Autor: Onnega
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Sección: Toponimia
Información publicada por: Onnega
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¿Serra da Faladoira o da Faladora?
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Bernardo Penabade, de la AGAL, dio ayer por la tarde una interesante charla en la sede de la Fundación Ortegalia (Ortigueira) sobre la normalización de un topónimo de la zona: ¿Serra da Faladoira o Serra da Faladora? En el siglo V al rey suevo Remismundo se le notifica que su esposa Hildefrida le es infiel. El rey, obsesionado con esta mujer, decide enterrarla viva en la sierra (1). Los lamentos de Hildefrida motivarían el adjetivo “faladora” (habladora) aplicado al lugar. Al hilo de este episodio Penabade comenta algún aspecto histórico del reinado de Remismundo, que parece ser llegó hasta Lisboa: por eso, dice, Grañas do Sor y Portugal, distrito de A Beira, son los únicos sitios donde existe el topónimo Silgada (del latín silicatam). La razón última, según Penabade, es que poblaciones del norte llevaron consigo los topónimos Silgada, Candedo y hasta el nombre del río Sor a Portugal. Pero si bien es posible que estemos ante un caso de exportación de la toponimia, también es altamente probable que sea una mera coincidencia: el hidrónimo Sor / Sar es prerromano y muy frecuente en toda Europa, así como la raíz *cand-, presente por ejemplo en Candamo (Asturias). La comisión de toponimia de momento sólo ha normalizado los nombres de los núcleos de población, por lo tanto no se ha pronunciado ni ha informado sobre el orónimo Serra da Faladoira o da Faladora. Penabade cree que es un adjetivo, como “corredora” o “comedora”, de ahí que defienda la corrección de Faladora. En esta línea menciona otro orónimo, el monte de A Bailadora (Ferrol). Pero ¿de dónde sale entonces la variante más frecuente en la actualidad, Faladoira? Aquí entramos, para mí, en la parte más interesante de su charla: su investigación le lleva a afirmar que la variante con diptongo es un invento de Otero Pedrayo. En 1926 se publica la Guía de Galicia, allí por primera vez el autor utiliza el hiperenxebrismo Faladoira. La Gran Enciclopedia Galega, por el peso de Otero Pedrayo, retoma el dato erróneo y le da la continuidad que tiene hasta la fecha. Pero hasta 1926, en los mapas y los libros (menciona uno de Maciñeira) lo que se recoge es el topónimo sin el diptongo, Faladora. Otro dato a tener en cuenta es que los hablantes mayores utilizan también el topónimo sin diptongo. Por otra parte él mismo menciona, en contra de su idea, un topónimo A Faladoira en Goá (Cospeito, Lugo). Y en la base de datos del CODOLGA encuentro ocurrencias que no apoyan directamente su idea: -et per petram malladoriam (1216) -per Pena Maladoira (1220) Con estos datos lo que se propone Penabade es remitir un informe a la Comisión de Toponimia para que en su siguiente reunión aborden el topónimo. Es el procedimiento a seguir en aquellos casos problemáticos que no afectan a núcleos de población y que, por tanto, de momento no están sujetos a normalización alguna.
(1) Otra versión, en la que Hildefrida es castigada por haber dado muerte a uno de sus hijastros, en http://www.fegasinel.com/contenidos/docs/205/ASINEC_53.pdf
-Actualización de 27-05-07: Explicación del topónimo Faladora y nota sobre la leyenda según Vicetto, su compilador. Federico Maciñeira en Bares. Puerto hispánico de la primitiva navegación occidental, Santiago, 1947, pg. 62-4 nos cuenta que: “lo de Pena Faladora con que de antiguo designan al risco superior y más cercano a la reseñada necrópolis [dolménica] le viene de que claramente produce eco […]. En Portugal también tenemos un peñasco que por la misma causa de producir eco llaman Pedra que Fala, suponiéndose por el pueblo, de legendaria tradición, la existencia en su interior de una mora encantada. ¿Hallaría por aquí Vicetto, en relación con Pena Faladora, alguna tradición semejante que le inspirase la conocida leyenda inclusa en su obra Los reyes suevos de Galicia, o sería esa serie de grandes tumbas encumbradas lo que hubiese herido su fecunda fantasía para imaginarla? El famoso literato refiérese a una tradición, y por ende, tal tenemos que suponer su origen, que luego aplicaría a los tiempos y a las gentes que le convino”, y en nota 74: “en el tomo II, página 77 y siguientes, de Los reyes suevos de Galicia (Coruña, 1860) habla de ese episodio en que por ciertas infidelidades de su esposa y por las calumnias de que mandara matar a uno de los hijos de su primer matrimonio, el rey suevo Regismundo abandonó a la venganza de los hermanos del interfecto a la infiel esposa, siendo llevada por éstos desde Lugo, residencia de la corte, a unas lejanas montañas, donde la enterraron viva. Y la tradición -al decir del propio Vicetto- quiere que fuera este peñasco el lugar en cuyas entrañas sigue viviendo la desventurada reina, la cual cuando se la llama, sea la hora que quiera, contesta desde su agreste mansión con un lastimero gemido”.
-Actualización de 21-11-07: una muy interesante etimología propuesta por Alfaiome aquí consiste en suponer que el topónimo es un derivado del verbo afalar, "arrear al ganado, estimularlo mediante la voz para que camine". Esta hipótesis vendría sustentada por el hecho de que el antiguo camino de arrieros discurría por la dorsal de la sierra, y porque en ella desde siempre existe ganado equino y vacuno pastando en régimen de libertad. Así pues: Serra Afaladoira = sierra por donde se afala al ganado.
(C) Onnega, para Celtiberia.net
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Comentarios
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Onega.
Las "Pedras que falan" son en la Callaecia antecedentes de lugares de Eulalia y Eufemia, las que bien hablan.
El recurso del eco es la explicación técnica para la proyección a distancia de palabras, cantos de aves, tañir de campanas etc. de lugares con tradición oracular.
Hay 1 comentarios.
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