Autor: alevin
lunes, 29 de enero de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: alevin


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LA ESCUADRA "VENCIBLE", Drake en La Coruña, 1589

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Con la mandíbula desencajada por el asombro debió de quedarse el aterido centinela, que desde la atalaya del Cabo Prior, vigilaba el horizonte cuando, en la madrugada el 4 de Mayo de 1589, vio en lontananza aparecer multitud de cómo nubecillas blancas que inmediatamente identificó como las velas de una nutrida escuadra que se dirigía hacia la costa. Inmediatamente pegó fuego al combustible ya prevenido para el envío de señales de humo. Señales captadas por los vigías del Castillo de S.Antón y de la Torre de Hércules y que fueron reconfirmadas por las enviadas desde Ferrol. Todo indicaba que una flota se aproximaba a La Coruña. Alertado el Marques de Cerralbo, capitán general de la plaza y de Galicia, envía en exploración a dos galeras para identificar a los visitantes y prever sus intenciones. Inmediatamente se identifica a la flota como inglesa y a las intenciones como más bien aviesas.

El inicio de la esta historia comienza pocos meses atrás, cuando tras el fracaso de la Armada Invencible, la Reina Isabel I elucubra el dar un golpe de gracia que acabe de una vez con el poderío naval español. Para ello crea una Armada que, funcionando en plan de fuerza anfibia, transporte tropas de desembarco para tomar los puertos donde se suponía se hallaban reparándose los restos de la Invencible y apoderarse de los aprovechables quemando los inservibles. Se rodea para su formación de dos de sus más afamados colaboradores militares, que serán los encargados de dirigir respectivamente las fuerzas de Mar y las de Tierra, a la sazón, Sir Francis Drake, Almirante, y John Norris, General.

Hay un “pequeño” problema que solucionar, la financiación de la expedición. Problema que se palia con las aportaciones de la propia Reina, de Norris, probablemente de Drake, de varios nobles(que incluso se integraran en la escuadra) y de un huésped bien avenido por ser rival de Felipe II, D. Antonio, Prior de Crato, aspirante al trono portugués, que llega a un acuerdo con Isabel I de modo que se aproveche la incursión para efectuar un desembarco en la proximidades de Lisboa, donde espera encontrar apoyos, por ello aportara 5.000.000 de escudos oro más las joyas de la Corona Portuguesa que había logrado sacar, incluyendo uno de los diamantes más grandes conocidos (que por cierto terminó en la Casa Real Rusa a través del Zar Pedro I).

La expedición parte de Plymouth el 13 de Abril compuesta por 27 navíos de guerra y más de un centenar de buques auxiliares, embarcados van hasta 23.375 hombres, entre marineros, soldados y nobles inversores, porque ya la expedición no es simplemente de castigo, sino que se han estudiado otras posibilidades como es la de rentabilizar la inversión con lo que se consiga de los saqueos, por ello en un principio la idea esta en asaltar y tomar, desembarcando en sus puertos, a Sevilla y a Lisboa, donde piensan que han ido a repararse los barcos de la Invencible. Desagradable sorpresa reciben cuando se enteran de que la mayoría de los barcos que pensaban destruir han ido llegando a los puertos del Cantábrico (Santander, S.Sebastián, Pasajes...), lo que dañaba la posibilidad de hacerse con el saqueo de una gran población, además de provocar una retirada de los fondos por parte del Prior de Crato, por lo que se encuentra una solución con la disculpa de que “había vientos contrarios en el Golfo de Vizcaya”que impedían el atacar a los puertos cantábricos. Pero ahora había que dar un golpe de efecto que tapara el poco interés en alcanzar uno de los fines de la expedición. Es entonces cuando suena por primera vez el nombre de La Coruña. ¿Por qué?. No hay acuerdo en los motivos. Por un lado se dice que si era sede de la Real Audiencia que había incautado los bienes ingleses en Galicia, que si había noticias de que allí se estaba concentrando una gran flota para otra invasión a Inglaterra, que si un galeón acababa de llegar de América con un gran tesoro........

El caso es que el día 4 de Mayo se presentan en la costa de La Coruña dispuestos a tomar la población.

