Autor: Antoni Garçía
martes, 24 de julio de 2007
Sección: Escritos antiguos
Información publicada por: Adoni
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El judaísmo en Orleyl S.V a.C.

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  1. #1 Adoni 03 de abr. 2008

          Topografía Ibérica.

          Uno de los progresos en la toponimia ibérica lo conforman las

    referencias a su geografía que se pueden encontrar, bien en algunas de sus

    acuñaciones de moneda, bien en sus panegíricos a los difuntos, en plomo, y en

    la epigrafía en general.

          A este respecto cabe señalar como destacable la mención topográfica que

    se hace en la quinta línea del plomo de la serie Orleyl, VII; A, que

    transcribimos a continuación:

          "zmr : rbt.tarbty : ´sprbkrbh / ´snyrgh : ´snypl´sbr"

          La primera palabra que nos indica la situación de la propia necrópolis,

    "zmr", [zemmer], por [zemmeret], cogollo, guía, cima, punta, de Ezequiel

    17,3.22, 31,3.10.14.

          Comprobar que aún hoy dicho lugar se conoce como la Punta, la PUnta de

    Orlyel, nos indica la permanencia de su antigua denominación, aunque ésta se

    ha traducido.

          Hay otros lugares de nuestra geografía ibérica, como Sa Murta, entre el

    término de Bolulla y Tárbena, que designa una punta frente a Tárbena, de igual

    o mayor altura que ésta, y que nos indica la pervivencia de la palabra.

          En el segundo sintagma de la línea cinco, vemos "rbt-.tar-bty", que

    debemos leer en su final como casa de la colina; casa del alto de la colina.

          El uso de la raíz ".tar", con dálet, [tur], cerro, montaña, nos indica

    que ésta palabra puede funcionar como toponímico junto a [bet], así debemos

    leer ".tar-bty" [tur-bet] ó [tur-bayyit]. Pero presumimos que una necrópolis

    no es una casa propiamente, ni un templo, sino el lugar donde residen nuestros

    difuntos, la última casa.

          Este sintagma me recuerda el nombre de un pequeño lugar, junto a Alcoi,

    Turballos, y también a la propia Tárbena, donde un segundo segmento "abn" ó

    "bny", nos daría, construída sobre el cerro, encima del cerro.

          La calificación "rbt", a ésta montaña, entendida con referencia a su

    tamaño nos indica la altura, medida su grandeza en elevación sobre el nivel

    del resto de lugares a su alrededor.

          Resolver porqué eligieron nuestros ibéricos una altura, la montaña más

    elevada, para situar en su cogollo, en su cima, la necrópolis, nos muestra esa

    concepción quasi sagrada de dichos lugares.

          Podríamos leer así, bella para acercarse, pero entendiendo no sólo la

    vista desde el lugar, sino también su posible uso militar, lugar adecuado para

    defenderse, o presentar batalla.

          En el siguiente sintagma "´spr-bkrbh / ´snyrgh", nos lleva bien a leer

    "krwb" Querubín, animal fantástico relacionado con divinidades y con el culto,

    o "qrb", que és (mediante k x q) lo que pretende expresar el escrito.

          El verbal "qrb", físicamente acercarse, aproximarse, avecinarse,

    arrimarse, acceder, acudir, presentarse, tiene una referencia en el campo

    cultual, acercarse a servir al templo, pero también para presentar batalla,

    combatir, de modo que se produce una identificación de lugares, como aptos

    para la batalla y también para el descanso eterno.

          Pero en una necrópolis, el uso de "qrbh", debe entenderse como un

    sustantivo, referido al interior del ser vivo, sus vísceras, sus tripas,

    entrañas, su intimidad. En la necrópolis el que se ofrece és el difunto, en la

    cercanía al cielo, en su proximidad a Dios.

          El último sintagma de la línea cinco, "´sn-yrgh", nos indica también el

    término temporal, de años "´sny", ò de conciencia "´sny", de sueño y del

    descanso, "yrgh" x "yrgo", tranquilidad, serenidad, sosiego.

          Nuestros ibéricos veían también la montaña como lugar de sosiego, lugar

    donde buscar la paz y estar tranquilo, acabado el ajetreo de la vida, que por

    oposición se registra en el  valle.

  2. #2 Adoni 05 de abr. 2008

          Amigo Servan:

          Tu pregunta se escapa a mis posibilidades de respuesta. No conozco el

    apocalipsis apócrifo de Pablo y tampoco domino la traducción del hebreo,

    arameo quizá?, pero creo que no dice nada bueno, habla de un golpe amargo.

          Por otro lado, los documentos bíblicos que han llegado a nuestro

    conocimiento son producto de amanuenses y copistas que han traducido, tocado y

    retocado algún original.

