Autor: Rumax
martes, 19 de septiembre de 2006
Sección: Artículos generales
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CALENDARIO ROMANO I: SISTEMAS DE COMPUTO (ÉPOCA ARCAICA A REPUBLICANA)

Tratar el tema del calendario romano y de toda su evolución histórica es una tarea tan basta como la de intentar recoger toda la historia de la religión romana. Este trabajo es más modesto, por dos razones una por las limitaciones que su finalidad introductoria presenta este artículo fundamentalmente divulgativo y otra por unas limitaciones de tiempo y espacio que han sido tan obvias como decisivas. Ello nos ha obligado a ofrecer esta apresurada versión de un trabajo más basto, que sin duda merecería en muchos de sus apartados un análisis más detallado que no obstante no es este el momento ni el lugar para afrontar.



Tratar el tema del calendario romano y de toda su evolución histórica es una tarea tan basta como la de intentar recoger toda la historia de la religión romana. Este trabajo es más modesto, por dos razones una por las limitaciones que su finalidad


NTRODUCCIÓN

La postura tradicional era sostener que el calendario romano es un calendario lunar adaptado al año solar, sin embargo, eso es discutible y se basa en el prejuicio de que un calendario de 10 meses como el atribuido a Rómulo podría tener un carácter lunar. Para afirmar esto se suele aludir tambien a que las fiestas que marcan el transito mensual están relacionadas con la luna. Sin embargo, esta es una razón más bien débil para sostener que el año romano tenía un carácter lunar, antes bien si recordamos una cita de Varrón en la que se dice que el año es el curso del sol como el mes es el de la luna, se podría pensar que ambos ciclos se refieren a dos aspectos diferenciados del calendario. Es bastante discutible sostener un calendario únicamente lunar si tenemos en cuenta que buena parte de los fenomenos naturales, de los que tanto depende la agricultura y por tanto la vida humana, estan determinados por las variaciones del curso solar. Sin embargo el sol es un mal indicador para dividir el tiempo. Se puede dividir, ciertamente, este en dias pero los días son demasiados homogeneos para permitir una medida clara de los distintos periodos del año, se necesitaba pues de un elemento de medida que permitiese dividir el tiempo en ciclo menores que los solsticiares y equinociales, por lo que las lunaciones sucesivas pasaron a jugar un papel muy importante en la ordenación del tiempo.
El indoeuropeo presenta un conjunto de palabras para referirse a la luna, este vocabulario remite al término luna sino a la idea de la luna como forma de medida, así el termino griego referido al periodo menstrual de la mujer presenta una clara analogía con el termino latino mensis que se refiere a los periodos de tiempo en los que se divide el año, y que tiene su correlato en la idea tradicional de la que se hace eco Varrón al decir que el embarazo de la mujer dura 10 meses al igual que el año, o mejor dicho, que el año romuleo. El latín utiliza el termino mensis para referirse a las lunaciones, que comienzan con la luna creciente (Nonas) y llegan hasta la luna llena (Idus), quedando respectivamente una parte del mes en curso, y otra del mes siguiente denominadas por el término intermensis. Estas división entre un ciclo solar más amplio y ciclos lunares menores permitía una mesura del tiempo más precisa, y el despliegue de una serie de fiestas conectadas con las actividades de cada periodo del año, cuyo análisis centrara gran parte de este trabajo.


CALENDARIO ARCAICO Y REPUBLICANO:

El calendario romano en época republicana estaba formado por doce meses, de estos Marzo (Martius), Mayo (Maius), Julio (Quintilis) y Octubre (October) tenían 31 días, otros 7 meses como Enero (Ianuarius), Abril (Aprilis), Junio (Iunius), Agosto (Sextilis), Septiembre (September), Noviembre (November) y Diciembre (December) contaban con 29 días, por último el mes restante contaba, Febrero (Februarius) contaba con 28 días (Bickerman, 1968: 45):

Ianuarius -29 Iunius -29 November -29
Februarius -28 Quintilis -31 December -29
Martius -31 Sextilis -29
Aprilis -29 September -29
Maius -31 October -31

