Resumen del libro: Los agüeros cubanos. Entre señales y vaticinios.
Por: Caridad Santos Gracia.
Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello 2004.


Los augurios, agüeros o presagios, entre otras denominaciones, constituyen métodos simples de predicción del futuro en las tradiciones orales. Su diversidad es muy amplia. Cualquier señal, tanto en la esfera material o inmaterial; en lo animado o inanimado; en nuestro interior o en el entorno, pueden convertirse en anuncio de jolgorio y prosperidad, de tristeza o de muerte.

Los agüeros han demostrado su permanencia y vigencia a través de los tiempos. Nos han sido trasmitidos por nuestros padres y abuelos desde tiempos inmemoriales. Se encuentran en constante cambio, porque cada generación aporta nuevos y remueve los que no tienen actualidad.

El presente texto se centra, en lo fundamental, en el análisis por la riqueza, variedad e incidencia actual de las expresiones conocidas indistintamente en el país con los calificativos de agüeros, augurios o presagios, algunos de los cuales han derivado en costumbres relacionadas con las distintas facetas de la vida del ser humano, avaladas por largos siglos de permanencia entre los habitantes del orbe, ya que no es posible circunscribirlas al conglomerado de países de habla hispana.

En la diversidad de modalidades obtenidas, sólo se han incluido en este texto las que tienen mayor relación o puntos de contacto con el tema básico, es decir, las que implican el vaticinio de situaciones aciagas o positivas, pero su principal diferencia radica en que las mismas no están condicionadas por hechos casuales, sino por el conocimiento y la intervención consciente de las personas.

Siguiendo este mismo principio de inclusión, se hace referencia en “Diversos tipos de vaticinios: las cabañuelas y los métodos adivinatorios utilizados en fechas específicas del año”, a diversas suertes adivinatorias asociadas en su mayoría, a los festejos conmemorativos del santoral católico, muchas de las cuales constituyen importantes supervivencias de sistemas de predicción muy antiguos, cuya existencia, en el contexto cubano, también tiene una incuestionable ascendencia hispánica.

Aunque no contamos con datos cuantitativos que muestren el grado de credibilidad que la población hacia este tipo de expresión, resulta obvio que la mayoría de los cubanos conoce algún agüero; por supuesto, esto no implica necesariamente que crean en los mismos.

Los augurios al igual que otras vertientes del saber tradicional oral, se fueron difundiendo por los pueblos americanos, a la par que se consumaban conquista y colonización por los españoles, por lo que estas manifestaciones también constituyen un legado insoslayable de la cultura de dominación en América.

Por eso, nuestros augurios suelen en su inmensa mayoría ser semejantes a muchos de los que aún se conservan en el ámbito ibero e hispanoamericano. Mientras que otros han sufrido modificaciones, lo cual también ha sucedido en los contextos señalados. El análisis de los agüeros y su comparación con los contenidos, en diversas colecciones, corrobora su indiscutible relación con fórmulas afines en la Península Ibérica, de ahí la afirmación de su hispanidad en la mayoría de los ejemplos colectados, aunque no es posible soslayar la incidencia, no predominante, y de difícil precisión, que sobre estos pudieran haber tenido los elementos aportados por los disímiles componentes étnicos que intervinieron en la formación de la nación cubana, sobre todo, si se toma en consideración que la mayoría de los presagios poseen por sus orígenes y difusión una connotación universal.