Autor: Baal Fogor
lunes, 28 de noviembre de 2005
Sección: Tradiciones y Fiestas
Información publicada por: Baal
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La Festividad de los Mayos

Una festividad céltica

La fiesta de los Mayos es común a numerosos países europeos; así:
_ Junto al origen celta de Beltane, debe ponerse de relieve como otros pueblos celebraban también esta fecha; así destaca Roma, que entre las distintas fiestas florales reconoció como las más importante la dedicada a la diosa Flora: la Floralia, que duraba del 28 de abril a las calendas de Mayo, (es decir, al 1 de Mayo); y durante la cual se engalanaban pueblos y ciudades con innumerables flores, alfombrando con pétalos de rosa los caminos. También es reseñable como algunos pueblos de Oriente celebraban también desde tiempos precristianos la “Fiesta de las Flores” en fecha de nuestro actual 24 de Abril; cubriéndose con flores las casas y las mesas de los banquetes; al tiempo que todo ciudadano se engalanaba con guirnaldas florales.
_ En Inglaterra la tradición de los Mayos conectada a la festividad de Beltane se puede rastrear hasta el Sur de Lancashire, donde se cantaban “los Mayos”, en sendas tonadas denominadas la vieja y la Nueva Canción de Mayo, la primera de clara evocación celta, la segunda de época claramente posterior. La tradición cuenta como se recogían ramas y flores de espino durante la víspera de Cetamain y se llevaban a las casas al amanecer al son de pitos y tambores para adornar puertas y ventanas. En algunas partes de Inglaterra, en la festividad de “May Day”, las muchachas solteras salían en procesión portando ramas floridas antes del Alba, momento en el que se iniciaban las danzas de Mayo al son de la gaita, para dirigirse posteriormente, al bosque sagrado; en donde se rendía culto a la Vara de Mayo y a su esposa Lady Flora, asistidos de su corte de hadas, niñas y Leprechauds. En esta fiesta, la Vara de Mayo se decora con serpentinas y se colorea, para realizar posteriormente un baile festivo-ceremonial entorno suyo; siendo esta vara, representación del roble sagrado, y también manifestación del atributo sexual de Bel. Según la tradición anglosajona, de la Vara se prendían cintas a las que se anudaban cada uno de los bailarines para girar en círculo alrededor de la misma.
_ En Francia, la festividad de los Mayos, se vinculó a la “Reina de Mayo”o “Reina Maya”, una muchacha virgen, representación de la pureza de la joven Primavera, a la que se agasajaba durante todas la festividad; así en Nimes, se aclamaba como tal reina a una doncella a la que se la entronizaba en un baluarte de flores y verde follaje, mientras sus damas de honor pedían a las gentes para su dote. En la Brasse y en Grenoble la tradición establecía los desposorios simbólicos entre la reina maya y su partener, también un joven de la localidad y probadas virtudes. Por otro lado hallamos vinculados al Mayo los denominados “Juegos Florales”, concursos de poesía en el que la espontaneidad de los versos era requisito sine cuanon para “enmayarse”; (Juegos que si bien tienen su origen en las celebraciones romanas en honor a la diosa Flora; no dejan por otro lado, de ajustarse a las antiguas competiciones celtas desarrolladas entre los bardos de las distintas tribus). También, se celebraba la festividad del Mayo colgando los campesinos de las puertas de sus amadas un ramo verde entrelazado con hojas de acanto; al tiempo que era también costumbre plantar un árbol, (al que también se llamaba Mayo), enfrente del hogar de aquellos a los que se quiere agasajar, (árbol de Mayo cuyo más destacada tradición se encuentra en el que plantaran tradicionalmente los curiales de París en el patio del Louvre conocido desde entonces como “patio de Mayo”). El árbol de Mayo en la Borgoña cumplía las mismas funciones que en Inglaterra; al servir de poste alrededor del cual se ejecutaban danzas por los mozos y mozas de cada aldea, al tiempo cada uno de los mozalbetes, para probar su destreza había de trepar a lo alto del mástil con mayor rapidez que sus contrincantes. En el N. de Francia, por su parte, se conocía la festividad de la “Bendición de los trigos”, donde las muchachas, de blanco inmaculado salían en procesión junto al resto de aldeanos portando guirnaldas de flores y arrojando al paso del sacerdote bendiciente flores y hojas de Boj. Por último en Nanterre es conocida la “Fiesta de la Rosa”, en la que se elige a la más bella de las muchachas de la localidad; y en Niza la populosa fiesta conocida como “Batalla de las Flores”.
_ En Bélgica, era costumbre entre las mujeres casaderas de Lieja reunirse el primero de Mayo a la salida del Sol, para buscar tres brotes juntos de caña florida o tres briznas grandes de hierba procediendo a cortarlos a igual altura; para después, proceder a atar a cada uno un hilo de seda de un color distinto: Negro, (representación de la soltería); rojo, (representación del amor apasionado); y verde, (representación de los deseos más ocultos). Transcurridos que fueren diez días, las muchachas acudían al lugar donde hubieren atado los brotes por ver cual había despuntado más, siendo éste pronóstico de sus amores.
_ En Suecia es conocida la antigua tradición por la que se elige al “Conde de las Flores” en el desarrollo de una populosa verbena celebrada durante la última noche de Abril.
_ En Italia históricamente se puede destacar como en la Toscana el 1 de Mayo tenía un papel predominante un mítico personaje denominado Calendimaggio, (personaje que por lo demás reunía mucho de los atributos del dios Bel, el Apolo latino). Por toda la península italiana es también costumbre la de cantar “Il Maggi”: coplillas de muy diversa índole, las más de las veces amorosas con una importante carga sexual, que los jóvenes entonaban para festejar la entrada de la Primavera. En Lucano por su parte, los Maggi tienen un carácter auspiciatorio de origen claramente pagano. Finalmente se puede destacar la “Fiesta del Árbol” que se celebra en Siracusa, (Sicilia), durante el mes de Mayo; fiesta que si bien se celebra en conmemoración de la victoria contra los atenienses comandados por Nicias, ANGELO DE GUBERNATIS en su obra Mitología de las Plantas, cree que sin duda la festividad era anterior a la de dicha victoria.
_ En Suiza, en la ciudad de Zurich, todavía en el 1.910 se celebraba con gran pompa esta festividad, en la que una procesión de niños que recorrían las calles portando arcos florales precedían al gran pelele blanco, personificación del Invierno, que posteriormente era llevado a la plaza del Ayuntamiento para ser entregado a las llamas del fuego purificador de la primavera.
_ En Alemania, MANNHHARDT, en su obra Mitos Germánicos, cita los baños rituales en agua de rocío en el 2 de Mayo.
_ En España, como pusiera de relieve COVARRUBIAS en su Tesoro de la Lengua Castellana, las “Fiestas Mayales” tienen un origen inmemorial, afirmando: “Maya y mayo es una especie de representación que hacen los muchachos y las doncellas poniendo en un tálamo un niño y una niña que significan el matrimonio”. Al tiempo, en otros lugares la citada pareja infantil es sustituida por la “Reina Maya”, que colocada en un estrado observa como sus damas incitan a los transeúntes para que asistan a su dote; (de ahí la expresión: “Mayo mangonero, pon la rueca en el humero”, que alude a las muchas fiestas de mayo y las mangas de las parroquias). Costumbre por lo demás que fue prohibida en Madrid por Carlos III por Decretos de 20 de Abril de 1.769 y 21 de Abril de 1.770, debiendo reiterarse la prohibición, dado su incumplimiento, por Carlos IV en fecha de 2 de Mayo de 1.789. No obstante la tradición de la reina de Mayo permaneció incólume en el resto de España; y así, aún subsiste, sobre todo en el Levante peninsular, en la tradición de nombrar reina de las Fiestas, Falleras Mayores, Damas de la Verbena, etc... Por otro lado, también abunda en España la tradición de la Vara de Mayo; como aquel árbol o palo que adornado de cintas, frutas y flores adorna durante el mes de Mayo los bailes y otros festejos a los que acuden jóvenes de uno y otro sexo. Esta tradición en otros lugares de la Península se cristianizó en lo que se ha dado en conocer como la Cruz de Mayo celebrada en fecha del 3 de Mayo; pero con idéntico contenido y propósito, al adornarse una cruz levantada y profusamente decorada por la juventud del pueblo y que quedaba bajo la protección de la doncella de Mayo a la que sus compañeras acompañaban pidiendo dádivas y regalos. Dentro de las fiestas florales celebración del mes de Mayo, son dignas de destacar también la antaño conocida “Feria de las Flores” en Barcelona, celebrada en la festividad de San Jorge el 23 de Abril, y hoy sustituta por la conocida costumbre de “la rosa y el libro”; y la no menos conocida procesión del Corpus en Toledo, en la que literalmente corren ríos de pétalos de flor. Finalmente Mayos son también los cantos que en la víspera del 1 de Mayo entonaban, (al igual que en Italia), los jóvenes solteros a la puerta de las casas de sus pretendidas.

