Autor: silmarillion
domingo, 09 de octubre de 2005
Sección: Artículos generales
Información publicada por: silmarillion


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América, 12 de octubre

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Maldición de Malinche (


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  1. #1 silmarillion 10 de oct. 2005

    EL DESIERTO (De "La Cautiva", Esteban Echevería, 1805-1851)
    Ils vont. L'espace est grand.
    Hugo
    [Ellos van. El espacio es grande]

    Era la tarde, y la hora
    en que el sol la cresta dora
    de los Andes. El Desierto
    inconmensurable, abierto,
    y misterioso a sus pies
    se extiende; triste el semblante,
    solitario y taciturno
    como el mar, cuando un instante
    el crepúsculo nocturno,
    pone rienda a su altivez.

    Gira en vano, reconcentra
    su inmensidad, y no encuentra
    la vista, en su vivo anhelo,
    do fijar su fugaz vuelo,
    como el pájaro en el mar.
    Doquier campos y heredades
    del ave y bruto guaridas,
    doquier cielo y soledades
    de Dios sólo conocidas,
    que El sólo puede sondar.

    A veces la tribu errante
    sobre el potro rozagante,
    cuyas crines altaneras
    flotan al viento ligeras,
    lo cruza cual torbellino,
    y pasa; o su toldería
    sobre la grama frondosa
    asienta, esperando el día
    duerme, tranquila reposa,
    sigue veloz su camino.

    ¡Cuántas, cuántas Maravillas,
    sublimes y a par sencillas,
    sembró la fecunda mano
    de Dios allí! ¡Cuánto arcano
    que no es dado al mundo ver!
    La humilde yerba, el insecto,
    la aura aromática y pura;
    el silencio, el triste aspecto
    de la grandiosa llanura,
    el pálido anochecer.

    Las armonías del viento
    dicen más al pensamiento
    que todo cuanto a porfía
    la vana filosofía
    pretende altiva enseñar.
    ¡Qué pincel podrá pintarlas
    sin deslucir su belleza!
    ¡Qué lengua humana alabarlas!
    Sólo el genio su grandeza
    puede sentir y admirar.

    Ya el sol su nítida frente
    reclinaba en occidente,
    derramando por la esfera
    de su rubia cabellera
    el desmayado fulgor.
    Sereno y diáfano el cielo,
    sobre la gala verdosa
    de la llanura, azul velo
    esparcía, misteriosa
    sombra dando a su color.

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