El Marques de Cerralbo pone a la ciudad en situación de defensa y hace recuento de sus tropas y posiciones. Cuenta con cinco compañías de soldados mas algunos voluntarios que suman unos 1.500 hombres, las murallas son antiguas y no siguen el nuevo modelo de baluartes, no cubriendo además, mas que la parte vieja, la fortaleza de S.Carlos, y el castillo de S. Antón, en un extremo del puerto. La única ventaja de la que goza es de que hay abundancia de alimentos y de que espera vayan llegando tropas de refuerzo de los alrededores. En el puerto se encontraban el galeón “S. José”, la nao “Bartolomé” mas algunos barcos menores que abandonan el puerto para evitar su captura. Carenándose en la playa, con la artillería desmontada se encuentra el galeón “S.Bernardo”.

El día 5 de Mayo los ingleses desembarcan, utilizando 14 lanchones, 8.000 hombres de infantería que son cañoneados por los dos únicos barcos útiles españoles, que al ser a su vez contratacados por las baterías que los enemigos desembarcan, se ven obligados a retirarse. Por otro lado la marina inglesa ataca el fuerte de S. Anton, pero asimismo se tiene que retirar después de sufrir algunos daños.

La infantería inglesa avanza a través del barrio de La Pescadería después de causar 70 muertos a las fuerzas españolas y apoderarse de los cañones del “S. Bernardo” que, como dijimos estaba arrumbado en la playa.

Todavía el día 7 de Mayo se intimida a la ciudad a la rendición, y ante la negativa rotunda empiezan los bombardeos, enseñoreándose de esa parte de la ciudad ya ocupada, a pesar del cañoneo que desde el Castillo Viejo y de S.Antón se les hacía(principalmente para estorbar los desembarcos), durante días de constantes combates en los que los infantes ingleses se lanzaban a ataques cuerpo a cuerpo y del mismo modo eran rechazados por los hombres y mujeres coruñeses (en uno de estos días se sitúa la anécdota del hallazgo por los soldados ingleses de unos barriles de vino, con el que agarraron una borrachera que les costo muchas bajas). A pesar de las perdidas sufridas se planifica un ataque final, por la parte de Sto. Domingo, en donde, gracias a una mina, se había podido abrir brecha en la muralla, por donde se arrojan en tropel los ingleses siendo duramente castigados por los defensores que ven con esperanza como los atacantes empiezan a retroceder hasta que un alférez les increpa y les obliga a volver al ataque, momento en el que aparece una mujer, Maria Fernández de Cámara y Pita, que, muerto su esposo en el asedio, se había incorporado a la defensa y viendo la acción del alférez, se va sobre él y le ensarta en una pica(otra versión habla de un sable) arrebatándole la bandera enemiga, con lo que consiguió que los atacantes flaqueasen y se retiraran definitivamente.

Todavía permanecieron los ingleses el barrio de La Pescadería unos días más, saqueando y quemando para vengar su derrota, reembarcándose el día 18 de Mayo tras perder dos navíos y muchos hombres.

La expedición siguió rumbo hacia Lisboa, para cumplir con el pacto hecho con el Prior de Crato y llegan a hacer un desembarco en Cascaes que también fue un fracaso, pues los partidarios del Prior no aparecieron por ningún lado. Y dadas las perspectivas de que además se estaban en peligro de verse acosados por una escuadra española, la expedición decide poner rumbo de vuelta a casa.

Esta Armada fue un verdadero fracaso militar y económico pues, a los dos barcos perdidos en La Coruña, hay que añadir otro cuatro frente a Cascaes y tres más hundidos por D. Álvaro de Bazán(hijo). Las perdidas humanas oscilan según los historiadores entre 6.000 y 10.000 hombres, muchos de peste. Al llegar a Londres hubo problemas para pagar a los soldados, amotinándose estos, teniendo que ser ahorcados varios cabecillas.

