Autor: Dávalos
martes, 14 de junio de 2005
Sección: Artículos generales
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Los Celtas
A continuación una traducción del artículo “Celt” de la enciclopedia en línea Wikipedia en inglés
A continuación una traducción del artículo “Celt” de la enciclopedia en línea Wikipedia en inglés. El enlace es: http://en.wikipedia.org/wiki/Celt
Sin ser brillante, este artículo tiene como puntos más interesantes las referencias a las nuevas investigaciones genéticas, las cuales ponen bastante en duda las teorías históricas tradicionales.
Espero sus comentarios y valiosas críticas.
LOS CELTAS
Extraído de Wikipedia, la enciclopedia libre
En tiempos antiguos, los Celtas fueron un número de gente interrelacionada en Europa Central y hablantes de una rama de Indoeuropeo, lo cual indica un origen común. Hoy en día, “Céltico” es, a menudo, usado para describir el pueblo y sus respectivas culturas y lenguajes de varios grupos étnicos de las Islas Británicas, la región francesa de Bretaña y la región española de Galicia, quienes también comparten características comunes en sus culturas y lenguajes al igual que los Celtas originales, pero quienes, en tiempos remotos, no fueron considerados relacionados, necesariamente, con ellos por personas de afuera. (Sin embargo, tribus o naciones provenientes de regiones célticas continentales, tales como Galia y Bélgica, se sabe se trasladaron a Gran Bretaña e Irlanda, entre ellos los Arrebates, Menapii y Parisii, y contribuyeron a la composición de aquellas gentes).
La primera referencia literaria de los pueblos Celtas, como “keltoi” o gente escondida, fue hecha por el griego Hecateo en el 517 antes de nuestra era.
En nuestros días “Celt” en inglés es usualmente pronunciado como /kelt/ y “Celtic” como /keltIk/ (en signos fonéticos S.A.M.P.A.) cuando se hace referencia al grupo étnico y sus lenguajes, mientras que la pronunciación /seltIk/ permanece en uso mayoritariamente para ciertos grupos deportivos (ej. el equipo de la NBA, Celtics de Boston, y el equipo de la Asociación de Fútbol Escocés, Celtic F.C.). (La pronunciación con /s/ refleja la histórica palatización de la letra “C” (no aplica a la pronunciación peninsular del español. Nota del traductor) cuando precede a la letra “I” o “E” en palabras de origen latino; en la era del latín clásico la “C” era siempre pronunciada como /k/. La moderna pronunciación de /k/ es una reversión de la original, mientras que la pronunciación con /s/ no ha sido revertida.)
El término Celta o Céltico puede ser usado en varios sentidos – puede denotar un grupo de gentes hablantes o descendientes de hablantes de lenguas célticas; o las gentes de la Europa prehistórica que compartían características comunes, que se cree se originaron en las culturas de Hallstatt y La Tène. En términos contemporáneos, Naciones Célticas son usualmente definidas como Gales, Irlanda, Escocia, Cornualles, Isla de Man y Bretaña, debido a las lenguas célticas únicas de esas regiones. Otras áreas de Europa son asociadas con ser Celtas, tales como Galicia e Inglaterra (particularmente Devon y Cumbria). Investigaciones recientes del ADN (tales como aquellas llevadas a cAbo por la University Collage, London) indican que la actual población de Inglaterra desciende primordialmente de antiguos ancestros célticos, aunque Inglaterra no conserva un lenguaje céltico común. En Escocia la lengua gaélica proviene de la invasión irlandesa y su asentamiento, y es, por tanto, más predominante en los bordes septentrionales y occidentales de aquel país.
