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viernes, 18 de abril de 2008
Sección: Artículos generales
Información publicada por: silmarillion


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Belleza cortesana

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Sobre el canon de la belleza






-Sra. emperatriz Ynfanta de España con sus damas y criados y


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  1. #1 jeromor 13 de nov. 2005


    Yo sí lo vi. No eran 4 o 5 m. Todos esos edificios fueron preservados cuando en época de José I se terraplenó toda la zona que caía hacia el arroyo de la Cuesta de S. Vicente, para hacer la plaza. Estaba conservado todo el edificio, con las bóvedas casi enteras y rotas sólo arriba para echar la tierra dentro. Es posible que tuvieran más de 10 m. de altura, eran tres pisos. Pero había que hacer el túnel y el aparcamiento a cualquier precio, aún al de sentar el precedente nefasto de que hasta los restos más antiguos del yacimiento de Madrid se podían destruir.
    En cuanto al artículo mismo, Sil, no se si has oído que hace unos años, después de un estudio hecho a partir de radiografías se descubrió que el cuadro, originalmente, era una apoteosis de la infanta Margarita como heredera del trono, lo que explica una serie de irregularidades, que la parte izquierda de la tela está cortada, que la cruz de Santiago en el pecho de Velázquez no es un rePinte sobre el cuadro, a pesar de que en la fecha oficial del cuadro el Pintor no era todavía caballero de Santiago, o los rePintes que se ven, como en el platito que le ofrecen a la infanta. Esto enriquece el cuadro porque se entiende mejor.

  2. #2 jeromor 13 de nov. 2005

    Se oyeron, yo mismo escribí un artículo de oPinión en El Mundo denunciándolo, pero todo estaba muy bien amarrado y ni los técnicos de Patrimonio pudieron hacer nada, porque el informe del arqueólogo que dirige tiene pretensión de veracidad. Al año siguiente la Comunidad de Madrid publicó una guía de la muralla de madrid, en la que se decía que la muralla había sido destruida en las obras (y es monumento histórico- artístico), pero se quedó en eso, en una pataleta. En cuanto a los restos de la Casa del Tesoro, con todos los sillares arrumbados en un descampado, una vergüenza, pero, como te digo, en estos casos no se puede hacer nada. Mira la Plaza del Castillo de Pamplona.

  3. #3 silmarillion 13 de nov. 2005

    Obeid.
    Quité el vínculo, creo que desde que escribí el artículo a esta fecha el servidor de alojamiento "falleció".

    Sobre "las Meninas", el crítico y ensayista francés Théophile Gautier dijo: ¿Dónde está el cuadro?, en referencia a qué es lo que Pintó Velázquez. A los reyes, a los cortesanos, se Pintó a sí mismo Pintando un cuadro... la apariencia clásica de la obra encierra un planteo completamente moderno y revolucionario en su concepción.

    El título original de la tela es:
    "Sra. emperatriz Ynfanta de España con sus damas y criados y una enana donde se retrató el Pintor a sí mismo Pintando"


  4. #4 silmarillion 14 de nov. 2005

    Jeromor:

    La información sobre la restauración o rePintes de Las meninas corresponde al ABC del 27 de enero de 1997, el un artículo en el cual la Subdirectora del Museo del Prado, Manuela Mena informa que el cuadro se retocó dos o tres años después de terminada la Pintura a fin de ocultar elementos ismbólicos relacionados con la sucesión de la corona en la Infanta Margarita.

    Con el nacimiento de Felipe Próspero se vieron obligados a alterar el cuadro y eso sería coincidente con el agregado de la cruz de Santiago en el pecho de Velazquez, quien recibió la investidura en 1959, ya que el cuadro se Pintó en 1656. Felipe Próspero nació en 1657 y fue retratado por Veláquez en 1659, fecha en la que posiblemente también haya retocado "Las meninas"

    En Las meninas de Kingston, ( atribuidas por muchos años a del Mazo) Velazquez no tiene cruz en el pecho (1,42 x 1,22m), ( la de El Prado 3,18 x 2,76m), este cuadro sería un boceto preparatorio o estudio para el formato original, cosa posible si notamos la falta de detalles y el trazo más suelto de la Pintura.
    Para comparar

    La obra sufrió varios daños y restauraciones y en la actualidad se encuentra reentelada

    Detalle de lateral donde se observa un reentelado del S. XIX.