El Rey Felipe II premió al capitán D. Juan Varela, por su defensa de la muralla coruñesa y a Maria Pita la nombra Alférez perpetuo, aunque nunca llegó a cobrar sueldo alguno. Otra mujer que se distinguió fue Inés de Ben, que también perdió a su esposo en el asedio, pero ella, murió pobre y olvidada.

Y así acabó la Armada “Vencible” que los ingleses nos mandaron, aunque pocas referencias a ella se encuentran en la Historia de esa nación.

Bibliografia:

"La Coruña de Maria Pita" - Isabel Margarit
"Ataque ingles a La Coruña" - J.L.Alcofar Nassaes
"Felipe II y su Tiempo" - Manuel Férnandez Älvarez

Paz y bien




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Comentarios

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  1. #1 Régulo 24 de ene. 2007

    Nos has demostrado que eres un hombre de palabra y has cumplido la que le diste a Brigantinus.
    Muy interesante y cinematrográfico. Podrías hacer guiones de películas con verdadero éxito.
    Un saludo.

  2. #2 giannini 26 de ene. 2007

    Coincido con el vecino :-) Yo no hubiese querido de vecina, de compañera de piso ni de nada de nada a María Pita, que a su carácter de señora de las que no aguanta ni dios, violenta, amiga de litigar por cualquier cosa, bragada y un largo etcétera de insoportable, hay que sumarle una malicia refinada. Se casó cuatro o cinco veces, y para mí que no lo hizo de nuevo porque su último marido dejó dispuesto en su testamento que si quería heredar, no podía volver a casarse... Como La Coruña era plaza fuerte y carecía de cuarteles o carecía de cuarteles con cuadras capaces en las que alojar a la tropa, los ciudadanos se veían obligados a alojar a los soldados y oficiales del ejército. Cierto día, nuestra "heroína" fue denunciada por un capitán que estaba alojado en su casa porque al parecer, mientras dormía, la buena de Mayor Pita le derramó por la cabeza varias bacinillas, al parecer retenidas de días. Otra vez se fue a la feligresía cercana de Santiago de Sigrás, y en una ermita montó un escándalo cuchillo en mano, con porrazos, golpes y un tumulto tal, que también la denunciaron ante la Real Audiencia de Galicia, etc.

    Tal y como dice Brigantinus, la Pescadería ocupa el istmo que se extiende entre tierra firme y la Ciudad Vieja, la Plaza. Precisamente fue la Pescadería lo que quemó Drake -supongo que los tiros van por ahí- pero no logró entrar en la Plaza porque todos los vecinos (artesanos, clérigos, hombres, mujeres, niños...) se echaron sobre el enemigo, y quien no disparaba, llevaba comida, retiraba a los heridos, enterraba a los muertos, hacía apresto de armamento... Toda la ciudad se echó encima del enemigo porque para mí, fue más destacado el peso de la gente común, que el del ejército de la época e incluso la ayuda que llegó de fuera, tarde y mal.

    En cuanto a la Fortaleza Vieja creo que hay una cierta confusión con la Torre de Hércules. El Castillo Viejo es la Torre de Hércules, y aún en documentos del siglo XVIII y posteriores, al terreno inmediato al faro se le denomina Agra do Castelo o Agra del Castillo Viejo. La Fortaleza Vieja se sitúaba en el actual jardín de San Carlos, muy cerca del Castillo de San Antón, y estalló con la polvora que había en él, si no recuerdo mal, en torno a 1647. Hoy en su lugar, se levanta el jardín de San Carlos, que acoge la supuesta tumba de Sir John Moore y el Archivo del Reino de Galicia :-)

    No me atrevo a decirte en dónde está el castillo de San Antón que hay gente por aquí que lo dirá mejor, pero para que te hagas una idea, ahí van unas fotos. En la que sigue, el edificio que aparece en el mar y está más cercano al espectador, es el castillo en cuestión:



    En la segunda, puedes ver su aspecto desde el interior de la bahía:



    Para que te hagas una idea, la Fortaleza Vieja estaba en el lugar que ocupa la mancha que se encuentra en el centro de esta foto. A la derecha de la imagen, fuera de cuadro, está el Castillo de San Antón.



    Felicidades otra vez.

  3. Hay 2 comentarios.
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