Autor: iñaki Garijo
viernes, 15 de febrero de 2008
Sección: Lenguas
Información publicada por: igarijo
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AGOTES - CAGOTS: RAZA MALDITA

En ambas vertientes deel Pirineo, desde el Pla de Beret hasta el Cantábrico, se conoce desde el año Mil, a una raza maldita condenada al oprobio y ostracismo de sus vecinmos. He aquí algunas claves para comprender el origen de esa exclusión.

I.- QUÉ SABEMOS DE LOS AGOTES

Los Agotes, o Cagots, o Gézitains, o Chrestias, o Gafos, son un grupo humano que aparece documentado en la historia por primera vez alrededor  del año 1.000 y todas las menciones que desde entonces les conciernen se realizan para documentar una situación especial de exclusión, de limitación de derechos, de constitución de una casta aparte, de constatación a  su alrededor de un hecho diferencial, siempre en su contra, siempre dañino y perjudicial para ellos.


 


Todos los autores que tradicionalmente se han ocupado de ellos, desde que las primeras referencias aparecen a partir del Siglo XVIII,  buscan las razones de esa exclusión en una peculiaridad que afecta exclusivamente a los Agotes y no al resto de los humanos, diferencia que según los diferentes autores puede ser de orden físico, étnico o religioso.


 


Una gran  parte de ellos justifican esa exclusión apoyándose en unas supuestas taras físicas que los Agotes padecen y que obligarían a la sociedad a excluirlos, a separarlos de  los demás y a alejarse de ellos por miedo al contagio.


 


Así la mayor parte de los autores relacionan a los Agotes con la peste, una peste sui generis, que llaman peste blanca, que debe ser hereditaria pues la padecen todos ellos, pero no contagiosa.


 


Además huelen mal, tienen el aliento fétido y transmiten su mal por contacto de manos y pies. Ello obliga a sus contemporáneos a prohibirles todos los empleos relacionados con la comida, la agricultura, la ganadería y cualquier otro que implique posibilidad de contagio. Solamente se les cede el dominio de los trabajos relacionados con la madera, la piedra, esto es, la construcción, la arquitectura,  la música y el baile y en algunos casos especiales, normalmente a cargo de las mujeres agotes, de la sanación.


 


Otros justifican su apartheid en base a razones religiosas relacionadas con una supuesta traición o robo  por parte de Ziezi, el antecesor común a todos los agotes, al profeta Eliseo.


 


Muchos los hacen descendientes de los Cátaros, de los herejes Albigenses que se ocultaron en las dos vertientes pirenaicas para escapar de la hoguera


 


En cuanto a su pertenencia a grupos étnicos concretos la mayoría se inclina por hacerlos descender de los godos, pero de los malos godos pues les llaman perros godos, de los sarracenos  ¿¿??.


 


En cuanto a su aspecto físico sucede prácticamente lo mismo.   Unos autores los ven altos, rubios, de ojos claros y pelo liso. Otros los ven morenos, de tez oscura, bajos. Incluso hay fotos de agotes que ilustran artículos sobre ellos en los que se ve a un hombre y a una mujer asustados, avergonzados, morenos, cetrinos, cuando se les describe con aspecto nórdico.


 


En lo que casi todos se ponen de acuerdo es en que padecían una enfermedad de la piel, un peste privativa de ellos, una lepra sui generis, pues no contagiaba a los demás, pero podía hacerlo, o al menos justificaba su separación.


 


Es creencia muy extendida que  no tenían lóbulos en las orejas, aunque algún autor llega a decir que en realidad no tenían ni orejas, simplemente unos agujeros auditivos, a imagen de las serpientes.


 


Otro montón de teorías absurdas que son desmontadas por exámenes científicos realizados por doctores  en Francia a partir del S. XVIII.


 


Tenemos pues un grupo de gente con un origen incierto y desconocido, pero sin duda culpables de algo gravísimo, con un aspecto físico que revela defectos y enfermedades y que vienen a ser la expiación de su culpa causada por los  graves  actos (secretos para nosotros) que cometieron en tiempos inmemoriales, muy lejanos, inciertos, borrosos.


 


Es gente que llegó al  Occidente Pirenaico proveniente de otros lugares (Godos, sarracenos, descendientes de los constructores del Templo de Salomón) en un periodo de tiempo que nadie puede fijar con precisión.


