Autor: Ego
jueves, 09 de junio de 2005
Sección: Artículos generales
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CUANDO EL AKELARRE NO ERA TAL.

APUNTES A UN ORIGEN INCIERTO SOBRE LA PRÁCTICA BRUJESCA

Separar akelarre de una concepción brujesca es prácticamente imposible. Pero hubo una época en que no era así. Por otro lado, si bien como denominación local, está muy extendido el término en la Península, otras denominaciones describen los mismos acontecimientos: Sabbat (aunque de etimología oscura y aparición tardía), barlott, striaz, strigiarum conventus, etc. En función de su situación geográfica.

El contenido que pretende recopilar este término no es ajeno a casi nadie: Una reunión de adoradoras de Satanás, conocidas como brujas, algunos, aunque menos, brujos, lanzadas a un culto de depravación moral y en no pocas ocasiones sexual, ya entre los partícipes de la bacanal o con un ser que va desde un macho cabrío hasta un sapo gordo. No faltan las escobas como útil de vuelo, matazas de niños, sacrificios de vírgenes y demás blasfemias muy al gusto del juez o inquisidor. Es curioso que autores como Henningsen defiendan que hubo inquisidores que no percibían la presencia de akelarres en muchas de las tierras de Euskadi.

Obra de capital importancia para acercarse al akelarre histórico es el Formicarius de Juan Nider de mediados del siglo XV en Basilea. Juan Nider recopila por escrito lo que de la boca del inquisidor de Evian y el castellano de Blanckenburg y juez Peter von Greyerz informaron sobre la zona de Berna. "Allí hay hombres y mujeres que más parecidos a lobos que a personas se dedican a devorar niños y practicar la hechicería" entre otras depravaciones. Von Greyerz hace referencia a 1375 como origen de estos casos en los que no se trata de hechiceros aislados, sino un conjunto de los mismos.
A principios del siglo XVI, el inquisidor Bernardo Rategno indica en su Tractatus de Strigibus que la “secta de las brujas”, el probable germen del akelarre, comenzó unos ciento cincuenta años atrás. Podríamos creer que la “secta de las brujas” se iniciaría en torno al tercer tercio del siglo XIV, aunque no dejan de ser conjeturas. Ahora bien, ¿en realidad se trata de una auténtica secta, un auténtico grupo de herejes, como Cátaros o Valdenses?.

El dominico Juan Herolt redactó unos sermones, en torno a 1420 donde figura una larga lista de supersticiones. En el puesto decimonoveno figuran “Las mujeres beatas” (die selige Frawn) adoradoras de una tal Diana, popularmente conocida como "Unholde" la cual "cum exercitu suo de nocte ambulet per multa spacia" (con su ejercito recorre grandes distancias).

A Juana de Arco, en 1430 los jueces de Ruan la habían preguntado si sabía algo “de las que vuelan con las hadas” (Proceso y condenación de Juana de Arco, Tissot, 1960).

Mucho antes Vicente de Beaubais recogió en su Speculum morale (Canon Episcopi) a Diana y Herodíades, a quienes las mujeres ilusas llamaban “bonae res” (cosas buenas) y Jacobo da Varazze indicó, en la vida de San Germán, a las “buenas mujeres que salen por la noche”. A ellas podríamos añadir las benandanti del Friul, “La mujer del bon zogo” del valle del Fiemme, la Richella, como buena señora del valle de Fassa, etc, todas extraídas de confesiones por inquisidores o jueces. Sin duda Herolt, cuanto menos del Canon Episcopi había tomado algunas referencias anteriores donde: 1) las mujeres toman importancia vital en las reuniones nocturnas, 2) hablamos de un conjunto de individuos y 3) existe un guía o guías de la “comunidad” o cuanto menos reunión.

