Autor: Anfus
domingo, 03 de febrero de 2008
Sección: Antropología
Información publicada por: Anfus
Mostrado 43.953 veces.
BREOGÁN BERO BREO. Tras las huellas del mito...
Simbolizando el centro axial de la potencia fecundadora, erguida en su verticalidad, la Torre de Breogán se convierte en símbolo de potencia genésica.
Rayos y Truenos
BREOGHAN HIJO DE BERO BREO
Tras las huellas del mito, al encuentro del Celestial Padre de los Gallegos y Celtas Atlánticos en general.
Gracias, Andrés Pena Graña y Alfredo Erias Martínez, por alumbrarnos el camino.
I.- Fundamento Numinoso
Se llama hierofanía a toda manifestación de lo sagrado. Los sajones creen, por ejemplo, en el Irminsul (hierofanía local), cuyo arquetipo universal es el pilar cósmico, axis mundi, hierofanía mítico-simbólica presente en toda civilización antigua. Las religiones históricas se basan en símbolos que reflejan transubstanciaciones, como, por ejemplo, la de una columna, un árbol, un pilar o una torre concretos en sagrados. Así, mediante este mismo proceso, una lanza es un objeto profano que, simbolizando al rayo a su vez considerado arma de dios, es así consagrada.
El hombre primitivo temió a ciertas manifestaciones de la naturaleza tales como huracanes o tormentas, los truenos y rayos le provocarían un terror innato, entonces este temor se convirtió en veneración y el deseo de que no acontecieran se transformó en rezo u oración. Tal hecho constituye la esencia del místico fundamento por el cual se venerará la lanza del céltico Lugh como antes se rogó a su abuelo Balar, lanzador de rayos.
En un sociedad humana estrechamente vinculada al suelo y la tierra en la que se desarrolla, sin conocimiento del universo ni el planeta y carente de toda cultura, originariamente alguien seguramente feo, deforme, peculiar en alguna característica física, y poseedor así de un poder misterioso, se encargaría ya en las primeras tribus y tiempos de intentar conjurar esas calamidades naturales, creando así las primigenias cosmologías sagradas que evolucionando propiciarían dioses nacionales, expandidos o no por otros pueblos y naciones mediante conquista o predicación.
Los celtas adoraron, en cierto momento de su historia, a la pareja divina del dios de la tormenta y la fecundidad, Bres (desdoblamiento de Balar como Bile), y la diosa de la fertilidad y la tierra, Brigit. La tormenta y la fecundidad, al igual que la fertilidad y la tierra son hechos y Bres, lo mismo que Brigit, sus símbolos. Su culto explica el hecho religioso en su esencia: la veneración de un fenómeno natural.
En religión todo es hierofanía, sacralización de algo invisible transubstanciado en algo material. El simbolismo que afecta al concepto numinoso evoluciona en la proyección del pensamiento religioso re-interpretando y reestructurándose recurrentemente en torno a un mismo principio sagrado. Así, por ejemplo, primitivamente el hindú Siva fue arquetipo sagrado del pene, después poco a poco pasa a ser icono de la capacidad reproductiva masculina en sus aspectos de reproducción y destrucción. Representado sobre el toro Nandi, con la serpiente y el loto en sus manos, la frente adornada con el creciente lunar del que fluye el agua celeste, desposado con Parvati, cuyo nombre significa Reina de las Montañas o, bajo su aspecto infernal, al lado de la Muerte, alimentado con sangre y lágrimas castigando almas, Siva ordena y conduce el Universo. En la iconografía tántrica Siva abraza a Shakti (Kâli). Siva y Kâli son representados a veces como ser andrógino y único (ardhanarishvara). La sexualidad y la nutrición son actos fisiológicos para el hombre moderno, pero para las culturas arcaicas se consideraron también sacramento, ceremonia para comunicarse con la vida, ritual por tanto. El pensamiento arcaico utiliza más símbolos que conceptos haciendo de la acción, ceremonia, rito, que integra al hombre en una zona sagrada.
Con la puesta de sol en el inmenso Atlántico, el brío, poder, vigor y fuerza solar del numen uranio, tras penetrar el astro traspasando el horizonte en el infra-mundo, entra en relación con lo cnótico, ámbito también de primigenias deidades femeninas como la céltica Cailleach, latinizada Calaicia que, como primigenia cnótica deidad cíclicamente transubstanciada, transmutada en Callao, y mostrando igualmente relación en lo uranio visto Éste como Betilo o Meteorito, ónfalos que es axis mundi en torno al cual gravita el universo conectando infierno, cielo y tierra; es personificación de la Tierra que, en su faceta infra-mundana, oculta, misteriosa y primigenia, guarda el misterio que la releva al ámbito de lo tabú y sitúa el lugar donde se manifiesta como inaccesible y que, elevada al rango sagrado de Más Allá u Otro Mundo en la sacralidad que tal Misterio, tesoro que fundamento el reino, le confiere, es confinada entre consagrados ríos o en recintos cuyas puertas guardaran una bestia o monstruo, en las arraigadas supersticiones además que le confieren tan peligroso y prohibido carácter igualmente tabú, al extremo de la Ruta de las Estrellas, la Vía Láctea, Camino de la Serpiente, presumible territorio del perro.
El ancestral uranio lunar perro guía conduce las almas en el astral periplo que transcurre bajo la Vía Láctea, como epifanía cazadora, axioma de supervivencia, en la perfección de la organización de la jauría carnívora y el poder depredador del lobo concebidos, y que ya entre nuestros remotos antepasados cazadores y recolectores representaría la sabiduría, hoy perpetuada en las dispares funciones de carácter amistoso o benévolo con el que la tradición rodea al perro, como guía, velador, protector o guardián. Tales serían sus funciones en la que se presupone región de tránsito místico-religioso de la que emana la numinosa esencia del fundamento religioso cuyo recuerdo perdura registrado en los nombres de la cordillera o el mar Can-tábricos, por donde transcurre el camino que conecta el atlántico celta confín de Bero Breo bajo la Via Láctea en Can-t-abria, voz con etimología en la piedra y las Montañas, siendo estas piedra y Montañas personificación, exaltada en su altura o pétrea eternidad, de la diosa Madre tierra que, en su bipolaridad además como Gran Perra, devora toda vida que genera siendo la Reina del "Territorio del Perro", mostrando la dualidad que emana en su sacralidad de este animal cuyo nombre muestra paralela etimología remodelada en base a una voz que inicialmente conjugaría can “perro” con “tabria”-trebia-treba-tribu “territorio”, concepto del que simbólicamente se desprende la ambivalencia que la fuerza y el poder numinoso del lobo hecho perro adquiere puestos de nuestro lado, o en contra, pues el lobo impide que traspasemos el umbral del lugar sagrado lo mismo que vuelto perro guía en acceder a él.
Can-t-abria, amplio y exactamente indefinido territorio que inicialmente abarca toda la cornisa peninsular norte, sería nombre latino que no escapase a la remodelación, reinterpretación o mejor mera simplificación, que sobre una más compleja base indígena la interpretatio romana realizaría (como transforma a los calaici asociados a la Calaicia en callaici vinculados a las piedras, o a los aelleni relacionados al ciervo en helleni) afectando a la voz con una reinterpretación latinizada que desmitifica el origen en lo deifico mismo concretando en Can-t-abria, en relación a la piedra y por extensión montaña y territorio, un trasfondo que místico oculta lo profano en una inicial voz que conjugaría además Can-Treba “Territorio del Perro” con canina relación al aspecto devorador de la Madre tierra como Gran Perra que devora toda vida retornándola al primordial vientre Materno siendo la de los celtas atlánticos la Calaicia; al lobo, ancestral hierofanía, y a cuya capacidad cazadora asimilan ya los ancestros cazadores la sabiduría reflejada en el psicopompo y guía perro que mismo acompañará a Lugh que a san Roque o, simbólicamente, a miles de cristianos peregrinos todos los años; o al Can Cerbero, guardián del Hades, al que Heracles combatió antes de llegar en su periplo solar a A Coruña donde erguiría victorioso su Torre sobre la cabeza de Gerión.
O Cebreiro lugués posee nombre que pareciera remodelado ocultar el del Can Cerbero, por la zona en la que la tradición griega en su momento situaría los umbrales del heleno hades, reino de los muertos originalmente subterráneo, infiernal, de céltico paralelo en el Mundo Inferior, no concebido aun como Infierno en el sentido de sitio de castigo en tanto que como lugar primigenio creativo donde los mortales y dioses mantienen relaciones especiales, subterráneo mouro reino de Calaicia, que muestra la esencia de su origen uranio manifestada en Arco Iris, llamado en Galicia “Arco da Vella”: la Vieja de los celtas descendientes de la Calaicia que, en las distintas facetas de su función materna deificada, se traduciría por “la Céltica”, lo mismo que “Madre de los celtas”, al igual que por la “La que oculta” en la tierra y la piedra de analogía en el vientre y matriz incubador que también devora, o por la “Alta, Elevada” en relación a la Colina donde en animismo es exaltada por el poder místico y la fuerza numinosa que en su verticalidad y altura emanan, haciendo de los hijos de las sagradas colinas, los calaici, a su vez y en relación a la misma roca y su dureza, y a la colina y su altura como a la del misterio que ocultan los mismos castros, “los duros, altivos, fuertes, poderosos” además de “habitantes de Colinas”, sinónimamente a la voz que designa a los celtas, hijos de Celtius, que los griegos situaban en montañas al norte de su país, pues ambas variantes: celtas y calaici, devenida en gallegos, son traducción de si misma como concepto que gira en torno a la colina, ya sea alta, fuerte, poderosa, de viva roca, conectora en el eje que une inframundo con cielo, axis mundi, u ocultadora de misterio.
Calaicia, espíritu de la tierra deificada en el culto a la Madre y el animismo a través del que se consagran montañas, arroyos, elementos naturales, etc. que entonces se practicaba y por el que a la tierra se adoraba ya en los ritos y mitos celtas; reverenciando a las deidades en más o menos semejante pleitesía a la que el romano ritual de euocatio pretende o simula brindar y en base o relación al cual Brutus, el general romano, presumiblemente sería apodado Galaico, aun fracasando el ritual al cometer sacrilegio en vadear el Limia, para apresurado volver a Roma donde levantar templos que dedicar a los dioses extranjeros de cuyos favores pretende el romano así beneficiarse,tal como el ritual estipulaba, mismamente obteniendo el perdón de la culpa redimida que trata de expiar, todavía aterrorizado por el ocaso atlántico de Bero Breo. Brutus pretendía asimilar, como su sobrenombre indica, el sagrado concepto que lo calaico, en relación a la Calaicia y sus hijos calaici, entraña, en el mismo pretendido devoto amor a la tierra que, en el que el culto a la diosa Madre de la misma, la veneración de sus montes, ríos, piedras etc. y los rituales que estipulan, forjó la breoghaniana galaico-sueva grey el primer Reino de, y para Europa, sagrado por supuesto, en el extremo confín de los verdes castros celto-atlánticos, hogar de Breoghan.
El numen uranio, Bero Breo irlandés, Buarainech, es padre de Balar, llamado Bile en Gales al igual que como hijo de Breoghan en el L.G., personificación de la Tormenta que fecundará la Tierra: Cailleach o Calaicia en el inframundo, o Brigantia (como Brigit, desposada con Bres: el mismo Balor o Balar) en la superficie de sagrados castros o brigas, ambas distintos aspectos de una misma diosa, la tierra Madre.
