Autor: Bernardo Macías
martes, 02 de octubre de 2007
Sección: Leyendas
Información publicada por: Gausón
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El Final del Cuento

"Que ningún humano más sepa mi historia."

"Que ningún humano más sepa mi historia." Fue lo que que me djo Aria al volver de su viaje a Inglaterra. Sus poderes siguen ahí, sus sueños siguen ahí, sigue creyendo en ellos y viviendo de acuerdo a sus mensajes, pero no quiere que los humanos conozcan su historia, por miedo a que no la comprendan.


Así como hace meses me dió permiso de colgar este artículo, y ahora me lo retira, ahora me ha dado permiso de contar su historia solamente a los brujos y tempestiarios indios que conozco y con los que he trabajado desde hace años, y probablemente, después me retirará también este permiso. El cuento, a fin de cuentas, no es mío, sino suyo.

 


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Comentarios

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  1. #1 Gausón 12 de ago. 2007

    Pues si que va a viajar, a principios de Septiembre se va 20 días de viaje de estudios al extranjero, aun país que, por la misma discreción que mencionas, no voy a llamar por su nombre (igual otra persona que vaya a estar en el mismo viaje lo encuentra familiar, y ya tiene un tip para identificarla).


    Mira, el caso es que el hecho de que sea identificada por medio de la lectura de este artículo no me preocupa mucho, porque aparte de mí y de su madre hay solo otra persona enterada del caso, una compañera del colegio a la que también conozco, que no se pasaría por celtiberia ni aunque se lo dejasen como examen semestral en el cole (al fin y al cAbo, aquí no tenemos nada de heavy metal, ¿no?) Aparte de ello, el que me haya reservado su nombre de pila, el nombre "sagrado" que le fue revelado en sueños y el nombre de su aldea natal, hacen a la protagonista de mi relato prácticamente imposible de identificar, pues la costa occidental de Galicia no es tan reducida como lo parece vista desde fuera.


    Por último, el hecho de que ella demuestre escasa discreción con respecto al tratamiento de estos temas me a echo dudar a mi mismo sobre su sinceridad, pues incluso tenía la intención de publicar aquí en celtiberia la reseña de algunos de sus sueños, pero primero las remodelaciones en el portal y luego la falta de tiempo se lo inpidieron. Y digo que es poco discreta porque si bien tiene especial cuidado de que las personas con las que trata diariamente no se enteren del particular, demuestra por el contrario mucho interés en que otro tipo de personas, como estudiosos de la cultura celta y demás, se enteren de su caso, y eso me ha echo sospechar, aunque como concluyo en mi artículo, me parece que realmente cree en todo cuanto dice que le pasa.


    Yo nunca me sentí preparado para servirle de guía, ni me siento calificado ahora mismo y creo que nunca lo estaré, pero ella se empeñó en que yo desempeñase el papel, y no me dejó otra salida, intento hacer las cosas lo mejor que puedo, pero estoy plenamente consciente de que nunca llegaré a tener el nivel ni la preparación de un don Juan Matus, si es que alguien por aquí le conoce. 

  2. #2 Dingo 14 de ago. 2007

    Me ha parecido particularmente interesante la historia de la "hija e la tierra y el mar".

    Quizá una versión no cristianizada de ciertos relatos acerca de Vírgenes viajeras, como dice Gausón. No obstante, en estas historias normalmente la Virgen no se hace a la mar sino que llega por mar y desembarca, se trata de una venida y no una ida. Pero con todo sí que puede tener paralelos en ciertas leyendas como una portuguesa en la de una moura parte hacia hacia la Mourama (la tierra mítica) en una piedra flotante, y quizá otras más crípticas en las que mouras desencantadas bajan por el río sentadas sobre piedras.

    No puedo evitar preguntarme con todo si la historia sería transmitida por el abuelo tal cual o bien sería una re-elAboración "re-paganizada" obrada por él mismo.

    Saludos

  3. #3 Gausón 15 de ago. 2007

    Ella no tenía idea de donde pudo haber sacado su abuelo el relato, y si bien al principio pensé que el señor podría haber sido un neodruida o neopagano trasnochado, al ser informado de que el tipo era un devoto católico que incluso curso estudios en el seminario acabé por desechar esa hipótesis. Pienso que probablemente se tratara de una versión elAborada por el abuelo a partir de algún estudio etnográfico que pueda haber llegado a sus manos, o quizá simplemente de un adorno literario para hacer el relato más poético y atractivo a su nieta. Sin embargo, también es preciso mencionar que por ejemplo en el folklore asturiano aparentemente la tradición oral mantuvo hasta fechas recientes el recuerdo de seres sobrenaturales no cristianizados, y que de hecho conservaban rasgos característicos de antiguas divinidades indoeuropeas. Al respecto, cito a Cristobo Milio Carrín, en su libro “El Mito de la Creación y Otros Mitos Asturianos”:


     


    Por último, quien pretenda conocer los dioses paganos de Asturies puede recurrir al folklore oral. La tradición aún guarda memoria de unos cuantos personajes masculinos, amos de las fuerzas de la naturaleza, en particular el sol, la tormenta y el viento. No se puede probar que estos personajes (el Reñubero, Xuan Blanco, Xuan Varas...) sean descendientes directos de los antiguos dioses, pero es evidente que no provienen de la tradición cristiana y se hace difícil, en general, rastrear para ellos un posible origen en la literatura erudita (lo que es fácil con otros aspectos de la tradición, como “las doce palabras retornadas”, por ejemplo). Por tanto, es razonable emplear las leyendas modernas para solucionar algunos de los problemas que encontraremos, al estudiar la religión antigua.