    "Nada se sabe de las razones de su existencia, sus enormes dimensiones hacen pensar en que se concibió a priori como un lienzo importante; dado que su verdadera dimensión espacial adquiere toda su expresividad observándolo en la distancia, no es descabellado pensar que fuera un encargo real para su posterior ubicación en una gran sala del Alcázar. Sea como fuere, se colgó la tela en el despacho de verano del rey; y posteriormente, se nos ubica en <>. El marco original era de labra dorada evidentemente perdido con el paso de los años, perdiendo el efecto que el mismo Velázquez había pensado para conseguir un mayor efecto de riqueza y ornato. Hoy vemos la monumental obra encuadrada en un austero marco negro.

    Durante el incendio del Alcázar de 1.734, el lienzo fue objeto de desgarros y de pérdidas de la capa pictórica que llegaron a dañar la trama . No obstante, el lienzo ha llegado hasta nosotros, a pesar de todas estas dificultades, en un excelente estado de conservación. Esto puede deberse a algunas intervenciones que fueron necesarias, pues tras aquel desastre, muy posiblemente se procedió a la aplicación de una capa de barniz. Con el tiempo se hizo necesaria una nueva aplicación de protectores y se procedió a su nueva forración. Lo cierto es que no hay conservada ninguna documentación que acredite aquellos procesos de mejora y rehabilitación del lienzo. Razón por la cual, de la tela de Velázquez, el Prado posee una rigurosísima documentación técnica, dado que en 1.982, antes de la restauración llevada a cabo por el Dr. Don José María Cabrera, la Dra. Doña Carmen Garrido, la Dra. Gridley Mekim-Smith y, el Dr. Richard Newman, en el plan de documentación técnica de las obras de Velázquez, bajo el auspicio del Museo en colaboración con la Harvard University y dentro de un programa específico de colaboración entre España y EE.UU., vinieron a completar la misma información, con la incorporación de exhaustivos informes."

    VELÁZQUEZ Y EL BARROCO. ENTRE LA POSTRACIÓN Y LA OCULTACIÓN. HÁBITOS INTELECTUALISTAS Y LAS MENINAS
    Daniel José Carrasco de Jaime.
    Alumno dotorando de primer curso de la Universidad de Granada
    Historia del Arte: Investigación y conocimiento del Patrimonio
    Ver


    Planos de Las Meninas
    Planos de la obra

    De esta misma página, sobre el título e inventariado de la obra:

    En el viejo Alcázar aparecen inventariadas por primera vez en 1666 en la testamentaria del rey Felipe IV.
    En este Inventario la sitúan en el Cuarto de verano del Alcázar, y la descripción se centra en la Infanta Margarita:
    Vna Pintura de quatro baras y media de alto y tres y media de ancho Con su marco de talla dorado retratando a la senora emperatriz con sus damas y una enana de mano de Diego belazquez en Mill y quinientos ducados de plata. 16.500 (rs.)
    En el Inventario de 1686 se las describen
    Una Pintura de quatro varas y media de alto y tres y media de ancho Retratada la Sra Emperatriz Infanta de Espana, con sus Damas y Criados, y vna Enana original de Diego Belazquez Pintor de Camara y Aposentador de Palaçio donde se Retrato asi mismo Pintando.
    En el Inventario de la testamentaria del rey Carlos II en 1700:
    Ytten Una Pintura de quatro Varas y media de alto y tres y media de ancho Rettrattada la Señora Emperatriz Ynfanta de España con sus Damas y Criados y Una Enana Original de mano de Diego Uelazquez Pinttor de Camara y Aposentador de Palaçio donde se rettratto a si mismo Pintando Con marco dorado tasada en Diez mill Doblones.
    En 1734, después del incendio del Alcázar, las encontramos en la relación de las obras rescatadas, y se menciona por primera vez a los reyes presentes a través del espejo:
    Otro sin Marco con Bastidor de quatro Vs de alto y tres vs y terzia de ancho de la familia del sr Phe quarto origl de Velazquez.
    Años más tarde, en 1747, volvemos a tener noticias de esta obra en el Inventario de Palacio tras la muerte del rey Felipe V, pero a la protagonista Margarita se la confunde con su hermanastra María Teresa:
    Otro Lienzo de un Retrato de la Ynfanta Da Maria Theresa Ynfanta de España y Reyna de franzia, quando la rretrato dn Diego Velazquez, con diferentes Señoras que le acompañan Orixinal del mismo Velazquez compuesta ultimamente de quatro varas de cahida y tres y media de ancho tassado en 25.000.
    En 1789, en el inventario de la testamentaría del rey Carlos III:
    Quatro varas de alto y tres de ancho. Quadro llamado de la familia de Felipe quarto: Velazquez 60.000.
    En 1814, finalizada la invasión napoleónica, del Inventario del Palacio Real de Madrid tenemos:
    Otro quatro varas de alto por tres de ancho llamado La Familia de Felipe quarto = Velazquez (...)
    En 1834, en el Inventario de los cuadros del Real Museo de Pintura, llamado más tarde Museo del Prado, se las describen:
    La Ynfanta Da margarita Maria de Austria, hija de Felipe 4o á quien sus damas presentan para vever agua un búcaro (uno de los mas hermosos cuadros del autor). Velazquez. 12,1 x 10,7 L o Palma 1.100 / 400.000.



