Autor: A.M.Canto
lunes, 22 de enero de 2007
Sección: Artículos generales
Información publicada por: A.M.Canto


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«LATINOAMÉRICA»: Forma y fondo de un craso error

Artículo en el que se reflexiona sobre la injusticia histórica del término "Latinoamérica”, cómo y para qué fue inventado y utilizado en el siglo XIX, hasta ser hoy el mayoritario y una especie de cuño de “progresía”. Los hispanoparlantes deberían de hacer un esfuerzo para recuperar, sin complejos, los vocablos históricamente más justos: Iberoamérica e Hispanoamérica.






En el otoño de 2001, a raíz de una extraña serie de envíos postales en Estados Unidos, la aceptación automática y generalizada entre nosotros de la palabra inglesa anthrax, para referirse a una enfermedad que está en nuestro poderoso vocabulario desde tiempo inmemorial como carbunco, demostró bien a las claras la indefensión actual de nuestros media, y de nosotros mismos, ante las importaciones del léxico inglés. Pero ésta del anthrax no pasa de ser una anécdota temporal y sin mayor trascendencia: A lo largo del tiempo hemos sido víctimas de adquisiciones terminológicas mucho más graves, por cuanto contenían cargas de profundidad ideológica o histórica contra las que en su momento no se luchó lo suficiente, acabando por prohijarlas en nuestra panoplia lingüística, incluso cuando ello suponía tirar piedras contra nuestro propio tejado.

Tal es el caso evidente del término «Latinoamérica», con su construcción equivalente de «América Latina». Algunos no podemos evitar cierta perplejidad cuando vemos u oímos llamar «intérprete latina» a una robusta negra, vestida de ropa multicolor y con un pañolón bien enrollado a la cabeza, cantando salsa y meneándose a lo afro... Puede suponerse lo que opinarían de semejante parentesco, envueltos en sus blancas togas, Catón, César, o Vespasiano, el gran latinizador de Hispania.

Visto desde la Historia, incluso sería inexacto describir a la propia España, madre carnal de aquel enorme continente, como un país «latino», y más chocante y obvio aún resultaría con las definiciones análogas, que serían «Latinoespaña» o «la España Latina». Aunque nuestra lengua, como romance que es, procede en lo esencial del latín, otros muchos elementos fundamentales de la cultura romana no se mantuvieron en nuestro país. En efecto, en la dominación y aculturación de esta habitualmente invadida península los romanos fueron relevados durante tres siglos por varios pueblos centroeuropeos, que no eran ya propiamente pueblos latinos, sobre todo los visigodos (los más flojos, al decir de Ortega y Gasset) y, durante otros ochocientos años más –casi los mismos que Roma la dominó– por diversos pueblos musulmanes: árabes de Siria, mauretanos, bereberes... A lo largo de estas sucesivas ocupaciones, exceptuado el idioma (que no obstante sufrió fuertes aportaciones), una buena parte de las señas identificadoras de la vieja latinidad de España fueron olvidadas. Para empezar, los propios conquistadores de América no tenían ni siquiera aquella religión politeísta que fuera un rasgo tan característico de latinos y de romanos.

Así que, si improcedente sería extrapolar al mundo contemporáneo la realidad de una «España latina» que empezó a dejar de existir en el año 409 d.C., no digamos nada de ese engendro conceptual que es «Latinoamérica». Los chichimecas, los toltecas o los incas nunca llegaron a hablar latín, ni a regirse por el Derecho Romano, a administrarse como una colonia latina o a sacrificar vacas blancas a Diana la Cazadora. Al igual que los negros, criminalmente trasladados desde África al otro lado del Océano, nuestros «indios» (otro vocablo insuperablemente erróneo) no llegaron a saber nada de esos romanos, de los que –de dar crédito a la definición en cuestión– son ellos descendientes y herederos. Por tanto, si ni «Latinoamérica» ni «América Latina» se corresponden con alguna verdad histórica, ¿a qué se deben esos vocablos y su enorme popularidad en el uso hablado de la propia España?

Parece claro que ambos conceptos se acuñaron en la segunda mitad del siglo XIX con el propósito deliberado de difuminar el incuestionable protagonismo de España y Portugal en la conquista y colonización de aquellos nuevos y vastos territorios, incluída una buena parte meridional de los propios Estados Unidos. Cuando se dice «Latinoamérica» se falsean las dos definiciones que la Historia Moderna acredita como las más exactas, que son «Iberoamérica» e «Hispanoamérica», basadas respectivamente en la definición griega y romana para la totalidad de la Península Ibérica y comprendiendo, por tanto, a Portugal y su gran Brasil. Hablando en términos políticos, el vocablo «Latinoamérica» menoscaba claramente el protagonismo ibérico, y lo transfiere y reparte entre otras naciones, singularmente Francia e Italia, también «latinas», pero que nada o muy poco tuvieron que ver en el descubrimiento, la conquista, el repoblamiento y la aculturación del nuevo continente.