 


Como los primeros documentos que se refieren a ellos aparecen cerca del año 1.000 lo lógico sería pensar que sería cerca de esa fecha.


 


Es una  gente venida de fuera, pero que no habla una lengua distinta de la de la gente que les rodea, no tiene nombre y apellidos diferentes de sus convecinos, no tiene creencias o una  fe que los distinga de sus contemporáneos, y salvo una cierta tendencia, aunque no unánime, a describirlos como rubios, altos y de ojos claros, tampoco tiene un aspecto que los diferencie del resto de habitantes de los pueblos donde habitan.


 


¿Entonces de qué estamos hablando?


 


¿Qué pasa? ¿Qué es lo que realmente hace que se castigue a un gran número de personas, incluidos mujeres, ancianos y niños, durante más de 30 generaciones,  a una vida de segunda o de tercera categoría,  en una región muy extensa que  comprende  al menos dos países en la actualidad y por lo menos 4 en la edad media, y diversas regiones con origen, lengua y peculiaridades propias. (Languedoc, Euskal Herria, Aragón, Béarn, Bretaña,…)


 


¿Quién promueve ese ostracismo, ese castigo inexplicable y colectivo? ¿Qué organización estaba presente en esa época en todas esas regiones sometidas a diversos poderes políticos y tenía poder para conseguir que se aplicara de forma constante, homogénea, regular  y extensa esa prohibición que no obedece a ninguna razón aparente?


 


No se me ocurre más que una, que, a pesar de haber transcurrido mil años, existe aún y sigue mandando sobre la conciencia de nobles y plebeyos, de campesinos y poderosos, y es la Iglesia Católica bajo la dirección del Papa de Roma.


 


Pero ¿por qué?


 


Esa es la clave, el quid de la cuestión.


 


¿Quiénes eran los agotes, qué tenían o representaban para que la Iglesia los condenara a una muerte social en vida, castigo que no se ha impuesto (que se sepa) a ningún otro grupo humano de forma parecida?


 


Si averiguamos la razón tendremos luz sobre quienes eran y cuál fue su origen.


 


Y viceversa, si tuviéramos su origen podríamos determinar la razón de la exclusión.


 


 


Vayamos por partes

II.- LO QUE NOS CUENTAN LOS LIBROS.

1.-    Su nombre:


En los diversos documentos que a ellos se refieren se les denomina delas siguientes formas:


 


Agotes, Agots,  Cacons, Caffos, Cagots, Cagotes, Cahets, Capots, Caquins, Caqucux, Canards, Chistones, Chistrones, Chrestias, Chrestiaas,  Chrestians, Christiens, Colliberts, Cristianos, Cristianos de San Lázaro, Gafets,  Gafos, Gahets, Gatées, Gezitains, Lazdres, leprosos, Mesilleros , Oiseliers,


 


2.-    Etimología de su nombre:


Los diversos autores presentan fuentes de lo más dispares sobre el origen de sus nombres. Así:


Karos, en griego, que significa malus, improbus, ignobilis


.


Caas Goths, cazadores de los godos, perros godos


 


Leprosos=pauperes christi


 


Bigot (By Gog)


 


Cacos (griego, significa malo. Caqueux en bretón=malo,


 


Chrestias=leproso


 


Cagot = devoto falso e hipócrita (Caro Baroja).


 


Cagot=hipócrita=actordramático(arcaico)=simulador de santidad


 


Chrestia = cristiano nuevo;


 


Agote = confinado por enfermedad de la boca. Bozate = confinamiento de afónicos


 


Sus nombres proceden de palabras celtas (cach, cakod, caffo que significan puant, sale, ladre


 


3.-    Su origen:


Tanta variedad encontramos en su procedencia como en sus nombres. Veamos:



  • Caxarnut, ujier del Consejo Real de Navarra en una carta a los Reyes Católicos indica que son los descendientes de ZIEZI, criado de Eliseo el profeta, a quien Éste maldijo tras ser robado por él, y sus descendientes serían Agotes malditos para siempre jamás.

  • Filippo Venuti (1754) dice que los cagots son los primeros cristianos peregrinos a Jerusalén.