La diosa madre Calaicia o Cailleach se manifiesta donde es personificada para ser exaltada, venerada, en el animismo de la Colina, palabra ésta con etimológica relación al nombre de la diosa madre tierra primigenia de los celtas (hijos de Celtius en la mitología helena) que en la colina o castro se oculta misteriosa para ser, en su altura, exaltada, remitiendo la estructuración religiosa del castro a su origen y principio simbólico: Calaicia que, como espíritu y fundamento de la existencia, arribado en meteórico callao de urania procedencia, es germen en el caos que ordena la vida entre la muerte en el misterio oculto del inframundo que en su sacralidad es elevado en las colinas hechas castros hacia los cielos, como tesoro de moura diosa primigenia de la Tierra cuyo recuerdo, evolucionando hacia Brigantia, es preservado en la tradición, confundiéndola con Ésta última o, siendo antecesora de la misma, mitificada como su madre y relevada al rango de su originalidad absoluta como primigenia madre Reina de los Muertos “Mor-rigan” o Reina moura, espectral, espíritu de la tierra antepasada que, como callao, trasciende a todo fin renovando los tiempos. Ella es Morrigan siendo mismo “Reina de los Muertos” que “Roca Reina”, como Madre tierra que engendra y devora, asimilando su simbolización el carácter funerario que de las piedras emana además de las pétreas cualidades atribuidas de eternidad e inmutabilidad que son atributo deifico. Si ambas Brigantia / Brigit y Calaicia / Cailleach son la misma diosa madre, Calaicia podría ser considerada además la Abuela de los celtas, atlánticos cuando menos, Reina moura, de los muertos, nuestros antepasados del inframundo cuyas almas en ocasiones aguardan o guardan piedras.
Las hierofanías, como la tormenta o el rayo, debieron preceder entonces a la creencia en seres supremos, como Balor, promovedores de la idolatría o culto a los ídolos. La idolatría considera ídolo la representación de una divinidad. Balar, Balor, Bile desdoblamientos a su vez de Bres como de Tethra, asociados como el heleno Cronos a una Torre, otro símbolo del mismo axis mundi que conecta tierra, cielo e infierno, pilar cósmico, con paralelismos en las helenizadas columnas de Briareo o Hércules, con la que, sobre sus hombros, sostiene el heleno Atlas el Mundo, en paralela axial función a la del ómphalos de la tierra Madre, bethilo celestial. Bile, decíamos, representa a su vez un paso en la evolución del pensamiento religioso que perpetúa el hecho numinoso uranio desde los tiempos del ancestral Breoghan hasta el Jesucristo de nuestros días.
Los dioses celestes fueron evidentemente los más antiguos al creer y sentir nuestros remotos antepasados venir del cielo lo que sobre todo les preocupaba y amenazaba: tormentas, lluvia, rayos y truenos.
La simple contemplación de la bóveda celeste provocaba en la conciencia primitiva una experiencia religiosa. Revelado infinito y trascendental en su altura es idolatrizado como el Altísimo, como aún es nombrado el Dios-Padre, sea Yavéh o Alá. Andrés Pena Graña explica en sus papeles como el teónimo Bero Breo, antecedente de Breoghan, se traduce por "el Altísimo (*u-pero) de la Alta Casa, Torre, Briga". En esas altas regiones moran los dioses, llegan algunos privilegiados por medio de ritos de ascensión y se elevaban las almas de los finados. El cielo simboliza así la trascendencia, la fuerza, la inmutabilidad.
El nombre del dios iraquí Oke significa "el que está arriba". Wakan, dios sioux manifestado en el rayo, significa "Arriba". La divinidad suprema de los maoríes, Iho, "Elevado". La de los negros akposo Uwoluwu "Lo que está arriba", etc. Para todos el cielo es creador en el sentido de fertilizante, fecundante pues produce la lluvia.
Baiame, divinidad suprema de los kamilaroi, wiradjuri y euahlayi, del sureste de Australia, habita el cielo, junto a un gran río, la vía láctea, donde recibe las almas de los inocentes, hecho que recuerda como el heleno titán Brioreo, identificado como Bero Breo /Breogán por Andrés Pena Graña y Alfredo Erias Martínez, halla morada junto al río Letheo, río del Olvido, fontera del Hades, equiparado al galaico Limia.
Baiame está sentado en un trono de cristal, el sol y la luna son sus hijos, el trueno su voz, hace caer la lluvia, se ha creado a sí mismo al igual que todo de la nada, ve y oye todo...; características que lo aproximan a los dioses monoteístas judío, cristiano, o islámico a la vez que explicarían éstos como personificaciones de fenómenos naturales. Dioses pues que manifiestan su voluntad por medio del trueno, el rayo, el viento, la tormenta, la aurora boreal o el arco iris, llamado en Galicia "arco da vella" vieja identificada con la Calaicia o Cailleach.
De hierofanías como la tormenta y el rayo surgen los dioses uranios cuyo culto evolucionará en sincretismo con otros poderes numinosos. Los panteones divinos de ciertas mitologías muestran la evolución del pensamiento religioso en el mismo parentesco de los dioses, así el heleno Urano, el Cielo; engendra y fecunda a Gea (la Tierra), de ellos desciende Cronos el rey de los muertos y antepasado mítico de los griegos que, en el s. VI a.C. cambia su residencia del inframundo donde gobernaba sobre los muertos por el de la mítica isla occidental a donde se encaminan los difuntos siguiendo al sol. El céltico Balar "la tormenta", hijo de Buarainech, es abuelo del solar Lugh. Balar, siendo Bres, es desposado con Brigit, al igual que Bile con Belisama, etc. Esta deidad, con desdoblamientos en Bres, Balor, Bile, Balar, Tethra, Tingermand, etc., asociada como Cronos o, mismo etimológicamente a Bero Breo a "una Torre" muestra, como dios de la tormenta, un aspecto tenebroso; por otro lado, como propiciador de lluvia, es fecundante, fertilizante, benigno por tanto.
En la religiosidad primitiva los dioses solares no desempeñaron ningún papel de primer plano más bien hasta la aparición de la agricultura. Anteriormente los uranios o celestes eran más que al sol, asociados principalmente, además de a la tormenta, a la luna.
La divinidad celeste es conjugada en todas partes con otras formas religiosas. Los símbolos divinos se fusionan y las creencias sincretizan. Por ejemplo, en América del norte, el ser supremo celeste asimila la personificación mítica del trueno y el viento, representado por un pájaro. En mitología céltica Buarainech precede a Balar en el culto uranio, la deidad sigue siendo celestial habiendo evolucionado al igual que el pensamiento humano, y religioso. Posteriormente surge Lugh, al que ya la práctica de la agricultura tan dependiente del sol, encauza entonces hacia el astro rey el culto uranio, si bien la lanza, el rayo, sigue siendo, como de sus predecesores, su arma.
Torres y Reyes
II.- Rayo de Breoghan
La cuestión etimológica del teónimo epíteto divino registrado en las aras de Donón se muestra peliaguda, no tanto en la identificación de su primera parte Breo, que identificó André Pena Graña con un indoeuropeo *u-pero “altura”, tanto como en la segunda BREO, con variantes BRIEGO
Ciudad celeste con paralelo, por ejemplo, en la que habita la divinidad suprema de los hebreos a partir de Moisés, Yavéh, que uránico manifiesta su poder en la tormenta, el trueno es su voz y el relámpago su fuego. Como universal símbolo de lo numinoso, el rayo es el arma del dios celeste en tantas mitologías, y como la encina y el roble o carballo fueron los árboles más castigado por los rayos, quedaron envestidos de hierofanía divina. También piedras prehistóricas de sílex fueron adoradas por considerárselas hierofanías del rayo, lo mismo que las denominadas en varias culturas "piedras del rayo", formadas por el mismo rayo, en ocasiones al azotar un árbol. En tal hierofanía interviene también su forma de “hacha” o mazo” refiriendo un origen divino y celestial a las armas hoplolatrizadas.
Rayo asociado igualmente a Brenos, o Brennos, y en cuya claridad inherente y compartida con la luna quizá comprendiese Juvainville interpretar “brillante” la etimología del teónimo. Cuando preguntaron a los galos que asaltaran Delfos y Roma el nombre de su jefe, estos mentaron a Brenos. Posteriormente los historiadores franceses llegaron a la conclusión de que como era imposible que el asalto a las dos ciudades fueran dirigidas por un solo hombre, pues distaba entre ambas contiendas más de un siglo, Brenos sería el nombre con el que los galos designaban a sus jefes. Pero Brenos es en realidad epíteto del dis pater galo, y la misma confusión entre dios y líder guerrero se constata en torno a la figura de Breoghan. ¿Será Breoghan teónimo que hace referencia a la mística mítica Torre- Breo, o quizá título otorgado al caudillo que en nombre de su dios de la Breo-Torre, guerrea? Esta voz Breo, evoca cierta poderosa cualidad de altura que, en su relación a toponimia galaica terminada en -bre, hallaríamos con vínculo a lo numinoso, igualmente en altares, outeiros (haciendo trascender su significación por tanto al mero designio de “alturas fortificadas”) estudiados por Andrés Pena Graña, según apostilla en sus Notas sobre la Organización Institucional Celta. Breo y -bre indican altura de la que emanan cierta fuerza y poder que son cualidades de atributo divino en relación a lo uranio, aquí concretados en forma de torre y altar.
Las poblaciones árticas y los pueblos nómadas del norte y centro de Asia tuvieron también divinidades celestes, que compartieron su culto con dioses inferiores. Entonces se ofrecía la cabeza y los huesos largos del animal sacrificado al dios celeste, y la sangre a las divinidades inferiores. Bajo estos fundamentos que giran en torno al culto del numen uranio, Tengri fue dios celeste de los mongoles, Tura de los chuvaches, Jume de los cheremises, Num-Tûren de los ostiaks y voguls, Num-sänke de los irtysch, Kaira-Kân de los beltires, etc. En todos estos pueblos el dios celeste era llamado también padre y en muchas culturas reinaba en el universo con representantes terrestres o khanes, como lo fueron Gengis-Khan, o Mangu-Khan, etc.
Como Breo, el nombre de Breoghan, con variantes en Bregón, Breogón, Breogán, y en estrecha relación (no sólo etimológica) con Bres, Bress, Brea, Breg, Breas... presenta peliaguda etimología que, lejos de poder reafirmarse uni-inequívoca, girando en torno a un mismo ie. *Brgh, refiere la polisemia que por si sola esta voz implica en sus derivaciones, pudiendo verse además afectada por adaptaciones que no tienen porque suponerse siempre resultado de la deformación que en su transmisión oral la palabra acarrearía, o de adaptaciones locales a variables acentos, dependiendo además de los distintos casos que la voz conjuga, pudiendo entonces además haberse visto afectada en última instancia su significación en el carácter complementario que adquiere una palabra tornada compuesta en la interrelación de unos componentes que, recurrentemente, el evemerismo cristiano irlandés presumiblemente pudiera combinados conjugar en su versión reinterpretada, cuando no la polisemia desprendida resultara dispar en significados varios de común nexo, ya con anterioridad entre la indígena población pagana y sus druidas.