España, fiel al bautismo del propio Colón, siempre llamó a todo aquel territorio «las Indias», y así aparecen en los títulos y orlas de los monarcas austrias y borbones, que son Hispaniarum atque Indiarum rex (reyes de las Españas y las Indias). Miguel Rojas Mix escribió un interesante ensayo (Los cien nombres de América, Barcelona, 1991) en el que se detuvo en el origen del problema: Los conceptos «raza latinoamericana» y «América Latina» se documentan por primera vez en una conferencia del interesante pero olvidado pensador chileno Francisco Bilbao, pronunciada en París en junio de 1856. En septiembre de aquel mismo año, y abandonando su habitual de «América española», se los arrogó el colombiano José Mª Torres Caicedo, quien, como miembro del Instituto de Francia y de la Legión de Honor, gozaba de una inmejorable posición para difundirlos en el vecino país. Ambas definiciones venían como anillo al dedo a la ideología del «Panlatinismo», emergente desde algunos años antes entre la intelectualidad francesa (sobre todo Chevallier, Lamennais, Quinet o Tisserand), en cuanto que «en aquel continente se debía oponer al peso de la raza anglosajona el de la raza latina». La Revue des Races Latines fue así, desde 1857, el órgano ideal para desarrollar y expandir los nuevos términos.

Su propio creador, Francisco Bilbao, abandonó desilusionado ambos vocablos cuando comprobó que, al contrario de lo que él pretendía expresar, eran usados políticamente para dar coartada ideológica a otro imperialismo y a otro colonialismo, ahora franceses. Pues a su amparo se justificó mejor la invasión de México por Napoleón III, y la instauración allí, en 1864, de un trono y un emperador, basados en que había con nuestra América «une affinité de civilisations, de moeurs, de race, d’éducation...». Se afirmaba, en resumen, que España era débil y que no estaba en condiciones de enfrentarse a los Estados Unidos de América, pero que Francia sí era capaz de crear una barrera en el Río Grande, y de ser, como dice Rojas, «la campeona del panlatinismo».

Hacia 1875 ambos conceptos estaban ya sólidamente implantados en favor de Francia y en contra de España, que de manera tan torpe había ido perdiendo todas sus antiguas colonias. Los «indoamericanos», decepcionados, acogieron rápidamente como suyo aquello de «América Latina» y «latinoamericanos», en cuanto que era otro gráfico medio de romper definitivamente las amarras con la metrópolis, una «Madre Patria» que más bien había acabado siendo una madrastra dura, poco inteligente y muy imprevisora. Más tarde aquellas definiciones fueron útiles también, tanto a Estados Unidos como a las ideologías de izquierdas, enterrando cada vez más la realidad histórica.

Hoy son multitud los españoles que, al decir «Latinoamérica», «América Latina» y «los pueblos latinos», siguen sirviendo sin saberlo a aquel panlatinismo francés del XIX y a los intereses de quienes acuñaron unos conceptos destinados a atacar y deslucir una parte tan sensible de nuestra propia Historia. Y algunos además lo hacen convencidos de que eso es más progresista; quizá esto se deba sólo a la insistencia que, con otras miras, puso el Franquismo en los usos correctos, y no a un conocimiento real de los antecedentes, sin meditar bien si en este aspecto concreto los franquistas estaban o no acertados. En este sentido, los sucesivos gobiernos democráticos y la Casa Real siempre han tenido las cosas claras; no así los medios de comunicación y la población en general.

Si somos aún tan débiles como incapaces de recuperar «Iberoamérica» e «Hispanoamérica» para nuestro léxico cotidiano, sin complejos y arropando el renovado y fraterno sentimiento de igualdad y colaboración con los países hispanos de América, que cada año se refleja en las Cumbres, si no podemos, insisto, esto significará que, con respecto a España, la Francia de Napoleón III sigue vigente y cargada de razón.

Alicia Mª Canto
Universidad Autónoma de Madrid





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Comentarios

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  1. #1 silmarillion 29 de mar. 2005

    Items diversos:
    "conquistados, asesinados, embaucados, robados o violados"... distinguría dos conceptos en esto. una situación es el período de "conquista" y otra el de colonización. En realidad la colonización de España fue muchísmo menos cruel que la de Portugal, por que practicamente no existió sistema plantacional en las colonias de España y sí en las colonias portuguesas.
    Otro tema es que el asesinato y expoliación de los pueblos aborígenes fue producto no tanto de la etapa colonial sino de los gobiernos emancipados de américa del sur en la medida que requirieron de territorios de expansión y procedieron a arrasar la "frontera del indio".
    No conozco a nadie que se defina como "latinoamericano" salvo en los discursos políticos.
    Los "indios" son "naciones aborígenes" y según de que país hablemos es que tienen mayor o menor presencia.

