Autor: A.M.Canto
lunes, 22 de enero de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: A.M.Canto
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La universidad a la Boloñesa que se nos viene
Algunas reflexiones, datos y links sobre "el proceso de Bolonia", esto es, el intento de convergencia de los estudios superiores europeos para hacerlos más "competitivos", que nos afectará profundamente en breve plazo pero es aún bastante desconocido.
Algunas reflexiones, datos y links sobre el proceso de Bolonia, esto es, el intento de convergencia de los estudios superiores europeos para hacerlos más "competitivos", que nos afectará profundamente en breve plazo pero es aún bastante desconocido. La celebración de la próxima "Cumbre de Bergen", que se celebrará en Noruega el 19 y 20 de mayo próximos, marcará un nuevo jalón en una ruta que comenzó en 1999 y que nadie sabe realmente cómo terminará.
Declaración de Bolonia
La Declaración de Bolonia es una promesa de 29 países para reformar las estructuras de los sistemas de educación superior de manera convergente.
La Declaración es un documento clave que señala una encrucijada en el desarrollo de la educación superior en Europa.
• Fue firmado por 29 países que "se comprometen a lograr los objetivos de la Declaración" y "se ocupan de coordinar [sus] políticas".
• Representa un compromiso que hizo libremente cada país para reformar su propio sistema o sistemas de educación superior para crear la convergencia total a nivel europeo.
• La Declaración de Bolonia no es una reforma que se impone a los gobiernos nacionales ni a los institutos de educación superior. Alguna presión que sienten los países individuales o los institutos de educación superior ante la Declaración de Bolonia resulta solamente del hecho de que ignoraran los elementos cada vez más comunes o que se quedarán fuera de la corriente principal de cambio.
• El proceso de Bolonia aspira a crear la convergencia y, por lo tanto, no es un camino hacia la "estandarización" o "uniformidad" de la educación superior europea. Se respetan los principios fundamentales de autonomía y diversidad.
• La Declaración se hace eco de la búsqueda de una solución común europea para los problemas comunes europeos. El proceso se origina en el reconocimiento de que, a pesar de sus diferencias valiosas, los sistemas de educación superior están afrontando a los desafíos interiores y exteriores comunes que se relacionan al desarrollo y diversificación de educación superior, empleo de licenciados, falta de destrezas en las áreas claves, ampliación de educación privada y transnacional, etc. La Declaración se da cuenta del valor de reformas coordinadas, sistemas compatibles y acción común.
La declaración de Bolonia no es sólo un precepto político, sino también un compromiso fijo a una programa de acción
El programa de acción que se representa en la Declaración tiene una meta claramente definida y común, una fecha tope y algunos objetivos específicos:
• una meta claramente definida y común: crear un sistema de educación superior que mejore el empleo y la movilidad de ciudadanos y aumente la competitividad internacional de la educación superior europea.
• una fecha tope: el sistema estará en marcha en 2010 (***).
• unos objetivos específicos:
- la adopción de un sistema común de titulaciones legibles y comparables, con la implantación de un Suplemento al Diploma;
- la introducción de dos niveles: pregrado y grado en todos los países, con licenciaturas que duran como mínimo 3 años y que tienen valor en el mercado laboral europeo;
- ECTS: sistemas de créditos compatibles;
- la promoción de la cooperación Europea para asegurar una garantía de calidad, con criterio y métodos comparables;
- la eliminación de los impedimentos que queden para liberar la movilidad de estudiantes y profesores (además de investigadores y administradores de educación superior)
(***) En España, como somos muy chulos, nos hemos comprometido para el 2007.
