Autor: Pablo Chaves
jueves, 22 de junio de 2006
Sección: Opinión
Información publicada por: Virio
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Don Pelayo y la manipulación política del pensamiento radical.
Me han dejado un libro escrito por Jose Luis Olaizola titulado:
Don Pelayo, del cuál debo decir que al margen de lo entretenido y su amena y divertida lectura me temo que está influído por la "nueva ola" de "historiadores radiofónicos" de dudosa objetividad y lo que es más preocupante de dudosa documentalidad.
¿Cómo puede aventurarse a escribir este autor, por poner un simple ejemplo, que Pelayo nació en Cosgalla y era rubio y espigado?
¿O los amoríos que tuvo con Doña Egilona y toda la parafernalia legendaria que rodea a su historia?
¿Es ético inducir a los lectores de forma sutil a pensar que todo esto que cuenta se encuentra en las crónicas, sobre todo la del Casto a la que hace alusión constantemente?
Así es como se publicita el libro en casadelibro.com:
"Una historia de amor propició la reconquista más antigua de la historia de nuestro país. Don Pelayo, orgullo de los asturianos y símbolo de la reconquista de la península ibérica, se muestra en esta nueva obra del periodista José Luis Olaizola, en su faceta más humana, siendo capaz de las mayores gestas y de las mayores derrotas con un solo obejtivo: el amor de una mujer. Una obra amena, llena de anécdotas con las que podrá saber muchos aspectos de la historia de España. El inicio de la lucha contra el infiel, que comenzó con la batalla de Covadonga y culminó en 1492 con la expulsión por parte de los Reyes Católicos."
Se documentó para esta novela de los trabajos de Claudio Sánchez Albornoz, de la “historia de las armes” del conde Clonard, los libros sobre los visigodos de Juan Antonio Cebrián y la historia de los reinos visigóticos d’Orlandis.
Sin embargo, aún es más triste que los asturianos debamos la divulgación de nuestra historia , que no es sólo nuestra ojo, a intelectuales foráneos y casi siempre con tendencias nacionalistas de corte centrípeto.
Aquí pongo el CULMINATUM de a dónde puede llegar esta tendencia citando a nada más y nada menos que Federico Jiménez Losantos
Aunque algunos mizifuces y ciertas zapaquildas le nieguen hasta la existencia, lo cierto es que Don Pelayo vivió y fue rey y luchó en Covadonga y venció a los moros. Pero tampoco son ciertas las grandes batallas, la voluntad de lucha desde el principio, el poder de su ejército ni la extensión de su reino. Pelayo fue cristiano, godo, o hispanogodo, nació a finales del siglo VII, en fecha y lugar que desconocemos y murió en el año 737, tras comenzar la Reconquista de España a los invasores musulmanes.
Porque para Pelayo no había la menor duda de que los musulmanes eran invasores y que le habían arrebatado su patria. Cómo y por qué llegó a ser nombrado rey y a fundar un reino más en el aire que en el suelo son cosas harto confusas en los detalles aunque clarísimas en el fondo.
Era Pelayo espatario, una suerte de guardia real en la corte de Don Rodrigo, el último de los reyes godos. Su padre se llamaba probablemente Favila y su abuelo Pelayo, porque era costumbre hispanogoda heredar el nombre del abuelo y por eso mismo el hijo y sucesor de Pelayo fue Don Favila, al que mató un oso. En alguna crónica se da por muerto al padre de Don Pelayo a manos de Vitiza, antecesar y rival de Don Rodrigo en la lucha de clanes godos que acabó en la derrota del Guadalete. Es posible: el asesinato era una de las costumbres más asentadas entre los godos.
También es casi seguro que Pelayo fuera uno de los combatientes más cercanos al derrotado Rodrigo en aquella batalla del 711 que marcó toda la historia posterior. Debía de ser del clan de Rodrigo o adoptado por éste y soldado de valor y autoridad indudables, porque no tuvo que disputar con nadie el trono de España, que en el año 718, cuando se alzó en armas, era una simple silla de montar.