     


    También hay una serie de conjuros que se recitaban invocando al sol para que disipase la niebla, o algún otro meteoro desagradable:  “-¡Veite, cerzo, cercellín, / deste valle regueirín, / que ahí chi ven Xuan de Riba / xurando y devotando / que chi a partir úa dida / si te coye costa arriba / que chi ha partir un brazo / si te coye costa abaxo...!” (Íbid.)  Conjuro recogido en Boal. El sol es Xuan, nombre genérico del varón en la tradición asturiana. El apellido, “de lo alto”, tiene un origen evidente.


     


       “-Escampa, nublina, / de val.le en val.lina, / regueiros abaxo, /canales arriba, / que ehi vien Xuan Blancu / que te ha de comer / cola su mucher barbuda / y la sua perra l.lanuda...” (Íbid) 


     


    Antes de proseguir, me parece importante recalcar que en los conjuros antes anotados el Sol no aparece encubierto bajo una figura cristiana, sino simplemente como un personaje con poderes sobrenaturales cuya imagen se corresponde hasta cierto punto con la de antiguas divinidades celestes de las mitologías indoeuropeas. Al respecto, el autor continúa:


     


    Estos conjuros tienen una estructura prácticamente invariable. En ellos se recurre al sol como a un protector, un benefactor sobrenatural que, cuando se le pide, expulsa los fenómenos meteorológicos indeseados; en el conjuro de Xuan de Riba, por ejemplo, se atribuye al “cerzo” una apariencia humana, para  que pueda ser derrotado por el sol (quien le partirá el brazo, o el dedo del pie).


     


    Por otra parte, el hecho de que la protagonista del relato busque refugio en el mar no me parece tan fuera de lugar, pues creo recordar una versión del relato (se que corresponde a una región atlántica, aunque no recuerdo cual) donde la protagonista, no recuerdo si era una Virgen o que, termina su viaje a la orilla del mar, convertida en una roca calcarea ubicada precisamente entre la tierra y el mar. Pienso que quizá el abuelo hacia referencia a un mito de ese tipo, lo que no podemos saber es si este relato pertenecía a su propia tradición oral o bien, si lo sacó de algún libro.


     


     


     

  4. #4 Gausón 03 de sep. 2007

    Pues ella está todo lo bien que una adolescente puede estar... ya se sabe: problemas con las amigas, desaires de los chicos, pleitos con los padres... y otras cosas que a esas edades se consideran grandes desgracias pero no lo son después de todo. Grabó la canción que le fue revelada en sueños, y me la envió, pero supuestamente cualquier ser vivo que la oiga, aparte de mí (y de su perra) va a pasar a mejor vida... así que mejor guardarla. El viernes sale para Inglaterra en un viaje del colegio, veinte días... y tiene mucha ilusión. Es una chica normal y vive como tal... salvo por hechos aislados, como por ejemplo, que según dice el día 27 provocó una tormenta por estar de mal humor, y el cuerpo se le cargó de electricidad, de manera que le dió toques a su hermano, que lo llevaba de la mano... no se si es verdad o es mentira, pero si se que para ella es cierto.

  5. #5 Gausón 04 de sep. 2007

    Añadí en "Imágenes" una foto donde aparece el triskel tan apreciado por Aria. Hasta ahora son tres las imágenes que publicado relacionadas con éste artículo, una titulada Aria, otra titulada CAbo Finisterre y ésta última del triskel, pero francamente no he encontrado la forma de insertarlas en el mismo. ¿Alguien podría ayudarme diciéndome como? Os lo habría de agradecer. 


    andante, el hecho de que la historia te haya parecido corta me parece que indica que te gustó, y me alegra saberlo. Lo cierto es que la historia de la niña daba para mucho más, pero por varias razones decidí dejarla de ese tamaño. En primer lugar, porque Abordar el tema fue muy dificil, ya que aunque intenté en todo momento hacerlo desde una perspectiva antropológica en algunos momentos llega a parecer demasiado fantasioso, literario, en algunas partes podría confundirse con esoterismo barato tipo la Bruja Lola y en otros parece ser solo una confesión culposa de mi amor hacia una adolescente... de manera que tuve tratar el tema con pinzas y no sabía el recibimiento que tendría por parte de la comunidad celtíbera, en la que conviven opiniones tan encontradas y diversas. Por otro lado está lo que dice arizábalo, muchas veces me costó trabajo el ponerme a pensar si sería prudente y respetuoso para con mi amiga el que yo publicase sus historias, o si sería mejor que me callase algunas cosas. Al final publiqué casi todo, pero sn ahondar mucho en el significado personal e íntimo que cada uno de estos echos tiene para ella, y omití la narración de varios sueños que estoy seguro hubieen parecido difíciles de entender o de interpretar para cualquiera, salvo para ella misma.


    Otra cosa que pnesé hacer fue el elAborar un estudio comparativo entre su caso y los de varios tempestiarios de las comunidades indígenas de México, donde todavía tienen bastante actividad, basándome en los libros de Julio Glockner y en la información proporcionada por los tempestiarios que yo mismo conozco, todos ellos varones y de la tercera edad, tres de la etnia zapoteca y un nahua, don Aurelio Ramírez Cázares, que goza de cierta fama a nivel nacional e incluso es reconocido en algunas reservaciones indias de Estados Unidos y Canadá donde ha lAborado. Al final, sin embargó, decidí que a falta de un vpinculo cultural claro y comprobable entre los tempestiarios de aquí y los de allá, dicho estudio comparativo resultaba ocioso.

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