Autor: arenas
domingo, 20 de mayo de 2007
Sección: Noticias
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Tesoro submarino
Tesoro submarino
Cultura sospecha que la empresa Odyssey podría haber expoliado el patrimonio español
La compañía estadounidense anunció ayer el hallazgo de un tesoro submarino sin precisar su lugar de procedencia
EFE - Madrid - 19/05/2007
El Ministerio de Cultura ha alertado a la Guardia Civil ante un posible delito de expolio del patrimonio español por parte de la empresa estadounidense Odyssey, que ayer anunció el hallazgo un buque hundido con un valioso botín, cuya nacionalidad y lugar de procedencia se negó a facilitar. El tesoro está formado por unas 17 toneladas de monedas de plata y oro, valoradas en 370 millones de euros.
Según han comunicado fuentes de Cultura, la compañía de exploración marina Odyssey dispone de la autorización necesaria para investigar si alguno de los pecios hundidos frente a las costas de Gibraltar (Mar de Alborán) es el HMS Sussex -que naufragó en 1694-, aunque no para realizar extracciones arqueológicas subacuáticas.
En este sentido, Cultura ha calificado de "sospechoso" que la empresa Odyssey no diera a conocer la nacionalidad del buque en el que se encontró el valioso botín ni su localización exacta, que según informó ayer la empresa se sitúa en aguas internacionales y en un punto indeterminado del océano Atlántico.
Como garante del patrimonio español, el Ministerio de Cultura ha alertado a la Guardia Civil para que investigue este asunto, vigile las costas de Gibraltar y averigüe si el hallazgo, formado por unas 17 toneladas de monedas de plata y oro -valoradas en 370 millones de euros-, se encuentra en aguas españolas o pertenece a un buque de bandera española, en cuyo caso se habría cometido un delito de expolio. Según informó ayer la empresa Odyssey, el medio millón de monedas extraídas hasta el momento, cuya procedencia y características también se negaron a revelar, han sido trasladas a territorio estadounidense.
Fuentes de la Guardia Civil han explicado que de estos casos se ocupa el Grupo de Patrimonio Histórico, con el apoyo de los Grupos Subacuáticos y del Servicio Marítimo, y han recordado que ya hubo antecedentes de inspecciones por las actividades de esta compañía de exploración marina, con el objetivo de comprobar que cumplía con la normativa internacional.
El Ministerio de Cultura anunció el pasado marzo que vigilaría a Odyssey en las operaciones de identificación del buque HMS Sussex, un navío de bandera inglesa que naufragó en la zona del mar de Alborán en 1694 con un mercancía formada por nueve toneladas de oro y valorada en 4,5 millones de dólares, y cuyo descubrimiento y posible rescate provocó una controversia que se saldó con un acuerdo entre los Gobiernos de España y Reino Unido.
Noticia de elpais.com
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Por ahora, las noticias parecen contradictorias. Cultura parece que se moja cuando sospecha que el pecio se encuentra en aguas españolas, máxime cuando el avión salió de Gibraltar. AcAbo de consultar el Google News, y en El Diario (Nueva York), aparece este titular:
Expertos creen que tesoro hallado es de barco inglés naufragado en Cornualles
"Lo que ha hecho pensar a los expertos británicos y estadounidenses que el tesoro corresponde al del Merchant Royal es que la compañía solicitó a finales del año pasado a un tribunal de EEUU los derechos exclusivos para rescatar los restos de un buque mercante del siglo XVII naufragado a unas 40 millas (unos 74 kilómetros) del extremo más suroccidental de Inglaterra".
La compañía, por su parte, sostiene que el pecio se encuentra en aguas internacionales, fuera de la jurisdicción de cualquier país.
Si esto no fuese cierto, y se expolió un pecio dentro de aguas territoriales españolas, ahora es de suponer que ya no hay nada que hacer porque el tesoro se encuentra en Estados Unidos. No obstante, este hecho podría dar pie a reforzar los controles por parte de las autoridades españolas, tanto en lo que a facilidades se refiere a la hora de consultar fondos documentales susceptibles de contener información para localizar pecios por parte de estas compañías, como a la hora de conceder la "autorización necesaria para investigar si alguno de los pecios hundidos" es este u otro, aunque no se les conceda permiso para realizar extracciones.
Creo que nada impide a las autoridades españolas conceder permisos prospección subacuática, condicionados a la presencia de miembros del Grupo de Patrimonio de la Guardia Civil, de miembros de alguna universidad española, o incluso de funcionarios del propio Ministerio o de una Consejería. En definitiva, prevenir.
Las informaciones no es que sean contradictorias, es que leyendo algunos medios, parece que los amigos británicos no parecen interesados en investigar si el pecio estaba a escasas millas de las costas inglesas, sino se ponen de parte de Odyssey:
La Embajada Británica sostiene que la empresa "Odyssey Marine Exploration" ha llevado a cAbo la operación "Cisne negro" "fuera de aguas territoriales o de la jurisdición legal de cualquier país".
Asimismo, la embajada explica que "Odyssey Marine Exploration", "está trabajando con la mayor celeridad posible para averiguar la identidad del barco hundido"
Fuente: LA EMBAJADA BRITÁNICA ASEGURA QUE EL TESORO ENCONTRADO POR LA EMPRESA ODYSSEY NO PERTENECE AL BUQUE INGLÉS HMS SUSSEX
Las informaciones de prensa apuntan a que no se trata del HMS Sussex, sino de un barco español porque han aparecido monedas de Carlos III. Lo que no me acAbo de explicar es el motivo que lleva a afirmar a la embajada inglesa en Madrid que el pecio se encuentra "fuera de aguas territoriales o de la jurisdición legal de cualquier país".
Con la venia, remito esta interesante noticia vía Terraeantiqvae:
Para: terraeantiqvae@yahoogroups.com
Assunto: [terraeantiqvae] Vídeo de la cadena NBC sobre el tesoro “recuperado” por Odyssey
Quizá este vídeo emitido por la televisión norteamericana pueda aportar pistas a los expertos sobre la naturaleza del mismo.
Real-life pirates' booty
May 21: NBC's Michael Okwu reports on the treasure hunters who found 17 tons of gold and silver coins from a colonial ship.
http://www.msnbc.msn.com/id/18785078/
Spain says sunken treasure might be plunder
Authorities conduct investigation; discoverers say they followed the rules
MSNBC staff and news service reports
Updated: 9:01 p.m. ET May 21, 2007
MADRID, Spain - Spanish authorities are investigating whether one of the world's biggest-ever finds of sunken treasure was plundered from its waters or from a shipwrecked Spanish galleon, the government said Monday.
The investigation comes in the wake of last week's disclosure from Odyssey Marine Exploration, a Florida-based treasure-hunting venture, that divers had recovered gold and silver coins worth an estimated $500 million from a shipwreck at an undisclosed location in the Atlantic Ocean.
Spain's Culture Ministry called the discovery "suspicious" and said the booty could have come from a wrecked Spanish galleon or the remains of HMS Sussex off the coast of Gibraltar, which Spain and Britain have allowed Odyssey to survey.
"Both taking (treasure) from Spanish waters or a Spanish vessel that sunk outside Spanish waters would be illegal," a spokeswoman for the ministry said. "The Culture Ministry reported the suspicion of possible criminal plundering and we alerted the civil guard (police) who are investigating."
Research suggests that the 80-cannon Sussex sank during a storm in 1694, while it was on a secret mission to northern Italy.The British ship was supposed to deliver a massive cargo of coins to the Duke of Savoy in return for fighting France.. The duke eventually changed sides, which historians speculate was because he failed to receive the British payment and instead gave in to French bribes.
In a statement, Odyssey denied that the latest report had anything to do with the Sussex... The company insisted that the find was made in international waters in conformity with the relevant laws, and said it would brief the Spanish government on its activities to counter the "wild allegations" made About the discovery.
Gibraltar's government also said the haul itself was not related to the Sussex.. However, Ministry of Defense personnel in Gibraltar said that an Odyssey ship berthed in Gibraltar's naval dock last week, and that a specially chartered American Airlines plane landed in the British colony last Wednesday before loading cargo and flying to Tampa, Fla., where Odyssey is headquartered.
British newspapers have speculated that Odyssey's mystery treasure ship, code-named the Black Swan, was the Merchant Royal which sank just off the southern tip of England in 1641. Odyssey declined to comment on that speculation.
The area where the wreck was found has always been packed with shipping routes and could have been used by Spanish galleons taking gold and silver to the Spanish Netherlands, or even by the Spanish Armada as it sailed to attack England in 1588. Odyssey said the wreck bears the "characteristics of one shipwreck in particular, but some of the evidence gathered to date is inconsistent with our research."
News of the discovery, which yielded gold and more than 17 tons of silver coins, shot Odyssey's shares more than 60 percent higher on Friday. They were up another 6 percent at one point on Monday.
Jim Shirley, an attorney specializing in maritime issues for the law firm Holland & Knight, said Odyssey's find was still subject to legal challenge.
"It's not unusual when there is a large discovery like this for there to be legal wrangling," Shirley told MSNBC.com. "No matter how far it goes back, there often is a claim About ownership."
However, the fact that coins were brought back to the United States means a challenge to the ownership of that property would have to be heard in a U.S. court, he said.
Odyssey’s side of the story
Here is the statement made by Odyssey Marine Exploration on Monday, cast in the form of a Q&A:
1. It has been widely reported that this shipwreck could be worth up to $500 million. What is the Company's position on this?
- "The Company has not estimated the total potential value of the shipwreck, other than to estimate on a preliminary basis a wide range of potential retail prices based on the coins that have been conserved to date.
"What we know is that we have recovered over 500,000 silver coins weighing over 17 tons, along with some gold coins and other artifacts. After conservation of the first 6,000 coins, we requested that a numismatist and one of the world's most experienced coin marketers, Nick Bruyer, inspect the coins and provide an opinion of the retail pricing that we could expect from the collection.
"Based on Mr. Bruyer's opinion, Odyssey reported that we expected the retail pricing of the silver coins to range from several hundred to four thousand dollars per coin. This wide range of prices would depend on the condition, origin and date of the individual coins. We understand that in a separate interview with a reporter, Mr. Bruyer provided his opinion that the mean retail price of the coins could be approximately $1,000 based on the small sample of coins that he inspected. This was reported as a potential $500 million retail value for the coins, which explains where that figure originated.
"Odyssey's position is that until all the coins are conserved, documented and graded, it is impossible to know what the entire collection would bring at retail. Based on the coins that have been conserved to date and that he has been able to inspect, we are comfortable with Mr. Bruyer's opinion that coins from the "Black Swan" will bring from several hundred to four thousand dollars per coin retail. These are estimates that could change significantly when the rest of the coins are conserved and do not include the cost of marketing and sales, so actual revenue to Odyssey would be much lower than retail sales prices. ...."
2. There have been reports that the "Black Swan" is a number of different shipwrecks, including HMS Sussex and the Merchant Royal. Are any of these reports correct?
- "We can confirm that the 'Black Swan' is not HMS Sussex, and that the 'Black Swan' was not found in waters anywhere near the shipwreck believed to be HMS Sussex. Beyond that, we cannot confirm the identity of the shipwreck because we are not certain ourselves. The site is in an area in which a number of Colonial-era shipwrecks were believed to be lost. The 'Black Swan' bears characteristics of one shipwreck in particular, but some of the evidence gathered to date is inconsistent with our research, so we want to be sure of the identity before we announce it."
3. It has been reported that the Spanish government is engaging in a "probe" of Odyssey because it is "suspicious" that we have not publicized more information About the shipwreck. Is this true?
- "We have no knowledge of any such inquiry, and would expect that we would have been the first ones contacted if there was one. In our experience with the Spanish government, with whom we have had a very cordial relationship for many years, we would have been informed directly or through the U.S. or U.K. embassy of any outstanding issues relating to Odyssey's operations.
"During the past few days, we have also seen many fanciful media reports from Spain with absolutely no substance in reality. Unfortunately, some of these wild allegations would logically cause concern to the Spanish government. We anticipate presenting the Spanish government with an official account of our activities in order to assure them that many of these media reports relative to the 'Black Swan' are pure fiction.
"We have stated clearly that the recovery was conducted in conformity with Salvage Law and the Law of the Sea Convention, beyond the territorial waters or legal jurisdiction of any country. We do not believe that the recovery is subject to sovereign immunity by any nation pursuant to the Law of the Sea Convention.
"The coins were brought into the United States with a valid export license granted by the country from which they were exported, and imported legally pursuant to U.S. law.
"There was no point at which any aspect of the 'Black Swan' operation was within the jurisdiction of Spanish authorities, and we will be pleased to provide proof of that fact to the Spanish government if requested officially."
4. What About the claim that the Spanish Government has now asked the "Guardia Civil" marine patrol to monitor Odyssey's activities?
- "The Spanish Guardia Civil has always monitored Odyssey's ships in Spanish territorial waters. When operating in or near Spanish territorial waters, we report our operational plans and movements to the Guardia Civil marine patrol before we send our ships to sea. They are able to monitor all our activities visibly with their patrol boats and through radar, so it is illogical to suggest that we have conducted any illicit operations in Spanish territorial waters."
5. What happens, if you finally determine the identity of the "Black Swan" and establish that the U.K., Spain,any other country or even individuals may have rights to the shipwreck?
- "If we are able to confirm that some other entity has a legitimate legal claim to this shipwreck when — and if — the identity is confirmed, we intend to provide legal notice to any and all potential claimants. Even if another entity is able to prove that it has an ownership interest in the shipwreck and/or cargo and that they had not legally abandoned the shipwreck, Odyssey would apply for a salvage award from the Admiralty Court. In cases such as this, salvors are typically awarded up to 90 percent of the recovery.
"We do believe that most shipwrecks that we recover, including the 'Black Swan,' will likely result in claims by other parties. Many will be spurious claims, but we anticipate that there might be some legitimate ones as well. In the case of the 'Black Swan,' it is the opinion of our legal counsel that even if a claim is deemed to be legitimate by the courts, Odyssey should still receive title to a significant majority of the recovered goods."
