CHAO SAMARTIN

-El yacimiento que nos ocupa se sitúa en la localidad de Castro, aproximadamente a 6 Km. de Grandas de Salime por la carretera que une esta villa con la vecina Fonsagrada, ya en Galicia. El Chao de Samartín fue catalogado por el Dr. José Manuel González en la década de los 60, en 1989 el arqueólogo Ángel Villa lo incluye en la Carta Arqueológica de Asturias y poco después el Ayuntamiento grandalés compra gran parte del yacimiento. En 1990, el profesor de la Universidad de Oviedo Dr. Elías Carrocera inicia al frente de un equipo de becarios de esa universidad las excavaciones del castro. Desde entonces las campañas de investigación se repiten cada verano bajo el control de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias. Los descubrimientos de este yacimiento durante los últimos años han variado la visión del mundo de los castros en el occidente de Asturias. Se ha convertido en un hilo fundamental para explicar el origen de estos poblados y su adaptación al nuevo orden social establecido tras la conquista romana. Durante muchos años los investigadores han mantenido posiciones encontradas sobre el origen de los castros pero el de Chao Samartín ha ofrecido los primeros datos para resolver este problema. El castro pudo haber sido fundado en torno a los siglos III ó IV antes de Cristo y su ocupación se prolongó hacia inicios del siglo II de la Era. Durante aquellos primeros siglos del poblado estuvo defendido por murallas y fosos. Estas construcciones defendían poblados donde sus habitantes vivían en cabañas de planta sencilla al abrigo de las murallas. Con la llegada de Roma al poblado experimenta una gran transformación. Renuncian al cinturón de fortificaciones, los fosos se rellenan y las murallas son desmanteladas utilizándose sus piedras para la utilización de otros edificios. Las construcciones que ahora se levantan presentan plantas más complejas. Sus paredes son decoradas y se presta especial atención a las condiciones higiénicas. Hasta la fecha se han excavado aproximadamente 1400 metros cuadrados, exhumándose 13 construcciones. Probablemente las dos más representativas sean la dedicada a baños (Termas) y una plaza de probable uso público, enlosada con lajas de pizarra, de unos sesenta metros cuadrados de superficie. Las calles, todas ellas enlosadas, conducciones de agua, escaleras etc... nos indican un elevado nivel de vida de sus habitantes así como un grado de romanización bastante importante, lo que queda también reflejado en la cultura material de los pobladores del castro. Se han recuperado en estos años de excavaciones gran cantidad de piezas y fragmentos de: cerámica común romana, Terra Sigillata, cerámica de paredes finas (alguno de sus ejemplos únicos en la arqueología peninsular), numerosas piezas de bronce, incluyendo objetos de dorno personal o instrumental médico, pinturas murales con temas geométricos y gran variedad de colores, así como cientos de clavos y otras piezas de hierro. Quizás los objetos que más llamen la atención al aficionado a la arqueología sean un pendiente e oro y una cadenilla del mismo metal, muestras descoyantes de orfebrería castreña. Sin olvidar un reloj de sol realizado en pizarra. Durante décadas los habitantes de Chao Samartín disfrutaron de una vida próspera y animada que de forma súbita se vio truncada. Hacia el año 100 después de Cristo el poblado fue abandonado definitivamente por razones aún desconocidas, aunque se baraja la hipótesis de un terremoto como causa probable de su abandono. Acceso: Carretera AS-28 de Grandas de Salime al Alto del Acebo, a la altura de la aldea de Castro (punto kilométrico 6). Recomendaciones para la visita: El castro se encuentra aún en proceso de excavación, lo que significa que existen riesgos no siempre evidentes para la conservación de las ruinas y también para la seguridad de los visitantes. Por eso debe recordar que no deben superarse las zonas balizadas, debe evitarse arrojar basuras en el yacimiento y una foto es suficiente recuerdo de su visita. Durante los meses de Invierno y con el fin de que no se deteriore lo excavado durante el verano el Castro está prácticamente tapado por plásticos. Durante los meses en que duran las excavaciones hay una persona contratada por el museo etnográfico de Grandas para explicar la visita.

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