Autor: aladelta
viernes, 03 de marzo de 2017
Sección: Artículos generales
Información publicada por: aladelta


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El águila bicéfala. Parte VII.

El águila bicéfala es un símbolo de origen antiquísimo. A día de hoy sigue siendo el emblema de multitud de paises, ciudades, logias... aparece adornando paredes en todas partes del mundo a través del tiempo desde Sumeria, pasando por la India, la misma Europa e incluso apareciendo en la misma américa precolombina, como síbolo de Olmecas y otras muchas civilizaciones y tribus mesoamericanas. Esta es la séptima parte de mis apuntes e interpretaciones sobre este tema.

Relación entre el águila bicéfala y el dios egipcio Horus.

A Horus se le consideraba entre los egipcios el iniciador de su civilización. Su iconografía demuestra una clara relación con el concepto del águila bicéfala: Horus tiene cabeza de halcón, una rapaz muy parecida al águila, y, sobre todo, una corona doble, la cual simboliza la dualidad, como el águila bicéfala y el mismo Jano.



De izquierda a derecha: Osiris, Isis, Horus, este último portando la doble corona, representando la dualidad.


En esta Corona Doble,  la corona blanca, representa a Seth y la otra, la corona roja superpuesta, a Horus.
Esto indica de nuevo dualidad dentro de un mismo ser, como ya hemos visto antes con la relación visnú-shiva, ninurta-pazuzu y Jano y sus dos Juanes(Janos). Además en el mito de horus, su tio Seth mata a su padre, Osiris, de la misma manera que Ninurta mató a Pazuzu o Visnú a Shiva(o al revés) en forma de avatares enfrentados, o la muerte de uno de los Juanes, en este caso, Juan el Bautista mandado decapitar.



De izquierda a derecha: Horus, Osiris, Isis.

Horus es también una deidad solar, como Jano, Mitra, etc.

En el mito, Osiris es vuelto a la vida, pero pasa a ser Rey de los muertos y está presente; es decir, queda oculto, reinando entre los muertos, obServando, de la misma manera que la tercera cara de Jano queda omitida como observador oculto del eterno presente. Y es su hijo, Horus, quien reina, pero reina con la doble corona, que representa a Osiris encarnado en Horus y a Seth, es decir, el bien y el mal, segun interpretaciones o símplemente los falsos opuestos o complementarios, oriente-occidente, pasado-futuro, espíritu-materia...

Aquí veo un claro paralelismo entre la Trinidad cristiana, representada en la imagen de la Virgen María con el niño Jesus, e Isis con su hijo Horus. En ambos casos, el padre está presente pero oculto, obServando desde el mundo de los muertos en el caso de Osiris, o como Espiritu Santo, etéreo, intangible y, por tanto, invisible, pero presente al fin y al cabo.

Habrán que discrepen de la relación directa de la Virgen María con la
Santísima Trinidad.  La Santísima Trinidad la suelen definir como Padre,
Hijo y Espíritu Santo. Creo que el secreto queda desvelado en el
persignarse. Cuando nos persignamos, y decimos "en el nombre del padre"
se coloca la mano derecha en la frente, "del hijo", se coloca la mano en
el pecho, "y del Espíritu santo" se lleva las manos al hombro izquierdo
y luego al derecho. Considero que en el padre ya está incluido el
espíritu santo, pues ambos están siempre ocultos aunque presentes;
cuando nos persignamos y decimos "y el espíritu santo", estaría oculta
en realidad la madre, emulando la posición de hombros a las piernas de
la madre abiertas cuando pare, mientras que en el centro, el pecho, el
hijo, emularía al nacimiento del niño por la vagina. Es por ello que
para mí la mejor representación de la Santísima Trinidad es la Virgen
con el niño.

Por tanto, tenemos Padre(en forma de Espíritu Santo)-Madre(la Virgen María)- Hijo(Jesús), la Santísima Trinidad.



y que recuerda a otra tríada:

Osiris(oculto pero preseniando desde el mundo de los muertos)-Isis-Horus.