          Fruto de ello es su constante corrección, adicción, sustitución,

    vocalización cerrada (concreta, frente al abstracto, o al pessut) etc., todo

    lo que se va sumando para conseguir un producto diferente y acorde con los

    criterios cambiantes en el tiempo.

          Además, no sé qué lengua hablan los ángeles, y si hablan o cantan, o si

    tartamudean o desafinan, o chirrían o están constipados y no hay quien les

    entienda, o bajan borrachos y dando trompicones. En todo caso, me parece mal

    que tengan que bajar los ángeles a explicarnos algo y que visto lo visto,

    consigan que no les entendamos.

          Y también da pena aquel que maldiga a Dios, mejor que no se tropezase

    con el ángel ni con las bendiciones de Pablo y los suyos.

          Yo creo que igual el ángel no vocalizó bien y además el copista

    confundió k x q, y en realidad el ángel dijo "tqlqt mrt mj".

          El problema és que para que exista bendecir debe existir maldecir, y no

    se sabe lo que és primero, porque deben ser las dos cosas a la vez, bien

    juntas, bendecir la bajada del ángel y maldecir al que esté debajo, sabiendo

    que el golpe será mortal.

          Poco podemos bendecir o maldecir de Dios, nuestra bendición y maldición

    se quedan al ras de lo humano, y sirven al discurso de la exclusión, sirven

    para aplaudir al vencedor y humillar al vencido.  

          Al margen de todo ello, veo que puede resultar fácil entender a un ángel

    que habla una lengua determinada, comparandolo a nuestros ibéricos. Pasan los

    siglos y la ignorancia sobre su lengua permanece. Hay quien bendice un gurú

    que los hace hablar con tres consonantes y claro no hay forma de entenderles.

          En el estudio de la documentación ibérica debemos confiar en que

    nuestros "descubridores" de documentos, no hayan rayado o retocado los calcos

    que nos muestran en la red, y trabajar al menos con esa ilusión aunque

    persista la duda (puede que necesitaran más signos que los que encontraron

    para su semisilabario; a veces da la impresión de que hubiesen retocado

    algunas alef de Orleyl VII, para qué?).

          Comentarios a las tres primeras líneas de Orleyl VII A:

          En Orleyl VII A hay una reflexión sobre la escritura y el sentimiento

    ante la muerte. Veamos las tres líneas de inicio:

          1) aznpky : ayank : yrap-lb / ´spk-r : aznpky

          2) .pk-bkr : ayank : yrayp-rm : y r´s-psa / yrag´sn : yr´s-mtstt.

          3) rççt-p / .t-mtstt : yr´smty-´sg : yrbydy-p-rm : yrb-´spr : yra...

          En la primera línea:

          El verbal "aznpky", de "znp", liar, hacer girar, dar vueltas, propio de

    diademas y turbantes "znyp", o aros "znph", lo tenemos ligado aquí a la

    plomada, la "ank"; al ser enrollado en la plomada, se repara el corazón, cuya

    sangre se ve derramada. El rito de la muerte y el culto, la sangre de la

    víctima que chorrea cuando su corazón se envuelve en la plomada. La sangre de

    la víctima que salpica cuando su corazón se estruja en la plomada, cuando se

    sacude la plomada.

          El verbal "´spk", derramar, verter, infundir; chorrear, salirse,

    esparcir, nos indica una acción real de aspersión de un líquido considerado

    como sagrado, el riego de su sangre visto también como el desahogo de su

    corazón, sede del sentimiento.

          En la segunda línea:

          La primicia de la palabra "pk-bkr", en la plomada, podría considerarse

    señal de confianza en la conservación del corazón, pero és más bien un

    paliativo al sentimiento de dolor ante la muerte, "yrayp-rm", escrita con

    líneas temblorosas "yr´s-psa / yrag´sn" , escrito con cincel en la mano de una

    persona con sentimientos hacia el difunto "yr´s-mtstt". Su pulso tiembla al

    bocelar y la acción le tranquiliza su ánimo.        

          El verbal "stt" tallar (piedras), dolar, bocelar, cincelar vemos que se

    halla ligado aquí al culto a la víctima, se convierte en una necesidad para

    expresar el sentimiento ante la muerte.

          En la tercera línea:

          La finura de la tablilla rige el principio de economía de materiales y

    facilita también su enrollado, "rççt-p". La hoja debe tener una dimensión

    determinada calculada en función del texto a imprimir, y un grosor que permita

    el trazo. En éste plomo de forma excepcional, por las dos caras.              