6. Why is Odyssey being so "secretive" About the "Black Swan"?
- "Based on past experience with other shipwrecks, we have found that putting out information About the identity of shipwrecks into the public before we are certain of the identity results in wild speculation About values, ownership rights and scores of other issues. We also believe that it would be an added risk factor to disclose the location of the site because we have publicly stated that we have left a large number of artifacts on the site, and the security risk is obvious."
7. Why haven't you determined the identity of the shipwreck yet? When will you announce the identity?
- "Determining the identity of a shipwreck is complicated. For example, it would be possible to find a French-built ship, with English cannons, Dutch pottery, Chinese porcelain, Turkish pipes, and Venetian trading beads that had been captured by pirates before it sank. Proving the shipwreck's identity in that case might prove very difficult, if not impossible depending on the research available.
"In the best interest of all concerned, we will follow our often-stated policy of announcing what we know About the identity of a shipwreck, only after it's confirmed by research."
8. There have been reports of a partnership between Odyssey Marine Exploration and the Disney organization. Are these true?
- "We can confirm that Odyssey and the Disney organization have recently entered into a relationship on a number of projects, and that the two companies are in discussions relative to some new partnership opportunities.
"We have immense respect for Disney and believe that a combination of Odyssey's authentic deep-ocean adventures coupled with Disney's storytelling, filmmaking, television and marketing capabilities will reap benefits for both companies, while providing the public with an unprecedented opportunity to enjoy the thrill of deep-ocean exploration."
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This report includes information from Reuters, MSNBC.com and Odyssey Marine Exploration. The original version of this story made an unclear reference to jurisdictional issues surrounding an earlier salvage case, the $400 million Atocha treasure find.
Source: © 2007 MSNBC Interactive
Link: http://www.msnbc.msn.com/id/18785078/
prespas, se me había pasado desapercibido, así que no lo decía por eso y espero que no te haya molestado.
Esta tarde me enteré que éramos pocos, y han parido las dos abuelas.
Tenemos un caso similar en la ría de Vigo. La Voz de Galicia informa hoy que la fiscalía de Patrimonio de Vigo ha iniciado una investigación para averiguar si otra compañía cazatesoros, en este caso británica, pretende hacer lo mismo que Odyssey en la ría de Vigo.
Oficialmente, el John Lethbridge, propiedad de Subsea Resources, posee licencia de la Administración para emprender el proyecto Celia, que consiste en recuperar un cargamento de 445 toneladas de cobre y 115 de zinc de un carguero que naufragó en 1979 entre la península de O Morrazo y las Cíes.
Sin embargo, el informe que la Guardia Civil ha entregado al fiscal revela que este buque, supuestamente, ha variado numerosas veces su ruta autorizada para internarse en aguas al sur de las Cíes. ¿Con qué fin? La Fiscalía sospecha que ha hallado el tesoro del Santo Cristo de Maracaibo. Hay varios indicios que apuntan a ello. En primer lugar, el dosier policial que tiene en sus manos el ministerio público relata el seguimiento que los agentes han realizado al John Lethbridge en los últimos meses. El buque cazatesoros ha sido detectado parado en unas coordenadas situadas entre las islas Cíes y el cAbo Silleiro, en una franja que mide varias millas náuticas y alejado otras tantas de su lugar autorizado de prospección.
Os dejo un enlace con la noticia completa:
El fiscal investiga el posible expolio de un galeón hundido en las Cíes
E asunto toma visos de tomadura de pelo, con la complicidad del Gobierno de Gibraltar (alianza de piratas y corsarios):
Revista Terrae Antiqvae. Editor José Luis Santos Fernández
http://www.terraeantiqvae.com
Partidos políticos, particulares y ecologistas han batallado durante años en Cádiz para impedir las acciones de Odyssey Marine ante la indiferencia de la Administración.
Han tardado casi diez años, pero los cazatesoros se han salido con la suya. Llegaron a la zona del Estrecho en 1998, rastrillaron y analizaron sus fondos con absoluta impunidad con sus sónares de barrido lateral y el pasado mes de marzo llevaron a cAbo el expolio. La compañía Odyssey Explorer Marine, según todos los indicios, extrajo de un barco sin nombre hundido a 10 kilómetros de la costa española un botín en monedas de oro y plata valorado en 317 millones de euros. Y todo, ante la indiferencia y el silencio de la Administración española.
Carmen Calvo anunció el domingo mano dura contra los expoliadores. Patrulleras de la Guardia Civil fueron enviadas a la zona. Aunque el buque 'Odyssey Explorer' ya había acudido al resguardo de Gibraltar, aún se movía en aguas libres su buque de apoyo, el 'Ocean Alert'. Ayer, esta embarcación burló la vigilancia y corrió también a refugiarse a Gibraltar. Los dos buques se encuentran ahora amarrados en la misma dársena donde la Armada británica escolta a sus submarinos nucleares (como el 'Tyreless').
«AcAbo de verlos. Están defendidos por una línea de boyas, con alarmas para que nadie pueda acercarse a ellos», explica desde Algeciras Antonio Muñoz, un activo militante de Ecologistas en Acción. «Llevamos años echando a esta gente fuera de nuestras aguas, pero esta vez lo han conseguido. Esto ya no tiene arreglo. Es como lo del 'Prestige', cuando empezaron a llevarlo de un sitio a otro», se lamenta Muñoz.
Oídos sordos
La suya ha sido una de las pocas voces que se ha levantado contra la apisonadora de los cazatesoros americanos. Han sido pocas, la verdad. Manuel Melero, diputado del Partido Andalucista, presentó en el juzgado durante estos años tres denuncias contra el capitán del navío y contra sus armadores. Ecologistas en Acción acudió también a los juzgados con el ánimo de paralizar los trabajos de los expoliadores. Sin éxito. El pasado año, la propia Guardia Civil asaltó el barco a la busca de pruebas para incriminar a los cazatesoros e identificó a su tripulación. Entre tanto, la Administración hacía oídos sordos a las denuncias públicas.
Carmen Calvo, que ahora anuncia severidad con los infractores, conocía de primera mano el caso. Antes de llegar al Ministerio de Cultura ocupó esa misma consejería en Andalucía. Desde su cargo, reclamó plenas competencias en arqueología submarina y se enfrentó por ello al Gobierno Aznar. «Han sido siete años de desidia», se lamenta el Abogado y escritor bilbaíno Pipe Sarmiento. Año tras año, este navegante ha acudido a bordo de su velero a documentar las actividades de los cazatesoros en aguas españolas. «Es inexplicable que las autoridades no hayan intervenido», dice.
Cargado en Gibraltar
Por si quedaban dudas sobre el origen de la carga, la compañía aseguró ayer que obtuvo una «licencia válida de exportación» del «país» desde el cual partió el botín con rumbo a EE UU, sin añadir más detalles. Sin embargo, fuentes de la Embajada británica citadas por Europa Press precisaron ayer que Odyssey Marine habría cometido «un error» al referirse a un país, ya que los trámites para el traslado del tesoro los realizaron ante las autoridades de un «territorio de ultramar». Es decir, el Peñón de Gibraltar. Por tanto, el Reino Unido está al corriente de que, contra lo que anunciaron en su día los expoliadores, el botín en monedas de oro no fue obtenido de un yacimiento situado en el Atlántico (en concreto, se refirieron a las costas de Cornualles) sino de un navío hundido frente a las costas españolas.
Según las posiciones captadas por el servicio de satélite AISlive, el buque expoliador habría operado a tan sólo 6 millas de la Línea de la Concepción y a 14 de Estepona. El mar territorial de España alcanza las 12 millas y la zona contigua, sobre la que los estados tienen plenos derechos jurisdiccionales, 12 más.
En realidad, sólo Odyssey Marine posee en el ámbito civil tecnología capaz de rescatar un pecio sumergido a unos 500 metros de profundidad. Emplea un robot submarino de 16 toneladas de peso, bautizado como 'Hércules' y operado por control remoto, capaz de capturar, con unas ventosas, las monedas sumergidas, una por una. Se trata de un robot desarrollado por la Armada de EE UU y que fue empleado por primera vez en tareas no militares por Robert Ballard (antiguo militar), descubridor y explorador del 'Titanic'.
Sin nombre ni bandera
La Embajada Británica en Madrid cree que el hallazgo arqueológico realizado por la empresa estadounidense Odyssey , bajo el nombre de Cisne Negro, «no tiene ninguna relación con el buque HMS Sussex», un barco inglés hundido en 1694 frente a las costas de Gibraltar, aunque admite que la empresa norteamericana no ha sido capaz de confirmar todavía ni el nombre del buque hundido en el que halló el supuesto tesoro ni la bandera de ese navío.
En un comunicado difundido ayer, la Embajada sale al paso de las dudas que ha suscitado entre las autoridades españolas y británicas el anuncio del importante tesoro arqueológico submarino localizado por Odyssey , en un punto no revelado del Atlántico, compuesto por 17 toneladas de monedas de plata y oro, valoradas en 370 millones de euros.
La Embajada recuerda que la empresa Odyssey Marine Exploration, con sede en Tampa (Florida), ya ha confirmado que su actividad con este rescate se ha producido «fuera de aguas territoriales de la jurisdicción legal de cualquier país». La citada firma dejó ayer claro en un comunicado que la extracción del pecio se hizo conforme a las leyes establecidas sobre recuperación de yacimientos arqueológicos submarinos, y subrayó asimismo que el traslado a Estados Unidos del medio millón de monedas de oro y plata se efectuó de forma legal.
La Embajada señala también que Odyssey ha confirmado a las autoridades británicas que «está trabajando con la mayor celeridad posible para averiguar la identidad del barco hundido».
«Nos tocaría una parte», dice ahora la ministra
La política es el arte de adaptarse a las circunstancias. Carmen Calvo, ministra de Cultura, dio ayer buena prueba de ese principio al asegurar que los responsables de Odyssey Marine «no han dicho que el barco no era español. Y eso hay que averiguarlo porque, si fuera de bandera española, aunque esté en aguas internacionales, nos tocaría una parte de lo que se encuentre». Calvo explicó que el pecio rescatado «no es el HMS Sussex» y «no se halló en aguas próximas a donde se cree que está el HMS Sussex». Ahora, dijo, le toca al Gobierno «corroborar que es verdad, con la Guardia Civil».
Por lo que apunta Calvo, y de demostrarse que el pecio era de bandera española, el Gobierno podría litigar con los saqueadores para obtener una compensación. Podría tratarse de una parte de las 500.000 monedas recuperadas (hay indicios de que se trata de doblones de a ocho con la efigie del monarca español Carlos III -1716 a 1788-) y de vestigios de interés arqueológico.
Precisamente el Reino de España obtuvo del Tribunal Supremo estadounidense el reconocimiento de que los barcos de bandera hundidos constituyen territorio nacional y siguen perteneciendo al país que los construyó. Fue por las fragatas 'La Galga de Andalucía' y 'Juno', hundidas en 1750 y 1802 en aguas de Virginia. Localizadas por el cazatesoros Ben Benson, el rescatador quiso aplicar el viejo principio marino 'finders keepers' («quien lo encuentra se lo queda»). España, por medio del embajador en Washington Javier Ruperez, reclamó ante los tribunales, que le dieron la razón en una sentencia histórica. El Abogado de aquel proceso millonario fue James Gold. ¿Saben que puesto ocupa hoy? Es el presidente de Odyssey Marine Exploration Inc. El mundo es muy pequeño.
Fuente: JULIÁN MÉNDEZ, Bilbao / El Correo Digital.com. j.mendez@diario-elcorreo.com 23 de mayo de 2007
Otra (también divulgada por Revista Terrae Antiqvae. Editor José Luis Santos Fernández
http://www.terraeantiqvae.com )
:
El Peñón aprobó la salida del botín sin alertar a las autoridades españolas.
Santiago Mata. Madrid.
Con la callada por respuesta, el Gobierno gibraltareño asumió ayer la responsabilidad por la exportación a Estados Unidos del tesoro extraído, con toda probabilidad de aguas españolas, por la empresa Odyssey Marine Exploration (OME), aparentemente compuesto por medio millón de monedas de plata y algunos miles de monedas de oro, que despegaron del aeropuerto de Gibraltar el jueves 16 de mayo en un avión de pasajeros: el Boeing 757 de North American matrícula N756NA.
Hasta ayer, Odyssey había afirmado en su página web (shipwreck.net) que por razones de seguridad no mencionaría el lugar desde donde el tesoro se había introducido en EEUU. Después de que ayer publicáramos una fotografía del N756NA antes de despegar de Gibraltar, Odyssey optó por afirmar en su web que "las monedas se introdujeron en EEUU con una licencia de exportación válida garantizada por el país desde donde fueron exportadas, e importadas legalmente conforme a las leyes de EEUU".
La Embajada británica en Madrid precisó que Gibraltar no es un país, sino un Territorio de Ultramar del Reino Unido, pero aseguró que dentro de las competencias de la colonia está la de exportar por vía aérea tal cantidad de metales preciosos. Mediante un comunicado emitido ayer por la mañana, dio por válidas las explicaciones de Odyssey acerca de que el pecio hallado no es el Sussex (para cuya localización, pero no extracción, tenía permiso Odyssey), que la extracción se realizó en aguas internacionales y que "la empresa OME ha confirmado a las autoridades británicas que está trabajando con la mayor celeridad posible para averiguar la identidad del barco hundido".
Lenta reacción
Las autoridades gibraltareñas, por su parte, no emitieron ningún comunicado oficial sobre las afirmaciones de Odyssey. Contactado por LA GACETA, John Rodríguez, jefe de aduanas del aeropuerto de Gibraltar, mostró cierta preplejidad al saber que OME se refería a un certificado de exportación que él debió autorizar, pero finalmente tampoco hizo declaraciones.
Dado que antes de la partida del avión, según publicaba el Gibraltar Chronicle, los responsables de Odyssey anunciaron que abrirían en Gibraltar un Museo Arqueológico, el director del Museo de Gibraltar, Dr. Clive Finlayson, consideró oportuno advertir que "no tiene nada que ver con este asunto".