Los orígenes y distribución geográfica de los Celtas
La familia lingüística céltica es una rama de la mayor familia Indo-europea, lo que ha llevado a pensar a varios estudiosos en la hipótesis de que los hablantes de la lengua proto-céltica debieron haberse originado en las estepas de Asia central. Sin embargo, los Celtas entran en la historia y en la arqueología localizados en Europa Central, por lo cual ellos (o su lenguaje o su cultura) se diseminaron desde el área que va desde Irlanda en al Oeste hasta Anatolia en la Este, y desde Dinamarca y Escocia en el Norte hasta la Península Ibérica e Italia del norte en el Sur.
Es desconocido si los Pictos de Escocia eran Celtas o el remanente de una población anterior de las Islas Británicas, quienes fueron empujados hasta el margen por las invasiones célticas. Sin embargo, en tiempos históricos, Escocia fue colonizada por los celtas Scoti provenientes de Irlanda. Ataques adicionales en Grecia e Italia central durante períodos históricos no resultaron en asentamientos, aunque el mismo movimiento que trajo invasiones célticas a Grecia se abrió paso hasta Anatolia, donde sí se asentaron como Gálatas.
Dado que no existe evidencia arqueológica de invasiones a gran escala en algunas de las otras regiones, una nueva escuela de pensamiento sostiene que la lengua y cultura célticas se esparcieron a aquellas áreas por contacto en lugar de por invasión. Sin embargo, las invasiones célticas del norte de Italia, Grecia y Anatolia occidental están bien documentadas en la historia griega y latina.
Algunos estudiosos piensan que la Cultura de los Campos de Urnas representa un origen de los Celtas como una rama cultural diferenciada de la familia Indo-europea. Esta cultura fue preeminente en Europa central en la tardía Edad de Bronce, desde aproximadamente el 1.200 hasta el 700 antes de nuestra era. Este período experimentó un aumento dramático de la población en la región, probablemente debido a innovaciones en la tecnología y prácticas agrícolas. La expansión de los conocimientos sobre cómo trabajar el hierro dio como origen el desarrollo de la cultura Hallstatt directamente de aquella de los Campos de Urnas (de 700 a 500 años antes de nuestra era).
El reemplazo de la Cultura de Hallstatt por la cultura de La Tène, la etapa final de la Edad de Hierro, y su gradual transformación en la cultura Céltica, propiamente dicha, de la temprana historia, es un tema complejo. Sin embargo, las tecnologías, las prácticas decorativas y estilos de trabajar el metal de la cultura de La Tène tuvieron mucha influencia en el los Celtas. El estilo de La Tène era altamente derivativo de los estilos decorativos griegos, etruscos y escitas, con quienes los pobladores de La Tène frecuentemente comerciaban. La cultura de La Tène estuvo distribuida alrededor de los márgenes superiores del río Danubio, Suiza y Austria, Alemania central y del sur, este de Francia, Bohemia y Moravia, y partes de Hungría.
No fueron los Celtas, sino habitantes anteriores de Europa quienes construyeron Stonehenge y otros monumentos megalíticos en las áreas ocupadas por los Celtas. Pero aunque los Celtas no construyeron estos monumentos, el significado religioso de estos lugares pueden bien haber perdurado entre los pueblos conquistados, y los Celtas, eventualmente, adoptaron también las prácticas de adorarlos.
Los Celtas en las Islas Británicas
El punto de vista histórico convencional sostiene que la influencia céltica en la Islas Británicas fue el resultado de invasiones sucesivas desde el continente Europeo, llevadas a cAbo por diversos pueblos céltico-parlantes durante el curso de varios siglos.
La naturaleza de sus interacciones con los pueblos indígenas de las Islas es desconocido. Sin embargo, durante el período romano la mayoría de los habitantes de las Islas hablaban lenguas goidélicas o britónicas con cercanas contrapartes en los lenguajes gálicos hablados en el continente. El grado de si los lenguajes célticos se expandieron debido a pacífica interacción cultural o a conquista militar, es un punto debatido entre los historiadores. La relativa falta de información sobreviviente acerca de los habitantes de las Islas Británicas antes de la influencia céltica sugiere conquista.