          La afirmación de que sea escrito con errores, "yr´smty-´sg", debemos

    entenderla como una disculpa retórica del escriba o como un hecho real, una

    persona en cierta forma iletrada, se ve forzada a escribir lo más correcto

    posible, y asume sus errores gramaticales.            

          El verbal "rbd", tender, extender, lo tenemos aquí referido al

    escritocincelado, que se extiende sobre una laminilla fina de plomo. El

    nominal "rbyd", podría servir para designar un collar, para el cuello "grwn" 

    o bien un collar de oro "zhb", pero aquí a nuestros ojos el plomo és material

    simple, barato, a diferencia de la mirada ibérica de respeto sobre éste, por

    su durabilidad, por su uso en el rito. del panegírico ante la muerte.

          Todo el texto se recorre junto al verbo "r´sm", nuestro castellano

    "rezar" ?, en el sentido de "rezar por escrito", escribir, consignar,

    registrar. En la penúltima línea de Orleyl VII A, "yr´s-pçrm", se viene a

    crear un paralelismo entre el verbal "yr´s", heredar, dar en herencia, y el

    verbal "r´sm", poético tal vez?.

          Lo que sí está claro és que los escritos forman parte del ajuar

    funerario y así deben ser considerados también como su "dote", su herencia,

    dado que han sido creados para él con ánimo de permanencia temporal a su lado.

          El uso que se presume de los "panegíricos" ibéricos es la certificación

    acerca de las cualidadaes del difunto, su bondad, su generosidad, que si bien

    son públicas en vida, alcanzan así su plenitud con el paso del tiempo ante

    terceros. Pero debemos considerar también la posibilidad de que su redacción

    fuese anterior al rito y fuesen preparados para ser leídos acompañando al rito

    de la cremación o bien durante el duelo, o en el momento inmediato anterior al

    enterramiento de la crátera.

  3. #3 Adoni 08 de abr. 2008

          LAS TABLILLAS DEL CORAZON IBERICAS.

          Para acercarnos a la idiosincrasia del pueblo ibérico ante la muerte, debemos explicarnos sus ritos funerarios.

          Defino las tablillas del corazón, estas finas láminas de plomo que se enrollan, que contienen escritos, que los especialistas llaman "defixio".

          La primera línea de Orleyl VII, A, nos ofrece una explicación:

          "...aznpky : ayank : yrap-lb / ´s-pqr : aznpk : ..."

          Te envuelve, la plomada, repara el corazon del licencioso (pícaro) : te envuelve.

          Traduciríamos "pícaro", de "pqr", descarriarse, liberarse, dispensarse, volverse irreligioso, licencioso, renegar, ser ateo, ya que el término castellano procede sin duda del ibérico/hebreo.

          Aunque pudiese parecer un poco extraño en principio, la molestia que se toman en despojar al cadáver del corazón, para hacerlo girar en éstas laminillas obedece a una creencia real de que ésta víscera contiene los elementos más propios de la masa cerebral, la conciencia, la  intimidad, el interior de uno mismo.                    

          La acción reparadora que ejerce la palabra escrita sobre el corazón queda entendida en Orleyl como disculpa de un comportamiento pecaminoso en vida, como expiación milagrosa por las faltas cometidas.

          Estos hechos provocan también un replanteamiento de la lectura bíblica, ya que expresiones como "tqo b-", clavar en el corazón, (en Orleyl VII, b, línea dos "aytqo"); "bwa b-" penetrar en, atravesar el corazón; "qyrwt -", paredes del corazón; "sgwr" cavidad (cerradura) del corazón.

          Ante estas expresiones, el lector debe acudir a la traducción figurativa, cuando puede haber motivos para considerar que éstas acciones son  del todo reales.

          Considerar así Proverbios 3,3 y 7,3 "lwj lbh ktb ol", literalmente, escribir en la tablilla del corazón, como guardar en la memoria, puede ser correcto, pero nos esconde en todo caso el origen de la expresión, un origen cierto, de una realidad de una tablilla escrita y de un corazón enrollado en la tablilla.

         Así otras expresiones, "q´sr ol lb", atar al corazón, etc., deben ser revisadas o consideradas como reales, no se trata de conservar en la memoria o saber de memoria, en muchos casos son expresiones de hechos reales que se pueden entender incluso como mandatos para nuestros hebreos de Orleyl.

         Como entender Lamuel 1,20 "nhpk.." dar un vuelco el corazón, o estamos también ante el mismo ritual "aznpk", envolviéndolo, dándole vueltas; debemos leer "lba jyl" del Salmo 55,5 como retorcerse el corazón, ó está retorciéndose en una tablilla de plomo.

         La literatura ibérica nos introduce así en la literatura bíblica, ayudándonos a comprender la tradicional mentalidad hebrea.

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