Piden explicaciones
Por su parte, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, volvió a pedir a la compañía que aclare que el pecio del que se recuperaron las monedas no pertenecía a pabellón español. "No han dicho que el barco no era español, y eso hay que averiguarlo porque, si fuera de bandera española, aunque esté en aguas internacionales, nos tocaría una parte de lo que se encuentre", afirmó la ministra de visita en Sevilla.
Desde el Ministerio creen que la compañía está difundiendo informaciones “muy contradictorias”, y piden que deje de lanzar “cortinas de humo” a través de su página web, que utilizan para difundir sus comunicados, y afirmen abiertamente que el pecio no es el de un navío con bandera española.
Desde su web, Odyssey se comprometió a aportar pruebas al Gobierno español de que no estaba actuando dentro de su jurisdicción “si se lo solicitaban oficialmente”.
El Abogado malagueño Antonio Checa, descubridor del pecio del submarino republicano C3, hundido en la guerra civil, y experto en descubrimientos marinos, afirmó que es "imposible" que el barco localizado por OME se encontrara en aguas internacionales. Según declaró el Abogado a Servimedia, en el caso de que la extracción se realizara en aguas territoriales de España, el Ministerio de Cultura "tiene plena competencia para paralizar ese expolio", porque desde el punto de vista penal "es un delito".
Las negligencias de España en el caso
Las numerosas informaciones adelantadas por LA GACETA desde el pasado viernes, apuntan muy claramente a un expolio en aguas españolas. Sin embargo, la otra parte de la historia es quién, o quiénes han permitido que ésto suceda. En este enmarañado relato de cazatesoros aparece el Ministerio de Asuntos Exteriores, que fue quien aprobó la búsqueda del barco inglés Sussex; la pasividad de la Junta de Andalucía, que ha retrasado más de un mes, y sin explicaciones convincentes, la designación de los arqueólogos para supervisar los trabajos de Odyssey; y ahora la desidia del Ministerio de Cultura, que ni siquiera ha contactado a la compañía con sede en Tampa (EE UU) para preguntarles de dónde han sacado su botín.
Compras sospechosas de acciones en marzo
Francisco Perarnau. La historia del descubrimiento del gran tesoro en aguas territoriales españolas también tiene su parte oscura en bolsa. Además de los aumentos irregulares de los precios y volúmenes de la acción en las sesiones previas al anuncio oficial del hallazgo, los principales accionistas de la compañía realizaron fuertes compras de títulos en el pasado marzo. En ese mes, el Gobierno español, británico y la Junta de Andalucía alcanzaron un acuerdo por el que se permitía a Odyssey Marine Exploration continuar con las exploraciones en busca del Sussex. Pero algunos expertos sospechan que en esa fecha Odyssey ya tenía perfectamente localizado su gran tesoro. De una u otra forma, los grandes accionistas sí apostaron fuertemente por el descubrimiento. De hecho, el principal de todos ellos, el fondo GLG Partners, dobló su participación del 10% a casi el 20%. Otras compras muy significativas fueron las realizadas por Merrill Lynch, que cuadriplicó su presencia al pasar de 98.460 acciones a 414.859. Vanguard elevó la suya en 180.213 acciones, hasta las 674.127 (ver cuadro adjunto). La acción empezó marzo a 2,77 euros y terminó a 3,64. Ayer a media sesión, la acción cotizaba a 7,11 dólares, con una caída del 12%.
Pipe Sarmiento, escritor y Abogado náutico: “Lo de Odyssey no es un hallazgo fortuito, sino un atraco”
Santiago Mata. Madrid. Pipe Sarmiento, nacido en Bilbao en 1952, es licenciado en Derecho y Economía, patrón de yate desde 1981, buceador tres estrellas desde 1980, Abogado especialista en temas náuticos... Sin dejar de ejercer el periodismo, ha escrito siete libros sobre este campo. El último de ellos, Tesoros Sumergidos. Cuando explotó el "asunto Odyssey", estaba en Valencia dando unas conferencias en la Copa del América.
¿Por qué siguió al Odyssey?
Por pura casualidad, viviendo tantos años en Sotogrande, donde tenía su base el primer barco de Odyssey, el Minibex.
¿Qué encontró de raro?
Por primera vez me sorprendió en 2000, que me mintieran diciendo que estaban tendiendo un cable submarino, cuando había visto que era un barco de prospección, con un robot en la popa.
¿En qué se distingue un pirata de un arqueólogo?
En que el arqueólogo recupera algo para preservar el patrimonio de una nación, y el pirata busca el lucro.
¿Le causó problemas investigar a Odyssey?
No hasta 2006, que es cuando mis investigaciones fueron más allá y más rápido que las de las fuerzas de seguridad españolas, que nunca han querido que los periodistas se adelantaran a sus escasas investigaciones.
¿Ha tenido miedo?
No. Tuve cierta angustia al estar en alta mar al lado del Odyssey en mi velero con mi mujer, y ver las amenazas e intimidaciones que nos hacían desde un barco de 75 metros de eslora, con unos tipos que parecían marines. Se cuenta que a veces en estos barcos embarcan miembros de la CIA para detectar submarinos soviéticos...
¿Pero éstos sólo buscaban tesoros?
Creo que sí. Desde 1998 buscaban el Sussex. Pero en vez de encontrarlo, toparon con alguno de los 100 ó 200 barcos "de época colonial" hundidos en el Mar de Alborán.
¿Greg Stemm es un aficionado?
En cierto sentido, pero al darse cuenta de la complejidad del asunto, buscó un buen asesor jurídico: cuando en 2006 les echaron, contrataron a James Gold, que había sido Abogado de España en el caso del Juno y la Galga, dos fragatas españolas hundidas en Virginia.
¿Cuál fue el papel de Gold?
Ha sabido presionar muy bien al Ministerio de Exteriores. Parecía que ceder el Sussex podría ser una forma de pagar los servicios de Gold.
¿No es todo entonces pura negligencia española?
Los expertos conjeturan que esto podría ser la forma de devolver un favor. Pero Gold ha seguido presionando, lo que en mi opinión demuestra que no había un pacto y que Odyssey actúa por su cuenta.
¿Por qué decidieron dar este arriesgado golpe?
Mi teoría es que como eran incapaces de cumplir los requisitos de la Junta de demostrar que era el Sussex, en la duda se llevaron un tesoro aprovechando la desidia. Ahora nos devuelven la carga de la prueba: es España la que tiene que demostrar que el tesoro es suyo.
¿Basta el satélite para probar que lo sacaron de aquí?
Sí, si se manda una orden de un juez europeo, Aislive, el satélite de Lloyds, podrá certificar todas las posiciones, completando las pruebas que ya ha publicado LA GACETA.
¿Las monedas no prueban nada?
Difícilmente.
¿Quién se las quedará?
Creo que España tiene mucho que decir, tengo mucha confianza en la justicia norteamericana, que es muy imparcial, como se vio cuando reconocieron el derecho de España al Juno y la Galga, a pesar de que el hallador era un norteamericano. Esto no es un hallazgo fortuito, sino un atraco, y no se aplican las leyes del mar, sino el código penal.
Los arqueólogos ingleses, también en pie de guerra
Jorge Valero. "Los arqueólogos europeos estamos preocupados porque esta manera de proceder sienta las bases para que, en el futuro, no se respeten los protocolos que protegen los resto arqueológicos", explica Javier Noriega, del grupo Nerea Estudios de Arqueología.
Ya desde Gran Bretaña se dio la voz de alarma en 2002, cuando el presidente del Consejo Británico de Arqueología, George Lambrick, denunció la alianza que su Gobierno había establecido con Odyssey Marine Exploration, con el fin de repartirse un eventual botín, a cambio de que la empresa corriera con el riesgo de la operación.
En aquella ocasión, con motivo de este acuerdo para el reparto de la carga del navío inglés Sussex, Lambrick denunció que su Gobierno "debería de encontrar una manera mejor de proteger el patrimonio que tomando parte en cacerías de tesoro". Y ya entonces dudaba de que los restos que había encontrado la compañía fueran los del Sussex.
Para Noriega, en el caso del Odyssey se están pisoteando todos los acuerdos que protegen el patrimonio arqueológico. "No es cierto que exista un vacío legal en lo referente a la protección de los tesoros que descansan en el mar", explica el arqueólogo, quien añade que son informaciones interesadas que difunden los cazatesoros para legitimar sus actividades.
Fuente: La Gaceta de los Negocios.com, 23 de mayo de 2007
(2) La Guardia Civil quiere registrar los barcos de Odyssey en el Estrecho. Londres se desmarca del hallazgo y Cultura desafía a la empresa a mostrar el tesoro para ver si contiene oro español
La Guardia Civil controla en estos momentos los movimientos de dos barcos de la Odyssey Marine Exploration, por la sospecha de que esta empresa de cazatesoros haya cometido un expolio de nuestro patrimonio sumergido. Uno de los barcos, el Odyssey Explorer, se encuentra en el puerto de Gibraltar, mientras que el otro, Ocean Alert, estaba fondeado en aguas marroquíes. La cicatería con la que la empresa norteamericana facilita la información solicitada por España no hace más que aumentar las sospechas y dudas sobre sus prácticas.
La Brigada de Patrimonio y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil sabe que se las está viendo con una maraña de intereses en los que participa un buen número de actores, desde la empresa en cuestión, que cotiza en bolsa, los Gobiernos británico y español, además del estadounidense y las leyes internacionales.
Se sabe que Gran Bretaña presionó para que el Ministerio de Exteriores dejase llevar a cAbo trabajos de localización del HMS Sussex, barco de pabellón inglés, en aguas del Estrecho. Pero Odyssey debería haber tramitado ese permiso con la Junta de Andalucía para darle validez, algo que no ha hecho.
Delito de expolio
Por ello, la Guardia Civil afirma que los permisos con los que Odyssey ha blandido para sus actividades son falsos y si, amparándose en ellos, hubiese extraído el tesoro de las aguas territoriales españolas, o incluso de las aguas en litigio, ello podría constituir un delito de expolio. Ayer, la Embajada británica en Madrid hizo público un comunicado en el que subraya que este hallazgo “no tiene ninguna relación con el HMS Sussex”.
Subraya que el pecio estaba en aguas internacionales, extremo al que otros expertos no dan crédito, porque eso significaría profundidades que requieren un equipo mucho más sofisticado
Nada es lo que parece en este mundo de los cazatesoros, que para algunos tiene mucho de piratería. De hecho, el capitán de uno de los barcos de Odyssey en el Estrecho tuvo abiertas diligencias por desobediencia hace tiempo en la Benemérita. Miembros del instituto armado no descartan que, dada la autonomía de los robots submarinos, Odyssey podría estar haciendo trampas submarinas, actuando en nuestras aguas territoriales, aunque manejando sus equipos desde un buque o una base en aguas marroquíes o gibraltareñas.
No existe justificación en inciertos “motivos de seguridad” para que Odyssey no muestre el contenido de su tesoro a los expertos, que fácilmente sabrían con un simple análisis si hay oro español o no en los contenedores enviados a Estados Unidos “de forma legal”, según los cazatesoros. Ayer la ministra de Cultura, Carmen Calvo, desafió a la empresa a mostrar las monedas recuperadas o compartir la información de localización del pecio, algo que le ha sido solicitado desde la Embajada española en Washington el viernes pasado.
El secretismo es tal en Odyssey que ni siquiera se descarta que la operación no sea de la envergadura que la empresa ha asegurado y se trate de una operación de imagen para hacer subir las acciones de la compañía en bolsa.
La Guardia Civil instruye ya como denuncia el requerimiento del Ministerio de Cultura, que le fue presentado anteayer, puesto que necesita la intervención de un juez para poder registrar los navíos de la Odyssey. Mientras tanto, ofrece información exhaustiva sobre los lugares en los que los buques han trabajado, mantiene contacto visual con las embarcaciones que se movieron en aguas españolas reivindicadas por Gibraltar. Cuando alguna patrulla de la Benemérita se ha aproximado a estos buques estos se refugian en aguas marroquíes.
Fuente: J. CALERO / P. MUÑOZ, Madrid. Las Provincias.es. 23 de mayo de 2007
Continúa (también divulgada por Revista Terrae Antiqvae. Editor José Luis Santos Fernández
http://www.terraeantiqvae.com)
Disney y Odyssey explotan el botín del Estrecho
Las dos compañías habrían acordado la coincidencia del hallazgo con el estreno mundial de «Piratas del Caribe». La empresa cazatesoros es uno de los 13 socios promocionales de la tercera entrega de la película, junto con Volvo, Coca-Cola y Visa.
La realidad supera a veces a la ficción, pero cuando hay beneficios comerciales de por medio, la realidad y la ficción pueden ser una y la misma cosa. Así ha ocurrido con la tercera entrega de la película «Piratas del Caribe», que se estrena hoy a en todo el mundo, y con el fabuloso tesoro de 17 toneladas de oro y plata, sospechosamente extraído por la empresa «cazatesoros» en el Estrecho de Gibraltar, sin que se descarte que fuera en aguas españolas. El hallazgo del más fabuloso tesoro sumergido de la historia tenía todos los ingredientes de un guión de Hollywood. Ahora se confirma que se trataba, en realidad, de un guión de Hollywood. Así, se ha conocido que Disney y Odyssey podían haber acordado que coincidiera el anuncio sobre el extraordinario botín de oro y plata con el estreno de la tercera parte de «Piratas del Caribe».
Según «The Internacional Herald Tribune», la productora creadora del personaje del pirata Jack Sparrow llegó hace un año a un acuerdo con Greg Stemm, presidente de Odyssey, para colAborar en proyectos de producción y mercadotecnia de películas y documentales. Es más que significativo que el propio Stemm acudiera a la sede de Disney en Los Ángeles a una reunión de negocios sólo tres días después de hacer el anuncio sobre el tesoro.
La portavoz de Disney, Cherise MacVicar, no ha parado en mientes a la hora de elogiar los frutos de la colAboración con Odyssey: «Nos ha proporcionado una autenticidad adicional para la promoción de nuestras películas», aseguró MacVicar a la agencia Associated Press. El «Hollywood Reporter», además, publicaba el martes que Odissey es una de los 13 socios promocionales de esta nueva entrega. Verde y con asas: el sorprendente anuncio realizado el viernes por Odyssey, sobre el tesoro hallado en aguas del Estrecho, habría sido una dosis de realidad adicional para promocionar un filme que ya había despertado todas las expectativas mundiales.