Pero esos siete años, desde la derrota en 711 hasta la rebelión en las montañas de Asturias, son muy oscuros. En principio, Pelayo fue, como otros godos e hispanorromanos notables, parte de la aparatosa espantada, desparrame sin orden ni concierto, de los cristianos ante los invasores moros.
Sin capacidad para fortalecerse en Toledo o atrincherarse siquiera en las tierras altas de la Meseta, aquellas tropas fueron dando tumbos y rindiéndose, cada vez más al norte, hasta pasar los Pirineos o quedar contra el Cantábrico, en las montañas astures y cántabras.
Pero también las tierras asturianas cayeron bajo control musulmán. Munuza se llamaba el gobernador de aquella comarca, que se estableció en lo que hoy es Gijón. En virtud de los acuerdos entre cristianos derrotados y musulmanes vencedores, Pelayo marchó a Córdoba como enviado o como rehén, mientras una hermana suya, con la que había hehco toda la retirada hasta el norte, quedaba en Asturias.
La hermana de Pelayo, mientras éste vivía en Córdoba, pasó al harén de Munuza y este hecco fue uno de los determinantes en su rebelión. Probablemente, los musulmanes rompieron sus promesas de respetar la religión y costumbres de los cristianos en cuanto se vieron dueños de la situación y eso movió a los soldados más cualificados a declararse en guerra.
La desigualdad entre los ocupantes y los rebeldes era tan grande que se comprende lo limitado del ejército de Pelayo, pero también debía de ser muy clara la disyuntiva de someterse totalmente o luchar a muerte para que un grupo suficientemente furte emprendiera tan desigual batalla.
No había reivindicaciones, no había reformas por discutir y ni unos ni otros buscaron un pacto. Por ambas partes estaba clara la determinación de luchar. En los moros, para aniquilar a los cristianos rebeldes; y en los cristianos, para defenderse de los moros.
Desde el principio de la guerra, y así lo cuentan los propios cronistas árabes, Pelayo fue rey. Es por tanto muy posible que su elección fuera clandestina y previa a la rebelión. Como la monarquía goda era electiva bastaría con la pertenencia de Pelayo a la familia del rey Rodrigo e, incluso, con su incostestada jefatura militar para alcanzar la corona.
Como desde Recaredo los reyes godos y cristianos lo eran de toda España y como además no existía un territorio claro dominado por Pelayo y sus menguadas huestes, ostentar esa corona lo significaba todo a la vez no significaba nada. Pelayo era rey de España, pero de la España perdida, con la excepción de los reductos, más humanos que geográficos, de las montañas astures. La España cristiana era más una reivindicación que una realidad, una empresa más que un negocio.
Pelayo entronca su realeza de forma natural con la monarquía goda, pero, como dijo el historiador moro Ben Jaldún y repetía gustoso el cristianísimo Fray Justo Pérez de Urben, «con él comienza una dinastía nueva sobre un pueblo nuevo». La legitimidad, al margen del origen godo, hispanorromano o mixto, se forma en una lucha que es territorial y religiosa, de legitimidad y de fuerza.
El objeto de la contienda está bien claro desde el principio: el antiguo territorio de la España visigoda, antes hispanorromana, donde se practicaba la religión de Cristo. En recobrar ese territorio para un orden político que ya no era ni podía ser godo, sino esencialmente cristiano, se entretendrán los habitantes de la Península Ibérica y sus islas anejas cerca de 800 años.
Naturalmente, al principio, los nobles godos que vivían con cierta comodidad sometidos a los musulmanes consideraron disparatado el proyecto de Pelayo. Mucho más cuando el valí Ambasa encabezó un ejército para ayudar a Munuza y aplastar definitivamente a los cristianos.
