ORELLANA DE LA SIERRA
Encontrada una estela de guerrero en el entorno del embalse
Fue hallada por el profesor Cándido González Ledesma y ha sido depositada en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz
JOSÉ CALZADO RUIZ/ORELLANA DE LA VIEJA



El Museo Arqueológico Provincial de Badajoz cuenta en su inventario con una nueva estela de guerrero encontrada en el entorno del embalse de Orellana, término municipal de Orellana de la Sierra, que fue encontrada y depositada allí por el profesor y actual director del Instituto de Enseñanza Secundaria Pedro Alfonso de Orellana, de Orellana la Vieja, Cándido González Ledesma.

Este elemento, característico del final de la Edad del Bronce en el suroeste de la Península Ibérica, cuya cronología abarca desde finales del siglo X o comienzos del IX a. C. hasta el VII antes de nuestra era, es el último de los cuatro que ha ayudado a recuperar el profesor orellanense, junto al hallado en el paraje denominado Cogolludos, el publicado como de Esparragosa de Lares y el de Valdetorres I.

En el cerro de la Atalaya

La estela fue descubierta mientras se realizaban labores de binado sobre barbecho en la primavera pasada, pero no fue hasta varios meses después cuando Cándido González fue informado. El hallazgo se produjo en el paraje conocido como cerro de la Atalaya, que está situado a un kilómetro escaso de Orellana la Vieja, pero en el término municipal de Orellana de la Sierra.

El soporte material de la estela es una PIEDRA de diorita de 1,24 metros de longitud, 52 centímetros de anchura máxima y 35 centímetros en su tramo medio, con un grosor aproximado de dieciocho centímetros. Su estado de conservación puede ser calificado de mediano, pues presenta exfoliaciones y marcas naturales en su superficie, además de algún rasguño del arado al ser hallada. La superficie neta dibujada es de unos setenta centímetros, quedando exenta parcialmente unos cincuenta y cuatro centímetros para su hincamiento.

Varios elementos

Los elementos que componen esta estela decorada son una lanza de unos 33 centímetros de longitud, un escudo con dos círculos concéntricos, el mayor de veinte centímetros de diámetro y el menor de nueve y medio; una figura esquemática de hombre; una espada de unos diez centímetros; un espejo de unos once centímetros; un carro tirado por dos cuadrúpedos, también representados muy esquemáticamente, y varios elementos que se presentan dudosos en cuanto a su interpretación, pero que podrían ser identificados, según Cándido González, como un peine, una pinza o navaja de afeitar y otros difíciles de encuadrar."