Hay fundadas evidencias de que Odyssey ha esperado una determinada fecha para dar a conocer su descubrimiento, como el hecho de que los cientos de miles de monedas halladas se encuentren completamente limpias de concreciones marinas, proceso que ha podido llevar varios meses. Esto significa que el tesoro no salió del mar hace una semana y que la noticia de su hallazgo podía ajustarse en el calendario a los compromisos adquiridos con Disney para la promoción de su película. Es evidente que la noticia de la aparición del tesoro ha provocado un efecto amplificador del estreno de las nuevas aventuras del capitán Jack Sparrow. En estos días ha sido imposible hablar de la película sin traer a colación el misterioso hallazgo de las 17 toneladas de oro y plata sacadas por Stemm de un lugar y de un barco que se niega a identificar.
Lo único que se conoce es que, el jueves pasado, Stemm cargó su botín con destino a Florida en el aeropuerto de Gibraltar en un avión fletado por Odyssey y procedente del aeropuerto JKF de Nueva York. Stemm llevaba buscando en aguas españolas, desde 1999, un cargamento de monedas valorado en más de 200 millones de dólares, como el que ahora dice haber encontrado. Se sospecha que en estos ocho años, haya podido localizar y excavar los restos de cerca de quinientos barcos ante la miope vigilancia de la Junta de Andalucía, con Carmen Calvo como consejera de Cultura, y del Gobierno de Zapatero, con Calvo como ministra del ramo.
Fuente: María Pulido / La Razón.es, 24 de mayo de 2007
Por su interés y sus implicaciones traduzco de la noticia publicada en Terrae Antiqvae, que procede de una fuente tan autorizada en estos temas como National Geografic. Parece que están moscas porque ellos se gastan el dinero en excavar mientras que los piratas de Oyssey se llevan las monedas directamente. Parece confirmar la procedencia española.
“El futuro del tesoro del naufragio está en el aire, dice un experto”
Willie Drye para Nacional Geografic News
En lo que podría ser el tesoro submarino más rico jamás encontrado, exploradores sacaron la semana pasada cientos de miles de monedas de época colonial de un pecio en el Océano Atlántico.
Las monedas de plata y oro podrían alcanzar un valor de 500 millones de dólares, predicen algunos expertos.
Pero ahora Odyssey Marine Expeditions, la compañía con base en Florida que descubrió las monedas, podría afrontar una demanda sobre su dinero.
España podría presentar una reclamación legal sobre los derechos de rescate del navío y sobre los objetos encontrados en el barco- incluyendo las monedas.
El Abogado de Washington D.C. James A. Goold dijo hoy que ha notificado a Odyssey que las leyes españolas que regulan el salvamento y la posesión del contenido de los barcos hundidos podrían ser aplicables a este pecio.
Goold, que trabaja para la firma Covington y Burling, dijo que también le ha pedido a Odyssey información acerca de la identidad del barco y su cargamento.
Pero la compañía planea mantener la localización oculta, y Natja Igney, portavoz de Odissey dijo que no podía responder a ninguna pregunta sobre el barco.
La compañía- que todavía no tiene certeza sobre la nacionalidad, el tamaño y la época, lo ha bautizado como el Cisne Negro.
George Bass, profesor retirado de arqueología submarina de la Universidad A & M de Tejas dijo a National Geographic News que entiende por qué Odissey mantiene en secreto la localización del Cisne Negro, pero le preocupa que no se hayan revelado otros detalles. “Puede que haya alguna razón para ello, pero no es la forma en que los científicos tratarían el asunto,” dijo Bass.
Un pecio como el del Cisne Negro debería haber sido manejado con mucho cuidado por arqueólogos submarinos profesionales, que podrían haber tardado años en excavar e interpretar completamente el hallazgo.
¿Una carga clandestina?
Odissey, cuyo centro de operaciones está en Tampa, anunció a principios de este mes que había encontrado un barco que se había hundido en el Océano Atlántico, con una carga de monedas de oro y plata.
El 21 de Mayo la compañía hizo el anuncio oficial de que no revelaría el nombre del barco por razones de seguridad.
“Por nuestra experiencia con otros pecios sabemos que dar información sobre la identidad de los pecios… provoca salvajes especulaciones sobre el valor, los derechos de propiedad y el resultado de otros temas.
Oddisey dice que ha recuperado 17 toneladas de monedas que han sido traídas a los Estados Unidos con una licencia de exportación válida concedida por el país desde el que han sido exportadas. Asimismo han sido importadas válidamente según las leyes estadounidenses.
La información no aclara que país ha concedido la licencia de exportación.
“La Constitución del Océano”
Goold, que ha representado a España en otros casos relacionados con los derechos de salvamento de pecios, dijo que no podía responder a preguntas sobre si España le ha pedido que emprenda acciones legales contra Odyssey.
Él informó que informó a Odyssey el 18 de Mayo sobre las leyes españolas y les pidió información sobre el Cisne Negro, pero no obtuvo respuesta.
(Gooled también ha representado a Nacional Geografic Society, cuya sede está en Washington, D.C., en temas legales. Nacional Geografic News es parte de esta sociedad.)
En su nota del 21 de Mayo Odyssey decía que su trabajo en el barco se ha hecho de acuerdo a las leyes más relevantes, incluyendo la Convención de la Ley del Mar.
Asimismo afirmaba que ninguna parte del trabajo del Odyssey se ha realizado en aguas de jurisdicción española.
La Convención de la Ley del Mar fue promulgada por las Naciones Unidas en 1982 y se aplica a los pecios encontrados en alta mar, fuera de la jurisdicción de ningún gobierno.
La convención, firmada por 150 naciones, reconoce los derechos de propiedad de los países sobre sus barcos hundidos.
Se la ha llamado la “Constitución del Mar”, dijo Peter Oppenheimer, Abogado de la Oficina Nacional de los Estados Unidos para la Administración Oceánica y Atmosférica y el Consejo Generalpara las Leyes Internacionales.
Los Estados Unidos no han firmado la Convención pero reconocen la mayor parte de sus disposiciones.
Una de esas disposiciones afirma que “los objetos encontrados a bordo de cualquier pecio se preservarán y pondrán a disposición del conjunto de la humanidad, poniendo particular atención en los derechos preferenciales del estado o país de origen.”
El futuro del barco.
Bass de Texas A& M se preguntaba por el destino de los otros objetos- aparte de las monedas- encontrados en el barco.
“Si es un barco bien conservado de un periodo concreto, todas sus partes seran importantes. Sabemos que tiene monedas. Pero el resto ¿va a ser abandonado? ¿Se está tratando la historia de la forma correcta?
Fuente:
National Geographic Society. May 24, 2007
Link: http://news.nationalgeographic.com/news/2007/05/070524-ship-treasure.html
Shipwreck Treasure's Fate a Toss-Up, Experts Say
Willie Drye for National Geographic News
In what could be the richest deep-sea treasure ever found, explorers last week pulled up hundreds of thousands of colonial-era coins from a shipwreck in the Atlantic Ocean.
The silver and cold coins could fetch as much as 500 million U.S. dollars, some experts predict.
But now, Odyssey Marine Expeditions, the Florida-based company that discovered the coins, could face a run for their money.
Spain may present a legal challenge over salvage rights to the vessel and ownership of any artifacts on the ship—including the coins.
Washington, D.C. attorney James A. Goold said today he has notified Odyssey that Spanish laws regarding salvage and possession of the contents of sunken Spanish ships may be applicable to this shipwreck.
Goold, who is with the firm Covington and Burling, said he has also asked Odyssey for information About the identity of the ship and its cargo.
But the company plans to keep the location under wraps, and Natja Igney, a spokesperson for Odyssey, said she could not respond today to questions About the ship.
The company—which is still uncertain of the ship's nationality, size, and age—has coined itBlack Swan.
George Bass, a retired professor of underwater archaeology at Texas A&M University told National Geographic News he understands why Odyssey is keeping the location of the Black Swan secret.
But he is concerned that other details haven't been disclosed.
"There may be a reason, but that's not the way scholars would deal with it," Bass said.
Bass said a shipwreck such as the Black Swan would be handled very carefully by professional underwater archaeologists, who might take years to fully excavate and interpret a site.
A Clandestine Cargo?
Odyssey, which is headquartered in Tampa, announced earlier this month that it had found a ship that had sunk in the Atlantic Ocean with a cargo of gold and silver coins.
On May 21 the company announced in a statement it would withhold the name of the ship because of security concerns.
"Based on past experience with other shipwrecks, we have found that putting out information About the identity of shipwrecks ... results in wild speculation About values, ownership rights and scores of other issues," the statement said.
Odyssey said it had recovered 17 tons of coins and that the coins were brought into the United States with a valid export license granted by the country from which they were exported. They were also imported legally pursuant to U.S. law, Odyssey said.
The statement did not say what country had issued the export license.
"Constitution of the Ocean"
Goold, who has represented Spain in other cases involving salvage rights to Spanish ships, said he could not respond to questions About whether Spain has instructed him to begin legal proceedings against Odyssey.
He notified Odyssey of Spanish laws and requested information About the Black Swan on May 18, but to no avail.
(Goold also has represented the National Geographic Society, which is headquarted in Washington, D.C., on legal matters. National Geographic News is part of the Society.)
In the May 21 statement, Odyssey said its work on the ship was done in accordance with relevant laws, including the Law of the Sea Convention.
None of Odyssey's work on the Black Swan had been done in waters subject to Spanish jurisdiction, the statement also noted.
The Law of the Sea Convention was enacted by the United Nations in 1982 and applies to shipwrecks found on the high seas, which are outside the jurisdiction of any government.
The convention, supported by 150 nations, recognizes countries' ownership of their sunken vessels.
It has been called the "constitution of the ocean," said Peter Oppenheimer, an attorney with the U.S. National Oceanic and Atmospheric Administration's Office of General Counsel for International Law.
The United States has not signed the convention but does recognize most of its provisions, Oppenheimer said.
One such provision states that "artifacts found Aboard any shipwreck shall be preserved or disposed of for the benefit of mankind as a whole [with] particular regard being paid to the preferential rights of the State or country of origin. ..."
The Ships Fate
Bass of Texas A&M wondered what might become of other artifacts besides the coins Aboard the Black Swan.
"If it's a well-preserved ship of a particular period, every part of it would be important," Bass said.
"We know it has coins. Is it just going to be abandoned? Is that treating history the way it should be?"
Source: National Geographic Society. May 24, 2007
Link: http://news.nationalgeographic.com/news/2007/05/070524-ship-treasure.html
Desde mi punto de vista habría que presentar una protesta formal ante el gobierno de Gibraltar y denunciarle como colAborador necesario del expolio.
Otra noticia sobre los corsarios (con patente de corso del gobierno británico para buscar el Sussex en aguas españolas), cortesía de Terrae Antiqvae:
Los mayores expertos nacionales, desde Cataluña a La Caleta, coinciden: hay tantos tesoros submarinos como desidia administrativa. Los cazatesoros llevan décadas con ventaja para dar con el 'Sussex', el 'Cisne Negro' o el 'Nuestra Señora de Atocha'.
Estamos en 1998, cerca del Peñón de Gibraltar, en la cubierta de un barco de cazatesoros zarandeado por las olas. El Halcón de los mares (como aquella película de Errol Flynn) anda en busca del HMS Sussex, un galeón británico hundido el 19 de febrero de 1694 con un importante botín en sus tripas. El velero es una sombra en estas aguas oscuras y agitadas. Pasan dos años, anuncia el calendario, y los codiciosos regresan en un buque alquilado en Francia, el Minibex. «Estuvo atracado en 2000 y 2001 en Sotogrande», recuerda Lorenzo Sarmiento de Dueñas, Abogado maritimista, periodista, escritor, un imán tenaz tras los cazatesoros de la Odyssey durante estos últimos años.
Vuelan las hojas del almanaque. Estamos en 2001, y la Odyssey Marine Exploration obtiene un permiso del Gobierno español para hacer una prospección y localizar el Sussex. A bordo se ve a veces a algún arqueólogo español, recuerda Sarmiento, el perseguidor incansable desde el mirador de su pequeño barco de catorce metros de eslora. Pero el Minibex intenta ir más lejos de lo que el documento le autorizaba, y el Gobierno, que había recibido más de una crítica por aquella visa, dice basta. La Guardia Civil les expulsa de la zona en 2002, aunque en esta historia aún está lejos el final. Entre 2000 y 2006, toma el relevo otro barco, el Ocean Boomer, y los mismos «barqueros». Al cAbo, este invierno, otras dos siluetas, la del Odyssey Explorer y la del Ocean Alert.
Siempre un mismo lugar
«A partir de febrero -relata el Abogado e investigador- el Odyssey comenzó a trabajar en aguas españolas en campañas de diez días, regresando a Gibraltar du-rante periodos muy cortos, para descargar y aprovisionarse. Se puede comprobar que durante el día cambiaban unas millas de posición, seguramente para no levantar sospechas y despistar sobre el punto donde pensaban extraer las monedas. Pero si miramos las posiciones nocturnas y las que realizan a lo largo de marzo, en la segunda campaña de 17 días, siempre regresan a la posición 36º 2' N y 5º 12' W, lugar en el que vienen manifestando que estaba lo que ellos llamaban la fragata Sussex, sin que jamás aportaran prueba alguna de que se trataba de ese barco». Dos acuerdos hilvanan, que no cosen, la operación. El primero, entre la Odyssey y la Armada Británica para buscar el Sussex; el segundo, una nota verbal (comunicación por escrito, valga el contrasentido, típica del ministerio de Asuntos Exteriores) en la que el departamento de Miguel Ángel Moratinos autorizaba a «prospeccionar, identificar sin remover arena, siempre con la presencia de arqueólogos de la Junta».
