y rectangular a modo de largas cistas (Petit 1974, p. 72, 90) aunque tambien aparecen asociados a un variado inmobiliario adjetivo de alineamientos de enormes PIEDRAs hincadas, a grandes PIEDRAs aisladas de forma discoidea ¿marcos territoriales? y aún petroglifos todavía en fase de estudio.



    APARATO CRÍTICO

    (1) T. S. II, fol. 148 rev.; T. S. II, fol. 138 v.

    (2) Cap. XXIII, 306-349. (Aunque compuesta en el siglo VIII, la Ilíada relata hechos que ocurrieron mucho antes del 1200 a. C., en el bronce y, ya entonces, en plena cultura de túmulos se hacían hipótesis sobre del sentido de los dólmenes. Ambos sentidos, tumba y linde, que ya entonces tenían y mantienen hoy.)

    (3) El Celeiro de Mariñaos ( del territorio político autónomo celta de los Namarini) toma su nombre de un almacén de alimentos donde se guardan éstos en Cellae o habitaciones: Cella vinaria para el vino; panaria para el pan, etc., disponiéndose en él provisiones para todo el año.

    El texto latino procede de lalectura directa hecha por el profesor D. Manuel C. Díaz y Díaz en la Antología del latín vulgar. Ed. Gredos. Madrid 1974, pág. 212-213.

    […]ut darem eis locum orationi in cellario nostro qui est inter Iube et Masona, Inter ribulum Alesancia et Mera, locum que dicitur Lucis determinatum de Ipsa uilla ubi Ipse noster mellarius abitavit Espasandus, et per Illum pelagum nigrum, et iusta montem que dicitur Farum, et per Illas sasas aluas et per Illa lacuna usque in alia lacuna, et usque ad petra ficta et per illa lagenam et per ipsum ullare que cicitur Tabulata per ipsa strata qui esclude terminum: usque in locum que dicitur Arcas, et arogium que dicitur Comasio, cum omnem exitu et regressu suo, castros duos[...]

    La reducción toponímica de este lugar parece imposible.
    [Esto lo escribímos en 1991, hoy sabemos que el Lugar es el llamado Celeiro de Mariñaos y Espasante, cerca de Foz (A Mariña Lucense)]
    (a) Carré Aldao. Geografía General del Reino de Galicia, T. VII, pág. 698: ...”río Soutullo... o río Cariño o de las Alentias...” (en Cariño).

    (b) Carr. Ald. ob. cit. ib. pág. 703: ... “Se encuentra el muelle al descubierto al Noroeste y con fondo bastante sucio...” (referido al puerto de Espasante, Ortigueira).

    (c) Carr. Ald. ob. cit. ib. pág. 698: ... “el cerro castrillón y pico faroleiro”

    En la cima del monte do Castelo cerca del Castrillón (299 metros de altitud) encontramos una sólida construcción de planta rectangular y un largo muro recto. Presenta la particularidad de que las hileras de PIEDRA se colocan sobre mezcla hecha de cal pura (posiblemente romana).

    (d) Posiblemente a la actual Pena Branca (encima de Cariño).

    (e) Lagoa. lat. Lacuna = lagoa = mámoa.
    (f) ¿Un menhir del Bronce I?

    (g) Lagena variante de Lacuna.

    (h) cf. (a).

    (i) ¿Lugar de Calzada? (Santiago de Landoy, Cariño).

    (j) Topónimos que indican la presencia de túmulos en el lugar.

    (4) Tumbo de Sobrado I, núm. XLII. López Ferreiro. Historia de la S.A.M.I. de Santiago. Apéndices. (Doc. I 1899).

    (5) Ibi. pág. 48. “Aspectos generales del Megalitismo en Galicia”.

    (6) Ibi. pág. 49.

    (7) Ibi. pág. 49.

    (8) El ayuntamiento, que toma el nombre de una de estas parroquias, San Xiao de Narón (de arriba), está constituido por una agregación arbirraria de parroquias de la tierra de Trasancos. (a)

    Estas parroquias acaban de perfilarse en la Edad Media, entre los siglos IX y XII, y surgen precisamente a partir de la iglesia que los habitantes libres de la aldea: vicus, pagus o castelum (castro) construyeran tras su cristianización en un sitio olim de semper sacrato, donde ya se celebraba probablemente un viejo culto con anterioridad a la introducción del cristianismo. El pseudoparroquial de los suevos más que las parroquias propiamente, se refiere a territorios o diócesis antiguas civitates/populi.
    Suponemos que en la organización hecha tras la llegada de los suevos, o vicus, pagus o castelum, las unidades de habitación, tenían originariamente un territorium propio, unos límites y términos antiguos bien señalados y suficientemente conocidos a su vez por todos los habitantes de l os castros de la tierra de Trasancos que integraban la (a) civitas-populus de Trasancos, teniendo como vecinos por el este el territorio de Labacengos (Lapatia(n)cos) y Arros (os Ar(r)o/trebas, literalmente territorio de los Arronios o Arrons de Plinio) (b) y por el sur los de Bezoucos (Besancos) (c) por citar algunas de las muchas civitates con subdivisiones territoriales políticas de las que ignoramos actulamente el carácter dentro del mundo de los Artabros.
    Ptolomeo habla de unos Nemetanos, un nombre parecido al que debían de tener los habitantes del territorio de Nendos (tierra de Nemitos), que toman el nombre de un *nemeton = lugar sagrado o santuario.
    La documentación medieval de Xuvia y la epigrafía latina gallega nos permiten sostener la hipótesis de que las terrae (de Trasancos, Nendos, Lapacengos., etc.) medievales se corresponden con las civitates-populi de las fuentes clásicas, como más adelante veremos.
    Siguiendo el concepto de Tácito, podemos definir una civitas como un conjunto de castros situados en un territorio o comarca, con una serie de elementos en común que trataremos más adelante. (e)
    Cada uno de estos castros, habitados en Trasancos por lo menos hasta el siglo V d. C. como nos permiten suponer las monedas encontradas en Eiravedra, Sedes, seriá el núcleo de donde saldrá posteriormente la villa medieval y su territorio. Esta villa, “que nada tiene que ver con el fundus romano de este nombre” (f), mantendrá los límites y ligares antiguos del primitivo castro, pero en las partes bajas dominadas por los árboles, los lindes del viejo núcleo de la población, unos claros en el bosque, van a sufrir modificaciones al ampliarse las roturaciones entre los siglos IX y XI, período en el que por lo menos se duplica la población y se crean casales en terrenos de ganancia abiertos al bosque, por campesinos de cara tiznada que prendiendo fuego aquí y allá ganan tierras de cultivo duramente mediante rozas. El casal, originariamente una casa aislada pasa luego a ser una aldea más que se une a la villa originaria. De este modo son ampliados durante la Edad Media los términos y lugares antiguos que delimitaron el territorium primitivo de un asentamiento desde las Edades del Bronce final y luego del Hierro. Sólo los ríos detendrán este proceso de ampliación por roturación por poco tiempo, ya que los mismos ríos serán franqueados por multitud de puentes de PIEDRA y de madera y el proceso de ampliación continúa en nuestros días.
    En las zonas de montaña no se producen esas ampliaciones a cuenta de los bosques. El aumento de población y el hambre de tierras, se nutre de tierras del Valle de Pedroso y de las vastísimas tierras bajas de la inmensa llanura de la tierra de Trasancos (g). Los megalitos construidos en los albores de la Edad del Bronce servían ya de marcos y desde entonces permanecen, junto con los topónimos que de ellos se derivan, como divisiones inmemoriales de los límites de nuestro Ayuntamiento y de la Comarca en general.
    (a) Plinio, Nat. Hist. IV, III: “... y por fin el convento lucense desde el río Navia, con los Albións, Cibarcos, Egos, Varros de nombre Namarinos, Adovos, los Arrons, los *Arro/trebas [deben de ser el mismo populus, recordemos que en celta *Trabo = aldea aparece seguido de numerales lo que indica su pertenencia a unidades políticas (civitates/populi) según Caro Baroja y *trifu en Umbro significa territorio, los mismos que se corresponden en la Edad Media con el arciprestazgo de este nombre: Arrós . El promontorio céltico y los ríos Florio y Nelo, etc.”
    (b) En M.A.H.C. López Ferreiro gistoria de la S.A.M. Iglesia de Santiago. T. II, Apéndices (doc. del año 830).
    (c) Ptolomeo tabla II, 6, 40, aunque estos se encontraban entre el Miño y el Duero, una civitas/populus parecida debía de ocupar el territorium del actual Nendos (*Nemancos Lóp. F. ob. cit. T. II, Ap. núm. II, pág. 7).
    (d) Cara a finales del siglo I d. C., las comunidades indígenas toman nombres romanos y las viejas civitates cambian el nombre por el de Respublicae. Así fueron primero una civitas, después una respublica o forum y luego un territorium o tierra (por ejemplo: tierra de Trasancos, tierra de Lapacengos, etc.) sin cambios estructurales profundos.
    (e) En contra de la tesis tradicional de Alberto Sampaio (Las villas del norte de Portugal en Estudos I, pp. 3-254) quien imagina una sociedad indígena con sistema colectivo de explotación de la tierra que los latinos transforman en villae, unidades agrarias y fiscales, fraccionando los territorios castreños.
    (f) El topónimo Lagoela, asociado siempre a las montañas, por ejemplo los Montes da Lagoa, que tienen su punto más alto en Lagoa (Vilarquinte), cerca de la Fonte dos Tres Alcaldes y del monte Sabugueiro, separando el Ayuntamiento de Narón del de Ferrol.
    Toman nombre de la cima de un monte llamado en la Edad Media, Lacuna Maior de Mamona, y sirve de división territorial. Insistimos en que no puede haber una laguna en las laderas de un monte; la palabra latina lacuna significa también agujero e indica la presencia de una mámoa. Está muy claro en Nenos con Lagoela o, ya en el ayuntamiento de Moeche, con Lagoa, cerca del Monte Cadaval. El Chan da Lagoa (San Lorenzo de Moaña X. C. Villaverde Roman, Lendas de Moaña RCN 1988).
    (g) Reciemtemente apareció un hacha de PIEDRA pulida en el Ponto, en el sitio llamado Lugar das Lagoas.
    López Ferreiro, obra citada T. II. Apéndices, pág. 184.

    (9) La parroquia rural en Galicia. Madrid 1975, pág. 49ss.

    (10) Galicia y los gallegos en la Alta Edad Media. DemografíaI, pág. 113 ss. 1975.
    (11) Quomodo dividet cum cilla Sancta Columba, Ermigildi et Atanes et transit Limia ad Patrono intra Mogaynes et Sancta Columba et feret in Arca tras Limia ad casam de Domno et per suis terminis ubi inueveritis lacos anticos et mamolas. Vno laco qui est Tras Limia unde venit liniolo qui transit per Limia et venit inter Sancto Martino de Cálidas et feret in cima de villa ad alio laco maior per suo liniolo ubi iacit efigiem hominis sculpta in petra que testificat de laco in laco et inde per suos moliones firmissimos ad Arca Maior ad Castro de Vemes et sic tornat per alios moliones et feret in fontem de mulieres deinde postea mineo rio inter Villarino et Monte Longo per ubi formissime divisimus cum ipsos considerantes atque certius dividentes et omnia firmissime permanentem. Statuentes devenimus ad arcas maiores de Sancta Eolalia inde primiter inquoavimus. Notum die ipsas kalendas octobris discurrente tunc era XXª post. Mª.

    (12) Raíces de Galicia, (Sálvora, Santiago de Compostela 1980).

    (13) Sobre la apertura de mámoas a principios del s. XVII (BRAG., tomo III. 1909), cuenta Martínez Salazar que Pedro Vázquez de Orjas, clérigo, señor del Coto de Recimil en Lugo, consiguió del Rey Felipe II en el año 1609 una cédula para abrir las cámaras dolménicas y coger los tesoros de los gentiles galigrecos. La expoliación superó las tres mil cámaras, dato que habla a favor de los enterramientos individuales.

    Esto se plasma en nuestro folcklore en la idea de tesoros guardados dentro de ellas.

    Probablemente los enterramientos en emplazamientos de cierta altura y un poco escarpados obedezcan más a la necesidad de preservarlos o tenerlos a la vista, que a la vocación ganadera de los pobladores.

    De hecho, no lejos de estos yacimientos existen leyendas de ciudades sumergidas [del Ciclo de Valverde donde un dios disfrazado de mendigo hunde (g. asulaga) la ciudad que viola el principio de la hospitalidad]; estas se crean, según nuestra opinión, para dar explicación al hecho aparentemente incomprensible de la inexistencia de poblados junto a las necrópolis.



    CAPÍTULO III

    MÁMOAS, OBJETO EN LA FUNCIÓN


    OBJETO EN LA FUNCIÓN

    Recientemente Alberto López Fernández e Ignacio García Novás, del equipo de Arqueología de campo del Ayuntamiento de Narón, finalizaron una catalogación provisional de mámoas, en su mayoría inéditas, de la tierra de Trasancos. Las mámoas encontradas hasta ahora son 65, repartidas en cuatro áreas: Monte de Nenos con 16 túmulos; Zona Baja de O Val y Leixa con 6 mámoas; Monte da Cha, Brión con 30 túmulos y Monte de Campaiñas-Mougá con 13 mámoas. Al encontrarse la casi totalidad de los túmulos violados y no apreciarse en ellos restos de chantas, con la reserva que exige el hecho de que ninguno de estos túmulos fuese excavado, creemos posible que la mayor parte de ellos careciera de soporte, no siendo propiamente megalitos y debiendo situar entre el 2100 y 1800 a.C. la mayor parte de ellos.

