¿DAMA DE ELCHE O DIOSA DE ELCHE?

La caracterización y significación de la Dama ha sido motivo
de controversias, ver: Historiografía de la Dama de Elche, sus prototipos fuera
de Hispania. J M Blázquez.

Me inclino por ver en ella la figura de la Magna Mater
mediterránea, quien preside el nacimiento la muerte y el renacimiento de todos
los seres, a semejanza de la Diosa Triple lunar (Tanit por ej. cuyo ideograma
es tan parecido al Anj –vida egipcio- y al staurograma cristiano copto).

La Diosa luniterrestre se manifiesta como joven, amante,
gestante, parturienta, lactotrofa y finalmente dirigiendo la necesaria muerte y
el renacimiento de todos los seres terrestres.

Ciclos diarios en que la radiante Aurora se transforma en la
bruja del crepúsculo y la noche (CooMaraswamy), cubierta por la piel del asno;
ciclos de 28 días al final de los cuales la luna desaparece, muere; anuales de
primavera e invierno, como en Blanca Nieves; ciclos draconíticos en que la luna
es devorada por el dragón de los eclipses; ciclos venusianos de 52 años.

Dice Kerényi de Afrodita: Melaina, “la negra”, Escocia “la
oscura”; asociada a las Erinias, 
Andrófonos “asesina de hombres”; Timbónicos “la excava tumbas”, indica
sus potencialidades siniestras y peligrosas {1. Desaparecidas en el cristianismo,
donde es la Mater Dolorosa}. Epitimbidia “sobre las tumbas”, Reina del
inframundo como Persefesa; Pasifesa, “la que brilla de lejos” {como la
luna}…identificaban a la Diosa del Amor con la Diosa de la Muerte, comparable a
la Venus Libitidina de los romanos.

En su aspecto más siniestro la diosa es sanguinaria, feroz, devoradora:
Kali, Gorgona.

Las almas muertas toman el camino de la Vía Láctea como
cabritos en la leche materna. Arrebatadas por buitres (harpías), ángeles,
raptadas por una yegua acuática (Gorgona), en un bote que navega el Río del
Llanto hasta su destino en el Polo norte cósmico donde se realiza la
psicostasia, siendo triturados y devorados por la Diosa y vueltos a parir en la
Rueda de las transmigraciones.

Dice Graves: Arian Rhod, rueda de plata {2. Luna como la
Gorgona} es un aspecto más de Cardwen. La Diosa Blanca de la Vida en la Muerte
y la Muerte en la Vida; estar en el Castillo de Arianrhod es estar esperando la
resurrección.

“Como Cardea gobierna el Gozne celestial alrededor del cual
gira la piedra molar del universo {3. ¿Hamlet´s Mill?}, en los Eddas las
gigantas Fenja y Menja hacen girar la monstruosa piedra molar. Se identificaba
con la Rhea de Creta, vivía en el eje del molino, girando sin moverse {3. Como
las brujas rusas que viven en una choza que gira sobre una pata}. Otro nombre
es Artemisa celeste {4. ¿Arkt Themis?} consagrada a la Osa en Arcadia. Osa
Mayor y Menor siguen siendo sus nombres.”

Los griegos llamaban Arktos a nuestra Osa Mayor, también
Amaxa (carro agrícola de 4 ruedas). En el caldero traco indio de Gundestrup se
ve la Diosa en el Carro, como Lakshmi. En primavera llegan del Mar los jóvenes
dioses infernales, Dionisio y su Dama, en un carro o embarcación llena de
flores (katá d’hora, katá d’aner).

La osa es un ser devorador, especialmente en primavera, al
salir de su letargo invernal, de la cual Schneider dice: La osa, igual que la
vaca celeste védica, representa un animal de la Magna Mater en la montaña de
Marte, agregando que una osa desollada parece una mujer {encinta}.

Carro de Kibele, de Rhea. En Sumer el catasterismo de la Osa
era Mul Mar Gidda, el Gran Carro; en Persia Haptoiringa, los 7 bueyes (Septem
Triones); entre los nórdicos el carro de Karl (Thor), Karl’s wagen y el de la
Diosa, Kvennavagn, carro de Frejja, Hellewagn, carro de los muertos.