  2. #2 Lilit 30 de mar. 2005

    Pues nada, puestos a reclamar y a escribir correctamente, Santiago ( el de Compostela) que se escriba como hay que escribirlo San Iago, separado por favor, que es nombre de santo y todos que yo sepa, llevan el San delante (San Juan, San Andrés ....ah y lo de San Genjo o San Xenxo, a gusto del personal, si el nombre es de santo pues separado tendría que ser, pero tampoco se si existe un santo que se llame Genjo , Jenjo Xenxo... y ni tan siquiera sé cual es el origen del nombre de este pueblo).

    Respecto al tema del artículo sigo diciendo que América es un continente para mi dividido en Norte, Sur y Central, como mucho podíamos dividirlo en una cuarta parte que es el Caribe. Me parece ridículo llamarle hispanoamericano, latinoamericano, iberoamericano etc etc es recalcar siempre el hecho de su conquista por españoles, portugueses y similares. Es como si a España porque fue conquistada en su momento por los árabes siempre nos indenticasen con ellos, y digo árabes como digo romanos, visigodos etc.
    España es un país dentro de Europa, como Méjico puede serlo dentro de América pero la moda actual de llamar latinoamericano, hispanoamericano...me parece querer no olvidar, por unos cuantos, un pasado más glorioso.

  3. #3 DD 31 de mar. 2005

    Y en medio de toda esta confusión creada por franceses y norteamericanos, ¿donde quedan los territorios franceses en America?, ¿son Amerique Latine? No, Francia prefiere llamarlos D.O.M. (Département d’Outremer) o Antilles françaises (quizá para desmarcarse de la imagen de inestabilidad, corrupción y pobreza que ha conlleva usar Amerique Latine). Y no hablemos del Québec que es en gran parte francófono y de origen “latino” por Francia. ¿Veremos algún día a Céline Dion, cantante quebecoise, recoger un Grammy al mejor artista latino del año? ¡Jamais!

  4. #4 Eternauta2 01 de abr. 2005

    Ojo! que si el caso es recuperar el nombre de Hispanoamérica para gloria de España (y Portugal) me parece que estamos errando el punto. Si yo fuese un aborigen Aymará, Guaraní o cualquier otro, me jodería bastante que me llamasen "hispanoamericano" (tal vez más incluso que si me llamasen latinoamericano) por las connotaciones negativas que tuvo para esas culturas el proceso de conquista y colonización.

    Los yankees no llaman angloamericanos a sus Native American People.

    América no fue descubierta, fue conquistada y colonizada. Para el principal interesado, el americano, está tan mal uno como otro término, ahora si es por gloria de España y solo por molestar a los gabachos, bueno, mejor dejarlo ahi porque no vamos a ningun lado.

    América no es latina, ni es hispana, es un continente diverso, cultural y racialmente hablando, mucho más que cualquier otro del mundo.

  5. #5 Eternauta2 03 de abr. 2005

    A. M. Canto: cual es la ventaja de utilizar una definición u otra? Evidentemente lo de Hispanoamérica (o ibero) es para gloria de España (y Portugal) y nadie más.

    Es una definición cultural o étnica? No cuadra en ninguna me parece.

    Un "indio" al que le han arrancado la cultura y el idioma de sus ancestros que tiene de Hispano? Por respeto a los pueblos aborígenes de América me parece una definición tan injusta como la otra.

    Con respeto a la definición Anglo-Americano, los aborígenes americanos de USA no se autodenominan asi, ni sus negros ni sus asiáticos. Al margen de cuantas veces aparezca en Google.

    Si hablamos de América Hispanoparlante o Hablante seríamos más precisos con la definición y lo más importante, más respetuosos con los americanos.

  6. #6 A.M.Canto 03 de abr. 2005

    Eternauta2: Creo que confunde Ud. la “gloria” con la Historia. Iberoamérica o Hispanoamérica son simplemente definiciones históricas y, como tales, mejores que "Latinoamérica", que es la más extendida desde el siglo XIX.
    El idioma en el que Ud. escribe es de tipo "romance", o sea, "romanicus", ¿es ésta una palabra acuñada "para la gloria de Roma", o la simple definición de una realidad de origen? También se la llama "español", ¿es ésta una falta de respeto para los "aborígenes" que hablan otras lenguas, o simple adecuación a la realidad?

