Autor: Bea
lunes, 09 de febrero de 2004
Sección: Arqueológicas
Información publicada por: Bea
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La Junta desbloquea tras casi un año la excavación en el Carambolo alto
Cultura se desmarca del dictamen de la Comisión Andaluza de Arqueología y autoriza, como pedían los arqueólogos, seguir los trabajos.
Cultura se desmarca del dictamen de la Comisión Andaluza de Arqueología y autoriza, como pedían los arqueólogos, seguir los trabajos.
FELIPE VILLEGAS. Diarios de Sevilla Digital
El 21 de marzo de 2003, la Consejería de Cultura obligaba a suspender los trabajos arqueológicos que se venían desarrollando en el Carambolo alto (Camas), el emblemático yacimiento en el que, en los años 50, aparecía de forma fortuita el famoso Tesoro del Carambolo y que, a juzgar por construcciones contemporáneas y los sondeos posteriores realizados, se daba prácticamente por esquilmado.
La excavación, promovida con carácter previo a la proyectada construcción de un hotel sobre el cerro por parte de la firma Gabriel Rojas, dio al traste con las previsiones de Cultura. No es que haya vuelto a aparecer otro tesoro, pero sí estructuras y restos lo suficientemente importantes desde el punto de vista científico como para merecer una investigación exhaustiva y su pertinente divulgación.
Amparada en la máxima (esgrimida, paradójicamente, con posterioridad a la concesión de la licencia para excavar) de impedir la construcción sobre todo yacimiento, la Junta ha estado desde marzo sopesando qué hacer con el proyecto de hotel y con el decurso de las catas, sin arbitrar medida alguna que protegiese las frágiles arcillas que componen las estancias erigidas por los que se presupone que fueron los primeros habitantes de Sevilla. Ello motivó la protesta de los arqueólogos y especialistas implicados en los trabajos y las alarmas entre las asociaciones conservacionistas (la Oficina del Defensor del Pueblo ha abierto incluso una queja por este motivo).
Cultura elevó tras el verano una consulta a la Comisión Andaluza de Arqueología. Su resolución fue taxativa: obligaba a desplazar el hotel fuera del área arqueológica y, aun reconociendo que "el estado de conservación de los restos, en cuanto a estructuras, es precario", Abogó por no continuar las excavaciones, por consolidar los restos y taparlos para la posteridad.
De nada servían entonces ni el informe geotécnico de Vorsevi (que certifica los complicados movimientos internos que padece el cerro) ni las solicitudes de los especialistas demandando que, con independencia de si habrá o no hotel, al menos se culminase la investigación al objeto de desentrañar buena parte de unos misterios que el profesor Carriazo, en su día y con sus limitaciones, ya apuntó.
En todo ese toma y daca, las estancias de arcilla han sufrido "daños irreparables", al decir de los arqueólogos, provocados por las lluvias, la acción del sol e incluso del vandalismo, como se denunció en estas páginas.
Dos días después (este martes) de que la delegada provincial de Cultura, María Isabel Montaño, haya dejado su cargo para aspirar a parlamentaria, llegaba la noticia: la Junta autoriza que se retomen las excavaciones, que ahora sí se concluirán (aunque no se agotará la estratigrafía), en contra de lo defendido por la Comisión Andaluza de Arqueología.
Los trabajos de la empresa Arqueología y Gestión, SL comenzaron el pasado lunes bajo la coordinación de Araceli Rodríguez y la dirección de Álvaro Fernández. Se prolongarán durante tres meses e incluyen, en paralelo, unos cuatro meses de estudios de lAboratorio (estudios de fauna, carbones...).
Esto último ha sido solicitado por Cultura, que ha pedido al promotor, Gabriel Rojas, que realice un convenio con la Universidad de Sevilla por el que se involucren sus mejores especialistas (entre sus asesores científicos están José Luis Escacena, Fernando Amores y Manuel Pellicer). El objetivo es garantizar el mayor rigor en la investigación, que en el futuro podría dar lugar a una publicación.
La decisión de Cultura no hay que interpretarla como un sí a la construcción del hotel, ni siquiera condicionada; antes bien, se le ha dejado claro al promotor que una vez concluida la excavación y valorados los datos obtenidos en su conjunto, la Administración obrará en consecuencia.
Las fases de trabajo arqueológico se centran en la limpieza y diagnóstico del área afectada por el parón, el vaciado de los depósitos correspondientes a la fase en que se quedó la faena, en estado lamentable; la retirada de suelos, muros y reformas de la fase ya estudiada y, por último, el análisis y levantamiento planimétrico de la fase inicial de la edificación.
Asimismo, está previsto extraer y consolidar un trozo del característico pavimento de conchas localizado y que también ha sido objeto de expolio estos meses.
http://www.diariodesevilla.com/edicion/provincia/provincia393345.htm
Más informacióen en: http://groups.msn.com/ArqueologiaParaTodos/noticias.msnw?
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