Autor: rcg873
sábado, 13 de mayo de 2006
Sección: Artículos básicos para iniciarse
Información publicada por: rcg873
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POEMAS EN HABLA DIALECTAL DEL SURESTE ESPAÑOL
poemas en habla dialectal del sureste español
poemas en dialecto
,POEMAS EN DIALECTO DEL SURESTE PENINSULAR
-Ende que te fuîte
no t'he vuerto a vê,
ende que te fuîte
no he vuerto a querê
mâ a ninguna mujê,
y êcabuyéndome
he vuerto a bebê,
¡Ande t'hâ metío
sol d'êtío!
¡Oy'ête quejío!
-M'êcondío
ner ribazo d'un olivo,
êlomá he salío
der calô de tu nío.
-Tuîco que te dí,
tuîco que perdí,
ara vivo
enun sinvivî,
ara vivo
sin podê dormî.
-Ya t'he dejao d'ennoviâ,
pa que no me jarmeê mâ
me fuí con otro zagâ
que côca er sentío d'amâ
TRADUCCIÓN
-desde que te fuiste
no te he vuelto a ver,
desde que te fuiste
no he vuelto a querer
más a ninguna mujer,
y escapándome
he vuelto a beber
¡Dónde te has metido
sol de estío!
¡Oye este quejido!
-Me he escondido
en la falda de un olivo,
apaleada he salido
del calor de tu nido.
-Todo que te dí,
todo que perdí,
ahora vivo
en un sinvivir,
ahora vivo
sin poder dormir.
-Ya te he dejado de amar,
para que no me pegues más
me fuí con otro chico
que entiende el sentido de amar.
ablentao
me hierve la sangre
bulle y me abrasa,
con piel de abercoque
todo lo arrasa,
pero nada pasa,
no remanezco
de una alta casa,
la canela ablento
de rama gruesa,
la mariposa
de tal susto espanto,
sin ningún encanto
escucha mi canto:
me hierve la sangre
bulle y me abrasa
de un alta fiebre
todo me arrasa,
me sobrepasa
que todo lo alcanza
y hace mannesia
con gran violencia.
CREADOR DE PALABRAS
Yo con mi palabra briego y doy forma,
avivo el alma y todo lo que importa,
resquebrajando la mala conciencia
inflamo de faenas a la indolencia.
Deseado y objeto de la impaciencia
discurro por lares impenetrables,
infranqueables valles y virginales
y desautorizo a toda aquiescencia.
Me capuzo en la loca adolescencia,
mato la homogeneidad de mi lengua,
no concedo el respiro ni la tregua
y a la academia insulta mi presencia.
Yo con mi voz machaco tu tímpano,
abro el camino a tu ser indómito,
indisociable mi voz y mi grito,
contigo me hago fuerte y siempre gano.
*reservados todos los derechos de reproducción
1.Abercoque: Albaricoque.
2.Remanecer: provenir, ser originario de un lugar o una familia, o una etnia, o un acontecimiento o cosa que viene de hace tiempo ej: Sus problemas con el alcohol remanecían de hace tiempo.
3.Ablentar: separar.
4.Mannesia: roto, destrozado (hacer algo mannesia es romperlo).
5.Ablentao: loco, violento, una persona fuera de control, descontrolada.
6.Bregar: (del gótico “brikan”) trabajar, tener mucha energía y no parar, molestar. “cuando no está de briega está de juguesca”; cuando no trabaja está jugando o cuando no está molestando está jugando.
Conjugación:
briego
briegas
briega
bregamos
bregáis
briegan
7.Capuzar: (del navarroaragonés) sumergir, meter la cabeza dentro del agua (darse un capuzón es zambullirse en el agua), se usa casi exclusivamente como reflexivo; capuzarse.
8. El adverdio "Ara" también tiene un sinónimo que es "Agora" procedente este último del castellano arcaico, pero es menos frecuente.