En el fundamento de la creencia en el Rey del universo, dios uranio, y su representante, el rey en la tierra, denominado también en sánscrito khan, cabría situar la base del mito que rodea a la figura del rey Breoghan. Etimológicamente Breoghan sería variante de Breo-Khan. Como debió acontecer en los sucesos que rodean a figuras legendarias tales como el britano rey Arthur o el hispano Cid Campeador, en la leyenda de Breoghan, convergiendo varios mitos legendarios acerca guías, líderes o caudillos de similares características, serían compendiados, recogidos y unificados en un mismo y único relato que los monjes irlandeses se encargaron en el Leabhar Ghabhala de postergar, haciendo uso del universal saber acerca a los que tienen acceso en una Iglesia que compendia la sabiduría de la época, para hallar en Breoghan, como compuesto que define al Rey o Señor Breo, un adecuado nombre para el mítico antecesor irlandés cuyo culto divino tratan, en parte desmitificándolo mediante su racionalización, de cristianizar los monjes irlandeses, en sincretismo cuando no lo pueden erradicar. Cuando no hubiesen trasladado de la tradición popular, o mejor druidica, el nombre ya con deificado sentido de “enviado de dios”, haciendo de -ghan, relacionado a –khan, título de Rey para el mismo que asocia a “El de la Breog (Torre)-án, un Breo-Ghan, “Rey de la Breo(Torre)”, mediante concepto que, ya con anterioridad a los grandes khanes como Gengis-Khan, Kibulai-Khan o Mangu-Khan que reinan en Oriente, en la expansión del término, tendría su correspondencia mismo en sánscrito que en célticas lenguas.
El nombre de Breogán, relacionado a una Torre (y a sus inherentes cualidades de altura, verticalidad y, desprendidas, fuerza y poder), se podría interpretar como el del posesor, el que la habita o simplemente guarda algún vínculo con ella. Si existe relación con algún concepto relacionado a la realeza o el señorío del líder militar y representante del dios celestial en la tierra, los monjes sino los druidas pudieran haberlo adecuado a la confusión que ya un status indeterminado o confuso entre las apariencias divina y terrenal que la tradición le otorgaba, suscitaría la figura del guerrero campeón que derrota a otras tribus en lo que antes de evemerizarse como Espain constituyó en las creencias paganas mítico País de los Muertos, con indoeuropeo paralelo en los helenos Tártaro y Hades, en los que también la guerra, entre los dioses, fuera librada.
Quizá Breoghan, fuera fórmula entonces utilizada por los monjes, cuando no ya los druidas, para registrar el mito en torno a la figura del caudillo que la memoria popular habría elevado a rango divino, algo que mismamente podría haber propiciado su capacidad guerrera, el adoctrinamiento en el dogma de un dios “Breo” con referencias en las aras de Donón, etc., cuando no ambos factores combinados.
Con el Breoghan del L.G., los monjes tratan definitivamente de reducir el mito al ámbito terrenal, destronando al dios pagano de su lugar en el cielo, al tiempo que le conceden un lugar en la tierra para justificar la profundamente arraigada creencia indígena de su ascendencia deificada en el Breo al que el cristianismo racionaliza tratando de reducir su mito al campo terrenal para desplazarlo del lugar en el cielo donde precisa colocar al nuevo numen de origen oriental. Así, la función que desempeña el Breoghán del L.G: como mítico antepasado de los irlandeses, enmascara la que trasciende a su evemerizada imagen y que es la de la deificación urania, cuando no la de su deífico enviado representante en la tierra, el dios hecho hombre, cuyo origen divino-celestial no encajaría tampoco en el axioma cristiano de los monjes manuenses.
Bres, es igualmente presentado bajo su aspecto más terrible, obviando otras facetas más positivas, como la fecundante que, no obstante, igualmente disfrazada, es presentada con el nombre de su desdoblamiento que en uránica relación con la tormenta provoca la fecundidad: Bile, si bien en la acción evemerista éste verá reducida su función fecundadora o fertilizante de Tormenta, al terrenalmente desmitificado papel de padre (como Breoghan lo es suyo) de Golam llamado Mile; ancestros de los irlandeses, pero terrenales y de carne y hueso, despojados de cualquier vestigio divino en el Leabhar Ghabhala Erenn, y paisanos de la Espain de las tres puntas, ya no provenientes del País de los muertos al que se muda nuevo Propietario. Si la mitología pagana relacionaba hombres, dioses y semidioses en su relato, el evemerismo cristiano se ocuparía de hacerlos hombres a todos.
La acción evangelizadora cristiana en Irlanda, buscando captar adeptos a la fe que profesa, utilizando los distintos métodos que le faciliten tal propósito, en el relato de los sucesos acerca acontecimientos expuestos en el Leabhar Ghabhala, no dudará en hacer morir a paganos dioses como Brian y sus desdoblamientos Iucharba e Iuchar, lo mismo que a Lugh o al Daghda en la batalla de Magh Tuiredh. También muere Bres, al que muestran durante su reinado despiadado, malvado, haciendo hincapié en el aspecto más tenebroso del culto al dios pagano que representa evemerizado el mítico rey, y cuyo rito asociado, mostrando su figura despreciable, pretenden los monjes escribas desplazar. Si los monjes irlandeses se molestaron en recopilar y compendiar resemblanzas de ciertas creencias y mitos y leyendas de la época, no lo hicieron motivados en el meramente cultural o científico propósito de preservar la tradición pagana tanto como en la intención de encauzarla y reconvertirla al cristianismo, como es obvio, por lo que la tergiversación de los hechos, manipulación de datos, exageración de ciertos detalles a la vez que omisión de otros, lo mismo que la desmitificación racionalizada terrenal, concretando lugares míticos, como por caso el País de los Muertos, en ubicaciones geográficas como Espain, la transformación del mito como el del Pilar Cósmico de Bero Breo en algo concreto como el faro de Brigantium, o el despojar de toda pagana sacralidad al Rey, hecho hombre, etc., seran comunes recursos que justifiquen el fin para la reconversión de la fe pagana a los edictos del nuevo dogma.
Antiguamente el emperador era hijo del cielo, y de ahí que no sólo garantizara buen gobierno, sino también fertilidad, sucesión de los ritmos cósmicos, etc. Dingir es el término sumerio para designar a la divinidad y denota también epifanía celeste. Después se personificó en Anu, también llamado Padre, que reside en el Cielo desde donde otorga la autoridad al rey. Como guerrero las estrellas componían su ejército. Se le conmemoraba con el nacimiento del año siendo la fiesta del año nuevo consagrada a Marduk. Enlil-Bel era el dios de las tormentas.
Diêus, dios celeste de las tribus arias, evolucionó como Diaus en la India, Zeus en Grecia (Júpiter en Italia), Tyr-Zio en Alemania. Controlan la tempestad, el rayo, el trueno y la tormenta asociada a la fecundidad. Dyaus, convertido en pareja cielo-tierra en los Vedas (Dyâvâprithivi), terminó asociándose al fenómeno celestial diurno para, desde comienzos de la época védica, ser desplazado por Varuna (visible en todas partes), venerado, junto a Mitra, como los dos poderosos y sublimes amos del cielo. Adquirió caracteres lunares y lluviosos convirtiéndose en una divinidad oceánica. Con Mitra, Indra, Vâyu, Agni y Purusha fue el dios de los mil ojos, por omnisciente e infalible. Garante de contratos, presidía las consagraciones reales y castigaba a los que infringían las leyes.
En Grecia Uranos es el Cielo, fecundador, engendró la Tierra y en Ella el Océano, Cronos, Los Titanes y sus hermanos los Cíclopes. Cuando Cronos le amputó el sexo nacieron de su sangre Afrodita, las Furias, las Melias y los Gigantes. Su culto fue heredado por Zeus: el rayo era su arma y le estaban consagrados los lugares heridos por el relámpago, otros nombres o epítetos lo relacionan con la lluvia, la tempestad y la fertilidad. También era padre y soberano, y de él recibían los reyes su autoridad.
III.- Axial Torre
En la situación extremo occidental de la cornisa atlántica, imaginada como umbral del Hades en las culturas mediterráneas, de misteriosos en tanto que ignotos occidentales finisterraes que miran a poniente, donde el psicopompo sol desciende al inframundo tras su periplo astral, la cultura celto-atlantica consagró el más devoto amor por la Madre tierra de sagrados confines deificándola para la posteridad. Y así dándosele por nombre el de la diosa primordial al lugar que desde la antorcha, Facho de Donón o Faro de Brigantia, alumbra la breoghaniana civilización que forja, para entre el cielo y el infierno adorarla: Galicia, de divina etimología en Calaicia que, como la Cailleach a Brigit, "pare" a Brigantia, diosa guerrera de sabiduría, defensora de la tribu de la briga en la que se personifica como Madre tierra, invocada en el ónfalos axis mundi que conecta su inframundano universo mouro con el altísimo cielo de Bero Breo, un dios cornamentado que posee una Torre que es Pilar Cósmico, en conexión al mismo axis mundi onfálico y terrenal, alrededor del cual gira el universo celto-atlántico.
Bero Breo, Buarainech, Cernunnos, Tarvos-Trigaranos y alguno uranio más muestran semejanzas compartiendo características de manera que en tantos aspectos se les puede identificar a unos con otros en todo aquello que los equipara y asemeja hasta el punto de mostrar cada uno de ellos la coalescencia cuya parte fundamental, dando lugar a las distintas reinterpretaciones, muestra a éstos como variantes conectadas al común nexo que los une y representa la esencia de lo que más profunda y, asombrosa o abrumadora y drásticamente al humano ser afecta en su relación con el que le rodea mundo que tantos misterios sin comprender se explica religiosamente idolatrizando en hierofanías y otros recursos de lo numinoso la uránica figura que siendo universal halló en cada punto como su autoctonicidad las peculiaridades que la definen también caracterizan propia, como es caso el de la Cornisa Atlántico-europea cuyos confines nuestros ancestros conectan en hermanar a las atlántico-celtas tribus en una misma creencia y culto al supremo Bero Breo, el "Altísimo de la Alta Torre, Casa, Briga del Poder, la Fuerza, el Vigor”; y la Gloria que, en sus por su terrenal hijo Breoghan pregonados designios realizados, así tenga.
El dios uranio, universal, estando en todas partes se manifiesta, por las características que a la región atañe, de manera tan peculiar en la Cornisa Atlántico-europea de sagrados confines.
El Altísimo, Dios de la Torre, Bero Breo, que, al igual que por ejemplo el dios cristiano Omnipotente, Todopoderoso, Creador, Misericordioso, Estrella Divina, etc., también recibe varios nombres o epítetos como el de Hospedero: Vestio Alonieco, Cornudo: Cerunnos, Lanzador de rayos: Balar, Cara de Vaca: Buarainech, Toro: Tarvos... Conan, Tetrha, Bres, Bile... etc. en relación a alguna característica que lo define en las distintas facetas que conciernen a sus dispares funciones como la fecundadora y regeneradora en la lluvia, o la destructora en el rayo, como dios de la Tormenta; conjuga sincretizadas las fuerzas de lo sagrado en su evolución, que es la del pensamiento religioso humano que en torno al primordial uránico numinoso misterio fascinante se va desarrollando desde los albores de la Historia de la Humanidad, hermanando desde siempre a las tribus de los celtas confines atlánticos en los sagrados amor y pasión religiosos más devotos por el Único, el Altísimo de la Briga, Casa, Torre (del Poder y la Fuerza de la Vida y sobre la Muerte), en cuya Palabra, su hijo en la Tierra, el dios hecho hombre, Breoghan el Rey, adoctrinó las masas. Alabado Bero Breo, alabado Breoghan donde quiera gigante su voz pregonando la redención de la buena nación celta para la que compuso himno el muy noble hijo de la gentil Virgen Celta de Occidente, don Eduardo Pondal.