La nota verbal resulta un procedimiento «sorprendente» en este caso, porque las competencias arqueológicas las tienen las autonomías. Al parecer, el ROV Hércules, ese robot tan grande como una habitación, 18 toneladas de última tecnología, removió -sin ningún arqueólogo a bordo- y halló, no se sabe si el Sussex.
El cargamento fotografiado tras su viaje a Estados Unidos tenía el aspecto de una esquina de la cueva de Alí Babá: 17 millones de toneladas de oro y plata valoradas en 500 millones de dólares, quizá sacadas de algún lugar entre Estepona, la roca de Gibraltar y Sotogrande, según delata el satélite AISlive escrutado por Sarmiento y según opinan todos los especialistas consultados, o de algún punto del Atlántico, en aguas internacionales, según la compañía Odyssey (www.shipwreck.net).
El sentido del sinsentido
Estamos cerca de la ciudad romana de Ampurias, en el Thetis, el barco desde el que se lanza al agua tres horas cada día -desde mayo hasta principios de noviembre- Xavier Nieto, director del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña, una autoridad del fondo del mar. «Como arqueólogo me sorprende mucho que el ministerio dé una autorización así», afirma. Aunque, tras pensarlo dos veces, surge un «sentido»: el tradicional abandono en el que malvive este territorio de nuestra cultura. «La arqueología subacuática española llega muy tarde -explica-. Los países del Mediterráneo empezaron en los años 50; nosotros, en 1981, 30 años de desventaja, y ahora estamos peor que entonces. Se crearon cuatro centros, y ahí se les dejó, con una escasísima dotación humana y presupuestaria. Hay menos de una docena de arqueólogos profesionales que trabajen sobre ese inmenso patrimonio, no hay ninguna Universidad que les forme, salvo alguna asignatura cuatrimestral aislada, y existe un evidente problema legislativo. La ley de 1985, que equiparaba la arqueología en tierra con la del mar, era muy poco realista».
Xavier Nieto ha navegado por océanos y bibliotecas, como Herman Melville en Moby Dick. En España, donde el mundo submarino es un lugar desconocido, es rara avis. Dice que, si hablamos de naufragios y tesoros contantes y sonantes, la costa andaluza es un lugar excepcional.
«En Sevilla se instaló la Casa de Contratación de Indias (1503), y por allí pasaban todos los galeones que venían de América. En cuanto a Cádiz, la entrada a la Bahía es muy peligrosa, porque hay unas barras de arena que modifican la topografía submarina, y que provocaban muchos accidentes, por eso es una franja con tantos pecios».
Nieto no se atreve a aportar una cifra de lo que se esconde ahí abajo -«es imposible saberlo»-, pero otros sí lo hacen. Gonzalo Millán del Pozo, escritor, curioso, director del Proyecto Poseidón, grupo que pretende proteger el patrimonio cultural subacuático, habla de más de 800 galeones hundidos con cargamentos que podrían superar los 100.000 millones de euros.
Claudio Bonifacio, cazatesoros, opina que bajo nuestras costas podría haber 800 toneladas de oro y 12.000 de plata, amén de otros tesoros. Un botín inmenso, en cualquier caso. O un patrimonio histórico y cultural, según los ojos que lo miren.
En el Centro Andaluz de Arqueología Subacuática (CAS), en Cádiz. Los ojos de Carmen García Rivera, la coordinadora, no son dos monedas.
«Nuestra misión no es recuperar tesoros, sino investigar, proteger y conservar el patrimonio donde está. Lo importante es la información histórica que nos aporta. El cargamento económico sería sólo un valor añadido».
Una década de limitaciones
El CAS gaditano cumple este año su primera década, tiempo en el que han tratado de hacer una carta arqueológica rigurosa -por ahora, incluye unos 80 yacimientos- como paso previo para su investigación. «Hemos utilizado información oral, archivos, documentos, y el trabajo que hizo una empresa estadounidense en el Proyecto Galeón durante la Expo», afirma. García Rivera cree que el desarrollo tecnológico debe servir para proteger los pecios y para luchar contra el expolio.
«El reglamento de actividades arqueológicas de la Junta de Andalucía dice claramente que nadie puede remover arena sin un permiso de la Consejería, y siempre que la investigación tenga un objetivo científico», recuerda.
Desde luego, ninguna de estas dos condiciones se han cumplido en el caso Odyssey, si es que su hallazgo se ha producido en aguas españolas, como sospechan arqueólogos y Administración. Esta compañía fundada en 1986, que el pasado día 18 duplicó su valor en Bolsa, parece seguir al novelista chileno Francisco Coloane (1910-2002): «Todo lo que se encuentra en el mar, sin dueño, es de uno» (El camino de la ballena, 1962).
La Unesco denunciaba en 2001 que «el intenso pillaje de los sitios arqueológicos marinos por parte de buscadores de tesoros, así como por la frecuente pérdida de materiales de inestimable valor para el estudio de los orígenes de las civilizaciones y de su historia». El despacho del presidente de la Asociación de Rescate de Galeones Españoles, en Madrid, sirve para decir lo mismo: «En España apenas existe la arqueología subacuática. En EE.UU. hay más de veinte empresas dedicadas a buscar pecios», dice.
Una de ellas, la de Mel Fisher, quizá el cazatesoros más popular, halló el Nuestra Señora de Atocha, que se fue a pique en 1622. Fisher empezó la caza en 1970. Recuperó oro y plata, y algunas de aquellas monedas todavía se venden en su web, www.melfisher.com
Es otro ejemplo de que el caso Odyssey es uno entre miles. Habrá más y hubo muchos antes.
Fuente: JUAN FRANCISCO ALONSO / La Voz Digital.es, 28 de mayo de 2007
Irluaxair, voy a hacer de Abogado del diablo. Si ellos dicen que estuvieron vigilados, como parece más o menos cierto, e incluso añaden que no estuvo un arqueólogo español por dejadez o lo que sea, entiendo que con eso tampoco se demuestra que el pecio lo expoliasen en aguas españolas, porque con la misma gentileza también pueden decir que se invitó a un arqueólogo español para que comprobase que la extracción no se realizaba en aguas españolas, y que aquí estábamos tan seguros de que el pecio no se encontraba en nuestras aguas, que ni llegamos a enviar un arqueólogo. Tienen que empezar por señalar la ubicación del pecio.
Yo no creo que se puedar ir por ahí, sino por los datos de satélite y las posiciones de los buques. Hace unos días, también leía otra entrevista en la que se preguntaba al Abogado de Odyssey en España cómo era posible sostener que el pecio estuviese en aguas internacionales, cuando el barco que realizó la extracción, aparece por datos de radar, siempre en aguas españolas. Respondíó que, con eso se demostraba que había otro barco. Para mí, cuanto más hablan, más se ponen en evidencia. Ahora, deben demostrar, no sólo que el pecio que ellos expoliaron estaba fuera de aguas españolas, sino que hubo un barco a mayores. Vamos, hombre, vamos...
Irluaxair, ¿sobre quién recae aquí la carga de la prueba? Para formular una denuncia, primero tendremos que demostrar que hemos sido expoliados, por lo tanto, aportar pruebas de que:
1) El pecio se encontraba en aguas españolas.
2) El Odyssey se encontraba sobre el pecio.
3) Que estando sobre el pecio, lo expoliaron.
A partir de ahí, supongo que ellos tendrán que probar que no fueron ellos los que expoliaron el pecio y que, a tenor de lo que señala su Abogado español, "hubo otro barco que extrajo el tesoro del Cisne negro en aguas internacionales.
En definitiva, que en mi opinión, para realizar una denuncia y reclamar lo que es nuestro, España es quien debe probar sus acusaciones.
En vez de lamentarse, lo ideal sería crear una sección de arqueología submarina desde el ministerio y dotarla de la tecnología apropiada para llevar a cAbo acciones de "rescate de pecios", tal como hacen estos piratas, pero oficialmente y con todas las garantias legales. Asi no tendriamos que quejarnos que nos expolian. Y si ademas se les prohibe la entrada en aguas españolas mejor. Los costes de esta operación están mas que cubiertos por lo visto.
Bueno, creo que el acuerdo lo firmaron el gobierno español y el británico, aunque la empresa que lo materializaba era efectivamente Odyssey, para el Sussex, no para el Cisne Negro.
Madrid rompe un acuerdo con Londres sobre un barco hundido y su tesoro
Me temo que lo firmó Exteriores porque la Junta de Andalucía no puede obligarse mediante acuerdos de tipo internacional, y es de suponer que Exteriores contaba con el beneplácito (¿tácito?) de la Junta de Andalucía, que es, insisto, quien creo que ostenta las competencias para autorizar una intervención arqueológica en sus aguas. Hay dejadez por parte de la Junta. El Ministerio de Cultura, repito también que ejerce sus competencias en cuanto tiene conocimiento del expolio -que es en donde las tiene- y por ahora, su actuación me parece correcta.
Es cierto que los españolitos tenemos que fastidiarnos con la "lentitud administrativa", pero alguien que no tiene nuestra nacionalidad puede usar resquicios, y sabiendo esto, aún no me acAbo de explicar como la Junta de Andalucía no fue mucho más diligente y previsora para evitar que ahora estemos lamentando algo que va a tener difícil solución. Por eso, para mí el principal responsable, por no haber actuado con previsión ante estos impresentables es la Junta.
En el fondo, estamos de acuerdo. Si se ha producido un expolio, los responsables máximos del mismo son los expoliadores, pero desde luego, no creo que la actitud de la Junta de Andalucía sea un ejemplo a imitar.
Para evitar que el enlace en días sucesivos no funcione, os copio la noticia que apareció hace una hora en La Gaceta de los Negocios, que entra en contradicción con la información aparecida hoy en El País. El Abogado James Goold, que defiende los intereses de España en Estados Unidos, ha interpuesto dos demandas ante un juzgado de Florida que, de acuerdo con La Gaceta, ponen a Odyssey Marine Exploration contra las cuerdas. La compañía, también según el mismo diario, ha informado de forma oral a Goold de la posición del pecio, que estaría situado a 40 millas al sur de Gran Bretaña. Se trataría pues, del Merchant Royal, circunstancia que, recordemos, se compadece muy poco con la aparición de monedas con la efigie de Carlos III, pues el Merchant Royal naufragó en Cornualles en 1641. Por otra parte ¿qué sentido tendría descargar un tesoro en Gibraltar cuando el pecio se halló a 40 millas de Gran Bretaña?
Goold presiona a Odyssey para descartar el hallazgo fortuito del tesoro en el Atlántico
Exige a los cazapecios que afirmen por escrito que hallaron el Merchant Royal.
El satélite AISlive excluye que la extracción pudiera hacerse en abril en el Atlántico.
Santiago Mata. Madrid. El Abogado James Goold, por encargo del Ministerio de Cultura, ha presentado ante el juzgado competente en Tampa (Florida) dos demandas para que se respete la propiedad española de los barcos o cargas presuntamente encontradas por Odyssey Marine Exploration (OME). OME sigue sin haber mostrado una imagen del tesoro que dice compuesto por medio millón de monedas de plata y varios miles de monedas de oro, pero comunicó oralmente a Goold la posición del pecio: 40º 25’ Norte y 6º 00’ Oeste, es decir, el pecio sería el Merchant Royal, cuyo hallazgo ya había reclamado OME, y no un pecio fortuitamente hallado a 100 millas de Gibraltar (entre Portugal y Marruecos, según aireados rumores).
Odyssey no ha operado en Gibraltar ningún buque oceanográfico con vehículos controlados a distancia (ROV) aparte del Odyssey Explorer. Puestos a guardar algo encontrado en aguas internacionales, sobre todo a 40 millas de Gran Bretaña, sería absurdo haberlo descargado en Gibraltar.
Las demandas de Goold ponen a OME contra las cuerdas, ya que si confirma que el pecio es el Merchant, no podrá probar que ha trabajado allí. Si, alegando las salidas al Atlántico del Explorer, desmiente la información dada oralmente a Goold, tendrá que inventarse una posición de trabajo y un pecio hoy inexistente. No tendrá pecio, y también se podrá probar que ese tiempo de despiste en el Atlántico no es suficiente para extraer 17 toneladas moneda a moneda: según el satélite AISlive, cuyos datos transmitió ayer a LA GACETA Pipe Sarmiento, el Explorer estaba en Gibraltar los días 8, 14, 16 y 27: nunca tuvo tiempo para campañas de extracción como la del 1 al 17 y de ese día al 20 de marzo, en que presuntamente extrajo el tesoro de aguas españolas.
Gibraltar calla
Un conocido periodista gibraltareño afirmó a LA GACETA que es imposible que el tesoro de Odyssey se exportara sin conocimiento del Ministro Principal de la colonia, Peter Caruana. Dado que el Ministerio de Defensa inglés pretende suprimir la mayoría de los puestos de trabajo civiles, por la reduccion de efectivos e instalaciones militares, y que el Gobierno gibraltareño se ha comprometido a crear una empresa que mantenga a quienes acepten voluntariamente el despido, se entiende que no tenga nada que decir sobre la salida del tesoro desde Gibraltar. A última hora es Gran Bretaña la que garantiza que los sueldos de Gibraltar están equiparados a los de la metropoli.
Cortesía de la US Navy
En un artículo publicado en abril de 1998 en la revista Maritime Heritage Magazine (y al que tanta importancia dan que aún está en la web de OME), Greg Stemm y el capitán de navío de la US Navy J. Ashley Roach (retirado) se refieren a los éxitos del descubridor del Titanic, el Bismarck y el Yorktorwn en grandes profundidades, Robert Ballard (también marino retirado, pero británico), asegurando que “el público no se da cuenta de que las aventuras de Ballard son, en su mayor parte, cortesía de la US Navy”.
