Autor: exegesisdelclavo
viernes, 24 de febrero de 2006
Sección: Opinión
Información publicada por: exegesisdelclavo
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Salvemos Iberia y Celtiberia.

Ideas y soluciones para las diversas tierras de Iberia.

España y su situación

Ahora mismo y en cierto modo siempre, España ha sido como el tópico "crisol de culturas". También ha sido un país lleno de idealistas, inconformistas, bravuconadas y modernidad mental y espiritual.
Lo malo es que estas facetas de España jamás consiguen cuajar.
La faceta más poderosa y conocida de España es la que mantiene a sus habitantes sumisos al sistema (sea dictadura, sea capitalismo, falsa democracia, república vacía etc.) a pesar de sus ideas y opiniones, mediante el dinero (que jamás ha estado realmente repartido con justicia), la religión (donde hay mucho fanatismo), y el miedo a lo mucho que uno tiene que perder si se propone seguir con sus ideas.
Estoy seguro de que hay muchos más problemas en el mundo, pero hablamos de España.
En cuanto dos bloques se enfrentan férreamente, o hay guerra o hay cambio de gobierno para volver a lo anterior, o hay mucha crispación y crisis.
Lo que yo no logro entender es por qué hay dos bloques, pero me hago a la idea de que:

1. El bloque formado por las personas que pretenden llenar las arcas del estado por encima de otras políticas, divertirse y sentirse grandes con el rey, la bandera y el nacionalismo español, hacer grandes construcciones y ganar más pormenos, además de unirse al más fuerte en política exterior son los considerados derechistas y ahora, tomando un absurdo modelo estadounidense, liberales... nombre muy extraño, tratándose de un bloque que siempre pensará en la orden y la obediencia, la disciplina ciudadana y los decretos ley. Por otra parte está claro que se le da, o al menos yo le doy, el sentido de liberales con respecto a la economía, ya que liberalizan el mercado para que todo termine siendo privado, de alguien, que explotará esos recursos hasta la saciedad, para bien suyo, de "sus trabajadores" y así ofrecer más comodidades a los ciudadanos en general.
Ahora bien, todo esto, en hechos significa leyes en las que el pueblo no cuenta, leyes que cohiben, leyes para todo, guerras en las que no queremos entrar, una melancolía extraña del imperio español que subyuga a aquellos que quieren cambiar de modelo (de constitución y de estado) ya que son demonizados y/o relacionados con nacionalismos periféricos, que por otra parte, existen, existieron y existirán y por lo tanto se crea un ambiente de malestar. También, en hechos, vemos que los sueldos son bajos para el mucho trabajo y las políticas sociales brillan por su ausencia y las que hay no son del todo ni urgentes ni necesarias comparadas con otras, por no hablar de que se niegan a concentrar sus esfuerzos en cambiar la concepción de "ciudad" o de lo urbano que tenemos hoy en día y tratar de convertir este país en algo más habitable para sus ciudadanos.

2. El bloque formado por las personas que pretenden gastar las arcas del estado mientras las llenan efímeramente para realizar políticas sociales, modificar un tanto el modelo de estado, en vez de privatizar, hacer público, no depender ya de símbolos pasados nacionales y simplemente mirar hacia adelante con el fin de obtener un estado plural, social y basado en el obrero, con una política económica moderada y con relaciones internacionales que se basen en el "estoy con todos, los fuertes, pero también los débiles"...etc. son llamados izquierdistas, comunistas o tomando el modelo estadounidense y absurdo, progresistas.
Ahora bien, todo esto, en hechos significa leyes en las que el pueblo no cuenta, leyes que cohiben, leyes para todo, recordatorio constante de los malos y buenos en la guerra civil...
También, en hechos, vemos que los sueldos son bajos para el mucho trabajo y las políticas sociales brillan por su ausencia y las que hay no son del todo ni urgentes ni necesarias comparadas con otras, por no hablar de que se niegan a concentrar sus esfuerzos en cambiar la concepción de "ciudad" o de lo urbano que tenemos hoy en día y tratar de convertir este país en algo más habitable para sus ciudadanos.