    El concepto de Neolítico clásico no sirve para ser aplicado en sentido estricto a Galicia, donde únicamente podemos hablar propiamente de la Cultura Megalítica o Cultura de las Mámoas, haciéndola arrancar de un Neolítico final (3000-2700 a.C.). Nos referimos hasta ahora, a las mámoas como lindes aún en uso dentro del Ayuntamiento; pero no fue ese el fin para el que las mámoas fueron inicialmente concebidas y construidas, quizás por unas gentes relacionadas con Oriente (la cultura de Ghassul, Palestina).

    ¿Qué son y quiénes están enterrados en las mámoas?

    A la primera pregunta podemos responder; a la segunda, hasta ahora, sólo suponer.

    Presentan el aspecto desde lejos de montículos pequeños, por eso lass del monte de Nenos llevan el nombre de Montiños da Moura. (1) El moimento consta del túmulo, diversos elementos dentro del mismo y la cámara megalítica, hecha excavando fosas al nivel del suelo para meter las losas, levantando en primer lugar la losa de cabecera, inclinando luego las otras losas sobre ella y apoyándolas unas sobre otras, hasta cerrar espacio de la cámara.

    Los montículos, también llamados Medas por la semejanza con los haces de trigo apilados en torno a un palo antes de la malla (lat.=meta), están compuestos por tierra vegetal muy negra e impermeable que, en ocasiones, contienen en su interior soportes que pueden ser de diversa tipología: rectangulares, poligonales, con círculo de PIEDRA, alrededor del dolmen basal o a media altura (losetas de piarra, en Coruña, Cedeira y Mañón, con agujero para que saliesen las almas en las sucesivas reencarnaciones, colina redonda en Barbanza y Monte de San Cibrán, Rairiz, SW. Ourense). La orientación de la entrada al Este es muy frecuente y al sureste, etc.

    La documentación medieval muestra que los abundantes lacos et mamolas, términos con los que se designan estos megalitos, se encontraban abundantemente tanto en los valles como en las colinas, tanto en el interior como en la costa. Sucedió que la actividad agrícola provocó y provoca su destrucción el las áreas que se dedican al cultivo. El critero de discriminación seguido para ubicarlas vendría tal vez dado, aparte de consideraciones religiosas, por el hecho de la existencia de una cantera próxima (casi siempre) en los alrededores del lugar elegido. Carece de sentido la extendida creencia de que las mámoas se hacían en los montes para “ser vistas mejor” y otras explicaciones como ésta, que según nuestra opinión no sólo no significan nada, sino que además reflejan cierto estado de precariedad en los planteamientos metodológicos del estudio de nuestra prehistoria. En Nenos podríamos tener una de estas canteras con dos chantas que quizás fueron extraídas de ella y por un motivo que desconocemos no se llegaron a colocar.

    En Trasancos en las zonas 1,4 y 5 los túmulos se organizan en verdaderas necrópolis en torno a un túmulo muy dominante sobrepuesto jerárquicamente a los monumentso de cotas más bajas de los alrededores, como ocurre en otras zonas de Galicia y Portugal (Castro Laboreiro, Alijo; mámoa del Alto de Catorina; Sobranceira a la famosa necrópolis de Cha das Arcas en Carrazedo do Alváo (Victor Oliveira Jorge).

    De la cantera se extraen las antas, largas losas generalmente de granito con las que se montan, en torno a la chanta que se toma como punto de referencia, las cámaras. Para algunos autores verlas desde lejos permitiría su vigilancia y cuidado, pero la pervivencia en los montes de las modias o mámoas, viene dada por la inaccesibilidad de las mismas y por el hecho de que fueron utilizadas como límites territoriales fijos y no destruídas por la ampliación del territorio agrícola, como las de la llanura, donde sólo quedan en muchas ocasiones utilizadas como marcos en nuestros días, en las divisiones entre feligresías históricas, como en los casos siguientes:

    En Trasancos aparecieron en los trabajos agrícolas, con cierta frecuencia hachas de PIEDRA en las tierras de cultivo como testigos de su desaparición a medida que avanzaban las roturaciones. En la Casa da Cultura de Narón tenemos un hacha de sección dilíndrica de PIEDRA pulida muy antigua procedente del Lugar das Lagoas en el Ponto y sabemos de otras hachas que fueron encontradas cerca de Santa Icía, en zonas completamente bajas y sin embargo ricas en estos yacimientos funerarios en un pasado próximo tal y como muestran los foros del monasterio de Xuvia, los de Pedroso, la documentación de la Casa do Monte, el catastro del Marqués de la ensenada, etc., en mjltitud de ocasiones (Agro de moimento en la Faísca, Leira do Medoiro en Serantes, etc., por citar algunos). Las tierras del Val de Trasancos y mismo de a ribera estuvieron siempre salpicadas de mámoas que nunca fueron excludivas de las zonas altas como las mámoas de la Coba, en el lugar de Vilaverde que dividen Leixa de Piñeiros; las mámoas llegaban mismo al la propia orilla de la ría como el Arca de Curromalo, hoy Corribó en la ribera del Couto de San Martiño. (2)

    Estos montículos con forma de tronco de esfera, señalan claramente el lugar de los enterramientos, al mismo tiempo que los contienen. Se conocen en Galicia con muchos nombres: mámoas, modias, medoñas, medas, montiños, lagoas, arca, etc. por citar únicamente algunos de los nombres con los que aparecen mencionados en la toponimia actual y documental del Ayuntamiento.

    La planta de las mámoas de los Montiños da Moura es con frecuencia circular; quizás cuente alguna con la presencia de un corredor, dato que conoceremos cuando se hagan excavaciones. Por lo general, en Galicia las dimensiones se mueven en torno a los 10 y 30 metros de diámetro y 1 y 3 metros de altura. En este contexto, las de nuestro Ayuntamiento alcanzan unas dimensiones considerables. Varias mámoas de Nenos presentan probablemente un anillo periférico de PIEDRAs en la parte basal del túmulo, apreciables en dos de ellas a causa de un desmonte y un incendio. Estos anillos indicarían el límite máximo de extensión del túmulo en el momento de su construcción. Al menos una, lo cual no es muy frecuente, está aparentemente intacta.

    La tipología varía, muchas de las mámoas de Nenos parece que no presentan soporte lítico. En Galicia, en mámoas de este tipo, se encontraron piezas metálicas y cerámica campaniforme y su cronología es más reciente, pudiendo llegar al Bronce I. De una de ellas, el expoliador dijo que cuando la abrió, estaba cubierta por el interior de PIEDRAs, como haciendo una cúpula. Del conjunto de los 16 túmulos de Nenos, dos podrían tener cámara poligonal y al menos uno parece poseer corredor, siendo la mámoa más grande y visible del conjunto, (se hace necesario excavar en el futuro algún conjunto de ellas porque de este área no conocemos nada), de hecho se conservan dos probables chantas, una al lado de la otra junto a la cantera de donde las extrajeron, que no llegaron a ser utilizadas.

    Es imposible contar los soportes de la cámara de la mámoa que parecen tenerlos en Nenos, pero en Galicia éstos oscilan entre 5 y 9 por túmulo. Originariamente, las chantas iban cubiertas por una gran losa o dos inclinadas cara al interior. Las bases se aseguraban con PIEDRAs. En Brión, algunas mámoas presentan a la vista una coraza de PIEDRA. El interior de las cámaras estaría profusamente decorado con pinturas o gravuras en las chantas, quizás también pintadas con motivos geométricos de formas quebradas u onduladas, que no responden a elementos de culto (serpientes por ejemplo), sino a motivos decorativos que hacen referencia probablemente a telas coloreadas, que en ocasiones cubrirían también las cámaras.

    Quizá a lo largo del Megalitismo se dio un proceso que pasa del igualitarismo diversificado a la presencia de diferencias jerarqueizadas e indicarían el paso a sociedades estatales. En Galicia posiblenente existieron enterramientos colectivos, auténticos osarios donde se recogerían los huesos previo descarnamiento al aire libre, pero los túmulos que tenemos, por lo menos en Trasancos, deben ser considerados enterramientos individuales, pues aunque dentro de él se enterrasen varios individuos, desde el momento en que se cierra la cámara no parece que se pudiera volver a abrir. Esto exige la presencia en las inhumaciones de incividuos diferenciados dentro del moimento, con el cuerpo entero probablemente e enxovais.

    AS ALFAIAS

    Nos enxovais de las cámaras se encuentran armas, machados, puntas de flecha, etc. De este repertorio también tenemos representación en Trasancos, se encuentra en manos de coleccionistas particulares y fue encontrado en los túmulos del Monte do Seixo y en diversos puntos de Trasancos, (cerca de Chamorro, en el Prioriño, en As Lagoas do Ponto (Xuvia), Nenos, Santa Icía de Trasancos, etc.)
    Abundan las piezas utilitarias escaseando más las de adorno; sólo en Nenos se encontró una PIEDRA ¿elemento ritual? muy decorada, que quizás pueda ser puesta en relación con los ídolos “placa” que representan un búho. En general son hallazgos fortuitos y dispersos y a veces de confusa procedencia, no obtenidos en una excavación científica. En la cultura Megalítica aparecen muchas veces (Chan de Castiñeiras, Chan de Armada, Morrazo) junto con herramientas relacionadas con la agricultura, microlitos de hoces, prismas de cristal de roca y cuarzo, molinos de muela dormida, eixadas, bipennes y mazas de PIEDRA.

    Destes enxovais funerarios, ¿debemos obtener como único dato cultural, la presencia evidente de una agricultura y ganadería (no registrada), en un horizonte socialista y feliz, o bien, debemos tener presente además la posibilidad de la existencia de actividades bélicas, como resultado de la acumulación de riqueza por grupos pequeños ligados a territorios, las primeras aldeas concretas, para los que suponemos la posibilidad de contar con ganado y despensas con remanente agrícola? Esta es una cuestión poco clara. Se tiende a afirmar (sin bases suficientemente sólidas en que sustentarse), que los primeros túmulos corresponderían a grupos sociales que practicarían una especie de “comunismo” agrario, ejerciendo también la ganadería de ciertos animales domésticos de los que obtenían diversas utilidades, como: leche, lana, transporte y combustible y posteriormente la llegada de elementos de Portugal (sepulcros de corredor, puntas de flecha largas de base cóncava, alabardas, cerámica decorada incisa) derramarían discordia y muerte sobre tanta felicidad.

    Los estudios del fenómeno megalítico cuentan con una larga tradición en la Península Ibérica desde finales del siglo XIX. La llegada de los hermanos Siret a Cuevas de Almanzora (Almería) en 1880 servirá de partida para el estudio de los sillares o Almizaraque, junto a la publicación por Cartaihac de Les Ages prehistoriques de L`Espagne et du Portugal (1886). Después Estacio da Veiga se ocuparía del megalitismo del Algarve y Gómez Moreno de Antequera.

    En Catalonia aparece la tesis del profesor Pericot sobre los moimentos de Cataluña y los trabajos de Serrá Vilaró (1926). En el País Vasco trabajan Aranzadi, Barandiaran, Eguren y Elózegui recoge en un catálogo sus trabajos.

    De Asturias se ocupó Vega del Sella (1919) continuando por Uria Riu (1940) y J. M. González, Recuento de los tómulos megalíticos asturianos, 1973.

    En Galicia fue donde alcazó mayor interés el estudio del megalitismo con Murguía (1888), que afirmaría que apenas si hay una tierra sin cultivar en que no existiera una mámoa y López Cuevillas que destacó la afinidad entre el megalitismo gallego y el portugués (1920) estudiado en ese tiempo por Alves, Botelho, Correia e Leite de Vasconcellos.

    Siret y sobre todo Obermaier (1919) se ocuparon de Andalucía. Como síntesis de todo ello en 1943 aparece o Corpus dos Leisner (I tomo en 1943), quienes añadirían a su gran obra Megalithgräbe der Iberischen Halbinsel los volúmenes dedicados a Portugal.

    Esta etapa de la investigación está influenciada por el difusionismo del fenómeno megalítico y las vías seguidas en su expansión ex oriente lux fueron atribuidas “a la colonización micénica”, excepto Cartaihac y Aoberg y a posteriori Bosch Gimpera.
    Almagro, Arribas, Blanco, Maluquer, Sangmeister, Monteagudo y Schubart se centraron en el estudio de los aspectos cronológicos.

    Con la generalización de las dataciones absolutas en los años 70 (c.14 y termoluminiscencias) se abandonan las tesis orientalistas e hiperdifusionistas y se impone la anterioridad cronológica de la fachada Atlántica respecto a los otros territorios.

    Basándose en un método comparativo afinado, el profesor L. Monteatudo está revisando las viejas tesis y considera innegable, en períodos concretos, la presencia de influencias mediterráneas en el fenómeno megalítico atlántico, de manos de prospectores de metales.