El resultado era un año de 355 días, lo que daba lugar a un desfase con el año solar de 10´25 días menos, que debía ser compensado cada dos año mediante la intercalación de un mes de 22 o 23 (Brind´Amour, 1983: 27) a través de los Fasti Antiates Maiores sabemos que a estos 22 días los que se añadían 5 días mas del mes de Febrero, dando un mes de 27 días (Brind´Amour, 1983: 28), mensis intercalaris o intercalarius denominado a posteriori merkedonius (derivado de mercatoris) por que este añadido permitía a los financieros ganar una ganancia mayor al sumar más días al interés de los préstamos (Brind´Amour, 1983: 28). La intercalación se realizaba normalmente colocando los días suplementarios entre el día 23 (Terminalia) y el 24 (Regifugium) de Febrero. El hecho de colocar el mes intercalar después de las Terminalia estaba justificado por motivos rituales ya que tanto el Regifugium como las Equiria no podrían ser separados por un espacio de tiempo tan amplio de los rituales del mes de Marzo con los que tenían una gran afinidad funcional (Ruíz Elvira, 1976: 13). A través de una cita de Censorino se sabe que la intercalación de 22 o 23 días era bianual (Brind´Amour, 1983: 28)., alternándose una intercalación de 22 días el segundo año y una de 23 dos años después: Intercalarium mensem viginti duum vel viginti trium dierum alternis annis addi placuisset (Censorino, 20,6) El motivo de esta alternancia de intercalaciones de 22 y 23 se debería según Bickerman a la necesidad de corregir el desfase entre el año civil romano y el año sola (Bickerman, 1968:44). Como resultado se obtenía un ciclo cuadrienal de 355+378+355+377 días (Bickerman, 1968:44)


-La Reforma decemviral:

Según la tradición romana el calendario habría sido reformado por los decemviros durante su segundo mandato (450. A.C), así Macrobio al preguntarse sobre quien fue el primero en intercalar días para corregir el desfase del calendario con el año real, recuerda las diversas atribuciones míticas que la historiografía romana dio de este hecho (Rómulo, Numa, Servio Tulio) y por último se refiere a los decemviri como autores de esta primera intercalación: Magistratuum decem viros, qui decem tabulis duas addiderunt, de intercalando populum rogasse (Sat, 1, 13, cf. Brind´Amour, 1983: 218). Pero hay más, era no solo tradición atribuir a los decemviros no solo el sistema de mensis intercalaris, sino que también se consideraba que habían alterado el orden de los meses. Así Ovidio se pregunta en el segundo libro de los Fasti por la paradoja de que mientras que la fiesta de Jano se celebra en el primer mes del año, primus enim Iani mensis, quia ianua prima est (Ovid, Fast II, 47), las fiestas de Termino, no se celebraban el último mes del año sino a finales del segundo; para el poeta esto suponía una contraditio in terminis porque las Terminalia debería ser las últimas celebraciones religiosas del año: tu quoque sacrorum, Termine, finis eras (Ovid, Fast, II,47).
Pero esta paradoja no era una especulación solo propia del autor de los Fasti; sino que respondía a una preocupación intelectual que había ocupado el tiempo de otros autores, la de si en alguna época Febrero había ocupado otro lugar en el calendario que no fuese el actual (Ruíz Elvira, 1976:9), así Varrón, se hacía eco de la misma teoría: Terminalia quod is dies anni extremus constitutus: duodecim enim mensis fuit Februarius, et cum intercalatur inferiores quinque dies duodecimo demuntur mense (LL, VI, 13). Asimismo Cicerón en De Legibus refiere esta misma teoría: Februario autem mense, qui tum extremus anni mensis erat (De Leg, II,54). Volviendo a Ovidio, este nos ofrece una solución de la paradoja que a la vez plantea nuevos problemas:

Seb tamen, antiqui ne nescius ordinis erres,
primus, ut est, Iani mensis et ante fuit;
qui sequitur Ianum, veteris fuit ultimus anni;
...
Postmodo creduntur spatio distantia longo
Tempora bis quini continuasse viri
. (Ovid, Fast, II, 47)

Es decir, la reforma decemviral no habría supuesto solo la aparición de la intercalación sino que abría unido dos meses situados en los extremos del calendario y separados por spatio distantia longo. La reforma decemviral habría por tanto un hipotético calendario de época prerepublicana en el que el año comenzaba en Enero por un calendario en el que el año comenzaba en marzo (Brind´Amour, 1983: 218).