TODO esto es muy matizable, discutible y de hecho, eso es lo que hacen en el parlamento unos y otros, aliándose y rompiendo con los varios partidos nacionalistas o de otra índole, tanto unos como otros, pasando el poder de mano en mano hasta el momento en el que podemos ver con nuestros propios ojos los grandes latifundios, grandes empresas, grandes urbanizaciones, y en fin, grandes patrimonios que poseen, casualmente, los dueños de los medios y por supuesto los políticos-empresarios, que además buscan negocio también en el ámbito internacional según políticas y eventos mundiales.
Los españoles, la gran mayoría de obreros y gentes de a pie, siguen trabajando todos los días, con horarios incompatibles con su vida social y familiar, además de tener muy pocas oportunidades en muchos sectores, por lo que hay una gran cantidad de personas trabajando en lo que no es lo suyo y por lo tanto, eso, a la larga, quita motivación, crispa, desespera y es en consecuencia muy poco productivo.
Pero estamos acostumbrados a trabajar mucho y mal. Como el consumismo es una enfermedad muy extendida en la península, no se pierde dinero... al menos no el que lo recibe.
Masividad de artículos, de publicidad, de medios, de presiones sociales, masividad demográfica por no decir invasión demográfica, la moral del "todo vale por dinero", el miedo al pasado para que no nos centremos más que en nuestra vida cotidiana que raya el aburrimiento y la monotonía más fatídicas para la conciencia y el espíritu colectivo e individual.
Y reitero: mientras tanto, seguimos siendo capaces de ver las fincas, las corrupciones, los negocios ilegales que nunca desmantelan porque producen por otro lado, las mentiras, la manipulación mediática para distraer la atención cada vez que todo sube y sube y sube. Sea por la inflacción o por la "burbuja" o por la esponja o por la alfombra, o como quieran llamarlo, la cuestión es que andan por ahí unos pocos muchos que lo tienen todo apenas haciendo nada y otros muchos sin voz que tienen mucho si lo comparamos con un africano muerto de hambre pero que la mayoría de lo que tiene no es realmente necesario ni te da la dignidad y además ni siquiera se llega a fin de mes sin tener que endeudarte con alguna entidad, alguna persona o contigo mismo.
Muchas horas, poco dinero y los presidentes irresponsables con sueldo vitalicio.

El que no quiera ver, que no vea, pero lo que ven mis ojos y oyen mis oídos, más allá de los medios, es un pueblo engañado, dividido y ensimismado que está bajo las órdenes de codiciosos y de ellos mismos, pero al estar divididos y malinformados, o bien, al estar inactivos mentalmente o tener suficientes problemas no pueden ni quieren cambiar la situación, con un halo de alegría, modernidad idealista, discusiones abiertas, ganas de convertirse en un país, o en lo que sea que sea mejor que eso, que prospere sin tirar piedras a su tejado, sin destruir su ecosistema, sin dividir al pueblo por nimiedades, con políticas sociales reales, productivas y prioritarias, con unos representantes que verdaderamente lleguen a entender al pueblo, es más, que vivan con el pueblo, que sean honestos o bien que no tengan carretera libre para sus usuras.
Un país, en fin, hecho con la lógica y el sentido común, reitero, común, fuera de los márgenes que le pone la economía, que utilizándola sabiamente pero con mesura, ayuda al pueblo y no lo subyuga.

La verdad está clara, porque, más que nada, ha sido así siempre.

La usura se debe prohibir.





Soluciones

Por lo tanto, abogo porque aquí, en este artículo, discutamos lo que haya que discutir sin estar haciéndolo tanto aquí y allá, desde diversos y numerosos artículos, desde el bar, el gabinete o el hogar, tan disperso y tan inútil.
Aquí por lo menos podremos discutir y dialogar abiertamente y si sacamos cosas en claro, sean de una u otra índole, será más productivo para todos y quizá quien sabe si alguna de las conclusiones se pudieran presentar. O al menos, tener claras ciertas cosas y tener menos claras otras que teníamos como indelebles.

Animo pues, a que se expongan aquí debates sobre, más que cuales son los problemas, cuales son las soluciones, la ideas, los caminos a seguir para un mayor bienestar ciudadano, una menor diferencia de patrimonios y oportunidades, una mayor y mejor cuidada naturaleza acorde con el modo de vida, una mejor educación que forme en valores, no religiosos, sino humanos, y un capitalismo menos atroz que no acabe con todo por el mero hecho de producir, malvivir, sobrevivir y dejar que otros vivan a sus anchas, sean del bloque que sean.

Me encantaría poder ver el nacimiento de una nueva política o modo de hacer, que se base en solucionar antes que parafrasear o usar la verborrea, que se base en preguntar al pueblo, con políticas locales, con gente que conozca las necesidades reales y el sentir de los barrios...
Cuanto más se globalice, más rebaño seremos, pues las políticas globales no atienden a casos pequeños, y todos somos un caso pequeño, pero para nosotros, somos el caso más grande, que por otro lado, no nos da derecho a ser más grande que otro, pero tampoco más pequeño. Ni mayorías ni minorías... sentido común y buen hacer, sin mentiras, sin demagogias, sin usura y sin sumisión.