Según Grimm todavía en el siglo XV, los campesinos del Palatinado creían en una divinidad llamada Hera que montada en su caballo traía abundancia y prosperidad a los campos. No obstante, 1000 años antes alguien había escrito FERA COM ERA (con la cruel Era) en una tejuela, hoy descubierta en Roussas, junto a la imagen de una persona montada en un animal. Inscripciones del mismo tipo (Era, Hera o Haerecura) se han encontrado en Istria, Suiza y la Galia cisalpina. Se han asociado a una divinidad céltica muy común: Epona. Tal vez una confusión o asociación de Era o Hera y Diana acabó en Herodiana, normalizado como Herodíades (mencionado en el Canon Episcopi).

Tal vez el origen del akelarre no es lejano a un culto pagano vigente en el continente aun consolidado el cristianismo, o tal vez por ello, y aunque local en su manifestación, generalizado.

BIBLIO:

Brujería Vasca. J.C. Baroja. 1980.
La invocación de las brujas. Henningsen , 1980
Historia Nocturna. C. Ginburzg. 1991





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Comentarios

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  1. #1 Liadam de Corckney 05 de dic. 2005

    Albogue, o Cohn, tienen muchísima razón. Ya estoy por pensar que las ideas que tenemos sobre casi todo en la Historia están adulteradas, no tienen mucho que ver con la manera en que realmente ocurrieron las cosas. Seguro que en los akelarres no hubo tantas truculencias como ahora creemos, en parte por culpa de lo que nos han contado los cristianos sobre los sacerdocios paganos que tuvieron que eliminar. Si establecemos comparaciones y equivalencias, digamos: drogas, danzas, música especial, promiscuidad sexual, alucinaciones y adoración a ciertas deidades, ¿no vendría siendo aquel famoso festival hippie de Wodstock (perdón si mala ortografía) un aquelarre con todos los requisitos? Quién sabe si dentro de unos siglos se diga que los hippies comían niños y le besaban el culito al Diablo... Caso ejemplar de mentira histórica: los españoles aniquilaron a los Aborígenes cubanos: ¿y quiénes eran entonces los indios que durante siglos vivían en La Habana y vendían casabe y cerámica a las flotas españolas? La arqueología ha demostrado que se trata de una mentira histórica. Y otras muchas más que se están descubriendo todos los días. No hay que creer nada a pie juntillas. Es más sano dudar, como hacía Hamlet.Pero yo me pregunto: ¿por qué en cuanto se trata el tema de la wicca y las brujas aparece tanta tontería? Para mí es un tema tan serio como otro cualquiera, como que hubo tantísimas mujeres asesinadas por eso.¿Por qué banalizar esa tragedia histórica?

  2. #2 Brandan 06 de dic. 2005

    Yo establecería diferencias notables entre magos, brujas, hechiceros, hadas etc... porque si no, el asunto, ya de por sí complejo por su propia naturaleza, se hace totalmente ininteligible y ya no sabe uno bien ni lo que es, ni lo que dice ser, ni de lo que está hablando. Para centrar la cuestión podríamos ponernos de acuerdo sobre esto último.
    DRAE:
    mago, ga
    (Del lat. magus, y este del gr. μάγος).
    Dicho de una persona: Versada en la magia o que la practica.
    En la religión zoroástrica, se dice del individuo de la clase sacerdotal
    magia
    Arte o ciencia oculta con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, o con la intervención de seres imaginables, resultados contrarios a las leyes naturales.
    blanca, o ~ natural
    La que por medios naturales obra efectos que parecen sobrenaturales

    Efectivamente, la magia, o mejor, La Magia, es un arte, una ciencia e incluso me atrevería a decir que una religión, en el mejor sentido de la palabra. El Mago, es un personaje que se ha vencido a sí mismo, que ha dominado su naturaleza, y por tanto, es capaz de dominar la naturaleza que le circunda. No entra en el terreno de lo cotidiano, no pretende resultados inmediatos de sus actos, ni es su interés influir en el comportamiento humano. La herramienta del Mago es el símbolo. Por medio de símbolos, domina las fuerzas, pero nunca en su propio beneficio.

    hechicería.
    Arte supersticioso de hechizar.
    Cada una de las cosas que emplean los hechiceros en su arte.
    Acto supersticioso de hechizar.

    hechizo, za.
    Práctica usada por los hechiceros para intentar el logro de sus fines.l

    hechicero, ra.
    Que practica la hechicería
    Que por su hermosura, gracias o buenas prendas atrae y cautiva la voluntad y cariño de las gentes. Niña hechicera. Estilo hechicero.