    Se decía que en algún momento antes del quinto milenio antes de ahora, para algunos autores (5940 años según datos obtenidos en el Chan da Cruz, Vilaboa) llegaron a Galicia, ¿desde Portugal? los primeros constructores de megalitos, que parecían tener cierta organización social por la complejidad de sus intercambios y trabajos “comunitarios”, testimoniados por la existencia de grandes túmulos funerarios: como el número 1 de la Moura, (Nenos) uno de los más grandes de Galicia; o los que al parecer existieron en la Edad Media en los montes da Lagoa, donde uno de estos túmulos es designado en el Tumbo II de Sobrado, con el nombre de Lacuna Maior de Mamona.

    Hoy en día la cronología se amplió situando el inicio del megalitismo mucho antes del 3000 a.C. (Neolítico final), perdurando hasta el año 1800 a.C. (Cobre final y Bronce antiguo), y esta cronología aún se afinará mucho más tendiendo de nuevo a reconsiderarse viejas tesis orientalistas (relación con el Egeo) que hace diez años o menos, se rechazaron teniendo en cuenta que:

    Los antiguos viajaban y se relacionaban mucho más de lo que a primera vista parece. (3)

    Si los hombres y mujeres de esta cultura podían guardar sus cosechas obtenidas por rozas, también sería lícito atribuirles capacidad de organización para robar las de sus vecinos. No debemos olvidar que la guerra es un invento neolítico. Estamos hablando de una cultura agraria y, por lo tanto, han de tener asentamientos (y organización social, política y religiosa) aún no encontrados, pero que a lo mejor, como sucede en otras áreas similares a la nuestra (Inglaterra), coinciden alguna vez con el lugar donde dos mil años después se construyó un castro.

    Para el profesor Dr. Vázquez Varela levantar un sepulcro megalítico significa:

    Un extraordinario esfuerzo físico y económico por parte de las comunidades de la época. La construcción de la cámara supone la ardua tarea de trabajar en canteras para obtener bloques de PIEDRA que pueden llegar a tener varias toneladas de peso, el acabado, transporte, a veces a regular distancia y colocación en la zona central del túmulo. El levantamiento del túmulo supone excavaciones, transporte de tierra y PIEDRAs, todo esto hecho con instrumentos sencillos. Este esfuerzo exige el trabajo coordinado de un equipo numeroso de operarios durante largo tiempo.

    El trabajo colectivo realizado por los especilistas y colaboradores en la construcción implica el ejercicio de una dirección en este esfuerzo …(4)

    Si bien Vázquez Varela se plantea la posibilidad de la existencia de una jerarquía, luego la rechaza, por la presencia siempre del enterramiento colectivo en las mámoas, al no apreciarse en éstas un lugar preeminente para alguno de los inhumados. Sin embargo, Vázquez Varela admite que:

    Aunque para dirigir el esfuerzo colectivo de la obra de todo para todos se puede hacer una jerarquía civil o religiosa, ésta se encontraría dentro de un modelo de sociedad igualitaria … (5)

    La contradicción jerarquía/sociedad igualitaria habla por sí misma. Al mismo tiempo, el marco espacial de las culturas con inhumaciones en túmulos es muy amplio y debieron existir cambios en la dinámica interna y en la génesis y desarrollo de los grupos sociales a los que éstos pertenecen.

    Ambiguo texto, no se puede sacar una teoría del igualitarismo partiendo del número de cuerpos (inhumados) en las tumbas. ¿Cómo interpretaríamos la tumba de la reina Subad de Ur si en su interior encontrásemos ollas con cenizas de incinerados en una hoguera común, en vez de esqueletos plácidamente dispuestos y ordenados?

    Con todo, no siempre es fácil distinguir si los túmulos corresponden a gente de un status social determinado o a miembros indefinidos de una presunta sociedad igualitaria, más o menos “democrática” y atractiva para los historiadores contemporáneos, que no pueden renunciar a su historicidad.

    Todas las culturas neolíticas conocidas en la tierra, en diferentes puntos del planeta y épocas, se caracterizan por la jerarquización de sus sociedades, más o menos fuerte. Podemos afirmar que en un horizonte Neolítico, aunque sólo hubiese dos personas ya habría explotación.

    Por lo que, a pesar de las opiniones en contra de García Martínez, Fernando Acuña, Vázquez Varela, Cuevillas, etc. (6) que resaltan el hecho del igualitarismo basándose en la enorme cantidad de tumbas encontradas, (decenas de millares según cálculos del notable prehistoriador J. M. Vázquez Varela, nada exagerados por otra parte) y nos pintan un idílico panorama de pequeños grupos viviendo esparcidos en aldeas -con buenas relaciones vecinales entre ellos, construyendo mancomunadamente, humildes en recursos, con lo que se explica la relativa timidez y modestia de la construcción megalítica del Noroeste, en comparación con la complejidad arquitectónica que presentan en el Este y el Sudeste peninsulares-, nosotros opinamos que la modestia y timidez de este megalitismo podría deberse a que su área de expansión, el Nw. peninsular estaría muy fraccionado en pequeños grupos territoriales. Muchos pueblos independientes políticamente, dentro de la misma homogeneidad cultural, mismo luchando o estableciendo alianzas familiares continuamente unos con otros. ¿No ofrecerían un panorama semejante?

    Los túmulos son moimentos funerarios y en ellos se encontraron, salvo en Galicia y Bretaña, donde las condiciones del suelo no permiten su conservación, restos humanos nunca numerosos, quizás porque en ellos sólo se enterraban personas de cierto rango, existiendo ya las diferencias sociales cuando junto a las inhumaciones aparecen enxovais.
    Afirma el prehistoriador Vázquez Varela que:

    ... con la salvedad de la alabarda de Hombreiro que sitúa en una avanzada fase del megalítico y de las mazas del horizonte de Rechaba (calcolíticas) no hay otros utensilios que puedan considerarse como armas. (6)

    Sin embargo, Vázquez Varela reconoce que:

    ... el testimonio de las tumbas es ambiguo, pues cualquier artefacto utilitario presente en él, machados, puntas de flecha, etc., podrían ser usados como instrumento para la agricultura, caza, etc., o bien tener esta función y ser utilizados como armas. (7)

    Concluye, indicando que en la primera etapa del megalitismo tal vez la guerra no fuese tan frecuente y que al final del mismo, coincidiendo con las primeras manifestaciones de la metalurgia, se intensificarían en el Nw. los índices de belicosidad.

    Por nuestra parte, es una reflexión ante las alfaias que se exhiben en las vitrinas de los museos, no creemos en tanto igualitarismo; quizás sea la pequeñez y dispersión de los núcleos de habitación lo que hagan que (salvo en el Regueiriño Moaña) no aparezcan restos de hábitats de este período, dificultada su localización (tenían que estar muy esparcidos) por la intensidad de las labores agrícolas a que estuvo sometido el suelo gallego, la demencial política forestal de las últimas décadas y otros factores -que la prudencia exige silenciar-; o quizás ésto nos indique que tal vez debamos buscar en otra dirección ¿y si, como ocurre en algunos lugares de Grecia, Inglaterra o Italia, hubiese en Galicia una continuidad de habitación desde el Megalitismo hasta la Edad de Hierro? La hipótesis cuando menos debía considerarse, en muchas ocasiones las cosas son más sencillas de lo que parecen.

    Sin dudar de un origen occidental de nuestro megalitismo en un momento inicial, el profesor D. Luis Monteagudo demuestra una clara influencia oriental en el Neolítico final (3000-2700 a.C.) y utilizando un método comparativo muy afinado relaciona elementos de la cultura de Ghassul y de otras orientales, con los primeros prospectores (de metales) de Iberia (8), retomando una “vieja y sugestiva teoría del ingeniero alemán Quiring (olvidada pero quizás muy probable: “El País del Estaño” 396-403) que asigna una procedencia Ibérico-occidental al estaño de muchos puñales, vasos, estatuillas y joyas que aparecen entre 2750 y 2350 (época que él llama “Edad Antigua del Bronce”) en Dashur (Egipto), primeras dinastías de Ur, Uruk y Kish, Creta, ThermiI (Lesbos), y con una elaboración que termina cara al 2350, al parecer debido a la crisis del Mediterráneo oriental.

    Según Quiring estos orientales, que llegarían en naves egipcias y cretenses, empezarían lavando el oro de los ríos Tajo, Duero, Miño, Sil, etc. y precisamente al lavar el oro de los ríos del Norte de Portugal y Galicia, descubrirían las arenas de Casiterita que, por ser pesadas, quedaban en los cuencos de madera del lavado, junto con las de oro. (9)

    El investigador L. Monteagudo enumera una serie de paralelismos arquitectónicos y materiales entre las culturas orientales e ibéricas, que sólo pueden explicarse en este contexto y demuestra que en el Cobre Medio (2400-2100) existen relaciones entre ellas, especialmente con el Egeo. (10)

    LA RELIGIÓN

    La supuesta modestia del megalitismo del noroeste peninsular no debe hacernos pensar que excluye su relativa grandiosidad, en relación con la dimensión del grupo humano que lo construye.

    En el culto a los muertos es visible una idea de resurrección y vida eterna en estado de “difunto”, vinculada a la propiedad de la cámara; así los túmulos fueron concebidos para durar tanto como el mundo. Cuando los dirigentes mueren, los familiares cogen las alfaias de los muertos y las colocan con ellos bajo tierra. Tal vez siguiendo el ejemplo del disco solar y esperando como él un nuevo renacer, el que iba a morir seleccionaba en vida sus mejores posesiones para llevarlas al más allá, los difuntos continúan en el otro mundo realizando las actividades que hacían en vida.

    Los solsticios de invierno y verano y los equinocios de otoño y primavera quizás contasen a la hora de la elección de una orientación para las cámaras de los túmulos.

    Los agricultores andan siempre pendientes del cielo, ven el transcurrir de la luna y las estrellas, al sol nacer por el Oriente, observan como los astros recorren el cielo y mueren, los ven sumergirse en las entrañas del mar y de la tierra y volver a surgir, eternamente. Ese eterno retorno de mecánica cósmica es el eje en torno al que se articulan las creencias religiodas y la ordenación social. Al observar las estaciones y el cielo, las conclusiones ante el mismo fenómeno son semejantes en todas las culturas neolíticas. Se sepultaban en sus grandes cámaras con su cuerpo embalsanado el faraón egicio, la momia americana o el emperador chino, con los cuerpos junto a ofrendas puestas en una olla, enterraron probablemente en los Montes da Moura en Nenos; en los Montes da Lagoa de Brión (¡Lacuna maior de mamona !); Montes da Modia en O Val; e Moimentos en Pedroso; o en la llanura del valle de Trasancos, a sus primeros labriegos y soldados. Unos y otros entran con lo más preciado que los acompañaba en la existencia o pudieron coger convencidos de que iban a hacer eternamente de muertos lo que hicieron de vivos. El hombre, esa pasión inútil, garantizará su pervivencia ligándola a la mecánica cósmica, al decurso de los astros y al devenir de las estaciones, ¡Qué gran idea!

    En Irlanda las leyendas afirmaban que en los túmulos vivían los antiguos guerreros, que un día despertarían para salvar al Eire. En Galicia existen leyendas semejantes, en nuestro ayuntamiento tenemos las mámoas que aún nos quedan, cumpliendo fielmente desde hace miles de años una función como lindes, cargadas de cuentos y de leyendas, más o menos relacionadas con el ciclo de Valverde. Los túmulos viven, algo late en ellos, he aquí lo que hace enorme a nuestro modesto megalitismo.

    La cronología los sitúa desde los primórdios del Neolítico medio, (primera mitad del IV milenio) al 1800 a.C., tipológicamente, en una primera fase se hicieron mámoas pequeñas y cerradas sin corredor y el enxoval consistía en microlitos (geométrico trapezoidal), ausencia de la punta de seta, cuchillos y machados de sección cilíndrica como el encontrado en las Lagoas de O Ponto (Xuvia), y formas cerámicas muy simples.

    Otra fase, II o media, se caracteriza por los túmulos sepultura de cámara de planta subrectangular con corredor y en la fase III de apogeo del megalitismo, aparecerían dólmenes poligonales más grandes, ¿como la número 1 de Nenos?, machados de sección rectangular, cerámica lisa y puntas de seta, ídolos, colgantes y cerámica incisa o pintada. Esto se situaría a partir de la primera mitad o segundo tercio del III milenio a.C. Hai en este período contactos con el mundo Calcolítico portugués y andaluz con la cultura de los millares.

    En la fase final IV, plenamente calcolítica, aparece la cerámica decorada y la planta rectangular en las mámoas. En todos ellos inferimos que era abundante la pintura parietal en el interior de las cámaras, machados dobles, mazas de guerrero y largos cinceles y eixadas. (11)

    LA CULTURA DEL VASO CAMPANIFORME 2100 a.C.-1800 a.C.

    En la cultura del vaso campaniforme quizás se forma por primera vez la Tierra de Trasancos como espacio definido. Su nombre del a.i. *Trs (POK.IEW 1078) hace referencia a la vocación agrícola de esta tierra.