Para terminar, no podría completarse el análisis de las celebraciones de Mayo sin hacer alusión a las festividades marianas, en donde el culto a María, en su aspecto virginal y de pureza, es un claro intento de la Iglesia por sustituir las celebraciones paganas en honor de la “Reina Maya”. Así los primeros emperadores cristianos vinieron a sustituir las antiguas Floralia en honor de Flora por las Majunia, en honor de la Virgen María. Del mismo modo, aún es conocida en Roma la romería de la “Maddona del Divino Amore” en la villa de Genzano, en el que las jóvenes se intercambian por el camino ramilletes de flores; y también en los Abruzzos, donde se celebran procesiones en honor a María, en las que numerosas chiquillas con hábitos blancos comandan la peregrinación al santuario de la Virgen. Por último en España como en los demás países católicos, principalmente en Europa, la tradición es la de honrar durante todo el mes de Mayo a la Virgen María.


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  1. #1 crougintoudadigo 14 de dic. 2005


    CROUGINTOUDADIGO saluda y felicita a BAAL FOGOR, a AINE, a LILIT, a TOPONI, a AIDAG, y demás celtólogos, enviándoles a su consideración un fragmento de un capítulo al respecto de A. Pena –publicado en 2004- sobre este tema. Lamentablemente no sabe adjuntar unos extraordinarios dibujos realizados por la ilustradora Eva Merlán. Un fraternal abrazo enorme a todos

    FLORENTIA: El 1º DE MAYO O BELTAINE
    “El primero los granos y las frutas granaba” dice por mayo el Arcipreste de Hita