La idea de Marzo como comienzo del año estaba muy arraigada y respondía al carácter de las ceremonias religiosas realizadas durante este mes en las que se aprecia un claro sentido de apertura no solo de las campañas guerreras sino de la estación en general, rituales como el reencendido del fuego público del templo de Vesta o el cambio de los ramos que adornaban las casas de algunos sacerdotes, tienen como veremos al referirnos a las fiestas; dan idea de un simbolismo de renovación claro e indiscutible. Lo cual justifica en parte los intentos de los historiadores romanos por justificar la dualidad de Enero y Marzo como meses iniciales. Así en época tardía Juan Lido consideraba que ambos meses eran meses de comienzo del año si bien uno lo sería del año civil (Marzo) y otro del año sagrado (Enero), obviamente esta explicación solo es una justificación ad hoc sin valor probatorio pero da idea de las dificultadas que suponía justificar esta dualidad (Ruíz Elvira, 1976: 11).
Por otro lado, algunos autores han destacado la tradición sobre la reforma decemviral tampoco era tan sólida, y presentaba variantes en la atribución de la modificación del calendario; la más destacable de ellas es la que aparece en el pasaje I, 44 de los Fastos de Ovidio en la que el autor contradiciendo el fragmento que hemos citado (Fast, II,47) atribuye a Numa el haber añadido ambos meses Esta cita parte del tópico de que Numa habría sido el inventor del calendario de 12 meses, añadiendo dos meses al calendario de diez meses de Rómulo (Ruíz Elvira, 1976: 11). De igual manera Plutarco en su vida de Numa consideraba que este rey o bien habría creado ex nihilo los meses de Enero y Febrero o bien habría modificado su posición dentro del orden anual colocándolos en el primer y segundo lugar de la sucesión de los meses, frente a Rómulo que los habría colocado en el puesto 11 y 12. Pero esto venía a contradecir abiertamente la atribución a los decemviros de esta variación posicional (Ruíz Elvira, 1976: 10), el cuadro obtenido a través de la hipótesis expuesta por Plutarco es cuando menos extraño pues alterna una localización de Enero y Febrero como 11º y 12º mes con Rómulo, después el cambio a 1º y 2º con Numa, un nuevo cambio a 11º y 12º y por último un retorno al calendario numáico en época histórica. Imagen paradójica que procede de que el historiador griego dudaba de atribuir un año de 10 meses a Rómulo (Numa, 18) como sus colegas romanos solían hacer. Con todo Plutarco respetaba así la idea de que Marzo había sido durante la época de Rómulo el primer mes del año (Ovid, Fast, III, 97-98).

La existencia real de la reforma decenviral ha sido un asunto controvertido por esta confusión entre los textos los mismo autores clásicos parecen comportarse como transmisores de una idea tradicional más aceptada que creída en algunos casos. La idea de un año comenzado en Enero en época real y un año comenzado en marzo a partir de los decemviros es cuando menos extraña (Brind ´Amour, 1983: 219), por lo que se plantean dos posibles opciones. O bien considerar que, a pesar de lo extraño de esta idea, podría haber alguna motivación de otro tipo que justificase la reforma del calendario para hacer comenzar el año en marzo. En este sentido Brind ´Amour ha sostenido razones de tipo administrativo basadas en la gran regularidad de un calendario de este tipo:

On remarque que l´année se divise en trois saisons. La premiere et la deuxieme comportente chacune un nombre exact et complet de nundines, ce qui fait que le premier jour de chaque saison, les Calendes de mars, de juillet et de novembre coïnciden avec un jour de marché. Je ne crois pas que le hasard ait pu ètre la cause de cette disposition; je ne crois pas que le hasard ait pu ètre la cause de cette disposition; je pense plutôt qu`on y discerne une intention particulière, celle de structuresr un calendrier qui repose sur une base nundinale. Il est facile d`imaginer les avantages administratifs d`un tel calendrier. Les jours de marchè y reviennent à date fixe et ne sont plus errants; c`est un peu comme si on s`arrangeait pou que, dans notre système actuel, chaque Jour de l´An tombe un dimanche. Autrement dit, du point de vue nundinal, ce calendrier était perpétuel. (Brind´Amour, 1983: 221-2)

Brind ´Amour incide en que un calendario comenzado en marzo el año quedaba divido en tres estaciones de cuatro meses encabezados por Marzo, Julio, y Noviembre. La ventaja estaría en que cada una de estas estaciones tendría igual numero de nundinas que las otras, y que el primer día de las nundinas, y que el primer día de Marzo, Julio y Noviembre coincidiría con el primer día de un intervalo nundinal, marcado con la letra A. Este día era el denominado propiamente como nundina y en el los habitantes del campo iban a la ciudad (Brind´Amour, 1983: 220). La otra hipótesis, que niega la realidad del calendario decenviral es la de Kirshopp-Michels, que considera que la ley de las doce tabla en la que los decenviros hablan sobre el calendario no puede entenderse como una reorganización del calendario sino como una mera ley sobre la intercalación de un mes (Kirshopp-Michels, 101). Esta teoría tiene a su favor el punto más débil de la teoría de Brind´Amour la imposibilidad de probar que un calendario de este tipo existió y el hecho de que el calendario republicano sea distinto. Aunque negáramos que el nombre de Ianuarius fuera antiguo y procediese ya de época monárquica, podría alegarse de nuevo el paralelo con otras ciudades del Lacio, sugerido, por el propio Brind´Amour a favor de que Marzo fuera inicialmente el tercer mes del calendario.