    D. Luis Monteagudo demuestra por el método comparativo y lingüística, la presencia de elementos Anatolo-caucásicos en la cultura del vaso campaniforme, que en palabras del profesor:

    ... probablemente traslucen la llegada de gentes del Cáucaso y SE. Europeo al Occidente (especialmente a Iberia) cara al 2200 a.C. con cultura básicamente Kurgan IV y con lengua protoindoeuropea que dejó restos en la hidronimia (quizás abundantes, pero difíciles de distinguir de los dejados por las oleadas indoeuropeas subsiguientes). Parece que eran básicamente braquicéfalos planoccipitales (dinárico-armenoides; abundantes sobre todo en la cultura del campaniforme del S. de Alemania) pero en la larga marcha (de más de 3.500 km.) deberán unírseles otras tribus, principalmente braquicéfalos alpinos. Serían gentes más ganaderas que agricultoras; el caballo domesticado les facilitaría la ampliación y vigilancia de la ganadería y el suministro de proteínas. El caballo y el carro tirado por bueyes explicarían la extraordinaria movilidad de estas gentes. Indubitablemente muchos de estos elementos entran a formar parte de la cultura del V.C. Occidental, pero el distinguir aquí lo autóctono de lo exógeno es difícil tarea de la investigación futura ... (12)

    Conocemos pocas estaciones en Galicia, una docena de ellas. Esta cultura toma su nombre de la presencia en los enterramientos de una cerámica muy característica, a la que van asociados utensilios líticos y objetos de oro y cobre.

    En Galicia en general, son relativamente escasos los objetos metálicos de esta cultura debido a las antiguas violaciones de las alfaias de las cámaras, (se conoce un puñal de cobre procedente de Fisterra).

    La mayor parte de los utensilios asociados a esta cultura, en Galicia, consisten en machados pulidos, microlitos trapezoides y puntas de flecha de cobre de base cóncava. En Galicia tenemos registradas tres puntas de flecha de tipo palmela procedentes del Monte das Cabras (prob. sin cámara megalítica) (13) en Vilavella, W. Pontes de García Rodríguez, Nw. prov. Coruña, en unas de las cuatro mámoas sin cámara aparecieron cuatro flechas palmela asiméticas, puñales como los de Poliochni IV y Runa, y diadema de oro (14) que Monteagudo data en el año 2000 a.C.

    La cerámica campaniforme aparece por primera vez en Vilavella en As Pontes de García Rodríguez (C. 2050 a.C.). Tal vez en Nenos, aunque es muy aventurado, tengamos restos cronológicamente cercanos a esta cultura en una mámoa sin cámara de PIEDRA donde, junto a un machado plano, apareció una PIEDRA granítica decorada y con dos agujeros, ¿un ídolo?, y un trozo de cerámica naranja liso y muy pequeño.

    La cerámica campaniforme se encuentra intrusa tanto en megalitos con corredor, como sin él, ya que aprovechan para sus enterramientos las numerosas cámaras preexistentes. Pero ellos parece que reintroducen el túmulo sin cámara, bien representado en el Monte de Nenos. Y parecen tener estas características la mayor parte de los túmulos localizados en Trasancos por García Novas y López Fernández.

    Por su parte Marija Gimbutas atribuye un origen centroeuropeo a esta cultura, lo que es considerado por Monteagudo “un modelo demasiado tajante y prematuro”, según esta investigadora (15):

    La gente del vaso campaniforme de la segunda mitad del tercer milenio a.C. fueron vagabundos a lomos de caballos y arqueros de un sentido muy semejante a los de sus tíos y primos, los de la cerámica cordada del Norte de España y los de los constructores de tumbas subterráneas de la región Nor Pontica.

    Es sin duda la cerámica el elemento más característico e indicador de la presencia de esta cultura. De buena calidad, el color de la pasta es rojo, las vasijas presentan una forma acampanada, las hay bajas y panzudas de boca ancha y vasos más altos. Decorados en ziz-zags sencillos o dobles, con líneas oblicuas que se alternan en franjas y decoración hecha con punteados muy juntos formando líneas. El único fragmento encontrado hasta ahora en Trasancos, quizás relacionado con este período por su procedencia de una mámoa sin cámara de Nenos, es un trocito de pasta de color naranja de buena calidad, no presenta decoración alguna y no podemos considerarlo campaniforme, pero dada la gran densidad de túmulos en la comarca, posiblemente de este período, algún día podrá aparecer.

    Aunque el campaniforme gallego es generalmente del tipo marítimo internacional, muy frecuente en la extremadela portuguesa, en el interior del país se encontró el tipo llamado Palmela.

    Interesa subrayar, no que en este momento nazca la vocación minera en el NW. Peninsular, lo que no es cierto, sino que se desarrollará en el campaniforme y en el primer período de la Edad del Bronce Antiguo Atlántico, una tecnología propia de extracción de estaño y oro, que pondrá a Galicia en contacto con el Mediterráneo a través de la costa, hasta la conquista romana.

    Una de las máximas autoridades del Bronce de la Península Ibérica, destaca el hecho de la preeminencia de la joyería de oro del Cobre final y Bronce antiguo (2100-1800-1600), de Portugal y Galicia, con estas palabras:

    Pertenecen sobre todo a la cultura campaniforme y al Bronce antiguo atlántico y son interesantísimas, porque implicando un valor doble estético y social y lejanísimas relaciones (de origen y transmisión), evidencian por primera vez una sociedad suficientemente desarrollada para poseer un superávit, que permitía a la clase dirigente (por tanto ya había estratificación económica) disponer de la capacidad adquisitiva para sostener lujo y especialistas (prospectores y orfebres), en parte venidos de Anatolia y Egeo. Aumenta esta importancia el hecho de que el Occidente Ibérico pasa de ser simple receptor de objetos y tipos orientales, sobre todo anatólicos, a creador y transmisor de tipos (no sólo de joyas) a otras regiones atlánticas, sobre todo a Bretaña.

    La mayor parte de las mámoas de Trasancos pueden proceder de este período, los nombres de Trasancos y Labacengos no son indoeuropeos, como veremos en otro capítulo, sino que pertenecen al Alteuropäische. Esto indica que los territorios (estados, si es que se pueden llamar así en el mundo castrexo) ya estaban configurados en este momento.

    No es objeto de este trabajo el exponer la sistematización de las joyas de la cultura campaniforme, que hace Monteagudo en base a tipos variantes y extensión geográfica de los mismos, únicamente, destacar que en Trasancos, recientes estudios muestran la presencia abundante de oro primario en el territorio de Narón (en O Val) y el río Xuvia y en torno a la Frouseira (mejor que Frouxeira), Laco Morto en los diplomas, en Valdoviño.

    No conocemos hallazgos de este período, si exceptuamos el machado plano de la mámoa número 7 de Nenos (Figura 2), pero el elevadísimo número de mámoas que parecen carecer de cámara megalítica en la Tierra de Trasancos y su presencia en las zonas bajas de O Val-Leixa, a pesar de la roturación secular que supuso la desaparición casi total de las mismas, nos hacen suponer una presencia de la cultura del vaso campaniforme en la Tierra de Trasancos.

    La importancia de la orfebrería campaniforme queda contrastada indicando la procedencia de algunas joyas del tesoro de Caldas de este período, otros hallazgos se extienden por la geografía gallega (Monte dos Mouros-Oleiros, Cicere, Santa Comba, Veiga dos Mouros-Vilavella (As Pontes de García Rodríguez), Boias (4 km. E. Lalín), etc.) y tipologías gallegas y portuguesas se diseminan por la geografía europea: Diademas de oro sencillas y lisas, “gargantillas”, pulseras, cuentas de collar, pendientes y arracadas se exportan a Bretaña y Alemania (17). A la cultura del vaso campaniforme le debemos la introducción del caballo domesticado, utilizado para carga, monta, prospección y transporte de metales. Su mobilidad permite la existencia de ganadería extensiva controlada. Y al desempeñar un importante papel en la economía, permite conquistar para agricultura y pasto nuevos espacios, así como adquirir pacífica o violentamente territorios.

    No pretendemos desempolvar arcaicas teorías difusionistas, sino indicar que el análisis comparativo de los hallazgos realizado por D. Luis Monteagudo, es un método que ofrece resultados suficientemente seguros y de alta rentabilidad.

    Para el profesor Monteagudo el caballo:

    Desde el punto de vista histórico, es un factor acelerante que hace evolucionar principalmente la estructura económica y, a través de ésta, la bélica (evolución de las armas y la táctica de combate) y social (adquisición de prestigio a través de la fuerza y la riqueza creadas). (18)

    Esto motivaría que las armas largas fuesen poco a poco sustituyendo a las cortas, al ser más apropiadas para ser utilizadas por guerreros a caballo.

    En otras áreas culturales afines, la importancia social del caballo se refleja en la religión y usos funerarios, acompañando a personas de prestigio en las inhumaciones.

    Don Luis Monteagudo retoma una tesis de Schultz (19) que afirma que los frenos (bocado de caballo) existieron en la Edad del Cobre, en base a que los frenos de la Edad del Bronce aparecen muy evolucionados, lo que exigiría estados previos de frenos de material orgánico, que no dejaría restos (cuero, lino, etc.) y el uso del freno exige la previa utilización del caballo domesticado.

    Junto al caballo se utilizarían el buey y el arado.

    El caballo permite asegurar el forraje invernal, para mantener a más bóvidos proveedores de proteínas por su carne y leche.

    Asociado al buey aparecería también el carro.

    Clark/Piggot propugna la teoría de que el pueblo del campaniforme es indoeuropeo y que:

    … el movimiento de reflujo bien pudo también extender dialectos indoeuropeos en la Europa occidental … La distribución de nombres de ríos (hidrónimos) que, sin pertenecer a los celtas, tienen un sustrato indoeuropeo.
    … se esplicarían mejor relacionándolos a los movimientos de pueblos invilucrados en el flujo del vaso campaniforme (20)

    L. Monteagudo después de una completa exposición de la opinión de prehistoriadores, lingüístas y antropólogos en este sentido, concluye:

    La lengua hablada por estos primeros indoeuropeos que llegan a Europa central y occidental sería el antiguo europeo (Alteuropäische) de Krahe, conservado principalmente en la hidronimia desde Escandinavia a Sicilia y desde Europa Central (sobre todo los países bálticos) a las islas Británicas y costas atlánticas y concretamente en Galicia esta hidronimia constituye un riquísimo conjunto que estamos estudiendo. El antiguo europeo fue datado por Krahe cara al 2000 a.C., lo que encaja bien con la época media del campaniforme y con las influencias de N. a S. y de E. a W. que éste implica. (21)

    EL BRONCE 1800-600 a.C.

    No tenemos ninguna pieza metálica testimoniada en Trasancos de este período.

    BRONCE I: 1800-1500

    Son abundantes los hallazgos metálicos encontrados en acobillos y algunos procedentes de sepulturas, de este período inicial del Bronce o Bronce Ib de L. Monteagudo.

    Cuatro losas de PIEDRA de grano cubiertas por una losa mayor, constituyen la cista típica o “forno dos mouros” que, una vez cubierta de tierra, forma un túmulo de más reducidas dimensiones que el de una mámoa. A alfaia se coloca dentro de ollas.

    Piezas cilíndricas de oro, alambres espiraliformes del mismo metal y espada y puñal cortos de cobre, enlazan Atios (Porriño, 1967) con la tradición de la orfebrería gallonada del oeste europeo. La fase final de este Bronce Ib de Monteagudo entronca con la actividad industrial de la cultura argarica. Los influjos mediterráneos están presentes desde muy temprano.

    BRONCE II: 1500-1200

    En el Bronce II de Monteagudo las joyas de oro están muy presentes: diademas y pulseras de hoja lisa obtenidas de batir el oro nativo (yacimientos de oro primarios, ut supra, abundan en Trasancos (A Frouxeira, A Lopesa, etc.); pero no conservamos -lo que no indica que no hubiese- restos de metal noble decorados por el sistema de repujado y levantado. Abundan mucho los torques de tiras.

    Se intensifican los rasgos comunes con las islas británicas y las relaciones con el Mediterráneo.

    BRONCE III: 1200-900

    Del Bronce III o Bronce Atlántico desconocemos los asentamientos o, mejor dicho, suponemos que los poblados de este período coinciden con los asentamientos posteriores de la Edad del Hierro (Castros), a los que se superponen en una continuidad de hábitat, como tímidamente empezamos a ver en la evidencia arqueológica.

    El elemento más fácilmente identificable de este período es, sin duda, el machado de tope o de talón, estudiado por L. Monteagudo, quien desarrolló una cronología basada en un criterio evolutivo de formas y un método comparativo muy completo, en su salientable estudio del bronce hispano, en la colección Prähistorische Bronzefunde, IX, 6, de Müller Karpe, que próximamente se reeditará actualizado en español.

    Tenemos noticias de la existencia, en colecciones particulares de Trasancos, de estos machados de tope para los que debemos suponer una procedencia local.

    En un primer momento se utilizan machados de tope sin asa, después con un único anillo, hoja nervada y encajaduras para facilitar un complicado enmangue en una pieza de madera que iba, a su vez, enmangada; con lo que el artefacto multiplicaba la potencia de penetración, tal como un reciente descubrimiento en el Támesis muestra, confirmando las soluciones dadas para el enmangue por J. Caro Baroja.