    Es específicamente celta la cuatripartita división del año en periodos inaugurados con grandes solemnidades o Ferias de noventa días. Noventa días son los que separan la víspera de Todos los Santos, la mayor fiesta celta, Samhain, festividad del “año nuevo”, celebrada el primero de noviembre de la Candelaria, el Imbolc o fiesta de la lactación de las ovejas celebrada el primer día de Febrero; noventa días separan la Candelaria de la segunda mayor fiesta del año celta Celebrada el 1º de Mayo: la Beltené; y noventa días separan a esta fiesta del fuego del 1º de Mayo de la gran fiesta de la comida y la hartura, la Lugnasad el 1º de Agosto, trasladada en virtud de la reforma del calendario gregoriano en España al día 15 del mes, y celebrada en Galicia en infinitas romerías donde asume la comensalía un importante papel. Estos periodos de noventa días no coinciden con los equinoccios o con los solsticios pero sí con la percepción física de la naturaleza, la llegada (1º de mayo) o partida (1º de noviembre) del ganado a las brañas, o con la percepción física del año [The principal fire-festivals of the Celts, wich had survived, though in a restricted area and with diminished pomp, to modern times and even to our own day, were seemingly timed without any reference to the position of the sun in the heaven. They were two in number, and fell at an interval of six months, one being celebrated on the eve of May Day and the other on Allhallows Even or Hallowe’en, as it is now commonly called, that is on the thirty-first of October, the Say preceding All Saints’ or Allhallows’ Day. These dates coincide with none of the four great hinges on which the solar year revolves, to wit, the solstices and the equinoxes. Nor do they agree with the principal seasons of the agricultural year, the sowing in spring and the reaping in autumn. For when May Day comes, the seed has long been committed to the earth; and when November opens, the harvest has long been reaped, and even the yellow leaves are fast fluttering to the ground. Yet the first of May and the first of November mark turning-points of the year in Europe; the one ushers in the genial heat and the rich vegetation of summer, the other heralds, if it does not share, the cold and barrenness of winter. Now these particular points of the year, as has been well pointed out by a learned an ingenious writer [E. K. CHAMBERS. Oxford, 1903], while they are of comparatively little moment to European husbandman, do deeply concern the European herdsman; for it is on the approach of summer the he drives his cattle out into the open to crop the fresh grass, and it is on the approach of winter that he leads them back to the safety and shelter of the stall. Accordingly it seems not improbable that the Celtic bisection of the year into two halves at the beginning of May and the beginning of November dates from a time when the Celts were mainly a pastoral people, dependent for their subsistence on their herds, and when accordingly the great epochs of the year for them were the days on which the cattle went forth from the homestead in early summer and returned to it again in early winter [in Eastern Europe to this day the great season for driving out the cattle to pasture for the first time in spring is St. George’s Day, the twenty-third of April, which is not far removes from May Day[...]] Sir James FRAZER “The Fire Festivals of Europe. 6 The Halloween Fires”. The Golden Bougth IV 222-3] como la aparición de la leche en las ovejas y la inauguración de la temporada de pesca (1 de febrero) o de la fructificación de la tierra (1 de Agosto).
    Dura época de trabajo, coincide el primero de mayo con la Beltaine, fiesta sacerdotal por excelencia de la exaltación del fuego y de los maestros del fuego en la que se quemaban muñecos de madera, y conservan la memoria los viejos trasanqueses de haber subido en la mocedad a la cima de Ancos (Neda) “a face-las luminarias” cerca de la Fonte da Aureana y el Cal (canal), donde tres bellas mouras (del ciclo gallego de Ana Manana) guardan su tesoro, velando para ver al amanecer el encanto de la gallina con sus siete polluelos de oro [las Pléyades que acaban de surgir en el cielo. Cf. Fernando ALONSO ROMERO ¨-Para Fernando ALONSO ROMERO “Según LEHMANN-NITSCHE, la Gallina, y también las Gallina con los pollitos, es el nombre popular de las Pléyades en Francia, Italia, Alemania, Inglaterra, Dinamarca, Checo-Eslovaquia y Rumanía (LEHMANN-NITSCHE, 1923, 84) […] Fue por tanto, el conjunto estelar de las Pléyades, que coincidía en las Islas Británicas con la celebraciónn de Beltane, el primer día de mayo (KRUPP, E. C. 1979, 33). Sin embargo, según las investigaciones de diversos autores las Pléyades se conocían ya desde tiempos muy anteriores a los de los celtas. Incluso se especula sobre la posibilidad de que los hombres que realizaron las pinturas rupestres de Lascaux, en Dordoña, Francia, alrededor del año 15300 a. C., conocieran ya perfectamente bien la posición en el firmamento de las seis estrellas principales que forman esa constelación, puesto que sobre los cuernos de la gran figura del uro pintado en Lascaux se ven seis puntos distribuidos de tal forma que coinciden con la imagen que hombres que pintaron las cuevas de Altamira, entre el Auriñaciense y el Magdaleniense (del 26000 al 13000 a. C.), los primeros que representaron en sus pinturas algunas de las constelaciones que obsErvamos en el hemisferio norte” Fernando ALONSO ROMERO. “La Gallina y los Polluelos de Oro”, in Anuario Brigantino, 2002, nº 25, pp.64-6.
    ] y la fuerza del sol que sale bailando renovado. Celebramos todavía la Fiesta de los Mayos y la de San Juan [Los escoceses y los gallegos hacían como hoy adivinanzas al amanecer con huevos cascados en un recipiente en la noche anterior. En O Val (Narón), en la Pena Molexa, que la sostiene con un dedo meniño ‘meñique’ la Vella, ‘Vieja [constructora del paisaje gallego y de los megalitos, que baja por su Arco da Vella, “Arco Iris”, a buscar las piedras que le amontonan los niños gallegos] para retechar con ellas el cielo “que é de bóveda”, uno de los muchos mitos concentrados en esta roca figurativa, quiere ver en ella un Rey encantado con su ejército alredor; al amanecer de ese día, una mora encantada, de gran belleza ofrece sus tesoros a los presentes (y se dice que alguno tiene llevado hasta tres mulas de oro), aguardando inútilmente para ser liberada a que alguien, entre los tesoros que ofrece a la vista, la escoja a ella, forma única de romper el secular encanto. Se pagaban en junio las primicias de los roxelos y anellos en Trasancos.], tan relacionadas, la primera (fin de abril, comienzos de mayo) propicia la cosecha, la segunda es de protección religiosa y purificación. A primeros de mayo se reunían los druídas en el bosque de los Carnutos, en un concilio de la iglesia céltica, similar a los concilios de la igresia católica es la culminación del primer paso del sol conmemorado desde los rituales de Alumear o Pan, la Coca y la Tarasca de Redondela, etc. a las Grannas Mias de las Ardenas.

    FLORENTIA EL PRIMER PASO D
    Se suele hablar de Belenos recordando su “Claro”, “Bello”, “Brillante” y “Resplandeciente” nombre, el luminoso aspecto que habitualmente con cierta comodidad se asocia a la “tercera función” dumeziliana, una función relativa para nuestra percepción o concepción polifuncional de la monoteísta-trinitaria religión celta, correspondiéndose, ora con un díos de la medicina, ora, por sus connotaciones solares, con un muy interesante díos germinativo del “ primer paso del sol”, al que nos referiremos en su momento con más detalle, transfigurado luego por la interpretatio cristiana en multitud de santos, convertido en Francia posiblemente en San Bonet, tal vez en Galicia en San Sebastián y aún en San Lorenzo, pero sobre todo, conservándose indemne la concepción trinitaria celta en la iglesia Católica por la fácil asimilación de aquella de los misterios de la concepción, del nacimiento, de la pasión y de la resurrección de Jesús. Según lo estudiamos, en base a una evidencia que no viene ahora al caso, todo indica que los Celtas creían también que fuera del tiempo y aún probablemente sine complexu carnali una humilde virgen campesina habría concebido milagrosamente, del Buen Dios, del “Dagda” un benefactor hijo, llamado entre otros numerosos epítetos Mabón ap Modron “Hijo de Madre”, posiblemente Essus y posiblemente en la interpretatio celto-romana Apollo Grannos “reluciente como la grana”, etc., o simplemente Belenos, “el brillante”, nombres todos de un mismo solar y luminoso deus objeto en su infancia de las atenciones y cuidados infantiles de las Matres.