-CALENDARIO DE DIEZ MESES (?):

Plutarco en su vida de Numa afirmaba que Rómulo había creado un calendario de con 360 días con doce meses o bien diez, dividido en meses de 20 o 35 días (Numa, 18), pero la postura del historiador griego no fue la más común dentro de la historiografía romana que consideraba el año romuleo como un año de diez meses, así Varrón incidía en que el año de 10 meses era el año natural ya que consideraba que el embarazo duraba 10 meses. La cifra de 35 o 20 días por mes que planteaba Plutarco para un hipotético año de 360 días es, desde luego, excesiva, y no parece aplicable (Ruíz Elvira, 1976:14). Por el contrario los historiadores romanos prefirieron reducir la duración del año romuleo, Censorino consideraba que este año de 10 meses debía de tener 304 días, divididos en seis meses de 30 días y cuatro de 31, a los que Numa habría añadido 51 días suplementarios, más otros seis días al quitar un día a cada mes de 30, dando un total de 57 días, que se dividieron entre los nuevos meses de Enero y Febrero de 29 y 28 días respectivamente (Censorino, XX,4).
Por el contrario Macrobio consideraba que Numa habría añadido 51 días 50, a los que añadió 6 días más que habían sido sustraídos a los meses con numero par de días, dando por tanto 56 y no 57 días, que se distribuirían igualitariamente entre los dos nuevos meses por lo que estos tendrían en principio nada más que 28 días cada uno (Ruíz Elvira, 1976: 14). El resultado sería pues un año de 354 días que se correspondería con el año lunar, por ultimo se añadiría un día más para evitar que el numero total de días diese un numero par (Ruíz Elvira, 1976: 13) en virtud de una superstición que es perceptible en los números de los días de las fiestas romanas (Dumézil, 1996: 344) y a la que también se refiere Censorino (XX, 4). El año resultante pues de la hipotética reforma numáica es el año romano típico que hemos descrito al principio de este capitulo, el año de doce meses con 355 días repartidos en meses de 28,29, 30 y 31 días. Pero cabe preguntarse si el año romano no ha sido siempre de este tipo. El año propuesto por Plutarco es un fenómeno aislado sin apoyo en el resto de las fuentes romanas y parece un intento de crear un año próximo al luni-solar de 365 días aunque aún incompleto de acuerdo con la tradición de un Numa instaurador definitivo del calendario, por otro lado sería difícil conciliar el sistema de Calendas, Nonas e Idus basado en las fases de la luna con un sistema que al añadir meses con 35 días o con 20, en total 8 meses de 35 y 4 de 20 días, creaba un desfase mayor, entre las fases lunares y el mes civil.
Asimismo el año de 304 días tampoco parece útil ya que difería tanto del año lunar de aproximadamente 354 días como del año solar, proponiendo un año más corto que ambos y que necesitaría de una mayor y más frecuente intercalación. A la vista de esto parece bastante congruente que el hipotético año de diez meses llegara a tener existencia real; así lo considera Brind´Amour al decir tajantemente al comienzo del capitulo dedicado al calendario arcaico su excelente monografía, al afirmar tajantemente: Quel était le calendrier en vigueur à Rome avant la réforme decemvirale? L´année primitive de dix mois, alleguée par les auteurs anciens, n´a jamais existé. (Brind´Amour, 1983: 225).

-La Tabulla Capuana: Un calendario ritual etrusco de 10 meses?:
Recientemente se ha defendido la existencia de un calendario de 10 meses en la península itálica apoyado en una inscripción sobre una tablilla de arcilla encontrada cerca de la Iglesia de la ciudad de Capua, datada entre finales del siglo VI y principios del V a. C. La inscripción es un texto en letra cursiva que aparece dividido por una serie de rayas en 10 secciones que se han identificado como meses, a pesar de tener una importante laguna en su parte inferior, a través de las cinco primeras linear. El texto y la traducción ofrecida por Cristofani son los siguientes:

Sección I:
vacil sioisuti leamsul ci tartia cim eleva acasri balteis / vacil icei suni savlasie[s...m]ulu picasri / savlsieis vacil lunasie faca i nac fulinusnes / vacil savcnes itna mulu rizile picasri / iane vacil leamsul scuvune marza-c saca

En el texto Cristofani distigue las siguentes acciones rituales: a) un rito particolare (sipirsuri) di Leams che prevede 3 tartiria e 3 cleva da sottoporte all´azione espresa da acas (“fare”,... umbro fetu) Incerta è la funzione di haltei ...nei confronti dell´azione che compie: halze ... potrebe essere un nome di recipiente in locativo. b) un rito de Savlasie che comporta un dono (mulu) nel (o a favore di) riza da sottoporte all´azione espressa in da picas. C) da parte de Savlasie un rito particolare (vacil lunasie). D) un rito de Savcne che consiste ancora in un dono nel (o a favore di) riza da sottoporte all´azione espressa da picas. E) il rito de Leams cosi (? Iane) viene ordinato (scuvune9 e il marza consacrato (? saca)...Se ne dovrebbe concludere, pertanto, che tutti i riti compluti in questo mese possono ritenersi preliminari al sacrificio piu importante, che è quello in onore di Leans...(Cristofani, 1994 : 89_90)