Notas sobre el dialecto:
Es una lengua mestiza nacida de la repoblación, es una mezcla de catalán, navarroaragonés y castellano, hablada en zonas importantes de Andalucía, sur de Albacete, Murcia y Alicante, es una de las lenguas más desprestigiadas en la península, y desconocidas, su desaparición comenzó en la década de los 60 con la implantación de la escuela pública para todo el mundo, esto la llevó a su situación de desprestigio por su diferencia con el castellano hablado tanto por gente del norte como de andaluces de otras zonas. Me gustaría decir que aunque se habla fuera de Andalucía también, no deja de ser un habla andaluza y por ello desde la Junta se debería potenciar su uso y conocimiento por todos los hablantes de esta lengua mestiza y arcaica que inevitablemente camina hacia el olvido debido sobre todo a la globalización de los medios de comunicación. En Andalucía se habla en la comarca de los Vélez, valle del Almanzora, sierra de los Filabres, y en el levante,en Almería, Baza, huéscar, estos dos últimos ya en Granada y en Jaén de los municipios de Santiago de la espada a segura de la sierra, quedándo fuera Cazorla, ya de habla occidental.
“vido tuîco no hay que arregôtarse si quedréî praticâ en una habla antiguona y tuya, no sea qu'en paecerse a otra cosa sû deî un jarpazo, hacê lo que sea menêter si la boira no te deja vê el caminico”: visto todo esto no hay que conformarse si quieres hablar/platicar en un habla antigua y tuya, no sea que por parecerse a otra cosa os deis una hostia, haced lo que tengáis que hacer si la niebla no te deja ver el camino.
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Acerca del nombre que debieran tener estas hablas, existen varias posiciones. Hay quien pretende que se llame panocho o murciano simplemente. Hay quien aboga por mantener el "hablas murcianas". Otra gente defiende una denominación que abarque todo el territorio, ya que murciano no lo hace (el "Reino de Murcia no abarco zonas granadinas, entre otras). Estas denominaciones serían Hablas del Sureste, Hablas mastienas, Hablas Tudmirienses o Hablas Carthaginenses.
En la actualidad hay un debate en relación a la reforma del Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia para cambiar el nombre de esta por uno más representativo históricamente, por lo que puede verse que el término "hablas murcianas" puede cambiarse si esto así se produce.
Curiosamente, el presidente de "L'Ajuntaera pa la plática, l'esturrie y l'escarculle la llengua murciana", algo así como una academia de estas hablas no oficial (pero la única que existe), D. Manuel Zapata expresó con un artículo de opinión su convencimiento de que el terminó para esta Comunidad debía ser Comunidad Autónoma Carthaginense (de Carthago) o el neologismo Carthaginensia. Por lo que estas hablas se denominarían carthaginenses.
El artículo de D. Manuel Zapata:
"NOSOTROS LOS CARTHAGINESES por Manuel Zapata de San Nicolás"
"Ahora que se pretende reformar el Estatuto de Autonomía, no vendría mal empezar por la punta, por el principio, y cambiar la desafortunada denominación de nuestra Comunidad, dentro de un estatuto que podríamos calificar con el término autóctono de borde. Y me explico:
Según los diccionarios murcianos al uso, la palabra borde tiene dos acepciones: una, bastardo, espurio, que degenera de su origen o naturaleza; y otra, perverso, de mala índole. Al Estatuto de Autonomía para la Región de Murcia, aprobado por ley orgánica 4/1982, de 9 de junio, creo que se le pueden aplicar perfectamente en toda su extensión las acepciones arriba referidas y definidas. El Estatuto empieza su enunciado de esta forma: «La Región de Murcia, entidad histórica perfectamente definida dentro de España...». Expresión que te deja perplejo, porque ¿de dónde sale el engendro de que la «Región de Murcia» haya sido con anterioridad entidad histórica alguna, o de alguna otra naturaleza? ¿Menudo pufo!, y no es que no haya para ello denominaciones históricas señeras y muy arraigadas tanto en el mundo antiguo como en el moderno: Carthago Nova, Provincia Cartaginense (Carthaginensia), Com de Todmir, Reino de Murcia, Cantón Murciano.