    Las monedas andaluzas posiblemente granadinas, tal vez inspiradas en modelos griegos, con la inscripción ibérica o celtibérica ILDuRIR o con la inscripción latina FLORENTIA contienen unas representaciones del “sol de los tres pasos”, con imágenes que nos evocan al actual escudo de la Isla de Man. Los Tres Pasos del Sol son a un tiempo el significado y origen que el triscel, claramente explicitado por los textos védicos, de los tres pasos del Sol que imaginado en su trayectoria matinal sube, declina en el crepúsculo, y por la noche retorna por el Otro Lado. El sol, Agni “Fuego” en los textos védicos [A Agni “La jeune mère porte l’enfant royal mystérieusement caché dans soin sein [...] la reine l’a enfanté ; car d’une antique fécondation c`est le germe qui s’ est développé ; je l’ ai vu à sa naissance, quand sa mère l’a mis au monde. Oui, j’ai vu ce dieu aux couleurs brillantes [...] el j’ai répandu sur lui l’onction immortelle [...] je l’ai vu s’avancer de sa place tout resplendissant [...] des ennemis avaient rejeté au rang des mortels celui qui est le roi des êtres et le désire des nations [...] que ses calomniateurs soient confondus » Vêda, V, 2. Dice ‘Emile BURNOUF « Cette jeune reine, qui est appelée ‘la dame du peuple’est le plus souvent nommée par son nom vulgaire, c’est l’aranî, c’est-á-dire l’instrument de bois d’où le feu se tire par le frottement ». In « Unité des Rites » La Science des Religions, Maisonneuve et Cie, Libraires.Éditeurs. Paris1872, pp. 252-3.], nace y muere, en el transcurso de un día pero también, nace y muere, en el transcurso de un año. Es el brillante héroe solar, el joven Sol:

    “A Él, al buen Agni, se le adora y se le purifica todos los días como un caballo vigoroso. Como Arushá (el Sol brillante), e hijo de Dyaus (el Cielo) Rig-Veda IV, XV, 6-,
    El bendito “Fuego”, Agni, lat. Ignus, i, por corrupción del lenguaje cedió su lugar a un Agnus, un cordero. Pero no es un añal cualquiera: el “Agnus Dei qui tollis pecata mundi” heredero de lo que pudo ser su patrimonio originario: “Adoremos a Agni (el fuego) el hijo de Dios, de Dyaus (Diváh sisus), el hijo de la fuerza, Arushá, la brillante luz del sacrificio” Rig- Veda V, XLIX, 2; cambiando todo para seguir igual, en cualquier caso, la confusión Agni/Ignus/Agnus es, como se dice en el argot futbolístico de nuestra tierra, ‘pataca miuda’ (sic).
    Así el joven brillante héroe solar, el Agni [Es este un universal fenómeno, que es necesario reiterar, conversor en Galicia de los pecata minuta en un solo y menudo tubérculo “pataca miuda”, de la nutricia madre alma mater en “paternizada leche” alma pater, de los Carmina Burana, por la visible, famosa y audible diva “Carmiña Burana” imaginada por el despistado conselleiro], el fuego [Por lo que respecta al Leño de Nadal, costumbre extendida por toda Europa, encendiéndose el día 24 de Nadal pudiendo arder hasta Reis, “Reyes Magos” recordemos que en la Terra de Trasancos se apagó algo esta tradición popular gallega al prohibirse en la diócesis de Mondoñedo-Ferrol en un Sínodo Mindoniense de 1541, por su, reiteradamente mencionado, obispo Fray Antonio de Guevara .Con todo no tendrían excesivo éxito las censuras episcopales pues los gallegos vivos e mortos se reúnen no solo en torno al fuego del bendito tizón junto a las mesas bien dispuestas, sino que incluso los gallegos de la diáspora desde hace unos años se reúnen virtualmente en la Web en un chat llamado “tizón de Nadal”. Las tan desafortunadas como comprensibles prohibiciones no deben ocultar lo admirable que resulta el observar como el clero paleocristiano atlántico fue capaz de tender un puente, estableciendo una positiva comunicación integradora de la espiritualidad antigua en la nueva, ligando al solar y bienhechor pasado pagano de Essus, con el presente cristiano de nuestro redentor Jesús, Hijo de Dios y Luz del Mundo, manteniéndonos indemne, sin ninguna perturbación, este admirable clero cristiano la esperanza de resurrección en la carne que la vieja religión celta compartía con la nueva triunfante religión, y en esta confianza, con la esperanza puesta en la inmortalidad los cristianos del Atlántico nos adentramos sin temor a través de los nuevos siglos y de los nuevos milenios], hijo de Deva, de Dios, el naciente sol que elevándose como poderosa llama en el verso védico quitaba el mal del mundo, se convierte por deturpación del lenguaje [Este tipo de fenómenos constituyen el origen del mito para F. MAX MÜLLER] con el tiempo, en un corderillo destinado al sacrificio cuando el viejo mito en el largo viaje de las fábulas, ¿en su paso de la India a Europa? perdió su prístino frescor y sentido.
    Y por este Camino de Damasco, – o como diría el lingüista salmantino, nuestro amigo del H2O, por el Valle de los Lamates, “Ancom Lamaticom” - de conversión del Agni, “fuego”, en Agnus, “cordero”, recibieron nuestro San Juan y el propio Jesucristo sus atributos solsticiales compartiendo ambos la simbología solar y el común destino del sacrificial añal, siendo, en cualquier caso víctimas inocentes. Agni, el fuego bendito y lleno de virtudes, persiste todavía en Galicia en nuestro Leño de Navidad o “Leño de Nadal”.
    El fuego [Y las aspersiones de fuego]se exhibe en las grandes luminarias de San Juan. “Conviene que descienda yo para que ascienda Él” son palabras atribuidas al Bautista por el clero medieval. San Juan, como Jano, representa el primer paso del sol naciente (psb. Caen-dia), el del salutífero Apolo Apollinem morbos deppellere,” del esplendente, reluciente como la grana, sol germinativo, Apolo Grannus, al que en las Ardenas, como lo recogió FRAZER, padres e hijos, alumbrando los árboles frutales y las sementeras con “fachos” o haces de paja encendidos [“Os fachos propiamente celtas acéndense sempre no vrao, serven para que das cinzas que desprenden xorda a vida vexetal e por extensión a animal. A forma de realizalos podia ser a) Cacharelas: prendidas nun outeiro onde se poidesen ollar as máis das leiras da aldea. (Argalo, Caamaño, Cuntis, Entíns, Ortoño; Pontecesures, Roo[…]); b) Arbre e cacharela, no medio do lume chantábase unha árbore da que penduraban silvas, xestas e toxos secos (Bugallido, Calo, Herbogo […] etc); c) Fachuzos: cando cada labrego percorría as leiras abenzoándas (Iria Flavia, Padrón, Ponte Cesures, Ribasar…), d) Laradas, Pequenas fogueiras, unha por leira, que fan os viciños nas súas leiras (Augas Santas…) in C. GONZALEZ PÉREZ 1987:141-142”[…] “En Entíns a máis de leña queimaban as roupas e zapatos vellos que había na casa. ..En Ró (Serra de Outes, os fachuzoa púñanse nas esquinas das leiras. En Argalo ao redor da caharela puñan varios palloteiros (medas de cañotos de millo)… en Ribasaros fachuzos atábanse na puntadun pau para que esparexeran millor as faiscas…En Asados os fachuzos ammarrados a unha corda facíanse xirar para que caisen as faiscas nas leiras. (Idem. Ibidem p148)”], oficiaban las “Grannas Mias” y los “Grannos Mios”, ceremonias equivalentes a los ritos gallegos de “Alumear o Pan”.
    ALUMEAR EL PAN
    Para Miranda GREEN el fuego es agente purificador [Es el Agni “fuego” de Dyaus, convertido por deturpación en el Cordero de Dios o Agnus Dei o, que quita el mal del mundo] y de las cenizas surge una vegetación nueva y fértil [ Miranda GREEN Mitos Celtas 1995 p.52] siendo este y no otro el significado de los fachos y de las ceremonias o rituales ígnicos de “alumear” según todos los estudiosos. Estas celebraciones atlánticas expresan el sentido del verso sánscrito de los vedas reseñando el poder purificador del Fuego de Dios, del Agni Devai, del Ignus Dei y, aún, posiblemente por la aludida alteración del lenguaje, del inmaculado Agnus Dei. En el invierno estos rituales no tendrían sentido ya al no crecer nada siendo para los europeos del hemisferio norte un tiempo muerto o en imperio de la nieve, del hielo y de la noche. Este tipo de ceremoniales prolongándose hasta la fiesta de San Juan, solsticio de verano, donde el fuego es también el elemento protagonista, se integran en lo que habitualmente llamamos el ‘Ciclo de Mayo’ (aunque en el mundo Celta comienza propiamente este ciclo el 1º de Febrero con la Candelaria, cuando en los países celtoaltánticos le vuelve la leche a las ovejas y se inaugura la temporada de pesca), comprensivo del pujante, augural y aumentativo aspecto del sol, desde la floración hasta la aparición de los primeros frutos. En la época clara del año tenían lugar las fiestas celtas de los fachos o de los humeantes y chispeantes haces de paja, encendiéndose en Europa, y especialmente en la Europa Atlántico numerosos fuegos. El origen de esta fiesta Celta del Iº de Mayo [Conf. el celebrado trabajo de MURGUÏA El Folklore Español, Instituto de Antropoloxia aplicada Madrid 1968 p 17] es la llamada Beltaine o Beltené. “las hogueras de Bel”, tal vez no hayan celebrado los celtas que habitan los promontorios atlánticos con tanto esplendor su fiesta solar del fuego, de los maestros del fuego y de los elementos atmosféricos [cf. Françoise LE ROUX- Christian- J. GUYONVARC`H. "la Sociedad Celta 1991, p. 196] como en Galicia donde esta fiesta llamada ‘Véspora do Primeiro de Maio’ se esperaba con gran expectación hasta no hace mucho tiempo según señalando como “en tiempos pasados y hasta hace relativamente pocos años, en algunos lugares de Galicia la víspera del primero de mayo los campesinos se reunían en la plaza a toque de ánimas, encendían una gran hoguera y bailaban alrededor. Después según lo refiere Ladislao CASTRO PEREZ [Ladislao CASTRO PÉREZ, “El I de Mayo: Druidas y Santos” in Actas do Iº Congreso de Estudios Celtas, Ferrol 1999 pp.198-199 ] “recorrían los sembrados con teas encendidas sacudiendo la ceniza sobre ellos” [ ibid. Citando a VICENTI 1987; FILGEUIRA VALVERDE 1927; TABOADA CHIVITE 1972 e 1982; RODRIGUEZ LÓPEZ 1974; BOUZA BREY 1982 cf. también GONZALEZ PÉREZ 1987, 139].