En su mayor parte, sí, cuando la parte que se considera principal es la técnica. Ballard no pretendía enriquecerse con sus hallazgos, sino más bien, como suelen decir los arqueólogos, aprender algo de esos buques. Stemm se cree con derecho a que la Armada británica le devuelva favores. En todo caso, el dato claro es que Ballard no ha hecho ningún hallazgo espectacular desde 1998, precisamente el año en que comenzó su andadura como cazapecios Stemm. De momento, el Ministerio de Defensa sigue considerando válidos tanto el acuerdo para buscar el Sussex como el acuerdo para que los barcos de OME puedan “atracar y repostar en los diques”... Aún no ha dicho nadie qué empresa trasladó el tesoro del muelle de submarinos (South Mole) a los túneles y (en su caso “o”, si no se acepta el testimonio de los transportistas) al aeropuerto. La tripulación ya se fugó. Por cierto, el Ministerio de Cultura está dedicido a embargar los barcos si salen de Gibraltar. Un consejo: evacúen los valiosos robots del Explorer por avión.
Fuente: La Gaceta de los Negocios
Londres niega que ayudara a descargar los ‘cazatesoros’
Un diario digital gibraltareño anunció la llegada de tropas para proteger los barcos
p.s./m.g./agencias/gibraltar/madrid
La Embajada británica en Madrid negó ayer cualquier participación del ministerio de Defensa del Reino Unido en la descarga de material de embarcaciones propiedad de la empresa Odyssey Marine Exploration. La Embajada desmintió en un comunicado "algunas informaciones aparecidas en los medios de comunicación" sobre este asunto y aseguró que "el ministerio de Defensa en Gibraltar no ha trasladado ni almacenado carga alguna en nombre de Odyssey Marine Explorations".
El Gobierno británico "continúa en estrecho contacto" con el Ejecutivo español y "rechaza cualquier sugerencia" de que "haya actuado de manera inapropriada o ilegalmente", añade el comunicado de la embajada.
EL FARO INFORMACIÓN y el diario La Razón informaron ayer de que los dos barcos que la empresa Odyssey mantiene en Gibraltar se deshicieron el miércoles de su cargamento en una operación que "contó con la ayuda de los oficiales de la Marina británica".
Una juez de La Línea de la Concepción ordenó el pasado martes la captura de esos dos buques, Odyssey Explorer y Ocean Alert, para que las bodegas de los barcos sean inspeccionadas en un puerto español.
La Embajada británica en España afirmó ayer que Reino Unido no prevé desplegar en los próximos días fuerzas especializadas en la protección de instalaciones marítimas y buques en lo que sería un ejercicio militar imprevisto, tal y como informó el diario digital gibraltareño Gibfocus.
Fuentes de la legación señalaron que tampoco existe ninguna actividad programada que guarde relación con un despliegue de dichas fuerzas.
Si bien el diario gibraltareño precisaba que no había datos "oficiales" sobre este ejercicio, también señalaba que algunas informaciones lo habían relacionado con la polémica suscitada por el tesoro recuperado por la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration.
Una jueza de La Línea ordenó recientemente apresar los dos buques de Odyssey que han navegado en los últimos meses por el Mediterráneo (el Odyssey Explorer y el Ocean Alert) en cuanto estén en aguas territoriales españolas (actualmente se hallan en Gibraltar) para llevarlos a un puerto español y proceder a su registro.
Los buques se encuentran atracados en la base naval militar de Gibraltar y en la mañana del pasado miércoles, la tripulación y militares de la Armada británica sacaron de la cubierta con destino desconocido el robot Hércules de exploración submarina, que podría tener imágenes que probaran el supuesto expolio del tesoro que reclama España por entender que las 17 toneladas de monedas de oro y plata que Odyssey transportó por vía aérea desde Gibraltar a Estados Unidos se encontraba en aguas jurisdiccionales españolas.
El problema estriba en dónde se lleve a cAbo ese arresto. España, basándose en el Tratado de Utrecht por el que cedió la ciudad y el puerto del Peñón, pero no sus aguas circundantes, sólo reconoce como británicas las aguas del puerto de Gibraltar, mientras que Londres viene reivindicando hasta tres millas náuticas.
El diario también menciona, citando expertos, que, según el acuerdo sellado entre Odyssey Marine Exploration y el Ministerio de Defensa británico, éste último debería ofrecer protección a los barcos de la empresa mientras estos estén bajo su jurisdicción.
Sin embargo, fuentes de la Embajada británica en España señalaron a Europa Press que ese acuerdo es sólo para facilitar que los barcos de Odyssey puedan atracar y repostar en la base naval de Gibraltar.
Por otra parte, el Abogado que representa al Gobierno español en la defensa de sus intereses sobre un fabuloso tesoro submarino negó ayer que haya sido asesor jurídico de la empresa responsable de la extracción de dicho tesoro, tal y como dijo el senador del Partido Popular Juan Van-Halen.
http://www.ultimahora.es/segunda.dba?-1+7+401422
Las pruebas contra el barco 'Odyssey Explorer' se obtuvieron en Costitx
Desde Mallorca se realizó un minucioso seguimiento del barco 'pirata' norteamericano que ha expoliado el Estrecho
Entonces ¿qué ocurre? Parece, Ministra de Cultura incluída, que todo el mundo prefiera gritar ¡al ladrón, qué me ha robado! antes que investigar una alternativa. Parece que es más fácil repartir culpas al gobierno, Junta, Armada o Guardia Civil que pensar que, precisamente porque la vigilancia era la adecuada y porque los permisos no llegaron a ejecutarse nunca por incumplimiento de Odyssey, éste se fue a otra zona a extraer algo que ya tenía localizado desde hacía tiempo para compensar sobradamente las pérdidas que le representaba el aplazamiento de la operación del Sussex. ¿Alguien quiere apostar algo conmigo?
REPORTAJE: LOS PAPELES DEL ODYSSEY
¿Quieren que saquemos su tesoro?
Odyssey invitó al Ministerio de Cultura a participar en el descubrimiento del 'Cisne Negro'
ÁLVARO DE CÓZAR - Madrid - 23/07/2007
"Nadie puede saberlo. Sólo Odyssey. Y sólo lo sabremos cuando ellos quieran decirlo o cuando les obliguen a hacerlo. Pero yo creo que es La Mercedes". La funcionaria bajó la voz al pronunciar el nombre del barco. Hacía tan sólo cuatro días que la empresa estadounidense había anunciado el hallazgo de 500.000 monedas en un pecio de la época colonial, bautizado con el nombre en clave de Cisne Negro. Su hipótesis estaba aún demasiado verde y se basaba en los últimos legajos consultados por los historiadores de Odysssey en el Archivo de Indias. Pero aquello tenía sentido. Si Odyssey decía la verdad y el tesoro había sido encontrado en el Atlántico, en aguas internacionales, entonces La Mercedes encajaba bien en la historia. "Yo no sé mucho", prosiguió la funcionaria al otro lado del teléfono, "sólo que se hundió en 1804 en la batalla del CAbo Santa María. El nombre completo es Nuestra Señora de las Mercedes, y se hundió frente a la playa de Faro (Portugal)".
El Gobierno español y la empresa estadounidense se verán hoy las caras en un juzgado de Tampa (Florida)
Había algo más que no comentó la funcionaria y que explica cómo en tan pocos días las autoridades españolas ya imaginaban que el tesoro podía haber sido encontrado frente a las costas del Algarve. Ese algo más aparece en el informe de 109 páginas que Odyssey envió a tres ministerios, la Junta de Andalucía, la Fiscalía de Cádiz y la Guardia Civil el pasado 6 de julio. Ahí se cuenta como el co fundador de Odyssey, Greg Stemm y su Abogado en España, José Luis Goñi, se habían reunido meses antes en la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura.
Fue en noviembre de 2006. En la reunión estaba presente Elisa CAbo, del ministerio y en ella se discute la posibilidad de que existan otros hallazgos de interés cultural o histórico para España. Stemm le ofrece la oportunidad de colAborar en los proyectos discutidos. Uno de esos proyectos era el del Cisne Negro. No se concretó nada en esa reunión y no se volvió a hablar del asunto.
Meses después, cuando Odyssey presenta al mundo el hallazgo del que probablemente sea el mayor tesoro del mundo, algunos funcionarios del Ministerio y la Junta suman dos y dos y llegan a la conclusión de que, quizás en aquellas ofertas de colAboración estuviese la clave sobre el pecio encontrado.
Todo esto ocurrió antes de que la Guardia Civil juntase todas las piezas que le proporcionaron los movimientos de los buques de Odyssey registrados en los controles de Tarifa Tráfico. Esos movimientos probaban que sus barcos habían estado trabajando durante los meses de abril y mayo en una zona cercana a las costas del Algarve, lo que convertía en buena la hipótesis del Nuestra Señora de las Mercedes.
Ésa sigue siendo la línea de trabajo más utilizada por la Guardia Civil y el Ministerio de Cultura. La fragata fue volada en octubre de 1804. Un balazo de unos de los barcos ingleses del comodoro Graham Moore la mandó a pique. Fue una derrota memorable de la flota comandada por el brigadier Bustamante. La fragata tenía oficialmente tres millones de pesos de la época, aunque su carga real podría ser mucho mayor.
Ambas partes se verán hoy las caras en un juzgado de Tampa, en Florida. El plazo para que Odyssey ofrezca más información sobre el hallazgo del Cisne Negro vence en unas horas y por eso las autoridades españolas se muestran expectantes ante la posibilidad de que la empresa determine la procedencia del descubrimiento. Si la información facilitada por la compañía habla de un tesoro español, ya sea La Mercedes, o uno de los cientos de pecios españoles que se encuentran en la zona del Golfo de Cádiz, podría iniciarse un litigio por la carga que duraría años.
En la vista oral con el juez y en todo el caso, se darán cita además dos modelos de política arqueológica. Uno, el anglosajón, es liberal y procede del antiguo derecho de rapiña. Esta vieja ley marinera concede el estatus de propietario a aquel que encuentra algo en el mar y
aunque los organismos internacionales han intentado ponerle coto, lo cierto es que aún tiene vigencia para muchos. El otro modelo, el español, considera legítima la búsqueda arqueológica de pecios, siempre que no se comercie con él, algo prohibido por la ley de patrimonio español. Otros arqueólogos van más allá y consideran que aún es pronto para extraer los pecios españoles del fondo del mar. Esa última versión de la arqueología es la que defiende la Junta de Andalucía.
Pocos días después de que Odyssey anunciase el descubrimiento de las 500.000 monedas de plata, a la ex ministra de Cultura Carmen Calvo, le salió su lado Indiana Jones al declarar a la prensa: "Deberían estar en un museo". La frase fue repetida en los blogs y en las webs de aficionados y expertos cazatesoros, casi siempre rebotando la misma pregunta: ¿Recibiría visitas un museo con 500.000 monedas iguales?
ELPAIS.com
Odyssey pide indemnizaciones a España por "obstruir sus operaciones"
EFE. 07.08.2007 - 18:19h
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Buques de Odyssey atracados en Gibraltar. EFELa empresa "cazatesoros" Odyssey anunció hoy que ha solicitado indemnizaciones al Gobierno de España por las pérdidas que considera que ha sufrido por las "obstrucciones en sus operaciones", y le reclama un acuerdo de confidencialidad.
La compañía estadounidense confirmó en un comunicado que el lunes presentó el informe requerido por un tribunal de Tampa (Florida) en respuesta a la demanda planteada por España, pero sin que éste detalle la localización del yacimiento arqueológico descubierto en mayo y que reclama el Gobierno español .
Insiste en que en caso de que los tribunales concediesen a España la soberanía del yacimiento arqueológico,reclamaría el 90 por ciento del valor de lo rescatado.
La empresa con sede en Tampa solicita ese acuerdo de confidencialidad antes de aportar las informaciones requeridas por el Gobierno español para evitar filtraciones y que se vean dañadas sus actividades en la búsqueda de tesoros.Al mismo tiempo, Odyssey insiste en que en caso de que los tribunales concediesen a España la soberanía del yacimiento arqueológico, reclamaría el 90 por ciento del valor de lo rescatado .
En una primera reacción, el Gobierno español dijo no estar satisfecho con el contenido del informe, porque no se aportan los datos solicitados como la descripción arqueológica del lugar donde fue descubierto el pecio y el número de monedas y objetos extraídos, además de declaraciones juradas de expertos y empleados de Odyssey.
Críticas de Odyssey a España
Cita, además, el hecho de que el representante legal de España en Estados Unidos es el Abogado James Goold, presidente de la Fundación Naútica RPM, un potencial competidor de Odyssey en el suministro de servicios de búsqueda de restos arqueológicos submarinos.
Sobre la reclamación de indemnizaciones, que no cuantifica, Odyssey señala que ha sufrido una serie de pérdidas "por las recientes obstrucciones" que ha sufrido para llevar a cAbo sus actividades, y se refiere, en concreto, a lo que considera "Abordaje ilegal" del buque Ocean Alert .
También cita el "bloqueo ilegal" del buque Odyssey Explorer que ha impedido a la empresa seguir con sus operaciones arqueológicas.
En el comunicado difundido hoy, Odyssey reitera que ha cumplido con sus compromisos legales y actuado "con una política de transparencia y comunicación amplia sobre sus actividades arqueológicas" .
El presidente y director general de Odyssey, John Morris, reitera que las actividades de exploración de la empresa están fuera de las aguas jurisdiccionales de España y que han cumplido todos los requisitos legales
http://www.20minutos.es/noticia/266920/0/odyssey/pide/indemnizaciones/
REPORTAJE: PATRIMONIO
España pide ayuda a Gibraltar
Un juez solicita a la colonia británica asistencia legal en el 'caso Odyssey' y que impida la salida de un barco de la compañía
CÁNDIDO ROMAGUERA - Algeciras - 09/08/2007
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de La Línea de la Concepción (Cádiz), que instruye diligencias contra la empresa cazatesoros estadounidense Odyssey Marine Exploration por un presunto delito de expolio -recuperó unas 500.00 monedas de plata-, remitió el pasado martes al Gobierno de Gibraltar una comisión rogatoria de cooperación y asistencia internacional para que las autoridades británicas y gibraltareñas colAboren en las actuaciones legales.
La petición del juzgado se produce a instancias de la Administración española, que pretende conseguir información sobre las actividades de los buques de la empresa cazatesoros durante el tiempo que han permanecido atracados en Gibraltar. Igualmente, se solicita a las autoridades del Peñón y Reino Unido que eviten la salida de cualquier material extraído del mar por el único barco que aún mantiene la empresa en esa base naval, el Odyssey Explorer.