La misma etimología de la voz briga con que son designados los castros, construidos en la evocación de las formas circulares que confinan el espacio consagrado, designa la altura, en asociación a la fuerza y el poder con los que se interrelaciona. El que emana del Facho de Donón, es ejemplo de poder numinoso, asociado a otras fuerzas religiosas, vinculado a la altura y la verticalidad, en la cima del promontorio y en presencia del mar y las islas, con su antiguo faro celta en el que el fuego que se encendiera, por motivos evidentes, recordaría o trataría en algún modo de emular a la columna de fuego que, con el nacimiento de Brigantia, llega al cielo, nueva representación del, reinterpretado en sus dispares versiones, axial pilar o columna cósmica en torno al cual gira el universo.
La torre de Breoghan, Tethra, Conainnn, etc., en conexión a su simbolismo como lugar del que vienen y van las almas, Torre regidora de muerte y vida por tanto, conectando en su verticalidad tierra, cielo e infierno, comprende el simbolismo que atañe y afecta al axis mundi, eje cósmico en torno al cual gravita la tierra en el Facho de Donón o el Faro de Brigantia, en conexión al cielo de la Torre de Bero Breo, y al inframundo, o Mundo inferior de Calaicia, (¿quién sabe de si también Cosus si *Koljus-Koljo "cocho, ocultamiento"?), donde el bardo Taliesin, en el poema Preiddeu Annwn, ubica el caer que gira eternamente.
Una torre semejante aparece en el immram (especie de crónica de viajes) de Maelduine, donde se relata como un gigantesco y feo molinero habita la isla del Molino haciendo girar su rueda, cuyas fauces engullen todo lo escatimado en el mundo. Cu Roi también está relacionado con esta Torre, Fortaleza, Briga del Otro Mundo, pues captura a Blanaid en un castillo en cuya puerta gira sin cesar una rueda mágica, otra versión de la Torre Giratoria, el Molino, donde residen los dioses, regeneran los muertos y renacen los iniciados. Cuando pronunciaba cierto hechizo Cu Roi, su fortaleza giraba deprisa como rueda de molino, siendo imposible encontrar su entrada tras la puesta del sol. Existen varios ejemplos de célticas Torres que realizan una función axial en el centro del mundo como pilar cósmico que conecta tierra, infierno y cielo, y en torno al cual gira el universo, la vida y la muerte.
En el relato de Nennius, los tres hijos de Mile, tras llegar con treinta barcos cada uno y en cada cual treinta hombres con sus mujeres, permanecieron un año en Irlanda, entonces percibieron en medio del mar una torre de vidrio y sobre ella algo parecido a hombres, quasi homines, de los que no obtuvieron respuesta. Tras un año de preparativos partieron para atacar la Torre. Naufragando uno de los navíos con treinta hombres y treinta mujeres, el resto llega a la costa que rodea la Torre, entonces el mar se levanta por encima de ellos tragándoselos. La población de Irlanda desciende de los náufragos de la barca que no llegara a la Torre.
El de "quasi homines", referido a los seres de lo alto de la Torre en la leyenda de Nennius, es concepto paralelo al de las "sombras" de la mitología romana, o los "silentes", silenciosos de la poesía latina, identificados por Lucano, Ovidio, Virgilio, Claudio, etc. con los muertos, y que nos recuerdan a los "ciegos" de las Islas Cies, sabiamente estudiadas por el insigne André Pena Graña,. La Torre de Vidrio de la que nos habla Nennius, la Torre de Conan, la evemerizada de Breoghan, son ejemplo de la reinterpretación que en torno a su mito se crea. En versionado relato, a asaltar la Torre de Conan el Grande fueron los de la raza de Nemed, tres veces veinte mil con sus tres jefes que, al llegar a Torinis, la isla de la Torre, son engullidos por las olas, todos excepto tres veces diez. En estas torres moran uranios míticos ancestrales Padres de los hombres y Reyes de los Muertos, como Bero Breo o, a partir del s.VI a.C., Cronos, en el centro del Cosmos.
Estos relatos dan muestras del profundo tabú que afecta a la Torre, poderoso tabú en el que incluso cierto simbolismo fálico que, por caso representando el poder fecundante y del rayo, y de vida y muerte por tanto, del cielo sobre la tierra, la torna tanto más prohibida.
En la irracional estructuración religiosa primero surge el mito, la hierofanía, después el rito o culto a esa hierofanía. No todas las piedras, por ejemplo, fueron adoradas, sino las que tenían cierta forma. Inicialmente se sacralizó pues lo insólito, lo singular, fuese perfecto o monstruoso, originando habitualmente lo perfecto dioses o ángeles, y lo monstruoso demonios. En toda sacralidad primitiva estuvo presente la superstición. En Virgilio sacer es maldito o santo, según el contexto. En Grecia hagios podía ser puro o contaminado. Era hierofanía lo positivo y kratofanía lo negativo (contacto con los muertos, etc). En esa mentalidad lo positivo era sagrado, y lo negativo profano. Y de ahí nació el tabú: objeto prohibido por temor a contagio. El tabú se profanizó (perdió su significado o concepto religioso) con el tiempo pero muchos objetos o actividades profanas hoy día fueron inicialmente sagradas.
La idolatría y la iconoclastia son actitudes naturales del espíritu ante el fenómeno de la hierofanía. De ahí que las encarnaciones divinas tengan su origen en que lo extraordinario (la tormenta, el rayo, los temblores de tierra, un animal o un árbol de extraordinarias características, etc.) tomaba el nombre del dios en el que se creía.
Simbolizando al centro axial de la potencia fecundadora, erguida en la verticalidad asociada a la poderosa alta fortaleza que mismamente implica la raíz que comparte con briga en el teónimo de quien es su posesor: Bero Breo, la Torre, se convierte en símbolo de potencia genésica, ya que el eje vertical es idéntico al falo erecto, generador de vida y muerte, los dos polos opuestos e indisociables de la existencia: la muerte y el retorno a la vida, la enfermedad y la curación, la materia y el espíritu. La serpiente, enhiesta sobre la cola o enroscada sobre un eje vertical, como tratando de unir los polos opuestos de su propia naturaleza, simboliza paralela potencia genésica. Cuando se añadieron alas a las serpientes erguidas, símbolo en su verticalidad del eje tierra-cielo, se convirtieron en dragones.
Pero reducir la verticalidad a su simbolismo fálico es bien poco o tan sólo una parte del amplio concepto de sabiduría que abarca y representa. El que la verticalidad sea simbolismo universal de conocimiento se debe a que lo vertical, alzándose desde un plano inferior a otro superior, representa el paso de las tinieblas subterráneas a la luz. Trepando árboles no se alcanza el cielo pero sí se consigue ensanchar considerablemente sus horizontes, en mayor medida cuanto más alto se trepe. Pero para trepar el árbol hay que tener en cuenta la correlación entre lo vertical y lo horizontal y el papel primordial desempeñado por el vértice, torbellino de rotación, que afecta al axis mundi en torno al cual gira el universo y que además de afectar a las atlánticas torres de los celtas, vemos como se realiza incluso en rotación doble. El ascenso hacia las alturas se realiza en movimiento espiral, en hélice y, en la mayoría de las culturas, doble hélice. El caduceo es un símbolo que se haya ya en la copa del rey Gudea de Lagash, del año 2.600 a.C.. o en la India sobre piedras llamadas nagakals. Las dos serpientes enroscadas en sentido inverso alrededor de la vara representan el doble movimiento vertical, ascendente y descendente, de la doble hélice, resultado del ascenso y la caída con rotación horizontal en ambos sentidos. La doble espiral la hallamos lo mismo en el bastón brahamánico que en innumerables caduceos.
En la verticalidad de sus anillos concéntricos halla especial referencia él árbol. Multitud de mitos y leyendas hacen intervenir un árbol cósmico que simboliza el universo, una columna central que sostiene el mundo, un árbol de vida, del conocimiento del bien y del mal, o un árbol milagroso que confiere la inmortalidad a los que prueban sus frutos. El camino hacia él era difícil, sembrado de obstáculos, por inaccesible y guardado por monstruos, a veces laberíntico; los héroes vencían y daban muerte al monstruo; lo sagrado para estos pueblos era ambivalente: atrae y repele, es útil pero peligroso, y confería muerte o inmortalidad.
El centro totémico australiano se encuentra frecuentemente situado en un conjunto sagrado de árboles y piedras, y el binomio cultual piedra-árbol está presente en todas estas civilizaciones arcaicas. Se encontraban por todas partes en la India de los tiempos de la predicación de Buda. Los textos pâli mencionan la piedra o el altar (veyaddi,manco) situados al lado de un árbol sagrado, y constituían la osamenta de los cultos populares de las divinidades de la fertilidad (los Yaksha). Esta antiquísima asociación de la piedra y el árbol fue aceptada y asumida por el budismo. La caitya búdica era a veces el árbol solo, sin altar; pero otras veces era rudimentaria construcción erigida cerca del árbol. El valor religioso de los lugares sagrados arcaicos no pudo ser quebrantado ni por el budismo ni por el hinduismo.
La misma continuidad puede observarse en Grecia y en el mundo semítico. Desde los tiempos minoicos hasta el crepúsculo del helenismo se encuentra siempre el árbol axial al lado de una roca. Con frecuencia el santuario arcaico semítico estaba constituido por un árbol o un betilo; y el árbol o el ashera (tronco descortezado) quedó, solo más tarde, al lado del altar. Los lugares de ofrendas de los cananeos y hebreos estaban situados sobre toda colina elevada y bajo todo árbol verdeante. Prácticamente sucedía lo mismo en Caldea y Sumeria. Todos estos lugares sagrados son un microcosmos porque repiten el paisaje cósmico, al ser reflejo del todo como imago mundi.
La piedra representaba la realidad por excelencia, la indestructibilidad y duración que, como altar, se constituye en representación de centro universal que conecta tierra con cielo, y que de origen meteórico y uranio por tanto, en la idealizada en torno suya eternidad, es consagrada como hierofanía celestial para albergar divino poder sobre el Misterio del que eclosionan los dioses que retornan a su cíclica forma de piedra renovando todo fin al que trascienden, como la Cailleach Beara. El árbol simboliza el poder sagrado que a través de sus raíces conecta el infierno con la tierra en el tronco que extiende sus ramas al cielo. El agua nos remite, además de a la fertilidad, a la purificación. Con el tiempo estos pasajes microcósmicos se redujeron básicamente al árbol o al pilar sagrado.
Al conjugar en la Torre las características de altura y verticalidad con el fundamento que rige o gobierna la vida y la muerte, en su semi-invisibilidad, sobre las aguas, las creencias celto-atlánticas otorgan a su peculiar axis mundi la mayor de las sacralizaciones simbólicas que, desde la parte oculta de lo profano, pueda mostar la hierofanía, revelación divina; en el sobre-dimensionamiento de la fuerza numinosa que de tan sagrados conceptos, así fusionados, emana.
Distintos símbolos y representaciones de axis mundi hallan el nexo que los une como desdoblamientos, variantes, reinterpretaciones o parte del mismo principio fundametal y eje básico en torno al que gira el universal axioma religioso al que representan; siendo modelos de pilar cósmico, que en la torre, el árbol, en meteoritos o betilos, con forma de huevo o no, y en presencia del agua, muestran su interrelacionada conexión en la coalescencia del axioma en que se fundamenta el principio numinoso que fusiona los preceptos conceptuales evocados en la hierofanía que el mito distingue para mostrar su estrecha relación en el árbol y la piedra junto al lago, o unifica en la torre sobre el mar dimensionando en el Celto-Atlántico Misterio la sacralidad del fundamento numinoso al ámbito que en tan poderosa fuerza religiosa oceánica además se empapa.