    Porque, si somos estrictos, ¿por qué aceptar para el continente la definición de "América"? Unos dicen que procede de Amérigo Vespucci, ¿por qué aceptar el nombre de un extranjero? Máxime cuando, según afirman por allá, éste no era el nombre real de Vespucci, sino “Alberigo”, que se apropiaría del nombre real, “Amerrikua” o “País de los Vientos” que los aborígenes daban a una parte de Centroamérica, en Nicaragua. Esto último no parece cierto pero, en todo caso, en el famoso mapa de Waldseemüller de 1507 aparece aplicada sólo a Brasil. En un caso u otro, ¿por qué extender la definición “América” a todo el resto del continente?

    ¿Y por qué pensar que al “indio” americano le gustará más que le llamen, o llamarse él mismo, “Indio”, como si fuera de un remoto país asiático al que en realidad nada le une? He aquí un manifiesto anticolonialista: “The struggles undertaken by Indigenous peoples to retain or regain traditional territories and objects sacred to our respective communities have tended to define the approaches of Indian resistance to foreign imposed appropriation”. Pero, ¿resulta correcto tampoco eso de “Indian resistance? (http://intelligentaboriginal.atspace.org/american.html).

    O sea que, como ve, las cuestiones de definición son complejas. Pero, en cualquier caso, se debe atender a lo que sea más general y refleje una base histórica, y éste es el caso. Porque no se refiere sólo a las lenguas ibéricas que hablan por allá. Creo que, por otro lado, puede admitirse que representa “un cierto avance” el pasar de forma tan rápida desde las fases culturales más arcaicas, en las que se hallaban la mayor parte de los aborígenes americanos, a todos los conocimientos y avances europeos disponibles en el siglo XVI. Fueron varios miles de años de evolución humana que el nuevo continente pudo ahorrarse y recorrer de golpe. Así que creo que España y Portugal, junto a muchos errores, hicieron algo más (e incluso aceptando que fuera de forma no deliberada) por aquellos aborígenes, que estaban casi todos, como se dice, en la “Edad de la Piedra”, que "arrancarles la cultura y el idioma", como Ud. dice. No creo que ninguno de esos aborígenes que cita quisiera ahora recuperar sus orígenes, y volver a la fase en la que estaban en 1492.

  7. #7 Eternauta2 05 de abr. 2005

    A.M. Canto: Ud. dice "No creo que ninguno de esos aborígenes que cita quisiera ahora recuperar sus orígenes, y volver a la fase en la que estaban en 1492".

    Es en serio? Porque hay que joderse. Pidamos que nos invadan los EEUU y nos impongan su idioma y su tecnología, sus tradiciones democráticas y su sistema social. Entonces en 10 generaciones nuestros descendientes no querrán ni oir hablar del castellano (en Filipinas fueron solo 2 generaciones) y vamos a llamarnos todos estadounidenses o el nombre que nos pongan.

    Cuando habla de "fases culturales más arcaicas" no me lo puedo creer. Si es así invadamos Marruecos ya! Como decía arriba, en unas pocas generaciones nos lo agradecerán.

    Sra. Canto, si bien creo más acertada la definición Iberoamérica que Latinoamérica, también creo que plantear lo que Ud. argumenta es simple, lisa y llanamente desconocer la realidad de América. Amén de que está valorando una cultura como mejor que otra y esto ya tiene cierto tufillo.

    En la misma España, el vasco, el catalán, el gallego reniegan del castellano y la cultura española en mayor o menor medida, siendo que hay una afinidad racial y regional, pero un aborigen americano debe agradecer la imposición por su atrasada y "arcaica cultura".

    Ahora veo porque declararon la independencia!!! :)

  8. #8 A.M.Canto 05 de abr. 2005

    Eternauta2: Si yo anduviera en el Paleolítico o en el Neolítico, desconociera hasta la rueda, y tuviera una esperanza de vida de sólo 30 o 40 años, me interesaría que me invadiera cualquiera. Ud. parece estar entre los que creen que todos los males de Iberoamérica, y en concreto la asfixia de pueblos aborígenes como los aymara, se debe a España. Lea esto:

    «La integración [de la nación aymara] a Bolivia ha sido denunciada por el historiador Carlos Mamani C. como una estrategia etnicida que se inicia en la revolución nacionalista boliviana de 1952, donde "fuimos integrados con la condición de despojarnos de nuestra herencia cultural, la cual debía pasar a los museos, enajenada y convertida en simple reminiscencia de un pasado muerto". Con él coinciden diferentes pensadores indígenas que recién a fines del siglo XX pudieron plantear el significado de la imposición de unas naciones sobre otras..."
    http://www.aymara.org/index.php?subaction=showfull&id=
    1111434789&archive=&start_from=&ucat=6&