El Ejecutivo de Peter Caruana, ministro principal de Gibraltar, aseguró: "Si la petición de asistencia legal mutua es acorde con los requisitos legales internacionales y la legislación gibraltareña, por supuesto que será procesada como ocurriría con cualquier otro Estado de la Unión Europea".
"Es demasiado pronto para hacer una evaluación del documento". Desde ayer, la solicitud de asistencia del tribunal español está siendo estudiada por los Abogados del citado Gobierno, quienes emitirán un consejo legal. A partir de este documento, el Ejecutivo del Peñón tomará su decisión, posiblemente a principios del próximo mes de septiembre.
http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/Espana/pide/ayuda/Gibraltar/elpeputec/20070809elpepirdv_4/Tes
Las monedas son españolas
Odyssey declaró en la aduana de Gibraltar el transporte de 10.000 escudos y reales de a ocho españoles del tesoro hallado en el Atlántico en abril y mayo pasados
Á. DE CÓZAR / M. DELFÍN - Madrid - 22/09/2007
Son españolas. Las 500.000 monedas que la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration encontró en el Atlántico, cerca de las costas del Algarve, son escudos y reales de a ocho españoles. Eso es lo que la empresa de Florida, puntera en la búsqueda de pecios, declaró ante las autoridades aduaneras de Gibraltar los pasados días 10 de abril y 16 de mayo, fechas en las que cargó y transportó el tesoro con destino a Estados Unidos.
Stemm: "España ha querido forzarnos a dar información que ponía en peligro el pecio"
El Real de a ocho era el dólar español, la moneda usada por todas las naciones
La información aparece detallada en una nota verbal (la forma más común de comunicación diplomática) que la Embajada del Reino Unido en España envió al Ministerio de Asuntos Exteriores a principios de julio. En ella, los diplomáticos británicos adjuntan la licencia de exportación que Gibraltar concedió a la compañía, donde se especifica el contenido y el valor estimado de la carga.
En la primera licencia, del 10 de abril, Odyssey asegura que va a transportar 203 escudos de oro por valor de 203.000 dólares, según sus estimaciones; 10.090 reales españoles de plata (1.281.260 dólares); 200 lingotes de cobre (660); 3 cajas de oro (30.000), y otras piezas como balas de cañón, estaño, bronce y porcelana. En total, el valor que Odyssey da a toda la mercancía encontrada en esa fecha es de 1,5 millones de dólares (algo más de un millón de euros al cambio actual).
La segunda licencia, del 16 de mayo, es algo más parca en detalles. Sólo menciona que Odyssey transporta 557 cubos llenos de monedas de plata, con un peso de 14,5 toneladas, con un valor estimado de 2,5 millones de dólares (1,7 millones de euros actuales). El valor que la compañía da a las monedas en las licencias es mucho menor que el de las estimaciones hechas el día que anunció su descubrimiento. En aquel momento, los numismáticos de la compañía dijeron que las piezas podrían llegar a valer unos 4.000 dólares, muy lejos de los 1.000 dólares que aparecen en lo declarado por Odyssey en la aduana de Gibraltar. La explicación a esa diferencia, según la empresa, es que esas cantidades no reflejan el valor real de las monedas. "Nosotros asignamos el valor estimado basándonos en algunos requisitos de los seguros y en las regulaciones que existen en Estados Unidos. Nunca es el valor real", explicó ayer el cofundador de Odyssey, Greg Stemm. "Por ejemplo, en el SS Republic [uno de los pecios más importantes encontrados por la compañía], las monedas de oro tenían un precio de 100.000 dólares, pero su primera evaluación era de sólo 200".
En cualquier caso, tanto los reales de a ocho como los escudos son las piezas más codiciadas por los expertos numismáticos. El real de a ocho era el dólar español. Fue la moneda de plata acuñada por el imperio español en 1497 y la primera moneda de curso legal en Estados Unidos, usada por todas las naciones durante muchos años como divisa internacional, sobre todo a finales del siglo XVIII. En cuanto al escudo, se trataba del nombre genérico que recibían las monedas de oro y plata que tenían en una de sus caras un escudo. También se utilizaba ese nombre para referirse a las monedas de oro, de 3,4 gramos, con valor de 350 maravedíes. Fueron acuñadas en España por primera vez en 1535.
De todas formas, para Odyssey, el hecho de que las monedas sean españolas no quiere decir que el pecio encontrado también lo sea. La compañía argumenta que, efectivamente, las monedas españolas eran usadas por todas las naciones, y que eso no prueba la nacionalidad del barco. La empresa insiste en que, hasta el momento, los análisis realizados por sus investigadores no han podido determinar de forma concluyente de qué barco podría tratarse ni qué nación o naciones podrían reclamar parte del tesoro.
Los documentos facilitados por la Embajada del Reino Unido a España son para el Gobierno español y para sus Abogados un indicio claro de que el pecio encontrado en el fondo del mar es español. Pese a ello, el Gobierno no ha divulgado esa información, en su poder desde principios de julio. El asunto se encuentra parado en la Corte Federal de Florida, donde ambas partes esperan que el juez a cargo del caso indique si España tiene derecho a reclamar lo encontrado. En caso de ser así, ambas partes irían a juicio.
La hipótesis que considera España es que Odyssey podría haber encontrado el Nuestra Señora de las Mercedes, un buque mítico buscado por los cazatesoros de todas las naciones y que encierra uno de los mayores tesoros españoles hundidos. Esta fragata se hundió en octubre de 1804, en la batalla del cAbo de Santa María, durante un asalto por parte de una escuadra británica en el que los barcos ingleses apresaron otras tres fragatas cargadas con millones de pesos.
Sobre esta hipótesis Greg Stemm, cofundador de Odyssey, desmintió ayer que dijese a la agencia EFE que el pecio podría ser de la Mercedes. "Supongo que fue traducido mal. Yo jamás dije eso. Lo que dije es que para cualquiera de las hipótesis que se han hecho, incluyendo ésa, hay pruebas contradictorias. Hasta el momento no hemos podido establecer de qué pecio se trata", señaló.
Stemm volvió a recordar ayer que la empresa invitó al Ministerio de Cultura en 2006 a participar en la expedición que acabó encontrando el tesoro de las 500.000 monedas, bautizado con el nombre en clave de Cisne Negro poco después. "Al principio, no tenían interés; ahora, sí. Han intentado forzarnos a que demos información que consideramos que puede poner en peligro el sitio donde hallamos el tesoro".
http://www.elpais.com/articulo/cultura/monedas/espanolas/elpepuint/20070922elpepicul_2/Tes
La Guardia Civil obliga al buque cazatesoros 'Odyssey Explorer' a dirigirse de Gibraltar a Algeciras
Es uno de los barcos que supuestamente extrajo monedas de un pecio español hundido.- Una juez ha dado orden de apresarlo
ÁLVARO DE CÓZAR - A bordo del 'Odyssey Explorer' - 16/10/2007
El buque 'Odyssey Explorer', escoltado por una patrullera de la Guardia Civil tras salir de Gibraltar.- AFP
A las 9.38 de la mañana, el Odyssey Explorer, un buque de 76 metros de eslora y 2.200 toneladas, ha abandonado el puerto de Gibraltar donde permanecía atracado desde hace seis meses. Todos a bordo sabían que no iría muy lejos. Una fragata de la Armada española y una patrullera de la Guardia Civil escrutan desde la distancia las maniobras del Explorer. A las 10.50, cuando el barco ha rebasado las tres millas naúticas, la fragata de la Armada se pone en contacto con el Explorer. Ésta es la conversación:
- "Somos un buque de guerra español, ¿sabe que está usted en aguas españolas?"
- "Estamos en aguas internacionales [el Explorer facilita su posición]"
- "Corrija su posición, o nos veremos obligados a Abordarles"
Las malas condiciones meteorológicas, no obstante, desaconsejan una maniobra de Abordaje. Las autoridades españolas solicitan hasta tres veces al Explorer que ponga voluntariamente rumbo a Algeciras. La patrullera se aproxima por estribor y la fragata corta el paso al Explorer. A las 11.09 el cazatesoros cede y enfila a puerto español.
A bordo de la nave, los Abogados de Odyssey copiaban los datos del cuaderno de bitácora porque cuando la Guardia Civil apresó el Ocean Alert en junio (otro de los barcos de la empresa Odyssey Marine Exoploration, experta en la recuperación de pecios hundidos), se incautó de toda la documentación y los letrados de la compañía no pudieron reconstruir los hechos de dicho apresamiento, según afirman.
Una vez en el dique norte del puerto de Algeciras, el capitán del Explorer ha negado permiso para subir a bordo a la secretaria judicial del juzgado número 3 de la Línea de la Concepción, que estudia ahora los resquicios legales que le permitan subir al barco para examinar su carga. En el barco viajan periodistas de 10 medios de comunicación, británicos, alemanes y estadounidenses, además de EL PAÍS. El plan de Odyssey era que los medios asistieran a lo que la empresa considera un "Abordaje ilegal" de su barco.
Todo el proceso es orden del juzgado número 3 de la Línea, que investiga si la compañía expolió patrimonio español cuando, el pasado mes de mayo, anunció el hallazgo y recuperación del mayor tesoro recogido en un barco hundido 500.000 monedas de oro y plata de incalculable valor. Se supone que se trata de un barco español hundido en el siglo XIX y que fue hallado en aguas españolas, por lo que el tesoro debía pasar al patrimonio español. La compañía niega este hecho y señala que aún no ha sido posible determinar la identidad del pecio hallado, además de que sostiene que trabajó siempre en aguas internacionales.
500.000 monedas de plata
El pasado mayo, la compañía estadounidense Odyssey Marine Exploration, puntera en la búsqueda de pecios submarinos, anunció el descubrimiento del mayor tesoro encontrado hasta entonces en el fondo del mar: 500.000 monedas de plata y oro procedentes de un barco de la época colonial, rebautizado por la compañía con el nombre en clave de Cisne Negro. El anuncio no gustó al Gobierno español que sospecha que la empresa podría haber expoliado uno de los cientos de pecios españoles que se encuentran en fondo del océano Atlántico, frente a las costas del Algarve.
"Meramente judicial"
Por otra parte, el diputado socialista Salvador de la Encina, ha enmarcado estos hechos en el ámbito "meramente judicial", informa Cándido Romaguera. De la Encina pide que la operación no "enturbie" las relaciones entre España, Reino Unido y Gibraltar.
Además, los ecologistas de Verdemar, por boca de su portavoz, Antonio Muñoz, ha saludado la operación y, aunque ha considerado que el registro de la nave "no servirá de nada" respecto al caso del tesoro de 500.000 monedas de plata, sí será un ejemplo para disuadir a lotros cazatesoros que faenan por la zona.
Un juez ordena al Odyssey que entregue a España datos precisos del tesoro encontrado en mayo
Entre dicha información hay la que especifica el lugar exacto donde fueron halladas las monedas de oro y plata
10/01/2008| Actualizada a las 19:48h
Miami. (EFE).- Un juez de Florida ordenó hoy a la empresa estadounidense Odyssey que proporcione al Gobierno español toda la información relativa al tesoro de monedas de oro y plata hallado en mayo pasado, dijo a Efe el Abogado que representa a España.
"Estamos muy felices porque el tribunal falló a favor de España y ordenó hoy a Odyssey que nos entregue toda la información que hemos estado solicitando", explicó James Goold, letrado que representa al Gobierno español.
Mark A. Pizzo, juez que instruye el caso en un tribunal de Tampa (Florida), dio un plazo de catorce días a la empresa estadounidense Odyssey para que facilite a España la información detallada sobre el tesoro valorado en más de 500 millones de dólares (350 millones de euros).
El Gobierno español había exigido a la empresa submarina estadounidense, con sede en Tampa, que le proporcionara información específica sobre el lugar exacto del tesoro, entre otros detalles. Ahora, prosiguió Goold, Odyssey tiene la obligación ineludible de facilitarnos "la localización del barco (hundido del que procede el pecio), información sobre el tesoro y los "objetos" extraídos y el "permiso para examinar los artefactos" del cargamento rescatado. "Esperamos con ilusión revisar esa información", insistió Goold en una conversación telefónica con Efe.
El juez había pedido en noviembre pasado al Gobierno español y a Odyssey que trabajaran conjuntamente con objeto de llegar a un acuerdo de confidencialidad aceptable sobre el tesoro. Para Odyssey, que ha reiterado en numerosas ocasiones que el tesoro fue extraído fuera de las aguas jurisdiccionales de España, era una irresponsabilidad "difundir datos que permitieran la localización del sitio arqueológico" y que cualquiera con unos mínimos recursos "pudiera tener la tentación de tratar de rescatar más objetos de valor". Por ello, exigía al Gobierno español un acuerdo de confidencialidad con relación al cargamento extraído, pacto que nunca se consumó.
Los puntos de desacuerdo no se resolvieron, al parecer, y no se registró un avance sustancial en esta batalla legal sobre el pecio extraído por Odyssey en la operación denominada "Cisne negro" y que España reclama con firmeza.
Con el fallo del juez favorable a los intereses de España, todo indica que Odyssey deberá plegarse a las reclamaciones del Gobierno español y entregarle "la información que hemos buscado", apostilló Goold.
El pasado 18 de mayo la empresa Odyssey anunció el hallazgo de un tesoro compuesto de monedas de plata y oro que, según el Ministerio español de Cultura, es un "cargamento extraído de un pecio de bandera española".
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080110/53425223776.html
España 'versus' Odyssey
Cultura se plantea ejercer su derecho sobre el pecio hallado
ÁLVARO DE CÓZAR - Madrid - 23/02/2008
España investigará el caso del nuevo pecio reclamado por Odyssey para saber si se trata de un barco español. El Ministerio de Cultura sospecha que el buque podría ser patrimonio nacional y ha pedido a sus Abogados en Estados Unidos que, como en los anteriores conflictos con la compañía, hagan lo necesario para reivindicar sus derechos.