Sección II:
isveitule ilucve apirase leamsul ilucu cuiesu perpri / cipen apires racvanies hu zusle rinaitultei snuza inte hamaii / cuveis canis f[a]nir[i] marza inte hamaii ital sacri / utus ecuszai iti alu  risnaitultei ci zusle acun siricima nuneri / e isuma zuslevai apire nuneri / auleaium vacil ia leamsul nuneri / vacil ia rinaita e aeneica perpri / celutule apirase unialii turza esace / ei isum unial ara / epnicei nuncu / ciiei turzai eiti ia hal / apertule aes ilucu vacil zune elfa rinaitultrais / vane-c calus zusleva atu..ne / inpa vinai acas aes ci tartiria ci turza / rinaitula snenaziulastra vaiuser hivus nius-c rinaitula hivustra / vaiuser sne[na]ziulas

La lectura de Cristofani es: “Alli idi festive nel (mese ) apire, di Leams la festa cuiesu devi celebrare” si prescrive che il sacerdote di apire racvanie sottoponga all´azione indicata da fani- quattro vittime, mediante il rina (probabilmente un rito particolare...) e snuza ad Hamae da parte di Cuve. Ancora ad Hamae debe consacrare (?) (sacri) marza. Un personaggio specifico (utus ?) mediante ecunza e poi mediante il rinaita tre vittime (zusle) debe offrire o presentare (nuneri); la stessa azione l´apire compia nell´isuma con le vittime. Segue una sorta di clausola nella quale si dichiara che in tal modo si debe sottoporre all´azione nune il rito di Leams e che si debe celebrare il rito, quello rina, in luogo detto aeneica. ...”nel giorno celuta nel mese apire “...manca la indicazione del rito (vacil) ...viene precisato il luogo incui si svolgono le ceremonie, il santuario de Uni (unial i...Queste vengono precedute da un ´azione preliminare, turza esace, di cui si è detto in precedenza ...Nel santuario di Uni, pertanto, dopo ave sottoposto i doni votivi all´azione ...Un altro cambiamento di data (apertule “nel giorno aperta”) segna la feriae di Ae ...che una lunga tradizione esegetica ha spiegato como “Mani” , dall´altro spiegare la presenza... dii un sintagma come vane-c calus “en el vana de Calus” nota divinità infera. In sostanza si percepisce, forse, una sorta di parentatio che prevede nello zuna l´offerta di elfa dal rinaitae nel vana di Calu l´offertadi vittime (zuslema).(Cristofani, 1994: 90-4)

Sección III:
Isveitule ilucve anp[ili]e laruns ilucu hu / santi hurialu esa canulis mulu rizile zizri / inpa –an acasri /tiniantule leamsul ilucu perpri santi arvusta aius nuneri

La lectura de Cristofani es la siguente: “Alle idi festive di maggio la festa di Laran indici (?); un santi ...porta (?) “un dono nel (o favore del) riza che debe essere sottoposto al sacrificio (acasri), . (Cristofani, 1994 : 94)

Sección IV:
Acalve apertule saiuzie leamsul ilucu perpri santi mav(c)ilutule itirsver falal[lur] husilitule t...s-c lavtun / icni seril turza esace / pacusnasie anurari turza esace / ni[s-c l]avtum icni zusle [si]laciiul eses salei calaiei-c / len..ai stizaitei z[a]l rapa za[l ta]rtir]iia-c lavtum / icni seril turza esae / lau nuner[i....ei[tu] acasri / la turzais esace / ecl u acas e zusleva stizaitei acasri / pacu[snasie]u[`r] laiumia[i zusle]i [si]aiei t[ar] fanusei / pepiai ratu ceiniatei turza esace e.

La lectura de Cristofani es: “Nel giorno giovio la festa di Leamsul devi celebrare. Il recipiente quello di arvu...devi presentare “. “Di giugno, nel giorno apreta, nel saiuzi (?), la festa di Leams devi celebrare” Le prescripcioni vengono predevonoun “offerta” e un sacrificio . (Cristofani, 1994: 95-96)

Sección V:
Parumi ilucve isveitule tinunus seumsal-c ilucu perpri

La lectura de Cristofani es: “A Iuglio, alle idi festive, devi celebrare la festa di Tinum e Seumsai “ (Cristofani, 1994: 97)