Los rebeldes, según el historiador musulmán Al Maqqari, que recoge testimonios de la famosa Crónica del Moro Rasis (Al Rasis), Ben Haz, y Ben Jaldún, llegaron a pasarlo muy mal: «No quedaba sino la roca donde se refugió el rey llamado Pelayo con 300 hombres. Los musulmanes no dejaron de atacarle hasta que sus soldados murieron de hambre, y no quedaron en su compañía más que 30 hombres y 10 mujeres». Pero fueran esas sus fuerzas o superiores, el hecho indiscutible es que Pelayo consiguió escapar.
Ambasa consideró suficiente el castigo porque llevó sus tropas más allá de los Pirineos, donde tomó Narbona y sitió Tolosa, lugar en que encontró la muerte. Alqama, su sucesor, tuvo que hacer frente de nuevo a Pelayo, señal de que se había rehecho y reforzado. Que no se trataba de una simple rebelión más o menos militar sino de un movimiento de indudable calado político lo prueba que en la expedición iba el obispo toledano Don Oppas, del clan de Vitiza, sin duda para romper la unidad de godos y cristianos rebeldes.
Pero no pudieron con Pelayo. Cabe los Picos de Europa, por donde se despeña el río Auseba, en las cercanías de una cueva consagrada a Santa María, tuvo lugar en 722 una de tantas emboscadas que sufrieron las tropas de Alqama y su recuerdo, símbolo de aquella campaña victoriosa, acabó por denominarse Covadonga. Qué duda cabe que responde a un hecho cierto, a uno de tantos, y que hubo otros con resultado opuesto. Pero es ética y estéticamente justo que en aquel lugar se recuerde la hazaña de Don Pelayo. ¿Donde mejor?
Dotado de indudable talento militar y de prestigio político, Pelayo llevó sus tropas y su pequeña corte ambulante a las cercanas montañas cántabras y amplió así tanto sus lugares de ataque como de retirada. Durante más de 18 años sopotó ataques de los musulmanes y los devolvió, con el balance final de la consolidación de un reino cristiano español en la coronilla de un riquísimo y poderoso califato musulmán, también español, que hizo de Córdoba «luz de Europa», según la sabia monja germana Hroswitha. A la sombra de aquella hermosa luz, los sucesores de Pelayo consolidaron la dinastía asturiana, que fue, de hecho y de derecho, la monarquía cristiana de España.
Pelayo creó, en efecto, una dinastía nueva para un pueblo nuevo, o mejor, un renuevo del viejo pueblo hispano. Legó un trono a caballo, un trámite entre precipicios, pero después de casi dos décadas de lucha contra un enemigo infinitamente superior nadie discutió su legitimidad.
Cuando su hijo y heredero Don Favila murió despedazado por un oso, le sucedió el hijo de Pedro, duque de Cantabria, el noble más importante de los que le habían reconocido como rey. El hijo de Pedro estaba casado con Ermesinda, hija de Pelayo, y reinó con el nombre de Alfonso I El Católico. Reconquistó Galicia y la comarca de las Bardulias, llamada también Castilla. Pero eso ya no pudo verlo Don Pelayo, aunque sin duda lo soñó.
Luego éstos mismos señores harán gala de una gran "objetividad" cuando digan que todo el separatismo gallego se debe a una mala interpretación del celtismo en Galicia, cuando ellos hacen gala de una didáctica y una pedagogía totalmente manipuladoras.
Hala, luego tomáis de vuestro propio jarabe y os quejáis.
En mi opinión, el mundo académico debería aconsejar a estos "radicales" que se dedicaran a hablar de futbol y dejaran la historia para los historiadores.
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Comentarios
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En realidad me ha salido solo la mitad del artículo pues juraría que lo encabezé hablando de que me habían regalado el libro: Don Pelayo, de Jose Luis Olaizola y de cómo a pesar de que en algunas críticas he visto que le tratan de desmitificador del héroe me parece que está en la misma línea , eso sí mucho más sensata, moderada y loable. Sus colAboradores han sido Juan Antonio Cebrián y se ha basado principalmente en Sanchez Albornoz.
