Autor: giannini
lunes, 06 de noviembre de 2006
Sección: Artículos generales
Información publicada por: giannini
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Palomares de Tierra de Campos
Se pretende llamar la atención sobre la degradación que sufren en la actualidad estas arquitecturas, describiéndolas de forma muy somera.
INTRODUCCIÓN.
Hace unos meses kaerkes –cuya salida de celtiberia.net tanto lamento– insertó unas fotografías de los palomares que jalonan la Tierra de Campos, salpimentadas con los sabrosos comentarios que en él son habituales. Tal fue el interés que despertaron en mí estos elementos de la arquitectura popular castellana y leonesa, que aprovechando una excursión a Villafáfila (Zarmora) me he animado a escribir unas líneas sobre el asunto con la única pretensión de invitar a visitarlos y, en la medida de lo posible, llamar la atención sobre la necesidad de proteger estos elementos de la arquitectura popular.
Reitero que el principio de este debate hay que situarlo, al menos para mí, en Autovía Palencia -Benavente :opción Norte o Sur? en donde el lector interesado encontrará imágenes, información y opinión.
LOS PALOMARES.
En el impresionante llano cerealista de la Tierra de Campos, donde la ausencia de verticalidad es una constante, los palomares rompen esta monotonía jalonando el paisaje con unas construcciones integradas en el mismo: los palomares. En contra de lo que podría parecer, sirven de refugio no sólo a las palomas, sino a una variopinta fauna troglodita que aprovecha sus numerosos agujeros y oquedades.
Tan bellas construcciones, sufren en la actualidad un acelerado proceso de abandono que trae consigo la degradación y subsiguiente desaparición de buen número de edículos. Los palomares desaparecidos suponían un obstáculo para la mecanización del campo, y así no fueron pocos los que se derribaron en aras del progreso; la despoblación que sufren las áreas rurales de Castilla y León pone también su grano de arena para la tarea; los cambios en la forma de vida en definitiva, están dando al traste con estas bellas construcciones. Y es que la forma de vida ha cambiado en Tierra de Campos, los jóvenes se van a otros lugares y los que resisten tienen como tareas principales las relacionadas con las lAbores agrícolas, dejando a un lado el cuidado de los palomares: las enfermedades entre las aves que nadie se ocupa de mitigar, y sobre todo, la falta de mantenimiento en unas construcciones levantadas con tapial y adobe, están dando la puntilla a tan singulares elementos del paisaje castellano y leonés. Los cambios afectan incluso a la alimentación. En otras épocas, era tradicional que el plato de los domingos fuese un arroz con pichón. Las palomas comían ellas solas, y pese a ello, en la actualidad se prefiere criar pollos, aunque con ello se invierta en su alimentación.
MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN.
La forma y tamaño de los palomares es muy variada, predominando los de planta circular.
Como se dijo, el material de construcción es el ladrillo de adobe junto con tapial. Para elAborar los ladrillos de adobe se parte de tierra y paja trillada (machacada), que se amasa con los pies desnudos. Una vez realizada la mezcla se rellenan los moldes y los bloques resultantes se dejan secar al sol, con lo cual quedan listos para ser usados. El propio barro, en capa fina, servirá para unir un ladrillo con otro.
En cuanto a la fabricación del tapial, se requiere un encofrado previo sobre el que se vierten capas de tierra y cal bien compactadas. Cada capa se humedece, sin llegar a empaparla, retirándose posteriormente el encofrado y dejando secar el conjunto al sol.
La parte superior del edifico está recubierta, precisamente de tapial, coronándose de teja árabe de barro cocido, no siendo infrecuentes diversos elementos decorativos realizados así mismo en barro cocido, que contribuyen a dar un emblemático aspecto, en ocasiones oriental o de pagoda –como bien señaló Kaerkes– a estos edículos.
En el interior se encuentran vigas de madera y varias paredes paralelas a los bordes del cerramiento exterior, en donde se sitúan los nidales para las palomas. Suele haber unos cinco nidos por metro cuadrado, que son excavados con la piqueta sobre la propia pared.
TIPOLOGÍAS.
Aclaro que las imágenes correspondientes a este apartado están tomadas de un panel que se encuentra en el más que interesante Centro de Interpretación de las Lagunas de Villafáfila.
+Palomar circular exterior:
+Palomar rectangular exterior:
+Palomar rectangular interior:
+Palomar circular interior:
DISTRIBUCIÓN EN TORNO A VILLAFÁFILA.
Los mejores palomares pueden encontrarse en las proximidades de Villamarín y Villafáfila, aunque en ambos casos se encuentran gran parte de ellos semidestruidos porque al estar hechos de barro, las lluvias disuelven los materiales de construcción que vuelven a la tierra de la que proceden.
PRINCIPALES INQUILINOS DE LOS PALOMARES.
Los palomares no sólo se emplean por estas aves, sino que otros muchos animales los utilizan como lugar de cobijo. Una relación aproximada es la que sigue:
+Paloma doméstica, Columba livia
+Paloma zurita, Columba oenas desaparecida actualmente de la zona.
+Cernícalo primilla Falco naumanni
+Cernícalo común Falco tinnunculus
+Lechuza común Tyto alba
+Mochuelo Atiene noctua
+Estornino negro Sturnus unicolor
+Grajilla Corvus monedula
+Gorrión común Passer domesticus
+Gorrión molinero Passer montanus
+Colirrojo tizón Phoenicurus ochruros
Además de murciélagos, erizos, lagartos, etc, que usan de un modo más o menos habitual los palomares como refugios ocasionales.
BIBLIOGRAFÍA.
Autovía Palencia -Benavente :opción Norte o Sur?
RODRÍGUEZ ALONSO, M. y PALACIOS ALBERTI, J: Reserva de Las Lagunas de Villafáfila : Palomares. Red de Espacios Naturales de Castilla y León, Zamora, 1993.
Políptico dedicado a la Reserva natural de las Lagunas de Villafáfila, s.l., s.n., s.d.
Paneles explicativos del magnífico Centro de Interpretación de Las Lagunas de Villafáfila.
Tradición oral de las gentes de Villafáfila.
Nota: pido disculpas por la mala calidad de algunas de las fotografías que aparecen ligeramente movidas o se tomaron de forma improvisada. En el momento que las hice había poca luz y la carencia de un trípode me obligó a aumentar el tiempo de exposición sujetando la cámara a pulso.
No hay imágenes relacionadas.
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