Y así como la serpiente guarda el árbol de la vida, numerosas infernales criaturas tanto más monstruosas guardan en los abismales océanos de simas profundas la Torre de Bero Breo. Es muy complicado llegar a las islas que se relacionarán con la que habrá de albergar la Torre, en los viajes de Bran, evemerizado Barandán, en los de Ulises, en el Leabhar Ghabhala, etc. sólo los héroes o semi-dioses lo logran, los que lo intentan suelen fracasar ahogándose como en diluvio, sobreviviendo unos pocos convertidos así en antepasados de los pueblos.
Calipso es una de las innumerables teofanías de la gran diosa, revelada en el centro del mundo, junto al omphalos, el árbol de la vida y las cuatro fuentes.
Los hombres no pueden penetrar en esta misteriosa extremo-occidental isla donde los celtas y la segunda mitad de la mitología griega, ya en los s. VII-VI a.C., sitúan la morada de los muertos. En la Odisea, la expedición de Ulises al intentar abordar la isla de Ogigia es tragada por las olas, sólo sobrevive el semidios que alcanza la lejana isla donde mora la diosa escondida, Calipso, hija de Atlas, la columna del cielo (Odisea, VII, 244-255). No existe noción belicosa asociada a la lejana isla donde Ulises vive siete años rodeado de los cuidados de la diosa que lo ama, sin embargo, cuando es dios en lugar de diosa quien toma el mando de la misteriosa isla que las creencias de los Indoeuropeos de Occidente sitúan en el occidental extremo del mundo donde ni los más osados navegantes osan aventurarse jamás; la isla torna su apariencia. Así la isla de Cronos, como noción de Hades y Tártaro que representa, y de los que el mismo Cronos fuera igualmente rey, tuvo que ser escenario de los acontecimientos que a las primigenias subterráneas moradas helenas de dioses y muertos ya afectara. El más antiguo monumento literario griego habla de los combates entablados en la Morada de los Muertos (como en Espain tuvo que combatir contra otras tribus el Breoghan del L.G.) cuando Heracles fuera al Hades de sólidas puertas para sacar de tan oscuro dominio al perro del terrible dios que allí reina.
*
Referencias Bibliográficas:
-O ancestral camiño de peregrinación ao fin do mundo. André Pena Graña-Alfredo Erias Martínez.
-Treba y Territorium. André Pena Graña
-Hechos Religiosos. Comentarios al Tratado de la Historia de las religiones, de Mircea -Eliade. Rgjimenez.
-El ciclo mitológico irlandés y la mitología céltica. H. d´Arbois de Juvainville.
-El árbol. Charles Hirsch.
Copyright A.P. Anfus © 2008 O Bicarolo Cerveiro Enterprises Ltd.
***
No hay imágenes relacionadas.
Comentarios
Pulsa este icono si opinas que la información está fuera de lugar, no tiene rigor o es de nulo interés.
Tu único clic no la borarrá, pero contribuirá a que la sabiduría del grupo pueda funcionar correctamente.
Si te registras como usuario, podrás añadir comentarios a este artículo.
En mi opinión, nunca ha sido el terror el origen de ninguna religión. No lo advierto ni en las actuales religiones llamadas primitivas, ni en las concepciones que podemos sospechar en el llamado 'arte' rupestre, v.gr.
Por el contrario, creo que las religiones están íntimamente unidas a las actividades de supervivencia de los hombres, a su búsqueda de alimento y a su necesidad de reproducirse.
No se trata del rayo como fenómeno natural que ocasionalmente mate a un ser humano, sino a su concepción como manifestación de la potencia fecundante y vivificante del cielo.
Rayo y lluvia significan renacimiento vegetal y por lo tanto animal, vida. Lejos de inspirar terror, debe inspirar una inmensa alegría, por ej. a los grupos nómades san.
Rayo y lluvia son falo celeste, serpiente. En las más antiguas expresiones se observa esta asociación, rayo-falo-serpiente-lluvia, este significado tiene en las culturas maya y china, y en la Biblia encontramos que Eva es la señora de la vida, de la serpiente.
La caza, la recolección y después la agricultura y la cría, la guerra, la obtención de mujeres, las relaciones sociales, todas son actividades intrínsecamente mágico religiosas.
Así se dan, simbólicamente, en el ser humano, porque el hombre es un animal simbolizante. Nada tienen que ver aquí los miedos, ni las tonterías, como tontamente presuponía Frazer. El problema es infinitamente más complejo. La magia y la religión son consustanciales a la psiquis humana. La magia y la religión son el cimiento de la cultura.
Servan, dices:
En mi opinión, nunca ha sido el terror el origen de ninguna religión.
La religión es dual en sus aspectos muerte y vida, tiniebla y luz, mal y bien. Qué manifestaciones uranias como el rayo que anuncia la tormenta, y la tempestad, el huracán o el ciclón, las inundaciones, etc. causen pavor o no puede depender, supongo. El agua da vida pero también la quita.
La divinidad celeste es conjugada en todas partes con otras formas religiosas. Los símbolos divinos se fusionan y las creencias sincretizan.
En la religiosidad primitiva los dioses solares no desempeñaron ningún papel de primer plano más bien hasta la aparición de la agricultura. Anteriormente los uranios o celestes eran más que al sol, asociados principalmente, además de a la tormenta, a la luna. Entre pueblos conservadores de ancestrales creencias se observan rasgos que denotan como el ancestral culto uranio es desplazado o sincretizado por otras poderosas fuerzas numinosas.
Totemismo en Australia, politeísmo en Polinesia, etc. En las islas Yap, de las Carolinas occidentales, culto a los espíritus. Entre los indígenas de las islas Wetar el culto a un ser supremo que habita el sol o el cielo indica como en Indonesia la divinidad celeste se fundió o fue sustituida por la solar. En Melanesia domina la creencia en los mana, el animismo con rastros de un dios celeste. Animismo y culto al celeste Ndengei representado en forma de serpiente, en las islas Fidji. Culto a los espíritus y chamanismo entre los indios dene. Divinidad lunar en las islas Bank y Nuevas Hébridas. Hintubuhet, divinidad celeste femenina, en Nueva Irlanda. Divinidades femeninas entre los hopi, navajo, kavis de Asma y el sur de India.
Makarom manouwe (en el cielo) y mawakhu (en la Tierra) en la isla polinesaia de Keisar. Rangi y Papa en Polinesia y Micronesia. Parejas masculina (cielo) y femenina (Tierra) en muchas tribus de África como los bantúes meridionales o las poblaciones bawili y fjort ,etc. lo mismo que en California meridional, Nuevo México y las Antillas. El cuervo entre los indios tlingit de la costa noroeste del Pacífico, etc.
El aspecto de la tormenta en su relación a la muerte es el que cabría considerar en relación al culto de los muertos o espíritus, la tormenta y el agua son asociadas a la luna que vemos simbolizada en los cuernos de Bero Breo, un dios relacionado a la fecundidad, pero también entonces, en su dualidad, al más alla; así el rayo lo que mejor anuncia es el equilibrio que entre su capacidad destructora y creadora es suplicado, pues anuncia tormenta que puede ser esperada y agradecida, lo mismo que temida por mortal; entonces la religíón podría hallar fundamento en la súplica del equilibrio entre la muerte y la vida que da la tempestad, pero la búsqueda de tal equilibrio, en primera instancia y con razón, se comprende promovida en el temor que la capacidad de la tormenta infunde, siendo el culto que se le rinde asociado a su aspecto benévolo innecesario, un dios bueno como el que solo fecunda la tierra solo recibiría culto en las plegarias por lluvias cuando hay sequía, como es el caso de tantos ejemplos en África.
En definitiva el aspecto bueno y fecundante de la naturaleza dual de la tormenta no provoca culto pues por ser bueno no necesita ser suplicado ni reverenciado, cuando se vuelve malo y es que hay sequía se le recuerda, por el temor, el terror que provoca la sequía que trae muerte vegetal y animal. Entonces es cuando se le reza y suplica, mientras no es necesario. Por tanto, bajo un aspecto único y benévolo inicialmente, no tiene sentido ni razón de ser rezar a un dios sólo benévolo que nunca habría promovido por si solo culto ni religión alguna.
Las religiones están íntimamente unidas a las actividades de supervivencia de los hombres, que son las que provocan en primera instancia el temor a morir, a su búsqueda de alimento, provocado por el hambre, etc. y los rituales de agradecimiento son los mismos que los de la súplica ante el temor de que aquello que agradecemos falte. Y los miedos no son tonterías. Como dice mi tío-abuelo: O mar está cheo de valentes.
Quizá un aspecto importante de las religiones es el de la imitación mágica, o mejor la representación mágica. El chamán se trasforma en un espíritu cuya acción es deseada, por ej. el espíritu de la tormenta, se realiza una acción teatral en el que imita o es forzado a imitar no es propiamente el actor, sino el espíritu. Esto Frazer lo interpreta como 1. tontería, una lógica torcida de las apariencias, o 2. superchería, el chamán está engañando a los de todos modos tontos espectadores.
Por ej. el pluviomago, como llama Girard al chamán amazónico, es propiamente un serpiente, lo mismo los chan mayas.
Esta representación es tan realista, que cuando es preciso que un espíritu experimente la muerte, efectivamente el 'actor' es muerto. Ese sería el origen de la tragedia.
Girard cuenta una simpática anécdota. Hay una prolongada sequía y se realizan todos los ritos para pedir lluvia. Por fin aparecen las nubes negras, entonces el chamán sale feliz y se saca el sombrero, saludando a las nubes. Estas se retiran. El chamán es acusado de haber despedido a las nubes.
O sol dá tres pasos no ceo. Por iso os celtas, e os avós dos celtas que fixeron New Grange, represéntano con un trisquel, ocasionalmente rematado por tres pés. André Pena
"O touro de tres cornos, o Tarvos / Trigaranos celta, reitera exactamente a simboloxía reflectida nas moedas ibéricas ou celtibéricas, talvez de inspiración grega, representando ao sol en forma de trisquel con tres pés" André Pena
En el caso de Callaecia las Torres son (y deben ser) tres, las llamadas "aras setianas" tres torres de Augusto, o de Hércules, o de Breoghan, que es lo mismo. Campa Torres, A Coruña y Touriñan. Ellas son los tres pies del TRisquel.
Y como todo Trisquel, tiene un centro, un eje, un omphalos, Lucus Augusti. la ciudad de Augusto.
Es el centro del Trisquel donde se encuentra el Eje, el lugar donde arriba y abajo son uno.
Saludos.
un touro, un *Tarvos. Entre os celtas fíxose popular a súa imaxe cun triplo atributo, usualmente tres cornos. André Pena
Las tres Aras Sestianas son los tres elementos (tres cuernos) del trisquel que "enmarcan" el centro alrededor del cual gira el cosmos. A donde se dirige el "Callis Ianus". El lugar de Augusto-Lugh. Lucus Augusti - Lugus Augustus. Construido de acuerdo con VITRVVII, 6TR66, el trisquel del tres veces maestro.
http://www.megalithic.co.uk/modules.php?op=modload&name=a312&file=index&do=showpic&pid=15782
Las aguas sacian la sed del muerto, matan al muerto, aboliendo definitivamente su condición humana, las del Letheo o río del Olvido constituye claro ejemplo.