    BRONCE IV: 900-600

    Galicia aporta, tanto en hoja lisa como nervada, un machado de doble anilla que alcanza gran difusión aún por el Mediterráneo, siendo un testimonio seguro del comercio de metales: oro y estaño, con el mundo oriental. El profundo conocimiento de las técnicas mineras en continuo desarrollo, provoca una auténtica superproducción que sólo se explica por la demanda oriental de metales y la sed indígena; siendo la “nave del caballo” gaditana la encargada de transportar ferranchos de bronce y oro a Cádiz, desde donde son redistribuídos a todo el Mediterráneo.

    La espada de hoja pistiliforme y lengüeta calada de la etapa final de este período, 700-600 a.C. es un claro indicador del papel jugado por el comercio metálico gallego en la difusión de este tipo. De este período son también las puntas de lanza de bronce, con enmangue tubular y aletas laterales, muy abundantes en el noroeste.

    Estos hallazgos nos permiten ver una espectacular producción minera, confirmada por las fuentes, en la que los gaditanos son intermediarios.

    En estos momentos estamos ante un mundo en el que las instituciones, modos y motivos decorativos, nos ponen en relación muy estrecha con el mundo castrexo, un universo en el que la prosperidad está ligada a la costa y probablemente, cuando en el siglo V a.C. y más intensamente en el s. I d.C., las murallas de PIEDRA empezaban a sustituír a las empalizadas de madera en un mismo lugar de habitación, las cosas no cambiaron mucho. En los castros de Trasancos, de Lobariz y Quintá, los alicerces de las murallas de PIEDRA o la tierra de los terraplenes que defendían el recinto, están asentados sobre grandes cantidades de escoria de fundición, supuestamente procedente de este período. Lamentablemente, nada podemos afirmar hasta que se lleven a cabo excavaciones sistemáticas y científicas en los castros de Trasancos.

    La cultura y la religión del Bronce Final deben de ser muy parecidas a las de la Edad del Hierro. El cambio tecnológico del Bronce Final no lleva aparejada una solución cultural, en aspectos religiosos, como dioses relacionados con las PIEDRAs y sociales, el papel desempeñado por la mujer, tan importante en Galicia, perviven hasta hoy. Era la mujer la que obtenía el oro por bateo en los placeres auríferos en áreas de A Frouxeira, como cuenta Strabon (ex Posidonio) (22) y se encargaba de las tareas más duras y del cuidado de la tierra. El horizonte de este momento es indoeuropeo, pues no podemos aceptar tesis invasionistas, ni genocidios masivos, que justifiquen un cambio cultural radical entre el Bronce Final y del hierro. Así Tovar es de la opinión que:

    “la invasión” céltica se superpone en Galicia a una cultura afín. (23)

    APARATO CRÍTICO:

    (1) “Mouros” para algunos autores románticos es un término que se refería en principio a los gigantes que en la mitología popular las levantarían. En la cultura megalítica mediterránea y atlántica aparecen a menudo los megalitos asociados a los gigantes, en este sentido es clásica la teima de los pretendientes de la giganta (“Naveta del´s Tudons”, cerca de la Ciutadella, Menorca), extendida por todo el Mediterráneo.
    (2) “Col. Dipl. Xuvia” en Montero Díaz, pág. 109.
    (3) L. Monteagudo. Actas del III Coloquio sobre lenguas y culturas paleohispánicas (Lisboa, 5-8 noviembre, 1980) Ed. Universidad de Salamanca. Pág. 27. 1985.
    (4) As raíces de Galicia, Sálvora, 1980, pág. 11.
    (5) Ibi.
    (6) C. García Martínez “Tres tumbas megalíticas decoradas en Galicia” Trabajos de Prehistoria. Pág. 30, 345, 347 (1975); F. Acuña Castroviejo. Historia de Galicia V,I pág. 43. Planeta 1980.
    (7) J. M. Vázquez Varela, ob. cit., pág. 75.
    (8) Luis Monteagudo. Actas, pág. 36.
    (9) Luis Monteagudo. Ibídem, pág. 36.
    (10) Ibídem, pág. 44-50.
    (11) En Vilavella (por ej. Veiga dos Mouros) 1 km. S. As Pontes de García Rodríguez, NE. provincia de A Coruña (apareció una) maza (de sienita porfídica) con tres protuberancias o botones y perforación en “reloj de arena” como en todas las mazas y “azuelas” de las provincias de A Coruña y Lugo (Maciñeira, Bragalla, 1944, 27; id. Bares, 27 nt. 8 lam I) exhumada “en una gran cista megalítica del centro del Val” junto con 7 machados y 3 largas “azuelas” de pizarra silícea gris, imitación de las de cobre (Monteagudo: Beile, var. 6A2 Nahal; Petrgl Lágea” 99 f. 33). La cista -cubierta por un túmulo, llamado Medoña en la comarca, del lat. META, columna, montón, y a 229 (antes 68 y medía 1,9XO,9X1,45 mt. de alto, por lo tanto, no es realmente megalítica y sería datable en el Cobre Final 2100-1800!!) L. Monteagudo. Orientales e indoeuropeos en la Iberia prehistórica, pág. 59.
    (12) L. Monteagudo. Orientales... pág. 50, 52.
    (13) Cuevillas Bouza: El estr. 26. El Mus. Pontev. 22, 1968, Cam. 4 sin explicación. En Monteagudo, Orientales... pág. 53.
    (14) Cuevillas Bouza: “Civ. Neonen. gall.” f. 20 sin ref. en texto; id. “oestri.”, 25; Maciñeira; Bares 28 en Monteagudo Orientales... pág. 54, 55.
    (15) “proto-indoeropeo. cult.” 184 en Monteagudo “Orientales...” pág. 53.
    (16) L. Monteagudo, ob. cit., pág. 62.
    (17) Morbihan, (plouhinec), Babiera (Grossmehiring), Saint Laurs, Saint-Pere-en-Retz, etc., cf. Monteagudo Orientales... pág. 62, 69.
    (18) Orientales... pág. 71, 77.
    (19) Jahresschr. Halle 1932. En Monteagudo “Orientales” pág. 75.
    (20) “Prehistoric Societes” 196, 294, ap. Tovar <> 274 not. 20.
    (21) L. Monteagudo Orientales... pág. 87, 88.
    (22) Xeogr., libro III, 2, 9.
    “... pero entre los ártabros que viven más allá del Norte y del Ocaso de Lusitania, aflora en la tierra según dice (Posidonio) plata, estaño y oro blanco (mezclado con plata), y que esta tierra es arrastrada por los ríos, y que las mujeres, recogiéndola con una eixada, la lavan en tamices trenzados sobre un recipiente. Esto es lo que aquel (Posidonio) dijo sobre los metales”
    (23) CHE X, pág. 181-182.
    CAPÍTULO IV

    MÁMOAS: LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA
    Y MOBILIARIO CULTURAL


    ZONA I: NENOS-A PEREIRUGA

    ACCESO

    Partiendo de la antigua Casa Consistorial del Ayuntamiento de Narón, carretera que va de Xuvia a Valdoviño por la “Feira do Trece”; pasada la feria, en el lugar de O Carballo, pista a la derecha a Santa Marina del Monte. En la parte más alta de esta carretera, tras pasar el Monte Esperón, se encuentran los túmulos a ambas orillas.


    OBSERVACIONES:

    Una zona montañosa y de tierras altas geográficamente bien diferenciada se extiende al Norte de las parroquias de Pedroso y Narón, dominando con su prominencia el Valle de Pedroso, formado sobre un singular accidente tectónica que rellenaron sedimentos terciarios. (Figura 1, Zona 1 y Figura 2)

    En este área diferenciada, colinas y montes se asientan sobre materiales graníticos y básicos, muestra indubitable de su mayor resistencia a la erosión.

    Una despezada y lata campa o chaira constituye el planalto de Nenos, el Monte do Seixo, con una altitud media superior a los 300 metros, que se extiende cara al Este y discurre entre tierras de Narón y San Sadurniño.

    En este lugar se localiza una auténtica necrópolis de túmulos o mámoas, que junto con otros elementos propios del megalitismo, configuran un yacimiento arqueológico singular y completo de gran interés.

    Provisionalmente 14 túmulos se concentran en un lugar conocido en microtoponimia por un escaso número de personas con el nombre de “Montiños da Moura”, dentro de un área mayor denominada “A Moura”, que incluye el Monte Esperón. Las Mámoas situadas a mayor altitud se encuentran en cotas máximas de 334 m. (número 5), 322 m. (número 7), 323 m. (número 8) y 319 m. (número 9). (Figuras 2 y 6)

    Hay que suponer que el conjunto tumular se encuentra mermado, por las periódicas estivadas a las que fue sometido el monte en los siglos XVIII-XX y a la reciente construcción de un campo de fútbol (Figura 2); precisamente donde la concentración de túmulos alcanza mayor densidad. Actualmente, las mámoas corren un peligro de desaparición total por la repoblación forestal y la acción mecánica del retobato.

    La altitud (considerable en relación a la proximidad de la ría) del suelo donde localizamos los túmulos “Lugar dos Montiños da Moura”, comprende: “Moura de Arriba”, “Moura de Abaixo”, “Regados da Moura” y “Fonte Moura”, pensamos que merece un análisis pormenorizado en este capítulo por tener un entorno folclórico rico.

    El camino real que va a San Sadurniño, conocido también como camino francés, deslinda por el norte el Ayuntamiento de Narón del de San Sadurniño. Desde él son visibles buena parte de los túmulos (Figura 2, nn. 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7) y no todos porque el trazado actual de este camino no coincide con el antiguo, algo más al sur. En su ángulo del Nordeste a 1 km. 200 mts. del primer conjunto, se encuentran dos túmulos más (Figura 2, nn. 15, 16) que probablemente dieron lugar al topónimo Moimentos, hoy trasladado a San Sadurniño.

    Junto a las mámoas números 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14 (Figura 2) discurre otro camino real en dirección a San Andrés de Teixido (Figura 8), procedente de Xuvia, que tras pasar por Cornido, Piñeiros, Feal, W. de Sedes y subir hasta el Esperón (por la ladera que mira al Norte), llega al conjunto de mámoas, bajando cara a un marco, llamado de Portonovo, riquísimo en folklore y viejo punto de referencia, pues limita con tres ayuntamientos: Narón, Valdoviño y San Sadurniño, dirigiéndose a San Andrés. En Portonovo, una pontiga de PIEDRA se usa como marco y tiene la inscripción M3T (marco de tres términos).

    Este camino, junto al que desde As Pontes de García Rodríguez se dirige al santuario de Teixido, constituye una ruta prehistórica de peregrinación, quizás remontable al mundo del Bronce, que, como un fósil vivo, aún hoy dirige a los romeros hasta el antiquísimo lugar de culto, tal vez originariamente relacionado con una PIEDRA que señalaba la presencia divina. Este camino fue recorrido a mediados del siglo XVIII por el Padre Sarmiento a lomos de una mula, cuando era huésped de su amigo, el prior de Xuvia, Frei Felipe Colmenero.

    Cerca de las mámoas del Monte do Seixo-Nenos se alza el Monte Esperón (Figura 2), majestuoso, puede que monte sagrado en la época castrexa por su abundante folklore, que estudiaremos más adelante al hablar de la religión castrexa. En la falda norte de este monte se encuentra la “Fonte da Moura”, que cura muchas dolencias según es fama y aún sus aguas tienen reputación por su papel negativo en la fecundidad, al ser consideradas como anticonceptivas.

    Toda la ría que en otros tiempos se llamaba de Xuvia, es una franja de litoral atlántico, sobre el que destaca el antiguamente llamado Lago Morto, hoy Lagoa de Valdoviño, y el arenal de A Frouseira (mejor que Frouxeira), que pueden ser contempladas desde la cumbre del Monte Esperón.

    De todo este conjunto de mámoas, sólo se puede constatar la presencia de una cámara y corredor, en el túmulo de mayores dimensiones (Figuras 2 y 6, número 5), por dejarlos a la vista parcialmente el agujero de violación y la cueva de un zorro.

    De las otras poco podemos decir, quizá alguna más oculte una cámara dolménica bajo la estructura tumular, pero esto no se puede constatar más que con las consabidas excavaciones. (Figura 6, n. 5).

    Algunas de estas mámoas fueron expoliadas y reexpoliadas recientemente, en ocasiones cuando es posible localizar al expoliador se puede obtener algún dato, aunque sea impreciso, o por lo menos el acceso a algún hallazgo.

    Gracias al testimonio del que excavó suponemos que la mámoa número 8 (Figuras 2 y 6), tuvo una cámara en falsa cúpula formada por pequeñas PIEDRAs. Nosotros comprobamos la existencia de numerosas PIEDRAs alrededor del agujero de violación (que no va a poner en relación con la coraza) y de la cámara recogió un machado de sección plana esquevomorfo, de una forma metálica (según L. Monteagudo). De allí procede también un punta de flecha en sílex y una PIEDRA decorada en material blando (Figura 11) (toelo de Moeche) encontrada por nosotros entre los desechos. El machado plano (Figura 10, número 1) y la punta de flecha se encuentran en una colección particular. Nos fueron prestadas para su estudio junto a otro machado pulimentado procedente del mismo túmulo. (Amable colaboración del Sr. J. Leal).