    "La conquista española del imperio de los Incas se inicia cuando 150 aventureros españoles supuestamente invitados del Inca Atawallpa lo engañan y lo toman rehén. Como la sociedad teocrática de los incas atribuía a su gobernante poderes divinos, los otros líderes del imperio tardaron a comprender la crítica situación de su monarca. Esta inconsciencia es la única causa que puede explicar razonablemente el porque no fue movilizado de manera rápida, como correspondía, el poderoso y numeroso ejército imperial en aras del rescate de Atawallpa. En ese entretiempo de varios meses, entre la captura y la muerte del Inca, estos pocos españoles fueron capaces de comprender las pugnas entre la diversidad de pueblos que estaban bajo el dominio incaico y de esa manera ganar aliados entre éstas naciones que veían a los españoles como sus liberadores del imperio. Después de matar al Inca, los españoles contando con el respaldo militar y logístico de millares de nativos, rebeldes al dominio inca, fueron practicamente invencibles en los momentos decisivos de esta guerra de la conquista."
    [...]
    "Después de la batalla de Ayacucho en 1824, que fue la última de la guerra de independencia, todos los territorios habitados por los aymaras estaban en el seno del territorio peruano. Pero un año después, en 1825, líderes de la región del Alto Perú, motivados por intereses personales y el centralismo limeño, deciden que esta ex-audiencia se convierta en la nueva república de Bolivia. El lago Titicaca y los aymaristas fueron separados en dos partes perteneciendo cada una a diferentes países. Años más tarde estalla la guerra del Pacífico que enfrentó Chile contra Perú y Bolivia. Como las batallas decisivas de esta guerra estuvieron geográficamente enmarcadas en los antiguos territorios de los Lupaqas y Qollas se puede deducir la alta cuota de sangre aymara derramada en esta guerra que ha carecido de cualquier sentido para el pueblo aymara. Chile ganó esta guerra y con eso conquistó importantes territorios salitrero/cupríferos de Bolivia y Perú que mayoritariamente eran poblados por aymaristas. De esta manera intereses ajenos fueron los que los separaron a los aymaristas en los senos de tres repúblicas diferentes.[...] La independencia de España, de los países sudamericanos, en poco o nada mejoraron la condición de los aymaristas y otros nativos. Es más, algunos historiadores sostienen que su situación empeoró..."
    http://www.aymara.org/histo.php

    Por otro lado, siento no poder compartir su extrema admiración por los usacios, sobre todo en lo de "su sistema social"; con sus 30 o 40 millones de pobres no son mi modelo.

    Aladelta: De acuerdo, y también en lo de la protección de las lenguas aborígenes.
    http://www.aymara.org/index.php?subaction=showfull&id=
    1111702304&archive=&start_from=&ucat=2&

  9. #9 Eternauta2 05 de abr. 2005

    A.M. Canto: Ud. dice "Si yo anduviera en el Paleolítico o en el Neolítico, desconociera hasta la rueda, y tuviera una esperanza de vida de sólo 30 o 40 años, me interesaría que me invadiera cualquiera". No defendamos lo indefendible ni nos cerremos en posiciones infantiles. Los musulmanes invadieron la península y claro, como no conociamos el cero y estabamos gobernados por bárbaros...
    En 1890 en España la tasa de analfabetismo era de más del 80%, si los franceses se hubiesen enterado, nos hubieran invadido y ahora hablaríamos gabacho y diriamos Latinoamérica (en francés que no se como se dice) y no nos planteariamos estas discusiones. Hablemos en serio

    A.M. Canto: veo que Ud. se documenta muy bien, pero cuando dice "Posiblemente el principal aporte cultural de la antigua cultura aymara a la humanidad, sea la domesticación de la papa". En 500 años, van a decir que la principal aportación de la cultura española fue la tortilla (que por cierto, se hace con patatas). No nos pongamos a valorar las culturas en función de sus aportes tecnológicos. Si es asi, la española tal vez no sea de las primeras del ranking.

    1.- No podemos plantear que una cultura sea mejor que otra. Y más avanzado no es mejor necesariamente. Para cada uno su madre es la mejor y su cultura es la suya.

    2.- Esta gente no hizo un concurso público para elegir alguien más avanzado para que los invadieran, se los invadió sin pedir permiso (ni perdón) y jamás el objetivo fue altruista ni mucho menos.

    Yo no compro lo de la leyenda negra de España en América porque los mayores estragos contra la población aborigen los cometieron los mismos Americanos una vez independientes. Pero una cosa no quita la otra. No defendamos lo indefendible.

    Finalmente, volviendo a la cuestión del nombre Iberoamérica, me gusta más que el otro. Pero no se puede argumentar su uso infravalorando a los americanos.