No es de extrañar el número de cultos y ritos concentrados alrededor de fuentes, ríos y arroyos. Cultos que se deben al valor sagrado del agua, especialmente cuando sana. El culto acuático procede ya del neolítico o antes, como la religión. Y existen aguas relacionadas con oráculos, en Oropos, Colofón, Claros, etc.
El número de divinidades lunares es muy grande: Hathor, Isthar, Anaitis, Dionisos, dios lunar y de la vegetación; Osiris luna, aguas y vegetación, e hijo del sol. Ciertas bebidas como el soma indio o el haoma iranio, el amrita o la ambrosía, eran sagradas por obtenidas en el ciclo luna-aguas-vegetación. La embriaguez sagrada permitía participar en un culto a estos dioses del tipo presumible a comparar con el que propiciaría la reveneración del hospedero Briugú en el ancestral castro gallego de Caeliobriga, en su relación a la caelia, clase de cerveza, y estudiado por André PENA GRAÑA..
El caldero de Gundestrup no es celta. Es indio.
Sobre los tres pasos del sol, Gubernatis da muy claros antecedentes indios. También aparecen en los mitos budistas, y asimilados a los mitos jmer.-Kron Pali.
Es muy interesante el tema huso o lanzadera-eje del mundo. En el disco de Denderah, que es de la época de Cleopatra pero muestra motivos 2000 años anteriores, se observa a la hipopótamo o cerda Tueris llevando un artefacto que a primera vista parece una espada, pero es una lanzadera, coincidiendo con el eje del mundo. Este motivo de la Madre hilandera, con un instrumento de vida y de muerte, no es 'indoeuropeo' sino mediterráneo.
Creo que corresponde al labrys cretense. Labrys que hasta el día de hoy aparece en rituales africanos.
Notar que en lenguas dravídicas mana, manja es hombre, y matta, mattu, medida, menstruación.
Arkaitz
-El terror se convierte en ruego mediante la súplica de que lo que nos aterroriza no acontezca o deje de atormentarnos en la veneración de lo que lo produce o controla para que el tormento no suceda, mismo en agradecimiento que pleitesía.
-El perro de san Roque y otros santos guían las almas para que puedan pasar al Otro lado, por ej.
-El poder y el terror están relacionados. El poder del rayo es, aparte del de las lluvias que anuncie, el del terror que infunde.
Olvidas que en la Torre moran los dioses. El axis mundi es morada de la deidad, por ej. Las Nornas viven bajo las raíces del fresno Yggdrasil , el árbol del mundo en el centro del cosmos. Conan, Bero Breo o Cronos, como dioses, moran también en el centro del mundo, más alla de la costa, en medio del mar.
La piedra como hito se constiyuye pilar cósmico, imitando por ejemplo a la escala con la que jacob sueña utilizándola como almohada, por eso se la llama Beit-El "Morada o Casa de Dios".
El espacio sagrado se entiende como hierofánico, manifestación divina y en ese espacio está en el Centro, primer símbolo fundamental que puede implicar abertura, puente o umbral hacia lo Otro y que es así Constituido en ómphalos donde convergen el mundo profano y cuadrado, la Tierra, con el sagrado y circular, el Cielo.
En el templo el espacio se organiza para ser consagrado mediante orientatio. Sagrado o consagrado el centro es eje, axis mundi, punto que comunica Cielo, Tierra y Mundo Averno; un Pilar Cósmico que conecta lo sagrado y lo profano; y además de un canal por el que la deidad desciende a la tierra y los hombres ascienden al cielo, lo que es tanto o más importante: un eje vertical que simboliza la "Voluntad del Cielo" estableciendo en el espacio una jerarquerización y direccionalidad de los planos horizontales.
La torre está en el centro, no en la costa ni inmediata a ella, en el relato de Conan o el de los hijos de Mile: en medio del mar, al igual que la de Cronos. Estas islas son axis mundi, espacio sagrado donde moran dioses y muertos. la Torre en ciertas versiones gira cual eje o contiene una rueda giratoria, por ej. en el molino donde se regenera la vida y la muerte de la isla del Molino, en su función axial, pues en torno a ella gira mismo la existencia humana.
Espero que alguien me diga qué hace las diosa Lakshmi con sus dos elefantes en un caldero 'celta' manufacturado en la Tracia.
Desde el punto de vista religioso, que no es individual sino es social, la muerte no es cosa temible, sino un paso necesario, imprescindible, para el nacimiento de nueva vida.
A los muertos no se les ofrecen libaciones para que no regresen, sino por el contrario, para que regresen como nuevas vidas del clan. No existe aquí en absoluto esa separación entre el mundo de los vivos y el de los muertos, propia de nuestra cultura carente de mito.
La religión no dimana del miedo, ni de la locura, ni de la tontería, ni de las capas del inconciente.
Anfus. Quería preguntarte si conoces el Hamlet's Mill.
Estoy segura de que muchos de los elementos de los ritos de paso/iniciación de los varones están destinados a que los futuros cazadores-guerreros pierdan el miedo a la muerte;si consiguen pasar por el miedo a la aniquilación física y ven que luego vuelven a la vida,les resulta más fácil enfrentarse a una fiera.estoy segura de que los cazadores de mamuts se preparaban de estsa manera.
Es verdad que en algunos pueblos ,el alma del difunto se reeencarna posteriormente en un recién nacido,lo mismo que el espíritu del animal cazado vuelve de nuevo en el cuerpo de otro animal;pienso que entre pueblos con esta concepción del alma y su destino e es más fácil morir que entre pueblos que piensan que el más allá es un lugar siniestro en ninguna parte lleno de almas que merodean sin rumbo.
Y es verdad que en muchos lugares se entierra al muerto,(ahora,como en el pasado) , en la cabaña,en el hogar y de esa manera se le incorpora como espíritu benéfico,pero nada de esto invalida el hecho de que el miedo a la muerte es uno de los pilares de una inmensa mayoría de las religiones.
Anfus escribió: "La torre está en el centro..."
Es precisamente esto en lo que no estoy de acuerdo contigo y coincido con Arkaitz.
La torre ocupa la frontera, señal en el "limes", marca entre ellas el lugar a proteger, nunca es centro.
El ajedrez en este caso como en muchos es una buena imágen. la torre está en el límite, entre dos mundos.
Al margen, creo que la religión surge basicamente en la necesidad de mitigar o controlar un tanto las causas que nos afligen como el miedo, la angustia, etc., antes de que por motivos de alegría o agradecimiento, los cuales se darían superado un nuevamente inicial y primordial miedo. Saludos
El miedo, la angustia, son fenómenos psíquicos individuales, la religión es un fenómeno social.
Nunca he visto ni he sabido que el miedo origine religiones. En Chile hemos tenido guerras, terremotos, tsunamis, inundaciones, regímenes militares, erupciones volcánicas,genocidios, y ninguno de ellos ha originado o afectado religiones. Solamente mejoran las consultas psiquiátricas.
Hola. Precisamente estaba viendo algo al respecto en: http://webpages.ull.es/users/fradive/artic/miedorel.pdf
...El miedo y la religión: reflexiones teóricas y metodológicas Francisco Diez de Velasco I. Miedo y religión: justificación
...Miedo y religión parece una pareja indeseable desde la mirada de cierto tipo de moralizantesy moralistas muy actuales de la esencia de la espiritualidad. La religión hoy en día parece que se desea ámbito alejado de constricciones, más cerca de liberación que de prisión, de libertad que de coacción. Desde esa óptica del habría de ser, todo lo religioso nunca debería discurrir por los derroteros del miedo...
...El miedo se ha estimado como un sentimiento inapropiado en "nuestras" agresivas sociedades, construidas desde la sublimación del valor (masculinizado: el miedo era asunto de niños, débiles, mujeres)...
...Para ese otro terror sordo interior, el miedo aletargado, se preferían otros apelativos, más cultos y por tanto menos experimentables sin la tutela del especialista en definirlos. Por ejemplo angustia, supuestamente más filosófico, psicológico y quizá refinado, casi podríamos (o deberíamos) decir que más moderno...
...La angustia respecto del pecar y del ser castigado, el miedo a la venganza del Dios omnipresente, al que no escapaba ni el más íntimo de los ámbitos del vivir, ya no es sentimiento apropiado. Este tipo de miedo no es religiosamente correcto, se suele hablar poco de él, como si quemase su recuerdo. Así en la bibiografía más reciente, la que se ha construido en nuestros ámbitos meridionales desde esa domesticación del catolicismo que floreció en el Concilio Vaticano II y que ya era moneda común en la mayoría de los cristianismos reformados, parece rehuirse el tema. Pero el miedo, había sido una clave difícilmente soslayable con anterioridad, recordemos los planteamientos ejemplarmente obsesivos de Kierkegaard. Reflexionar sobre miedo y religión no resultaría, por tanto, un tema mal planteado, no se trataría de un binomio imposible de combinar, una malinteresada mezcla de elementos dispares. Por el contrario el problema radica en la mirada, o justamente en la falta de foco en dirección hacia esa perspectiva en la que la religión puede mostrar algunos de sus más repugnantes rostros...
En fin, es de la primera página que sale poniendo miedo religión en Google, pero parece que hay más cosas ¿alguna sugerencia? Un saludo.
El tema es interesante y merece discutirse desde una óptica sociológica y no de la psiquiatría individual, para no banalizar a lo Frazer. Evidentemente la sacralidad del rayo no dimana del miedo individual que eventualmente pueda producir.
La sociedad humana impone restricciones semejantes a las de otros predadores gregarios, como los lobos. El animal humano es un ser muy violento, agresivo y de sexualidad permanente, lo que posibilita el grupo humano y al mismo tiempo amenaza su supervivencia.
Más interesantes que las opiniones de Einstein, rico en la física y pobre en la metafísica, me parecen las del viejo obsoleto y siempre inteligente Freud.
El uso de la palabra sacro, sacralidad, sagrado, sacerdote, etc...es la manifestación de la idea de la realidad, o de lo que se convierte en real.
Es decir que encuentra el camino entre lo metáfisico y lo físico.
Cuando algo tiene ese poder, se le llama "sagrado". SAK del sánscrito...aquello que es capáz de convertirse en realidad.
Y el miedo a la realidad anida en el terror de enfrentarse a La Verdad, o por lo menos a "lo verdadero".
Las religiones, creo que todas, se basan en este misterio del como las ideas se convierten en cosas por medio de las palabras.
...El «calor del sol» (amor a Dios) que ilumina y entibia a Maximino, lo ayuda a alejar de sí mismo las tinieblas de su espíritu, transformándolo en una piedra preciosa que es insertada dentro de un templo que corresponde a una imagen de María, que no es explícita, pero que sí responde a una relación común instituida en la Edad Media. Biedermann nos dice «a María se la llama «Torre de David» o «Torre de marfíl» en las letanías, que al igual que la Iglesia entera señala hacia el cielo»...
...Maximino se mezcla con la imagen de la torre, la cual funde la idea de su santificación con la imagen de María. Surge aquí una noción que se irá desarrollando a través del poema, la de «Eje del mundo», simbología que está representada por la torre, el águila, el elefante y el ciervo, tal como se verá más adelante.