    Aquí el DRAE no se moja nada y hace un bucle con las tres palabras, para terminar aclarando muy poco. Lo que sí parece poder deducirse es que el hechicero influye en la voluntad de las gentes para lograr un fin. Si lo miramos desde la tradición, se ha considerado siempre hechicero a alguien que, dentro de una comunidad tribal o al menos en un grupo de población no muy numeroso, se encargaba de la salud física, mental y espiritual de la comunidad. Un personaje influyente que se encargaba de curar unas fiebres, conjurar la lluvia o la sequía, expulsar a los demonios del espíritu de algún vecino, salvaguardar las tradiciones, hacer vaticinios e incluso servir de árbitro en disputas por el poder en el poblado. Estaba considerado socialmente, y su lAbor era, hasta cierto punto, desinteresada.

    bruja.
    (Quizá voz prerromana).
    Mujer que, según la opinión vulgar, tiene pacto con el diablo y, por ello, poderes extraordinarios.
    En los cuentos infantiles tradicionales, mujer fea y malvada, que tiene poderes mágicos y que, generalmente, puede volar montada en una escoba.

    brujería.
    Conjunto de prácticas mágicas o supersticiosas que ejercen los brujos y las brujas

    brujo, a
    Embrujador, que hechiza
    Hombre al que se le atribuyen poderes mágicos obtenidos del diablo.
    Hechicero supuestamente dotado de poderes mágicos en determinadas culturas.

    Aquí lo del DRAE sí que es curioso. No hay ningún error. Si buscas brujo, aparece la última entrada que transcribo y si buscas bruja, aparece la primera. Es decir, no es lo mismo un brujo que una bruja. La culpa no es del DRAE, claro, éste no hace sino reflejar la realidad. Un acusado machismo. El brujo, aunque tienen la consideración de ponerle la coma y la a, para que nadie diga, es elevado a la categoría de hechicero e incluso de mago. Sin embargo, la bruja, es una señora que vieja, fea y malvada, que puede volar montada en una escoba. Según la opinión vulgar, claro.
    En lo que sí coinciden las dos acepciones es en lo de los pactos con el diablo y los poderes mágicos. ¿?
    Lo cierto es que las brujas y los brujos, que aunque menos populares también existen, son personas con conocimientos de botánica, curanderismo, y artes homeopáticas, que resuelven, mejor diríamos resolvían y siempre dentro del ámbito de la península Ibérica y en épocas muy determinadas, los problemas que la sociedad no quiere o no puede resolver por medios oficiales. Entiéndase un Aborto, un bebedizo para hipnotizar, un remedio para el mal de amores, un veneno que acelere la percepción de una herencia, una cura para el mal venéreo, el remiendo de algún virgo, etc...Para ello se rodean de un ambiente sugerente que influya en el ánimo del cliente o del paciente, según sea el caso. Persiguen un beneficio inmediato, en la mayoría de los casos, o un servicio a cambio del prestado.