  • Agotes serían godos supervivientes de los dominadores de aquitania y Vasconia en el siglo V, de acuerdo con el Cartulario de l’abadía de Lluc (año 1000) y del antiguo Fuero de Navarra (1074)donde se hace referencia a los Caffos.

  • Court de Rebellin, en Monde primitif dice que son los restos de un antiguo pueblo que habitaba en los barrios antes de que Cántabros y Bretones llegaran y los expulsaran.).

  • Michel cree que eran extranjeros que ostentaban el dominio de las armas que contactaron a las poblaciones del sudoeste francés durante el siglo IX.

  • Otros dicen que son descendientes de sarracenos.

  • Otros de godos arrianos

  • Otros de los Cátaros, herejes albigenses.


  • Provenientes de Francia, donde convivían en las leproserías con otros parias, y de donde fueron expulsados por Philip Le Long (1316-1362) y se instalan en el Baztán en 1350

  • Son  originarios del Bearn y parecidos a los gascones-bascones. Mercenarios de Carlomagno y derrotados junto con él y Roland en Roncesvalles se les acusa  de espías y traidores por  ser atacados por sus compatriotas bascones. Desde entonces son apartados y malditos.

  • Descendientes de nativos paganos que tardaron en convertirse al cristianismo (Herejes Arrianos).

  • Portadores del pecado original.

·        Descendientes de los albañiles que Hiram puso a trabajar para construir el templo de Salomón.


 


4.-    Su aspecto:


 



  • Pío Baroja dice que sus características antropológicas o antropomórficas se corresponden con las de los pueblos del centro y norte de Europa.

  • Muchos autores los describen como leprosos y bestias apestosas. O con defectos aparentes tales como aliento fétido, mal olor, psoriasis u otras afecciones de la piel. Moncaut, por ejemplo los define como de cabeza grande, cuerpo raquítico, piernas torsas, y afectados de bocio. Hay quien dice que no podían caminar descalzos por pestilentes.

  • Hay también una cierta unanimidad al definirlos como de aspecto nórdico, ojos azules, complexión grande, mentón alto, narices prominentes, con  ollares anchos, labios rectos, y falta de lóbulos auriculares. Este último rasgo, la falta de lóbulos auriculares, es citado por la práctica totalidad de autores.

  • Contrariamente a lo anterior hay una serie de autores que los hacen proceder de los sarracenos y consecuentemente los describen como morenos y de tez olivácea. Así en las fotos del libro de Alicia Stutze.

 


5.-    Ubicación:


 


Dos son las regiones en que se localizan, aunque algunos autores indican presencia de Cagots en diversas regiones del centro y este de Francia.


 


·        El primer núcleo, el más importante, se sitúa en ambas vertientes de la cordillera pirenaica, desde los valles del Pirineo central hasta el Cantábrico. Comprende  Aragón, Béarn, Landas, Languedoc, Navarra y  País Vasco.


·        El segundo en Bretaña.


 


6.-    Distintivos y Peculiaridades:


·        Muchos cronistas hacen referencia a la obligación impuesta a los Agotes de llevar un símbolo representando una pata de oca  cosido  sobre el hombro o la espalda. Algunos lo colocan sobre un paño rojo. En algunos casos la referencia a la pata de oca se sustituye por una señal en forma de garra de gato de color rojo.


 



  • En numerosas ocasiones se cita la prohibición  de caminar descalzos

 


·        Es también recurrente su ubicación en barrios separados del resto de la población, ghettos a los que se accede a través de una puerta o de un puente que simbolizan  el paso a un mundo diferente.


 


·        Igualmente en diversos pueblos se incide en la prohibición a los Agotes de utilizar las fuentes públicas, limitando su acceso a una fuente separada de la población y de uso exclusivo para los Agotes.


 



  • Tampoco podían llevar armas ni objetos punzantes ni cortantes, salvo los relacionados con sus oficios

 



  • Una prueba de la desigualdad de trato que recibían es que  era necesario el testimonio de seis Agotes para igualar el de un perluta (Así denominaban ellos a los que no eran  Agotes).

 


·        En muchos lugares la separación se oficializa mediante la prohibición de matrimonios mixtos entre un Agote y un perluta.


 


7.-    Oficios.