    He aquí una radiografía de la obra. Lamentablemente no he hallado imagenes ni de UV ni infrarrojos.



    En el grabado de Goya ( (1746-1828) , "Las meninas" ( circa 1778) V. ya aparece con la cruz en el pecho




    Para ver la obra ampliada y con excelente resolución,



  5. #5 silmarillion 14 de nov. 2005


    Hace algunos años leí una interesante teoría sobre el búcaro y la he buceado en internet:
    www.fisterra.com/human/3arte/ Pintura/temas/enanos/princesa_margarita.asp

    Las Meninas o La familia de Felipe IV, 1656-57 (Detalle)
    Velázquez, Diego Rodriguez de Silva y (Sevilla, 1599 - Madrid, 1660)


    ¿Sindrome de Albright? (pubertad precoz, talla corta, bocio, exoftalmos hipertiroideo, tumor tiroideo y muerte temprana).


    Algunos autores1 oPinan que "el secreto" de Las Meninas no es otro que mostrarnos una escena que transcurre en la intimidad del Palacio Real de la Casa de Austria en Madrid. La Infanta Margarita de Austria, representada como una niña, sufriría una pubertad precoz, tal vez como manifestación de un Síndrome de Albrigh que provocaría su muerte con pocos años, ya casada con el rey de Austria.

    La menina que está a la derecha de la Infanta, a la izquierda del cuadro, ofrece a ésta en una bandeja un pequeño búcaro de sencillo barro. ¿Por qué un objeto tan humilde en una cámara real?.

    La explicación habría que buscarla en los remedios médicos utilizados en la época para intentar cortar las hemorragias menstruales anormales. Se intentaba obstruir (opilar) los conductos que sangraban. Para ello, se masticaba barro o se tomaban determinadas aguas, como la de la fuente del Acero de la que habla más adelante Pérez Reverte, con lo que se pretendía suprimir el flujo menstrual.

    Por lo tanto, el cuadro más famoso del mundo, representaría - entre otras cosas - un acto de curación, y el remedio utilizado - el búcaro de barro - se encuentra en el centro del mismo.

    [1] Valtueña, Oscar. La Meninas. EL MÉDICO, 18-febrero-2000: págs. 73-79.


    La fuente del Acero de Madrid
    …[bajando] por la Cuesta de la Vega y cruzando el río por la puente segoviana,... [ ] supe después que Angélica andaba esos días quebrada de color, y su médico recomendaba paseos por los sotos y alamedas próximos a la huerta del Duque y la casa de Campo, así como la famosa agua de la fuente del Acero, tan prescrita, entre otras cosas, para las damas que sufrían de opilaciones. Fuente, por cierto, glosada por Lope en una de sus comedias:


    Mañana salga, en efeto,
    después que tome hasta media
    escudilla reposada
    del agua bien acerada
    que desopila y remedia.