    En mi opinión, los Akelarres, son casos muy localizados de histeria colectiva, que aparecen gracias a una proliferación de individuos de estas características en un entorno reducido. Me explico: El brujo o la bruja, en la época en que nos situamos, practicaba sus conocimientos de espaldas, lógicamente, a la autoridad y a la religión. ¿Por qué arriesgarse a salir en días muy determinados, montar un ritual que podía verse y oírse en varios kilómetros a la redonda, hacer prosélitos y adorar a Satanás o al Macho Cabrío o al Sumsumcorda? No es comportamiento de brujas. Más parece el culto a una religión, y no es por eso de extrañar que la Iglesia las persiguiese con saña.
    Por otra parte, la bruja o el brujo, no está considerado socialmente. Vive aislado, por la comodidad para su trabajo, la discreción para los clientes y el secreto que tienen que necesariamente mantener sobre sus actividades. Sin embargo, los brujos y brujas, siempre que no sacaran los pies del tiesto, como en Zugarramurdi y otros lugares, no solo fueron tolerados, sino que sus servicios eran utilizados tanto por el campesino, al que le arreglaba algún hueso, como por el señor; y sobre todo por el señorito.
    Si interesa el tema seguiremos hablando.
    Un saludo.

  3. #3 Brandan 06 de dic. 2005

    Insisto, una bruja no es una pitonisa, ni una adivindora por el tarot, ni una sacerdotisa de ningún culto, ni una vidente, ni una nigromante. Para eso, cada cosa tiene ya su nombre.
    Relacionar el abuso de plantas alucinógenas con las brujas me parece desacertado. Cierto es que una bruja que se precie debe entender de plantas y preparados, pero eso no quiere decir que ande por ahí flipando a menudo y menos para para adorar al demonio. No discuto el uso de alguna de las plantas alucinógenas típicas como el beleño, la mandrágora, la belladona, el estramonio, la adormidera, el cannabis, la raíz de ruda, o de setas como la Amanita Muscaria, o componentes animales como las toxinas de algún sapo, para inducir trances en pacientes o como anestésico para operaciones traumáticas. Pero es difícil admitir que las empleasen a menudo para su propio uso.
    Todo esto suena un poco a leyenda negra lanzada por curas, médicos y boticarios que verían en la bruja una competidora para sus lucrativos negocios.
    Por cierto, se me ocurre que una de las razones para que la brujería fuese practicada mayoritariamente por mujeres, podría deberse al hecho de que ciertas actividades a las que me refería anteriormente, estarían en aquella época reservadas a su género. Me refiero a servicios como los ya mencionadaos del Aborto y la devolución de doncellas a su estado virginal, además de tratamiento de flujos y otras afecciones propiamente femeninas. Es posible que incluso fueran requeridos sus servicios, en épocas determinadas, para la asistencia en algún parto o para el suministro de algún anetésico eficaz que aliviase los dolores.
    La bruja y el brujo, son personas con conocimeintos científicos sólidos y una psicología y un saber profundo en artes curativas. Presentarlos como alucinados, adoradores del demonio y otras gaitas, sirvió muy bien a los fines de la Inquisición y otras instituciones que allanaron el camino a colegiados que debían abrirse paso en la escala social; pero es notable el hecho, repetido innumerables veces, en que el médico, que en la facultad no había aprendido gran cosa, recibía de la bruja o el brujo del pueblo o de la comarca una experiencia y un conocimiento impagables.

  4. #4 Rigel 07 de dic. 2005

    Conozco la lAbor predatoria que multinacionales del fármaco realizan sobre los conocimientos curanderiles de muchas tribus (especialmente amazónicas). No sólo les “extraen” conocimientos, sino que además tienen luego la desfachatez de patentarlas. Hasta tal punto ha resultado escandaloso el tema que diversas asociaciones indígenas han presentado demandas judiciales contra este expolio cultural y hasta -creo recordar- ¡han ganado algunas!.

    Pero eso y su derecho a reivindicar esos conocimientos no les convierte en conocimientos científicos ya que estos son los que resultan de la aplicación de una metodología completamente ajena a sus culturas. Entre sus conocimientos se mezclan el grano y la paja y coexisten tratamientos útiles con tratamientos y rituales completamente inútiles e irrelevantes para los fines que se persiguen. En cambio la metodología lo que pretende es precisamente separar el grano de la paja, lo relevante de los superfluo, lo cierto de lo supuesto, y aún mas allá, la ciencia pretende descubrir la explicación de porque se producen los efectos confirmados.