 


A este respecto hay práctica unanimidad en los diversos autores sobre los oficios que les estaban permitidos. Por un lado aquellos relacionados con la madera, como carpintero, leñador y tonelero. Por otro los relacionados con la piedra y la construcción, como cantero o albañil.


 


Hay también numerosas referencias a su papel como maestros de cirugía. Curaban las plagas. Se les atribuían secretos para curar enfermedades. Las féminas eran expertas en el conocimiento de las plantas y hay quien llega a firmar que todas las mujeres sabias antes del siglo XV eran Agotes.


 


También se les adjudica un papel importante en la fiesta: son los músicos de las celebraciones populares, pero sin embargo no pueden participar en el baile.


 


 


8.-    Relación con la Iglesia:


 


Es esta una faceta muy documentada y fundamental en la estrategia de menosprecio hacia los Agotes. De hecho son numerosas las iglesias , parroquias y cementerios donde se plasma aún hoy en día el testimonio vivo de tan tremenda separación.


 


En muchos lugares con ocasión de su nacimiento se indicaba en el registro parroquial expresamente su condición de Cagot. Su bautismo se realizaba en una pila bautismal aparte. Su acceso a la iglesia se realizaba por una puerta especial, secundaria y poco aparente, de pequeño tamaño para obligarles a inclinarse. Una vez dentro ocupaban un lugar separado de los demás parroquianos, alejado del altar y relegado a zonas oscuras y lúgubres, a veces separados del resto mediante una reja. En algunos casos se  llegaba al extremo de darles la comunión mediante un bastón para evitar el contacto con ellos. Tras su muerte los enterraban aparte, fuera de tierra bendita.


 


Todo un ciclo, desde el nacimiento hasta su muerte, en el que la Iglesia les ponía en su sitio, les restregaba delante de sus narices y ,de las de toda la comunidad, su condición de ciudadanos de segunda o de tercera, les negaba los derechos más elementales de cualquier cristiano.


 


Agotes son descendientes de gentes condenadas durante siglos a no poseer nada, a ser vejadas, humilladas, con imputaciones falsas e infamantes, fruto de la superstición, del racismo y del abuso de superioridad de la Iglesia Católica.


 


III.-Nuestro análisis de esos datos.


 


1.-    Su nombre.


 


Hemos encontrado muchas acepciones para denominarlos.


 


Agotes, Agots,  Cacons, Caffos, Cagots, Cagotes, Cahets, Capots, Caquins, , Chrestias, Chrestiaas,  Chrestians, Christiens, Colliberts, Cristianos, Cristianos de San Lázaro, Gafets,  Gafos, Gahets, Gatées, Gezitains,


 


2.-    Etimología. 


 


A cada cual más disparatado. No sabemos indicar de dónde viene su denominación, pero sí podemos decir que ninguna de las teorías expuestas parece tener el menor rigor científico.


 


Muchas de ellas tienen orígenes comunes y etimológicamente provienen de la misma raíz AGOT-CAGOT


 


Es el Caso de Agotes, Agots,  Cacons, Caffos, Cagots, Cagotes, Cahets, Capots, Gafets, Gafos, Gahets, Gatées.


 


Un segundo grupo es el de los nombres relacionados con la raíz Cristiano, o Chrestia. A ella pertenecen los siguientes: Chrestias, Chrestiaas, Chrestians, Christiens, Cristianos, Cristianos de San Lázaro.


 


Las otras Caqucux, Canards, Chistones, Chistrones, Lazdres, leprosos, Mesilleros , Oiseliers, responderán obviamente a la diversidad de culturas y regiones geográficas entre las que habitaban.


 


3.-    Su origen. 


 


Muchas de  las teorías analizadas les hacen venir de algún lugar o grupo étnico más o menos cercano a Europa Occidental en una época entre el S. V y el IX. Sólo una teoría los hace descendientes de los albañiles que Hiram contrató para la construcción del templo de Salomón, y eso nos hace remontarnos al año 900 a.C.


 


Algunos los consideran nativos relegados en sus derechos por pobladores posteriores.