Ambas iconografías representan la dualidad encarnada en un solo cuerpo. Es decir, el Espiritu Santo-Osiris, representa la parte sutil, espiritual, no visible pero presente; la Virgen Maria-Isis, representa su opuesto, en este caso la parte material, la materia, lo visible, lo carnal y mundano; el niño Jesus-Horus, representan la unión de espíritu y materia, o la dualidad dentro de un mismo ser.

Por tanto, tanto en el caso de Horus, como en el de Jesús, estos representan la Dualidad en un mismo cuerpo, al igual que Jano, el águila bicéfala, la Trimurti.


Horus, Jesucristo, Jano, el águila bicéfala de Hattusa, actual Turquía.





He encontrado una intrigante relación del escudo de la famosa familia Rothschilds con la tríada Osiris, Isis, Horus.


Escudo de los Rothschilds

A la izquierda vemos representado a Isis, que en vez de portar como corona el Disco Solar, porta un sello de Salomón o estrella de David; al centro, Horus, representado por la rapaz; y a la derecha, Osiris, representado por las plumas azules y blanca (comparar con ilustración de más arriba y comparar el código de colores).

¿Cual es el motivo por el cual los Rothschilds, una de las familias más poderosas del planeta, representan en su escudo de armas a Isis, Horus y Osiris?



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Comentarios

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  1. #1 zervan 03 de abr. 2017

    También parece haber, Baal, un sentido sexo/funerario de las coronas, que aún hoy se obServan en las fiestas de Mayo, en los matrimonios y defunciones. En general las flores, las mariposas se refieren a la salida anódica de las almas del Hades, y Koré fue raptada mientras recogía flores, para celebrar la hierogamia del Hades (movimiiento catódico). Por otra parte la corona de espinas de Cristo es como una corona de sacrificio.
    Una vez pensé en poner un artículo sobre las insignias de plumas de pájaros.

  2. #2 aladelta 12 de abr. 2017

    Muy interesante todas vuestras aportaciones. Muchas gracias Baal y Servan.

    Creo que Europa ha pecado los últimos 200 años de una visión demasiado eurocéntrica y filoindoeuropeista. Debemos recordar que las lenguas indoeuropeas son eso, lenguas y que las poblaciones europeas o europoides, como lo son los túrquicos, los finougrios, los semitas los camitas, el vasco(superviviente de un grupo casi extinto llamado actualmente protovasco y que presumiblemente se habló por todo el occidente europeo), e incluso el dravídico, o lenguas muertas como el sumerio, son lenguas habladas por la gran familia caucasoide, además de los indoarios, germánicos, románicos, eslavos, etc. Dicho esto, personalmente soy tremendamente escéptico de que alguna vez hubiera una mentalidad indoeuropea. No hay ninguna prueba sólida al respecto y se basan en puras conjeturas. En lo que respecta a la trinidad, rebasa con creces las barreras lingüísticas y la vemos en la cultura egipcia, la hindú, la drávida.

    Por tanto, hay que ir a lo que conocemos de manera sólida, en cuyo caso tenemos que hablar de la cultura egipcia, que en absoluto tiene que ver con ningún lenguaje indoeuropeo, y que sin embargo influenció, o como prefiero interpretar, coincidió con otras culturas de aparente distinto origen en lo que respecta a sus creencias.

    El problema de occidente es que ha perdido sus referencias. En España no sabemos con certeza nada de nuestros antepasados antes de los romanos, por lo que debemos echar mano a interpretaciones y a mitología comparada. Quedan restos en el folclore peninsular,especialmente el norte,entre gallegos, asturianos, cántabros, vascos, navarros, aragoneses y catalanes, pero se les suelen dejar fuera de los estudios serios, por desgracia. Ahí está en mi opinión la clave de parte de nuestro pasado, que nos empechamos en ignorar. Y es que en España padecemos lo que a mí me gusta llamar hipermetropía mental, es decir, que ven muy bien de lejos, pero son cegatos para ver de cerca.