    Acostumbrábamos los celtas ribereños del Atlántico prender fuegos ritualmente por la fricción de ramas de roble (carballo), turnándose para este menester como lo vio FRAZER tres veces tres personas puras, o tres veces nueve personas, teniendo por seguro que si alguno de ellos fuere convicto de asesinato, de adulterio, de robo, de parricidio o de otro impío crimen o proditio, no sería capaz de encender este fuego, y aún, en el caso improbable de que el indigno pudiera avivarlo, perdiendo este fuego todas sus virtudes de nada le fructificaría y aprovecharía. Comenzaba así nuestra fiesta del Primero de Mayo o, como hemos visto, de los fuegos, en gaélico llamados de Bel-tené, “los fuegos de Bel”, raíz esta que, significando blanco, hermoso, puro, se conservaría en Galicia en numerosos topónimos y, aún, probablemente en el hidrónimo Belelle, río que desagua en Neda (A Coruña) al que desde antiguo se atribuían propiedades albicantes motivo por el cual se lavaban en Neda las sábanas de lino de los oficiales de marina y aún las velas, también de lino, de los navíos de línea fabricados durante el S. XVIII en los Reales Astilleros de Ferrol. La mejor descripción de esta fiesta de los fachos de Maio es la de Vicenti del año 1879 (ex Ladislao CASTRO PÉREZ, 1999:199):

