Por orden del rey Alfonso III, Diego Rodríguez Porcello, señor del condado del coto de Curiel pacificó aquellos territorios que le fueron otorgados para la creación de la población

Manuel de Cimadevilla. Periodista
(ARTÍCULO QUE PUBLICA HOY "LA NUEVA ESPAÑA")

El rey Alfonso III “El Magno”, al no lograr a finales del siglo IX la pacificación de aquellos territorios ocupados por los musulmanes mandó allá por el año 870 a Diego Rodríguez Porcello, señor del condado del coto de Curiel, en Peñaferruz, que se ocupase del control de aquella zona del reino de Castilla. Batallas en las que venció a los musulmanes, por lo que en agradecimiento el rey Alfonso III “El Mago”, le otorgó a Diego Rodríguez, conde de Castilla la propiedad de aquellos territorios donde fundó una población, a la orilla del hermoso río Arlanzón, en el año 880, al amparo del cerro del actual castillo y construyó una gran muralla con varias puertas para defenderla de los ataques musulmanes.
Debido a aquella hazaña, la ciudad de Burgos lo reconoce y recuerda como fundador en el Arco de Santa María y con una estatua ecuestre realizada en su honor por Juan de Ávalos. Lo curioso que es que al conde Diego Rodríguez lo apodaron Porcelo, ya que obviamente desconocían el origen de su apellido Porcello, de la Abadía de Cenero.

El testimonio del historiador Manuel Valdés Gutiérrez

La primera vez que leí una referencia a este importante personaje de la historia asturiana fue en el libro “Álbum y Guía de la iglesia parroquial de la Abadía de Cenero” editado en el año 1960 por Manuel Valdés Gutiérrez. En él se hace la siguiente cita basándose en los valiosos archivos parroquiales que fueron destruidos durante la Guerra Civil: “El fundador de la ciudad de Burgos, Diego Rodríguez Porcello era natural de la parroquia, del barrio de Peñaferruz. En aquellos tiempos los vecinos más decididos de un pueblo se reunían alrededor de uno que elegían por jefe, formaban una mesnada, para defenderse de los malhechores que los acometían en cuadrillas. Alfonso III, Rey de Oviedo, llamó a Diego Rodríguez Porcello, Señor del Coto Curiel, para que le acompañase con su mesnada a pacificar las revueltas y, conseguido su objetivo, el Rey concedió a nuestro paisano los terrenos suficientes para establecerse allí con su mesnada, dando origen a la ciudad de Burgos”.

La repoblación se confirma en los anales castellanos

La repoblación definitiva se cree que se hizo entre los años 1873 y 882, según los documentos históricos firmados por el conde de Castilla, Diego Rodríguez y el rey Alfonso III “El Magno”. Así se indica en los Anales Castellanos Primeros: “In era DCCCCXX · populavit Didacus commes Burgus et Auvirna, pro iussionem domno Adefonso. Regnavit Adefonsus rex annos XVI et migravit a secculo in mense decembris· et suscepit ipso regno filio eius Garsea.”

También lo confirman los Anales Castellanos Segundos:
“Sub era DCCCCXX populavit Didacus comes Burgus et Oiurna.”

Luis Alfonso de Carballo también cuenta que Diego Porcello era asturiano

Luis Alfonso de Carballo en su polémico libro “Antigüedades y cosas memorables del Principado de Asturias” publicado por primera vez en el año 1695 también escribe en aquel castellano antiguo que “El conde Diego Porcello que governava a Castilla también fue embiado por el Rey don Alfonso desde Asturias, como por su renombre de Porcello parece, porque de este mismo nombre ay un lugar cerca de Gixón, de donde sin duda era natural, porque cerca de allí están unas casas y vallados del castillo antiguo, del qual parece fue Señor Diego Porcello, y lo dio con otra hazienda en casamiento con su hija Doña Sila, a su hierno Nuño Velides, el qual siendo descendiente de los Príncipes de Angleria, viniendo en romería a Santiago, se quedó en Burgos con Diego Porcello casándole con su hija y después dio esta hacienda de Asturias a un sobrino suyo llamado Falarando, que casó en Asturias con Frola Valdés. Este valeroso Porcello fue el que pobló la insigne Ciudad de Burgos, cabeça de Castilla, el año de nuestro Redemptor de 884, según prueban có bastantes fundamentos Morales en el capítulo 17 del libro 13 de su Crónica; desde la cual Ciudad governava a toda Castilla y la defendía de los Moros con singular esfuerzo. De este Diego Porcello descienden los siete Infantes de Lara, y el conde Fernán Gonçalez, y el Cid Ruiz Díaz de Vivar, que han sido de los más valerosos hombres que tuvo el mundo en hecho de armas, y ningún otro Par nos darán las Naciones estrangeras, que les hagan ventaja. También en Asturias quedó gente de la sangre, y apellido de Porcello, pues el año de 1172 hallamos à Pedro Porcello, Merino mayor de Asturias, como consta de una escritura que vi en el Archivo de San Vicente de Oviedo, que es vna donación de García Gonçalez, y Doña María Perez su mujer, de mucha hazienda à favor del mismo Monasterio”.

El archivo que cita Luis Alfonso de Carballo que estaba en el Monasterio de San Vicente se encuentra actualmente a disposición de los investigadores para su consulta en el benedictino Monasterio de las Pelayas de Oviedo.

Durante las excavaciones realizadas a finales del siglo XX en el castillo de Curiel y el territorio de Peñaferruz, por un equipo interdisciplinar dirigido por José Avelino Gutiérrez González se ha confirmado la importancia de esta estratégica fortificación construida en la Alta Edad Media y aporta importantes descubrimientos sobre las estructuras feudales en el reino asturiano. Gracias a las lAbores de investigación se sabe cómo era aquel castillo ubicado en la peña de Peñaferruz, por lo que se ha hecho una recreación informática para que todos nos hagamos una idea de la gran importancia de nuestra historia.