    Sucaro: "Tradiciones democráticas: una república presidencial, nada desconocido para nosotros": EEUU tiene más de 200 años de democracia ininterrumpida, y jamás tuvo otro sistema de gobierno. Me puedes contar algo similar en Europa continental?

  10. #10 Irmandiño05 06 de nov. 2005

    Muchas gracias por la información acerca del origen del término, que desconocía. Tan sólo he revisado lo que he podido encontrar en internet, mis recursos de tiempo y situación son limitados y no es esta mi área. En cualquier caso, sea por filogalicismo o filolatinismo sigo suponiendo que la base de esta "amistad" desde el punto de vista de un opinante latinoaméricano con algún tipo de opinión sobre el tema, sería la que exponía. Asimismo, si los italianos llegaron los últimos, no lo hicieron tan mal porque al final... Colon era italiano.

    Una cita curiosa sobre una visión propia sobre el tema:

    http://www.mindef.gov.ar/edna/biblioteca/coleccion/15_2001.htm

    En mi opinión es sintomático quien es el sujeto que se pregunta por el concepto (en el artículo anterior).

    Y otro no menos curioso:

    http://www.mgar.net/docs/hispano.htm

    Y desde que el pueblo (o la parte de el con recursos para un ordenador y un teléfono) puede opinar gracias a internet:

    http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/forums/newsid_4347000/4347922.stm

    Por lo que se refiere a la cita que mencioné, tengo que reconocer que cuando las citas se hacen de memoria ...pasan estas cosas.

    Recuerdo las declaraciones a la prensa de diferentes jefes de gobierno tras la primera Cumbre Iberoamericana en Guadalajara 1991 en la que varios presidentes cuestionaban el propio término, frente a la primera celebración de una cumbre iberoamericana, manifestando como preferirían ser conocidos como Latinoamérica. Sin embargo, no he encontrado ningún recorte propio, ni mención de terceros (con el tiempo lo que no esté en internet... ni existirá). Mi error fue creer que aquel recuerdo se refería a la declaración al mezclarlo con referencias posteriores. Disculpas. La verdad es que habría sido ...muy fuerte. No obstante, la razón por la que creo que la cumbre se seguirá llamando Iberoamericana es porque la paga España (que creo no equivocarme, somos quienes soportamos la mayor parte de sus gastos) y no por otra cosa. A lo mejor... me equivoco.

    Conste, por último, que estoy a favor de la ciencia, el rigor y la coherencia entre lenguaje y razón cuando tiene sentido el que la haya. Tan sólo quiero destacar lo poco que pesan estos conceptos frente a otros más ...prácticos.

  11. #11 César_Buono 11 de mar. 2006

    Hablando en términos políticos, el vocablo «Latinoamérica» menoscaba claramente el protagonismo ibérico, y lo transfiere y reparte entre otras naciones, singularmente Francia e Italia, también «latinas», pero que nada o muy poco tuvieron que ver en el descubrimiento, la conquista, el repoblamiento y la aculturación del nuevo continente.