    Angélica era todavía muy niña para ese tipo de males, pero lo cierto es que el frescor del lugar, el sol y el aire sano de las arboledas, le eran convenientes. Así que allí se encaminaba, con coche, cochero y dueña, mientras yo seguía sus pasos a distancia. Al otro lado de la puente y el Manzanares, damas y caballeros paseaban bajo las arboledas. En el Madrid de la época, lo mismo que en las iglesias a que antes me referí, allí donde había damas - y la fuente del Acero, como he dicho, atraía a no pocas, con dueñas o sin ellas - hervía la olla de galanes, citas, billetes, tercerías, lances amorosos y de los otros; que a veces lo uno aparejaba, por celos, trabarse de verbos y diretes, echar mano a la blanca y terminar el paseo a cuchilladas. Y es que en aquella España hipócrita y siempre esclava de las apariencias y el qué dirán, donde padres y maridos cifraban el honor en el recato de la mujer y de las hijas hasta el punto de no dejarlas salir a la calle, actividades en principio inocentes, como tomar el acero o ir a misa, se trocaban en ocasión privilegiada de aventuras, intrigas y amoríos:


    Yo voy fingiendo, mi querido esposo,
    que estoy descolorida y opilada,
    para engañara un padre tan celoso
    y una tía tan mal intencionada.

    Tomado de Arturo Pérez-Reverte
    "Las aventuras del Capitán Alatriste: LIMPIEZA DE SANGRE". Cap 3: El Acero de Madrid
    Ed Alfaguara. Madrid 1997. p. 78 - 79.

  6. #6 A.M.Canto 14 de nov. 2005

    Vamos, que lo que hace su damita de servicio o menina y parece lo más simple y siempre se pensó, es ofrecerle agua fresca en una jarrita de cerámica que, como es bien sabido de los aficionados al botijo, es el mejor recipiente para conservarla fresquita, igual para los reyes que para los campesinos.

    Por cierto que he encontrado de casualidad la descripción de Palomino, de 1724: "Entre las Pinturas maravillosas, que hizo Don Diego Velázquez, fue una el cuadro grande con el retrato de la señora Emperatriz (entonces Infanta de España) Doña Margarita de Austria, siendo de muy poca edad; faltan palabras para explicar su mucha gracia, viveza y hermosura; pero su mismo retrato es el mejor panegírico. A sus pies está de rodillas Doña María Agustina, menina de la Reina, hija de don Diego Sarmiento, administrándole agua con un búcaro. Al otro lado está Doña Isabel de Velasco (hija de Don Bernardino López de Ayala y Velasco, Conde de Fuensalida, Gentilhombre de Cámara de Su Magestad) menina también y después dama, con un movimiento y acción propísima de hablar; en principal término está un perro echado, y junto a él Nicoluso Pertusato, enano, pisándole, para explicar al mismo tiempo su ferocidad en la figura, lo doméstico y manso en el sufrimiento; (...) detrás está Mari Bárbola, enana de aspecto formidable; en término más distante, y en media tinta está Doña Marcela de Ulloa, señora de honor, y un guardadamas, que hacen a lo historiado maravilloso efecto. Al otro lado están Don Diego Velázquez Pintando: tiene la tabla de colores en la mano siniestra, y en la diestra el Pincel, la llave de la cámara, y de Aposentador en la cinta y en el pecho el hábito de Santiago, que después de muerto le mandó Su Magestad se lo Pintasen; y algunos dicen, que Su Magestad mismo se lo Pintó, para aliento de los profesores de esta nobilísima arte, con tan superior cronista; porque cuando Pintó Velázquez este cuadro, no le había hecho el Rey esta merced. (...) El lienzo en que está Pintando es grande, y no se ve nada de lo Pintado, porque se mira por la parte posterior, que arrima al caballete. Dio muestra de su claro ingenio Velázquez en descubrir lo que Pintaba con ingeniosa traza, valiéndose de la cristalina luz de un espejo, que Pintó en lo último de la galería, y frontero al cuadro, en el cual la reflexión, o repercusión nos representa a nuestros Católicos Reyes Felipe y María Ana. En esta galería, que es la del Cuarto del Príncipe (...) se ven varias Pinturas por las paredes, aunque con poca claridad. (...) al lado izquierdo del espejo está una puerta abierta, que sale a una escalera, en la cual está José Nieto, Aposentador de la Reina (...). Entre las figuras hay ambiente; (...) y en fin, no hay encarecimiento que iguale al gusto y diligencia de esta obra, porque es verdad, no Pintura. Acabóla Don Diego Velázquez el año de 1656, dejando en ella mucho que admirar y nada que exceder. Pudiera decir Velázquez, a no ser más modesto, de esta Pintura, lo que dijo Zeuxis de la bella Penélope (de cuya obra quedó tan satisfecho): In visurum aliquem, facilius, quam imitaturum; que más fácil sería envidiarla, que imitarla. Esta Pintura fue de Su Magestad muy estimada, y en tanto que se hacía asistió frecuentemente a verla Pintar; y así mismo la Reina nuestra señora Doña María Ana de Austria bajaba muchas veces, y las señoras infantas, y damas, estimándolo por agradable deleite y entretenimiento. Colocóse en el cuarto bajo de Su Magestad, en la pieza del despacho, entre otras excelentes; y habiendo venido en estos tiempos Lucas Jordán, llegando a verla, preguntóle el señor Carlos II, viéndole como atónito: ¿Qué os parece? Y dijo: Señor, esta es la Teología de la Pintura, queriendo dar a entender que así como la Teología es la superior de las ciencias, así aquel cuadro era lo superior de la Pintura." (Antonio A. Palomino, El Parnaso español Pintoresco laureado, 1724, tomado de: http://www.arteantiguo.com/meninas.html, donde se ofrece también una pequeña biografía de cada personaje... menos del perro.