En la novela cuenta detalles que son imposibles de conocer ( al menos que yo sepa) como el sitio donde nació ( Cosgaya) , su aspecto físico, espigado y rubio heredado de su madre que era una franca de la Narbonense, su linaje ( hijo de Favila al que si mal no recuerdo titula conde en la Gallaecia), etc, etc. Y he puesto como colofón el artículo de Dosantos, aunque no desearía compararlos netamente sino circuncribirlos a los dos en una misma línea continuísta, pues tanto el uno como el otro hablan de Reconquista y de España, etc ,en un momento donde esos términos ni son académicos ni procede utilizarlos.
Es un nuevo término que acAbo de acuñar para definir las pretensiones histórico-territoriales de corte extremista con el que algunos galleguistas pretenden hacernos comulgar en base a la división coyuntural y meramente política de Diocleciano en la que circunscribe a la provincia Gallaecia a todas las comunidades del Noroeste.
Vamos a ver el analfabetismo de ciertos elementos al que me refería, y del que aquí nos ha hecho Amerginh unos apuntes rápidos
Los “monarcas” de los siglos VIII, IX y X nunca utilizaron el título de rey territorialmente, sino que se identificaban a sí mismos como reyes en virtud de su genealogía (“hijo de”) y por lo tanto nunca se nombraron como reyes de Asturias o León.
Falso . Revisa la diplomática del reino asturiano: a pesar de las escasa cantidad de documentos válidos de aquel tiempo verás varios diplomas titulándose reyes de Oviedo y de Asturias.
Además sólo se atribuyeron condición real a partir de Alfonso II, ya que antes se denominaban caudillos (“princeps”) [..].
Falso . la condición real ya la da el título princeps título también utilizado por los reyes visigodos y por entero sinónimo de rey.
Por lo tanto Don Pelayo, Favila, Alfonso I, Froila, Aurelio, Silo, Mauregato y Vermudo I (todos ellos entre los años 711 y 791) no fueron reyes de Asturias ni de León y desde el mundo árabe eran reconocidos únicamente como de Gallaecia.
Falso Eran reyes de Asturias y después lo fueron de León. El término Gallaecia, en el sentido que tu le das, no tenía significado para estos reyes ni para los cronistas de sus reinos. Para gentes lejanas era una antigua expresión geográfica para designar vaga e imprecisamente al tercio norte peninsular.
Si no hubiera sido por la nobleza gallega, el "rey" asturiano Mauregato (hijo de cristiano y árabe) hubiera seguido pactando con su querido Aderramán y hoy todos con babuchas y recitando el corán.
Falso Mauregato fué un buen rey y las crónicas de su reino no consignan esas presuntas aberraciones. Tampoco las arábigas ni ninguna otra coetánea.
Es más: Beato de Liébana, martillo de colAboracionistas y de herejías, compuso el himno litúrgico O Dei Verbum Patris . En el siglo XIX un musicólogo alemán descubrió en el mismo un acróstico con una loa al buen príncipe Mauregato.
Anterior a todo esto es el Galiciense Regnum. Reyes de Gallaecia [..]
No me digas ¿y que tiene que ver esto con el Asturum Regnum?
Como decía, parece ser que algún elemento aún no se ha enterado de que la Gallecia de Diocleciano no llegó al siglo VII.
Asturias y Cantabria fueron ducados: provincias en el reino de Toledo cada una con sus respectivos duques y no tenían nada que ver con la Gallaecia y su anterior reino Suevo. ¿no es puro analfabetismo ignorar esto?
Parece que olvidamos que aquellas gentes no tenían las ideas de patria o nación que podemos tener nosotros, forjada desde el renacimiento y, sobre todo, la revoluciuón Francesa.
Su visión en torno a estos asuntos era más bien estrecha: sus aspiraciones geográficas se articuñaban en un mapa subdividido en feudos, condados, ducados... el título de rey otorgaba un poder relativo, pero nunca incontestado, y no era imprescindible una "reconquista" para ejercer el poder. las primeras batallas de lo que se ha llamado "reconquista", a pesar de sus trascendencia histórica, creo que se llevaron a cAbo desde una escasa consideración del pasado y del futuro, y su único objetivo era reaccionar a una situación inmediata.