Fuente: http://internacional.universia.net/europa/programas-europeos/bolonia/ (con ligeros retoques ortográficos)
Texto completo de la Declaración, en .pdf: http://www.bologna-berlin2003.de/pdf/bologna_declaration.pdf , o en
www.aneca.es/modal_eval/docs/declaracion_bolonia.pdf
Explicación sobre los nuevos créditos de Bolonia (ETCS) y qué es “el suplemento al Diploma”:
http://europa.eu.int/comm/education/programmes/socrates/ects_en.html
El “suplemento al Diploma” en detalle:
http://europa.eu.int/comm/education/policies/rec_qual/recognition/diploma_en.html
http://europa.eu.int/comm/education/policies/rec_qual/recognition/in_en.html
Encuentro de Vigo sobre los ETCS y su adaptación al sistema español: http://www.crue.org/espaeuro/encuentros/credito-vigo2002_.pdf
Los documentos de la Cumbre de Praga de 2002, que profundizó en los planteamientos de Bolonia (referidos a todos los niveles educativos): http://www.msmt.cz/defaultx.asp?language=en
Los documentos de la Cumbre de Berlín de 2003 (sólo Educación Superior): http://www.bologna-berlin2003.de/
La web y los documentos preparatorios de la próxima Cumbre de Bergen (Noruega), que tendrá lugar el 19 y 20 de mayo próximos: http://www.bologna-bergen2005.no/
Ver sobre todo “News”, “Main documents” y “Conference documents” (y las fotos de Bergen, es completamente maravilloso).
Otros enlaces útiles: http://internacional.universia.net/europa/programas-europeos/bolonia/enlaces-utiles.htm
Es también interesante esta entrevista con el Vicerrector de Tercer Ciclo de la UPV, de la que destaco estas preguntas y respuestas:
La reforma de Bolonia, es decir, la modificación de las titulaciones universitarias, ¿cómo afectará a la formación de Tercer Ciclo que ofrece la Universidad Politécnica?
-Tendrá un impacto importante y drástico sobre los cursos de doctorado, que desaparecerán, y también afectará a los masters. Habrá una reconversión de los no oficiales y solo se mantendrán los masters de máxima calidad.
-¿Con la homologación los estudiantes no pierden calidad formativa?
-No, creo que no. Todos los alumnos reciben los mismos conocimientos básicos y luego la especialización depende del propio estudiante.
-¿La reforma de Bolonia es necesaria?
-Creo que sí. Ha de hacerse para cambiar la forma en el que alumno recibe los conocimientos y el método de valoración: habrá titulaciones de cuatro años (no de ocho en la práctica y de cuatro sobre el papel); se cambiará el método para que el profesor no sea dictador de apuntes, sino coordinador; habrá más tutorías personalizadas, etcétera.
-¿Las universidades están preparadas para los cambios?
-Estamos en ello. Nos reunimos cada 15 días y aún necesitamos más información sobre cómo se va a ejecutar la reforma. Ahora lo más importantes es que se defina el nuevo catálogo de titulaciones, que se van a reducir drásticamente, y los contenidos.
http://prensa.upv.es/dir/prensa/recull/ver/*/texto/200401?0307122114a24793
- Para el Tercer Ciclo antes y después de Bolonia: http://www.aprendemas.com/reportajes/EstudiosDoctoradoBolonia/P1.asp
con este interesante dato: “Según las últimas cifras publicadas por la CRUE, durante el pasado año realizaron este tipo de estudios en las universidades públicas un total de 67.643 alumnos, en 2.360 estudios de doctorado. De todos ellos, el 35,06% lo hicieron en Ciencias sociales; el 21,65% en estudios técnicos; el 18,93% en Ciencias de la Salud; el 15,64% en Humanidades y el 8,72% en Ciencias Experimentales. Las estadísticas indican que tan sólo uno de cada veinte alumnos de doctorado llega a obtener el título [....]
Pueden encontrarse cantidad de documentos, noticias y artículos de opinión sobre lo que podríamos llamar “universidades a la Boloñesa“ en el padre Google: http://www.google.es/search?hl=es&q=reforma+de+Bolonia&meta=
Termino con esta cita de otra cita: El presidente de la CRUE concluyó su intervención en el Palacio de la Magdalena de Santander con una cita del investigador mexicano Ricardo Arechavala: "Transformar la Universidad es como reconstruir un avión en pleno vuelo: se deben reconvertir los motores de hélice a turbina, se debe hacerlo volar a más velocidad sin aumentar el consumo de combustible y todo debe hacerse sin aterrizar, con limitada cantidad de gasolina, sin que los pasajeros se inquieten y en ocasiones hasta con terroristas a bordo".
http://www.crue.org/boletines_crue/18/CRUE_Noticias_N_18.htm
Más informacióen en: http://Varias, citadas a lo largo del artículo
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Copiosa información sobre el proyecto de supresiones de títulos de Humanidades, y reacciones a las mismas desde distintos ámbitos. Procede del boletín diario de noticias de terraeantiqvae.com (de José Luis Santos), con cuya venia lo transcribo.