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Comentarios

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  1. #1 Cierzo 24 de ene. 2006

    La verdad es que el tema es extenso y harto complejo pero me parece muy bien que tengamos nuestro lugar de crítica a la realidad y si además fuera constructiva (aunque hubiera que destruir antes) pues ya sería la hostia.
    Para mi Exegesis esta tocando el tema político con una gran dosis de humanismo, cosa ue comparto, es decir, prima los humano sobre lo económico. Todo lo contrario de lo que sucede en el momento actual.
    Algunos defensores del sistema económico actual podrán decirnos que esa primacía de la economía sobre el hombre es a su vez beneficioso para este último. Ya que como consumidor es generador de riqueza y por lo tanto muchos esfuerzos que se han realizado para incrementar la riqueza se han hecho para agrado del hombre. El problema esta en que no contentos con esto, se ha desarrollado un sistema complejo que ha producido una necesidad en el hombre: el consumo por el consumo. Y lo que es peor bienes de primera necesidad, es decir, que necesitamos por cojones, como la vivienda ha servido para “crear riqueza”. El endeudamiento medio de una familia ibérica es de 18000 €
    Pero esto es solo una gota en un océano. Hoy en día con esta mentalidad basada en la economía hacemos equivaler felicidad=más riqueza o más bienes materiales. Cuando esta claro que los niveles de depresión en occidente y en grupos “primitivos” que son alcanzados por la onda expansiva del mercado son muy superiores a las de sociedades más herméticas y no tan avanzadas económicamente.
    El hombre en este sistema se ha convertido en pieza de un engranaje de una gran maquinaria que mueve y al mismo tiempo alimenta. Claro que este sistema tiene numerosas ventajas para unas minorías que tienen el dominio económico y por lo tanto el político e ideológico.
    Parece que estamos desarmados ante la ausencia un modelo alternativo al actual y por lo tanto el hombre de pie tiende a sobrevivir en la jungla acepta la ley del más fuerte y espera que sus ojos no se posen en él…
    Fijaos en la perdida de derechos sociales que tanto costaron conseguir, en su dia las elites económicas los cedieron a cambio de no perder todo (miedo a la revolución) y han sabido sacar provecho de ello (consumo y más consumo). Hoy, no tienen miedo a nada ya que el consumismo esta metido dentro de nuestra sociedad como un cancer.
    Estos execesos tiene otras consecuencias como la explotación de los recursos naturales de una manera nada sostenible y las grandes desigualdades sociales dentro de las sociedades y nivel global, existiendo un colonialismo económico brutal. Que a su vez provoca grandes tensiones en la lucha por el dominio de las riquezas con efectos como el rearme y el terrorismo.
    Por ahora lo dejo aquí, que debo seguir produciendo un rato

    Salud


  2. #2 exegesisdelclavo 03 de feb. 2006

    Introducción a los lectores y ciudadanos.

    En este breve preludio que nos proponemos a escribir, lo que deberíamos reflejar, aunque algunos no quieran admitirlo o bien estén tan escasos de razonamiento que sea demasiado tarde para ellos, es sencillamente unos motivos y argumentos claros y concisos, hechos para todo el pueblo que habita en las tierras de España, con el fin de provocar una revuelta intelectual o un levantamiento de los valores lógicos para una vida social común. Estas meras alusiones a lo que ya desde hace tiempo se viene gestando en las cabezas de algunos pocos con mucha voz y/o de unos muchos sin nada que decir, no son, sino el comienzo de algo irrefrenable ante lo cual, el ciudadano de España o Iberia, ha preferido cerrar los ojos, taparse los oídos y hablar de otras cosas (por cierto de muchas tonterías como las que hoy en día atestan las calles y los medios). Ese algo irrefrenable es la verdadera libertad de un pueblo, el ejemplo que por fin España (e incluso Europa) es capaz de dar tan sólo aprendiendo, razonando y sufriendo un levantamiento popular, no encabezado por generales, ni caudillos, ni viejos aristócratas, ni millonarios, ni empresarios, sino encabezado por idealistas, gentes medianamente inteligentes y alejados de ambiciones, individuos en concordancia con el pueblo y con sus mismas diferencias, y lo más importante, con ellos mismos.