No creo que Pelayo hubiese señado con Castilla, ni que se plantease reconquistar España, que entonces no existía. Ni los Suevos ni los Visigodos crearon patria alguna: eran sólo una casta que gobernaba territorios conquistados por guerras, que en un principio no habían dudado en saquear, no eran su patria eterna nio nada parecido, aquellos pueblos no la tenían. Ni siquiera en el S.XIII, la nobleza gallega demuestra con su actitud idea nacional alguna, razón por la que tampoco cabe juzgar a los Reyes Católicos como invasores de la nación ni nada parecido. Si la nación eran aquel atajo de tiranos, yo también hubiera sido antipatriota. Y no digo que los reyes católicos fueran mejores, pero al menos estaban más lejos.
Saludos
Eso no quita que la zona Eo-Navia estuviese poblada por albiones, egobarros y cibarcos que eran galaicos, y que es de dónde viene mi sangre, pues mi familia materna vive en Coaña.
Lo curioso es que cada vez que les digo que sus ancestros eran galaicos , me contestan:
"No me llames gallego, eh neno. No me llames gallego"
Y ojo, que no me parece bien que haya piques con sus vecinos gallegos, ni que les parezca mal que su bable quede circunscrito académicamente como bable gallego ( recordemos que hay cuatro bables reconocidos en Asturias:
bable central, oriental, occidental y gallego, coincidiendo además territorialmente con las antiguas etnias que las poblaban ( galaicos, paésicos, luggones y cántabros)
Tampoco me parecen bien las posturas de algunos asturianos que pretenden defender a toda costa esa zona como astur, pues etnológicamente era zona galaica.
Pero en estas lides, tienen la palabra los vecinos de la zona en cuestión que son los que deben decidir lo que quieren ser.
Lo mismo valga para el oriente, aunque a estos ni de coña les digas que son cántabros ( y no porque tengan nada contra los cántabros ojo).
Y si nos pusiéramos así , nosotros tendríamos que reclamar todo el sur hasta Benavente, pues también era astur, así que el debate en estos términos es un absurdo.
De todos modos tampoco era ese el argumento que habéis utilizado y el que habéis usado ha quedado desmontado por Davicíaco.
Y ahora voy a hacer de Abogado del Diablo:
Vamos a suponer por un momento que el Asturorum Regnum hubiese sido realmente el Reino de Galicia.
Eso querría decir que nosotros seríamos la capital de la Galaecia y por tanto aunque Asturias pasase a formar parte de Galicia, en realidad lo que estaríamos haciendo sería incorporar toda la Galicia actual a la jurisdicción asturiana, como era entonces. Es decir; no fagocitaría Galicia a Asturias sino que Asturias fagocitaría a Galicia y se cambiaría el nombre por Galicia, con capital en Oviedo.
Por mí encantao:)))
Uy no... preferimos a este (no te joe):
______________________________________________
EL CONFLICTO DE EXTREMO OCCIDENTE (I)
Como históricos habitantes de estas tierras nuestra relación con nuestros entrañables primos gallegos se remonta al principio de los tiempos, y, como buenos vecinos, siempre hemos tenido nuestros pequeños momentos de amor-odio entre largas temporadas de excelente relación.
Pero lo que resultaba una excelente vecindad con mínimas divergencias, comparables a las de cualquier armónica relación humana (bien sea de pareja, de sociedad o lAboral), recientemente ha devenido en una relación masoquista en la que parte sumisa es el gobierno asturiano del PSOE+IU (no confundir con el pueblo asturiano).
No pretendo incluir en esta "reciente y nueva situación" la parte inmaterial o intangible de temas antiguos y ya olvidados, ni tiene sentido remover la historia (como hacen otros) recordando por ejemplo los pequeños incidentes de nuestro Rey Silo en el monte Cubeiro a finales del siglo VIII (CRONICA AD SEBASTIANUM: 18 "...Populos Gallecie contra se rebellantes in monte Cuperio bello superabit et suo imperio subiugabit..."), ni voy a analizar los nuevos descubrimientos de historia-ficción que están llevando a cAbo algunos, ni comentar los mundos virtuales de internet, ni siquiera discutir sobre los artículos de opinión que cada vez mas frecuentemente publica la prensa gallega.