Una teoría alternativa propuesta, durante la década de los setenta del siglo pasado, por Colin Burgess, en su libro “The Age of Stonehenge” (La Era de Stonehenge) teorizó que la cultura Céltica en Gran Bretaña emergió no como resultado de una invasión y que los Celtas no fueron extranjeros invasores, sino descendientes de la gente que construyó Stonehenge. Un apoyo a esta idea proviene del estudio de Christian Capelli, David Goldstein y otros de la University College, London, que demuestra que los genes típicos de Irlanda y Escocia son comunes en Inglaterra y Gales, y estos genes son similares a aquellos de los Vascos, quienes hablan una lengua no Indoeuropea. Esta similitud, ellos arguyen, muestra que los nativos habitantes no Indoeuropeos de Gran Bretaña no fueron exterminados por invasiones tanto de Indoeuropeos agricultores o Celtas en el 600 antes de nuestra era. Ellos sugieren que la cultura ‘Céltica’ y el lenguaje Céltico fue importado a Gran Bretaña por contacto cultural y no por invasión masiva. La similitud genética es menos marcada en las mujeres de Gran Bretaña, quienes tienen una combinación genética más cercana a la de Europa del norte – posiblemente porque las mujeres tendían a trasladarse a los hogares de los maridos.
Los Celtas conquistados por los Romanos
En el amanecer de la historia en Europa, los Celtas que se habían asentado en lo que es hoy en día Francia eran conocidos como Galos, y fueron descritos por Julio César en sus Guerras Gálicas. Otras tribus célticas invadieron Italia, estableciendo una ciudad denominada Mediolanum (actual Milán) y saqueando Roma misma en el 390 antes de nuestra era. No fue hasta el 192 antes de nuestra era en que los ejércitos romanos conquistaron los últimos reinos célticos independientes de Italia.
Bajo César los romanos conquistaron la Galia céltica, y con Claudio el Imperio Romano absorbió partes de las célticas Islas Británicas. El gobierno local romano de estas regiones copió de cerca las fronteras tribales prerromanas, y descubrimientos arqueológicos sugieren que los nativos estuvieron involucrados en este gobierno local. El latín era la lengua oficial en estos territorios después de conquistados.
Posteriormente estas regiones adoptaron el cristianismo junto con el resto del Imperio. La no conquistada Irlanda adoptó la cristiandad también y fue una fuente importante de trabajo misionero en Europa central.
Los Celtas empujados al oeste por la migración Germánica
En otras regiones fueron empujados hacia el oeste por sucesivas olas de invasores germánicos, tal vez ellos, a su vez, empujados por Hunos y Escitas o simplemente por presiones demográficas en su tierra originaria de Escandinavia. Con la caída del Imperio Romano, los Celtas de Galia, Iberia y Britannia fueron conquistados por tribus germano hablantes.
En otros lugares, las poblaciones célticas fueron asimiladas por otras, dejando atrás sólo leyendas y nombres de lugares, tales como la región española de Galicia (esto es, Galia), Bohemia, por la tribu llamada Boii que estuvo asentada allí, o el Reino de Bélgica, en honor de los Belgae, una tribu céltica del norte de la Galia y sureste de Inglaterra. La mitología ha sido absorbida en el folclore de media docena de otros países. Por ejemplo, el famoso cuento artúrico medieval inglés de “Sir Gawain y el Caballero Verde” que casi seguro se deriva del texto irlandés Fled Bricrend y el festín de Bricriu.
Diferentes discusiones calientan el mundo académico sobre si los Celtas en Gran Bretaña fueron prácticamente barridos hacia el oeste, lo que sugiere la falta de influencia de los celtas en la sociedad anglosajona; o si la migración anglosajona consistió sólo en la de una elite, con lo que el genocidio fue más bien cultural en lugar de físico, debido a los pocos anglosajones que se mezclaron con una mucho mayor población nativa. Recientes estudios de ADN han apoyado esta idea de que la Inglaterra anglosajona evolucionó a partir de la imposición de una nueva cultura sobre la previa población céltica de este país. Es también interesante y contrario a las ideas de una “Nación Céltica”, los estudios sobre ADN que demuestran una mayor representación de genética británica antigua en Inglaterra que en Escocia, la cual tuvo más influencia escandinava.