    La PIEDRA decorada (Figura 11) es una pieza aplanada fragmentada, quizás la cuarta parte del original, de compleja interpretación pues no parece tener paralelos. Presenta una perforación de sección bicónica, estriada radialmente con estrías profundas y marcadas, el borde de rotura permite apreciar al existencia de otra perforación semejante. El borde superior de este objeto presenta entre ambas caras, unas incisiones alternadas y paralelas; que nosotros interpretamos con reserva y tal vez imaginación, como posible representación de cabello. Bajo los agujeros con estrías radiales, la pieza tiene dos incisiones anchas, profundas y paralelas y bajo éstas, un punteado estrellado que obedece a una clara intención decorativa. Con toda la reserva que el caso requiere apreciamos ciertas semejanzas con los ídolos neolíticos y calcolíticos (ídolos placa), que representan búhos dentro de una variada iconografía.

    La mayor parte de los túmulos parecen no tener cámara (lo que no quiere decir que no aparezca ésta en una excavación) y podrían pertenecer a un horizonte calcolítico o campaniforme. Pero también es muy probable, sólo se puede saber excavando, que en este área tan reducida los túmulos presenten estructuras internas diversificadas. En un marco diacrónico tan lato, salvo el denominador común de contar con un túmulo, todo lo demás puede variar y la unidad morfológica aparenta ocultar un enorme polimorfismo estructural.

    Dos circunstancias se añaden a este conjunto arqueológico convirtiéndolo en único en la tierra de Trasancos:

    La primera, es el hecho de encontrar cerca de las mámoas 1 y 2, aún apoyadas una sobre la otra (cerca de lo que parece ser la cantera de la que las extrajeron) dos probables chantas de un dolmen, que por un inexplicado arrepentimiento no se llegó a construir, quizás hace cinco mil años.

    En segundo lugar, cerca de las mámoas 3 y 4 se encuentra lo que parece una pedrafita caída. Creemos probable que sea este menhir, el famoso Marco da Areosa Branca, que los viejos oyeron mencionar, pero que pocos llegaron a ver. Este Marco da Areosa Branca nos causó muchos problemas de localización, pues los testigos lo consideraban desaparecido hacía más de cincuenta o sesenta años. La contradicción entre las fuentes orales no hacía más que sembrar el desánimo y la duda. Así, una fuente identificó el Marco da Areosa Branca con una mámoa (la número 15 o 16) basándose en suposiciones propias y cosas que había oído contar.
    Según su información el marco que dividía San Sadurniño de Narón:


    Era un montiño con un agujero en la parte de arriba, un agujero profundo y ahí parece que se elevaba el marco.


    Nosotros pensábamos que se trataba de una mámoa con un marco. Este hecho se puede comprobar en una de las dos que se conservan entre Campeiros y Riobó, que limitan el ayuntamiento de Narón y de Valdoviño, donde se encuentra un marco con la inscripción MTS (¿Marco de Termos?). Tras visitar el lugar, comprobamos la existencia de dos mámoas que separan Narón de San Sadurniño, una casi imperceptible, la otra muy clara (después nos informarían que el dueño del terreno al convertir en prado el monte rebajó (el túmulo número 16)


    un montiño con la reja del tractor y aparecieron unas PIEDRAs como las paredes de un horno.

    A medida que iba sacando la tierra las PIEDRAs se derrumbaron

    hacia adentro y existían también muchas PIEDRAs alrededor de todo el fondo.

    Una clara alusión al anillo basal periférico de PIEDRAs que tenía el túmulo, nos confirmó también la presencia de las mámoas a la orilla del camino francés:

    Al lado de ellas pasaba el valado, ya desaparecido que separaba Narón de San Sadurniño.

    Nosotros desistimos de localizar la pedrafita a pesar de que el fallecido jefe de la policía municipal del Ayuntamiento de Narón, D. Segundo Fortúnez Ramos, que Dios le tenga, se acordaba bien de haberlo visto cuando de niño cuidaba el ganado en esos montes y recordaba detalles de su forma, así como que tenía varios metros de altura.

    Dado por desaparecido el Marco da Areosa Branca, en otoño del año 1989 el profesor D. Luis Monteagudo reparó en ella, en el suelo próxima a las mámoas números 3 y 4. No fue posible medirla con total precisión, pues está algo enterrada, pero la parte visible mide algo más de dos metros. Cuando el Ayuntamiento de Narón pueda garantizar su conservación, será puesta nuevamente en pié, en el mismo sitio donde se irguió durante miles de años.

    MARCO DE PORTONOVO: LEYENDA Y FUNCIÓN


    Sin aparato documental que lo sustente, arriesgamos la hipótesis de que la etimología popular hizo con el topónimo Monte dos Nenos, una regaleguización de un término gallego, que en algún momento empezó a sonar castellano.

    Sospechamos que el anterior nombre del monte bien podría ser Monte dos Niños, si esto fuese así, el término estaría en relación estrecha con las mámoas (lat. mamula= tetiña pequeña), bien visibles en este monte, en que se encuentran agrupadas y toman una forma parecida a un nido, a causa del agujero de violación. En este sentido los diplomas medievales, ut supra... distinguían entre lacos anticos (lat. lacus=agujero) y mamulas (lat. mamulae); presentando los primeros el agujero de violación y la forma semiesférica originaria las segundas. Al perderse la relación del monte con las mámoas y parecer en castellano la palabra “niño” (recordemos el célebre caso del topónimo Niño da Aguia), pasa a denominarse Nenos el planalto. Un caso semejante lo encontramos en el conjunto tumular de Galiñeiro en Aranga (A Coruña), donde cerca de las mámoas está un Monte de Nenos dentro del Cordal da Loba.

    Hay cierta similitud no sólo toponímica, sino también folklórica (presencia del “ciclo de Valverde”) entre Doniños y Nenos. El nombre medieval de Doniños era Dunios, no sabemos de donde proviene este topónimo, pero sí que debemos descartar, por demasiado arriesgada, una hipótesis que asocie a Dunun (castillo, fortaleza; que indicaría en Trasancos la presencia de celtas de la Tené grupo belga -de Hubert- tardíos del siglo III a.C.) con Dunios.

    Con respecto a este topónimo tenemos testimoniado documentalmente que, recientemente, tiempo después de que se formase el actual topónimo Doniños, se introdujeron en el folklore del ciclo de Valverde, presente en A Lagoa, dos Nenos, -dos niños- que milagrosamente se salvaron de la inundación de la ciudad, que la leyenda ubica en el lugar que ocupa el lago.

    La pontiga de PIEDRA que en Portonovo divide en tres ayuntamientos, es una pieza rectangular de granito (dos micas) con una inscripción M3T, Marco de Tres Términos, que originariamente dividía tres feligresías.

    Esta elemental laxe de PIEDRA sobre un afluente del río Donelle, poco más que un rego, es rica en folklore.

    Este cuento nos fue referido así:


    “Dios iba recorriendo el mundo y un día que venía por el camino de San Andrés hacia Xuvia, llegó a la ciudad de Portonovo de Valverde, ciudad al oriente de un río muy grande y como tenía los pies deshechos de tanto caminar, le pidió al zapatero de la ciudad que le diera unos zapatos viejos. El zapatero se negó a dárselos, aunque fuese Dios.

    Dios insistió y porfió para que el zapatero se los diese; el zapatero cogió un zapato y diciendo ¡NO! le partió a Dios un ojo.

    Entonces Dios echó una maldición al pueblo y lo sumergió en una laguna. Cuando en las noches de luna llena o días muy claros el rego baja pequeño y con agua limpia, se puede ver en su fondo la torre del campanario de la iglesia de la ciudad. Un día unos liaron una vara al fondo y pudieron escuchar el sonido de la campana. El río de Portonovo se anegó con la ciudad y pasa por debajo de la tierra, yendo a salir a la playa de Pantín. Se puede ver el sitio exacto por donde sale el río, porque el caudal de agua dulce que va a dar al mar es tan grande, que se ve la marca que deja al chocar con el agua salada.”


    Si la relación entre este cuento y las mámoas de Nenos debe ser estrecha, hai que tener en cuenta también otro factor, como es la enorme frecuencia con que el ciclo de Valverde, tan extendido en Galicia, apenas se asocia con insculturas, pegadas del pie de Dios, de la Virgen, de la mano de un santo, del caballo de Santiago, o mismo de un demonio, con lo que esta leyenda aparece ligada a las pegadas por excelencia.

    Mitos del ciclo de Valverde existen en muchos lugares de Trasancos, por ejemplo en Pedroso, o en el monte de A Lagoa, que originariamente servía de separación de tres feligresías y posteriormente de tres ayuntamientos (Narón, Serantes y Ferrol), cerca de la antigua fuente de la Fraga Longa (hoy Fuente de los Tres Alcaldes).

    Sin duda alguna, de todos estos lugares el más interesante por su difusión en la Tierra de Trasancos es la historia de la laguna de Doniños y la ciudad sumergida de Valverde.

    Silenciada en el diccionario por Madoz por parecerle demasiado fabulosa, fue rechazada por el historiador ferrolano José Montero y Aróstegui a mediados del siglo pasado (1858), por el desprecio manifiesto de este historiador hacia todo aquello que pareciese gallego y fue Carré Aldao, su fervor por la tierra lo hace digno representante de la postura contraria, quien en la descripción que dedica al lago de Doniños nos refiere, a falta de una, dos versiones de este ciclo. (1)

    Según su personal criterio de discriminación califica la primera de las historias de fiable. A grandes rasgos: un matrimonio de cristianos vive en la ciudad de Valverde, que tiene pendiente un castigo divino. El día señalado para el castigo coincide con la llegada del marido ausente a la ciudad maldita, encontrando milagrosamente incólumes mujer y hogar, mientras entre un gran estruendo se inundaba la ciudad de Valverde.

    Carré Aldao (una vez más se muestra lo irrenunciable de la historicidad) da crédito a una historia, fragmentada y deturpada por los ilustrados del siglo XVIII, por el hecho de presentar el relato unos soldados (que recuerdan a la invasión de los moros) persiguiendo a mujeres dentro de la ciudad.

    El segundo relato considerado por Carré Aldao, más fabuloso en base a la fina observación de una deturpación, serodia:


    … como lo prueba el decir que el lago, si se llama Doniños es porque dos niños –cuando en gallego debiera ser “dous nenos”- fueron los que se salvaron cuando se hundió la población por el castigo dado a su falta de caridad y su irreligiosidad, al implorar a la Virgen María en su visita, para convencerse de que allí no existía sino una familia de justos que la socorrió con una torta de mais (sic) y una taza de leche, que la Santísima Madre no quiso aceptar. La Virgen mandó reunirse con su marido, que estaba en el monte, a su caritativa esposa e hijos. En el monte dicen que existe una roca en forma de cuna; otra versión dice que el matrimonio se ahogó, pero quedó flotando sobre las aguas la cuna con los niños.


    Suficientemente estudiado el ciclo de Valverde por todos los que se ocuparon de nuestro folklore, algunos lo asociaron a las PIEDRAs con pegadas o petroglifos, llamados técnicamente plantae pedum de las que Taboada Chivite (2) se ocupó largamente y que la tradición atribuye a las pasadiñas de Nuestro Señor, Nuestra Señora, Santos, demonios e incluso caballos; en la Edad Media se asoció en Galicia al ciclo Carolingio, en relación con el camino de Santiago y el propio Carlomagno sería testigo de al destrucción de una ciudad malvada cuando iba a visitar al tumba del Apostol. Los estudios del ciclo recogen mismo fórmulas empleadas por los anegadores:


    Te asulago dende arriba para embago.


    Este mito proviene de Oriente, siendo muy antiguo y responde a una característica indoeuropea, probablemente ya presente en el pueblo del campaniforme (indoeuropeo según Clark Piggott y A. Tovar), que es el deber sagrado de la hospitalidad, que expone a la venganza divina al transgresor.

    Cronológicamente la más antigua historia de este ciclo de Valverde se encuentra en el libro del Génesis.

    Dios en forma humana acompañado de dos ángeles, es agasajado al pasar por delante de la tienda de Abraham, por este patriarca con pan y leche. El divino caminante va a Sodoma, ciudad situada en un valle, con la intención de destruirla. (3)

    Intercede Abraham ante Dios por la ciudad y conviene Dios en que se pueden encontrar diez justos en Sodoma:


    …no la destruiré por consideración a los diez.


    Lot y los dos ángeles del séquito se encaminan a la ciudad, donde los sodomitas intentan conocer –y el verbo tiene aquí el sentido que da nombre a la ciudad- los ángeles, al despuntar el alba apremiaron a Lot diciendo:


    Levántate, toma a tu mujer y a las dos hijas aquí presentes, no vayas a perecer en el castigo de la ciudad, advirtiéndole, ponte a salvo; por tu vida, no mires atrás ni pares en todo el Valle (región del Mar Muerto) resguárdate en la montaña, no sea que perezcas.


    Una lluvia de azufre y fuego anegó las ciudades de Sodoma y Gomorra.


    Ahora bien, la mujer de Lot volvió la vista atrás y se convirtió en estatua de sal.


    El paralelismo de esta historia con el ciclo de Valverde es evidente. La presencia física de la divinidad, la recompensa de la hospitalidad y el castigo de la malvada ciudad del Valle, que viola la hospitalidad intentando hacer daño a los huéspedes, así como la pegada (estatua de sal) que queda, indeleble (los montículos de sal son muy frecuentes en el Mar Muerto), como testimonio de lo que allí aconteció.