En su segunda acepción el Estatuto rezuma rabioso centralismo, y es muy ofensivo para todo aquello que genéricamente no pertenezca a Murcia. Un baldón para el resto de entidades que conforman el marco de la Comunidad con su pasado glorioso y espléndido; entidades históricas que quedan aplastadas y suplantadas bajo el peso y la denominación de Murcia. Un desafuero increíble. Es de una lógica aplastante que las poblaciones y sus demarcaciones deben quedar perfectamente diferenciadas. Murcia es la ciudad de Murcia y su entorno, pero de ningún modo es, por citar un ejemplo, Cartagena, Lorca, Yecla... No hay razón alguna ni divina ni humana para suplantarlas. Es evidente y de justicia que hay que buscar una denominación común que las aglutine a todas, sin que bajo alguna circunstancia ninguna de ellas pierda su individualidad y personalidad.
Veamos como resolvieron este problema dos comunidades autónomas que accedieron también en su día como comunidades uniprovinciales: Santander y La Rioja. Santander se constituyó en 1981 en Comunidad Autónoma bajo la denominación de Cantabria, en referencia a unos antiguos moradores, denominados cántabros, que se extendían por Santander y el País Vasco, y que opusieron una tenaz resistencia a la conquista romana. Por su parte, Logroño, accedió a Comunidad Autónoma con el nombre de La Rioja, y debe su denominación a la comarca del río Ebro La Rioja que se extiende por Logroño y Álava.
Ahora que se ha abierto la reforma del Estatuto, es un buen momento para corregir el desafuero y enmendar tanta torpeza, por lo cual no estaría de más hacer un sucinto recorrido histórico de andar por casa en relación con el tema que nos afecta, para que se vea claramente que sí tenemos historia, y de la buena, y no hay que acudir a ningún invento. A partir del 230-229 a. de C., comenzó a erigirse, por iniciativa de Asdrúbal la ciudad de Quart-Hadasat (Carthago Nova), la cual se convirtió en el principal centro militar y administrativo cartaginés en la península, y que por razón de su posterior conquista romana en el 209 a. de C. ésta fue incorporada a la estrategia de Roma.
Durante dos siglos, hasta Augusto, Carthago Nova, junto con Tarraco, fue una de las ciudades más importantes de la Citerior, una de las dos provincias creadas en 197 a. de C. y sede habitual de invierno del gobernador provincial o pretor. Transcurriendo el tiempo, a finales del siglo III (284-305) Dioclesiano modificó la división administrativa con la creación de seis provincias, quedando Carthago Nova, como capital de la Carthaginense.
En la tercera década del siglo V, empieza a fraguarse el ocaso de Carthago Nova, debido a la invasión de los vándalos que la devastaron a su paso hacia la Bética y el norte de África. Y que en 552 d. de C. fue ocupada por los bizantinos recuperando parte de su esplendor perdido, hasta que Suintila entre 621-623 tomó la ciudad y la destruyó por completo. Según San Isidoro, la ciudad fue asolada por los godos y destruida hasta sus cimientos.
Después de este período de unos ochocientos cincuenta años, como puede comprobarse, los Cartaginenses no desaparecieron, ni se los tragó la tierra, sino que iniciaron su éxodo hacia el interior, territorio que fueron colonizando, con el transcurrir del tiempo. Un período de esplendor increíble, bajo la dominación musulmana, cuya invasión de la península Ibérica se produce en el 711 y que algunos historiadores, no sin fundamento, sitúan su entrada por el puerto de Carthago Nova.
Esta avalancha humana hizo a los habitantes del interior, que ya eran por pura naturaleza Cartaginenses, más cartaginenses aún si cabe, y herederos por derecho propio de una historia dilatada, fecunda e impresionante en el tiempo, cuyo centro de toma de decisiones se había situado en Carthago Nova.
En junio de 1999, escribí un artículo titulado «Comunidad murciano cartaginense», argumentando y defendiendo esta denominación para nuestra Comunidad Autónoma, aunque hoy me inclino más por Carthaginensia, como alguien en su día propuso, por razones de simplificación.
Y ya como hecho curioso, señalar, la existencia de una revista de estudios e investigación fundada en 1985, denominada Carthaginensia, de periodicidad semestral, nacida en el seno del Instituto Teológico de Murcia, dependiente de la Pontificia Universidad de Salamanca, la cual está dirigida por los franciscanos del SE. Pese a todo, es emocionante observar ¿cómo Carthaginensia sigue aún viva en determinados ámbitos!
Manuel Zapata de San Nicolás es presidente de L'Ajuntaera para la Plática, el Esturrie y el Escarculle de la Llengua Murciana. "
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