    Lo más lógico tras leer esto es pensar “esa clase de personas no existen”. Pero sin embargo, no puede haber más mentira que en ese pensamiento, una mentira que ya desde hace mucho tiempo se urde adrede.
    De hecho, los que tienen el poder desde hace siglos en nuestro planeta, y en nuestras tierras de Iberia, son los precursores de ese pensamiento. Codician y envidian a aquellos que larga y lentamente viven su vida, analizando y poniendo por encima de sus deseos los deseos de la justicia, la paz y la libertad básica, aunque jamás lleguen al corazón humano sus gestas o no se les recuerde jamás. Esa gente se encuentra en el país (o fuera de él) en número reducido, pero se encuentra, si se les quiere encontrar.
    Quede bien clara una cosa: nada puede hacerse contra el orden establecido, los poderosos y los cabecillas (que muchas veces no son los que creemos) de algo totalmente arraigado y conquistado. Es por esto por lo que estos hombres y mujeres, de razonamiento espeso y transparente, de analítica impasible, de objetividad básica y general, estos personajes de claras convicciones humanas, de ideas fuertes y eternas, pasan la vida en el aislamiento, en el olvido, o bien entre la multitud. Enseñan y declaran, pero no pueden florecer ni enriquecer a la población y al mundo con el verdadero deseo honesto y humano, la verdadera modernización y comprensión de nuestro cometido en la vida. Les falta, para ello, que la población libre de carga de conciencia (por crimen contra la humanidad o los derechos de las personas) aflore y se nutra de un fino y puntiagudo razonamiento, de una inmensa crítica, de una lógica clara y de unos valores atemporales que no signifiquen supeditación ni sumisión sino a la dignidad, la verdad y el honor.

    No quiere esto decir que todo tenga que ser palabras, charlas, debates sin fin, y pensamientos que se pierdan en su propia telaraña de discrepancias. Eso más bien, ocurre ahora en los bares y parlamentos.
    Que algo se analice, se critique y se observe, no evita la conclusión, o al menos, la conclusión más acorde. Y por supuesto, si algo detestan estos hombres y mujeres de los que hablo, es la falta de hechos, de soluciones y de concordancias de la verborrea ineficaz, a pesar de que puedan hablar mucho sobre algo. Sin duda, si se habla de algo todo el tiempo mientras se ponen en práctica las pautas ya acordadas y las provisionales con relación a la lógica básica, se avanza deprisa y se piensa despacio.

    De todas formas, todo esto es muy confuso para las mentes que prejuzgan o que holgazanean. Con lo cual, lo que podemos hacer es intentar separar en distintos y breves capítulos (pues este foro requiere de una lectura y no de una mera visualización) lo que deberíamos exigir, como ciudadanos y ciudadanas, como forma de gobierno de un Estado que, como siempre ha hecho desde hace siglos, se divide y se pelea internamente por cuestiones absurdas, carentes de importancia, de productividad y de veracidad, como los iconos de la Guerra Civil Española, la confusión de términos y derechos en las distintas naciones ibéricas, el bipartidismo esclavista de las ideas y del diálogo, y por supuesto, la rudeza y dureza de las clases más altas (las de más dinero y menos integridad) en contra del equilibrio económico y social con las clases más bajas (las de menos oportunidades y menos dinero).


    I. De los hombres y mujeres que debieran gobernar.
    II. Del equilibrio humano.
    III. De los nuevos valores.
    IV. Del ejemplo de Iberia.




    I. De los hombres y mujeres que debieran gobernar.


    Comencemos con lo básico de un sistema democrático y libre, en un estado simplificado. Un hombre o una mujer digna de gobernar a los demás hombres no tiene cabida en este mundo, por ello no tenemos en mente monarquías absolutas, ni dictaduras, además ese no es el tema que se trata aquí, porque doy por hecho que lo que buscamos es el equilibrio óptimo y los pocos riesgos, y por supuesto, la libertad real. Tan sólo ordena a tu vecino (un igual) lo que tiene que hacer y verás que pronto crece en su interior el resentimiento y la soberbia. Como todos los hombres y mujeres somos iguales ante la ley y en derechos humanos (por ahora, y acordándonos de excepciones), nadie, por este razonamiento, podría ordenar ni gobernar a nadie pues no sería ni mejor ni peor que él, ni, lo más importante, tiene nada que enseñarle a hacer y, aunque lo tuviese, no tendría que ordenarle hacerlo pues el vecino ya sabe cuando tiene que hacer sus cosas y sólo responde a sus costumbres y se limita con lo estipulado en un acuerdo previamente firmado (que refleja y hace consistente para todos dicho acuerdo).
    Ahora bien, quien nos gobierna (vayamos al grano y a la actualidad) es la ley; analicemos la ley.



    PD:
    Claro que se entiende Alicia.
    Es una medida que secundo. Ahora hay intermediarios de toda clase para todos los sectores... Se queda mucho dinero en el camino del prroductor al consumidor y, como digo siempre, no puede ser que los que tienen talento, o se esfuerzan verdaderamente en un sector sean peor tratados que los que se dedican únicamente a negociar.
    No es lógico, desde el punto en que lo miramos de esta forma: Sin producto, no hay negocio.

  3. Hay 2 comentarios.
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