La empresa estadounidense, puntera en la búsqueda de pecios submarinos, anunció anteayer un nuevo proyecto para la recuperación de un pecio del siglo XVIII que se encuentra a 12 millas de la costa del Estado de Carolina del Norte. Odyssey aseguró entonces que aún no existen evidencias que determinen la identidad del buque, al que la empresa ha rebautizado con el nombre en clave de Firefly (Luciérnaga).
"Haremos lo que siempre hemos hecho con esta empresa: perseguirlos jurídicamente. Trataremos de rastrear todos sus movimientos y ver si tenemos que ejercer nuestros derechos sobre el pecio que ellos reclaman", señaló ayer a este periódico el subdirector de Protección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Luis Lafuente.
El otro caso que enfrenta a la compañía estadounidense y al Gobierno español es el del Cisne Negro, nombre en clave utilizado por Odyssey para referirse a un pecio de principios del XIX del que la compañía extrajo 500.000 monedas de plata y oro en mayo de 2007.
España sospechó entonces que Odyssey había encontrado La Mercedes, una fragata hundida por la flota británica en 1804. Desde aquel anuncio, el Gobierno mantiene un litigio con la compañía por los derechos.
Lo mismo podría ocurrir con este nuevo caso si se demuestra la hipótesis más fiable por ahora; que el barco en el que Odyssey ha encontrado algunos lingotes de plata, oro, esmeraldas y reales de a ocho españoles es El Salvador, un buque mercante perdido en 1750 tras un huracán que azotó las costas de Carolina del Norte.
Varapalo a España en el 'caso Odyssey'
Un tribunal de Florida rechaza la petición de España de obtener información sobre el tesoro del 'Cisne Negro'
ALVARO DE COZAR - Madrid - 07/03/2008
Odyssey Marine Exploration, la compañía estadounidense especializada en la búsqueda de pecios submarinos, no tendrá que dar a España más información sobre el Cisne Negro, el tesoro que encontró en mayo de 2007 en algún punto del océano Atlántico. Al menos por ahora. Así lo han determinado los jueces del Tribunal de Tampa que llevan el caso, quienes consideran que la información confidencial facilitada por la compañía a los Abogados de España es suficiente y de acuerdo con los procedimientos legales.
En un documento hecho público ayer por el juez Steve. D Merryday, los magistrados rechazan las principales peticiones hechas por los Abogados de España en el caso del barco encontrado en algún lugar del Atlántico. Las autoridades españolas, que sospechan que el pecio encontrado por Odyssey es patrimonio español, solicitaron a través de sus Abogados más información sobre la localización exacta del lugar donde la compañía encontró un tesoro de 500.0000 monedas de plata. Pero el juez Merryday no está de acuerdo. Es más, si Odyssey cumple con todos los procedimientos para revelar definitivamente la identidad del pecio, de acuerdo con el requerimiento de los jueces, la compañía no tendrá que ofrecer por ahora ninguna información más. En otras palabras: los jueces le dicen a Odyssey que determine pronto qué es lo que ha encontrado pero, que mientras esto sucede, España no tiene derecho a más detalles.
Los jueces también desestiman a Odyssey algunas de sus pretensiones, concretamente la de ser indemnizada por España. La empresa alegaba que España debía reparar las pérdidas económicas sufridas durante la retención de sus buques en el puerto de Algeciras. Sobre este asunto, el juez no se pronuncia a favor ni en contra. Simplemente dice que no tiene jurisdicción sobre esa causa.
Pese al varapalo recibido por España, que esperaba obtener hoy más información sobre el tesoro, el Abogado de España en Estados Unidos, James Goold, vendió la noticia como algo positivo y trató de disfrazarla como una victoria para España. El letrado manifestó su satisfacción ante la decisión del juez de desechar la pretensión de Odyssey de reclamar daños y perjuicios al Gobierno español por sus acciones y aseguró que los jueces han obligado a la empresa a “proporcionar la información adicional que se le había demandado".
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Varapalo/Espana/caso/Odyssey/elpepusoc/20080307elpepusoc_1/Tes
REPORTAJE: La batalla por un tesoro
Las monedas de plata son españolas
El pecio descubierto por Odissey posiblemente es 'La Mercedes', el mítico barco que saltó por los aires el 5 de octubre de 1804 - El Gobierno puede reclamarlo
ÁLVARO DE CÓZAR - Madrid - 13/04/2008
El Cisne Negro, el nombre en clave con el que Odyssey bautizó al pecio con el tesoro más valioso hallado hasta ahora en el fondo del mar, ya tiene identidad: Nuestra Señora de las Mercedes. Un buque español hundido en 1804. Odyssey Marine Exploration, la compañía estadounidense especializada en la búsqueda de pecios submarinos, anunció su hallazgo el 18 de mayo de 2007. La empresa sólo dijo entonces que se trataba de un tesoro de 500.000 monedas de plata (17 toneladas) procedente de un buque de época colonial, encontrado en un lugar indeterminado del Atlántico. España siempre sospechó que Odyssey había expoliado La Mercedes, un mítico barco que saltó por los aires el 5 de octubre de 1804 tras un combate naval con los ingleses frente a la costa portuguesa del Algarve. Ésa es también la hipótesis de Odyssey desde hace mucho tiempo, según fuentes cercanas al caso.
Si la carga era particular, las familias herederas podrían beneficiarse
Mark Pizzo, el juez que arbitra en la pelea entre España y Odyssey por los derechos del hallazgo, dio un plazo de 30 días a la empresa para que revelara la identidad del barco o bien la hipótesis más probable. En declaraciones a este periódico, Greg Stemm, el cofundador de la compañía, comentó el viernes que había dado al juez varias hipótesis, entre ellas la de La Mercedes. Stemm no especificó cuál de ellas era la más probable, pero entre bambalinas, ésa es la opción más plausible para los investigadores. Aun así, Odyssey sigue afirmando que un número indeterminado de pruebas contradictorias impide determinar con exactitud la identidad del buque.
El primer acto de la pugna legal que los Abogados de ambas partes han mantenido durante todo este año en el juzgado de Tampa por los derechos sobre el hallazgo, se cierra así con la declaración de Odyssey.
La reticencia de la empresa a expresar públicamente el nombre del barco puede explicarse a través del pasado. A mediados de los noventa, Stemm y el otro cofundador de la empresa, John Morris, fueron investigados por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos bajo la sospecha de haber dado información inflada sobre un pecio que había hecho subir las acciones de la compañía. Así, pues, la idea de Stemm, según sus declaraciones, es que no debe haber más precipitaciones.
La historia está lejos de terminar. Una vez despejado el misterio, España argumentará ante el juez por qué nunca ha hecho esfuerzos por buscar y encontrar La Mercedes, es decir, le convencerá de que el buque no fue abandonado a su suerte. Si el juez ve razonables esos argumentos, el caso podría prolongarse durante años. Ambas partes reclamarían ante los tribunales estadounidenses los derechos sobre el pecio y la carga.
Las claves de esa batalla pasan por la condición legal del buque en ese tiempo. La historia da fe de que La Mercedes era un buque de guerra que participó en varias batallas. Según esa cualidad de buque de Estado, el Gobierno español podría reclamarlo. Hay jurisprudencia al respecto en al menos dos ocasiones, con los buques La Galga de Andalucía y El Juno, devueltos a España en 2000 tras ser descubiertos por una empresa de rescates submarinos también estadounidense.
Odyssey piensa otra cosa. Considera que el buque estaba realizando tareas no militares cuando se hundió. Un simple barco particular cargado con la fortuna de cientos de mercaderes y sus familias. Esas familias son importantes porque podrían dar un radical giro a la historia. O más bien sus apellidos. Si se demuestra que el barco es La Mercedes, Odyssey podría ofrecer a los descendientes la posibilidad de reclamar parte de aquella fortuna.
¿Por qué tanta generosidad? ¿Y por qué no? Cada descendiente podría tener un pedazo de oro que llevarse contento a casa. Una baratija si se compara con lo que ganaría la empresa en la Bolsa. Porque en esta larga historia que ya va a hacer el año, las monedas no tienen mucho valor intrínseco. Las 500.000 monedas de plata de El Cisne Negro podrían saturar un mercado que no cuenta con mucha gente dispuesta a pagar grandes sumas por algo que tiene todo el mundo. Porque en toda historia importa más el brillo del metal que el metal en sí mismo. Ese brillo mantiene la idea de que todos los proyectos saldrán adelante: las películas de Disney, los concursos de piratas, los libros, los documentales, los museos y las ilusiones de seguir encontrando durante mucho tiempo oro, el metal con el que todavía se siguen forjando los sueños y las pesadillas.
encia y negocio, una difícil alianza
La idea de Greg Stemm y John Morris en la fundación de Odyssey Marine Exploration era unir ciencia y comercio, arqueología y beneficios. ¿Y si además se le añade el Mercado de Valores? El tintineo de las monedas en las manos de Stemm rechina en los despachos de las universidades de todo el mundo. Un dato. Según comentaba un arqueólogo de la Universidad de Tejas en la revista The New Yorker hace unos días, Odyssey no ha publicado una sola línea de información relevante para el gremio. La razón, según Odyssey, es que nunca les dejan. No han aceptado los artículos de sus arqueólogos porque su nombre se relaciona siempre con la palabra de la que la empresa no consigue desprenderse: cazatesoros. El rechazo de la ciencia hace que sus descubrimientos, incluso si son probados y útiles para la historia, caigan en saco roto. "Es difícil conjugar ciencia y negocio", señala Ángel Alloza, historiador del CSIC. "Creo que el problema en este caso es el oscurantismo y la ocultación deliberada de datos que la empresa ha hecho. Eso es lo contrario de la ciencia", concluye.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/monedas/plata/espanolas/elpepucul/20080413elpepicul_1/Tes
Cultura tiene la "convicción legal y moral" de que vencerá a Odyssey
Las pruebas aportadas pretenden demostrar que el pecio es un buque español
ÁLVARO DE CÓZAR - Madrid - 09/05/2008
El Abogado estadounidense James Goold fue el último en hablar ayer en la conferencia de prensa del Ministerio de Cultura sobre el caso Odyssey. En un momento de su declaración, Goold levantó la mirada, sonrió y pronunció estas palabras como si estuviera descorriendo el telón: "El misterio ha acabado".
"Será el juez quien determine la identidad del barco", alega la empresa
Ese misterio no es otro que la identidad del pecio que se esconde tras El Cisne Negro, nombre con el que la empresa de cazatesoros Odyssey Marine Exploration bautizó el hallazgo de un tesoro de 500.000 monedas de plata encontradas frente a las costas del Algarve. El nombre real del pecio es, según el ministerio, el Nuestra Señora de las Mercedes, un barco de guerra español hundido en 1804 tras recibir un cañonazo de la flota inglesa en la batalla del cAbo de Santa María. España dice ahora que se trata de ese barco, aunque los funcionarios de Cultura barajan esa hipótesis desde que Odyssey anunció el descubrimiento. Desde entonces, ambas partes han estado luchando por los derechos del pecio en un juzgado de Tampa, en Florida, donde la compañía tiene su sede.
Para España, La Mercedes ya no es una hipótesis sino una certeza. James Goold, el Abogado que representa al Gobierno español en Estados Unidos, expuso ayer las pruebas reunidas por la Guardia Civil, la Armada Española y un grupo de expertos para sostener esa tesis. La primera de ellas es la localización del hallazgo. La Armada Española conserva registros de los movimientos hechos por el Odyssey Explorer, el buque insignia de la compañía, en la zona donde se hundió La Mercedes.
La segunda prueba es la carga. El análisis que los expertos del Ministerio han hecho de las monedas encontradas determina, según España, que las fechas de las monedas recuperadas -reales de a ocho de plata y escudos de oro- van desde el 1773 hasta el 1804, y la mayor concentración de monedas corresponde a la última década del siglo XVIII. La tercera y última es el interés de Odyssey por La Mercedes. La empresa buscó en el Archivo de Indias información sobre el barco antes de llevar sus operaciones de exploración.
Todo esto hizo que el Ministerio de Cultura expresase ayer su optimismo sobre la recuperación del barco, cuya carga fue enviada por Odyssey a Estados Unidos en mayo de 2007 y almacenada en un lugar seguro. "No voy a emplear medias tintas. Tenemos la convicción moral y legal de que vamos a ganar el litigio", aseguró el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, José Jiménez.
Basa la convicción moral en la historia del buque y en los más de 200 marinos y familias que perecieron en el hundimiento. La pata legal del asunto se basa en que La Mercedes era un buque de guerra español. Las leyes estadounidenses reconocen el derecho de un Estado soberano sobre sus barcos de guerra. Existe además el precedente de El Juno y La Galga, dos barcos hallados por una empresa de cazatesoros y recuperados por España según la orden de un tribunal de Virginia en 2000.
Odyssey respondió así al optimismo del Gobierno: "Todavía pensamos que no hay suficientes pruebas para determinar la identidad del pecio. Será el juez el que tenga que determinar si España tiene derecho sobre la carga recuperada. Nosotros pensamos que no".
Odyssey basa su defensa en que La Mercedes cargaba la fortuna personal de los mercaderes españoles. Según esa hipótesis, los descendientes podrían reclamar parte del buque, aunque la empresa se considera con derecho además a una parte cuantiosa por haberlo rescatado.
EL TESORO DE LAS 500.000 PIEZAS
- Reales de a ocho. Los análisis realizados por los expertos españoles señalan que la carga extraída por Odyssey en mayo de 2007 pertenece a La Mercedes. La foto, proporcionada por el Ministerio de Cultura, muestra la imagen de monedas de plata similares a las encontradas por la empresa.
- Acuñadas en Lima. Las monedas fueron acuñadas en Lima (Perú) a finales del siglo XVIII. España siempre se ha opuesto a llegar a un acuerdo con la compañía sobre el tesoro. Varias voces en América Latina señalan que el oro de este tipo de yacimientos les pertenece.
- Un pacto por el tesoro. España señala que sería posible un acuerdo con Perú para compartir los bienes patrimoniales. En cualquier caso, las leyes españolas prohíben la comercialización de patrimonio español.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Cultura/tiene/conviccion/legal/moral/vencera/Odyssey/elpepucul/20080509elpepicul_4/Tes
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