    “Desde el punto mismo en que las parroquias del círculo tocan a las ánimas comienzan a aparecer en los montes luces aisladas, cuyo número va aumentando a medida que adelanta la noche. Al primer canto del gallo las luces descienden hacia la llanura, viniendo de los cuatro puntos cardinales, primero poco a poco, más aprisa luego y con rapidez vertiginosa por último. En el Valle se juntan y detienen un instante miríadas de ellas formando un conjunto verdaderamente fantástico, y después, subdivididas en infinitas fracciones, danse a correr por los sembrados hasta que amanece el día [...]. No hay palabra que pueda dar idea de lo maravilloso y aún pudiéramos decir infernal espectáculo. Entre el rastro del humo y chispas que dejan las teas de paja -fachuzos-, descúbrense a veces las figuras humanas que al sangriento parecen encarnados demonios y oyese una confusa algarabía de cantos inauditos cuyo ritmo y cadencia no tienen traza de pertenecer al mundo […]. Nada saben los ancianos de esta antigua costumbre maravillosa por más que afirmen ser un conjuro para alejar a los gusanos del trigo [El fuego –ut supra- es para los celtas un agente de limpieza, un purificador Miranda GREEN 1999 1995:52 por eso Agni, quita el mal, el pecado, del mundo y por deturpación se dice del Cordero de Dios o Agnus Dei qui tollis pecatta mundi.] que empieza a espigar en ese tiempo, o “para consagrarlos a fin de que no lo perjudiquen”. Ello es que al llegar la noche del 30 de abril [precediendo entre los Celtas, como entre nosotros, la noche al día, se considera la noche de la víspera ya en el cómputo del 1º de Mayo [A la una de la madrugada del 1º de Mayo, por ejemplo, es de noche, pues la noche precede al día que no empieza, dependiendo del mes y la latitud, hasta las seis, las siete, las ocho de la madrugada, etc., en la Beltené] los labradores preparan sus teas, las encienden, júntanse con los vecinos al punto de la medianoche en el centro de la vega y después, a todo correr, comienzan su peregrinación de aparecidos. Los labriegos de cada lugar dan primeramente tres vueltas en de rededor de las heredades propias, sacudiendo sobre ellas las chispas [faiscas] de sus fachuzos, y pasan en seguida la velada haciendo lo propio en las ajenas […]. He aquí lo que van cantando sin interrumpir su carrera, ni sus inflamadas aspersiones: ‘Alumea o pan/ aluméao ben/ alumea o pan para o ano que ven./ Alumea o pai; cada grao un tolodán./Alumea o fillo, cada gran un pan de trigo’. El aire es lúgubre, sostenido y, como dirían los músicos, sfogato. Los hombres modulan tristes y fuertemente la primera copla, y los niños, con voz aguda, pero no menos quejumbrosa, repiten las otras a manera de estribillo.” [Para Ladislao CASTRO PÉREZ, in Actas do Iº Congreso de Estudios Celtas “Esta ígnica ceremonia se documenta en la vega de Padrón, es decir en Iria Flavia- muy cerca de Santiago de Compostela-, y, con similares características en otras áreas de Galicia como Arousa, Noia. O Val do Lérez, Cuntis, Amaia, O Barbanza, etc., presumiéndose hace tres o cuatro siglos su extensión, claro está, por toda Galicia. (Cf. C. GONZÁLEZ PÉREZ 1987:139).” “El I de Mayo: Druidas y Santos” pp.198-199, Ferrol 1999]

    En la Auvernia según lo describe FRAZER, aunque adelantándose aquí esta celebración al lunes de pascua acaso por la influencia de la iglesia:

    “Cada villa, cada aldea, cada rueiro, cada lugar y cada casa aislada tienen sus figos o hogueras [...] Cuando llega la noche las encienden luego de bailar al rededor de ellas y de saltarlas proceden a la ceremonia de las Grannas Mias. Un Granno Mio es un facho (haz de paja) atado al extremo de un palo. Cuando la luminaria está medio consumida los presentes encienden los fachos en las brasas y los llevan a las leiras de los vecinos a los campos e a las huertas y a todos los sitios donde hay árboles frutales. Cuando marchan cantan lo más fuerte que pueden:
    Granno mo mio Granno mi amigo
    Granno mon Pouère Granno mi Padre
    Granno mo Muére Granno mi Madre
    Pasan luego los fachuzos ardientes bajo las ramas de cada árbol cantando:
    Brando brandounci Facho alumbra
    Tsaque brantso cada rama
    In plan panei una cesta plena
    Y todavía añade FRAZER:

    “[…] en algunas villas la gente también corre a través de los campos cultivados y sacude las centellas y las cenizas de los fachos en el suelo”, mostrando que esta costumbre celta estaba muy extendida por la Europa Atlántica, concluyendo que los investigadores convenían que el Granno a quien iban dirigidas las invocaciones de las Ardenas, prestando su nombre a esta celebración ígnica realizada con los fachos, pudiera bajo su epíteto Granno no ser otro más que el celebre solar dios celta de la rueda”.