El texto se corresponde con un calendario ritual elaborado con una finalidad practica, con toda seguridad servir de guía a los miembros de un colegio sacerdotal en sus ceremonias mensuales. En el se prescriben una serie de ceremonias así como los lugares donde deben realizarse y elementos del ritual que debe llevarse a cabo. Por otro lado en el texto se perciben claramente los nombres cuatro meses en cada una de las cinco secciones que se pueden leer de la tablilla, y que se corresponden con el Abril (apirase “en abril” < Apreas), mayo (anpilie “en mayo” A esto hay que objetar que aunque se demostrase este punto, se habría demostrado para el ámbito etrusco donde se inscribe la Tabula Capuana, y solo podría extrapolarse al ámbito latino a titulo comparativo no probatorio de la validez de la tradición. Por otro lado el hecho de que Abril fuese el segundo mes del calendario no indica y que en el ámbito romano precediese a Marzo, no permite establecer a priori una equivalencia total entre ambos casos. Por último la imposibilidad de identificar otros nombres de meses en las secciones restantes del texto, no nos permite saber que meses eran estos, y si se correspondían con la sucesión de los meses en Roma. Hay que tener en cuenta que esta tablilla no es un calendario tan sistemático como lo Fasti romanos en el que incluye el total de los días no solo los que tienen un valor religioso. Ello es debido a la finalidad utilitaria del documento que es más una lista de prescripciones rituales en orden a los meses que un calendario propiamente dicho, por lo que no sería extraño que en las cinco ultimas secciones pudieran faltar meses que no tuvieran ningún acontecimiento religioso. En Roma por ejemplo existían dos meses de este tipo, Septiembre y Noviembre, en los que aparte de las celebraciones propias de todo mes (Calendas, Nonas, Idus) no se celebraba ningún otro acto religioso. Teniendo en cuenta el carácter cursivo escritura y lo apretado del espacio, sobre todo en las ultimas líneas del documento, así como la finalidad meramente ritual del texto no tendría sentido dejar dos secciones en blanco para indicar dos posibles meses sin ceremonias, que por otro lado serían bien conocidos por todos. Con todo, la imposibilidad de leer las cinco ultimas líneas, no permite ni negar ni afirmar nada en uno u otro sentido por el momento, pero tampoco nos permite usar este documente como “prueba” crucial de la existencia de un año romuleo de 10 meses.

La misma atribución sucesiva del año de diez y doce meses a Rotulo y Numa parece sospechosa. La historia de la vida de ambos reyes además de situarse en una época mítica en la que la ciudad se funda, y en la que ambos juegan el papel de héroes civilizadores que van creando sucesivamente las instituciones, costumbres y leyes del pueblo roman, presenta una serie de características que han sido analizadas por Dúmezil. Este estudioso vio que el papel de héroe cultura de los cuatro primeros reyes de la ciudad se distribuía de acuerdo con su conocida teoría de da trifuncionalidad, así mientras que reyes como Anco Marcio o Tito Tacio creaban las instituciones o infraestructuras del comerciales o los cultos relacionados con la guerra como los salios, Rómulo y Numa se repartían los aspectos de la primera, el violento y el pacífico-legislativo (Dumézil, 1999: 171). Pero se puede decir que la ciudad ya estaba definida desde estos dos primeros reyes, ambos crean las instituciones básicas sobre las que se funda el pueblo romano, sin embargo la obra de Rotulo se muestra como incompleta frente a la de Numa, Rotulo es el primer rey, y confirma su poder por los auspicios pero será Numa quien asiente con su elección la consulta de los auspicios como parte del ritual de consagración real. Rotulo establece algunos sacerdocios, pero será Numa quien defina la religio y organice el culto (Dumézil, 1999: 169-70). Rómulo instaura las leyes más antiguas la mos pero es Numa quien la acomoda le da forma la completa y la desarrolla definitivamente. En este sentido la atribución a Rotulo de un calendario de 10 meses completado después por Numa podría inscribirse en esta representación cultural de los orígenes de la Urbs.
Por otro lado, porque considerar un año de 10 meses como el año más primitivo, y no de nueve u ocho meses por ejemplo, Rodríguez Adrados Ha estudiado el sistema institucional romano en un interesante trabajo llegando a la conclusión de que existe un valor del numero diez que se muestra en una tendencia a la organización decimal; que tendría su reflejo en el sistema de Curias (Rodriguez Adrados, 1943: 63-73). Asimismo observa que este sistema esta ausente del ámbito de los pueblos indoeuropeos asiáticos pero se repite en otros pueblos como los germanos (huntari) o los celtas, por lo que podría formar parte un substrato común a los pueblos indoeuropeos occidentales (Rodriguez Adrados, 1943: 63-73). Procesos similares en los que se mezcla una concepción mítico-ideológica con la organización socio-espacial han sido estudiados igualmente por Dumézil, por lo que no sería extraño que esta organización decimal hubiera servido también como base a la idea de un primitivo año de diez meses. Además cabe preguntarse si esto no estará vigente incluso en el propio calendario de 12 meses, Brind´Amour llamo ya la atención sobre la ambigüedad de los nombre del año en el calendario de época republicana, seis meses iniciales con nombre teóforos y seis con nombre numéricos (Brind ´Amour, 1983: 225), pero estos no comienzan curiosamente por un septilis, sino por un Quintilis, y el Septilis es en realidad un november, de igual manera que el Novenber es en realidad el undécimo mes, y así sucesivamente. Es decir, los nombre de los mese numéricos han sido contados partiendo de Marzo, como si Enero y Febrero no existiesen. Esto podría solucionarse si se partiese de una posición final y no inicial de estos meses como en el calendario decemviral, pero no es esta la solución que adopta el autor sino que nos sorprende con una aparentemente extraña reflexión:

La preuve qu´on en donnait dans l´Antiquité, et qu´on en donne encore, à savoir que décembre représente le dixième mois après le dèbut de l`année en mars, n´aucune valeur. Decembre n`a pas été créé parce qu´existait une année romaine de dix mois, mais une année romaine de dix mois a éte inventée parce que décembre, et d´autres mois à dénomination numérique, existaíent. (Brind´Amour, 1983: 225)

Sin embargo, esta afirmación no carece de fundamente sino que se base en la comparación con el calendario de otra ciudad latina, Alba. Ovidio nos da en los Fasti una interesante información al indicar que en Alba el tercer mese del año era el mes de Marte (Ovid, Fast, III, 89). Alba por otro lado era la ciudad madre de la que los romanos creían que procedía su pueblo, y parte de la comunidad cultural de los pueblos latinos, por lo que no sería raro que el Marzo romano y el albano fuesen el mismo mes. Por otro lado Enero era el mes consagrado a Jano, divinidad de los comienzos, a la que se coincide en atribuir un origen muy antiguo, y que por lógica era normal que se situase en efecto al comienzo del año (Brind´Amour, 1983: 225). Asimismo es extraña la distribución tan regular de los nombre de los meses, seis teóforos y seis numéricos formando dos mitades perfectas de año que vendría a estar a favor del origen antiguo de esta repartición de los meses(Brind ´Amour, 1983: 225), a pesar de lo inusual de su computo que excluye a Enero y Febrero, sin que sepamos muy bien porque, tal vez por el carácter ritual de estos meses, y en consonancia con los rituales de apertura del año que se realizaban en las calendas de Marzo. Sea como fuere el porque estos meses se situaban a la vez dentro y fuera del tiempo se nos escapa.


-CALENDARIO JULIANO

Cesar sustituyo el antiguo calendario lunisolar de 355 días por un calendario solar de 365 días que tenía la ventaja de ser más estable lo que permitía una adaptación más precisa a las estaciones (Bickerman, 1968: 47). Para ello fue necesario primero corregir primero el desfase que existía entre el calendario civil y el natural como resultado de intercalaciones arbitrarias hechas con fines políticos (Bickerman, 1968: 44-5), esto se hizo mediante la adicción de 90 días intercalares al viejo calendario republicano en el año 45 a. C. Una vez corregido el desfase y restablecida la correspondencia entre los fasti y las estaciones Cesar estableció el nuevo calendario, de 365 días, para ello mantuvo los meses de 31 y un día y sumo los días restantes no mediante la intercalación como se había hecho hasta entonces, sino añadiendo 2 días a Febrero, Abril, Agosto, y diciembre que pasaban así de 29 a 31 días los 4 días restantes fueron añadidos al resto de los meses de 29 días dando lugar a meses de 30 (Bickermna, 1968: 154-155). Como resultado de esta reforma el año quedaba divididos entre siete meses de 31 días (Enero, Marzo, Mayo, Julio, Agosto, Octubre y Diciembre), cuatro meses de 30 días (Abril, Junio, Septiembre y Noviembre), y un mes de 28 (Febrero). Cómo el año solar era de 365´4 existía todavía un desfase de 1´4, que se suplía con una intercalación de 1 día, pero no tras las Terminalia como se solía hacer sino tras el día IV de la Kalendas de Marzo ( pridie Kalendas Martias ), esto es el día 28, resultando un año de 366 días; annus dixestus o dixestile (Bickerman, 1968:47).