En resumen, sólo pretendo recordar hechos materiales, tangibles, reales y recientes, en los que el gobierno de Asturias del PSOE+IU, tan galleguista, en el sentido de seguidor del gallego Von Sacher-Masoch (1835, Lemberg, en Galitzia), ha consentido, permitido, y presuntamente disfrutado con las siguientes acciones:
SEPTIEMBRE 2004: El "plan xeral de normalización da lingua galega" presentado por el gobierno del PP (con Fraga presidente) y aprobado por unanimidad en el Parlamento de Galicia PP+PSOE+BNG (plan con claras y directas alusiones a Asturias, sin la consulta ni participación de instituciones asturianas)
DICIEMBRE 2004: La RAG (Real Academia Gallega) nombra un representante para Asturias (sin la consulta ni participación de instituciones asturianas)
MARZO 2005: El PSOE pide a la Xunta Gallega (mediante proposición no de ley) que promueva el gallego en Asturias con actividades culturales y educativas, circuitos culturales, programas de vacaciones e intercambio, forzando que las instituciones gallegas designen representantes para Asturias (tal y como ya lo hace la RAG) y apoyando a aquellos que contribuyan y participen en la difusión del gallego en Asturias.
JULIO 2005: El portavoz del BNG (socios del PSOE) en el Congreso de los Diputados, afirma que la Xunta gallega aumentará el apoyo y las ayudas a las asociaciones galleguistas del occidente de Asturias, y que esto formará parte del marco de la negociación con PSOE para formar gobierno
AGOSTO 2005: Declaraciones de Fernando Blanco (conselleiro de Innovación e Industria del gobierno gallego PSOE+BNG) apoyando la candidatura para la catalogación de la tradición oral GALAICO-PORTUGUESA como Patrimonio Inmaterial en San Tiso d'Abres (Asturias), con la asistencia, participación y aquiescencia del director del Instituto de Desarrollo Rural en representación del gobierno asturiano (candidatura con claras y directas alusiones a Asturias, y que no cuenta con la previa consulta ni participación de ninguna institución asturiana)
SEPTIEMBRE 2005: ERC (socios de PSOE e IU) pide en el Congreso de los diputados la oficialidad del gallego en la franja occidental de Asturias
SEPTIEMBRE 2005: el BNG (socio del PSOE) defenderá en el Parlamento del Estado el proyecto de "LEY DE LENGUAS" "de aplicación directa (...) a los territorios gallegoparlantes de la franja occidental de Asturias (...)".
SEPTIEMBRE 2005: el BNG (socio del PSOE), a través de su representación en el Parlamento Europeo GALEUSCA (coalición de catalanes, gallegos y vascos), ha pedido a Bruselas que respalde la inclusión del gallego-portugués en la lista del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO (candidatura con claras y directas alusiones a Asturias, y que no cuenta con la previa consulta ni participación de ninguna institución asturiana)
OCTUBRE 2005: El gobierno gallego (PSOE+BNG) aprueba una declaración oficial de apoyo a candidatura del patrimonio inmaterial gallego-portugués que opta a ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO con una DECLARACION INSTITUCIONAL de la Xunta de Galicia (candidatura con claras y directas alusiones a Asturias, y que no cuenta con la previa consulta ni participación de ninguna institución asturiana)
Dicha declaración institucional es comunicada únicamente a los gobiernos español y portugués y a la UNESCO (a pesar de ser una candidatura con claras y directas alusiones a Asturias, y a pesar de ser el PSOE, también, partido gobernante en Asturias)
OCTUBRE 2005: El municipio de Ribadeo (PSOE+BNG), junto con la Universidad de Vigo, analizan la realidad del idioma gallego en Asturias.