    Granno es el resplandeciente Sol escarlata, brillante, “de color granate, reluciente como la grana, el rojo”, al que los romanos identificaron en su interpretatio con Apolo, la solar divinidad, un Apolo Celta de quien Mathews reseña como los galos consideraban que la cuna de su madre, la Letona Celta, estaba en Gran Bretaña. Este Apolo Grannus aparece refrendado por numerosas inscripciones de Francia, de las islas Británicas y del Danubio [In Auvergne fires are everywhere kindled on the evening of the first Sunday in Lent. Every village, every hamlet, even every ward, every isolated farm has its bonfire or figo, as it is called, which blazes up as the shades of night are falling. The fires may be seen flaring on the heights and in the plains; the people dance and sing round about them a leap trough the flames. Then they proceeded to the ceremony of the Grannas-mías. A granno-mio [Curiously enough, while the singular is granno-mio, the plural is grannas-mias] is a torch of straw fastened to the top of a pole. When the pyre is half consumed, the bystanders kindle the torches at the expiring flames and carry them into the neighbouring orchards, fields, and gardens, wherever there are fruit-trees. As the march they sing at the top of their voices “Granno, mo mío […]” That is “Grannus my friend, Grannus my father, Grannus my mother”. Then they pass the burning torch under the branches of every tree, singing, “Brando, Brandounci […]” that is “Firebrand burn; every branch a basketful!” In some villages the people also run across the sown fields and shake the ashes of the torches on the ground. In G B. J. FRAZER “The Lenten Fires. The Fire-Festivals of Europe” IV, pp. 111-2] El benéfico díos, recordado aún hoy en los rituales celtas de alumear de Galicia, sería rápidamente, ya en el siglo II, identificado en la interpretatio cristiana con Cristo, el Hijo del Dios Padre y de la Virgen María e interpolado incluso en los evangelios apócrifos, posiblemente por el clero celta, recién convertido de Asia Menor. Así en el Milagro del grano de Trigo el capítulo XII, del Evangelio apócrifo de Santo Tomás [Nos dice: 1.Otra vez, en la época de la siembra, el niño salió con su padre a sembrar trigo en su campo, y mientras su padre sembraba, el niño Jesús sembró también un grano de trigo./2.Y, una vez lo hubo recolectado y molido obtuvo cien medidas y llamando a la granja a todos los pobres de la aldea les repartió el trigo y José se quedó con lo que aún restaba. Y Jesús tenía ocho años cuando hizo este milagro. In José Mª KAIDEDA Los Apócrifos y Otros Libros Prohibidos. Madrid, 1992, 316 y 317.Este editor señala que el Evangelio de Tomás es para muchos autores, aunque Orígenes lo considerase un simple evangelio no inspirado, un texto Gnóstico; San Ireneo, opinando que era usado por los marcosianos, lo utilizaría parcialmente. Mientras Eusebio lo clasifica como herético e Hipólito de Roma nos informa que lo usaban los Naassenos “una secta del siglo II esencialmente gnóstica”. Estaban al tanto de este evangelio Atanasio, Timoteo Presbítero y Nicéforo. Ibíd. p.255].
    Propiamente coincidente el ciclo de floración de mayo a junio con las grandes luminarias, es el primero de los tres ciclos de fiestas agrarias, precediendo al “Ciclo de Las Cosechas”, de julio a octubre, marcadamente de acción de gracias y, por ende, exaltatorio de la gastronomía, tan caro a los gallegos, siendo los tres meses restantes, claro está, como lo ha Señalado L. CASTRO PÉREZ (1999: 200, ss), de exceptuarse las áreas olivareras, el tiempo del sueño y de la muerte de la Tierra, el sueño también del sol. Un tiempo correspondiente al verano de las antípodas, y en lectura mítica al ocaso del sol, anunciando su muerte y temporal estancia en el Otro Mundo dejando el orbe todo en las tinieblas (Tren-día) pero, como contrapunto, llenando ahora las tinieblas con su luz y a los muertos de certidumbre en su esperada resurrección [El importantísimo Evangelio de Nicodemo narra la dramática entrada de Jesús en los infiernos. En los capítulo XII y XIII. Capítulo XII “Entrada triunfal de Jesús en los infiernos”].
    EL PRIMERO DE MAYO Y EL DERECHO PRIVADO CELTOHISPANO: LOITOSA DOS CABALEIROS
    Construyó la segunda fortaleza en la parte que se había adquirido de la Provincia de Connaught, es decir Uisneach, donde se celebraba una asamblea general de los hombres de Irlanda, que se llamaba la Gran Asamblea de Uisnech, y esta asamblea se realiza en Beltaine. Allí se intercambian los bienes, mercancías y otros obejetos. Se ofrecían también sacrificios al dios supremo que ellos adoraban y que se llamaba Bel [“brillante” “reluciente” cf. Belenos en paredría con Belisama, etc]. Tenían la costumbre de encender dos fuegos en honor de Bel en cada cantón de Irlanda y de hacer pasar un enfermo de cada especie del canton, entre los fuegos para preservarlos de toda enfermedad a lo largo del año. De este fuego encendido en honor de Bel es dado el nombre a la noble fiesta de Beltaine que tenía lugar el día de los apóstoles Felipe y Santiago (3 de Mayo): Beltaine es decir, fuego de Bel. El caballo y los arneses de cada jefe que venían a la gran reunión de Uisneach, debian ser entregados en impuesto al rey de Connaugt, porque era en la parte correspondiente a la provincia de Connaught, donde se celebraba esta reunión [On the portion he had acquired from the province of Connaught he built the second fortress, namely Uisneach, where a general meeting of the men of Ireland used to be held, which was called the Convention of Uisneach, and it was at Bealltaine that this fair took place, at which it was their custom to exchange with one another their goods, their wares, and their valuables. They also used to offer sacrifice to the chief god they adored, who was cailed Beil; and it was their wont to lighttwo fires in honour of Beil in every district in Ireland, and to drive a weakling of each species of cattle that were in the district between the two fires as a preservative to shield them from all diseases during that year; and it is from that fire that was made in honour of Beil that the name of Bealltaine is given to the noble/248/ festival on which falls the day of the two Apostles, namely, Philip and James; Bealltaine, that is Beilteine, or the fire of Beil. The horse and the trappings of every chieftain who came to the great meeting of Uisneach were to be given as a tax to the king of Connaught, as the place in which Uisneach is belongs to the part of the province of Connaught given to Meath […]Geoffrey KEATING, p.249, translated into English and preface by David COMYN, Patrick S. DINNEEN and Marianne Mcdonald via the CELT Project CELT: Corpus of Electronic Texts: a project of University College, Cork (2002) Distributed by CELT online at University College, Cork, Ireland. http://www.ucc.ie/celt.]