    Tarde pero seguro, hoy descubro celtiberia y añado lo que va ut infra.
    Veo esto, que ya de entrada "descubrimiento" no corresponde, pues ¿ quien descubrió a quien ? es decir, no me parece práctico el análisis a partir de las palabras desnudas.Decir "Latinoamérica" es una costumbre, como en España se dice ordenador a lo que propiamente es una computadora.¿ Se entiende de que se trata ? Pues basta eso. Si empezamos a analizar, nos volvemos locos.
    En lo real de nuestra existencia cotidiana en Argentina, España no existe, salvo el idioma castellano. Creo que esa es la principal razón de que por lo menos acá en mi país, nadie haga ascos a la palabra latinoamérica, salvo, lo que da en llamarse "nacionalismo católico argentino", la ultraderecha.Un grupo que cabrá dentro de un restaurante. Notese que en Argentina, según estadísticas, hay casi la misma cantidad de apellidos italianos que de origen hispano.Lo que dice este nacionalismo católico específicio es política claro, no es de mi interés, pero conozco, y ellos tienen un discurso que me parece interesante resumir para los que lean celtiberia, pues creo que sacarán conclusiones útiles para sus propias ideas :los hispanos vinieron a traer la Verdad (así llaman a la religión católica)a pueblos en las tinieblas y con 10 soldados conquistaban imperios porque todos se maravillaban de lo buenos y sabios que eran los conquistadores hispanos y los ayudaban. El indio que no se sometía era porque pertenecía a las fuerzas del demonio y por lo tanto hacerlo picadillo no estaba del todo mal.Luego, los piratas ingleses, malos ellos, que no se acostaban con ninguna india, contaban cosas muy feas de los hispanos, pero por envidia, y además como eran protestantes, eran herejes, por lo que se explicaba que no fueran tan buenos como los hispanos(por eso liquidaban a los pieles rojas, y no se mestizaban, pues como se sabe los hispanos no eran orgullosos, claro).
    Pasado el tiempo y pese a la extrema generosidad de los reyes hispanos, nuestros degenerados criollos decidieron luchar contra los "godos" (así se les decía también, como se ve, nunca nadie usó palabras adecuadas)porque los ingleses malos les susurraban cosas feas al oído.Los franceses también, que eran otros degenerados que habían cercenado la cabeza de un rey (designado por Dios, no olvidar)y que envidiaban a los hispanos.En fin, se tuvieron que volver a la península, y luego del regreso, sufrieron porque los pueblos asquerozos e interesados (vecinos europeos) les saquearon, banqueros mediante, a los hispanos todo lo que habían llevado de América (oro, plata y algunas bananas). Pasando el tiempo, un grupo de españoles enfermos deciden terminar con el rey y hacen una república, hasta que un general español (ya se llamaban España) decide dejar Africa y luego de liquidar unos cuantos enemigos, se queda cuatró décadas ordenando aquel asunto, todo ello, no solamente por España, sino para la "gloria de Dios" (como había sido el paso por América, también para la glorida de Dios).
    Yo de verdad no se que piensa Dios, pero los indios que quedan en América, cuando se les menciona España empiezan a dar saltos, se ponen rojos y dicen cosas muy feas.Pero, volvamos a la Península. Cuando fallece este señor providencial,bajito de estatura, le suceden una serie de imbéciles y un rey que en realidad mucho no vale porque es Borbon y no Austria, lo cual parece que marca para siempre.Bueno, ese es el relato de este grupo "nacionalista". Para ellos el término"latinoamérica " es algo insultante, consecuencia de la leyenda negra, de una conspiración judeo- masónica , y algo que la CIA se encarga de mantener en alto, junto con la banca judía. que va financiando y todo ello, para el dominio de nosotros, que como se ve, no tenemos nada que decir y somos medios estúpidos. Hay petróleo también en todo esto, como cuadra a los tiempos.Espero que nadie se ofenda y comprendan que me limito a describir, no a decir que estoy de acuerdo. Soy argentino de muchas generaciones, para lo que es América por supuesto, y a todo esto lo siento en el alma como un cuento de Isaac Asimov.
    Lamentablemente los humanos pagamos muy cara la verdad, y para empezar hay que atravezar selvas de idioteces, mentiras, falacias, y en fin, pantanos de dudas, océanos de equívocos y lo que se te ocurra.Por suerte hay personas que perseveran, y aunque por lo general nuestros logros son de lo más modestos, por lo menos no seguimos añadiendo basura a esa montaña.
    Es verdad que un negro no parece latino, pero tampoco hispano.
    Creo que el cuarto de hora le ha pasado a todos los imperios, Inglaterra, Francia y porque no, España. "Fue", como decimos las gentes de Buenos Aires, para lo que ya no tiene relevancia.
    Por lo tanto, esta es otra realidad, que contiene algo de lo hispano, pero también mucho más de otras realidades, y no lo parece tanto pues el idioma confunde.Esa es mi idea. Muchos españoles, y es comprensible, creo, confunden el escuchar su idioma con algo más. Lo que no hacen los ingleses por ejemplo.
    Considerar también esto, por favor : ¡¡ Cuidado !! cada país americano es distinto que el otro, sumamente diferente y eso en general, los extranjeros no lo perciben. Estoy queriendo decir que decir latinoamérica es decir algo tan confuso como hispanoamérica. No lo era hace trescientos años, pero el tiempo no pasa en vano. El tiempo, las oleadas inmigratorias y la vida misma que va modificandolo todo.
    Para nosotros una monarquía, que es tan respetable sistema como cualquiera, es un absurdo, y tenemos razón, pero para nosotros.Ya con eso solo queda descartado cualquier entendimiento más allá del turístico y comercial, entre las "ex colonias" y la "metrópoli". No me consta, pero muchos me han dicho, que mucho más lejano parece y se siente un brasileño, de Portugal.Son mundos distintos, y es lo primero que debe considerarse.¿ A quien le importa aquí que España se peleó con los ingleses hace dos siglos ? ¿ Habrá muchos que sepan que Inglaterra está al norte de España ? Nos podríamos llamar Francoamérica, y¿ a quien le importaría ?
    Nosotros somos nosotros, no los tatarabuelos de nuestros recontratatarabuelos,por favor. Es estúpido. A nadie, salvo algún grupo minoritario casi invisible (lo supongo, no se si lo hay) se le ocurre que España tenga algo que ver con nosotros, salvo claro, un pasado el que para colmo no solamente es lejano sino también fue un "los echamos de aquí pues nos expoliaban" (eso nos enseñan e n los colegios desde siempre).Lo decimos en nuestras canciones patrias, etc. España es el enemigo. Algún estúpido me ha comentado "el enemigo en realidad es USA". Pero claro, resulta que las autoridades las mandaba el rey de España. Seguramente algo de lo que ha pasado es que esos paises, Inglaterra y España se han peleado a muerte y uno ganó y el otro perdió. Pero tal como lo vemos, ganamos nosotros.No quiero terminar esto sin decir, que en general, llama la atención que casi nadie se excluye entre españoles en vituperar a USA, y se me ocurre que no son tan estúpidos los yankees, yo lo pensaría, pues no hace falta alabarlos tampoco, en mi caso, no me interesan, pero tampoco Europa si viene al caso. Lo que no me parece sano es ocuparse en denigrar a un país, que no lo veo como peor en cualquier sentido que Argentina o España, o lo que sea.¿ Habrá algo de envidia acaso ? Pero, esto, es harina de otro costal.