El último sector de texto, y concretamente lo que he puesto en negritas, me parece especialmente "una pasada". Y también llama la atención que a los periodistas no se les ocurra pensar que otras muchas ramas importantes de la Historia, como, sin ir más lejos, la Arqueología o la Historia Antigua, hemos estado todos estos años sin tener una licenciatura específica, sino un "itinerario" dentro de Historia General.
Ni preguntar si detrás de tanta queja y rasgaduras de vestiduras no puede haber también algo de miedo a perder puestos futuros docentes en las áreas que se dominan, asignaturas optativas para no tener que dar troncales con muchos más alumnos... en fin, esos pequeños "intereses creados" tan humanos... Que quizá esto venga a desinflar un "soufflé" que puede tener dentro más aire del que parece...
Porque hay un hecho en forma de dato real que se queda perdido por en medio de la información, pero que un político tiene la obligación de tener en cuenta: el 85% de los universitarios no escoge las carreras de Humanidades...
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LAS PRINCIPALES PERJUDICADAS SERÍAN HISTORIA DEL ARTE, HUMANIDADES Y LA MAYORÍA DE LAS FILOLOGÍAS. SUS RESPONSABLES ATRIBUYEN SU REDUCCIÓN DE 26 A 10 TITULACIONES A UNA CONCEPCIÓN ANTICUADA DE LAS LETRAS
Por Isabel García, 12 de mayo de 2005
Enlace: http://elmundo.es/universidad/2005/05/11/campus/1115817751.html
De 26 a 10. Las cifras tienen referente: la reducción de las carreras de letras que se podrían estudiar en España a partir de 2007, cuando entre en vigor el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), que pretende equiparar los títulos universitarios en toda Europa. Los de la rama de Humanidades suman 26 en nuestro país –con un total de 128.912 alumnos–, pero la comisión de expertos encargada de elaborar la nueva lista ha propuesto reducirlos a 10.
Al contrario ocurre con las otras subcomisiones creadas por el Consejo de Coordinación Universitaria. La que se centra en las titulaciones de Salud cree que las nueve actuales deben mantenerse; el grupo de Ciencias Experimentales apuesta por pasar de 15 a 14 y la reducción se limita a seis (de 31 a 25) en el caso de Ciencias Sociales y Jurídicas.
Los proyectos –no son definitivos ni vinculantes aún– han hecho saltar las alarmas de profesores, alumnos y titulados de Arte, Humanidades y la mayoría de las filologías, que contemplan atónitos su posible eliminación o fusión. Las reacciones no han tardado: recogida de firmas, asambleas, petición de apoyo a intelectuales y políticos... Todo para reivindicar su mantenimiento. Miguel Ángel Elvira, profesor de Historia del Arte en la Complutense y ex director del Museo Arqueológico, lo ve así: «Creen que las letras no sirven para nada y sólo son una fuente de paro». Es la explicación a la decisión de los 13 miembros de la comisión, presidida por el rector de la Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo. En un comunicado, ha expresado que el objetivo es organizar los estudios «a partir de unos troncos comunes» que, después, perfilaría cada universidad. Añade que es al Gobierno a quien corresponde la decisión final.
Sin embargo, ésta no llegará hasta 2007, a pesar de que la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, dijo que se sabría en abril. De hecho, no se trabajará en la «elaboración de las directrices generales de cada título» hasta después del verano. El Ministerio ha adelantado que las propuestas son «preliminares» y que lo que se pretende es que las universidades «puedan hacer buen uso de los recursos disponibles y ofrecer las formaciones más útiles, que refuercen el atractivo académico y profesional de los estudios de humanidades». La aclaración no convence a los afectados. Su problemática específica es ésta:
HISTORIA DEL ARTE
Historia del Arte es una licenciatura que cuenta con 16.000 matriculados en 25 universidades. Si prospera la idea de la comisión, la carrera desaparecería y se incluiría dentro del grado de Historia –Geografía se mantendría al margen–, que duraría cuatro años. Toda una sinrazón según Elvira: «No es lógico; las artes tienen una importancia vital en la sociedad como para que se reduzca a una parte de Historia; no se puede comparar con Historia de la Filosofía, por ejemplo». Sigue: «Es impensable que no tengamos licenciados en Arte, como lo sería en Italia o Francia». Cree que el objetivo no es otro que «simplificar al máximo las carreras españolas» a costa de algunas como Arte.
