Cueva de Chufín

En un valle parcialmente inundado por la construcción de un pantano y situada en un lugar cercano al río Lamasón, se encuentra la cueva de Chufín.

Esta cueva de Chufín, o del moro Chufín como nos dice la leyenda, a la que se accede a través de una barca, era muy conocida de siempre por las gentes de Riclones, ya que antes de hacer el pantano actual en el río Nansa, les servía de refugio. La leyenda del moro Chufín cuenta que este enterró un tesoro en las cercanías de la cueva.

A partir de la construccion del embalse, en la década de los 40, el acceso al lugar se dificultó, hasta que en 1972, Manuel de Cos, entró en la cueva descubriendo las pinturas.

En ellas se pueden diferenciar claramente dos estilos, de una parte el panel exterior, nos presenta varias figuras grabadas, en general, simples, de trazo seguro y profundo, que representan generalmente la parte delantera del animal. El interior de la cueva también nos ofrece representaciones, una figura humana bajo forma un tanto animal, triángulos enrejados, algunos animales y signos indescifrables similares a los hallados en otras cuevas como Altamira, El Castillo, etc.

Además de las pinturas se han encontrado diferentes útiles de época solutrense: raspadores, azagayas, puntas, caninos de ciervos atrofiados y perforados.

Salidas de Riclones: a las 10 y 16 h.

Cerrado: Lunes

Tlf: 942 727 457

Antonio es el guía de la cueva, la visita se hace divertida con sus comentarios, pero también es instructiva. Conoce como nadie la cueva y el entorno de la misma. Eso si, hay que ir sin prisa, la visita dura practicamente tres horas. Se comienza caminando desde el pueblo hasta orillas de la presa (unos dos Km.), luego a coger la barca, y despues la visita del interior de la cueva. Claro! lo mismo para volver.