    Estaríamos en el Génesis ante un relato indoeuropeo, tomado quizá de los filisteos, que proceden del mundo micénico del Peloponeso (siglo XIII a.C.) ya que este libro retoma historias muy antiguas, tomadas de otros pueblos (epopeya ugarítica presente en el diluvio, o la presencia de gigantes, como Nefilim, de origen ignorado pero no situable antes del Bronce).

    Innumerables rocas exhibían en toda la Hélade la presencia de las epifanías divinas (tal como hoy ocurre en Galicia), lo que nosotros llamamos rocas de las herraduras y aquí señalan el paso del caballo de Santiago o de Roldán, allá se consideraban testimonio indeleble de la presencia en el lugar del caballo de un personaje divino (Belerofonte, por ejemplo), y recordando la forma más usual de su manifestación: la huella divina del pie calzado con una sandalia, el alfabeto griego la utiliza como inicial del nombre de Dios, señor indiscutible de la primera función y presidente de la asamblea divina: Zeus (amable comunicación de María del Carmen Alonso).

    En el mundo griego estaba representado el ciclo de Valverde. Retomado por los romanos, lo reconocemos en un relato de las Metamorfosis de Ovidio:


    “Baucis, mujer pobre y anciana, vivía con su marido Filemón, tan viejo como ella, en una cabaña con techo de paja.
    Cuando Júpiter y Mercurio tomando forma humana recorrían la Frigia siendo rechazados en todas partes, sólo encontraron afectuoso agasajo bajo el techo hospitalario de Filemón y Baucis.
    Los buenos ancianos sirvieron a los dos viajeros una comida labriega con tanta cordialidad como prontitud. Finalizado el ágape, se dieron a conocer los huéspedes y después de conducir a los piadosos esposos a una elevación que cerca de allí había, les hicieron volver la cabeza y mirar el país que acababan de dejar (un Valle en el contexto).
    Filemón y Baucis pudieron ver todos los alrededores inundados, excepto su cabaña que se había convertido en un templo magnífico. Mientras Filemón y Baucis contemplaban desolados el espectáculo, Júpiter les prometió acceder a las peticiones que tuviesen a bien hacerle; los dos esposos le pidieron solamente ser el resto de su vida ministros de ese templo y morir los dos en el mismo instante.
    Sus deseos tuvieron una inmediata realización: les fue confiada la custodia del templo y al llegar a una edad avanzada fueron metamorfoseados, Baucis en tilo y Filemón en aciñeira”


    Comparando el folklore con los datos arqueológicos llegamos a la conclusión de que las asociaciones entre rocas con pegadas o mismo rocas figurativas (Pena Molexa en O Val o Pena Morcegueira de Meirás) y a la presencia física de los dioses pertenecen o son restos de creencias que un día fueron compartidas desde la temprana Edad del Bronce, por lo menos por amplias áreas culturales dentro del ámbito indoeuropeo, y si en Meirás podemos contemplar el agujero que deja en la Pena Morcegueira el dedo de la Virgen María que lo sostiene, en la Acrópolis de Atenas se podía ver en el interior del Erecteion las cazoletas hechas en la roca por el tridente de Poseidón (por las que salió el agua salada, perdiendo el dios la supremacía de la Ática), en su lucha con Atenea, no lejos da oliveira de la diosa victoriosa.

    El folklore presente en el Ayuntamiento de Narón, los cuentos de los ancianos, las canciones infantiles, como veremos en otro capítulo, y tantas otras cosas largas de enumerar, que constituyen el folklore gallego, esconden tesoros que transparentan un mundo pasado que late aún, en medio del proceso aculturizador tan dramático que estamos sufriendo en estas décadas finales del siglo XX. Quizás los gallegos de finales de la próxima centuria no puedan escuchar historias, que nosotros aún disfrutamos de boca de los mayores. Por eso urge la actuación que implique recuperación, sistematización y fijación (por escrito) de esta historia viva de Galicia, para que siquiera convertida en literatura, podamos transmitirla a la posteridad de alguna manera. Así los irlandeses escribieron sus cuentos y los escandinavos transmitieron las Kenningaard antes de que el olvido devorase estos mitos, que en Galicia agonizan junto al mundo rural tradicional.

    La serenidad y la belleza de nuestra cultura de transmisión oral, tan espléndida, merece el esfuerzo y la garantía de que ese esplendor no se anegue en una larga noche de PIEDRA y perviva aún unos cuantos miles de años más. Las raíces de Galicia, la Galicia profunda, viven en su folklore. La supuesta modernidad que nos están vendiendo los enemigos de la tierra, adornada por el medio con alguna que otra folklorada, tiene un nombre que empieza como la modernidad.

    ZONA II: O VAL Y SAN MATEO

    ACCESOS

    Túmulos 1 y 2: Partiendo de la antigua Casa Consistorial, carretera de Castilla hasta el cruce de O Alto do Castiñeiro. Carretera a la derecha a Santa Icía; al llegar al lugar del Vinculeriro, pista asfaltada a la derecha hacia San Pedro de Leixa; desviación a la derecha en Balteiro. Los túmulos se encuentran tras pasar el río de Leixa, deslindando los ayuntamientos de Ferrol y Narón.

    Túmulo 3: Desde el lugar del Vinculeiro cogemos la carretera de Ferrol-O Val, al llegar a Vespasante (en O Val), una corredoira a la izquierda nos lleva al túmulo, en el linde entre San Mateo y O Val.

    Túmulo 4: Volviendo a la carretera Ferrol-O Val en dirección a O Val, en el primer cruce a la derecha hacia Santa Margarita. El túmulo se encuentra a la izquierda de dicha carretera, al lado de la casa nº 1 de Santa Margarita.

    Túmulos 5 y 6: Volvemos a la carretera de Ferrol-O Val en dirección a O Val, los túmulos se encuentran a la derecha de la carretera, en el linde entre los ayuntamientos de Narón y Valdoviño.

    OBSERVACIONES:

    El área estudiada entre O Val y San Mateo (Figura 3) es de gran importancia por lo que puede aportar a nuestra prehistoria desde el punto de vista metodológico.

    En la lámina (Figura 3) demostramos que no es válida la teoría clásica mantenida por la mayoría de los prehistoriadores gallegos, de que en nuestra tierra las mámoas se concentran en los planaltos, no utilizándose en las zonas bajas, áreas litorales y valles profundos de los cursos fluviales, para realizar enterramientos en túmulos.

    Los resultados positivos obtenidos en la zona restringida a una parte de O Val y San Mateo de Trasancos, implican que el método es válido para cualquier otra área geográfica.

    La prospección realizada bajo nuestra dirección por el equipo de Arqueología de campo del Ayuntamiento de Narón (López Fernández y García Novás) de la ZONA II de O Val, basada en un previo análisis de la evidencia documental, se hizo escogiendo esta zona en función de las bajas cotas y abundancia de recursos hídricos, partiendo de la evidencia documental, confirmada tras la prospección, que constataba la existencia de túmulos utilizados como marcos en tierras bajas (Leixa-San Mateo) y orillas de los ríos (área de Bespasante) cerca de la ribera del mar y de la premisa de que la desaparición de la mayoría de los túmulos desde el medievo hasta la Edad Moderna, por el avance de las roturaciones, no afectaría a aquellos utilizados como marcos en los deslindes de parroquias, luego ayuntamientos (por ejemplo: Pena da Arca dos Villares), aquellas que señalaban los límites de bienes eclesiásticos inamobibles hasta la desamortización y que en algún caso podrían conservarse aún y por último las que podían deslindar (Arca de Bespasante) antiguos cotos jurisdiccionales dentro de las mismas feligresías.

    Como resultado de este trabajo constatamos la existencia de seis túmulos, por el momento, en el área estudiada, próximos a cursos de agua y en algunos casos en cotas de 30 mts. sobre el nivel del mar.

    Este estudio no hizo más que comenzar y se irá ampliando siguiendo los mismos criterios metodológicos a las parroquias de Xuvia, Sedes, Castro, Pedroso y San Xiao.

    La respuesta a la pregunta tercera del interrogatorio del Catastro del Marqués de la Ensenada (4) menciona tres túmulos marco en la parroquia de O Val.


    Al terzero capitulo dixeron que dicha feligresía de Santa María Mayor del Val que abraza dichos cinco cotos, tendrá de distanzia de L. a P. tres quartos de una legua; de N. a S. media y de zircunferencia dos; y que para caminarlas se nezesitan tres oras, y que linda por L. con la jurisdicción de Tras Ancos por P. con la de S. Martín de Cobas, por N. con la Rivera mar. Por L. con la jurisdision de S. Matheo de Tras Ancos; y de estos confinantes se dibide por Marcos Principiando. En la fuente de Carelle por su natural corrientes asta el molino denominado De la Cofradía de Animas de la Parroquias de Santa María de Castro, jirando por la matriz del río a la puente de la raiz y por la misma corriente a la de de Porto Cabreiro. Viajando a la do Abelleiro, y de la fuente da silba y de aqui al Pedreiro do Mojon, subiendo a la juente de Jay al marco da Golpelleira, y de este a la fuente da Cañota subiendo al Marco do Carballo de avajo y a la fuente de Pedro Alonso, jirando a la Pena de Arca dos Villares (Riobó) (Figura 3, núm. 6). A llegar al marco de sobre la fuente do Hespiño y por su natural corriente a la Ribera mar y a la salida que se hace della el Río da grela y por el que se viene al ojo de la fuente de fraga longa y de esta pasa al marco do zerdeirido, y a una pena cauzada del lugar da Grañoeira.
    Jirando al Marco do río fonda Armada y a la Pena Parda siguiendo a la Pena de Arca (¿Figura 4?) y a la fuente do Seijo en deredura al marco do Gabian, y al do coto de avajo y a la fuente do Carballo por otro nombre carroia y al río do Pozo a dar al marco da Barreira a la Coba da Costa (capela de Santa Margarida, Figura 4) a unirse al primer testa de fuente Carella.


    La respuesta tercera del interrogatorio para San Mateo de Trasancos (5):


    ... que linda por L. con la jurisdizión de Trasancos; por P. con la de Sta. Eujenia de Mandiá; por N. con la feligresía de Santa María la Mayor del Bal; y por S. con la de S. Pedro de Leija dibidiendose de estos confinantes por marcos prinzipiando en el Río do Pozo, jirando por su natural corriente a la fuente da Cadela, y de esta al Marco de la Arca de Bespasante (Figura 3, núm. 3), y al riego de agua de rabo de can, dando buelta al marco do campo da armada, y al da calliqueira, bajando a la fuente de fontela, y al lugar do Bidueiro y al seixo de entre el monte das cruces, y de este a otro que está en el outeiro de Catabois bajando al castro de Leija y al Río dos Caneiros, subiendo al seijo do monte do Seijo y a reunirse al primer testo do Río do Pozo.


    El arca de Bespasante (Figura 3, núm. 3) ya aparece mencionada en un diploma del Tumbo II de Sobrado (6) en el deslinde de la villa de Pradeedo (Platanedo) de 1173 (en O Val):


    ... villa de Platanedo dividitur per illam armatam et per illum carvalium Pelagi Fernandi et per arcam de vados pasandi et tornatse per castinariam de Alvare et per illam portam castri (Castro de Quintá) et inde ad fontem cecam.
    TRAD.: ... La Villa de Pradeedo se divide por la Armada y por el Carballo de Paio Fernández y por el Arca de Bespasante y tórnase por el castiñeiro de Alvar y por la puerta del castro y de allí a la Fonte Cega.


    Se mantuvo gracias a ser propiedad del Monasterio de Sobrado tras la donación de Pedro Pelaez, nieto de Oveco Gonzalez, hermano del arcediago Trasancos y abad en Santa Icía, Pedro González.

    Como síntesis diremos que la desaparición del mundo agrario artesanal tradicional y su sustitución por nuevas normas más rentables (restringiendo este concepto a términos económicos) de explotación se traduce en una remodelación del marco y mobiliario agrícola (sustitución de los viejos marcos por nuevos deslindes) y un reajuste, teniendo en cuenta muchas veces el trazado de caminos o pistas de nueva configuración. Los viejos marcos, mámoas en muchas ocasiones quedan ahora desprotegidos, o pueden ser víctimas de la concentración parcelaria.

    Para evitar eso es necesario intentar localizarlas en las zonas bajas lo antes posible y que los ayuntamientos y parroquias las respeten en sus lindes, garantizándoles su existencia al ser los marcos particularmente respetados en nuestra tierra.

    La trascendencia que pueden tener las afirmaciones precipitadas de autoridades académicas sin fundamento documental suficiente, ni trabajo de campo exhaustivo que las avale, para la conservación de estos túmulos en zonas bajas, su existencia se niega oficialmente, son catastróficas y propician su destrucción.

    LA PENA MOLEXA ¿UN MEGALITO O UNA ROCA FIGURATIVA?

    Mencionada por primera vez por X. L. Fernández Cainzos (7). Su nombre proviene de Mollicula=molexa. Lo más probable es que estemos ante una roca figurativa y aunque aparentemente su disposición no parece natural, parece encabalgada á mantenta, no creemos que sea un megalito pero sí que su folklore nos puede remitir a la Edad del Bronce.