Opinión que comparte el catedrático de Historia del Arte de la Autónoma de Madrid, Juan Antonio Ramírez, quien achaca la decisión a la formación de la comisión. «Es muy poco representiva de la realidad científica de nuestras universidades públicas. Además, no hay ningún experto en Arte y resulta abrumadora la presencia de representantes de pequeños gobiernos regionales y centros privados de signo religioso».
Los miembros fueron elegidos por el anterior Ministerio de Educación, pero el PSOE los mantuvo al llegar al poder. Ramírez ve en sus opiniones «una concepción anticuada de los estudios humanísticos». Agrega que si el título desaparece comenzará «una sórdida batalla entre departamentos por el diseño de una carrera generalista de Historia. Lo más probable es que Arte se implante en universidades privadas, por su enorme demanda. ¿O es lo que se persigue?».
El coordinador del libro blanco de Historia, Jorge Català, tampoco es partidario de la fusión. En primer lugar, porque cree «injusta» la supresión de títulos antes de ver sus libros blancos. Segundo motivo: «En ellos se ofrece una visión comparada de los estudios en Europa, así como una justificación de su demanda social, argumentos de peso para, como mínimo, considerarlos antes de decidir».
HUMANIDADES
Cerca de 9.000 alumnos cursan la licenciatura en 29 universidades. Sus responsables achacan la decisión de excluirla del mapa de títulos a la creencia de la «falta de rentabilidad empresarial» de los estudios de letras. Amador Antón, responsable de Humanidades en la Jaume I, tilda de «indignante» que la comisión trate con «esa frivolidad un tema tan serio como es el futuro de una licenciatura».
Lourdes Campos, coordinadora de la Red Universitaria de Humanidades, añade: «Echamos por tierra que nuestros titulados vayan al paro directamente, ya que encuentran trabajo pronto por su versatilidad y carácter multidisciplinar». Es su opinión ante la tesis de la subcomisión de que las letras no se adaptan al mercado laboral, motivo por el que los alumnos prefieren decantarse por otras carreras. De hecho, sólo el 15% de los universitarios apuesta por ellas.
FILOLOGÍA
Se cuentan 14 filologías en España, pero la subcomisión quiere reducirlas a cuatro grupos: Filología Clásica, Lengua Española y sus Literaturas, Lenguas Orientales y sus Literaturas y Lenguas Modernas y sus Literaturas. Las alarmas han saltado entre los responsables de las filologías de este último apartado: todas excepto la Clásica y la Hispánica. El resto se agruparía en torno a un título mixto en el que se incluirían dos lenguas, una principal y otra secundaria. Ejemplos: inglés y ruso, francés y árabe...
Dentro de este cupo también estarían las lenguas cooficiales (euskara, gallego y catalán), que ahora cuentan con sus respectivas filologías y que deberían compartir título con otro idioma «moderno» de prosperar la iniciativa. Sus responsables, así como partidos políticos como Esquerra Republicana, CiU o BNG han mostrado su rechazo. También el rector de la Universidad del País Vasco o Joan Antoni Mesquida, responsable de Política Lingüística de la Universidad de las Islas Baleares. Cree que debería retomarse la primera propuesta de los decanos de letras de todas las universidades españolas, que hablaba de nueve títulos en vez de cuatro: Graduado en Lengua Española y sus Literaturas, Lengua y Literatura Catalanas, Vascas, Gallegas y Clásicas, Lenguas Modernas y sus Literaturas, Lenguas y Culturas de Asia y África y Lingüística y Lenguas Aplicadas.
También ve un «agravio comparativo» entre el español y el resto de las lenguas cooficiales Manuel Ferreiro, director del Departamento de Gallego-Portugués, Francés y Lingüística de la Universidad de A Coruña. «La idea de los decanos es mucho más razonable y plural», resume. La atribución de las tres lenguas como modernas al nivel del inglés, eslavo o ruso la ve «ridícula». Lo justifica: «También el español lo es y no aparece ahí; si hay una filología española debe haber otra gallega, vasca y catalana, aunque sólo se estudie en ciertos territorios. Si no, se está privilegiando unas sobre otras. Y esto no tiene nada que ver con la política sino con el sentido común».