Tras todo un año de total y absoluto de silencio, y sin ningún comentario a estos hechos enunciados, en "la tourné" por el occidente de Asturias del pasado 18/10/2005, el Presidente socialista del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces (en compañía de las Consejeras de la Presidencia, de Medio Rural y Pesca, de Cultura y Portavoz del Gobierno, y del Director General de Promoción Cultural y Política Lingüística) minimizó e incluso negó supuestas injerencias de Galicia, declaró que las mismas "no afectan al conjunto de la población", descartó cualquier tipo de amenaza o presión, y habló de una polémica "ficticia" y de "un conflicto inexistente". Ampliando de esta manera, y una vez más, su particular nómina de "leyendas urbanas".
Desde luego el profesor Kraft-Ebing, de conocer a Areces en 1886, habría usado otro nombre para definir aquella "curiosa perversión que consiste en desear verse completamente dominado, soportando un trato autoritario y humillante, y que incluso puede alcanzar el castigo efectivo" .
Fdo. Lluis Ánxel Núñez
Executiva Nacional del partíu Asturianista (PAS)
____________________________________
L-O F-L-I-P-O
:O... joer... no sé qué ha pasado... bueno continuo:
de Xálima porque desconozco si es gallego, leonés, portugués o marciano...
En fin, que la Xunta por medio de sus cauces institucionales, de buena fe pero torpemente, tuvo la "feliz" ocurrencia de querer proteger y fomentar el uso del gallego fuera de sus fronteras... fue el acAbose, el fin, the end que dirían The Doors... qué se creerán estos gallegos, la modernidad les ha afectado y quieren dejar de tener complejos y ser paletos, quienes son ellos para actuar fuera de sus fronteras, joer... vamos que se puso el grito en el cielo.
Y sí, la Xunto hizo mal... debería dejar a los extremeños que se queden sin su idioma si el Sr. Ibarra así lo desea y sus hablantes no lo defienden; a mi, como gallego, nada se me pierde allí y la Xunta tiene otras prioridades; lo mismo cabe decir de los leoneses o asturianos que hablan gallego que, si ellos permiten que la Junta de Castilla y León o el Principado los ningunee... pos a mi genial, oye... ni me va ni me viene y, como cuando niños no éramos suficientes para formar dos equipos jugábamos "cada un para si", y si los asturianos y los leoneses que hablan gallego nada quieren con los gallegos, es decir, en este caso que la Xunta les ayude a mantener el idioma, su idioma,... por min ben.
El problema se plantea si tales colectivos sociales SÍ desean o solicitan la ayuda, no habiendo otra, de la Xunta de Galicia para la conservación de su idioma por ser éste gallego o similar, caso de la Fala de Xálima. En ese caso... es donde la Xunta sí podría actuar, a salvo mejor opinión, que la habrá... pero no debería a nivel institucional para no dejar que se monte un "pollo" gratuito por los mismos de siempre; y lo peor es que todo es muy fácil: basta con subvencionar a una asociación cultural de defensa, por ejemplo, del gallego en León... ¿algo tendría que decir la Junta de Castilla y León al respecto? nada, absolutamente nada; lo único avergonzarse de que sus ciudadanos, sus votantes, para defender el idioma que habitualmente usan y con el cual aprendieron a hablar tengan que recurrir a una CCAA vecina... eso sería tan vergonzoso que se callarían si tienen un mínimo de pudor, algo ciertamente difícil tratándose de políticos. He ahí la torpeza de la Xunta: querer actuar correctamente y sin salirse de los márgenes institucinales.
Pero para verlo claro podemos recurrir a la analogía.
Imaginemos que la Xunta de Galicia paga a profesores de gallego para dar clases de idem a ciudadanos argentinos en el Centro Gallego de Buenos Aires... ¿es de suponer acaso que el Presidente de la República Argentina clamase al cielo y hablase del nacionalismo gallego de boina y trasnochado y su intento de construir un imperio (en este caso casi en donde no se ponga el sol)?. Obviamente no, pero en España las cosas son distintas... parece que hay miedo a lo gallego y se actúa instintivamente, que frente al miedo dicho actuar es siempre crispado y enseñando los dientes, como si con eso quedáramos asustados, cuando lo que hace no es sino fomentar otras cosas...