  7. #7 jeromor 14 de nov. 2005

    El búcaro rojo es un tipo de cerámica procedente de Portugal y que en trozos pequeños es fácil de confundir, a primera vista, con la sigillata. En el art. de Manuela Mena se mantenía que el búcaro es un rePinte (de hecho se ve) y que debajo, en la bandeja había dulces, que la infanta rechazaba, con un gesto de la mano, para indicar que era lo suficientemente mayor como para ser la heredera del trono. A la derecha de Velázquez todavía se ve asomar un paje que llevaba un cetro y el foco de luz sobre la mano de Manibarbola iluminaba un anillo que se iba a dar a la infanta.

  8. #8 silmarillion 14 de nov. 2005

    La teoría del búcaro curativo es por demás llamativa, aunque coincido que hay que poseer mandíbulas muy fuertes para cumplir con ese tratamiento.

    En el caso de los rePintes señalados por Jeromor.

    Si la tela de Kingston es como pareciera, el estudio previo a Las Meninas, en ella ya figura el famoso búcaro. En ese caso el planteo de la obra fue con búcaro.

    Es una pena que no se pueda hallar en la web una radiografía de tamaño adecuado para observar los detalles. Creo que es importante el distinguir en la obra lo que son rePintes de los que son pentimentos. El rePinte es una Pintura posterior a la factura de la obra, muy claramente visible bajo luz UV ya que presenta una coloración diferente a la del al capa pictórica original. En el caso del pentimento, es un cambio de oPinión que el artista ha tenido durante la realización de la obra, es parte del proceso pictórico mismo y puede ser visible a simple vista o no, pero siempre será visible con rayos X.

    Sería interesante saber cuáles son los rePintes y cuales los pentimentos. La cruz de Santiago es a todas luces un rePinte, ya que no figura en el estudio y sí en la versión definitiva, y sabemos que la orden se le otorgó al artista tres años después de realizada la obra.
    En el caso del búcaro, éste ya aparece en el estudio previo. Quizás velazquez planteó la obra con el búcaro, luego en la versión definitiva cambió el búcaro por el platito con dulces y como no le agradó, se arrePintió y regresó al búcaro.

    Suelen aparecer cosas asombrosas bajo las Pinturas antiguas.


    Bellini,(1512), rePintada por  Dosso en 1522, y por Tiziano en 1568,
    "La Fiesta de los Dioses".(1518-1529).


     




    La fiesta de los
    dioses, Exhibición.


  9. #9 eyna 14 de nov. 2005


    "La antigua Pintura al óleo, al correr del tiempo,pasa en ocasiones a ser transparente.
    Cuando esto sucede, es posible,en algunos cuadros,ver los trazos originales:
    aparecerá un árbol a través del vestido de una mujer, un niño abre paso a un perro,
    un barco grande ya no se ve en un mar abierto.
    A esto se le llama pentimento, porque el Pintor se 'arrePintió',cambió de idea.

    Quizá también sería correcto decir que la primitiva concepción,
    reemplazada por una preferencia posterior, es una manera de ver y luego ver una vez más.