    Y, permíteme Brandan si me pongo un poco pesado en este tema, quizás no tenga mayor importancia respecto al fondo de tus intervenciones, pero es que abundan tanto en los medios de comunicación los pseudo-investigadores de temas como el curanderismo, la magia, los hechizos, y los tratamientos milagrosos, y tiene tanta trascendencia social -e incluso económica- su explotación del dolor ajeno (e ingenuo) que considero debemos esforzarnos de una vez por todas por colocar a cada uno en su sitio y no permitir ni dar pábulo a que se confunda ciencia con creencia ó experimento con experiencia, pues por muy respetables que puedan ser las segundas en el ámbito personal no tienen ningún derecho a atribuirse las cualidades de las primeras.

    Aún recuerdo al “mago” Paco Porras (con perdón de los magos que honestamente creen en lo que hacen y lo hacen en su ámbito personal) interpretando en TVE unas radiografías cerebrales y viendo en ellas (como si de manchas Rorschach se tratara) la imagen de un búho “amazónico” para proceder a efectuar el “diagnóstico” de una enfermedad.

    Y que te conste que el “tufo” escéptico de mis intervenciones no impide que haya estado interesado en la brujería durante muchos años. Ya sabes, al César lo que es del César ……

  5. #5 Rigel 08 de dic. 2005

    Aclaro por no haberlo hecho en mi anterior intervención que las multinacionales del fármaco someten los conocimientos “depredados” a los Aborígenes amazónicos al correspondiente proceso de experimentación, depuración y aislamiento de principios activos, y son los resultados de este proceso lo que patentan, no las sustancias obtenidas directamente de los Aborígenes.

    Pese a ello mi opinión es que aunque técnicamente pueda “colar” como legal en algunos casos,
    éticamente se trata de un expolio sin paliativos.

  6. #6 Iridio 09 de dic. 2005

    Absolutamente de acuerdo Rigel, por supuesto que no van a patentar las sustancias obtenidas de los Aborigenes, porque eso no les daría dinero, las leyes de patentes no permiten patentar ningun tipo de medicina natural como plantas o sus extractos, incluso si la exacta fórmula o modo de aplicación/obtención es fruto o herencia tuya. Tiene que haber un proceso "quimico", por llamarlo de alguna manera, de elAboración para poder patentar tu producto.

    La rapacidad de la industría farmaucética es bien conocida, al menos en USA, eso no quiere decir que se haga mucho por controlarla. Por ejemplo han dejado de financiar unos experimentos muy, muy prometedores sobre virus que ayudan a curar el cancer. Los investigadores han conseguido que virus de la gripe manipulados genéticamente destruyan células cancerosas de forma selectiva. Pero las farmaceúticas pararon la financiación, no hay que ser Einstein para imaginar por qué- demasiado barato- de todas maneras los científicos están siguiendo la investigación por su cuenta.

  7. #7 Rigel 13 de mar. 2006

    He echado un vistazo al link indicado por Brandan:

    http://caldeiraodabruxa.homestead.com/Escola5.html

    En él mencionan a Stewar Farrar en cuyo libro (al que me refería en mi intervención de más arriba 05/12/2005 18:53:44) está basado el ritual que exponen.

    Stewar Farrar murió en el 2000:

    http://www.controverscial.com/Stewart%20Farrar.htm

    Su viuda, Janet, mantiene una página web en la que podéis encontrar amplia información sobre sus actividades actuales junto a Gavin Bone, así como fotografías de su época con Stewar cuando pertenecían al Coven de Alexander Sanders y Maxine.

    http://www.wicca.utvinternet.com/Aboutus.htm

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