Gabilondo ha respondido que «no hay ninguna voluntad de dificultar el estudio de la lengua catalana ni de ninguna lengua del Estado». Continúa: «La idea es articular todas las lenguas modernas sobre una maior y una minor, y ello permitiría, por ejemplo, que se cursara catalán e inglés en esa titulación de lenguas modernas».
OTRAS CARRERAS
La subcomisión apuesta por mantener Geografía, Bellas Artes, Traducción e Interpretación y Filosofía tal y como figuran ahora, pero adaptadas a la mentalidad europea. Las cuatro durarían cuatro años. Sin embargo, sí desaparece del mapa Ordenación del Territorio, Lingüística, Antropología, Historia y Ciencias de la Música y Teoría de la Literatura y Literatura Comparada (de segundo ciclo). Otra novedad: Documentación dejaría de incluirse dentro de Ciencias Sociales para pasar a Humanidades.
ROSINA GÓMEZ-BAEZA
Directora de ARCO
«Absolutamente absurdo». Así califica la propuesta de suprimir la carrera de Historia del Arte del catálogo de titulaciones la directora de la segunda feria de arte más importante de Europa, ARCO. «No sólo no podemos prescindir de Historia del Arte en un país con tanto patrimonio como el nuestro sino que, al contrario, partiendo de una carrera generalista debemos promover una mayor especialización», asegura, mientras califica de «momento delicado» el debate generado en torno a las letras.
La especialización que demanda se lograría mediante posgrados –«que no gozan del prestigio de los de países como Estados Unidos o Francia»– en materias como Crítica del arte, Conservación del patrimonio, Restauración, Fotografía de la obra del arte, Creación de bases documentales... «Estos campos, así como la investigación artística, son básicos y no están lo suficientemente desarrollados en España, a pesar de su espectacular mercado de trabajo», concluye.
LUIS ANTONIO DE VILLENA
Escritor
Es el «crimen de la cultura». De este modo define el escritor la reducción de la formación humanística en España. Lo justifica: «La base de cualquier estudio, ya sea de ciencias, son las humanidades; es el fondo de toda educación intelectual, un científico debe haber estudiado letras –y viceversa– para saber expresarse, tener un pensamiento crítico...». En cuanto a la reducción de las 13 filologías a cuatro opina que es una «barbaridad».
También avanza propuestas para que no se vean perjudicadas las lenguas cooficiales, cuya continuidad como carreras autónomas peligra. «Quizá se podría crear una filología ibérica, que incluyese euskara, gallego, catalán, español y portugués». El autor, licenciado en Filología Románica y Clásica, cree que debe desaparecer la cultura del mínimo esfuerzo: «Estudiar es duro y requiere esfuerzo, no como quieren hacer creer los legisladores». Apuesta también por revalorizar las profesiones no universitarias: «No todo el mundo debe tener una carrera si no quiere».
LUIS GORDILLO
Pintor
«Hace muy pocos años apenas existían estos estudios y ahora que son necesarios, que generan muchos puestos de trabajo, se quieren suprimir. No lo entiendo», asevera el pintor en referencia a la posible desaparición de la titulación de Historia del Arte. El sevillano vaticina que si las universidades públicas no ofertan esta carrera en un futuro, lo harán las privadas, «porque éstas siempre buscan los conocimientos que demanda la sociedad y el arte es una necesidad».
En cuanto a la reducción de los títulos de letras en general, califica la idea de injustificable: «Habrá carreras que lograrán atraer a pocos alumnos, pero aun así también son necesarias las cosas minoritarias que enriquecen a un país, como son las humanidades; no puede pasar como en la televisión porque no todo es la audiencia». El pintor, que abandonó la carrera de Derecho por la Escuela de Bellas Artes, no entiende por qué ahora se quieren reducir los títulos, «cuando hasta hace nada ocurría lo contrario».