    APIANO [Iberia. 42. “En la Olimpiada cuarta después de la 150 muchos ïberos que estaban desprovistos de tierras se apartaron de los romanos, e igualmente hicieron los lusones, que viven en las inmediaciones del Ebro. Fulvio Flaco entabló combate con ellos y los derrotó; muchos de éstos se esparcieron por las ciudades, pero como no tenían tierras y llevaban una vida errante, se refugiaron en Complega, ciudad recién edificada y fortificada, que había crecido rápidamente. Salieron de allí y exigieron de Flaco que les entregase una túnica, una espada y un caballo por cada hombre que había perecido en la anterior guerra, y que saliese de Hispania antes de que sucediese algo más grave; les contestó que les llevaría muchas túnicas y, siguiendo los pasos de los emisarios, cercó la ciudad. Ellos contrariamente a la forma con que le habían amenazado, se dieron a la fuga”. Traducción de Narciso SANTOS YANGUAS, Textos para la Historia Antigua de España, 1ª ed. Oviedo 1980, p.139-40] y DIODORO [XXIX 28] denotan la llamada Loitosa dos Cabaleiros o ‘Luctuosa de los caballeros’, exigida por los habitantes de Complega que reclaman en el año 181 a.C, por cada uno de sus caballeros caidos, un caballo una espada y un sagum, la presencia en contexto hispanocelta y la enorme antigüedad de este impuesto celta llamado Loitosa ‘Luctuosa’. Impuesto siniestro, la loitosa o luctuosa tuvo su origen en una indemnización de los hombres libres al señor natural que se veía privado de sus servicios, una institución indoeuropea común a otros pueblos, existe en Galicia sino antes desde la Edad del Hierro. Originariamente esta compensación la recibía el señor por pérdida en todos los campos- no solo económico que le suponía prescindir –no solo a la hora de la muerte- de un vasallo al que había cedido tierras. Esta compensación sería dada por los familiares o herederos del beneficiado tras la muerte o el abandono de este de los bienes cedidos previamente por el señor. Este sentido lo vemos claramente todavía en el siglo XII en la Terra de Trasancos, en la cara de Balón de 14 de junio de 1138 de Guntroda Ferveiz [De Baloni. In Dei Nomine, ego Guntrode Ferueiz, una pariter cun filio meo Ferueo, et filia mea Guntrode Pelaiz in domino Deo eternam amen. Placuit nobis adque conuenit nullis quoquegenti imperio nec suadenti articulo, set propia nobis fuit uoluntas, ut faceremus kartula de ipsa hereditate de Baloni a tibi filio meo Froila Pelagii pro ipso tuo caballo que mihi dedisti que ego dedi a Uermuu Petriz et pectauit illum ad ille Uermudus Petriz pro intentione de ipso meo filio prenominato Ero Pelaiz qui tenuit ille Ero sua terra de Uermuu Petriz et dimisit ille Ero illa terra sine gratude Uermudd Petriz, et proinde pecit ille Uermuu illa hereditate ad illa Guntrode pro pignora que si illa potuisset abere suo filio quod redisset ratione de illa terra, et illa non potuit illum habere per nullum ingenium et proinde do ego Guntrode ipso kaualo de meo filio Froila, et saco ipsa hereditate de Uermuu Petriz […].Tumbo II Sobrado, fol. 127r. – Uso la transcripción de Pilar de LOSCERTALES DE VALDEAVELLANO]
    Lo que se originó como indemnización al señor por parte de concesionarios de tierras, fue suplantado o se confundió con una especie de gravosa transmisión post mortem al señor, en Galicia obligatoria hasta hace relativamente poco tiempo en algunos lugares, de ciertos bienes muebles o semoviente. También mediante el pago de la loitosa o luctuosa los que llevan tierras aforadas pueden transmitir su disfrute a los descendientes. Los cambios y transformaciones que adquiere la loitosa gallega tanto diacrónicos a lo largo de la historia de la Tierra de Trasancos, como sincrónicos, esto es en un momento dado en distintos cotos y jurisdicciones, nos permiten, cuando nos es dado conocerlos apreciar sino clases de loitosas al menos varios matices: a) Las loitosas en strictu senso relacionadas con el ejercicio de la jurisdicción, es decir, pagadas por vasallos incluso clérigos al señor de quien dependen como indennización; b) Las loitosas pagadas [Con respecto a la cuantía de la loitosa de los no caballeros, la resistencia a su pago a lo largo del tiempo hará que lo que originariamente fue el cuadrúpedo de más valor de la casa, el mejor vestido, etc. con el tiempo fuera menos gravosa y así el antiguo pago de la mejor cabeza de ganado de la casa, se convierte en dos cabras o en dos ovejas “de lo mediano y razonable” Este cambio se pudo haber producido ya en tiempos del rey Alfonso XI que privilegió a los trasanqueses con la hidalguía, pero esto no ocurría en todos los cotos del monasterio de Pedroso. Pedro Vidal, en el Apeo de Pedroso de 1549 (PENA 1991: 498) menciona expresamente “la mejor prenda que tengan sayo o capa”. Hay que tener en cuenta que los campesinos gallegos del s. XVI vestían muy bien: en el testamento de Garci López de Sedes de 15 de marzo de 1489, este manda a María Leal “miña sobriña, catro varas de morilla (seda) para una saia […]e a Juan de Lousada, duas varas de morilla […] e Alfonso de Piagolongo , quinientos pares de brancas para unha capa […] a Juan Pérez do Chaelo duas capas de morilla […] Este lujo se daba en una Galicia volcada en el tráfico mercantil y el comercio marítimo internacional. En Santiago el Abad de Leiro le echó la culpa de un mal año agrícola en 1586 al castigo divino por el exceso de lujo en el vestir de los campesinos recordando los tiempos “cando os homes vestíanse das ovellas e non tiñan capas negras nin capotes de coores [...] nin as mulleres traían mantillas nin as necedades que agora usan” [Hª Galicia. Ed. Planeta II, p. 22]. A esto aunque aquí la loitosa se enmascara con el funeral hay que añadir otro pago considerable a la otra cara de la jurisdicción a la iglesia, en Pedroso dos toledanos de pan, a los que había que sumar 28 panes y otros pagos por varios conceptos, por sacar la cruz de la iglesia con el consabido responso, y despues en el acompañamiento por cada pouso al pie de cada cruceiro y el consabido responso, se hacían cuatro de estos “pousos plaios” siguiendo un ritual determinado por la tradición. En el primeiro pouso al hechar los clérigos del acompañamiento el segundo praio, pagaban los familiares del difunto medio azumbre de vino (3 maravedis, y un cuarto de roxelo “cabrito” o de pescado de similar valor. En los otros tres pousos se hacían nuevos praios y otras ofrendas pagadas por la familia del difunto. Cada coto tenía su propio ritual funerario, en esencia el mismo. Así los moradores de Santa Mariña do Monte de la jurisdicción del Monasterio de San Salvador de Pedroso (E. CAL PARDO, p. 123) no estaban obligados a pagar el medio azumbre de vino en el primer pouso pero pagan una considerable loitosa: 4 ferrados de pan, 1 almallo “toro” de tres años, 3 roxelos de cabras o ovejas y 7 reales; en Bardaos (cf. CAL PARDO, ibi. p. 128) aparte de la capa o en su defecto el capote o sayo, pagan de loitosa medio almallo de tres años y un roxelo de un año arriba de cabras y de ovejas, más dos toledanos de pan de trigo, centeno o avena “del que tuviere del bueno y del malo, y además la cera labrada que sobrare de las honras y mortuorio”; tras la muerte del difunto los de Bardás tenían un año y un dia para hacer el pago efectivo (cf. CAL PARDO, ibid. p. 128). Sin embargo Doso, sin que sepamos por qué, estaba exento del pago de los derechos funerarios de luctuosa] a los propietarios de la tierra por los concesionarios de foros, no tanto por la concesión de la tierra en sí, pues por su uso y utilidades ya se paga una renta o cánon, cuanto porque no se debe olvidar que el foro conlleva unas relaciones y exigencias internas, unas obligaciones mutuas, “ser familiar, mandado, ayudador, etc.” de profundo carácter vasallático o feudal perfectamente delimitadas en las claúsulas.

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