  12. #12 A.M.Canto 04 de jun. 2006

    Zero_Net: Bienvenido también.

    Dicho esto, veo muy fuera de lugar que utilice Ud. los conceptos "imponer, imposición" nada menos que siete veces en su mensaje, y en tono de queja.

    Por el contrario, en todo el artículo (lo he repasado, pues lo escribí hace ya tiempo) no se habla de imponer nada a nadie. Es una reflexión meramente histórica, comentando la propiedad de unos y otros términos y, especialmente, su origen real, el histórico. Pero, insisto: de "imponer", nada de nada.

    Sin embargo, supongo que reconocerá Ud. que puede ser significativo de que corren otros tiempos el que todos los países iberohablantes del continente americano se hayan puesto de acuerdo en el nombre más propio para definir sus reuniones anuales con España y Portugal: Se vienen denominando "Cumbres Iberoamericanas", aquí el detalle de ellas, van por la edición nº XV: http://www.oei.es/cumbres.htm

    Pero es que, muchos años antes, desde 1949, todos los estados de allá eligieron por sí mismos para su asociación continental el término Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), que es "...un organismo internacional de carácter gubernamental para la cooperación entre los países iberoamericanos en el campo de la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura en el contexto del desarrollo integral, la democracia y la integración regional." Aquí le dejo su sitio web: http://www.oei.es/index.html

    Así que, ya ve. Zero_net : Da la sensación de que todos estos países, o al menos sus gobiernos, sí se sienten cómodos con el término "Iberoamérica, iberoamericanos", y que no les causa ningún problema , al menos en el último medio siglo, el usarlo. Y yo al menos me alegro de que así sea.

    Repito: Bienvenido a Celtiberia.

  13. #13 Servan 04 de jun. 2006

    Hay mucha mitologia en torno a las culturas aborigenes. Una de ellas es que no conocian la rueda. La verdad es que si la conocian, la utilizaban en juguetes, pues no tenian animales de arrastre, si de carga como la llama. Los mayas y aztecas inventaron el 0 quiza antes que los europeos, a quienes les llego de India a traves de los musulmanes.

  14. #14 García 29 de jun. 2006

    Yo tengo unos comentarios...
    Los Ingleses y Estadounidenses (no digo Americanos por que todos los habitantes del continente son Americanos) no tienen absolutamente nada de decir de la conquista y colonizacion española en America, y MUCHO MENOS CRITICARLA! Por que ellos fueron mas crueles que el mismísimo demonio! .... Ellos tenian muchos hijos con sus esclavas negras para tener mas "esclavos", y despues venderlos a la esclavitud como perros, a sus propios hijos!!!...
    Y en cuanto a los Aborigenes, ellos decian; "A good Indian is a dead Indian", "un indio bueno es un Indio muerto" ellos no tuvieron la idea de formar una raza mestiza como la tuvieron los castellanos, ellos tuvieron la idea de acabar con los Indigenas y poblar el continente con germanicos, especialmente los rubios y de ojos azules.
    Y eso de que los españoles son "asesinos, violadores", etc, ¿y los Estadounidenses que son? En este caso Estados Unidos le dice a España "quítate que ahí voy yo"
    Yo soy Americano, o Hispano, por que hablo Español, y como dijeron anteriormente, si se anda en casi cualquier parte de Mèxico o de Amèrica se siente como si se está en España... y yo no digo; "soy Latino"...
    Aqui en Estados Unidos he escuchado a decenas de Hispanohablantes decirle a los gabachos "no soy latino, soy americano" o "soy hispano", eso de que nos decimos "Latinos", creo que está quedando en el pasado....

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