ENRIQUE COSTAS
Catedrático de Filoloxía Galega
«Canallada y navajazo a la convivencia y al plurilingüismo». Es lo que piensa de la posible eliminación de las filologías de las lenguas cooficiales. «Es una barbaridad por la diferente consideración del castellano y las otras lenguas españolas». El catedrático de la Universidad de Vigo cree que en la comisión «pesa muy mucho la llamada Escuela de Filología Española, contraria a un estado plurilingüe, escasean los especialistas en lingüística y abundan los expertos en otras disciplinas (filosofía, clásicas...) que nada saben o quieren saber de lenguas vivas».
En su opinión, «para la comisión, el castellano juega en la Champion y las otras lenguas deberían jugar torneos de barrio». Añade que la medida se contradice con otras del PSOE, como la introducción como optativa en toda España de una segunda lengua española (gallego/vasco/catalán) o su enseñanza en todos los centros del Instituto Cervantes. «¿Cómo será posible si no se forman especialistas?». Concluye: «Es demencial».
JAVIER ARNALDO
Conservador jefe adjunto del Museo Thyssen
«Las enseñanzas clásicas aportan una competencia literaria y unos saberes fundamentales que han quedado reducidos a anécdota en la educación obligatoria. Ni que decir tiene que en tales circunstancias el adecuado desarrollo de los estudios superiores está amenazado». Es su opinión sobre el futuro de las letras. Respecto a su área, el arte, no se muestra más optimista: «No comprendo que sobre la base de la Declaración de Bolonia, que no es un texto normativo, sino una mera carta de intenciones, una comisión vea la necesidad de hacer desaparecer Historia del Arte, que es una disciplina consolidada en la educación superior europea».
También ignora por qué se pretende «cortar un patrón único para la formación de los historiadores del arte, vinculando sus estudios necesariamente a los de Historia». Cree que sería deseable poder hacerlo con Informática, Filología Clásica o Filosofía. «La Universidad no puede ser antiuniversitaria y reglamentar su oferta con planteamientos en contra de una mejor formación. El universitario no necesita que le tracen los mismos itinerarios que a su compañero, que la Universidad le ampare contra su ignorancia, sino que debe crear Universidad, formándose en libertad».
ROSA NAVARRO
Catedrática de Filología Española
«Espero que no sea más que un anuncio y no desaparezca ni la Filología Catalana ni la Vasca ni la Gallega», expresa la catedrática de la Universidad de Barcelona. «Sería un error gravísimo, que provocaría conflictos sin cuento y tensiones sin número, además de ser otra muestra de la incomprensión de la convivencia de las lenguas del Estado». Admite que la convergencia europea propicie la concentración de las carreras, «pero no debe cegar a los políticos hasta olvidar la realidad lingüística de nuestro país». Y les alerta de la deficiente formación de los bachilleres: «Su falta de capacidad lectora se debe a haber quitado casi por completo la literatura, quedando como apéndice de Lengua».
La catedrática, que ha investigado la autoría del Lazarillo atribuyéndosela a Alfonso de Valdés, tiene la impresión de que los que trazan los programas educativos no piensan en dar una formación adecuada, «sino en una apariencia huera llena de palabras ampulosas». Confía en que esos errores no se extiendan a la Universidad «descabezando especialidades y convirtiendo las filologías en un barniz». «No hay que olvidar que en la época más esplendorosa de la cultura, el Renacimiento, la educación se cimentaba en materias humanísticas».
Otra noticia
Tres cuartas partes de la subcomisión apoyaron la supresión de Historia del Arte
Algunos de los expertos a los que se encomendó la elaboración del catálogo de titulaciones reconocen a CAMPUS que el procedimiento es inadecuado y plantean que tendría que haber sido el Ministerio el que realizara la propuesta inicial
Por Juanjo Becerra, 11 de mayo de 2005
Enlace: http://elmundo.es/universidad/2005/05/11/campus/1115817195.html
Pocas veces ha adquirido tanto protagonismo una simple subcomisión del Consejo de Coordinación Universitaria (CCU) como lo ha hecho en las últimas semanas la de Humanidades. A diferencia de los de otras subcomisiones, sus trece miembros (rectores, responsables de los asuntos universitarios de las comunidades autónomas y consejeros designados por Las Cortes y el Gobierno), se tomaron en serio la tarea de llevar a cabo una verdadera reestructuración del mapa de titulaciones en esta rama.