El sistema social y las artes de los Celtas
Los Celtas pre-cristianos tuvieron una bien organizada jerarquía social. Produjeron poco en cuanto a literatura, prefiriendo la tradición oral de los bardos. Eran muy hábiles para las artes visuales y produjeron una gran cantidad de bellos trabajos intrincados en metal.
En cierto aspecto los Celtas eran conservadores en comparación con otras ramas de la cultura Indo-europea, por ejemplo ello todavía utilizaban carruajes de combate mucho después de que los Griegos y Romanos ya sólo los utilizaban para motivos ceremoniales.
Los Celtas como cazadores de cabezas
“Entre los Celtas las cabezas humanas eran veneradas sobre todo lo demás, dado que ésta era donde reposaba el alma, centro de las emociones y de la vida misma, un símbolo de divinidad y de los poderes del otro mundo”. – Paul Jacobsthal, Arte Céltico Primitivo.
El culto de los Celtas a las cabezas cortadas está no sólo documentado en varias representaciones escultóricas en los bajorrelieves de La Tène, sino además en la sobreviviente mitología céltica, la cual está llena de historias de cabezas decapitadas, hasta llegar a Sir Gawain y el Caballero Verde, cuando este último recoge su propia cabeza después de que Gawain la hubiera decapitado, y cuando San Denis llevara su propia cabeza hasta la cima de Montmartre. Separada del mundano cuerpo, aunque aún con vida, la cabeza animada adquiere la capacidad de ver dentro del campo mitológico.
Diodoro Sículo en su Historia del primer siglo después de nuestra era dijo lo siguiente sobre la cacería de cabezas de los Celtas:
“Ellos cortan las cabezas de sus enemigos muertos en batalla y las colocan alrededor de los cuellos de sus caballos. Los despojos manchados de sangre son entregados a sus ayudantes y son llevados como botín, mientras entonan himnos y cantan canciones de victoria; y ellos clavan estos primeros frutos en las partes superiores de sus casas, tal como hacen aquellos para mantener abajo a los animales salvajes en ciertas formas de caza. Embalsaman con aceite de cedro las cabezas de los enemigos más distinguidos y las conservan con cuidado en un cofre y las muestran con orgullo a los extraños, diciendo que por esta cabeza uno de sus antepasados, o su padre mismo, rehusó una amplia suma de dinero. Dicen que algunos de ellos alardean que han rechazado el peso de sus cabezas en oro; por tanto, muestran lo que es sólo una bárbara forma de magnanimidad, y no es un signo de nobleza abstenerse de vender las pruebas de su valor. Parece ser cierto, que es brutal continuar su hostilidad en contra de un hombre ya muerto.”
Los cazadores de cabezas célticos veneraban la imagen de sus cabezas cercenadas como la continuidad originaria del poder espiritual. Si la cabeza es la morada del alma, poseyendo la de un enemigo, honorablemente arrancada en batalla, se incrementaba la reputación de cualquier guerrero. De acuerdo con la tradición la cabeza enterrada de un dios o héroe llamado Brand protegió a Gran Bretaña de una invasión a través del Canal de la Mancha.
Celta – ¿un término discutido?