 


En cuanto a que sean descendientes de godos, sarracenos, herejes albigenses, leprosos evadidos de cárceles francesas o similar, las diversas teorías no se sostienen. Veamos:


 


 


 


Descendientes de los Godos:


Los godos fueron clase dominante en toda Europa Occidental después de la caída del Imperio Romano. Y todos sus sucesores se hicieron pasar por herederos de ellos, lo fueran o no,  para legitimar su ascenso a los diferentes tronos en sus respectivos países.  Por lo tanto, la descendencia  de los godos (no de los perros godos, pero sí de los godos) la reclaman para sí todas las monarquías europeas desde la edad media. No hay porqué ceder ese honor a los Agotes, que no nos consta que lo reclamen para sí.


 


De los sarracenos:


En cuanto a que sean descendientes de los sarracenos expulsados de España: Descendientes de los sarracenos, moriscos, o por lo menos de la población que en la península Ibérica estaba sometida al poder de los moros son, entre los siglos IX y XIV la práctica totalidad de la población al sur de los ríos Ebro y Duero.  ¿Por qué entonces se acusa de ello sólo a una pequeña comunidad humana establecida precisamente en lugares que si bien sufrieron razzias y ataques de los sarracenos, nunca estuvieron de manera continuada sometidas a su gobierno ni cultura? No tiene ningún sentido.


 


Leprosos:


Por otro lado casi todos los autores están de acuerdo en que eran leprosos,  descendientes de leprosos, o sufrían algún tipo de afección relacionada con la lepra. Algunos lo justifican estableciendo su origen en leproserías y cárceles francesas de donde fueron liberados en algún momento tardío de la Edad Media..? Suponiendo que eso fuera así  ningún otro vínculo más debería unirles. Y entonces  ¿Por qué fueron, todos juntos, a ubicarse en ambas vertientes del Pirineo y en Bretaña? ¿Por qué entre todos los leprosos que deambulaban por Europa Occidental en esa época sólo a ellos se aplica el tratamiento ignominioso de Agotes?¿ Por qué no a los leprosos italianos, alemanes, ingleses, o sin ir tan lejos, a los de la Península Ibérica o del centro y Oeste de Francia? Por no hablar de que las primeras menciones a los Agotes, alrededor del siglo XI son muy anteriores a esa supuesta ola de evadidos o liberados de las cárceles francesas que tuvo lugar dos o tres siglos después. Absurdo.


 


A lo que en realidad se refieren cuando los tachan de leprosos es a que son “leprosos del alma”, o lo que es lo mismo, herejes.


 


Paola Antolini lo indica claramente: Su condición de leprosos nos subraya su identificación con los herejes. Ello podría obedecer a una revancha del clero cristiano como resentimiento por haber sido perseguido en la antigüedad.


 


Cátaros o herejes albigenses


 


Descendientes de los constructores del templo del Rey Salomón, contratados por  Hiram, Rey de Tiro.


 


Hay una teoría, o línea argumental, defendida por los Compagnons des devoirs, por los miembros de las hermandades de carpinteros y canteros francesas, por alquimistas, antecesores de los masones,  que hace a los Agotes descendientes de Jaques, un cantero-carpintero originario del Pirineo (de Jaca, de ahí su nombre) que trabajó a las órdenes de Hiram en la construcción del Templo de Jerusalén. A él se atribuye la construcción de la columna Jakin (El que sabe, en euskera). A su vuelta a la Galia, ya con el título de maestro, transmitió sus enseñanzas secretamente a sus discípulos, creando escuela, tanto en lo referente al Arte de la construcción de edificios, iglesias fundamentalmente, como al arte de la vida, de la construcción de la consciencia interna de cada uno, importando a Occidente las creencias de los herméticos, de los hierofantes egipcios, de los sacerdotes caldeos y sumerios.


 


Opinión


 


Nada, salvo su voluntaria aceptación de su papel de Agotes, los hace diferentes de sus convecinos. No tienen nombres ni apellidos distintos, no hablan una lengua extraña, extranjera, sino que  hablaban euskera en Euskal Herria, castellano en Aragón, romance y langue d’oc en Bearn, bretón en Bretaña,  no se les conoce una fe distinta de la cristiana, su aspecto físico, a pesar de cuantas taras y particularidades se les atribuyen, no difiere de los caracteres comunes en Europa Occidental.