En fin... un saludo.
Me veo obligado a aclarar algunas cosas sobre el levantamiento de 1846:
-El levantamiento fue iniciado por los militares, quienes no tenían en absoluto una intención independentista. Solís, el lider del levantamiento inicia su proclama con un "Soldados: Un puñado de ambiciosos indignos del nombre español..."
-Cuando los civiles constituyen la Junta (no confundir con Xunta) Superior del Reino de Galicia emiten un bando el 16 de abril. En su artículo 4 se puede leer. "como intérprete fiel de los sentimientos del partido liberal, considera uno de sus más grandes deberes proteger debidamente la Religión que profesan los españoles (sic)"
-El contenido de la proclama se centra en aspectos de carácter progresista (queda Abolido el sistema tributario, etc)
-¿Independencia? Depende del contexto. Negrín, en sus diez puntos para finalizar la guerra civil también hablaba de "Independencia". La Junta de Gobierno de Pontevedra menciona el grito "mágico" del nueve de abril de "Libertad, Reina libre y constitucional, Independencia de la nación y hundimiento del sistema tributario"
¿Independencia de qué nación? En la medida en que hablan de una Reina libre y constitucional (=Isabel II) está claro que el grito de los sublevados hacía referencia a la nación española. Como el mencionado caso de Negrín, o el de los países hispanoamericanos a lo largo del siglo XX (y aún hoy) las reformas político-económicas van vinculadas al grito de "independencia nacional".
De hecho, el grito de Solís, que menciona la Junta fue, literalmente:
«Llenaré mi deber satisfecho con contribuir a la reconquista de la libertad española y su trono constitucional
¡Viva la liberta! ¡Viva la reina libre constitucional! ¡Abajo la camarilla y el dictador Narváez! ¡Abajo el sistema tributario!»
Los objetivos de la revolución, según Faraldo:
«Galicia, arrastrando hasta aquí una existencia oprobiosa, convertida en una verdadera colonia de la corte, va á levantarse de su humillación y abatimiento. Esta Junta, amiga sincera del país, se consagrará constantemente á engrandecer el antiguo reino de Galicia, dando provechosa dirección á los numerosos elementos que atesora en su seno, levantando los cimientos de un porvenir de gloria. Para conseguirlo se esforzará constantemente en fomentar intereses materiales, crear costumbres públicas, abrir las fuentes naturales de su riqueza, decrépita fundada sobre la ignorancia. Despertando el poderoso sentimiento de provincialismo, y encaminando á un solo fin todos los talentos y todos los esfuerzos, llegará á conquistar Galicia la influencia de que es merecedora, colocándose en el alto lugar á que está llamado el antiguo reino de los Suevos.»
La cosa no parece pasar de "poderoso sentimiento de provincialismo". Y todo ello en castellano.
Incluso en el folleto publicado por Galiza Nova para conmemorar el hecho, no queda muy clara la cosa:
http://www.galizanova.org/comments.asp?id=549
Según recogen ellos mismos, en la proclama de Faraldo se habla de descentralización, de que la espada de Galicia haga inclinar la balanza en la que se pesan los destinos de España, de conquistar la influencia que Galicia merece, que es colonia de la Corte (no de España) El comentario exegético de los chicos de Galiza Nova no pasa de "deseos de autogobierno".
Vamos, un movimiento progresista no independentista. Otra cosa es que muchos intelectuales, al quedar circunscrito el levantamiento a Galicia, vieron aquello como una guerra de liberación -social, económica, política- que algunas personas (alguno en aquel momento, muchos en la actualidad) convierten en "liberación nacional".
Por cierto, después del fiasco de 1846, el pobre Faraldo ya no plasma más su ideología política en sus obras.
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