...pudiera parecer soberbio que la imagen de Maximino esté vinculada al «Eje del mundo», pero si se considera que el mundo al que se alude es el poético, se aclara la afirmación. Junto a esto se puede distinguir al faro «que con su luz señala la dirección a la nave de la vida o fortaleza que protege al fiel contra el asalto del infierno». Vemos, entonces, que María, en su forma de torre, guarda y guía a Maximino. Es así como él en su ascensión ya iniciada en la estrofa 1b pasa a formar parte de esta torre que, no por casualidad está hecha de ciprés, que tal como lo señala Hildegard «...es realmente cálido, significa el secreto de Dios». Este secreto o sabiduría, poco a poco será aprehendido por Maximino, como se explicita en la estrofa 4ª...
...el ciervo aparece ahora en el lugar de la torre, en un proceso de identificación. En relación con el faro de la torre de la estrofa 2a, el ciervo es el «heraldo que guía hacia la luz diurna...» y al igual que la torre «mediador entre el cielo y la tierra. Símbolo del sol naciente y que sube hacia su cenit»...
...La piedra de la que beben los hijos de Israel (Éxodo 17, 1-7) es el primer referente de la piedra del tercer verso. El agua es, tal como se señaló anteriormente, el instrumento de Dios, su Palabra, de la que toma el ciervo...
Las religiones como invención humana son el proceso simbólico para evadirse de la presión de ese mismo conjunto simbólico. Creo que todas las religiones son iatrogénicas, por decirlo de algun modo.
Y aunque puede haber excepciones a esta circunstancia, la función religiosa es la de unir lo que está separado y evitar que se fracture de nuevo. La dialéctica eterna entre simbolo y diábolo.
En el estudio semiológico de los significados religiosos, es frecuente encontrar un juego de referentes, antecedentes y consecuentes que conforman una especie de protección, en contra de esa iatrogénia inevitable,(entropía) causada por la dimensión protéica de cualquier símbolo en cualquier espacio o tiempo.
Se le llama así por Proteo, dios de las transformaciones, y en semiótica se le conoce como el exponente protéico que altera cualquier cosa, incluidas las religiones.
Se expone en forma algebráica:
(T / C)P = S...Texto sobre contexto a la P, es igual a significado.
P es el exponente protéico que altera los juegos y las relaciones entre los binómios de los campos semióticos.
En las construcciones simbólicas abstractas, las religiones entre ellas, al igual que en las concretas, existe la relación entre Función, forma Y Uso y las religiones se analizan desde la óptica de sus significados y sus juegos simbólicos con este patrón...
F= (f / U)P Forma es igual a función sobre uso a la P.
f= (F / U)P función es igual a Forma sobre Usoa la P.
U=(F / f)P Uso es igual a Forma sobre función a la P.
Si aplicamos estos conceptos para un análisis semiótico de los elementos que integran a las religiones, podremos despejar algunas incógnitas. Recordemos que el análisis semiótico es un proceso de caracter forense, objetivo, y que solamente revela la relación intersimbólica de sus componentes. No califica solo expone.
Pero para que se ordene este análisis es necesario ditinguir en la escala de expresión que es, donde esta y como funciona:
Señal
Signo
Símbolo
Metáfora
Alegoría
Emblema
Paradigma
Sintágma
Las religiones estructuran o construyen sus propuestas en base a sus mitos fundacionales, los que sean, y sus ritos operativos, los que sean, y los organizan en esta escala de expresiones semióticas, que va de lo simple a lo complejo.
TODAS las religiones pueden ser analizadas sobre estas bases conceptuales y teóricas. Los accidentes temporales, espaciales y culturales de las manifestaciones específicas de las religiones son conocidos como la semiósfera.
Y la proximidad o lejania de las culturas a esta semiósfera, se determina con la relación texto-contexto en tres grados:
Relación Liminal o íntima.
Relación Proximal o cercana.
Relación Distál o lejana.
De aquí que, en la revisión entre ritos (símbolos que se viven) y mitos (energía social acumulada), se hace indispensable reconocer cual es el grado de relación entre ellos.
Asi aclaramos la dimensión religiosa, o por lo menos intentamos escudriñar sus misterios.
Anfus...La Torre o más bien el concepto de la torre, se centra en la creación de un sistema de representación, en el que sea posible "aplicar el modelo" y no repetir el módulo.
En las torres simbólicas, la posición en lo alto tiene varios significados asociados a la jerarquía y eso ya habla de una escala de valoración en las estructuras del ejercicioy reconocimiento del poder como algo "real". Realidad, realeza. El que puede definir la realidad de los demás es el Rey.
Y son SUS subditos, estan bajo su dedo que señala desde lo alto. El posesivo separa lo exclusivo de lo incluyente, y esta relación de pertenencia es fundamental para las conformaciones míticas y simbólicas que se expresan por medio de la metáfora y sobre todo de las alegorías que dan pie a los cultos.
El rey ve, pero no puede ser visto, y el pueblo es visto pero no ve al rey, tan lejos y tan alto . Es la esencia funcional y simbólica de la plaza romana opuesta a la del ágora griego.
La torre como una edificación concreta es más un punto de referencia en el contexto urbano. En la torre de Babél se aplicó el modelo, pero en las ciudades primigenias se repitió el módulo por medio de la invención del ladrillo o del bloque de piedra.
Y esto se observa en casi todas las construcciones arcáicas tanto físicas como metafísicas.
Saludos!
Mi intención era acoplar la imagen del (creo recordar) arqueológico de Sevilla que muestra un fragmento de escultura de Cibeles con Torre en la cabeza... pero no sé acoplarla! Aunque estoy segura de que la conoceis... También me vienen mosaicos en blanco y negro donde la torre es un elemento común... Interesante!
;)
arkaitz: Es difícil para nosotros ponernos en el caso de los hombres que vivían un mundo sacralizado -el nuestro no lo es- además nuestra sociedad está profundamente fragmentada por el capitalismo, somos 'individuos', cosa muy extraña en una sociedad primitiva, entonces vemos todo desde nuestra perspectiva, como si fuera la única posible, lo que es un error. Quizá el único sentimiento cuasi-numinoso que puede despertar en nosotros un rayo, es el temor. Para el cazador y el agricultor el agua es vida y la sequía es muerte, de modo que el rayo necesariamente debe estar vinculado con la vida, con la supervivencia del grupo, y creo que así debe entenderse en el 'arte' rupestre europeo tanto como en los rituales de los pigmeos africanos. Ahora que ese signo de vida también signifique fuego y muerte, lo entiendo en el sentido de la doble naturaleza de los poderes celestiales, que exigen o necesitan vidas, esto es muertes, para dar vida.
Me asombra la incapacidad del hombre moderno para ponerse en el lugar del hombre que llamamos primitivo, tecnológicamente primitivo. Sobre ello escribí el art. Fueguinos.
Un hombre como Darwin, joven, culto, noble, inteligentísimo, como pudo decir tanta canallada imbécil de los fueguinos; y FitzRoy, cristiano, inteligente, culpable del delito de rapto de menor con resultado de muerte, que hoy enfrentaría la silla eléctrica.
Lo que para ellos son valores fundamentales, para nosotros son antivalores, e inversamente.
Cómo valorar a los curadores del Brit.Museum, que compraban cráneos de fueguinos y australianos, asesinados con este objetivo, para hacerles mediciones antropométricas.
La historia de la infamia de la que habló Borges, aun se está escribiendo y la ética-retórica, comodona y llena de justificantes, puede hacer pasar por buena cualquier acción perversa con tal de que sea eficiente.
Servan, te recomiendo la lectura de "Ensayos retroprogresivos" y "Aproximación al origen", del lúcido Salvador Paniker, Editorial Kairos.
Estamos en desacuerdo en la valoración de Frazer y Otto. En mi opinión Otto analiza los problemas en forma profunda, inteligente, muy documentada. Otto se enfrenta al mito con maravilla, con respeto, con humildad, intenta vislumbrar su sabiduría y su belleza, como cuando se entra en una catedral gótica.
Frazer es en gran medida un recopilador de mitos, mitos que para él solamente demuestran hasta la náusea la estupidez, la cobardía, la estulticia humana. Nunca he comprendido porqué dedicó su vida a recopilar tonterías, yo me hubiese aburrido, así como me aburre mortalmente el leerlo.
Hola.
Arquidioniso: interesantes aportaciones, tomo nota. Creo que se podría tener en cuenta además el simbolismo de la Torre que expresa "Voluntad de Dios", la leyenda de Nennius y sus paralelas me recuerdan algo al diluvio de Noe, todos se ahogan menos los de una barca.
Servan: totalmente de acuerdo con tu intervención de las 13:12. la religión no podía basare solo en el miedo (si bien podría considerarse su aspecto primordial como causa), lo numinoso siempre parece mostrar dualidad.
Erix: la Cibeles y hasta la Virgen, como vimos, interactúan en su simbolismo con el de Axis Mundi en forma de Torre, interesante.
Arkaitz: Si no había miedo quizá fuese porque lo transformasen en algo, ¿en religión quizá?
Uma dices:
Por otra parte,hay cantidad de gente nada creyente que cuando ve acercarse la muerte empieza a pensar que quizá sería conveniente ponerse a bién con ese ser superior que puede mandarnos al cielo o dejarnos en las tinieblas eternas.
Precisamente comentaba en "Etimología de moros mouros" que los principipes y princesas querrián estar "decentes" cuando les llegase la hora, e incluso en Otro Mundo, y de ahi que pudieran llevar peines, espejos, cortauñas o navajas de afeitar, para causar buena impresión a los entes sobrenaturales o seres superiores que pudiesen encontrar.
Y el eje del mundo,el “axis mundi “ se sitúa donde se produce una hierofania, y se sitúa el Centro del Mundo.
en el caso de los rayos etc creo que no es tanto un asunto de miedo como de la sensación de estar ante algo más allá de lo controlable. En mitología céltica el rayo es el arma del dios Balar, seguro que como arma divina tiene dos caras, las armas dan miedo, pero las de Dios más.
Por eso, Arquidioniso ,creo que no es incompatible la idea de torre con axis mundi. Ni yo, en la red hay cosillas.
El Axis Mundi es metafóricamente el eje que une el centro del mundo terrenal con su arquetipo celeste, figurado en el eje polar y en el eje solsticial. Este Eje Cósmico se relaciona con el Árbol, que hunde sus raíces en el subsuelo y cuyas ramas se elevan hacia lo alto; también con la Montaña Sagrada, en cuya cima se juntan cielo y tierra, y a partir de la Montaña con la Torre, cuyo prototipo, el ziggurat, está inspirado en ella. El Árbol del Conocimiento/Árbol de la Vida, situado en el centro del Edén, y la Torre de Babel, antiguo ziggurat o templo para hablar con el dios, traslucen su significado de Axis Mundi en el relato bíblico en cuanto centro/origen del cual el hombre ha sido alejado http://www.vicentepascual.org/rosa_gutierrez.html
...en la mitología celta: la torre. En su carácter mítico, la torre es una especie de eje, de axis mundi, que enhebra tres centros, el sub-mundo donde hunde sus cimientos, la tierra donde se apoya y el cielo al cual rasga el días de pesada neblina. Por otro lado, fue un elemento defensivo en Irlanda, es especial, contra los incursiones vikingas. En definitiva, las montañas son torres hechas por dios, las torres son montañas hechas por los hombres.
http://www.etcmagazineweb.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1136&Itemid=55
En interpretación onírica la torre traduce voluntad de potencia, deseo de alzarse por encima del anonimato. En el obsesionado de los sexos es símbolo sexual macho, de carácter sádico, pesando sobre el inconsciente del individuo una idea fija, empujándole hacia la atonía, el masoquismo o la ambivalencia sexual. Soñar con una torre medieval es cultivar la nostalgia de un pasado muerto, esterilizante; con una t. metálica: es fundamentar la voluntad de poder sobre la abstracción matemática, con menosprecio de lo humano; con una torre en forma de rascacielos: construir notoriedad en lo artificial o superficial. (de "tus sueños" everest)
Ya saben... no se obsesionen mucho ;) saludos.