    Esto es cuanto quiero decir respecto a la gente que aparece en este libro.

    Ahora, la Pintura ha envejecido y he querido ver lo que fue para mí una vez,
    lo que es para mí ahora.'

    Lillian Hellman.

    del libro con el mismo nombre.....pentimento, una de las palabras más bonitas y musicales que he oido nunca.
    Belleza en las palabras.

  10. #10 juanmuro 11 de jun. 2006

    Existen muchas, pero quiero destacar una tercera diferencia entre Las Meninas de Dorset y las del Prado (además de la cruz y el espejo) de la que habitualmente no se habla, es una severa corrección de la perspectiva en el techo de la habitación, que baja sensíblemente. La obra de Kingston House sería muy seguramente, como afirmó Matías Diaz Padrón, un boceto muy aclaratorio de la elaboración final de Las Meninas del Prado y efectivamente contiene ya el búcaro, al que Sanchez Cantón llama 'Pucherito de Estremoz'. A este respecto, coincido con A.M. Canto sonbre la inconsistencia de la teoría sanatoria de la jarrita de barro, y lo que me extraña de ella es tanto su específica procedencia, dado que viene de una ciudad de un pais con el que entonces España estaba en guerra, como la ausencia de un vaso de vidrio en el que beber ¿o la infanta Margarita bebía 'a morro'? y de un pañuelo con el que secarse -recordemos que este pasaje de Las meninas se impuso en las cortes europeas como el cúlmen de la refinación y a partir de entonces los miembros de las realezas llevaron ayudas de cámara que les ofrecían agua y un pañuelo en los momentos de descanso-, ésos enormes pañuelos que se ven en los retratos de las damas más primorosas de Europa, como el que luce en su retrato la Princesa Mariana de Austria, máximo exponente de la moda de los enormes guardadamas miriñaqueados que hacían imposible el retrato conjunto de hombre-mujer que sugiere el espejo de Las Meninas del Prado.
    Mantengo que Velázquez conocía desde muy joven el 'conocimiento secreto' del que nos habla Hockney, es decir el uso de las técnicas de proyección optica de imágenes sobre el lienzo y que muy posiblemente las aprendiera contra la voluntad de su primer maestro, Herrera 'El Viejo' de cuyo estudio salió tarifando antes de entrar al de Pacheco. Pero de no ser así no le faltarían ni amigos que se las enseñaran (en especial Don Luis de Haro, Marqués del Carpio, ministro privado de Felipe IV a la caída del Conde Duque, ni el también coleccionista Juan de Encina, quien había comprado los dos códices de Leonardo que se conservan en la Biblioteca Nacional, ambos poseedores como el propio Velázquez de una lente -'trozo de vidrio grueso que no se sabe para qué sirve'-, según su inventario y ambos también amigos del dueto principal de esta historia: el Pintor el rey, quien protegió al segundo de la Inquisición con consideracion de frate).
    Sin embargo, la teoría expuesta por Manuela Mena sobre la reelaboración del cuadro no termina de convencer, pues el conflicto que plantea la obra es muy otro y tiene mucho más que ver con lo que expone Silmarilion en la linea de Birkmeyer, de un espacio abierto, una cuarta dimensión que demostrara de forma contundente que el arte no era artesanía, sino 'cosa mentale' como ya mantuvo Leonardo cien años antes, lo que no era baladí, ya que dicho reconocimiento implicaría la nobleza del oficio y por ende la posible nobleza de los Pintores, objetivo final perseguido por el autor durante casi treinta años y que solo obtuvo tres años después de acabar el cuadro, concedida por el rey en 1659, pues solamente en 1658 obtuvo Velázquez la bula papal por la que se le exhoneraba de la carta de hidalguía para su ingreso en la Orden de Caballería de Santiago.
    De ahí que el uso de técnicas de proyección 'fotográfica' no sea un asunto menor para un Pintor que mantuvo siempre que 'el hecho de Pintar es para el Pintor lo que el hecho de rasgar la pluma es para el poeta'.
    Existen por contra otras explicaciones más sencillas y posibles sobre el conflicto de la cruz y el espejo de Las Meninas que desdicen la teoria de Doña Manuela, pero que son demasiado amplias y fuera de lugar para explicarse en este espacio.
    Salu2
    `8¬}
    Juan Muro

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