CALENDARIO JULIANO


-El error de los pontífices

Así se puede decir que la reforma juliana más que una reforma propiamente dicha suponía la creación de un calendario nuevo, mas estable y simple, destinado a durar. Pero después de la muerte de Cesar se planteo un nuevo problema que volvió a alterar durante algún tiempo el equilibrio entre el calendario y el sucesión estacional. Esto se debía a un error de interpretación de las normas del nuevo calendario por parte de los pontífices. El conocido error de los pontífices se basa en una lectura ambigua de la ley por la que Cesar había determinado cada cuento debía realizarse la intercalación de un día en el año disiesto. Cesar había determinado que el año debía de ser bixestile cada cuatro años, quarto quoque anno. Pero los pontífices interpretaron la expresión quarto quoque anno que figuraba en la ley como que el año disiesto debería ir cada tres años:

Sic annum civilem Caesar habitis ad limam dimensionibus constitutum edicto palam posito publicavit; et error huc usque stare potuisset, ni sacerdotes sibi errorem novum ex ipsa emendatione fecissent. Nam cum oporteret diem qui ex quadrantibus confit quarto quoque anno confecto antequam quintus inciperet intercalare, illi quarto non peracto sed incipiente intercalabant. Hic error sex et triginta annis permansit, quibus annis intercalati sunt ies duodecim cum debuerint intercalari novem. (Macrobio, Sat. I, 14, 13-15).

Este error aunque sorprendente esta demostrado no solo por el testimonio de los autores antiguos sino por los propios datos epigráficos de los calendarios de otras zonas del imperio ya que Cesar había introducido el nuevo calendario por fines administrativos en otras partes del imperio (Bickerman, 1968: 47-9). Así habían surgido en otras zonas del imperio calendarios locales que conservaban los nombre autóctonos pero intentan armonizar su sistema con la duración de los meses del calendario oficial romano, este proceso lento y que no siempre llego a tener éxito en buena parte de la zona oriental del imperio y parte del Oeste (Bickerman, 1968: 48), nos ha dejado sin embargo algunos ejemplos de esos calendarios mixtos moldeados según el orden anual romano. Así en un calendario encontrado en Asía en Priene se puede observar uno de estos intentos de reforma del calendario autóctono durante el proconsulado en Asía de Paulo Fabio Maximo (Brind´Amour, 1983: 14). La duración de los meses en el calendario de Priene es la siguiente:

César -31 Xandicos -31 Gorpiaios -31
Apellaios -30 Artémisios -30 Hiperbérétaios -30
Audnaios -31 Daisios -31
Péritios -31 Panèmos -30
Dystros -28 Loos -31

Como se puede apreciar a pesar de la distinta distribución de la duración de los meses, el sistema esta calcado sobre el calendario juliano; doce meses (con una añadido denominado significativamente, Cesar) divididos entre siete meses de 31 días (Cesar, Audnaios, Péritios, Xandicos, Daisios, Loos y Gorpiaios) cuatro meses de 30 (Apellaios, Artémisios, Panèmos e Hiperbérétaios) y un solo mes de 28 días (Dystros). Pero lo interesante más allá de este intento de racionalización administrativa llevado al tiempo cronológico, es la cita que aparece en este calendario sobre la intercalación, en el se indica que bebido a la intercalación el mes de Xandicos tendrá 32 meses, al añadírsele un día suplementario cada dos años.

e de enbolimos emera estai pantote ton interkalarion kalandon tou thandikou menos, dyo eston meson geinomenon (cf. Brind´Amour, 1983: 14).

Este fragmento ha sido interpretado como prueba de la vigencia del sistema de intercalación cada tres años aplicado por los pontífices. Hipótesis que se vio confirmada por el texto de un edicto coetáneo promulgado por Paulo Fabio Maximo, en el que se ordenaba que el día intercalar debía ser colocado distando un intervalo de dos años entre cada intercalación:


. mede estai mia emera, dio meson geinomen(o)n kata ten romainken synetheancf.Brind´Amour, 1983: 14).

La expresión final “según la costumbre romana” no ofrece dudas de ello. La discrepancia con el sistema juliano era pues obvia:


-Discrepancia entre el calendario juliano y el pontifical, las O representana los años ordinarios y las I los años bisiestos

SISTEMA JULIANO:

OOOIOOOIOOOIOOOIOOOIOOOIOOOIOOOIOOOI

SISTEMA PONTIFICAL:

OOIOOIOOIOOIOOIOOIOOIOOIOOIOOIOOIOOI



En esta representación gráfica se puede ver la variación resultante entre el calendario propuesto por Cesar y la forma en que fue aplicado por los pontífices durante el tiempo que se mantuvo el error, es decir durante 36 años. Se puede apreciar como el sistema pontifical tiene 12 año bisiestos durante este periodo frente al juliano que solo cuenta con nueve, lo que da lugar a 3 días de más (Brind´Amour, 1983: 11). Como resultado de este desajuste en el 9 a. C Octavio Augusto debió eliminar por ley toda intercalación durante un plazo de 12 años (Brind´Amour, 1983: 12-3).Por fin el año 8 d. C se pudo restablecer el uso normal, siendo este el primer año bisiesto desde el edicto de augusto (Bickerman, 1968: 47).






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Maravilloso este programa no admite la tipografia del griego ni las tablas, en fin intentare subsanarlo del todo otro dia¡¡¡¡, intentare igualmente introducir las tablas de los calendarios esta vez como imagen, disculpar las molestias



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