Entre los semitas la osa es Ash, también el catasterismo es
Nash, ataúd, arca de Osiris. Curiosamente en inglés bear, parir; bear oso; boar
jabalí; bier ataúd. To bear llevar, griego foros, semita forah.

Las Osas o Carros giran perpetuamente alrededor del Polo
cósmico norte (que en 2 500 A.C. estaba en alfa draconis), como una gran
swástika, como embarcaciones que recogen a los muertos y descargan a los nuevos
vivientes que renacen en la Rueda, como las manos de Rhea (Pitágoras) que
recogen y devuelven las vidas terrestres, en el perpetuo girar del mutuo
sacrificio entre el Cielo y la Tierra.

En Egipto la Osa corresponde iconográficamente a la
Hipopótamo Amut (de donde el Behemot bíblico), cuya localización astronómica se
ubica en  el giro posterior de nuestro
Draco, contorneada su figura por un Cocodrilo (5: En Cambodia la figura de
nuestra Osa corresponde a un Nak, un Cocodrilo que separó las aguas de las
tierras). El resto de nuestro Draco está representado por la cadena (katecon)
con que Amut sujeta a la Maligna Pata del Buey Rojo (Set), que es nuestra Osa
mayor, correcto orden del cosmos vigilado por Arktofilactes, Arkt Uro, el
Guardián al servicio de Amut (Horo Orión polar). Kinosura es el perro del
Guardián, como indica Flammarion (no una absurda cola de perro).  Amut es entonces la trituradora de almas (el
hipopótamo es un animal acuático muy peligroso y destructivo en su ira,
relacionado en Egipto con el mal, es tifónico), la devoradora (cocodrilo), a la
vez que preñada de nuevas vidas, como la Diosa Cerda (cerda = útero, v.gr. en
porcelana o concha, en delfín o cerdo marino). Tiene también Amut una
lanzadera, axis cósmico en 2 500 AC, como se dijo.

Esta figura origina 2 cauces iconográficos, uno que
pudiéramos llamar griego, en que el Héroe (Perseo) rescata a la Dama desnuda,
encadenada y en poder del Dragón, y otro que llamaremos egipcio en que por el
contrario, la Dama (Santa Marta)  sujeta
al Dragón encadenado y atacado por San Jorge (Jorge el Verde), tema de farsas
carnavalescas medioevales (Tarasca) prohibidas por la Iglesia pues daban lugar
a excesos licenciosos; al parecer rituales mágicos agrícolas para alejar las
sequías o las tempestades. Hay también un tema de sellos bizantinos medievales
en que San Jorge ataca a la Gorgona (Abyssos), quizás profiláctico del cáncer (cancro)
uterino o intestinal.

Puede entonces pensarse que el carro o la Rueda
(directamente lunar) expresan la doble naturaleza de la Diosa del Amor y de la
Muerte, del nacimiento la muerte y el renacimiento, lo que quizás pueda
observarse en urnas cinerarias etruscas figuradas, en que el difunto aparece
portando un disco (quizás el plato con el que se integra al Banquete de los
Bienaventurados); sin embargo es notoria la representación de ruedas en estos
sarcófagos.

Ruedas que apelan al círculo de la luna, al círculo de las
Osas o Carros, a la rueca en que una vieja hila el hilo de la vida (cortado al
nacer el cordón umbilical y al morir, el hilo de la vida para urdir nuevas
vidas); al molino cósmico. Dice Schneider: “Los símbolos husiformes expresan la
idea general del sacrificio mutuo y resulta por lo tanto errónea la
interpretación exclusiva como símbolos sexuales terrestres, porque éste sólo
representa uno de los varios aspectos del sacrificio
mutuo en el cual el hombre y la mujer se relacionan microcósmicamente como el
cielo y la tierra.”

Pudiera pensarse entonces que las grandes ruedas que enmarcan
la cara de la Dama de Elche no son simples adornos sino manifiestan su esencia como
Diosa de la Rueda, así también su función como receptáculo de las cenizas del
muerto, que recuerda los cántaros funerarios como úteros de la Madre
prehistóricos noreuropeos y frecuentes en América, la posición sedente propia
de las diosas infernales y la presencia de la granada, fruta fálico infernal de
la muerte y el renacimiento (Gubernatis).