    Taboada Chivite nos muestra que es enorme el número de rocas figurativas que guardan con ella estrecha relación, por ejemplo: Pena da Moura, en la Amorousa (Melide); Penedo, Ordo de Fumaces (Verín); Pena Encarillada y de la Moura de Parada do Sil o el Arca de Ogás y un largo etc., esparcido por toda la geografía gallega de rocas figurativas que presentan una unidad folklórica interesante.

    La Pena Molexa es una pedrafita que la Naturaleza, o la mano del hombre extrayendo granito, encabalgó entre dos bloques, el problema no radica tanto en si fue obra de la Naturaleza o si se debe a la intervención intencionada, sino en su utilización, ¿marca territorial?, ¿religiosa? que se nos escapa.

    Si atendemos a su folklore parece que esta roca tomó parte de un viejo culto, considerándose obra de una divinidad. De todo esto hoy sólo se recuerda:


    que la hizo una vieja con el dedo meñique.


    Pero en Meirás otra roca figurativa tiene una leyenda semejante y más compleja:


    Es una enorme roca, agujereada por dentro y apoyada en otra por un punto que la leyenda dice corresponder al dedo de la Virgen, y el día que retire el dedo o caiga la roca, será el fin del mundo.
    (Cfr. X. C. Fernández Caínzos).


    El folklore de ambas rocas es idéntico y puede que guarden alguna estrecha relación con el ciclo de Valverde, donde la ciudad es sumergida como castigo por la divinidad, que deja su huella en una roca como testigo.

    La correspondencia en el folklore de la Pena Molexa con los Penedos extraños hace que, aún pareciendo muy difícil que sea natural, su disposición es característica común de las rocas figurativas, la abundancia de los cuales se debe a la morfología del relieve granítico al fracturarse a causa de la erosión.

    Se cuenta en Vilasuso que:


    La pena Molexa tenía un encanto: guardaba tres mulas de oro. Un día llegó un hombre con un libro. Era el libro de S. Cipriano. El hombre lo leyó desde la primera página hasta la última, de arriba abajo, luego lo desleyó desde el final hasta el principio y desencantó a las mulas y se las llevó. Después de esto aparecieron muchos más encantos. Cuando nadie sabe hacerse con ellos, al cabo de cierto tiempo se van hacia el mar. También tiene una gallina con pollitos de oro que aparece en la mañanita de la noche de San Juan.


    Esta gallina con pollitos pertenece a una vieja tradición, pues este motivo aparece en una bandeja de plata dorada que los especialistas suponen procedente de la tumba de la reina longobarda Teodolinda (¿siglo VII?) enterrada siguiendo la costumbre longobarda.

    La abuela del señor que nos dio la información, recogió los pollitos un día, los metió bajo la falda y se fue para su casa. Cuando llegó a la casa los pollitos desaparecieron. Cerca de esta roca se encuentra una fuente y el castro de Vilasuso.

    X. Taboada Chivite enumera numerosos casos de rocas con folklore semejante dispersos por toda la geografía de Galicia.

    El culto a las PIEDRAs es un uso religioso que procede de la noche de los tiempos, extendido por toda Europa en la Edad del Bronce.

    Algunas laxes dejan constancia, como ya vimos, de la relación de las divinidades con las PIEDRAs, igualmente se asocian bosques y ríos a estas divinidades. Strabon refiriéndose a los pueblos del Nw. decía que eran ateos (a=sen, theos=deus), queriendo quizás indicar que no los representaban con imágenes tan profusamente como el mundo clásico, sin embargo, las divinidades invisibles dejan constancia de su presencia con una marca, una determinada señal o pegada que testifica la presencia del dios. Estas pegadas son las que convirtieron Chamorro en un lugar de culto en relación tal vez con la impetración de la lluvia con anterioridad a la Edad del Hierro.

    La iglesia de Chamorro está construida sobre unas rocas con petroglifos, donde la tradición quiere ver una pegada de la Virgen. En una PIEDRA al lado del recinto exterior se puede apreciar una cazoleta con tres anillos concéntricos, fueron descubiertos recientemente por el equipo que colabora en la sección de arqueología de esta historia. Este petroglifo tiene una enorme trascendencia para todos nosotros, pues constata en la Tierra de Trasancos la presencia de grabados rupestres, con seguridad por vez primera. Taboada Chivite supone que Chamorro fue Pena de Embade sacralizada:


    por tener la imagen de la Virgen en la base de la PIEDRA sobranceira.


    Una de las interpretaciones que se les da a las rocas con petroglifos que presentan el motivo de círculos concéntricos con cazoletas, con un origen en el próximo Oriente, concretamente “en la cultura del cobre, hatti (=preHitita) de Anatolia, 2300-1700, que procede de la Maikop, Cáucaso” (8) traídas por gentes del Danubio desde el 1650 a.C. que constituirían la primera oleada de indoeuropeos que traerían la lengua “alteuropäische” de Krahe y esas palabras protoceltas reflejadas en la hidronimia y toponimia (9).

    Interpretados como símbolos mágicos religioso, entre las varias hipótesis destaca la que considera la posibilidad de que fuesen verdaderos altares para recibir ofrendas y propiciar la fertilidad de la tierra.


    Teniendo en cuenta que el clima suboreal, 3500-900 en Galicia fue probablemente más cálido y seco que el actual, es lógico pensar (Monteagudo) que entre otros destinos estos “altares” pudiesen servir para ritos de propiciación de la lluvia. (10)


    Estos ritos se mantuvieron en Chamorro hasta nuestros días y sus características las exponemos más adelante, con más detalle, al hablar de la religión castrexa.

    No sabemos que significaron ciertas rocas en la antigüedad, ni el sentido que tenía la Pena Molexa para los habitantes del Castro de Vilasuso. Si es difícil determinar cuál es el sentido específico del culto a las PIEDRAs en el Bronce, no es más fácil conocerlo para la Edad del Hierro. (11)

    ZONA III: MOUGA

    ACCESOS

    Partiendo del ayuntamiento de Narón, seguimos la carretera de Castilla hasta la Plaza de España (Ferrol), allí cogemos la carretera que va hacia San Xurxo y Doniños. En lo alto de Balón seguimos la carretera a la derecha que va a la planta de residuos sólidos de Mougá. La mayor parte de los túmulos se encuentran a ambos lados de una pequeña carretera que va hacia el repetidor de Telefónica.

    OBSERVACIONES

    Próximo al Monte da Lagoa (Figura 1, zona 3 y Figura 4), donde no fue posible encontrar ningún túmulo, puesto que allí se ubica el vertedero municipal y planta de reciclaje de residuos sólidos y ser acalcada una extensa área, se encuentra el monte denominado “Campaiñas” en cotas que oscilan entre los 170 (Figura 4, túmulos 14 y 15) y 290 (Figura 4, núm. 1, 2, 3, 4) existe una “necrópolis” compuesta provisionalmente de 15 túmulos.

    Todos los túmulos presentan claros signos de violación y aunque de grandes dimensiones, sobre 20 metros de diámetro y 2 metros de altura (Figura 4, núm. 4, 6, 7, 8, 9, 10) no parecen tener cámara de grandes PIEDRAs, no siendo por lo tanto megalíticos y su cronología quizás se remita al Calcolítico.

    Como ya venimos observando, parte de estos túmulos son utilizados hoy en día como marcos, (Figura 4, núm. 3, 9, 10, 13, 14) y algunos presentan por este motivo cortes en su estructura tumular (Figura 4, núm. 10, 13, 14). La gente no sabe como se llaman esos túmulos, “son unas cosas curiosas”.

    ZONA IV: BRIÓN

    ACCESOS

    Partiendo de la antigua Casa Consistorial de Narón, seguimos la carretera de Castilla hasta la Plaza de España (Ferrol). Cogemos la carretera de San Xurxo y Doniños; en el alto de Balón, la carretera de la izquierda que va a Brión. Pista asfaltada hasta el lugar de Liñares; los túmulos 1 y 4 están en la parte más alta de dicha pista, cortados por ella en el lugar de la Chaira. Los túmulos 5 y 6 se encuentran siguiendo el camino sin asfaltar al lugar de Martín. Los 25 túmulos restantes, cogiendo cualquier camino a la derecha hasta la parte alta del monte de Cha.

    OBSERVACIONES

    Más que una zona podemos considerar en ella dos áreas de concentración tumular. (Figura 5).

    Una a lo largo de la pista de Brión a San Cristobo (Figura 5, túmulos núm. 1, 2, 3, 4, 5, 6) entre los 190 y los 160 metros de altura, presentando los tres primeros cortes en la estructura tumular, debido a la pista.

    Y otra área, mucho más dilatada, entre el Coto do Gato (Figura 5) (donde la tradición quiere que una PIEDRA esconda un gato de oro) y el Monte da Cha (Figura 5). En las dos áreas se conocen los túmulos con los nombres de medorras. Todos ellos presentan el agujero de violación en la estructura tumular, y una vez más no presentan cámara dolménica, por lo tanto estamos de nuevo ante túmulos quizá del Calcolítico. Este conjunto se encuentra a menos de 1 km. del litoral atlántico. Es una de las mayores concentraciones tumulares de Galicia cerca de una ciudad (30 túmulos hasta ahora).

    La mámoa número 2 (Figura 5) cortada por la carretera, presenta claramente una coraza de PIEDRAs.

    Estas mámoas igual que en la zona 3 (Figura 1) se encuentran circundadas por valados de PIEDRA. En esta zona nacen la mayor parte de los regatos que van a desembocar a la ría de Ferrol y hacia Doniños.

    ZONA V: COTO DO REI-MONTE DE MARRAXÓN

    ACCESOS

    Partiendo de la antigua Casa Consistorial de Narón, tomamos la carretera nacional hacia Neda y Fene. A la altura del Juzgado viejo de Fene cogemos la carretera izquierda hacia San Marcos, a la altura del cementerio de Sillobre, la pista a la izquierda que va al lugar de Buio, de allí al monte de Marraxón. Las mámoas se encuentran en la parte más alta de ambas orillas de la pista.

    OBSERVACIONES

    Se decidió añadir en el programa de investigación desarrollado por el ayuntamiento de Narón los túmulos de la zona V (tierra de Bezoucos) por presentar características morfológicas similares a los de la tierra de Trasancos.

    Alberto López Fernández e Ignacio García Novás, localizaron en cotas de 320 a 360 metros, 19 túmulos en el área de Marraxón-Coto do Rei. (Figura 7)

    Un túmulo (Figura 2; núm. 2) está cerca del deslinde entre Neda y Fene (cota de 324 mts.)

    Otro túmulo (Coto do Rei) se encuentra como aislado dividiendo dos zonas de distribución, siendo el más grande de ellos (Figura 7; núm. 7), con 28 metros de diámetro apróx., antiguo vértice geodésico, actualmente trasladado a la mámoa acalcada (Figura 7; núm. 1) en la cota de 337 metros.

    El túmulo número 4 está seccionado por un valado y un camino.

    El túmulo número 10 se encuentra en el interior del ángulo de convergencia de dos valados y perdió buena parte de la estructura tumular.

    Túmulo número 11 (Figura 7): utilizado también como marco, se encuentra en el ángulo exterior de la convergencia de dos valados.


    Todos ellos presentan agujero de violación y no se aprecian en ellos restos de cámaras dolménicas. Pueden ser probablemente remitidos, junto a los otros estudiados, a un momento, dentro de la diacronía propia de cada túmulo, del período calcolítico.

    APARATO CRÍTICO:

    (1) Xeografía do Reino de Galicia T. VI, pág. 355 e 356.
    (2) Ritos e crenzas galegas pág. 153.
    (3) Xénese 18 y 19.
    (4) ARG núm. 2.810.
    (5) ARG núm.2.764.
    (6) Fols. 124v.-143r.
    (7) “Catalogación Castrexa da Bisbarra de Ferrol”, C.A.I. núm. 5, pág. 52.
    (8) L. Monteagudo, Petroglifo da Lagoa das Rodas (louro Sw. prov. Coruña). Primera reunión gallega de estudios clásicos pág. 46, 98, Santiago 1981.
    (9) L. Monteagudo, obr. cit., pág. 54, 55.
    (10) Obr. cit., pág. 61.
    (11) Según A. Tovar: “A veces podemos entrever algo. La dedicatoria del Monasterio de Santa María de Riveira CROUGINTOUDADIGOE (C.I.L. II, 2565) nos muestra un compuesto del tipo, nombre más adjetivo de carácter no indoeuropeo, como ya veremos, y confirma el culto a las rocas. Crougin –corresponde al irlandés Crúach=montón, colina; Gal. Grug, cippus, tumulus; Top. brit. Pennocrucium (Pokorny IEW pág. 938) e Isidoro Millán cree que sobreviría en la palabra gallega croio o coio. Muy interesante es también el segundo elemento –Toudadigoe, adjetivo derivado de “Teuta”=pueblo, que permite traducir todo el compuesto como: “A la pena comunal”. Comparable a este compuesto galaico es el de la inscripción de Talaván (Cáceres), Toudopalandaigae (Blanquez 1962, 81, S.), de composición más indoeropea, en cuyo elemento tenemos la voz “pala” que ya hemos comentado a propósito del Cabeçao das Fraguas, y a la que acercamos el nombre de la tribu cacereña Palanteses. El adjetivo toudopalandaigae referido a la divinidad humidie berobrigae significa “a la de la peña comunal”.



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