A cambio de su esfuerzo, se han convertido en objetivo de las iras de muchos estudiantes y profesores de Historia del Arte, Humanidades, Filología Inglesa... que ven cómo se propone la desaparición de sus carreras. Consultados por CAMPUS, algunos de esos 13 hombres sin piedad admiten que afrontaron esos trabajos con la certeza de que iban a despertar polémicas y de que se había elegido «un mal sistema» para diseñar el nuevo mapa de titulaciones de Humanidades de cara a la convergencia europea.
Según ellos, tendría que haber sido el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) el que presentara una propuesta inicial que recogiera la impronta de la política universitaria del Gobierno, para después someterlo a la discusión y el debate en el seno del CCU. Este fue, por ejemplo, el proceso que se siguió para la aprobación de los reales decretos de grado y posgrado antes de llegar al Consejo de Ministros.
BUEN AMBIENTE
Sea como fuere, la subcomisión se ha reunido cada dos semanas desde principios de este año para realizar esa propuesta inicial. Cuentan sus miembros que lo más destacado de las reuniones es el buen ambiente que reinó en todo momento y la flexibilidad en las posturas que mostró todo el mundo. Hubo más de una disparidad de opiniones, pero también fueron muchas las ocasiones en que alguno de los miembros acabó cambiando su postura inicial por la mayoritaria.
Tanto es así, que incluso las decisiones más polémicas se adoptaron tirando de amplias mayorías. Ése fue el caso de la supresión de Humanidades. También Historia del Arte, que sólo fue rechazada de plano por el rector de la Universidad Autónoma, Ángel Gabilondo, y otros dos miembros de la subcomisión. De todas formas, en ningún momento hubo votaciones formales para tomar las decisiones sino que, más bien, se forzaron consensos y asentimientos mayoritarios.
Los subcomisarios tampoco consideraron oportuno recurrir a expertos externos, ni recibieron la colaboración de los miembros de otras comisiones, como permiten y estimulan los estatutos del CCU.
Uno de los factores que han sido interpretados como decisivos para la adopción de decisiones como suprimir la carrera de Humanidades o fundir Historia del Arte con Historia tiene que ver con la mayoritaria presencia de rectores de universidades católicas en esta subcomisión. Exactamente, cuatro de los siete magníficos que han trabajado en ella rigen instituciones de ese tipo: Alfonso Bullón de Mendoza, de la Cardenal Herrera-CEU; José Manuel Sánchez de la Santa Teresa de Jesús de Ávila; José Ramón Busto, de la Pontificia de Comillas; y Marceliano Arranz, de la Pontificia de Salamanca.
Este hecho, sin embargo, es totalmente fortuito. Todos los rectores se adscriben, dentro del CCU a la subcomisión relacionada con su cátedra docente. Como quiera [sic] que las universidades católicas conceden una enorme importancia a las humanidades, era más probable que sus rectores confluyeran en ésta. En cualquier caso, se asegura que no ha habido voto en bloque de las católicas.
'TRECE HOMBRES SIN PIEDAD'
Rectores, directores generales de universidad de las comunidades autónomas y consejeros designados forman la lista de los trece hombres más odiados por miles de alumnos y profesores de Historia del Arte, Humanidades... [sic!] Estos son sus nombres. La subcomisión la preside Ángel Gabilondo, rector de la Universidad Autónoma de Madrid, pero también trabajaron en ella Alfonso Bullón de Mendoza, de la Cardenal Herrera-CEU; Antonio Ramírez, de Huelva; José Manuel Sánchez, de la Santa Teresa de Jesús de Ávila; José Ramón Busto, de la Pontificia de Comillas; Manuel Lobo, de Las Palmas y Marceliano Arranz, de la Pontificia de Salamanca. Junto a estos rectores, trabajan en la subcomisión el director general de universidades de la Xunta de Galicia, José Eduardo López; el de Ordenación Educativa y Universidades de La Rioja, Juan Antonio Gómez; el de Universidades y Política Lingüística de Navarra, Pedro Pegenaute; y el de Universidades e Innovación Tecnológica del Principado de Asturias, José Adolfo Rodríguez. Los consejeros son Francisco Fernández y José Antonio Samper.
http://blogia.com/terraeantiqvae/index.php (cuando las transfiera aquí).
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