    Para mí es obvio que nuestro pasado es muy anterior a ninguna lengua indoeuropea y sin embargo tenemos cultos que se remontan a un momento anterior al romano y que la religión cristiana la ha asimilado, convirtiéndolas en vírgenes o santos esos dioses o cultos paganos que seguían nuestros antepasados. Precisamente, el culto a la virgen María con el niño, tan extendida en toda la península, recuerda muy mucho al culto a ISIS y Horus. Soy de la opinión que no necesariamente un culto similar implica una misma cultura u origen. Precisamente, si leeis detenidamente las ideas que he ido vertiendo en los sucesivos artículos, quiero demostrar que culturas tremendamente lejanas y dispares albergan mismos cultos o en su defecto extremádamente parecidos.

    En lo que respecta a una supuesta mentalidad patriarcal en la familia indoeuropea que se impuso por la fuerza a una supuesta mentalidad matriarcal no indoeuropea, estoy con Servan en que no creo que haya existido nunca ninguna cultura púramente matriarcal. Una cosa es que hubieran sociedades matrilineales y otra que estas tuvieran a la mujer como el centro de poder. Son cosas muy parecidas. Creo que la idea de Marija Gimbitas estaba completamente errada y basada en ideas preconcebidas de que la mujer es buena el hombre es malo y que el patriarcado destruyó el matriarcado, etc, son concepciones ridículas que se caen por su propio peso.

    Hoy en día en ninguna sociedad humana hay ninguna sociedad puramente matriarcal. Una cosa es el culto a una gran diosa madre o que hayan tribus en las que las mujeres puedan tener más de un marido y otra que sea la mujer la que tome las decisiones de la tribu. En casi todas las sociedades tribales, los que toman las decisiones son los ancianos y sólo en caso de guerra se les suele otorgar un poder momentaneo a un jefe que hace las veces de general, pero el consejo de ancianos suele prevalecer en casi todas las sociedades tribales que siguen perviviendo actualmente.

    Hubo un tiempo que creí en el matriarcado, pero he caido ya en la cuenta que es más que probable que ese supuesto matriarcado es un error total en las interpretaciones de los datos arqueológicos. En casi todas las culturas, el culto a las diosas femeninas equivale a un culto a la Tierra, la materia, la vida visible, la fertilidad, el renacer, la madre de los dioses, que reina en la Tierra o incluso dentro de la Tierra, mientras que los dioses masculinos suelen reflejar más lo etereo, lo intangible, lo sutil,que suelen gobernar en lo alto, en el cielo, alejado de los hombres. Esa visión es casi universal y ha sobrevivido en el judaismo, cristianismo, islamismo, hinduismo, principalmente en diferentes aspectos. No son cultos contrapuestos, sino complementarios. La visión reduccionista de la escuela de Marija Gimbutas ha querido ver una guerra Patriarcado V Matriarcado, relegando a un segundo plano a este último tras una supuesta conquista. Creo que nunca hubo tal sumisión sino que siempre hubo complementaridad y tribus que momentaneamente se decantaban más por un culto que por otro, dependiendo de la orografía que tuvieran. Por ejemplo veo lógico que una tribu fronteriza sometida a invasiones acabara reforzando un culto mayor a un dios de la guerra; otro que habitara en una zona marítima a un diós de las aguas, otro que habitara zonas fértiles, un culto a una diosa madre...etc. Pero en ninguna sociedad humana les era ajeno el resto de dioses.

    Me cuesta entender una supuesta visión de creencias más primitivas que otras o más evolucionadas que otras, como comentas, Baal. Creo que esas son concepciones subjetivas derivadas de prejuicios o malinterpretaciones.

    En lo que respecta a la trinidad supuestamente indoeuropea de la que haces referencia, Baal, los atributos que él expresa no son más que los mismos que los de la trinidad egipcia. No veo evolución ni estados primitivos sino equivalencias y esas equivalencias, tan tremendamente similares entre poblaciones hamitas, sumerias, semitas, e indoeuropeas, refuerza si todavía cabe mi idea de cultos universales coincidentes independientemente del origen de cada pueblo.

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