 


El más básico sentido común nos indica que no provienen de otro lugar, insertándose como extranjeros en las comunidades locales ya existentes. Si fuera sí todos o gran parte de los aspectos más arriba citados les delatarían.


 


Los Agotes estaban ahí, en estas tierras, desde el principio, desde que los, Iberos, Ligures, Vascones, Celtas, Galos y demás razas llegaron a  estas regiones comunes, desde antes quizás.


 


El motivo de su separación no se puede achacar  a  aspecto, a la diferencia con sus contemporáneos, o por lo menos a diferencias externas, aparentes, superficiales.


 


Eran diferentes, sin duda, por eso se les separó y se les maldijo. Pero no en su aspecto. Era algo más profundo, menos perceptible, pero que, a los ojos de quienes les proscribieron, era sumamente grave.


 


Y por más vueltas que le doy sólo puede referirse a una creencia, a una religión, a una forma de ver y vivir la vida.


 


Entonces el motivo que subyace  tiene que ser la herejía, algún tipo de terrible herejía. Sin embargo nada en su comportamiento en esas épocas revela ese pecado. Debió ser  en tiempos anteriores, lejanos, pretéritos, cuando cometieron la herejía, cuando adoraban a dioses diferentes, cuando consideraban a las manifestaciones de la madre naturaleza como expresión de dios, cuando no reconocían la jerarquía de la iglesia, cuando  osaban oficiar directamente y sin intermediarios sus ceremonias para comunicarse con dios.


 


Parece tratarse  de una venganza contra los descendientes de una antigua estirpe de sacerdotes, sanadores, magos, que siempre, desde tiempos inmemoriales,  se han mantenido al margen de la norma impuesta por la Iglesia. Herederos .de una religión hoy olvidada, una religión cuyos santuarios se encuentran en lo alto de las montañas, en las cimas y collados desde donde en las noches claras se observaban las estrellas, los planetas y sus giros y evoluciones que marcaban las estaciones y épocas del año. Monumentos que aún hoy, a pesar del tiempo transcurrido y del tupido y oscuro manto que tendió la iglesia para tapar todo aquello que no pudo absorber mediante un sincretismo ávido e insaciable, se pueden encontrar en ambas vertientes pirenaicas, desde el Valle de Arán hasta el Cantábrico, en los mismos lugares donde se adoraba al dios Lug y a su caldero, en los mismos pueblos y aldeas donde se encuentran rastros de los Agotes.


 


Agotes, gente maltratada y vilipendiada, ciudadanos de tercera, de cuarta categoría, excluidos de la sociedad, los más viles entre los viles. Pero porqué,  si nada los distinguía de sus vecinos, ¿porqué soportaban esa carga? ¿qué les impedía liar sus bártulos  y marchar a otra región donde nadie les conociera e iniciar una nueva vida ya libres del yugo de la ignominia compartiendo los mismos derechos que sus vecinos?


 


Y sin embargo, a pesar de lo cruel e inhumano del castigo, algo no encaja en el marco temporal de la edad media. En una época en que la Santa Inquisición campaba libremente por el occidente cristiano, cuando brujas, intelectuales heterodoxos, judíos, moriscos, Cátaros, gitanos, homosexuales y cualquier otra minoría étnica, social o espiritual era perseguida y condenada sin ningún reparo, no se conocen a penas procesos contra Agotes. No se les persigue ni se les extermina. Sólo se les excluye.


 


Algo tenían que los hacía imprescindibles, y ese algo les salvaba la vida.


 


¿Qué tenían, qué sabían, que fuera  tan preciado para la iglesia, que a pesar de todo el odio y el rencor que desató contra ellos le impedía aniquilarlos?


¿Cuál es la razón para sobrellevar durante casi mil años una carga tan pesada sin hacer nada para rehabilitarse? ¿Acaso eran ellos los que voluntariamente se separaban de la sociedad para mantener y salvaguardar unas ideas, unas costumbres, un secreto que transmitían de generación en generación?


 


Sigamos las pistas que nos han dejado unos y otros.


 


A este respecto sus oficios pueden ser reveladores.


 


Se les conoce como carpinteros, canteros, músicos y sanadores.


 


En el próximo capítulo analizaremos estos y otros aspectos que nos ayudarán a desvelar el misterio.



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