El uso de la palabra “Céltico” como un término paraguas válido para designar a las gentes de Gran Bretaña ha sido desafiado por un sinnúmero de escritores, incluido Simon James del Museo Británico. En su libro Los Celtas Atlánticos – Antiguo Pueblo o Moderna Invención? explica que los romanos jamás utilizaron la palabra céltico en referencia a la población del Archipiélago atlántico, es decir las Islas Británicas. El autor deja claro que este término fue acuñado como un paraguas útil a principios del siglo XVIII cuando Inglaterra se unió a Escocia para crear la Gran Bretaña. Los británicos encontraron conveniente usar el término neutral “británico” para sus propios fines imperiales. Por tanto, un nuevo término fue necesario para unir a los nacionalistas escoceses, irlandeses y galeses. La palabra “céltico” cumplió con el cometido. James anota que la arqueología no sugiere una sociedad céltica unida y que este término “céltico” es engañoso, y no más significativo que el término “europeo occidental” en nuestros días, y es, además, anacrónico.
Sin embargo, existen válidas razones lingüísticas para clasificar a las lenguas de Gales, Escocia e Irlanda con la de Bretaña y con los históricos idiomas de la Galia y Galatia, y la palabra “céltico” ha sido adoptada por lingüistas como un término de conveniencia, dado que las naciones célticas no poseían un término paraguas que las cubriese.
Nombres dados a los Celtas
El origen de varios nombres usados desde tiempos clásicos para designar a los pueblos llamados hoy “Celtas” es oscuro y ha sido controversial. Parece que ninguno de los términos registrados fueron utilizados por los Celtas para llamarse a sí mismos. En particular, no existe registro de que el término “Celta” haya sido usado en conexión con los habitantes de las Islas Británicas o Irlanda antes del siglo XIX.
El nombre “Galos”
En español Galo(s), en inglés Gaul(s), en francés Gaulois(es), en latín Gallus o Galli puede haber sido el nombre tribal o étnico (tal vez adoptado por el latín durante los primeros años del siglo V antes de nuestra era, durante las expansiones célticas al interior de Italia). Sus raíces pueden radicar en el término céltico común galno – poder o fortaleza. El griego galatai (véase Galatia en Anatolia) parece estar basado en la misma raíz, adoptada directamente de la misma hipotética fuente céltica, la cual nos da la palabra Galli (el sufijo –atai es simplemente un indicador étnico). Puede haber también un elemento de antigua falsa etimología en la palabra griega “Galatai”: “gala” es la palabra griega para leche y los Galos debieron claramente parecer blancos como la leche en comparación con los mediterráneos de piel más oscura.
La palabra “Galés” en inglés “Welsh”
La palabra inglesa “Welsh” es de origen germánico, aunque puede tener una fuente céltica. Parece ser el resultado de una adopción antigua (en el siglo IV antes de nuestra era) del nombre tribal Volcae (“halcones” en galo) hecha por el germánico primitivo (dando como producto la palabra germánica primitiva Walh-, extranjero y en su forma con sufijo Walhisk-). Los Volcae fueron un pueblo celta que frenaron, por dos siglos, la expansión hacia el sur de las tribus germánicas en lo que hoy es Alemania central en la línea de las montañas Hartz y hacia Sajonia y Silesia.
En la Edad Media ciertos distritos, en lo que ahora es Alemania, eran conocidos como “Welschland” como opuesto a “Teutschland”, siendo esta palabra afín a los términos Vlach y Walloon. Durante el período germánico primitivo, estos términos parecen hacer sido aplicados para designar a la población campesina, cuya mayoría, en las áreas ocupadas inmediatamente por los germanos, eran de origen céltico.
El nombre “Celtas”
En español Celta(s), en inglés Celt(s), latín Celtas pl. Celta (Celtae), griego Kέλτες parece haber estado basado en un nativo nombre étnico celta (en singular *Celtos o *Celta con plurales *Celtoi o *Celta:s), de etimología desconocida. La raíz podría ser el Indoeuropeo primitivo *kel- o (s)kel-, pero existen varias raíces similares con diversos significados de donde escoger (*kel- “el ser prominente”, *kel- “impulsar o continuar algo”, *kel- “golpear o cortar”).
Más informacióen en: http://en.wikipedia.org/wiki/Celt
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