"Recopilar tonterías" !!!!
De acuerdo con Uma.
Aparte del indudable valor antropológico de la obra de Frazer, es algo injusto decir que trataba a los hombres primitivos como integrales estúpidos*. Frazer representa un espíritu (aderezado en su caso con prejuicios victorianos) crítico con muchas creencias y supersticiones absolutamente merecedoras de ser cuestionadas, creencias que en muchos casos esclavizaban a la gente y les producía un sufrimiento innecesario. El pensamiento racionalista en Occidente por un lado, y la corriente antidogmática en Oriente por otro (desde el budismo hasta Krishnamurti), con sus diferencias, son un auténtico paso adelante en la evolución del pensamiento humano. De los pueblos primitivos sencillamente hay cosas dignas de ser rescatadas y otras que no. Los mitos y su significado es aconsejable intentar entenderlos, y hacerlo en su contexto, para conocernos a nosotros mismos, pero corremos el peligro de perdernos en la "estética" del mito. Que si respeto, etc... y acabamos con el mito del buen salvaje. En la mitología y los rituales de los pueblos antiguos hay cosas rescatables, inteligentes, y otras dignas del olvido (o mejor, de ser relegadas a los libros de antropología). A las rescatables los filósofos taoístas y budistas las situaron en nuevos contextos, sin anular por ello el misterio y la trascendencia.
Claro que, como dice Uma, en todo esto seguramente no es fácil alcanzar un acuerdo en un debate entre personas practicantes de religiones dogmáticas y personas que no lo son.
*Vayan algunos párrafos del cap. XXIII de La Rama Dorada, "NUESTRA DEUDA CON EL SALVAJE":
"Para los investigadores del pretérito, la vida de los antiguos reyes y sacerdotes abunda en enseñanzas. En ella se recopila todo lo que pareció sabiduría o pasó por tal cuando el mundo era joven. Era el modelo perfecto al que cada hombre se esforzaba en ajustar su vida: un modelo impecable construido con rigurosa precisión sobre el trazado de una filosofía bárbara. Por muy ruda y falsa que pueda parecemos a nosotros, seríamos injustos negando el mérito de su consecuente lógica. Partiendo del concepto del principio vital como de un ser pequeñito o alma existente dentro del ser viviente, pero diferente y separable de él, se deduce como guía práctica de vida un sistema de reglas en general coherentes que forman un conjunto armonioso y razonablemente completo. La falla (y esto es una fatalidad) del sistema no está en su razonamiento, sino en sus premisas: en este concepto de la naturaleza de la vida, no en algún desatino de las conclusiones deducidas del concepto. Pero el estigmatizar esas premisas como ridículas por poder descubrirse fácilmente su falsedad sería tan ingrato como poco filosófico.
Situados nosootros sobre los cimientos construidos por las generaciones que vivieron antes, apenas podemos darnos cuenta de los penosos y prolongados esfuerzos que ha costado a la humanidad llegar al punto, al fin y al cabo no muy alto, que hemos alcanzado. Debemos nuestra gratitud a los luchadores innominados y olvidados cuyo pensamiento pacienzudo y cuya diligente actividad han hecho generosamente lo que somos. La cantidad de conocimientos nuevos que una generación, y con más razón un hombre solo, pueden añadir al acervo general es pequeña, y arguye estupidez o picardía, además de ingratitud, ignorar el montón y jactarse de los pocos granos que puede haber sido privilegio nuestro el añadir. En verdad que ahora hay poco peligro en menospreciar las contribuciones que los tiempos modernos y aun la antigüedad clásica han hecho al avance general de nuestra raza. Pero cuando rebasamos estos límites, el caso es diferente; desprecio y ridículo o aborrecimiento y denuncia son con demasiada frecuencia el único reconocimiento concedido al salvaje y sus modos de ser. Sin embargo, de los bienhechores a quienes estamos obligados por gratitud a conmemorar, muchos de ellos, quizá los más, fueron salvajes. Porque, a pesar de todo cuanto se haga y se diga, nuestras semejanzas con el salvaje son todavía mucho más numerosas que nuestras diferencias y lo que tenemos de común con él y conservamos deliberadamente como verdadero y útil, lo adeudamos a nuestros antepasados salvajes, que lentamente adquirieron por experiencia y nos transmitieron por herencia esas ideas, al parecer fundamentales, que nosotros propendemos a considerar como originales e intuitivas. Somos nosotros a modo de herederos de una fortuna que nos ha sido transmitida por tantas generaciones que la memoria de los que la elaboraron se ha perdido y los poseedores actuales consideran como inalterable y original de su raza desde el principio del mundo. Mas la reflexión y el examen nos convencerán de que debemos a nuestros predecesores mucho de lo que nos parece nuestro y de que sus errores no fueron extravagancias voluntarias o locos desvarios, sino sencillamente hipótesis justificables como tales en la época en que fueron formuladas y que una experiencia más completa ha mostrado como inadecuadas. Tan sólo por las pruebas sucesivas de las hipótesis" y la exclusión de lo falso de ellas es como, al fin, se deduce la verdad. Después de todo, lo que denominamos verdad es solamente la hipótesis que nos parece mejor. Por esto, revisando las opiniones y prácticas de épocas y razas rudas, haremos bien en considerar con benevolencia sus errores, como tropiezos inevitables en la búsqueda de la verdad y concederles la benévola indulgencia de que nosotros mismos necesitaremos algún día: cum excusationes itaque vereres audiendi sunt."
Me parece que Frazer, en este párrafo en concreto, es bastante brillante. Yo al menos pienso ser indulgente con él, como él lo quiso ser con los "salvajes".
Saludos
El estilo es el hombre.
Efectivamente.
Algunas palabras acerca del "ESTILO"...si bien podemos estar de acuerdo con Servan en que el estilo es el hombre, habría que matizar acerca de ese "ser" el hombre...
El estilo, y todos lo saben, es la punta que sobresale, y esa punta está fincada en algo que no vemos. Propongo el ejemplo del iceberg. Solo vemos el stylus, pero no la masa que lo sostiene y que en general es inmensamente mayor que la prominencia visible.
Si el estilo "es" el hombre, entonces el ser puede fincarse en aquello que le sostiene a flote. ¿Que es eso que le sostiene?...como se llama o de que esta hecho?.
No es para abundar en cuestiones de psicología, pero si creo pertinente que la configuración humana, es decir "el hombre" asi en genérico, depende de muchas más cosas que el estilo.
Entro en mis terrenos y desde la semiótica, esa parte visible o estilo, es conocida como significado sustancial, que se debe al significante esencial.
Es un juego de complementos equilibradores que se presentan en las estructuras mitológicas. Y si bien puden dar pistas sobre los componentes del mito, no son el mito en si, ya que el mito es solo la energía que amalgama esas partes.
La referencia anecdótica a tales o cuales caracteríticas de los mitos universales es solo un listado de caracter enunciativo o descriptivo, de las peculiaridades y relaciones entre las diferencias y semejanzas de aquel mito en particular.
Los antropólogos, arqueólogos e historiadores, a quienes presento mis respetos, a veces pecan en su ansia interpretativa y confunden las cosas. Mas por un deformación profesional que se basa en el trabajo de campo y la relatoría que demanda, que por la formación adecuada en la hermenéutica y la exegética.
El trabajo real es incluyente, a pesar de que como en toda obra humana, algunos quieran llevarse las palmas. Desde Campbell a Frazer, Eliade o Darwin, la compulsión por teorizar con anticipación al análisis decantado e interpretativo, afecta la secuencia de las valoraciones indispensables en el proceso de interpretaciones fundamentadas de cierto valor.
Es curioso ver como algunas "teorias", son solo hipótesis formuladas con debilidades estructurales, que no soportan una revisión somera desde la epistemología. Y menos desde la optica forense de la semiótica. Era una manía victoriana ver el mundo con ojos ingleses, tal como lo es ahora verlo a traves de los "media" norteamericanos.
Beatriz Basenji...donde podremos ver esas fotos?
A los gringo les da por lo grandote, en lugar de lo grandioso. Desde el espacio también es visible la muralla china.
Si entramos al juego de los significados: Los gringos creen que sostienen al mundo y los chinos dicen: no pasaran.
Ver el mundo es un acto importantisimo para la creación de los mitos modernos...nadie lo había visto antes: los cartógrafos se lo imaginaban de un modo o de otros mil. Eratóstenes lo midio con una precisión exquisita, y en estos lares Ptolomeo está siendo descifrado. Colón dibujaba mapas de primer órden y cuando vimos la imagen televisada de la tierra, hermosa y delicadamente cubierta de azul atmosférico, cobramos conciencia del lugar, del sitio, y entonces comenzó la renovación de los mitos por medio de la tecnología. La vida siguió siendo la semilla del gran mito de mitos, junto con su hermana muerte.
Creo que cuando un mito antiguo es desterrado de la casa por increible, regresa por la puerta de atras, convertido en ciencia ficción.
Que por otra parte es la única forma que tenemos para soportar lo desconocido.
Supongo que conocen el mito de Noe. En la India Manú, ordenado por Brahma, construyó una nave para librarse del diluvio. Este Manu (el 1º luego vendrán 14 más), en el Rig Veda, es el padre del género humano.
La torre. Se relaciona con otros elementos que destacan por su verticalidad: la montaña, el árbol, o las piedras sagradas como los menhires, la Kaaba en La Meca o el Santuario de Apolo en Delfos. Éstos últimos lugares tienen carácter de omphalos, ombligo del mundo donde convergen las fuerzas místicas. (Igual que la propia Boca del Infierno, que es, sin duda otro onphalos)... Montaña, torre, árbol, menhir, igual que los artificiales zigurats, torres (de Babel) o pirámides, los símbolos de verticalidad son axis mundi, ejes del mundo, elementos de conexión entre la realidad mortal y lo sobrenatural. Por eso, hunden sus raíces en el submundo o bien sirven para elevarse hacia lo espiritual (las iglesias rurales suelen erigirse en colinas y lugares elevados, el impulso de ascender a las montañas es casi universal; en un monte se transfigura Jesús, las montañas, como el Olimpo, son el hogar de los dioses.) La mitología germánica, por ejemplo, concebía el cosmos como un gigantesco árbol (el fresno Iggdrasil) que unía las distintas dimensiones de la realidad. En este sentido encaja perfectamente la torre que constuye Glory para escapar de esta dimensión en que se encuentra prisionera y acceder a la suya. La puerta entre dimensiones debe ser abierta con una “Llave”.” http://www.ehiztari.com/Buffy/simbolos.htm
A vindeira cadroume intereseante:
Quando nós evocamos as torres de vigia, nós estamos reencenando o ritual quando a soberania era renovada no mundo antigo.
A colocação do rei no centro da cidade-estado era também semelhante a declarar que ele era a árvore do mundo, o axis mundi. O rei identificado com a magia do cosmos pelo alinhamento da cidade com os quadrantes. Tudo na cidade circundava em torno do rei, como a Terra (para a visão antiga) era o centro do universo com tudo a circundando. Ordem divina refletida na ordem secular. http://betoquintas.blogspot.com/2008/01/as-torres-de-vigia.html
Saludos.
El eje es el orden en sí mismo.
saludos
Hay 70 comentarios.
1 2 página siguiente